BUSCANDO JUSTICIA Durante estos últimos años se han desarrollado cantidad de producciones que narran hechos vinculados con la última dictadura cívico militar que dirigió el país a partir de 1976. Quizás la abundancia de estos trabajos lleve a que el tema agobie o fastidie al público, más allá de su valía por intentar reflejar situaciones de nuestro pasado que deben ser recordadas para no ser repetidas. Es por esto que el documental Disculpas por la demora, a priori, genera esa sensación de “otra vez más de lo mismo”. Sin embargo, mientras avanza su narración, ese sentimiento se deja de lado. Esta producción dirigida por Shlomo Slutzky y Daniel Burak exhibe cómo por las coincidencias de profesión, origen y apellido, el periodista y documentalista argentino-israelí Shlomo Slutzky contacta en la red al periodista argentino-holandés Mariano Slutzky. En el encuentro, Shlomo descubre que Mariano es el hijo de Samuel Slutzky, Sami, el primo médico de su padre cuya existencia y trágico final habían permanecido silenciados en la familia desde su desaparición a manos de la dictadura en 1977. Este punto de partida interesante hace que el film tenga una visión diferente de otras. Aquí se refleja cómo la desaparición de una persona repercutió en todo el ámbito familiar, presentándose las miserias, los miedos, el valor, el amor y el rencor dentro de ese núcleo. A través de una mirada personal e íntima, el documental va reflejando cómo Mariano Slutzky siente el abandono de toda su familia biológica por la desaparición de su padre y la búsqueda de Sholo por tratar de solucionar esa desidia de sus parientes. Quizás por momentos las imágenes resultan de mucha intimidad, pero a su vez reflejan la historia de muchos otros grupos familiares que transitaron circunstancias parecidas e intentaron sobrellevar de la mejor manera posible algo tan aberrante como la desaparición forzada de una persona. Por esos instantes, es que el documental va creciendo, hasta llegar a un correcto final que cierra una historia de dolor con justicia. La acertada utilización de planos y la buena tarea de edición, que logran captar los momentos precisos para entender esta historia, hacen que Disculpas por la demora pueda exhibir una visión diferente y renovada sobre el tema de los desaparecidos en la última dictadura, mostrando lo sucedido en una familia pero que a su vez representa a muchas otras.
OTRA VEZ SOBRE EL AGUA La típica historia de supervivencia en el mar es un hecho que ya se ha visto en muchísimas películas, desde hace bastantes años. La épica que se genera por superar a la naturaleza en su estado más puro, conlleva un atractivo narcótico para los realizadores, que ven allí una gran oportunidad para filmar situaciones grandilocuentes y de superación personal. Trayendo un ejemplo más para esta categoría, llega A la deriva, película que narra la historia real de Tami y Richard, quienes intentando cruzar el Pacífico hacia los Estados Unidos, se cruzan con un huracán devastador que destroza el velero en el que viajan. Él queda gravemente herido y ella tiene que tomar el mando del velero averiado y encontrar ayuda en altamar, sin agua ni comida suficiente para sobrevivir. Desde su inicio, el film va transitando entre “el presente dentro de la historia” y constantes flashbacks que van contando cómo se inició y desarrollo la historia entre la pareja. Estas transiciones se encuentran prolijamente ubicadas y desarrolladas, permitiendo conocer más de cerca a los personajes y generar empatía con ellos. Sin embargo, lo que aquí falla es que salvo alguna cuestión en particular, la película no aporta nada nuevo en su trama. Es la misma historia que ya se ha visto en reiteradas ocasiones y que en esta oportunidad, se repite con mayor o menor eficacia. La deshidratación, la falta de comida, el sobrellevar una tormenta, las alucinaciones, son elementos que ya han sido explorados en infinidad del films de esta temática y que aquí se reiteran sin demasiada preocupación. Quizás lo más destacable de A la deriva sea su factura técnica, que hacen de la producción algo más rescatable. La gran utilización de planos, siguiendo de cerca a los personajes, con escenas muy bien recreadas, con la suma de un preciso trabajo sonoro y una correcta banda sonora, son los puntos más altos de la película, siendo estos quienes logran que la narración no caiga en un aburrimiento irrecuperable. Como conclusión, A la deriva es un film que sobresale por su realización técnica pero que no aporta mucho desde su trama. La correcta labor actoral no llega a impactar como para que la historia mínimamente sea emocionante, resultando una sucesión de hechos ya observados, que se ven genial y se escuchan bárbaro, pero que no impresionan en absoluto.
SUBVERSIÓN Quienes están por fuera del Universo DC parecen entender mejor la manera de darles vida, alegría y dinamismo a los personajes que quienes están dentro del ámbito de la compañía. Ya pasó el año pasado con la maravillosa Lego Batman y en este 2018 vuelve a ocurrir con Jóvenes titanes en acción! La película, donde el género de superhéroes respira y sale de ese acartonamiento que proponen los films “serios” de DC. Esta nueva producción animada se basa en el deseo de Robin en que se realice una película de él y sus compañeros, dado que todos los superhéroes parecen tenerla, excepto los Jóvenes Titanes. Por eso, decide remediar la situación para dejar de ser visto como el compañero de Batman y convertirse en una verdadera estrella. Sólo necesitará llamar la atención de Hollywood para que esto ocurra. Basada en la serie televisiva producida exclusivamente por Warner Bros. Animation y DC Entertainment en asociación con Cartoon Network, la película posee la misma estructura delirante e hilarante que tiene el programa, con mucho color y música que suman al entretenimiento. En todo momento, la trama busca subvertir el universo de los superhéroes, riéndose de ellos y de determinadas situaciones típicas del género. Pero no sólo se hace mención a DC, también Marvel es blanco de las burlas, y de una manera directa y concreta, sin miramientos especiales. Con esta cuota de sátira, más la suma de referencias a otros films famosos (como por ejemplo Volver al futuro), Jóvenes titanes en acción! es vertiginosa e imprevisible, sin saberse para dónde va a continuar, ni esperarse el próximo gag, lo cual implica haber tenido cierto conocimiento de la serie televisiva (sobretodo para los niños) o ser amante de este estilo. Jóvenes titanes en acción! La película es un destacado entretenimiento, que muestra cómo los superhéroes pueden ser graciosos y divertidos sin dejar su rol detrás. Quizás se la subestime por ser un film animado, pero su armado demuestra que se puede hacer reír y “pegar piñas” en un mismo contexto. En sus “tanques”, Marvel mínimamente lo ha logrado; DC todavía está bastante lejos de hacerlo.
AMOR CIEGO En varias ocasiones, el cine toma alguna discapacidad como un elemento que puede producir mayor carga emotiva en una historia y los roles interpretativos en estas tramas son deseados por algunos “actores”, pensando que el sólo hecho de la personificación de un discapacitado les va a permitir ganar premios. Pero son pocas las oportunidades donde se busca que esa cuestión sea sólo un detalle dentro de una narración. Algo destacado, pero no determinante. Un claro ejemplo de esto es el film italiano L’amore con te, en el cual Teo es un hombre que se dedica a la publicidad, que tiene una pareja y una amante, y pasa su vida sin intención de asumir ninguna responsabilidad. En una obra experimental conocerá a Emma, una mujer ciega, osteópata de profesión, que alterará sus convicciones, su forma de ser y ver la vida. A pesar de ser una película de producción italiana, L’amore con te posee un tono contenido, correcto y preciso, donde nunca se sobrecarga de melodrama o de situaciones vehementes o pasionales. Aquí, todo es manejado con sabiduría y con la dosis justa de romanticismo. En ningún momento la película de Silvio Soldine cae en el golpe bajo ni busca presentar la miseria humana. Todo lo contrario, cada situación se presenta con normalidad, exhibiendo las particularidades que sobrelleva una ciega, pero sin remarcarlas en forma excesiva ni utilizarlas dramáticamente. La historia es un drama romántico clásico en el cual existen amores, mentiras, engaños, desencuentros y los elementos específicos de este tipo de historias, que a pesar de ya haber sido visto reiteradas veces, la buena utilización de los recursos hacen que funcione y sea agradable. En definitiva, L’amore con te es una correcta producción, que no resulta aburrida ni tediosa, con acertadas actuaciones y la particularidad de la discapacidad de la protagonista que sólo suma como un detalle distinto a una historia ya vista.
RECONSTRUCCIÓN Y RENACIMIENTO El atentado a la AMIA es de esas huellas imborrables que posee nuestro país, la cual es una herida que nunca parece cicatrizar, como (lamentablemente) tantas que tiene la Argentina. Es quizás un evento que olvidamos por momentos pero que cuando vuelve a nuestra memoria causa un dolor inmenso. Es por ello que la búsqueda de tratar de sobrellevarlo conlleva un trabajo arduo, sobretodo para quienes fueron sobrevivientes de la explosión. Y es a esto a lo que apunta Ikigai, la sonrisa de Gardel, documental donde se exhibe cómo una mujer que trabajaba en la AMIA intenta a través del arte recomponer su vida y transformar la destrucción en algo nuevo, en algo que sirva y embellezca, como su trabajo en la sonrisa de Gardel. La estructura de esta producción es simple y sencilla, no buscando ser pretenciosa ni mucho menos, tan sólo ser un bello documento de esta búsqueda artística, presentando el origen de la idea y los sentimientos que pretenden mostrarse en ella. Y es allí, en lo que se busca exhibir, donde está el fuerte del documental. En una historia oscura pero en la cual se pretende salir mediante la reconstrucción sobre los cimientos, hacer de esos azulejos rotos y desechos algo maravilloso y bello para lograr transformar una vieja casa de Buenos Aires en un homenaje a Carlos Gardel. Narrada en forma pausada pero precisa, Ikigai, la sonrisa de Gardel va transportando al espectador a una genuina emoción y melancolía, llevando a que el relato sea tan querible como sus protagonistas y provocando la necesidad de conocer aún más de este trabajo, que pretende, después de lo sucedido, encontrar una forma de reconstrucción y renacimiento.
MIL HORAS La realidad argentina ha provocado que muchos jóvenes busquen otros destinos del mundo donde alojarse y, quizás, encontrar una mejor situación para llevar adelante su vida. Pero para concretar dicho cambio, previamente deben darse las circunstancias propicias para realizar la migración. Ese preciso momento es el que toma La omisión para narrar la historia de una joven que viaja al sur del país con su novio y su hija para tratar de recaudar la mayor cantidad de dinero posible para solventar el viaje hacia Canadá, donde continuará su vida a partir de allí. La necesidad de conseguir plata de cualquier manera, llevará a la muchacha a realizar cualquier tipo de trabajo que se le proponga, sin ningún tipo de tapujos. La película de Sebastián Schjaer es un drama intimista con la belleza que aporta el ambiente natural de la Patagonia, el cual propone que sea el espectador quien complete cada situación, apelando a que interprete miradas, gestos y silencios. Y este resulta ser el fuerte del film, al no dar por resuelto nada, dejando a quien observa el tratar de entender lo que pasa. También como subtrama, deja que el espectador reflexione qué haría en cada situación, lo cual genera una constante relectura de la historia y un atractivo difícil de ignorar. Desde el punto de vista técnico, La omisión se saca un sobresaliente, ya que a través de la fotografía logra capturar tanto la belleza como la melancolía de los paisajes patagónicos, como a su vez posee un gran trabajo sonoro que permite entender a un más lo narrado. A pesar de tener todos estos puntos destacados, el film no llega a impactar ni a emocionar, quedando en su pequeñez, sin ser esto algo reprochable, pero le quita la magnificación necesaria para trascender de una manera más amplia. En definitiva, La omisión es un correcto film, de destacada factura técnica y actuaciones precisas, que no resulta ser conmovedor ni impactante pero que reflexiona acertadamente sobre la búsqueda personal y las dificultades que ello conlleva.
UN PELOTAZO EN CONTRA En estos tiempos de Mundial de fútbol, se podría hacer una similitud entre el cine y el mencionado deporte en el hecho de que cada producción busca “jugar” de determinada manera utilizando diferentes tácticas (herramientas artísticas, en este caso) para ganar un partido (alcanzar el éxito). Pero al igual que el fútbol, cuando las cosas no salen bien existen diferentes maneras de aceptar esa derrota. La coproducción argentino-chilena Calzones rotos, revanchas de mujeres eligió la peor manera de tratar de sobrellevar “el partido perdido”, ya que nunca logra lo que propone ni llega a burlarse de esa falsa postura que pretende transmitir. La película transcurre en 1959 y narra la historia de una casona en la cual viven solo mujeres: Matilde, sus tres hijas solteras y su nieta. Ella está muriendo, motivo por el que llegan a la casa sus otros dos nietos, uno de ellos con su esposa norteamericana. En una confesión al cura del pueblo, Matilde le contará un par de secretos que terminarán saliendo a la luz, provocando un cimbronazo en la estructura familiar. Con la búsqueda de una narrativa similar a los films de Pedro Almodóvar y un poco de la comedia italiana de los años 60, esta producción se va desarrollando con esta intención que no pasa de ser eso, un intento que nunca logra alcanzar ya que le falta ritmo y gracia para parecerse a una película del director español, y carece de la locura y la sapiencia de los directores “tanos”. Pero lo peor de Calzones rotos, revanchas de mujeres es que a medida que su metraje avanza, va cayendo en decisiones cada vez peores, tropezando una y otra vez, repitiendo elementos que no funcionan, con flashbacks que confunden y marean más que aclaran, cayendo en lugares comunes. Además, su trama tiene olor a naftalina por su cadencia y sus diálogos que atrasan 40 años. La tarea actoral no ayuda para que la producción remonte, ya que todos los intérpretes están sobrecargados y encasillados en estereotipos rígidos que nunca logran desestructurar. Tan solo la aceptable factura técnica, sobretodo en la fotografía y en iluminación, hacen que Calzones rotos, revanchas de mujeres por lo menos sea vistosa desde lo estético, porque desde su trama, estructura, narración e interpretación pierde por goleada y se queda con dos hombres menos.
AMOR A LA COLOMBIANA La historia en la cual un familiar -o ser querido- de una persona asesinada intenta descubrir quién cometió el crimen y busca hacer justicia por mano propia, es un recurso que ya ha sido visto en varias ocasiones. No obstante, la particularidad que tiene el film colombiano Matar a Jesús es que a esta trama conocida le aporta el contexto social del país “cafetero”, implicando un tono único y original. La película cuenta la historia de Paula, una joven estudiante que presencia el asesinato de su padre, un profesor de ciencias políticas de una universidad pública. Ella logra ver al asesino mientras se aleja a toda velocidad en una motocicleta. Ante la inacción policial y un encuentro fortuito, la muchacha buscará vengar la muerte de su padre. Desde su inicio, Matar a Jesús propone un retrato social de la juventud colombiana mostrando su lenguaje, sus actividades y su ámbito. Pero a través de él, también se observa toda una sociedad, que entre la violencia y la droga, busca salir adelante. Con una excelente puesta en escena y los aportes precisos de la música incidental, la producción colombiana va narrando esta especie de policial que nunca llega a alcanzar ese tono, sino que resulta ser un entramado de relaciones dentro del caos reinante. Y para que esta particularidad se vea en forma exitosa, uno de los principales basamentos es el gran trabajo actoral de sus protagonistas, principalmente de Natasha Jaramillo Loaiza (Paula) que mantiene un tono sombrío en su personaje pero que resulta fundamental para que la trama mantenga la oscuridad y seriedad que posee. A pesar de no llegar a explotar ni lograr impactar completamente, Matar a Jesús respira realidad por la gran tarea de contextualización, por una destacada tarea actoral y un brillante manejo de dirección que provocan que una historia un poco trillada, resulte fresca, atractiva e intrigante.
TODO A MEDIA LUZ La realidad argentina es tan particular que genera nuevos contextos para que ocurran historias distintas a las que ya conocemos. Uno de esos ambientes novedosos ocurre durante los cortes de luz que duran varios días, dejando a varios lugares sin un elemento esencial para la vida actual, con toda la complejidad que ello con lleva. Intentando contar una de estas situaciones, El corte presenta diferentes personajes que se interrelacionan por su vecindad y que buscan sobrellevar de la mejor manera, un corte de luz general de varios días. El film va exhibiendo las diferentes vidas de estas personas dentro del barrio, mostrando distintas problemáticas actuales que vive nuestro país. La inseguridad, la falta de trabajo, la violencia en la sociedad y la falta de educación son varios de los puntos que se abordan durante el metraje, que se encuentran insertados adecuadamente pero sin llegar a profundizar en ninguno de ellos. La narración de esta historia, que podría denominarse como coral, se encuentra bien ensamblada, resulta coherente y no es tediosa en ningún momento. Tal vez, en algunos pasajes se encuentran algunos problemas de continuidad pero que no afectan al trabajo final. El corte posee actuaciones que resultan correctas, creíbles, y contiene un buen trabajo en lo visual y sonoro, digno de destacar para una producción independiente de bajo presupuesto. Quizás la principal falencia sea que nunca termina de explotar a nivel argumental y que cuando ese clímax pareciera llegar, el film concluye, dejando a quien observa con una sensación de sorpresa y de cierta decepción. A pesar de ser una producción pequeña, El corte logra exhibir de manera clara y precisa una porción de la realidad argentina, la cual representa la vida diaria de varios ciudadanos de estas tierras. Su poca pretensión le juega a favor para no volverse demasiada inquisidora para relatar diferentes circunstancias pero a su vez, le quita el enriquecimiento que quizás hubiese alcanzado como obra artística.
AQUELLOS AÑOS FELICES Por estos tiempos, el rock argentino está sufriendo una importante crisis, ya que no surgen nuevas figuras que reaviven un género que parece haber tenido ya su época más gloriosa. Lo sucedido en los años 70, 80 y 90 resulta ser un hermoso recuerdo de algo que parece ser bastante lejano. Tratando de retratar una porción de aquellos años dorados, el documental Alguien más en quien confiar narra la trayectoria de una de las bandas locales que primero incursionó en el ámbito del “hard rock” durante el principio de los años 70. El conjunto se llamaba El reloj y el film presenta cómo fue su inserción en la escena nacional, sus diferentes formaciones y el tránsito hasta su desintegración. La película de Matías Lojo y Gabriel Patrono resulta un correcto documental en donde se narra en forma cronológica la vida de la banda, la cual es considerada como una de las precursoras dentro de lo que terminó siendo el heavy metal local, y que a pesar de llegar a ser reconocida en el ambiente nunca alcanzó la popularidad que quizás sus integrantes querían. Alguien más en quien confiar es preciso y prolijo en su narración, donde se utiliza acertadamente el material de archivo, como también entrevistas con los protagonistas y especialistas que analizan la trayectoria de El reloj desde una visión actual. La buena tarea de edición permite que el documental no aburra y sea dinámico en su relato. Si habría algo para cuestionarle a esta película es su estructura muy televisiva, bastante semejante a un informe de bandas de esos que se vienen haciendo hace varios años para la pantalla chica, provocando ciertas limitaciones y quitándole elementos que quizás se podrían haber incluido como documental cinematográfico. En definitiva, Alguien más en quien confiar es una producción correcta, prolija, bien narrada y que resulta entretenida de observar, en la cual se apunta a rescatar una época (lamentablemente) muy lejana de un género que supo ser vanguardia y hoy en día parece ser un constante recuerdo de lo bello que fue.