sta nueva cinta animada de los estudios Dreamworks, resulta una bocanada de aire fresco dentro de un género cada vez más recurrente. Y es que, la planificación de las escenas de acción, que son muchas y muy divertidas, al igual que los movimientos de cámaras, y el diseño de los decorados, coloridos y grandilocuentes, redondea una de las cintas más logradas de los últimos tiempos. Los personajes, delineados con los estereotipos de una familia disfuncional moderna, recuerdan a LOS PICAPIEDRAS. Y si tienen la suerte de ver la versión con las voces originales, disfrutaran del plus de los grandes trabajos interpretativos de NICOLAS CAGE y EMMA STONE, que con alma, corazón y vida, parecen habitar en el interior de estas caricaturas irresistibles.
La narración y puesta aséptica cercana a los primeros trabajos fílmicos del director de TRAFFIC se fusionan con una trama entreverada, en donde nada es lo que parece, y que la emparenta con el cine de BRIAN DE PALMA. Un verdadero rompecabezas, un argumento tan retorcido como asombroso.
Así de bizarro, es el argumento de este intento por recuperar la mística de la saga CREPUSCULO pero con cadáveres andantes en lugar de vampiros. La narración en off del zombie protagonista nos introduce en el código y reglas con que se rige este mundo apocalíptico en donde las personas se dividen entre aterrados humanos y muertos vivos famélicos. La película se guarda una sorpresa, existe una mutación más temible que los zombies: los esqueletos. NICHOLAS HOULT le pone toda la onda a un papel difícil, al borde del ridículo, apelando al poco sex apeal que un personaje tan desagradable y mal oliente le permite. Con pocas dosis de humor, este hubiera sido un buen camino para dotar al filme de un espíritu menos solemne y más festivo, la historia deriva en un melodrama que no hace más que acentuar el tono freak de la puesta. Estéticamente la cinta es aceptable, se vale de colores saturados, efectos visuales creíbles y una atmosfera de desolación bien lograda. Algunas secuencias de tonos lisérgicos se pierden en medio de una trama que nunca logra pasarse al lado de la sátira y que termina apelando a aquello con lo que pretende ironizar.
Esta cinta perteneciente al interesante nuevo cine chileno, nos presenta una excelente interpretación de Catalina Saavedra, una fabula moderna sobre la lucha de clases contada a base de planos cortos y climas claustrofóbicos. El director trasandino Sebastián Silva logra una pintura fresca y original de cada uno de los personajes que desfilan por la pantalla durante todo el metraje. Ironica, comprometida y hasta oscura por momentos, resulta una grata sorpresa del cine sudamericano.
El director elige una puesta en escena que remite al teatro, creando una atmosfera de musical que se luce por el enorme impacto visual con que dota cada secuencia. Un vestuario de antología, que se luce gracias a la coreografía de movimientos de actores y cámara perfectamente simétricos y elegantes. Obviamente, la parafernalia teatral, reduce la magia del cine, pero a la vez genera una atmosfera original y onírica, pocas veces vista en el cine moderno. Keira Knightley está en su salsa en un papel que parece haber sido escrito para su rostro antiguo y seductor. La cámara la retrata bella, radiante y cautivadora. Una experiencia fílmica para exigentes. Un clásico recreado a puro talento y sensibilidad.
El filme dirigido por David Ayer resulta una sorpresa dentro del género de acción moderna, apelando a recursos como las cámaras hogareñas o de seguridad que retratan a la par de la cámara principal, la que nos cuenta la visión del realizador. Esto genera una apariencia de falso documental que ayuda a darle un tinte más dramático a la historia. Jacke Gyllenhaal y Michael Peña son retratados como policías de carne y hueso, creíbles y humanos, gracias a una serie de escenas cotidianas plagadas de naturalidad. A esto hay que sumarle un acertado recurso que parece salido de los videojuegos, planos de manos sosteniendo armas y una visión subjetiva que nos sumerge en las secuencias de más violencia y acción. Sin caer en la apología ofrece adrenalina, acción y dramatismo con un crudo uso de la violencia y un clímax que incluye un tiroteo que es la frutilla de la torta.
Statham se luce en un papel que le permite hacer gala de su cara de póker, y su pericia a la hora de la acción. Jennifer López pasea su cuerpo para el infarto logrando química con el héroe de turno. El argumento, simple sin giros dramáticos complicados, no reniega de la acción con las típicas escenas de peleas, persecuciones, explosiones y los tópicos que hacen las delicias de los espectadores cultores de la adrenalina y el pochoclo.
SAM RAIMI se vale de toda su pericia en el cine de género para narrar esta historia plagada de color, imágenes psicodélicas, acción, aventuras y humor. Un buen manejo del 3d que aquí se realza por la profundidad de campo que presentan cada escenario. Pictórica, surrealista, hay muchas referencias al Universo del Mago de Oz clásico, pequeños guiños que los más adultos sabrán disfrutar. La estética, fotografía y diseño de vestuario la colocan cercana a la versión de ALICIA EN EL PAIS DE LAS MARAVILLAS de Tim Burton. Pero a diferencia de aquella, esta apela mucho mas al efecto adrenalitico de la acción y a la mucha química que existe entre las tres brujas protagonistas, las verdaderas estrellas de un filme familiar que dejara conforme tanto a los nostálgicos como a las nuevas generaciones.
Guillermo del Toro produce este impactante cuento de hadas siniestro, que contiene todos los tópicos de su cine: climas de fabula, niños desamparados como protagonistas y presencias fantasmales que hielan la sangre. El argentino ANDY MUSCHIETTI resuelve con pericia cada escena de suspenso y horror, creando una atmosfera oscura que pone los pelos de punta, y utilizando con maestría el fuera de campo, los efectos sonoros y la música. Pero cuando le toca mostrar la presencia fantasmagórica, no duda y apela a movimientos rápidos y retorcidos, que generan varios sustos y sobresaltos. Las niñas protagonistas cautivan desde sus actuaciones tan naturales como convincentes. Y Jessica Chastain, en su papel de novia gótica y rockera, logra una nueva composición digna del aplauso. Por desgracia, en algunos momentos, sobre todo en el clímax del filme, el director apela demasiado a la composición digital, restándole el encanto y la sobriedad de los efectos subliminales que mejor le quedan a la historia. Pese a esto, el resultado es una original y fresca cinta de terror moderno que los espectadores amantes de las emociones fuertes, sabrán disfrutar.
La puesta de telefilme, no le quita a este biopic, la frescura y el entretenimiento que la historia requiere. A pesar de lo superficial de algunas subtramas, como la relación de Hitchcock con sus actrices, o el detrás de la escena de algunas secuencias míticas de la historia de Norman Bates, el relato es ameno, rodado con pericia y con actuaciones a la altura. Excelente performance de Helen Mirren como la esposa devota del cineasta, sorprendente Scarlett Johanson mimetizada con Janet Leigh, lo mismo que Jesica Biel como Vera Miles, y Anthony Hopkins, curiosamente, ve tapado su enorme talento bajo las capas de pesado y artificial maquillaje, un elemento que distrae y que acerca algunos momentos al género paródico. Acertados guiños, como la presentación del filme, al estilo de la vieja serie ALFRED HITCHCOCK PRESENTA, y la referencia a LOS PAJAROS, en un epilogo que lograra sacar más de una sonrisa en los espectadores avezados en el Universo Hitchcockiano.