En la búsqueda de la verdad Cuando Dejes De Quererme es un thriller policial que constituye el debut en solitario como director de Igor Legarreta. Coproducido entre Argentina y España, el guión corre por parte de Javier Echániz, Asier Guerricachebarría y Jon Iriarte. El reparto incluye a Florencia Torrente (siendo éste su primer rol protagónico), Eduardo Blanco, Miki Esparbé, Eneko Sagardoy, Joaquín Climent, Antonio Dechent, entre otros. La historia gira en torno a Laura (Flor Torrente), una joven que fue criada por su padrastro Fredo (Eduardo Blanco) y su madre Elvira, la cual falleció hace cinco años. Nacida en España pero instalada en Buenos Aires, Laura recibe una llamada desde el país vasco que la desconcierta ya que le informan que el cadáver de Félix Careaga (Eneko Sagardoy), su padre biológico, ha sido hallado bajo tierra en un bosque. Según las pruebas forenses, Félix fue asesinado hace más de 30 años de un disparo en la nuca. De acuerdo a lo que le contó su madre, Laura siempre creyó que de chica su padre la abandonó y por eso nunca lo volvió a ver. Debido a esta nueva información, Laura viajará junto con su padrastro a España y tratará de resolver el misterio alrededor del crimen de su progenitor. Con una ambientación lúgubre que concuerda con la temática de la cinta, Cuando Dejes De Quererme desde el vamos nos presenta un relato lleno de intriga en el que da ganas de, a la par de Laura, descubrir qué es lo que le ocurrió a Félix en el pasado. Una amante peluquera, varios hermanos, un retiro de una gran suma de dinero del banco, cartas y un seguro de vida son las primeras pistas que le permiten a Laura y Fredo, junto al enamorado agente Javier (Miki Esparbé), empezar a armar diversas hipótesis que serán representadas a través de flashbacks. Aunque la cinta logra mantener el interés en su mayoría, es a medida que avanza el metraje cuando el guión se va enredando cada vez más y más. Esto inevitablemente genera una mezcla y confusión dentro de la cabeza del espectador, dándole al filme una complejidad rebuscada que en este caso se vuelve muy innecesaria. A su vez, las personas que vayan a ver este filme sin tener mucho conocimiento de la dictadura franquista y la organización terrorista ETA (Euskadi Ta Askatasuna) no podrán seguir fácilmente el hilo de la historia. En cuanto a las actuaciones, se nota que a Florencia Torrente le falta bastante para otorgar escenas dramáticas que sean convincentes. No obstante la actriz hace una buena dupla con su padrastro interpretado por Eduardo Blanco, el cual aporta una cuota de humor que funciona para descontracturar en el momento justo. A pesar de que el guión está lejos de ser perfecto ya que utiliza varias coincidencias a su favor para revelar nuevos datos, tal como la aparición de un personaje secundario que sabe algo en el momento justo, Cuando Dejes De Quererme funciona gracias a la atmósfera construida, su premisa interesante, la música y su fotografía. No será de los mejores policiales pero definitivamente se deja ver.
Un viaje para salvar a su mejor amigo Mi mascota es un león (Mia et le lion blanc, 2018) es una película dramática y ecológica dirigida por Gilles de Maistre y co-escrita por su esposa Prune de Maistre. Protagonizada por Daniah De Villiers, el reparto se completa con Mélanie Laurent (El hombre duplicado), Ryan Mac Lennan, Langley Kirkwood, Brandon Auret, entre otros. El león del film en la vida real se llama Thor. La película fue muy bien recibida en Europa, en especial en los países de Francia, Italia y Alemania. Compuesta por los padres John (Langley Kirkwood) y Alice (Mélanie Laurent) y los hermanos Mick (Ryan Mac Lennan) y Mía (Daniah De Villiers), la familia Owen decide mudarse de Londres a una granja de leones ubicada en Sudáfrica. En un principio este cambio a Mía no le cae para nada bien ya que la niña no tiene amigos, aparte de que los animales no le interesan. Sin embargo, en Navidad nace Charlie (Thor), una cría de león blanco que a medida que pasa el tiempo se va ganando el corazón de Mía. Una vez que Mía descubre la función real de la granja de su padre, la joven emprenderá un viaje de seis días a pie para dejar a Charlie en una zona considerada un santuario para los leones. Filmada durante tres años para que en cámara se pudiera notar el crecimiento en tiempo real tanto de la actriz principal como del animal, la película contó con la supervisión de Kevin Richardson, conservacionista y experto en el comportamiento de leones. Sin necesitar del CGI en tiempos en los que casi todo está computarizado, Mi mascota es un león logra darnos una historia de ficción que desde lo visual se ve muy realista. No hay manera de que la relación que forjan Mía y el león no nos enternezca, siendo ésta evolución sin lugar a dudas lo mejor de la película. A pesar de lo inverosímil que se vuelve la trama, el film cuenta con un mensaje súper importante el cual gira alrededor de la concientización sobre la problemática del negocio de cacería de leones. Esta actividad en Sudáfrica es legal, por lo que las organizaciones proteccionistas cumplen un rol fundamental así como también los “santuarios”, espacios donde está terminantemente prohibido que los cazadores disparen a los animales. Sin mostrar de manera explícita las consecuencias de la caza indiscriminada, Mi mascota es un león contiene el balance justo entre momentos graciosos, drama e información verídica. Si sos amante de los animales, el progreso y camino de Charlie hacia una vida sin peligro humano vale mucho la pena.
Restaurar el equilibrio Godzilla 2: El Rey de los Monstruos (Godzilla II: King of the Monsters, 2019) es una película de ciencia ficción y aventuras dirigida por Michael Dougherty, que también se ocupó del guión junto a Zach Shields. Secuela del filme Godzilla, estrenado en 2014, esta película conforma la tercera producción dentro de la franquicia de Legendary Entertainment denominada MonsterVerse ya que, gracias a la escena post crédito de Kong: La Isla Calavera (Kong: Skull Island, 2017) nos dimos cuenta que ésta también forma parte del universo de monstruos de Warner Bros. En esta oportunidad los protagonistas cambian y parte del reparto incluye a Vera Farmiga (El Conjuro, 8 Minutos Antes de Morir), Millie Bobby Brown (Stranger Things), Kyle Chandler (Noche de Juegos), Charles Dance (Tywin Lannister en Juego de Tronos), Ziyi Zhang, entre otros. Ken Watanabe y Sally Hawkins vuelven a repetir sus respectivos roles. La historia gira en torno a Emma (Vera Farmiga), científica que forma parte de la organización Monarca. Junto a su marido Mark (Kyle Chandler), ella creó el ORCA, una máquina que gracias a sus ondas bioacústicas permite controlar a los diversos titanes esparcidos por el mundo. En la actualidad, Emma está separada de Mark ya que los dos quedaron muy afectados por la muerte de su pequeño Andrew en el ataque de San Francisco. Madison (Millie Bobby Brown), la otra hija que comparten, vive con su madre pero continúa teniendo una buena relación con su padre a pesar de lo poco que lo ve. Cuando Emma y Maddie son secuestradas por el ecoterrorista Alan Jonah (Charles Dance), Mark y su equipo harán lo que sea para salvarlas. Sin embargo, las intenciones de Emma son inimaginables para su ex esposo. Como se puede ver por los pósters promocionales, las diferentes especies de kaijus abundan en este filme. La polilla Mothra, el pájaro Rodan que expulsa fuego y el imponente líder dragón de tres cabezas Ghidorah son solo algunos de los monstruos que despiertan y se convierten en una temible amenaza para la civilización. Es por eso que la cinta está colmada de escenas de acción, tantas que llegan a cansar e incluso molestar por el inagotable sonido que emiten los kaijus. Aparte de que la primera entrega de Godzilla lograba brindar un producto entretenido, la trama de los personajes humanos llegaba a importarnos. En este caso no sucede lo mismo y, aunque el debate de si los Titanes pueden coexistir con los humanos logra ser interesante, el guión falla en la ridiculez de sus giros. El arco narrativo del personaje de Vera Farmiga está mal planteado, por lo que no se llega a comprender las brutales decisiones que toma teniendo en cuenta que sigue dolida por la pérdida de un hijo. Con respecto a la fotografía, ésta da gusto de ver gracias a los tonos celestes eléctricos combinados con la oscuridad y destrucción. No obstante, el argumento aburre llegando a la conclusión de que aquí no existe un buen balance entre las escenas habladas y las peleas entre monstruos. Godzilla 2: El Rey de los Monstruos solo funcionará para aquellos a los que no les importe mucho la historia y solo quieran ver enfrentamientos entre titanes. Para los demás, hay otras opciones mucho mejores en cartelera.
El duro camino de la vida El Árbol de Peras Silvestre (Ahlat Agaci, 2018) es un drama familiar dirigido y co-escrito por Nuri Bilge Ceylan (Tres Monos, Sueño de Invierno). Coproducido entre Turquía, Macedonia, Francia, Alemania, Bosnia y Herzegovina, Bulgaria y Suecia, el rol protagónico es interpretado por Dogu Demirkol. El reparto se completa con Murat Cemcir, Hazar Ergüçlü, Bennu Yildirimlar, Serkan Keskin, entre otros. La película estuvo en competencia en la sección oficial largometrajes a concurso del Festival de Cannes. La historia se centra en Sinan (Dogu Demirkol), un joven que vuelve a su pueblo natal turco luego de graduarse en la universidad. Cuando llega allí se da cuenta que su familia no anda bien ya que su padre Idris (Murat Cemcir) se metió en el negocio de las apuestas y las deudas cada vez son mayores. Sinan se reencontrará con su antiguo amor Hatice (Hazar Ergüçlü), que ahora recoge frutos en el campo y está comprometida con un joyero, charlará con sus amigos de la infancia y tratará de obtener fondos del alcalde para publicar su primer libro. Además, dará un examen para convertirse en maestro de primaria. Sin embargo, el joven con grandes aspiraciones se irá dando cuenta que triunfar en lo que le apasiona no es para nada sencillo y que en una comunidad chica las oportunidades van en decadencia. Con una extensa duración de tres horas y ocho minutos, Nuri Bilge Ceylan nos muestra el lado pesimista y negativo de la vida en contraposición con una exquisita fotografía de la naturaleza a cargo de Gökhan Tiryaki. Paisajes nevados, pájaros, bruscas olas, caminos de tierra y el movimiento tranquilizador de las hojas y arbustos a causa del viento hacen que visualmente la cinta sea muy bella. Con respecto al metraje, inevitablemente El Árbol de Peras Silvestre se vuelve aburrida, pesada y soporífera en más de una ocasión. Esto sucede debido a que el filme carece de ritmo y está lleno de charlas filosóficas que parecen nunca acabar. Por más que varias sean interesantes y hagan reflexionar, llega un punto en el que parece que el diálogo durará para siempre y uno termina perdiendo el hilo de la conversación. Teniendo en cuenta lo que se quiere contar (que es muy simple), se llega a la conclusión de que muchas subtramas que no aportan nada importante podrían haberse suprimido y el resultado sería más satisfactorio al no jugar tanto con la paciencia del espectador. La película contiene variadas escenas en silencio donde se lo ve al solitario protagonista caminando por su lugar de origen, lo que permite contemplar la belleza del pueblo. Además, el director turco incluye escenas de sueños que parecen reales o simbolismos que quedan en la cabeza del espectador mucho después de que los créditos acaban. El Árbol de Peras Silvestre definitivamente no es una cinta para cualquiera. Los tópicos que toca tales como la relación padre e hijo, la importancia de las ventas, lo difícil que es concretar los sueños, las pocas posibilidades de trabajo en una comunidad chica o el sentimiento de desperdicio constante con respecto a tu propia vida hacen que, a pesar de que sea una película muy lenta y cansadora, también sea toda una experiencia moral su visionado.
La superación de las adversidades Rocketman (2019) es una película biográfica musical basada en la vida del músico inglés Elton John, siendo él uno de los productores ejecutivos del filme. Dirigida por Dexter Fletcher y escrita por Lee Hall, la cinta está protagonizada por Taron Egerton (Testamento de Juventud, Kingsman). El reparto se completa con Jamie Bell (Las Estrellas de Cine Nunca Mueren), Bryce Dallas Howard (La Aldea, Jurassic World), Richard Madden (Cinderella), Celinde Schoenmaker, Gemma Jones, Matthew Illesley, Steven Mackintosh, Charlie Rowe, entre otros. Desde pequeño, a Reginald Kenneth Dwight (Matthew Illesley) le interesó la música, en especial tocar el piano. A pesar de contar con un padre que casi ni le prestaba atención y una madre que no creía en su talento, Reggie va a probar suerte a la Real Academia de Música ubicada en Londres, todo gracias a la confianza que tenía en él su abuela Ivy (Gemma Jones). Con el transcurso del tiempo, Elton (Taron Egerton) conocerá al compositor Bernie Taupin (Jamie Bell), el cual se convertirá en su gran amigo, tendrá su enérgica presentación debut en el club nocturno californiano The Troubadour y descubrirá su homosexualidad. Además, Elton caerá en el abuso de drogas e intentará suicidarse al perder completamente el rumbo. Luego de darle la voz al gorila Johnny y cantar I’m Still Standing en la película animada Sing: ¡Ven y Canta! (Sing, 2016), Taron Egerton conoció a Elton John en el set de rodaje de Kingsman: El Círculo Dorado (Kingsman: The Golden Circle, 2017). Ahora, Taron es Elton John y de todas las buenas decisiones que se tomaron en Rocketman, ésta se alza como la mejor. Egerton no solo interpreta a Elton de una forma magistral tanto desde sus movimientos como desde lo gestual, sino que también el actor de 29 años canta maravillosamente todas las canciones del filme, logrando que éste rol esté a otro nivel dentro de su carrera. Por otro lado, el guión no se priva de nada ya que es súper realista y nos muestra las duras situaciones que atravesó Elton tanto en su infancia como en su juventud, todo desde una estructura narrativa no lineal que tiene muchísimo sentido y resulta muy satisfactoria. Aunque el músico a veces no se haya comportado correctamente, de igual manera la empatía con Elton se mantiene gracias a que como espectador nos es muy fácil ponernos en su lugar y comprender qué pasaba por su mente en esos momentos. Además, la cinta no tiene miedo de su género: es un musical al 100% en donde las letras de las canciones de Elton encajan a la perfección para cada conflicto personal que vivió el cantante. Párrafo aparte para el diseño de vestuario a cargo de Julian Day. Aproximadamente 50 fueron los trajes que se hicieron para el filme, sumados a la gran variedad de anteojos extravagantes. Los colores fuertes, los brillos y las plumas eran indispensables para esta producción y cada atuendo se ve mejor que el anterior, por lo que sería una injusticia que la película no se lleve una nominación al Óscar en esta categoría. Por otra parte, el maquillaje de Bryce Dallas Howard está muy bien utilizado, haciéndola ver avejentada sin que luzca artificial. En conclusión, poco y nada hay para reprocharle a Rocketman, una película que nos permite vivir la fantasía de Elton John en su máximo esplendor, con sus altibajos y subidas de adrenalina. Arriesgada, dura y emocionante, la cinta de Dexter Fletcher está hecha para ser disfrutada una y otra vez y recordar que, de las situaciones difíciles, siempre se puede salir adelante.
La venganza será terrible Ma (2019) es una película de thriller psicológico dirigida por Tate Taylor y escrita por Scotty Landes. Producida por Jason Blum, la cinta está protagonizada por Octavia Spencer (Historias Cruzadas, La Forma del Agua). El reparto se completa con Diana Silvers, McKaley Miller, Dante Brown, Gianni Paolo, Corey Fogelmanis, Juliette Lewis (Agosto, Nerve), Luke Evans (La Bella y la Bestia), Tanyell Waivers, Missi Pyle, entre otros, Allison Janney (Yo Soy Tonya), entre otros. La adolescente Maggie (Diana Silvers) y su madre Erica (Juliette Lewis) se mudaron hace unos pocos días a uno de los pueblos ubicados en Ohio, lugar donde Erica cursó la secundaria. Allí, Maggie rápidamente se hace amiga de Haley (McKaley Miller), Andy (Corey Fogelmanis), Chaz (Gianni Paolo) y Darrell (Dante Brown). Con la intención de hacer una fiesta en la noche, el grupo se estaciona frente a un almacén y busca a un adulto que pase por la calle y los ayude a comprar el alcohol ya que ellos aún no tienen la mayoría de edad. La veterinaria Sue Ann (Octavia Spencer) acepta el dinero y compra lo que los chicos desean, no sin antes proponerles el piso de abajo de su casa como espacio para reunirse y beber. Los chicos aceptan, contentos de haber encontrado un lugar para poder divertirse sin que la policía los descubra; sin embargo, a medida que pasa el tiempo, las actitudes de Sue Ann se volverán cada vez más extrañas. Estamos ante una historia que desde el comienzo sabe cómo captar la atención del espectador con estos cinco jóvenes a los que solo les importa pasarla bien en las noches. No obstante, la que se roba la película indiscutiblemente es Octavia Spencer, la cual interpreta un papel muy diferente a todo lo que hizo en el pasado. Sue Ann es un personaje interesante ya que, debido a situaciones que le sucedieron en la adolescencia, decidió tomar un camino oscuro marcado por el trauma que le quedó al ser burlada y humillada. De esta manera, Sue Ann tiene varias facetas, logrando empatía a través de los flashbacks como también generando un miedo tremendo por cómo esta persona canalizó lo que sufrió en su juventud. La cinta hace hincapié en tópicos importantes como lo son el bullying y los problemas raciales; sin embargo desde cierto hecho que realiza la protagonista, el cual está cargado de humor negro, a la historia se la deja de tomar en serio por más que el último acto continúa funcionando en la línea de incomodar y generar impacto en el espectador. Con respecto a los jóvenes del relato, éstos no cuentan con mucho desarrollo pero de igual manera la atmósfera de tensión creada hace que nos preocupemos por su bienestar. Ma resulta una grata sorpresa ya que, aparte de asustar, nos deja reflexionando sobre cómo lo que hacemos puede repercutir de forma negativa en la otra persona. Con solo una mirada, Octavia hace que Sue Ann sea muy temible y desde esta película va a ser imposible verla de la misma forma.
Un chico muy especial Brightburn: Hijo de la Oscuridad (Brightburn, 2019) es una película de terror y ciencia ficción dirigida por David Yarovesky y co-escrita por Brian y Mark Gunn. Producida por James Gunn (Guardianes de la Galaxia), el reparto está compuesto por Jackson A. Dunn (Scott Lang a los 12 años en Avengers Endgame), Elizabeth Banks (Effie Trinket en Los Juegos del Hambre), David Denman, Emmie Hunter (Forever My Girl), Becky Wahlstrom (Grey’s Anatomy), Meredith Hagner, Matt Jones, entre otros. En una granja del Estado de Kansas, la pareja conformada por Tori (Elizabeth Banks) y Kyle (David Denman) desea tener un hijo pero no lo puede conseguir. Para su sorpresa, esa noche un meteoro cae en el bosque cercano. Cuando se acercan a ver qué es lo que ocurrió, Tori y Kyle descubren que hay una nave y dentro de ella está un bebé indefenso, por lo que los dos de inmediato deciden adoptarlo como propio. Aunque Brandon Breyer (Jackson A. Dunn) no presenta inconvenientes durante la infancia, en los inicios de la pubertad varias situaciones harán dudar a sus padres de que en realidad el chico no es humano y vino a hacer el mal en la Tierra. Catalogada como la “versión maligna de Superman” debido a las similitudes que presenta el origen de ese superhéroe con el del protagonista de esta historia, Brightburn nos muestra de una manera muy entretenida cómo un niño aparentemente inocente puede generar horror y tragedia en poco tiempo. El joven Jackson A. Dunn consigue dar una buena interpretación ya que no solo su personalidad transmite misterio sino que también aterroriza cuando se lo ve en acción. Gracias al guión, el espectador duda todo el tiempo sobre si verdaderamente Brandon es un vil mentiroso consciente de lo que está haciendo o si, cuando mata, otra fuerza dentro de sí toma el control. Aunque la película utiliza los conocidos jump scares, el director también se encarga de construir una atmósfera sombría para que el espectador pueda asustarse. Hay varias secuencias muy bien logradas con respecto a esto, en especial una que sucede dentro de un restaurante e incluye tubos de luz y otra en la casa de la tía del protagonista. Yarovesky no se priva de mostrar escenas sangrientas por lo que para los más impresionables esta cinta no es recomendada. Por otro lado, Elizabeth Banks está muy bien en el papel de Tori, madre que defiende a su hijo y hasta el último momento tiene la esperanza de que Brandon sea inocente. No obstante el final resulta flojo con respecto a lo que se venía proponiendo, notándose las ganas de los realizadores para que de esta película se puedan hacer continuaciones. Cortita pero muy disfrutable, Brightburn: Hijo de la Oscuridad cumple el cometido de mantener tenso y expectante al espectador por 90 minutos. Con una máscara extraña, súper fuerza, ojos láser y la capacidad de volar, la presencia de Brandon Breyer por las noches sin duda alguna logra atemorizar.
Reglas y consecuencias John Wick 3: Parabellum (John Wick: Chapter 3 – Parabellum, 2019) es una película de acción dirigida por Chad Stahelski y co-escrita por Derek Kolstad, Shay Hatten, Chris Collins y Marc Abrams. El filme constituye la tercera entrega dentro de la franquicia John Wick, que tuvo su primera producción en 2014 y la segunda parte en 2017. Keanu Reeves vuelve a ponerse en la piel del protagonista así como retornan los personajes interpretados por Ian McShane, Laurence Fishburne, Lance Reddick y Margaret Daly. A su vez se agregan nuevas caras tales como Halle Berry, Mark Dacascos, Asia Kate Dillon, Anjelica Huston, Jerome Flynn (Bronn en Juego de Tronos), entre otros. Al romper las reglas del hotel Continental en el final de la segunda entrega, John Wick (Keanu Reeves) queda excomunicado y en pocos minutos el contrato de catorce millones por su cabeza se activará. Junto a su perro, John correrá por las calles de Manhattan y deberá rebuscárselas para seguir con vida. Desde el 2014, las películas de John Wick llegaron para imponerse dentro del género de acción. Ya sea por la exquisita estética planteada, las innovadoras coreografías, la manera de filmar las peleas, la edición de sonido o la construcción del personaje protagónico, interpretado por un Keanu Reeves al que el papel le queda pintado, las producciones de Chad Stahelski supieron cómo meterse en la cultura popular con su gran dosis de violencia. Increíblemente, en esta ocasión las secuencias de peleas logran estar un escalón más arriba que las antecesoras, lo que hace que Parabellum sea un atractivo y pleno entretenimiento en la mayoría de su metraje. En esta ocasión, Jonathan llegó al punto en el que no puede confiar en nadie y absolutamente todos los individuos de la ciudad resultan una amenaza. La primera hora del filme se alza como lo mejor de la cinta ya que desde el comienzo a John no le es seguro detenerse en ningún lado, por lo que como espectador también sentimos el peligro que lo acecha a cada paso. Los diferentes escenarios en los que se desarrolla la acción, así como los elementos que utiliza Wick para pelear, ayudan a que sea imposible apartar la mirada de la pantalla. Cuchillazos, todo tipo de armas, libros (sí, John es letal hasta en una biblioteca), perros obedientes y hasta caballos se hacen presentes en una tercera parte llena de adrenalina. En cuanto a los nuevos personajes, se destacan Asia Kate Dillon en el papel de la adjudicadora, una firme mujer de la Orden Suprema que viene a poner orden en el Continental y Halle Berry como Sofía, manager del hotel de asesinos ubicado en Marruecos. A pesar de que esta última tiene poco tiempo en pantalla, su personaje logra ser lo suficientemente interesante para que en el futuro se lo pueda explorar con mayor profundidad. Sin embargo, no todo es perfecto ya que en esta tercera parte el desenlace se vuelve inverosímil teniendo en cuenta los parámetros que plantea el filme con respecto al mundo de los sicarios. A su vez, sobre el último acto una pelea en particular está alargada innecesariamente. John Wick 3: Parabellum se alza como un festín para los fanáticos del género, uno que deja sin respiro y también impresiona en varias ocasiones. Admirable cómo Keanu Reeves a sus 54 años aún sigue dando lo mejor de sí para un papel que requiere de un trabajo físico descomunal.
El ladrón y la princesa Aladdín (Aladdin, 2019) es una película cómica, musical y de aventuras dirigida y co-escrita por Guy Ritchie (Sherlock Holmes, El Rey Arturo). El filme funciona como una remake live action del clásico homónimo de Disney estrenado en 1992, el cual estaba basado en el cuento árabe Aladino de la colección Las Mil y Una Noches. Protagonizada por el canadiense Mena Massoud, el reparto se completa con Will Smith, Naomi Scott (Power Rangers), Marwan Kenzari, Nasim Pedrad, Navid Negahban, Numan Acar, entre otros. En la ciudad de Agrabah, Aladdín (Mena Massoud) se las ingenia para robar alimentos del mercado junto a su compañero mono Abú. Debido a un altercado entre el dueño de un negocio y una mujer encapuchada que agarró pan para dárselo a dos niños pobres, Aladdín no pierde tiempo y decide ayudar a la joven para que escape del problema. Lo que Aladdín no sabe es que esa chica es la princesa Jasmín (Naomi Scott), la cual decidió escaparse ya que dentro del palacio se encuentra aprisionada con la numerosa presentación de pretendientes príncipes. Una vez que Aladdín descubre la verdadera identidad de la señorita, él se da cuenta que nunca podría estar con ella debido a su condición social. De esta manera, el chico callejero será manipulado por Jafar (Marwan Kenzari), consejero del padre de Jasmín, para ingresar a la Cueva de las Maravillas y obtener una lámpara mágica que lo ayudará a ganarse el amor de la princesa. No obstante, las intenciones de Jafar no son lo que aparentan y la traición está a la vuelta de la esquina. Hay películas de Disney que no deberían ser convertidas en live action porque simplemente con la versión original ya estábamos satisfechos. Aladdín no necesitaba ser adaptada otra vez, en especial porque la historia tiene elementos que solo funcionan en el ámbito de la animación. Como ya se podía prever por los tráilers y clips que salieron antes del estreno, en esta versión la magia brilla por su ausencia. Con escenarios que lucen completamente falsos, números musicales ultra forzados y un vestuario que no convence, los protagonistas no tienen ni un ápice de química entre sí. El guión pretende ser cómico pero en ningún momento lo consigue, en especial porque más que creernos esta versión del Genio, lo que no podemos evitar es pensar que Will Smith está haciendo de sí mismo. Por otro lado, el factor slow motion característico de Guy Richie aquí da vergüenza ajena y el guión está muy mal estructurado, principalmente con respecto al personaje de Jafar. Aunque el mayor cambio con respecto a la versión original consiste en que en esta producción se agrega un personaje nuevo llamado Dalia (Nasim Pedrad), confidente de la princesa, lo demás no logra atrapar al espectador en ningún momento y el filme termina siendo visto por inercia. Al no dar buenas actuaciones y no tener un guión acorde, los personajes no podrían importarnos menos. La ingenuidad y ternura del padre de Jasmín directamente acá no están presentes y el mensaje sobre la importancia de la libertad no está bien transmitido. Aladdín se posiciona fácilmente como el peor live action que hizo Disney hasta la fecha. Sin hacerle justicia a la versión original y con efectos que dejan mucho que desear, la adaptación de Guy Ritchie está destinada al olvido.
Destinados a conocerse El Sol También Es Una Estrella (The Sun Is Also A Star, 2019) es una película romántica dirigida por Ry Russo- Young (Si No Despierto) y escrita por Tracy Oliver. Basada en la novela homónima para adultos jóvenes de Nicola Yoon (Todo, Todo), la cinta está protagonizada por Yara Shahidi y Charles Melton (Riverdale). Completan el reparto Jake Choi, Keong Sim, Gbenga Akinnagbe, Cathy Shim, Anais Lee, Camrus Johnson, entre otros. La historia gira en torno a Natasha Kingsley (Yara Shahidi), una adolescente jamaiquina que hace nueve años vive en Nueva York junto a su familia. Debido a un suceso que le ocurrió al padre de Tasha, a los Kingsley solo les queda un día en Estados Unidos ya que fueron deportados a su país de origen. Como Natasha mantiene la esperanza de revertir la situación para poder quedarse en Nueva York, la joven insistirá para tener cita con un abogado que puede reabrir la causa. En esas últimas 24 horas allí, el destino hará que Tasha conozca a Daniel Bae (Charles Menton), un chico surcoreano que desea ser poeta. Aunque Natasha no crea en el amor, Daniel le demostrará que es posible enamorarse en un solo día. Después de la fallida After llega otra película juvenil a la cartelera, una en la que la mayoría de cosas sucede gracias a que el destino quiere ver a los protagonistas unidos. Por ello, es en vano analizar lo inverosímil del relato: aunque llegue un punto en el que las coincidencias son demasiadas, ya de antemano el espectador va predispuesto a encontrarse con un producto que carece de lógica, como en su momento había pasado con Todo, Todo (Everything, Everything, 2017), novela de la misma autora. Teniendo en cuenta esto, la historia de amor entre Natasha y Daniel se hace llevadera gracias a la labor de los actores. Por más que en varias partes el guión llegue a dar vergüenza ajena (por ejemplo cuando es muy notorio el objetivo de que quede explícito en diálogo el título del filme), Yara Shahidi y Charles Melton logran salir adelante con sus respectivas interpretaciones debido a la química que tienen entre sí. El hecho de que los protagonistas tengan poco tiempo para estar juntos recuerda a Antes del Amanecer (Before Sunrise, 1995), solo que aquí las charlas que mantienen no llegan ni por asomo a ser tan profundas. Por otro lado, la película tenía la posibilidad de meterse en la problemática que sufren los inmigrantes en Estados Unidos: aunque vemos a Natasha afectada por la situación, nunca se nos explica en detalle qué es lo que sucedió concretamente para llegar a la deportación. Con alguna que otra relación familiar mal desarrollada, varios clichés y flashbacks innecesarios, El Sol También Es Una Estrella sirve como punto de partida para que haya diversidad de nacionalidades en las tramas románticas hollywoodenses. Si vas predispuesto a ver una película llena de casualidades donde “todo pasa por algo”, la cinta de Ry Russo-Young puede llegar a gustarte, en especial si decidís verla con amigas.