Radiografía del famoso secuestro de Paul Getty III La historia del secuestro del nieto de Paul Getty, el hombre más rico del mundo que, sin embargo, se negaba a pagar el rescate ni aun luego de que le mandaran una oreja del sufrido Paul Getty III, fue una de las noticias internacionales de la década del 70 y sigue siendo un modelo de los niveles a los que puede llegar la avaricia de algunas personas. Y, justamente por eso, el relato tiene como villano principal no tanto a los delincuentes que cometen el secuestro, sino al millonario al que le piden que pague el altísimo rescate. El personaje iba a estar interpretado por Kevin Spacey, que en una decisión inédita en Hollywood fue borrado del film y suplantado por Christopher Plummer, quien realmente podría haber sido la primera opción, dados su talento y edad, perfecta para el papel. Si bien se supone que Ridley Scott retomó cada escena con el personaje de Getty durante las más de dos horas de film, por momentos se extraña la presencia de este personaje clave que aparece bastante menos que el de Michelle Williams, la desesperada madre del adolescente secuestrado. Por eso, "Todo el dinero del mundo" luce como un gran thriller dramático en busca de un protagonista que refleje adecuadamente el nudo del relato. Detalle que no impide que una historia atrapante como ésta, filmada por un obsesivo como Ridley Scott, funcione extraordinariamente bien. Todas las actuaciones son notables (incluyendo a Charlie Plummer, que no es pariente de Christopher, como el joven secuestrado), y hay imágenes atractivas, y también algunos momentos esteticistas en los que el director parece querer aprovechar que la acción transcurre en Italia para copiar clásicos de Bertolucci.Pero más allá de esos detalles es un film digno de verse.
Vale por sus detalles originales rumanos Uno de los climax del film transcurre durante una antigua ceremonia campestre que el conserje de un hotel define como una especie de Halloween rumano. Hay gente con máscaras horribles y malas vibraciones que sirven para recomendar al turista a que elija alguna otra fiesta popular, tipo el Día de los enamorados rumanos. Esta coproducción con Rumania que asegura contar los pormenores de un exorcismo real que culminó en la crucifixión de una monja presuntamente poseída tiene a su favor la presencia de locaciones rumanas atractivas, que le dan un plus a una película irregular. El principal problema es que la trama sobre una periodista neoyorquina tan fascinada por el caso de la monja crucificada viajar a cubrir la historia a Rumania no es la mejor manera de enfocar el tema. Si bien el director intenta darle clima terrorífico, hay que esperar a la mitad de la proyección para que la acción sobrenatural comience en serio. Ahí las cosas mejoran como para que este producto mediano califique como visible, especialmente por sus detalles originales rumanos.
Contundente cierre para la trilogía de ciencia ficción La saga de "Maze Runner" termina a toda super acción con algunas de las mejores escenas de la trilogía, incluyendo un alucinante ataque a un tren futurista con la que empieza de forma más que contundente esta última parte de la trilogía de ciencia ficción adolescente. Wes Ball, el director de las otras dos películas sabe lo que hace, aunque el guión esta vez podría haberlo ayudado un poco más. Es que con los más de dos años que pasaron desde la última película de "Maze Runner", esta "La cura mortal" podría haberse ocupado de recordarle al espectador de qué iba todo este asunto con laberintos llenos de adolescentes perturbados que demoran en saber que son los únicos habitantes del planeta inmunes a una enfermedad que convierte a la gente en zombies. En todo caso la acción domina toda esta trama sobre la búsqueda de la cura para esa plaga, lo que lleva al protagonista Dylan O'Brien al último bastión del mundo civilizado, llamado "The Last City". Otra vez la dirección de arte logra asombrosos paisajes futuristas que, combinados con la acción, son lo mejor del film. Con casi dos horas y media de duración, acaso un tanto exagerado, tiene momentos que lo vuelven recomendable.
Comedia romántica con amor interracial correcto en estos tiempos Kumail Nanjiani es un cómico nacido en Pakistan pero residente en los Estados Unidos desde que tenía 14 años. Con el tiempo logró hacerse un nombre en la escena del stand up y luego llegó a rodar este film donde se interpreta a sí mismo para contar la parte de su biografía relacionada con su romance y con lo que, para horror de su tradicional familia pakistaní, no es con una chica de su misma etnia y religión musulmana sino con una rubiecita norteamericana interpreta Zoe Kazan. La película tiene media hora inicial bastante convencional sobre este romance interracial complicado por el hecho que el protagonista no puede ni atreverse a decirle a su madre que está enamorado de una mujer caucásica. Pero luego la cosa se complica de una manera totalmente diferente cuando la novia de Kumail sufre una extraña infección que la lleva a estar en estado de coma. A partir de ese momento el cómico se pasa en el sanatorio con los padres de la comatosa, lo que permite apreciar la buena actuación de Holly Hunter como la madre de la chica. "Un amor inseparable" está muy bien actuada y tiene escenas realmente logradas, pero es muy despareja en ritmo y no termina de decidirse del todo por un estilo definido. Con todo, más allá de sus desequilibrios, no deja de resultar interesante y bastante original.
Gran estafa basada en hechos reales Aaron Sorkin, autor de la obra original del film con Jack Nicholson y Tom Cruise "Cuestion de honor", debuta como director con esta historia real de una mujer acusada de organizar juegos ilegales de póker en los que ricos y famosos invertían cientos de miles de dólares. Aparentemente en su momento este fue un caso muy sonado, y tal vez por eso el guión -nominado al Oscar como libro adaptado- se centra en todo tipo detalles relacionados con la protagonista, incluyendo algunos que no tienen mucho que ver con el centro de la cuestión. Esto por momentos le quita fuerza a una película que cuando logra ir al grano realmente funciona bien. De hecho, promediando la proyección hay varias escenas de enervantes partidas de póker que realmente logran meter al espectador en el estado febril de los jugadores, y por supuesto también de la anfitriona que funciona como banca. También son muy buenas las escenas que van describiendo cómo el personaje de Jessica Chastain llegó a esa posición partiendo de la nada. Pero la duración de más de dos horas y el empecinamiento en mostrar flashbacks sobre su relación con su severo padre terapeuta Kevin Costner estiran demasiado las cosas. Idris Elba, como el abogado de la acusada, también queda un poco desdibujado aunque tiene un par de escenas donde se logra lucir. Pero claro, la reina de este juego es Jessica Chastain, cuya excelente actuación es uno de los motivos para recomendar esta película.
Innecesaria secuela de una floja precuela La primera "Insidous", es decir "La noche del demonio" era un excelente film de terror con un nene poseído lleno de escenas realmente aterrorizantes. Pero los siguientes films de esta franquicia no terminaban de dar en la tecla, especialmente dado que su punto débil estaba en lo narrativo por empecinarse en continuar el asunto a través de la excusa de la precuela , es decir la historia previa a los acontecimientos que el espectador había visto en la original. En esta presunta última parte (el título original es "la última llave") la franquicia tiene a un nuevo director, Adam Robitel, que hace lo que puede con un material que viene a ser la secuela de la precuela, y tiene como protagonista a la parapsicóloga que había muerto en un film anterior, muy bien interpretada por la talentosa Lin Shaye. Aquí esta vidente sensible tiene que ir directo al corazón del conflicto sobrenatural que empezó en su propia familia. Obviamente el resultado no está a la altura de la primera "Insidous", y si bien hay un clima razonable de terror y buenos efectos especiales, no es un gran programa para los fans del género. A favor del director aunque sea se puede decir que mantuvo a la perfección la continuidad con la estética de las otras tres películas de esta franquicia que probablemente sea dada por terminada luego de esta floja entrada.
Escape en tren con eficaz Liam Neeson La trama, vagamente hitchcockiana, detona una serie de situaciones vertiginosas y bastante entretenidas, aunque no resisten mucho análisis. A Jaume Collet-Serra le gusta filmar películas de gente viajando, sobre todo si están protagonizadas por Liam Neeson, a quien dirigió en "Unknown", donde mostraba al actor de "La lista de Schindler" deambulando con amnesia por Berlin y "Non Stop: sin escalas", que lo tenia como comisario a bordo de un vuelo muy problemático. Aquí Collet-Serra y Neeson viajan en tren. El protogonista es un tipo común y corriente aunque ex policía, detalle que permite los tiroteos de marras- que viaja todos los días en el mismo tren suburbano que sale de Nueva York a los suburbios, siempre en hora pico. Y por eso una desconocida (Vera Farmiga) le hace una extraña propuesta: si identifica a un pasajero que nunca viaja a esa hora en ese tren, ganará mucho dinero. Pero si se niega, lo matarán a él, a toda su familia, e inclusive tal vez a todos los pasajeros que viajan en el tren. La trama vagamente hitchcockiana detona una serie de situaciones vertiginosas y bastante entretenidas, aunque no resisten mucho análisis. Collet-Serra filma muy bien, y Neeson está a la altura de cualquier trama de acción por más tirada de los pelos que sea. La película no decepciona si no se la va a ver con demasiadas expectativas.
Notable policial negro con insuperables actuaciones El tercer y mejor film del director es un seguro candidato al Oscar. McDormand casi supera a su mujer policía embarazada de “Fargo”. Una mujer paga tres anuncios publicitarios en las afueras de su pueblo de Missouri. Los carteles están pintados de rojo y tienen inscripciones contra el sheriff local. El mismo que hasta el momento no pudo detener a nadie por la violación y asesinato de su hija. Así es como de repente se quiebra por completo la frágil armonía social de la pequeña localidad. El inglés Martin Mc Donagh no filma mucho, pero cuando lo hace consigue películas tan interesantes como "Perdidos en Brujas" y "Siete psicópatas". Sólo que este tercer largometraje está a un nivel muy superior, y realmente se lo puede considerar uno de los mejores policiales negros en lo que va del siglo XXI, con una fuerza dramática y detalles originales notables. Y ni hablar de las actuaciones. Frances McDormand casi supera a su mujer policía embarazada de "Fargo" de los hermanos Coen con este personaje de una madre enloquecida en su afán de justicia, o tal vez de venganza. O acaso simplemente enloquecida a secas, como deja entrever una extrañísima y fascinante escena en la que hace que sus pantuflas con formas de animalitos mantengan un dialogo perturbador lleno de insultos (en realidad casi no se puede encontrar un sólo diálogo de su personaje sin malas palabras). Por su parte en un extraño equilibrio Woody Harrelson también se luce como el sheriff al que aluden los carteles, un policial mucho más moderado de lo que se podría suponer. Y el que también brinda una excelente actuación es Sam Rockwell como otro policía del pueblo de costumbres totalmente desaforadas. La historia está llena de momentos de humor negro y climax terriblemente dramáticos, está muy bien filmada, incluye intempestivas explosiones violentas y en general el conjunto sirve para anunciar que el 2018 empieza con muy buen cine negro.
Terror rioplatense con buenas ideas pero factura modesta La idea de "No dormirás" es buena y original, pero su desarrollo no está a su altura. Gustavo Hernández, el director uruguayo de la sólida "La casa muda", esta vez no se ocupa de sus terrores en un episodio real sino en un planteo imaginado por él mismo: una troupe teatral que basa su método actoral en el insomnio más extremo. Para mejorar o empeorar- las cosas, los actores y su directora se instalan a ensayar su espectáculo en un antiguo manicomio abandonado, donde por supuesto pasaron cosas horribles que dejaron el sitio lleno de malas vibraciones. A medida que los personajes van siendo sometidos a días sin dormir, esas malas vibraciones afloran y empiezan a ocurrir cosas extrañas. Para intentar sostener esta premisa, el director apela a varias subtramas que no siempre resultan interesantes, pero por otro lado el buen aprovechamiento de la escenografía genera situaciones enervantes que equilibran las cosas. Las buenas actuaciones, empezando por la de Belén Rueda, también ayudan. Por eso, si bien "No dormirás" daba para más, es un film de terror recomendable a los fans del género.
“Pequeña gran vida”, una fantasía en miniatura Matt Damon interpreta a un hombre que decide someterse a una reducción de tamaño junto a su familia, para vivir una vida de lujos muy accesible. Alexander Payne, el director de "Nebraska", consigue un original film de ciencia ficción a partir de una idea fantástica bien trabajada. Un científico noruego descubre la salvación para la humanidad y sus peligros de sobrepoblación y calentamiento global: reducir a la gente al tamaño de un hámster. Con el paso de los años, esa reducción de tamaño empieza a aplicarse casi masivamente, pero más que para salvar el planeta se emplea para que la gente pueda vivir en mansiones fastuosas y tener todo tipo de lujos, que debido a su pequeñez no cuestan mucho. Matt Damon vende todas sus cosas de tamaño real para vivir con su esposa en una de estas especies de "countries" para gente pequeña, pero obviamente las cosas no salen como esperaba. Payne logra atrapar al espectador con un estilo de comedia clásica de ciencia ficción para luego ir agregando elementos inesperados, desde un humor negro despiadado al romance más meloso, apoyado por una atractiva puesta en escena y momentos de vuelo visual. Matt Damon lleva la acción con solvencia, pero el que se roba cada escena es un brillante Christoph Waltz como el cínico pero querible traficante del mundo diminuto.