El fantasma calentón Si no viste la primera zafaste de ver un bodrio. Igual no importa, en esta segunda película te cuentan en el inicio todo lo que debés saber sobre el personaje y su historia, como para que sepas de qué va la cosa. Johnny Blaze sigue lidiando con su condena eterna cuando aparece un extraño monje con una propuesta que no puede rechazar, rescatar a un niño a cambio de liberarlo de su pacto con el diablo. La factura de este filme a esta altura no califica ni como clase B. El guión es un rejunte de lugares tan comunes como las actuaciones, incluidas las de Cage y Hinds, absolutamente perdidos en el registro. Abundan diálogos pretenciosos y escasea la acción, que cuando se presenta se vuelve risible. Sin dudas, el de Ghost Rider es un regreso que nadie esperaba. Menos para esto.
El salvajismo va por dentro La pelea entre dos chicos de once años es el disparador para mostrar la hipocresía que habita en el universo adulto. El hijo de Nancy y Alan le rompió dos dientes con un palo al hijo de Penélope y Michael. En el departamento de estos últimos se reunen ambas parejas para discutir el asunto. Primero con sobriedad y extrema cortesía, no sin cierta incomodidad, Penélope procura que los otros padres comprendan lo importante que es que su hijo entienda la gravedad del hecho. Nancy trata de ser condescendiente mientras Alan está ocupado atendiendo su móvil que suena cada rato debido a un problema con el laboratorio que representa legalmente. Polanski expone de entrada a sus personajes en este filme cerrado, donde sus intérpretes están atados al texto teatral. Quienes vieron la obra de teatro no encontrarán diferencias notables en el guión, pero sí en las características de algunos personajes, especialmente el de Waltz. El austríaco compone a un cínico impagable, sin dudas el mejor trabajo del filme, y no es que Jodie Foster no se destaque en su rol, el que deja en claro, más que ningún otro el carácter animal escondido tras la pátina de civilización que los niños aún no poseen y sus padres, con apenas algo de alcohol, son capaces de perder por completo. El director impone al relato un clima dramático con cierta acidez y pequeñas dosis de ironía, pero nunca llega al grotesco que tan bien le sentó a esta obra en la versión teatral porteña. Filmada en París y con un cameo del propio Polanski en el departamento de al lado, "Un Dios Salvaje" no quedará en la historia como lo mejor en la cinematografía del polaco, aunque sí destaca como un entretenimiento de alto nivel actoral y exhibición artística.
Ni gratis El por qué una película con destino a relleno en el cable termina en la cartelera donde se puede ver por el mismo precio "El Artista" o "La Invención de Hugo Cabret", lo desconocemos. Tenemos claro que hay público para todo, y eso también, desde siempre, es desconcertante. Lo concreto es que esta historia de una desocupada que se convierte en caza recompensas para ganar algo de dinero, y su primer caso consiste nada menos que en capturar a un ex, no merece más atención que el peor capítulo de la serie más intrascendente que hayan visto por tv. Katherine Heigle se ha venido esforzando mucho para ganarse el título de reina de la comedia, pero con estos proyectos dificilmente logre mantenerse en ese lugar donde otras brillaron antes. Esta película puede servirte tal vez para una primera cita, si a ninguno de los dos les interesa verla y unicamente se la usa como pretexto para llegar a otras instancias.
Una fantasía repetida La premisa de esta película es sencilla, les resultará familiar y por eso también efectiva. Imaginate que te topás con una forma extraña que al tocarla te transfiere el poder de mover cosas con la mente, incluso a vos mismo. Imaginate que ese poder crece día a día y ya no solo movés un lápiz sino que ahora podés estacionar un auto y hasta volar. Está bueno, no? Andrew es un muchacho con problemitas. Anda de acá para allá con una cámara de video al hombro. Es el hazmerreir del colegio, no solo por grabar todo el tiempo sino porque además es el típico raro aislado. Problemas no le faltan. Tiene todo el combo para ser un futuro villano del cómic que se te ocurra. Madre moribunda, padre alcohólico y golpeador, vida social nula. Una noche Andrew es invitado a ver un hecho curioso, como de otro mundo, y a registrarlo con su cámara. A partir de entonces su vida cambia, definitivamente. El relato está presentado mayritariamente con imágens de la cámara del protagonista, pero también con la mirada del director por lo que no llega a ser "REC". El acierto es que lo que les sucede a los protagonistas se presenta sin solemnidad sino más bien de la forma en la que cualquier chico disfrutaría con sus nuevas "habilidades". Mezcla de Chris Angel con X-Men, también tiene algo de "Super 8" pero sin ser tan pretenciosa. Apenas un entretenimiento, bien presentado y disfrutable.
La máquina de soñar Desde que se anunció que Martin Scorsese filmaría en 3D, la industria quedó expectante hasta ver los resultados que un artista podía obtener de este artilugio. Si "Avatar" es el folleto con el que James Cameron mostró a la industria su nuevo juguete, "La Invención de Hugo Cabret" es la pieza maestra con la Scorsese demuestra que con sensibilidad y talento se puede ir más allá del mero efecto. Un niño, hijo de un maestro relojero, queda huérfano y al cuidado de un tío alcohólico que hace el mantenimiento de los relojes de la estación central de trenes de París. El tío en cuestión desaparece y Hugo, tal el nombre del niño, se encarga de mantener él mismo todos los relojes. Las salas de máquinas son a la vez su escondite, donde puede matenerse a salvo del policía que custodia la estación y gusta de capturar huérfanos para enviárlos al reformatorio. Hugo no está solo, lleva con él un artefacto extraño, una especie de autómata que su padre rescató de un museo y que con dedicación intenta restaurar. Para ello se vale de piezas que roba de una juguetería atendida por un biejo gruñon. Cuando este hombre atrapa in fraganti a Hugo le obliga vaciar sus bolsillos y allí descubre una libreta que definitivamente cambiará el rumbo de la historia. ¿Por qué este hombre se mostró tan contrariado ante esa libreta y los dibujos que había en ella? Scorsese parte al relato en dos, primero nos presenta al niño y su aventurera vida, luego nos revela una historia mucho más interesante aún que tiene al anciano como protagonista. En el todo, asistimos a un homenaje al cine y en especial a aquellos pioneros en el arte de plasmar lo imposible. El viejo Martin se da el gusto de insertar piezas documentales al relato y hasta convertirlo en un aviso en favor de la conservación y restauración del patrimonio fílmico mundial. No es extraño, Scorsese es miembro de "The Film Foundation", organización que trabaja en la recuperación de películas. "Las películas son los recuerdos de nuestra vida. tenemos que mantenerlos vivos". Con esas palabras Scorsese da la bienvenida a los que entran a la web de la fundación. Es, sin dudas, esa determinación el motor que llevó adelante la realización de "Hugo". Su visión en 3D le permitirá al espectador tener un mayor nivel de detalle sobre el excelente trabajo de los diseñadores de arte, los escenarios, engranajes, las distancias, la casi corporización de los personajes. Son antológicas las actuaciones de Ben Kingsley y, aunque de menor participación, la del legendario Christopher Lee. No se queda atrás Sacha Baron Coen, quien interpreta al policía de la estación dotándolo de acertados matices. El pequeño Assa Butterfield irrumpe en la industria por la puerta grande bien acompañado por la ya experimentada Chloë Moretz que tan bien nos impresionara en "Kick Ass".
Una mina jodida Los niños se suicidan. Así, sin más. Las extrañas muertes suceden en un pueblo inglés hasta donde llega el atribulado Arthur Kipps (Daniel Radcliffe) con una misión clara de su jefe, conseguir los documentos de una mansión abandondada. Kipps no está en su mejor momento, deprimido por la muerte de su esposa al dar a luz a su hijo y sin dinero acepta la última oportunidad que su jefe le da. Y allá va, a un pueblo que de entrada se muestra hostil con él, excepto Sam Daily, el millonario del lugar que ofrece su ayuda al joven. Paisajes tenebrosos, neblina, la marea que sube y aisla. Una casa donde los aparecidos hacen de las suyas y sacan lo valiente de Kipps. ¿Qué sucedió en ese lugar? ¿Por qué mueren los niños? ¿Quién es la mujer de negro? Con una notable ambientación y el tono justo que precisan este tipo de filmes, los amantes del género disfrutarán luego de mucho tiempo de una auténtica pieza de terror a la vieja usanza. Aunque allí tal vez también radique su falencia: la falta de novedad. Lo importante es que Watkins dirige con precisión, no escatima sustos que están bien musicalizados por Marco Beltrami y cuenta con una puesta artística que hace honor a lo mejor de la Hammer. Daniel Radcliffe cumple con su parte, sin muchos matices, sale airoso con lo justo, en tanto el solvente Ciarán Hinds lo secunda y encabeza un elenco sin fisuras.
Solo y mal parado A bordo del galeón Esperanza viaja el marino Selkirk, no porque el capitán lo quiera sino porque el protagonista de la historia posee algo que es gran interés para el capitán. Una vez que este cree obtener lo deseado se libra de Selkirk dejándolo en una isla desierta. El marino queda librado a la buena de dios, luego de haber desplumado a la tripulación en los juegos de cartas. Ambicioso por naturaleza, Selkirk comprende en la isla que hay otros valores en la vida. El mensaje del filme es obvio y poco elaborado. Su producción es algo mejor, sin descollar logra presentar un buen trabajo de stop motion, aunque los muñecos no son todo lo expresivos que se podría esperar. El relato es algo moroso, el clímax nunca llega y los pocos chistes que se ofrecen a los adultos que acompañan a los chicos son por lo menos flojos. Los más chicos se van a entretener y los más grandes no deben temer por el inocuo contenido del filme; eso sí, por ahí se aburren un poco.
Tribuneros Una cosa es decir algo en chiste y otra decirlo de manera chistosa. Diego Capusotto dice lo que escribe Pedro Saborido de manera chistosa, pero lo que dice es muy serio. Este programa especial de una hora y media de "Peter Capusotto", sin sus videos, tiene igual producción que lo visto en tv, sin nada "cinematográfico", excepto el 3D. El personaje de Violencia Rivas sirve de hilo conductor, es el que baja línea de forma directa, el que de forma exacerbada escupe el modo de ver de sus creadores. El tema central es el entretenimiento. Así desfilan Micky Vainilla y la presentación de su película "Ningún Error de Dios", Bombita Rodríguez y la desopilante historia sobre el proyecto de los Estados Unidos Justicialistas y Jesús de Laferrere -el segmento más flojo de todos-, entre otros personajes y ocurrencias propias del ciclo televisivo. Capusotto y Saborido van desde el humor post asado, pasando por el más vulgar hasta aquel un poco más sofisticado, que requiere de cierta información por parte del espectador. Dificilmente un joven se ría auténticamente si no sabe que es la UOM o la tercera posición durante el sketch de Bombita, el más logrado de todos y donde se atreven a satirizar hasta la masacre de Ezeiza. Claro está que si tras la sátira no hay crítica se corre el riesgo de convertir lo siniestro en algo simpático. Diego Capusotto se consolida como un capo cómico outsider. Uno que se vale solo, que no necesita compartir elenco ni hacer revista ni temporada en Mardel. Con su público le basta y a él está dirigida esta película. Los fans, de parabienes. Algunos esperábamos algo más.
El chiste del loro Una manera de crear un chiste es encontrar primero el remate, el hecho gracioso en sí. Una vez que se tiene el final se construye el relato hacia atrás, se crea la historia. Al ver la resolución de esta película se nos ocurrió pensar que tal vez así se construyó el guión. Imaginamos a los autores entusiasmados con la idea de un equívoco que termina en tragedia, para luego empezar la difícil tarea de "armar" una historia que cierre bien con el final. La mala noticia es que no lo logran. Todo comienza un miércoles, con el hallazgo del cadáver de una mujer en una casona de un pueblo de la provincia de Buenos Aires. El oficial de policía a cargo investiga el entorno. El director por su parte pasea al espectador llevándolo al lunes anterior, al sábado, luego al martes, luego atrás al domingo y así, hasta marearlo, al mejor estilo Galletini en "La Patria Equivocada". Todo para que desde la platea se pueda "construir" también el relato. Errores de continuidad, hechos sin explicaciones y un tedio absoluto acaban dando con el desopilante final, tal vez lo mejor del filme junto con la actuación de Goity, pero que no alcanza.
El cuento de la buena pipa El señor Odd se jubila tras cuarenta años como conductor de tren. Es un hombre de vida prolija, o rutinaria, según se vea. Vive solo en Oslo, al lado de la vía del tren con la compañía de una pajarito y a partir de su nuevo estado de jubilado comienza a ser espectador de diversas situaciones a las que asiste imperturbable. Pipa en mano, Horten deambula sin rumbo definido, cuestión que al espectador impaciente puede incomodar bastante. El relato es algo errático, como su protagonista, y allí donde algunos vean poesía cinematográfica otros hallarán tedio. Sin apuro, Hamer construye una historia con buena base tanto en lo técnico como en lo actoral. Notable es la fotografía y la interpretación de Owe, interesantes y hasta divertidos algunos fotogramas y varias ideas, aunque poco efectivo es el resultado final debido a una narración episódica que deja a varias secuencias un escalón abajo de la mera anécdota.