“Lina de Lima” de María Paz González. Crítica. Bruno Calabrese El jueves 2 y el sábado 4 de julio en CineAr Tv a las 22 hs. y disponible en la plataforma CineAr Play entre el 3 y el 10 de julio, se estrena la coproducción peruana, chilena y argentina. Un relato elementos del drama, la comedia y el musical.. Por Bruno Calabrese. Lina es nativa de Perú y trabajadora doméstica en una casa de una familia de clase alta chilena. Como cada año, se prepara para ir a visitar a su hijo adolescente en Lima, para pasar navidad con su familia. En Chile vive sola, en una habitación de una pensión pero a veces pasa la noche en la nueva casa de su empleador que se encuentra de viaje con su esposa y que le ha dejado a su hija adolescente a su cargo, con quien Lina tiene una afectuosa y apegada relación. Las dudas de Lina comienzan cuando se da cuenta de que su hijo adolescente ha crecido y ha generado una independencia con lo cual la relación entre madre e hijo se ha vuelto un tanto distante. En esa soledad, Lina comienza a experimentar un proceso de cambio, que desembocará en la aparición de un mundo de fantasías donde ella canta canciones que combinan cumbia peruana con ritmos tradicionales de distintas regiones del país. Mientras tanto comienza a disfrutar de su sexualidad, a conocer su cuerpo y a disfrutar de la libertad de las responsabilidades en medio del dolor. “Lina de Lima” es una creativa propuesta que expone la intimidad de una mujer migrante anclada entre dos países. Los números musicales, la cuidada puesta en escena y las coreografías son una especie de canal para atenuar el contexto de drama que tiene el film, donde la protagonista también descubrirá una sexualidad que estaba dormida. Así la directora logra construir un relato físico, donde se funden edulcorados musicales con el melodrama interno de una Lina, maravillosamente interpretada por Magaly Solier. Puntaje: 80/100. Actuación Arte Fotografía Guión Música Una creativa propuesta que expone la intimidad de una mujer migrante anclada entre dos países. Los números musicales, la cuidada puesta en escena y las coreografías son una especie de canal para atenuar el contexto de drama que tiene el film, donde la protagonista descubrirá una sexualidad que estaba dormida. Así la directora logra construir un relato físico, donde se funden edulcorados musicales con el melodrama interno de una Lina, maravillosamente interpretada por Magaly Solier.
“CYRANO MON AMOUR” de Alexis Michalik. Crítica. Larga vida al teatro. Nominadas a dos premios César (Diseño de producción y de Vestuario) se estrena el 25 de junio en plataformas iTunes y Google Play el film inspirado en la aclamada obra de Edmond Rostand. Por Bruno Calabrese. El 27 de diciembre de 1897 se estrenó en el teatro Portre Saint-Martin la obra Cyrano de Bergerac, escrita por Edmond Rostand. Fue tal el éxito de la obra que los actores fueron llevados en andas por las calles de París. A los tres días de la presentación, el escritor recibirá Orden Nacional de la Legión de Honor, una de las distinciones francesas más conocidas e importantes. Cyrano será interpretado más de 20.000 veces, transformándose así en el mayor éxito del teatro francés. El film nos traslada dos años antes de ese momento, en la Navidad de 1895. En la ciudad de Lyon, con un Edmond Rostand (Thomas Solivéres) casado, triste por el poco reconocimiento de sus destrezas poéticas como autor teatral. Luego de un nuevo fracaso teatral, se encuentra por primera vez con el cinematógrafo de los hermanos Lumière, al asistir a una de las proyecciones de ‘La salida de los obreros de la fábrica’. Inmediatamente surge una elipsis que nos conduce a diciembre de 1897, momento en el que el dramaturgo es solicitado por el actor Constant Coquelin (Olivier Gourmet) para llevar a cabo un material sin precedentes en el mítico teatro Porte-Saint-Martin. Los tiempos para presentar la obra son cortos, Edmond deberá escribir con urgencia algo para presentar ante quienes solventarán económicamente la puesta en escena. La idea de tomar prestado al personaje de Cyrano invadirá la imaginación de nuestro protagonista y se convertirá en su propuesta a materializar en cuestión de días. El film aprovecha la concepción de la obra para indagar cuestiones relacionadas con el amor y los conflictos que se le presentan al poeta para encontrar inspiración. La crisis en Edmond se hace presente cuando sea una mujer que no es su esposa su musa. Al igual que la obra, esa mujer es Jeanne (Lucie Boujenah), la enamorada de su mejor amigo, Leónidas (Tom Leeb). Edmond comenzará a escribir poemas de amor para ella como en nombre de su amigo, mientras en paralelo utiliza la situación para darle forma a la obra. Con esa premisa el film se anima a indagar en tópicos como la transformaciones que sufren las relaciones de pareja, la pérdida del deseo y sus consecuencias en el proceso creativo del poeta. La puesta en escena de la “belle epoque”, el diseño de vestuario, cierto aire a “Shaskespeare in Love”, todo hacen que “Cyrano Mon Amour (“Edmond” en realidad) sea un retrato lleno de vida sobre el proceso creativo de Edmond Rostand para consumar su exitosa obra. Alexis MIchalik se toma la libertad para explorar cómo podría haber sido los momentos previos a su concepción y logra realizar un hermosa oda al teatro, al frenesí y la adrenalina que significa montar un espectáculo en momentos donde el séptimo arte comenzaba a asomarse y parecía opacarlo. Puntaje: 90/100. Actuación Arte Fotografía Guión Música La puesta en escena de la "belle epoque", el diseño de vestuario, cierto aire a "Shaskespeare in Love", todo hacen que "Cyrano Mon Amour ("Edmond" en realidad) sea un retrato lleno de vida sobre el proceso creativo de Edmond Rostand para consumar su exitosa obra.
Una lucha cotidiana. Crítica de “Bajo mi piel morena” de José Celestino Campusano. Bruno Calabrese 16 noviembre, 2019 0 136 En una proyección especial, por fuera de la Competencia Argentina del 34º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, se presentó la nueva película del director quilmeño. Esta vez indaga la problemática trans y travesti en un barrio popular del sur del conurbano bonaerense. Por Bruno Calabrese. Es conocida la exploración y el compromiso de José Celestino Campusano por retratar universos de personas empujadas a vivir al margen de la sociedad. Sin apelar a esteticidad ni discursos esperanzadores, solo mostrando una realidad y un durante, el director se dedica a explorar el universo de las mujeres trans y travestis en la actualidad. La historia sigue a tres mujeres: Morena quien vive con su madre y trabaja en una fábrica, donde lucha por ser aceptada como una igual. Claudia es docente y tiene que enfrentar el rechazo que encuentra cuando empieza a dar clases. Myriam, prima de Morena, que ejerce la prostitución. Entre ellas existe un vínculo fuerte, amistoso y solidario. Bien al estilo Campusano, la película recorre sus vidas, el día a día de ellas. Sin juzgar a nadie, solo refleja los prejuicios que sufren día a día y la mirada de los otros. Pero también expone las carencias afectivas de los seres que los rodean. Como la amiga de Morena, una joven heterosexual que sufre por un hombre casado y no poder comprometerse con el mismo, o “el tapado”un joven casado, enamorado de Morena que no puede liberar su homosexualidad para ser feliz al lado de ella. “Bajo mi piel morena” es triste, reveladora y comprometida. Le da visibillidad al contexto social que deben afrontar estas mujeres a diario, en sus trabajos, en la calle, pero también en el amor. Campusano logra, sin pudor ni golpes bajos, un magnífico retrato de una realidad, de la lucha incansable de seres que solo quieren ser felices como son, sin ocultarse ni tener que dar explicaciones sobre su condición de género. Puntaje: 90/100.
“¿Cómo Andamos por Casa?” de Boris Quercia. Crítica. Lo primero es la familia Bruno Calabrese Hace 5 días 0 25 El jueves 18 de junio, en Google Play e iTunes, se estrena la nueva película del director de la aclamada “Sexo con amor”, una comedia sobre una familia disfuncional con problemas de plata. Por Bruno Calabrese. Rocío (Amparo Noguera) y Eduardo (Boris Quercia) tienen dos hijos, Valentina (Florencia Berner) y Federico (Fernando Gutiérrez). Ellos son los Ahumada, la típica familia endeudada que vive con más de lo que tiene. La hija hace natación y es seleccionada para viajar a representar a Chile en un torneo internacional. El problema es que los padres tienen que costear los pasajes y estadía del viaje, no sólo de su hija, sino que también del entrenador. Eduardo se caracteriza por ser un padre ingenuo y torpe, que trabaja en una empresa con un sueldo mediocre, pero tiene un compañero leal quien parte por prestarle plata, mientras el no tiene pudor en traicionarlo con su jefe. Rocío es una madre insatisfecha y ambiciosa, tiene una tienda para mascotas a la que no entra nadie, hasta que entra su ex, interpretado por Felipe Castro, con el que tuvo un romance ya casada. El la invita a almorzar y los recuerdos florecen. Eduardo y Rocío son una pareja que viven metidos en sus rutinas y tienen una relación desgastada. Pero la racha de victorias de su hija en la natación les presenta una misión, pensar qué hacer para juntar la plata para el viaje. Lo primero que se les ocurre es alquilar una habitación de la casa por AirBnB, por lo que reciben a un español proveniente de Galicia. A partir de ahí aparecerán los típicos chistes de gallegos por parte de Eduardo, pasados de moda y de mal gusto. Esa empatia que podíamos sentir en un principio se irá perdiendo, por esos clichés y reacciones insoportables. En paralelo, ambos van buscando maneras por recaudar más plata de manera individual. Mientras los hijos viven sus propios dramas de la adolescencia, el bullying al hijo y la dependencia de estupefacientes para el rendimiento de la hija deportista. Niños con sus dramas, padres inmersos es sus problemas económicos y sus rutinas diarias. La de los Ahumada es la típica historia de una familia de clase media donde cada uno tiene sus secretos y mentiras. Con dinámica y en tono humorístico, el film va mostrando el drama de estos cuatro personajes que se unen en la casa pero que cada uno tiene su propio mundo. Desconectados, sin empatizar el uno con el otro, las carencias emocionales se juntan en esa casa, “¿Cómo andamos por casa?” es una comedia que funciona mejor cuando toca el drama de las familias por mantener un status quo y cuando reflexiona sobre el “sálvese quien pueda” que se vive en toda sociedad individualista, donde siempre se trata de sacar provecho de los demás. Un film que funciona como una realidad, enmarcada con momentos graciosos, decisiones desafortunadas y mucha mala suerte. Puntaje: 70/100.
“Retrato incompleto de la canción infinita” de Roly Rauwolf. Crítica. La búsqueda permanente de nuevos sonidos. Bruno Calabrese Desembarca en la plataforma de streaming de Puentes de Cine, luego de ser presentado en el BAFICI 2019, el documental sobre uno de los músicos más influyentes de la historia del rock nacional. Por Bruno Calabrese. Admirado por muchos músicos, elegido personalidad destacada de la cultura y uno de los más importantes roqueros argentino. Daniel Melero es considerado el Brian Eno de la música nacional por su búsqueda de nuevos sonidos, tanto en sus propias composiciones como en los discos de las bandas para las que solía colaborar o producir. Su primera aparición fue como líder y vocalista de la banda Los Encargados, formada en 1982, y considerada el primer grupo techno de Argentina. Como productor discográfico se destacó por su trabajo de numerosas bandas de diferentes corrientes artísticas, entre las que se incluyen Soda Stereo, Los Brujos, Todos Tus Muertos, Babasónicos, etc. Experimentando con múltiples géneros y reinventándose en cada disco, también participó como músico invitado en diversos trabajos de otros artistas. Destacándose también su colaboración en los teclados del disco Oktubre de la banda de rock argentina Patricio Rey y sus redonditos de ricota. El documental nos trae la otra cara de Daniel Melero, la de ese artista polifacético cuya carrera parecía estar dirigida a la fama y la aceptación masiva, pero que eligió tomar otro camino fuera de los flashes y la vanidad del éxito. Mostrando con orgullo la importancia del artista dentro de la escena musical, apadrinando a varias bandas de la denominada “Movida sónica” local, que revolucionaron el rock argentino durante los 90´, destacándose Babasónicos, Los Brujos y Juana La Loca. Melero se jacta de no ser un tipo de la academia musical, se considera alguien que en la deformidad o en un instrumento desafinado puede encontrar un nuevo sonido. Un autodidacta que no necesitó estudiar música, que considera que los conceptos son más interesantes, y que profundizar en ellos contribuyen a la deformidad y eso es lo que realmente revoluciona la escena del rock y genera nuevos sonidos. Como el mismo dice, más de 20 años atrás, en el mítico programa Volver Rock con Nicolás Pauls: “En la historia del rock, ningún tipo que respete los cánones académicos produjo un cambio, los cambios vinieron de la mano de músicos que no tenían mucha habilidad con su instrumento y desarrollaban un lenguaje personal”. Conceptos que repetirá en la actualidad con un lenguaje más claro maduro, lejos de esa persona que era. Mucho material de archivo inédito le dan forma al documental: una presentación en “Feliz Domingo para la Juventud” con Los Encargados, la desopilante aparición detrás de una consola mezcladora en el glorioso “Todo x 2 Pesos” con Fabio Alberti y Diego Capusotto, donde terminará agredido por una turba iracunda de jóvenes rockeros, como una parodia de las agresiones sufridas en sus presentaciones en festivales masivos. El artista presta testimonio en primera persona y cuenta su visión sobre la música, lo vemos en el set de grabación, sin caretas, mostrándose tal cual es, sin declaraciones compacientes ni actitudes demagógicas. Es capaz de hablar mal de su participación en Oktubre con Los Redonditos, pero también mostrarse obsesivo en la búsqueda de nuevos sonidos, al punto de llegar a tener un intercambio de palabras con un musicalizador dentro del set de grabación. Sus idas y vueltas con Federico Mouras sobre como debía grabarse la canción “Trátame Suavemente”, compuesta por él y llevada a la fama por Soda Stereo, junto con su mirada sobre la aparición de “¨Dynamo” y los problemas que significó para la banda la búsqueda de un sonido nuevo, ilustran el capítulo sobre su vida con la mítica banda de Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti. Melero es un innovador, un eterno buscador de sonidos nuevos que no se queda en su zona de confort y experimenta siempre. “Retrato Incompleto de una canción infinita” es un homenaje a ese artista, pero también es una melodía que parece reinventarse con cada sonido y cada palabra de Daniel dejándonos la sensación de que esta “primera parte” (en los créditos finales aparece un cartel que dice eso) puede tener una versión nueva dentro de un tiempo, porque la creación de este artista de culto parece no terminar de completarse y se reinventa de manera infinita. Puntaje: 90/100. Edición Fotografía Música Guión Arte Un homenaje al artista, pero también es una melodía que parece reinventarse con cada sonido y cada palabra de Daniel dejándonos la sensación de que esta "primera parte" (en los créditos finales aparece un cartel que dice eso) puede tener una versión nueva dentro de un tiempo, porque la creación de este artista de culto quedará siempre incompleta y se reinventará una y otra vez, de manera infinita. User Rating: No Ratings Yet !
“Algo con una mujer” de Luján Loiocco y Mariano Tunek. Crítica. Un thriller doméstico dentro de una Argentina convulsionada. Bruno Calabrese El jueves 18 de junio en CineAr Tv y el viernes 19 en CineAr Play se estrena la película basada en la obra “La Rosa” de Julio César Beltzer y protagonizada por María Soldi, Abel Ayala y Manuel Vignau. Por Bruno Calabrese. La película nos ubica en el año 1955, en un barrio de mala fama de una ciudad de provincia. Rosa (María Soldi), costurera y aburrida ama de casa, amante de las historias de detectives, pasa gran parte del tiempo sola, su marido es militante político y no está muy presente en el hogar. De pronto se produce el hecho que lo cambia todo: Rosa se convierte en la única testigo de un crimen. A partir de allí su mundo de fantasía y la realidad se encontrarán y Rosa se convertirá en la protagonista de su propio policial. Al ubicar la acción en una Argentina en plena ebullición, el film nos sumerge en un contexto político y social conflictivos del país. Un año marcado por sucesos violentos, manifestaciones populares y tragedias. A partir de allí se construye un relato desde el policial, más específicamente desde el domestic noir, una variante en la que quien encarna el rol del detective del caso es una persona común. El voyeurismo, algo de erotismo, la siempre presente idea de crimen y castigo se concita en este thriller de claras inspiraciones en el cine del maestro Alfred Hitchcock, con pequeñas pistas que ayudarán a desentramar un crimen del otro lado de la vereda. Pero quien aparece como héroe no es un hombre con sillas de rueda o un detective jubilado con fobia a las alturas, nuestra heroína es Rosa, una costurera que vive sus días entres tareas de la casa y su trabajo atrás de la máquina de coser. La interpretación de María Soldi es fundamental dentro de este juego detectivesco. Una mujer con defectos, temerosa, débil; que pasaba sus tardes aburrida, yendo al cine sola, y que ahora se encuentra en peligro latente. Un personaje salido de melodramas del momento como “Breve Encuentro” de David Lean. “Algo con una mujer” es un thriller que hace énfasis en la narración visual en lugar del diálogo, pero que aprovecha un contexto traumático de la Argentina para contarnos un atrapante relato que homenajea y recuerda a clásicos del cine policial y los melodramas propios de la época. PUNTAJE: 80/100. Actuación Arte Fotografía Guión Música Un film que aprovecha un contexto traumático de la Argentina para contarnos un atrapante relato que homenajea y recuerda a clásicos del cine policial y los melodramas propios de la época.
“Cosa de Hombres” de Gabriela Sobarzo. Crítica. Una comedia sobre conservadores y prejuiciosos. En la plataforma iTunesy Google Play se estrena el jueves 11 de junio la comedia chilena, remake de la exitosa película mexicana de 2017 “Hazlo como hombre”, dirigida por Nicolás López. Por Bruno Calabrese. Un trío de amigos entre en conflicto cuando uno de ellos decide salir del clóset. Raúl (Marcial Tagle), un homofóbico, se niega a aceptar la nueva vida de Santiago (Boris Quercia), por lo que será Eduardo (Pablo Zúñiga) quien adoptará el rol conciliador para acabar con los prejuicios y mantener viva la amistad. En tono de comedia el film se atreve a tomar la homosexualidad en un entorno totalmente heterosexual, rodeado de una fuerte homofobia y sale airoso, sin caer en la burla ni faltar el respeto. Usa y abusa de ciertos clichés y lugares comunes para retratar a ciertos personajes, sobre todo el de Raúl y sus reacciones o el caricaturesco personaje de Nati, la ex esposa de Santiago. Pero logra salir de los estereotipos que suelen darse a los personajes gays en la mayoría de las comedias; sin caer en excesos dramáticos, Boris Quercia compone a Santiago de forma efectiva, que funciona como crítica dentro de un contexto intolerante y poco incluyente. Otro de los componentes para reflejar las dinámicas de los amigos es el universo del fútbol. El fanatismo de los tres por un club y la práctica activa del mismo de manera amateur aparece como un cuarto protagonista. Con sus rituales característicos del deporte, donde los cuerpos chocan y los abrazos se suceden de manera sistemática ante cada gol, un espacio donde los hombres comparten duchas desnudos se verá radicalmente modificado cuando aparece la confesión de Santiago sobre su homosexualidad. Siempre presentado con una buena dosis de humor, algunas veces sostenido en chistes fáciles como el jabón que se cae en la ducha o intentar que su amigo inicie una terapia para “curar su homosexualidad”, pero de manera graciosa y efectiva. Sin ser pretenciosa, “Cosa de Hombres” es una comedia que se ríe de los prejuicios y el doble standard. Habla de la tolerancia, del respeto a las diferencias, de qué pasa cuando un sector intenta imponer su mirada por sobre la mirada de los demás, siempre con el humor como herramienta principal. Puntaje: 70/100. Actuación Arte Fotografìa Guión Música Una comedia que se ríe de los prejuicios y el doble standard. Habla de la tolerancia, del respeto a las diferencias, de qué pasa cuando un sector intenta imponer su mirada por sobre la mirada de los demás, siempre con el humor como herramienta principal. User Rating: No Ratings Yet !
“Princesita” de Marialy Rivas. Crítica. Abuso de menores y fanatismo religioso. Bruno Calabrese El jueves 11 de junio, se estrena dentro del programa Cine Virtual en en cuarentena de www.puentesdecine.com la coproducción de Argentina, España y Chile. Por Bruno Calabrese. Tamara tiene 11 años, forma parte de una secta religiosa, dentro de la misma es considerada como alguien elegido para guiarlos en el nuevo mundo. El destino de la niña está marcado: ha sido seleccionada como un ser superior y como madre de otro ser superior que deberá nacer de la unión de la niña con el líder de la secta, Miguel. Enviada a la escuela, pero a la vez criada en una suerte de sociedad libre, en contacto con la naturaleza, Tamara, casi mujer, conoce a un compañero del que se enamora. A partir de ese momento todo cambiará. Basada en un caso real, la historia ocurrió en Chile, en una pequeña localidad de Temuco, donde fue descubierta una niña, miembro de una familia que trabajaba en la zona rural, alejada de todos y con una formación de secta, que sin embargo iba al colegio y trataba de mejorar en sus estudios. La directora toma todos estos elementos y agregando la aparición de una historia de amor infantil construye un film hipnótico sobre el abuso y la manipulación de la sexualidad infantil. Con un halo de inocencia, propia de las fábulas infantiles de los hermanos Grimm, el film comienza como un juego de liberación de una niña, pero a través de pequeños flashbacks nos va metiendo en la siniestra dinámica manipuladora de un líder sobre una vulnerable jovencita que está viviendo su despertar sexual. Las voces internas de Tamara comienzan a resonar en su cabeza, el amor por un niño la hacen poner en duda sobre su destino de ser quien lleve en su vientre al “enviado” hijo de su líder. La aparición de una maestra como confidente y fuente de confianza de la niña funciona como un quiebre en Támara, que sufre por la ausencia de su madre, fallecida, para poder expresar sus dudas sobre su cuerpo. “Princesita” incomoda con un el perverso juego de seducción en el que Miguel introduce a Támara, pero a la vez es un relato que indaga en la faceta psicológica sobre el despertar sexual con un perturbador y lisérgico planteo sobre el fanatismo religioso y los manipulación de los adultos en base a sus siniestras creencias. Puntaje: 80/100.
“La Fiesta Silenciosa” de Diego Freid. Crítica. Venganza ruidosa en medio del silencio. Presentada el año pasado en el Festival de Mar del Plata, se estrena en Cine Ar TV y en Cine.Ar Play la película del director de “Vino”, codirigida por Federico Finkielstain y protagonizada por Jazmín Stuart, Gerardo Romano, Esteban Bigliardi y Gastón Cocchiarale. Por Bruno Calabrese. Múltiples películas han abordado la temática de la agresión sexual en el cine. Algunas de manera explícita como “Irreversible” de Gaspar Noé o “Perros de Paja” de Sam Peckinpah, enfocándose en la venganza desde el lado masculino hacia los violadores de sus parejas. Otras en el cambio de paradigma de transformar a la víctima en victimario, con el discurso “ella los provocó” como en “Acusados” de Jonathan Kaplan, donde “la manada” somete en una impactante violación a una joven Jodie Foster en un bar. Como una especie de grito de guerra ante la injusticia de transformar a la víctima de la violación en culpable de esa agresión sexual, surge el subgénero de violación y venganza Dicho furor emasculador femenino nos legó films como la hiperviolenta y gore “I Split on Your Grave” del año 1978, que tuvo su reversión en el 2010, y más cerca en el tiempo “Revenge” de Coratie Fargeat. El cine argentino también tuvo grandes exponentes dentro del género con “La Búsqueda” de Juan Carlos Desanzo y “La Patota” (en sus dos versiones de 1960 dirigida por Daniel Tinayre y la de 2015 dirigida por Santiago Mitre). En “La Fiesta Silenciosa” Diego Fried profundiza en la temática explorando en el universo masculino que se constituye alrededor de la víctima. Laura (Jazmín Stuart), llega junto a su pareja, Daniel, (Esteban Bigliardi) a la casona de campo del padre de ella. Es el día antes de su fiesta de casamiento, y se encuentran ultimando los detalles para los preparativos de la celebración. León, su padre (Gerardo Romano) es quien lleva la batuta. De personalidad avasallante y una verborragia insoportable asume un control que nadie le dio pero que ella lo permite porque “el es así”. La frase “todo para mi princesa” se repite una y otra vez de la boca del progenitor. Daniel parece ser una especie de alter-ego de Leon, un hombre sumiso, que se ve sobrepasado por la actitud de su suegro. El futuro esposo verá en disputa su masculinidad, algo que intentará compensar desde el plano económico, al intentar asumir el costo de la fiesta pero ella no lo dejará. Un padre que se pone a practicar tiro al blanco con una pistola automática en el momento que ellos tratan de tener sexo en su habitación, la planificación de un viaje a Traslasierra entre León, su hija y su futuro nieto, dejándolo a Daniel de lado, son un reflejo de la actitud posesiva hacia su hija. Ese contexto de lucha de machismos, sumado a los nervios propios de contraer matrimonio hacen que ella se vea necesitada de un poco de aire. Comenzará a caminar sola por el campo hasta llegar a la quinta vecina, donde un grupo de jóvenes realizan una fiesta silenciosa con auriculares, a la que decide sumarse. Ella está al margen de todo, hasta que aparecen dos jóvenes que se ponen a bailar con ella. Ese inocente baile derivará en un juego de seducción con Gabo (Lautaro Bettoni) mientras el otro, Maxi (Gastón Cocchiarale), es testigo privilegiado. Acto seguido la vemos salir de la fiesta en estado de shock, como una muestra de que ha sido víctima de una violación o de alguna situación de abuso. A partir de ahí nos meteremos en una sangrienta historia donde todos los participantes de la fiesta se verán involucrados en una violenta persecución en busca de venganza de Laura, su padre y su futuro esposo. El film resuena como un muestrario de violencia machista, muchas veces naturalizada, como esas actitudes paternas y de su pareja, en la disputa por ella como un objeto de deseo. Una dinámica que se seguirá reproduciendo de manera sistemática en la fiesta silenciosa, con la actitud de los jóvenes hacia ella cuando la ven bailando en soledad. La reproducción entre el grupo de amigos de un video de Laura teniendo sexo con Gabo, el reproche de este ante el reclamo de la difusión del mismo y la respuesta de Maxi, un joven de contextura obesa, por el “supuesto egoísmo” porque todas las mujeres acceden a tener sexo con él, como si fuese un trofeo cosificado al que todos deberían poder acceder. Con pequeños fragmentos y diálogos, el director logra reflejar todos los estereotipos de violencia hacia la mujer que se reproducen en diversos ámbitos, esta vez con la excusa de una doble fiesta (la del casamiento y la silenciosa). Gerardo Romano como el padre, funciona perfecto como una especie de Rey Tritón en “La Sirenita” , al igual que Esteban Gagliardi como el futuro esposo sumiso y todo el elenco joven que construye el espectro masculino que rodea a la mujer. Pero es la actuación de Jazmín Stuart la que refuerza el concepto del film, dándole la dualidad necesaria para interpretar las dos caras de Laura. La actriz compone con solvencia a una mujer resignada en un principio, que no lucha para cambiar esa realidad a la que se encuentra acostumbrada y se vuelve feroz cuando sale busca tomar justicia por mano propia. “La Fiesta Silenciosa” es una experiencia catártica sobre una víctima que descarga su ira sobre aquellos hombres que la han transformado en un objeto sexual. Aunque su discurso no es de odio ni de tomar venganza por mano propia sino de defenderse tomando las propias armas del silencioso opresor, la película se transforma en denuncia cuando refleja la violencia masculina, simbólica y explícita, hacia la mujer y se vuelve salvaje cuando se enfoca en la venganza de Laura hacia sus violadores. . Una catártica historia de una víctima que descarga su ira sobre aquellos hombres que la han transformado en un objeto sexual.
“La Chancha” de Franco Verdoia. Crítica. Traumas del Pasado. El jueves 28 a las 20 hs en CineAr TV (repite el sábado a la misma hora) y a partir del viernes en la plataforma streaming Cine.Ar Play se estrena el film protagonizado por Esteban Meloni y Gabriel Goity. Por Bruno Calabrese. En plan de tomarse unas vacaciones familiares, Pablo (Esteban Meloni) vuelve de Brasil a su pueblo natal en La Cumbre, Córdoba. Acompañado por su esposa Raquel y Joao, el hijo de ella con una pareja anterior, recorren posadas cordobesas en búsqueda de hospedaje hasta que encuentran una en medio de un bosque. El niño recorre en soledad las instalaciones del predio mientras ellos se toman un breve descanso después del largo viaje. Allí conocerá a Míguel (Gabriel Goity), quien se encuentra en compañía de su esposa Alicia (Gladys Florimonti) y su pequeño bulldog francés. Cuando Pablo sale a la búsqueda del pequeño, lo encuentra interactuando con ellos pero al encontrarse con Miguel un trauma del pasado se despierta. Ambos eran vecinos del pueblo de Las Varillas, pero se niegan a ahondar en detalles sobre como era su vida allí. En Pablo se nota una mirada de bronca y resentimientos hacia Miguel, que hace todo lo posible evitar hacer contacto visual con él. El desequilibrio emocional por ese reencuentro empieza a hacer mella en Pablo, que empieza a sufrir una regresión psicológica. Comenzará a orinarse en la cama, a tener ataques de pánicos que lo obligarán a tener que enfrentarse con ese traumático recuerdo. El director logra reconstruir un relato tenso, incómodo por momentos. Como un proceso de sanación de una herida del pasado, el film recorre todos los estados emocionales de la víctima de un hecho del pasado y volver a enfrentarse con quien fue el victimario. La construcción de Miguel como un personaje desagradable, interpretado maravillosamente por Gabriel Goity, hace sentir el profundo malestar en que se encuentra sometido Pablo. Esteban Meloni se luce en su composición, otorgándole al personaje un sinfín de matices en ese recorrido de intentar cerrar una herida que se reabre, de ese fantasma que parecía haberse esfumado, pero que aparece en un momento inesperado. La metáfora de la chancha como ser que vive en la mugre funciona para representar las sensaciones de Pablo con el hecho del cual fue víctima, por fuera de ser el lugar donde sucedió. Volverá a aparecer en el momento que trate de tomar revancha y trate de lanzar al bulldog francés de Miguel a los chanchos de la granja que se encuentra en la hostería, como simbolismo de estado de vulnerabilidad en que se encontró Pablo cuando fue niño y fue víctima de Miguel, pero también como una muestra de las relaciones de poder. Polanski jugaba con las revelaciones tardías y la imposibilidad del olvido en “La Muerte y la doncella”, cuando Paulina Escobar (Sigourney Weaver) se enfrentaba de casualidad con su torturador durante la dictadura en un país imaginario. Ese suspenso propio del cine del director polaco a se ve reflejado en elementos comunes como el sudor, el silencio, las miradas fulminantes y esquivas, sumado a la imposibilidad del olvido. Eso hace que el film mantenga un alto voltaje hasta último momento, cuando el deseo de venganza explote de manera volcánica en ese intenso final en las aerosillas. “La Chancha” es un drama psicológico trabajado con mucha inteligencia a partir de un secreto que no se revelará hasta el final. La atmósfera asfixiante nos mete de lleno en las tinieblas de una víctima y nos mantiene en tensión, con una historia llena de contenidos y reflexión sobre las consecuencias de la tortura física y psicológica. Puntaje: 90/100.