Regresos con gloria Finalmente volvió Dragon Ball en su máximo esplendor, tal como a los fans siempre les gustó: con peleas y situaciones graciosas por igual. No es casualidad que su creador, Akira Toriyama, haya recurrido al regreso de uno de los villanos más queridos de Dragon Ball: Freezer. Como para no hacer una película 100% fiel a la serie sino también para utilizarla como promoción de su próximo proyecto: Dragon Ball Súper, que llegará a Japón en julio. La película se destaca por sus diálogos graciosos entre los personajes y las excelentes batallas que se desarrollan. La última vez, en 2013, con Batalla de Dioses transmitió esa sensación de que algo faltaba. Si bien parecía un episodio más, el abuso de chistes y la ausencia de peleas le habían dado a ese film un tono infantil. Pero parece que en esta nueva película eso se revirtió, el inicio es espectacular, donde se ve a Gohan como padre y esposo reciente. Sin duda un tema que nunca se había tratado en la serie de manera profunda en el animé. Otro aspecto genial son los personajes: muchos menos que en el film anterior, por lo que el simple reencuentro que pareció darse previamente se convirtió en algo mucho más serio. Ese es el tono de la película: bien seria pero sin perder gracia. Las peleas y diálogos son los puntos fuertes de este film y sumado a las voces originales en español es un detalle que los fans van a disfrutar por completo. En cuanto a los personajes hay que destacar que Vegeta fue el mejor desarrollado, pese a que Toriyama nunca le tuvo mucho aprecio, pareció entender que tiene más fans que su propio protagonista. No haberlo ridiculizado como se hizo en el anterior film en cambio de hacerlo más orgulloso y explorar su lado bueno fue un gran acierto, sin duda la escena en la que pelea con Freezer es la mejor. Ahora, el film pese a contar con las peleas que siempre caracterizaron a la serie cuenta con nuevas transformaciones: las criticas por cambios de color, eran lo más acertado viniendo de Toriyama, en el caso de Freezer, su diseño le costó una oleada de cargadas en internet e incluso se dijo que ya estaba escaso de ideas. Sin embargo, el problema del film es que previo a su estreno en su país de origen promocionaron en exceso esas transformaciones que pudieron haber sido las grandes sorpresas. Ajeno a eso, Dragon Ball demostró que sin importar qué edad tenga uno o en qué año haya nacido, puede captar cada vez más fans.
Como si el tiempo no pasara Finalmente la esperada secuela del dúo más disparatado llegó a los cines. Tuvieron que pasar más de 20 años para que uno de los protagonistas pudiera ponerse de acuerdo y volver al ruedo para que los hermanos Farelly, ni lerdos ni perezosos, pusieran manos a la obra. Si bien el film ofrece muchos puntos en común con su antecesora -para no decir que repite la misma fórmula del guión- el resultado de esta nueva entrega hubiese dejado mucho que desear si es que no se hubiese estrenado la precuela, producto mediocre y regular en comparación a éste. Mientras que en la anterior película tanto Harry (Jeff Daniels) como Lloyd (Jim Carrey) debían encontrar un maletín y a su vez estaban inmersos en una organización criminal, en esta aventura pasa lo mismo con la diferencia que buscan a una hija perdida de Harry. Una vez más, tanto Daniels como Carrey nos brindan una de sus grandes interpretaciones y lo dejan reflejado en el crecimiento a lo largo de 20 años. Por un lado, Daniels con la excelente interpretación en la serie The Newsroom por la cual obtuvo un Emmy como mejor actor, mientras que Carrey, quien siempre fue reacio a las secuelas, hacía muchísimo tiempo que no se lucía en un film. Son de destacar sus caracterizaciones con la sensación de que 20 años no fueron nada para ellos, además a los guiños de su película antecesora como por ejemplo contar con la aparición de Brady Bluhn, recordado por haber interpretado al muchacho ciego al que le venden un pajarito muerto. Mientras que las nuevas incorporaciones se lucen pero sin opacar a los protagonistas. En fin, la nueva secuela no ofrece nada nuevo y en muchos ratos es previsible pero seguramente las carcajadas no estarán ausentes en esta cinta que parece haber sido concebida por los Farelly para salvar su reputación después de producciones mediocres como Pase Libre (Hall pass, 2011) o el impresentable revival de Los tres chiflados (The three stooges, 2012).
Un anime con 25 años de historia ¿Cuál es la dificultad más grande de los anime para ser adaptados en el cine? La respuesta es simple: la gran diferencia con las historias de superhéroes norteamericanos, donde muchas veces los orígenes varían y los guiones pasaron por varias manos. Esas diferencias a través de los años permiten una adaptación mucho más libre. En los anime las historias son más lineales y el autor por lo general no delega a terceros sus trabajos. En ese sentido, cualquier re interpretación es rechazada por el público tradicional, como ya pasó con Dragon Ball y sus infinitas películas, incluyendo la versión live action de 2009 que destrozó a esa gran serie. Caballeros del Zodiaco, la leyenda del Santuario, no se centra en narrar una historia no canónica, sino que hace un resumen de Las doce casas, una de las tantas sagas de la franquicia y ese es un gran acierto ya que muestra un resumen adecuado y ameno para aquellos fans. La película tiene una historia sólida con escenas de lucha excelentes y es fiel al espíritu de la serie. A pesar de ello, el resultado final deja la impresión que no estamos frente a una película de los Caballeros… si bien los de marketing se dieron cuenta de ello, recurrieron a las voces originales de la serie como la de Jesús Barrero en la voz del protagonista, que sumó mucho. Pero no se respetó el estilo de dibujo. No se comprende cómo una animación tan avanzada como la japonesa recurra a un CGI tan artificial que da la sensación de estar frente a una adaptación cinematográfica de un videojuego. Por lo menos si se hubiese realizado algo similar a Dragon Ball Z: Batalla de Dioses, que pese a la historia previsible tenía una excelente animación remasterizada que recordaba a la clásica serie, se hubiera llegado a un resultado más satisfactorio. Estos Caballeros, a simple vista no se parecen en nada a los de antes. Ahora con los ojos grandes y aniñados son parecidos a una versión masculina de Tinkerbell.
El regreso de los protagonistas masculinos Tal como expresa el título, Maze Runner, no es una novela más adaptada al cine, sino que retoma con fuerza el protagonismo masculino que tanto se perdió con propuestas similares como Los Juegos del hambre, Divergente o Cazadores de sombras. Correr o morir se destaca por la cantidad de testosterona sin que se convierta en una historia sólo destinada a hombres, contiene aventuras de todo tipo que consisten en persecuciones, que a los adolescentes les van a gustar y a su vez serán disfrutados por las chicas, contemplando cuerpos en forma que se lucen como si posaran para una foto. Dylan O´Brien (el protagonista de la serie Teen Wolf) es el que carga sobre sus hombros la historia con su personaje Thomas, se nota que el joven se preparó muy bien y los que lean el libro seguramente lo imaginarán en cada escena que se presente. Mientras que Will Poulter, aquel joven que hace unos años interpretara al insufrible primo Eustrace en Las crónicas de Narnia: La travesía del viajero de Alba (The Chronicles of Narnia: The voyage of the dawn Treader, 2010) logra un personaje muy convincente que juega con la dualidad de villano y héroe. Esta versión futurista de El señor de las moscas, aquel clásico donde unos chicos náufragos formaban su propia sociedad encuentra similitudes conceptuales con la novela de James Dashner, autor de esta ficción de acción y suspenso, aunque la trama va hacia otro lado. El relato transcurre en un futuro no muy definido en el que un chico llega por azar a un lugar llamado El Área, espacio que está cubierto por gigantescos muros de vegetación.Lo particular es que quienes llegan son hombres y ninguno parece recordar nada de su vida pasada. Thomas es el protagonista de esta saga, quien rápidamente llega a recordar su nombre y jugará un rol importante cuando llegue la única chica. La forma de escaparse está a la orden del día, donde el laberinto promete revelarle al espectador mucho más de lo que imagina en las futuras secuelas. Caras bonitas, un elenco de caras frescas y un director no muy conocido como Wes Ball, quien había dirigido cortos como Ruin (recomendable que puede verse en youtube) o A work in progress, hacen de Maze Runner una película especial y atractiva de ver. Esperemos que no corra la misma suerte que Soy el número 4, donde la secuela quedó en la nada.
La redención de La Roca En lo que va del año es la segunda película del hijo de Zeus que se estrena, luego de la paupérrima La leyenda de Hércules (The leyend of Hercules, 2014). De todos modos, mis temores cambiaron cuando vi el film, no sólo ofreció mejores efectos que su antecesora sino que también era mucha más dura y tenía mucha más relación con la mitología, donde los 12 trabajos juegan un rol importante. No obstante, la historia del semidios colosal no está basada en la historia mitológica ni pretende ser una versión live action de la película de Disney, sino que la misma es una adaptación de un comic: Hercules The Thrancian wars, de Steve Moore. El comic relata cómo Hércules tras completar sus 12 trabajos entrenará a un grupo de mercenarios para enfrentarse al rey de Tracia, el film resulta ser bastante apegado a las viñetas aunque no como lo era 300. De todos modos, las batallas son mucho más reales y creíbles que su anterior film, mientras que la ambientación estuvo bien, pero aunque parezca mentira quien se destaca en todo el film es el irreconocible Dwayne Johnson alias The Rock. El ex luchador no sólo le pone el cuerpo sino que también parece haber tomado clases de actuación y con este trabajo termina por borrar los bochornosos films que realizara en Disney y ni hablar de Hada por accidente (Tooth Fairy, 2010). Parece que también el director Brett Ratner, quien últimamente no estaba brindando trabajos tan buenos desde la última Rush Hour, hizo una producción bastante aceptable donde todo indica que si le va bien a este film podría convertirse en una nueva franquicia. El climax parece ser una de las especialidades de Ratner, recuerdo lo que hizo con X-men 3 (X-men: The last stand, 2006) donde la plagaba de acción y adrenalina. En Hércules, esa es la mejor escena, desde los planos hasta los diálogos y efectos especiales colmados de violencia. Ni Russel Crowe, Stallone o Shwarzenegger, aparentemente The Rock entrenó duro para estar a su altura en aquellos años que supieron conquistar al público.
Un film gourmet Si se trata de una película donde Spielberg está involucrado, las expectativas son muy altas. Sin embargo, su rol de productor falló en algunas ocasiones como la saga de Transformers, aunque es indiscutible su labor en cada film, sea como director, guionista o en este caso productor. Basada en el libro homónimo, el film le rinde un buen homenaje a su versión literaria y sinceramente vale la pena acercarse a ambas opciones. Una historia tan simple como la competencia de dos chef, por un lado uno que busca imponer algo nuevo mientras que otra busca la conservación de una cultura culinaria, idea que domina todo el film. Imposible no tentarse con ir a comer comida hindú luego de ver la película, los planos detalle al enfocar la comida atrapan al espectador y lo hacen creer que tiene esos manjares en frente. El director Lasse Hallstrom, quien en el pasado dirigió propuestas como ¿A quien ama Gilbert Grape? (What s Eating Gilbert Grape, 1993) o Chocolate (Chocolat, 2000) supo conbinar perfectamente dos géneros tan opuestos como la comedia y el drama aunque también tiene su tiempo para el romanticismo como nos tiene acostumbrados. Se nota como Spielberg metió la mano en este film, la fotografía, banda de sonido y la historia en si es armoniosa, se nota que lo chequearon muchas veces antes de llegar a un producto final y eso no se ve muy a menudo en el cine. En cuanto al elenco, no tengo nada que objetar y el personaje más apasionante fue el de Hellen Mirren, la evolución que hace a través del film es realmente emotiva y recomiendo prestar atención a ello y ni hablar de Rohan Chand, quien poco a poco va perfeccionándose hasta llegar a la cima, un excelente mensaje en el que la perseverancia se adueña del guión. En conclusión, The Hundred-Foot Journey es una de esas peliculas que no puede pasar desapercibida, vale la pena elegirla en vez de las de ciencia ficción y adaptaciones que tanto nos tienen acostumbrados últimamente. A degustarla.
Mucho ruido, muchas nueces Si de público sincero se trata, sin duda esos son los chicos, quienes con su inocencia y frescura dicen las cosas sin pensarlo y eso se traduce al cine especialmente. La trama es sencilla: Surly es una ardilla egoísta que sólo piensa cómo abastecer su estómago y no le importa quien se interponga en su camino, mientras que un grupo de animales que habita un parque se aliará con Surly a regañadientes para robar un gran depósito de nueces pero las cosas se complican cuando los animales se ven envueltos en un atraco de un banco. No es imposible asociar esta película con la de Vecinos invasores, ya que posee algunas similudes entre los protagonistas desde los primeros avances. Sin embargo, poco a poco durante los casi 90 minutos que dura el film eso cambia para bien. Pero si retrocedemos hacia 2005 donde este personaje fue concebido por su director Peter Lepeneotis, conocido más por sus trabajos como animador con memorables films como Casper, Toy Story 2 y Dinosaurio, su vasta experiencia se limita al universo de Surly y algunas animaciones. Como se dijo anteriormente, el film apenas provoca una carcajada, se limita al humor basado en flatulencias, eructos y Slaptick. Sí, es de destacar la animación y el 3D, que son los verdaderos protagonistas de la película, aunque parece que vamos a tener más de Surly y compañía, ya que su director estrenará su secuela en 2016, esperemos que al menos corrija algunos temas de la historia y la haga menos previsible. En resumen, gran estilo de animación, excelente banda de sonido (es recurrente el tema de Psy Gangnam Style donde incluye un baile con una versión animada, gran escena) pero una historia floja lamentablemente donde no brinda nada que no se haya visto antes. Como dato curioso, no moverse de sus butacas porque la película sigue, no sólo tenemos escenas durante los créditos sino que al final nos da pie a dónde va a ir la secuela.
Milagros inesperados Resulta difícil criticar un documental que reúne testimonios de personas a quienes se le apareció la virgen en diferentes partes del mundo. Tierra de María tiene la particularidad que, siendo creyente o no, se puede disfrutar igual porque pese a los testimonios no obliga al espectador a creer pero tampoco atenta contra los creyentes y eso es más que disfrutable. Realmente admiro la labor del director por conseguir los testimonios. Es de esos documentales que no aburren por más que sea un tema que no despierte pasiones, el director y periodista Juan Manuel Cotelo se embarca en un viaje hacia México, Alemania, Portugal, entre otros destinos para finalmente terminar en Medjogorje, una aldea ubicada en Bosnia donde aparentemente los habitantes han visto a la virgen María durante 30 años. El director de La cima y El sudor de los Ruiseñores mezcla este documental con elementos de ficción donde además de entrevistar es el protagonista del relato, le aporta gracia y muchos momentos logrados, aunque prevalece el registro documental. Mientras que la ficción es un pequeño adelanto de lo que veremos a lo largo del documental, donde Cotelo después pasa a un papel secundario dándole el protagonismo a quienes dan los testimonios, destaco el de las prostitutas, en Perú, es realmente impactante y llega al corazón, que para los creyentes tendrá un valor más que importante. Tierra de María fue un éxito inesperado en su país de origen (España) superando superproducciones estadounidenses. Esperemos que tenga el mismo impacto en el país porque de hecho la ágil narración y los testimonios peculiares son los puntos fuertes de este documental y si a eso se suma un tema tan masivo como la Virgen María, eso potencia más el posible éxito de esta producción.
Un nuevo aire En estos últimos años con grandes estrenos de adaptaciones populares como Spider-Man, X-men, Iron Man, Thor y Capitán América, entre otros productos Marvel, parecía que la industria de los superhéroes se estaba agotando, hasta ahora. Los Guardianes de la Galaxia no sólo llegaron para acercar a nuevos lectores sino que también para darle un nuevo aire a un género que parecía algo saturado. Simplemente personajes como Star-Lord, Gamora, Mapache Cohete, Drax o Groot no se parecen en nada a lo que se ha visto con anterioridad y en eso está la clave para que este film sea tan bueno. Con tan sólo pensar que estos peculiares personajes están más cerca de ser antihéroes que del arquetipo clásico del héroe como Spiderman u otros personajes tradicionales, resulta mucho más atractivo que las demás propuestas. Chris Pratt en el rol de Star-Lord realmente se luce y tiene muy buenos diálogos, pero sin lugar a dudas nunca me imaginé que Vin Diesel resultara tan gracioso con tan sólo decir Yo soy Groot, de hecho es la única línea de su personaje y lo dice en los momentos menos oportunos. El director James Gunn supo vender la película y resultó sorprendente para muchos, de hecho los primeros trailers anticipaban un tono de comedia o incluso parodia más una película de superhéroes de acción pero al ver el film estos dos elementos se complementan perfectamente. Las secuencias de acción están muy bien logradas (sobre todo aquella del escape de prisión que le aporta humor) y son para destacar los efectos especiales, tanto Groot como Mapache Chohete se ven fabulosos (de hecho el director en una entrevista reveló que trabajó con mapaches reales para darle más realismo), al igual que el maquillaje en general, donde destaco el del villano interpretado por Lee Pace (Ronan, el acusador). Excelente maquillaje, excelente historia y efectos muy bien logrados, cuesta mucho encontrar defectos en Guardianes de la galaxia que nada se parece a Star Wars como se dijo en su momento. Este es uno de los puntos positivos por parte de Disney al comprar Marvel, un film que nunca se hubiese adaptado al cine ya que la mayoría de las adaptaciones se arriesgan a lo popular, tanto Arnold Drake como Gene Colan -creadores de estos peculiares personajes en 1962- van a disfrutarlo en la pantalla grande. Como ya se sabe la película tiene secuela programada para 2017 y para hacerla más popular Disney estrenará una serie animada hacia Octubre. Guardianes de la Galaxia es una comedia de superhéroes, plagada de acción y grandes efectos, que los fanáticos del género querrán tener en su colección.
Caída libre Antes de que fuera concebida esta propuesta que nació de Cars. Disney toons, responsable de este spin-off, nunca tuvo buena suerte en las secuelas. Así fue como durante finales de los 90 y principios de siglo se encargaron de destruir clásicos de Disney con secuelas innecesarias como la de Aladdín, La sirenita o Bambi, por citar algunos ejemplos. Sin embargo, al notar que lo suyo no eran las secuelas se centraron en los spin-off, y así surgieron Tinkerbell (que tuvo gran éxito y es una rareza de este estudio) y Aviones. Voy a detenerme en esta propuesta que si bien la primera película era un clon de Cars, no entiendo cómo recaudó 200 millones con un presupuesto de 50, ya que en vez de ofrecer un universo diferente se encargaron de calcar a su serie madre. No obstante, los creadores no dudaron en poner en marcha la secuela. Aviones 2 manda por la borda todo lo que se mostró en su predecesora, no podría considerarla una secuela, sino más bien una película independiente que apenas guarda relación con ella e ignora casi todos los sucesos de la primera. El argumento es el siguiente: Dusty, tras haber ganado el campeonato mundial, empieza a tener problemas con su motor por lo que deberá bajar su marcha y se mete de lleno a ser un avión de rescate sólo para ayudar a un amigo, desde luego que no será fácil. El mensaje es claro: adaptarse a todos los problemas de la mejor forma posible, claro que no va a ser fácil al principio. Pese a todo, Aviones 2 tiene una duración justa de unos escasos 83 minutos que si bien se hace amena, a su vez es una contra porque los nuevos personajes apenas son desarrollados y la película al terminar deja al espectador con la eterna pregunta ¿Eso es todo? Por otro lado, destaco los paisajes que se desarrollan durante los primeros minutos, reconozco que a nivel visual mejoró muchísimo con el anterior film, pero eso no alcanza para una buena propuesta infantil. Si bien desde 2010 Disney resurgió con films como Enredados (Tangled, 2010), Valiente (Brave, 2012)) o Frozen: una aventura congelada (Frozen, 2013), Aviones 2 es un paso atrás de las producciones de la casa del ratón Mickey.