En esta segunda entrega de la trilogia, Peter Jackson redobla la apuesta, logrando mas intensidad dramatica y un espiritu epico digno de las mejores aventuras filmicas. La presencia de un claro antagonista, como es el dragón del titulo, le da a la historia mucha mas tensión, y a la vez ayuda a que el espectador empatice con los "heroes" del filme. A esto, hay que sumar la perfeccion de todos los rubros tecnicos, y la pericia del director a la hora de rodar las escenas de acción: secuencias cargadas de adrenalina (el escape de los enanos en barriles, es sencillamente brillante). Es verdad que el material de fondo no tiene el vuelo de la trilogia original de "El señor de los Anillos", pero esta secuela funciona en todos los niveles artisticos y nos deje el camino abierto para un final que avisoramos como una verdadera epopeya filmica.
KON-TIKI nos sitúa en 1947, cuando el mundo se sorprendió por el entusiasmo de un joven antropólogo y aventurero, quien emprendió una expedición asombrosa y peligrosa: un viaje de 8.000 kilómetros a través del océano Pacífico a bordo de la balsa Kon-Tiki, una embarcación que se deshace, rodeados de peligros. Si bien el guion no profundiza en el interior de los personajes y las actuaciones resultan demasiado teatrales, resulta una historia interesante, reveladora y profundamente humana que bucea en la obsesión de un hombre por probar hasta las últimas consecuencias sus teorías. Sin ser un prodigio técnico, el filme cuenta con algunas escenas bellamente filmadas y rescata el espíritu de las aventuras clásicas.
La película de Robert Luketic tiene al principio un ritmo vertiginoso que no se sostiene a medida que avanza la trama, valiéndose de un guion forzado que ata cabos torpemente. Sin dudas, lo mejor del filme es el casting de tres grandes actores, como Gary Oldman, Harrison Ford y Richard Dreyfuss, quienes aun logran cautivar con su sola presencia. Para amantes de los thrillers tecnologicos.
Un verdadero dream-team de jóvenes actores de la comedia americana, se dan cita en esta cinta que parece estar rodada para divertimento interno de todos sus protagonistas. Cada uno de ellos encarnándose a sí mismos y jugando con la ironía y los clichés de las estrellas de Hollywood, lo superficial de las juergas del show business y el homenaje implícito al cine catástrofe mas pochoclero de la meca del cine. Técnicamente es bastante pobre, el guion denota claramente una excesiva utilización de la improvisación, y los chistes son tan elitistas, que muchas veces el espectador medio puede quedar fuera de la broma. Mas allá de esto, no deja de ser interesante, en una época de pocas ideas cinematográficas originales, el experimento de autocritica fílmica, que paradójicamente con el argumento fantasioso del filme, humaniza a sus intérpretes. Para fanáticos de Seth Rogen y su cine adolescente y de humor bestial.
Es esta una comedia romántica para adultos, excelentemente guionada, real y sin los clichés edulcorados, típicos de Hollywood a la hora de abordar el género. Y si esto, ya es un motivo para disfrutar del filme en la oscuridad de una sala, mucho más lo es, el hecho de encontrarnos con la labor póstuma de JAMES GANDOLFINI en un papel muy distinto al común de su filmografía. Humano, afable, querible, es un canto de cisne del actor de LOS SOPRANO, digna de ser premiada. Una película que reconforta y se disfruta escena tras escena.
Estamos ante un thriller dramático de enorme impacto emocional, espectacularmente narrado. La tesis sobre hasta dónde está dispuesto a llegar un padre desesperado, inquieta por la enorme empatía que consigue generar Hugh Jackman, en una composición actoral para el aplauso. Y qué decir de Jake Gyllenhaal, su policía a cargo de la investigación, es sencillamente brillante, cargado de matices y tics, resulta una verdadera confirmación de su enorme talento. Tremendo también, es el trabajo interpretativo de Paul Dano, como un sospechoso hermético, con muchos secretos en su desgarbado y por momentos repugnante ser. La fotografía de tonos fríos, y el montaje contundente, ayudan a redondear una cinta compleja, cruda, y cercana, tan dolorosa como fascinante.
Apelando a una narración a base de flashbacks el filme es una excusa para hacer un ensayo sobre distintos aspectos de la segregación e integración racial. Por momentos, cercano al telefilme, es un largometraje políticamente correcto que parece manufacturado para cosechar premios. Y aunque apela a ciertos toques melodramaticos y no tiene un ritmo parejo es una película llevadera que logra mantener el interés en casi todo su metraje.
Un reparto de lujo con Michael Fassbender (quien vuelve a destacarse en una composición soberbia), Brad Pitt, Javier Bardem, Cameron Diaz y Penélope Cruz, hacen del filme, un producto digno de ver. La película está hábilmente dirigida por el veterano Scott, que vuelve a plasmar en la pantalla todo su oficio para generar climas y secuencias de alto impacto y darle forma a un guion entreverado. No estamos ante una cinta inolvidable, ni ante lo mejor del realizador de BLADE RUNNER, pero el filme tiene acción, suspenso, erotismo, dosis de sadismo, y se disfruta de principio a fin.
Aunque arranca de manera lenta y dubitativa, la cinta mejora a medida que avanza el metraje, regalándonos un climax de enorme impacto. El filme combina con certeza acción y humor Pero el director Alan Taylor, parece rodar cada secuencia como si fuera parte del capitulo televisivo de una serie, las imágenes son correctas, prolijas pero sin personalidad ni fuerza. El elenco cumple, los guiños a otros personajes y películas del universo Marvel están, la union con los hechos acaecidos en LOS VENGADORES funciona de manera natural y el metraje fluye a paso firme. Pero si algo hay que destacar es la presencia de LOKI, el verdadero astro del filme, un personaje que se roba cada escena en la que le toca jugar. Superior a la primera entrega, dejara conforme a los seguidores.
Tremenda labor actoral de Furriel, en este thriller climatico, plagado de escenas muy bien logradas que combina con eficacia dramatismo, con suspenso, momentos de grotesco con situaciones de acción. Un filme argentino distinto, que resulta una grata sorpresa por su osadía.