Película polaca que explota la veta del cine erótico, como ocurrió con el fenómeno de audiencia de 365 días, y su secuela. Precisamente con el top model Simone Susina, que estuvo en esa exitosa segunda parte, más Magdalena Boczarska se arma una historia donde la trama tiene poco que ver y la gran excusa son las escenas eróticas en divinos lugares, o mezclados con paseos en un yate o deportes acuáticos. Un testigo en la causa de un amigo, decide conquistar a la jueza del caso para ponerla a su favor. No solo lo logra sino que se enamoran. Un detalle es que el galán fue también una conquista de la hija de la jueza que cuando se entera comienza a hacer maldades. Pocas. Mucho no importa y si las escenas de sexo filmadas con estilizado lenguaje de videoclip con música a tono y nada que se ponga incómodo o trasgresor. No tiene más pretensiones. Ni las dudas de la jueza que es 15 años mayor que su conquista. Ni ese hombre que se sabe lindo, vive en la playa y que por primera vez encontró el amor. Una historia apenas hilvanada para que sirva de nexo entre las escenas eróticas que son el gancho comercial.
La película tiene una propuesta atractiva, la relación tóxica entre un siempre insaciable Drácula y su “empleado” eterno. Un personaje que en el libro de Bram Stoker aparece como un recluso de un manicomio inglés que adquiere inmortalidad comiendo bichos. Pero la idea de los guionistas Ryan Ridley y Roberth Kirkman, y la dirección de Chris McKay es hacer una comedia y el comienzo es realmente prometedor. Además Nicolas Cage es Drácula (nació para serlo) y oh sorpresa su ayudante el buen mozo y famoso Nicholas Hoult. Para ilustrar su historia de convivencia hay un verdadero homenaje a la clásica película de 1931 con Bela Lugosi y un trabajo de computación que pone a los nuevos protagonistas en ese film. Cage compone y celebra con muchos detalles a aquellos actores del pasado y está magnífico. El nuevo Renfeld va a un grupo de autoayuda y descubre que merece una vida mejor. Hasta ahí todo bien pero desaprovechado porque la trama se interna en una relación del muchacho con una policía iracunda y su lucha contra una familia mafiosa. Y comienzan unas escenas de acción grafica digna de superhéroes pero que no aportan nada. Lo tenía todo para ser redonda pero se distrajeron.
Para aquellos que fueron seguidores y recuerdan la franquicia de Sam Raimi encontraran en este film escrito y dirigido por Lee Cronin un compromiso, un homenaje grandilocuente y suficientemente siniestro para todos. Una película corta, para los tiempos de hoy, intensa, donde la sangre rebalsa, literalmente, y celebra la inolvidable escena de “El resplandor” de Stanley Kubrick. Aquí el horror y la posesión demoníaca se apodera de una mamá divorciada, que habita un edificio antiguo próximo a ser demolido, con sus tres hijos muy diferentes: Un DJ en gestación, una adolescente que participa de protestas por la ecología y una niña que decapita muñecas para protegerse de fantasmas. Y además la visita de una tía en problemas. Cuando un terremoto libera lo peor, comienza el show: Horror claustrofóbico, como un drama de cámara que se desarrolla en poco espacio, y una exploración por los terrores de la maternidad que se manipulan para lo peor, igual que la siempre conflictiva relación entre hermanas. El demonio sabe herir y dañar sensibilidades además de descuartizar cuerpos sin respiro. La acción explota desde los primeros segundos y no se detiene nunca en intensidad hasta que termina la película disfrutable para los amantes del género. Las dos heroínas para el bien y el mal se lucen: Alyssa Sutherland y Lily Sullivan. Plata fuerte, redondo, sanguíneo, carnicero y muy bien construido.
Es un conmovedor documental realizado por Axel Rosito y Elena Bursztein, que es también un llamado de atención ante cifras terroríficas. Los accidentes viales son la gran cuenta pendiente de la sociedad, las causas más comunes que los provocan son el uso de celular y el consumo de alcohol. En Latinoamérica 130.000 muertes por año son por accidentes de tránsito, la mayoría evitables. En nuestro país las cifras son altísimas y por cada muerte veinte personas sobreviven y deben lidiar con las consecuencias el resto de sus vidas. Sobre estos datos que dan escalofrío y quienes legislan olvidan, los directores eligieron contar como viven con sus discapacidades adquiridas Ana, Dahyana y Maxi. Ellos relatan en primera persona que les paso y como se convirtieron en resilientes y pusieron toda su energía en lo que definen como una segunda oportunidad. Son admirables. Pero sus testimonios también están para que la realidad de los accidentes de tránsito evitables sea una prioridad para nuestra sociedad.
La directora Lucia Van Gelderen realizo esta película, también escribió el guion con Salvador Roselli, poniendo a su lugar de origen y el recuerdo de su padre como inspiración. Así imaginó un regreso de fuerte contenido sentimental para una joven fotógrafa que se repone, aun de duelo, por la muerte de su madre. Es la vuelta al lugar que precisamente cobijó sus años felices. Ese retorno al origen que tiene su costo. La vida que siguió a su ausencia y los conflictos que todavía no cerraron con amigos, novios, familia. Hacer frente a lo que quedó inconcluso y empaparse de un lugar como Puerto Pirámides tan mágico y único, también tendrá su protagonismo con la aparición de una ballena. La mirada frente a frente con lo mínimo que resulta el ser humano, situación que se olvida con frecuencia. Una historia de autoconocimiento que se nutre de gestos, miradas, un poco de humor y cierta filosofía encarnada por el personaje de Daniel Melingo. Flor Torrente aporta su sensibilidad a este personaje en plena búsqueda y completa el buen elenco Luciano Cáceres, María Ucedo y Paula Corruega.
El talentoso Francisco Paparella realiza este film, que junto con su anterior trabajo “Zanjas” completará, en un futuro, un tríptico dedicado al río. La Patagonia en las antípodas de toda visión turística se revela aquí en su grandiosidad violenta. Hombres brutales fruto de una tradición machista que no permite ninguna libertad. Todo lo contrario, para la relación de estos tres hermanos rige una cultura que atrofia sentimientos y deseos y solo deja aflorar tragedia y violencia. Para con ellos mismos, para el trato hacia la naturaleza. Ese entorno pisoteado y explotado hasta la tierra arrasada desata su propia explosión imparable. Todo lo mejor se conjuga en esta película. Un lenguaje cinematográfico pulido, una fotografía exacta, una manera de filmar el desastre ecológico que resulta increíble, a la par que se desmorona toda esperanza familiar en expresión de afectos. Contundente y brutal, la película nos deja sin aliento.
Es una propuesta animada de aventuras, donde los protagonistas con sus historias, sus pasados y sus deberes mezclaran las terribles catástrofes que sufrió Japón con el pensamiento mágico. Para Makoto Shinkai, director, guionista y editor, esa mezcla de planos supone una construcción de mundos cotidianos detallista al extremo, contrapuestos a los portales que permiten que seres peligrosísimos amenacen con desatar terribles terremotos, Y como en un cuento de Ray Bradbury una simple acción que realiza en el pasado transforma el presente, aquí una niña buscando a su madre muerta abre un portal que desata demonios. La pequeña transformada en la adolescente valiente del título se cruza con Souta, que deberá contarle sus deberes y seguir adelante aun cuando un gatito precioso lo transforme en una sillita a la que le falta una pata. Un poco largo pero siempre sugestiva y valiosa, vale la pena.
En el centro de la escena esta el magnético Russell Crowe, como el exorcista del papa, que se basa en un personaje real que aparecía muchos en los medios, el padre Gabriele Amorth, que aseguró haber realizado más de 70.000 exorcismos y creó una asociación internacional de exorcistas. Y además aseguraba que la Inquisición fue obra del demonio y que el maligno tuvo que ver con la pedofilia en la iglesia. Crowe lo compone socarrón, con algunas de sus afirmaciones y un estilo muy particular. Desafía los demonios menores con trampas tranquilas e ironías pero cuando llega el momento de enfrentarse al mismísimo diablo invierte la pelea y se inmola revelando sus propios pecados. Lo que logra este gran actor es acaparar la atención y no soltarnos cuando llega el momento de los efectos especiales que vimos demasiadas veces y que no aterran de tan usados. Sin embargo el filme entretiene porque no se trata de la posesión de un niño sino de una conspiración sofocada y ahora despierta en contra del Vaticano.
Una vez más se convoca al valor y la aventura en una corte plagada de intrigas donde el cardenal Richelieu mueve los hilos y el rey solo tienen para defenderse a sus infalibles mosqueteros. Creados por Alexandre Dumas en 1844, publicado primero por entregas, sus personajes renaces vivos y queribles en esta producción francesa, belga y Alemana, pero con el encanto francés que le da el director Martin Bourboulon, una dirección de arte lujosa, vestuario, peinados, iluminación perfectas, suficientes escenas de acción y efectos especiales para entretenernos bien en pleno siglo 21. Pero por sobre todo tiene a un grupo soñado de grandes actores, Vincent Cassel como el sufrido Athos, Roman Duris como el seductor Aramis, Pio Marmi como Porthos y el joven recién llegado al lugar, el D´Artagnan encarnado por Francois Civil completan el bando de los valientes, frente a un rey caprichoso (Louis Garel) y una hermosa malvada que a fin de año será protagonista en la segunda entrega, Eva Green. Dos horas de entretenimiento, peca de extensa, que primero tarda en ponernos al tanto de una historia conocida de memoria pero luego nos envuelve con su encanto de capa, espada y valor a escala humana que bienvenida sea.
Inspirada en la serie de libros escritos por Jamie McGuire, ella escribió el guión con el director Roger Kumble, es la típica relación de jóvenes que se basa en la atracción de los opuestos. Travis Maddox es un estudiante que por las noches participa de peleas clandestinas para ganar dinero. Ella es Abby, una joven prodigio en el poker, obligada por su padre aun siendo menor a transitar los caminos de lo ludopatía, que huye de las Las Vegas para transformarse en una estudiante modelo. Lo que menos desea es relacionarse con el chico malo que la hace caer en la trampa de una apuesta y por eso ella se ve obligada a convivir con el, a compartir la misma cama sin otros derechos. Por un mes. A partir de allí comienzan los momentos graciosos y otros melodramáticos que surgen cuando el pasado aflora. Con momentos de humor, dedicado a un público adolescente que disfrutara de escenas con ingenio y cierto picante.