El show de los monstruos Desde un tiempo a esta parte, los Universos Cinematográficos se han vuelto muy redituables para las productoras. La intención del “Monsterverse”, universo creado por la Legendary, Warner Bros. y Toho, siempre fue conectar las historias de Godzilla y King Kong al más puro estilo MCU o DCEU, y esto es lo que nos trae esta historia de aventura y ciencia ficción épica. “Godzilla vs Kong” es una secuela directa de “Godzilla: King of monsters” (2019) y “Kong: Skull Island” (2017). Si tenemos en cuenta el reboot de la franquicia “Godzilla” (2014), hasta la fecha las tres películas estrenadas han sumado más de 1.481,6 millones de dólares en taquilla. Para esta combinación explosiva se ha elegido a Adam Wingard como director, con films como You’re Next (cacería Macabra), The Guest (El Huésped), Blair Witch (2016) y la mala adaptación yankee live-action de Death Note, en los que ha mostrado dominar el apartado visual aunque ha obtenido resultados variados en otros rubros. En esta cinta, la organización Monarch se embarca en una misión de alto riesgo y se dirige a territorios inexplorados de la Tierra para descubrir los orígenes de estos dos titanes, en un último esfuerzo por tratar de salvar al mundo. La lucha de la humanidad por sobrevivir pone a Godzilla y a Kong en una batalla espectacular, mientras se desarrollan dos historias en paralelo. En este sentido, es importante hablar de las expectativas que un espectador puede tener a la hora de ver esta película. Al igual que sus antecesoras, el mayor atractivo son precisamente las batallas, las peleas épicas y la destrucción a diestra y siniestra, y no tanto el desarrollo de las intenciones y personajes humanos que acompañan la narración. La obra destaca por sus impresionantes efectos visuales y la muy acorde banda sonora, que resaltan las escenas de combate y los momentos emotivos. Por el lado del guión, se hubiera agradecido un poco menos de “situaciones fortuitas” y facilidad de resolución para llegar al desenlace. Algunas tramas simplemente no funcionan, pero positivamente podemos remarcar el vínculo entre Kong y la pequeña huérfana Iwi. “Godzilla vs Kong” se acerca más a lo presentado en Kong: Skull Island, pero dentro del film hay estéticas representativas relacionadas a los dos monstruos principales: el desastre nuclear y la bestial fuerza de la naturaleza. Ya desde antes de los créditos iniciales se pueden apreciar. La fotografía principal tiene preciosos paisajes de Australia y Hawái, y la imponente infraestructura urbana de Hong Kong. En definitiva, ¿Cómo no va a merecer toda la maldita pena ver el enfrentamiento entre los monstruos más importantes del cine y la cultura pop?, y dejarse llevar por los golpes, rugidos, la catástrofe y los pochoclos. Puntaje: 6/10 Por Federico Perez Vecchio.
Ritchie hace de las suyas “Lock, Stock and Two Smoking Barrels” y “Snatch: cerdos y diamantes” son las primeras películas de Guy Ritchie, las que lo llevaron a la fama y lo convirtieron en “una figura prominente”, según lo describieron en el festival de cine de Raindance. En los últimos años, Ritchie dirigió películas para grandes estudios como Warner Bros. y Disney (“Sherlock Holmes” y su secuela, “El agente de CIPOL” y Aladdin, entre otras), pero ahora decidió volver a lo mejor de su estilo, con todos los sellos de la casa. “Los Caballeros” cuenta la historia de Mickey Pearson (Matthew McConaughey), un poderoso jefe traficante de marihuana estadounidense asentado en Londres, quien decide retirarse del negocio y para ello busca venderselo a Matthew Berger (Jeremy Strong), a cambio de 400 millones de libras esterlinas. Pero la presencia y los ataques de una banda rival complicarán sus planes. La película es narrada por Fletcher (Hugh Grant), un periodista e investigador privado que busca las debilidades de todos los involucrados, escribe un guión de cine y lo comparte a Raymond (Charlie Hunnam), mano derecha de Mickey. Con este recurso, la cinta avanza, se detiene, retrocede, se enrueda, avanza nuevamente, algo muy característico en las historias de Ritchie. El estilo de “Los Caballeros” es fascinante, los diálogos son ágiles, punzantes e ingeniosos, todos los personajes tienen un sello característico, acompañado por un elenco increíblemente carismático, donde personalmente destaco la labor de Hugh Grant y Colin Farrel, éste último como el entrenador de un curioso grupo de boxeadores de los barrios bajos. Cabe destacar la banda sonora que acompaña a las escenas, el humor negro, las referencias al cine propio, que hacen que todo funcione. En definitiva, dentro de sus comedias de crímenes de culto, Ritchie nos trae una cinta entretenida y atrapante, que prefiere enfocarse en la estética más que en la profundidad de sus temas y sale airosa de sus enredos narrativos, como sólo el creador de “Snatch” puede lograr. Por Federico Perez Vecchio Puntaje: 7/10
Víctor Hugo volvió, en forma de thriller policial “Los Miserables” es el debut como director de Ladj Ly en un largometraje no documental, y toma como punto de partida el cortometraje del mismo nombre que realizó en 2017 ya que tiene a los mismos protagonistas en esta adaptación muy libre de la obra de Víctor Hugo. La cinta tuvo su paso en el último Festival de Cannes, donde entró en la competición oficial, lo que representa una rareza porque las óperas primas no suelen ser elegidas para competir por la Palma de oro. El comienzo de la película se sitúa en el día de la final del Mundial de Rusia 2018, donde la Selección de Francia se consagra campeona. Alegría y festejos se dejan ver en las calles entre personas de todas partes de París. Entre la multitud, se destacan niños y jóvenes que, luego de las celebraciones, deben volver a su cruda realidad marginal de las áreas más humildes de la capital francesa. Después, el relato se centra en la incorporación de un nuevo policía a la Brigada de Lucha contra la Delincuencia de Montfermeil -donde se desarrolla la obra de Víctor Hugo-, que intenta imponer el orden en esa zona tan conflictiva. Rápidamente, sus métodos chocan y contrastan con el de sus compañeros. Mientras que el nuevo prefiere las formas más pacíficas, los otros toman decisiones más radicales y, en muchos casos, pasando el límite de lo legal. La obra funciona por la gran labor en la dirección de Ly, con mucha agilidad detrás de cámara y un dron bien integrado al argumento. A esto se le suma el buen ensamblaje de las diferentes subtramas y las escenas de acción. La película se toma su tiempo y acumula tensión y dramatismo a lo largo de la misma, para explotar en un gran tercio final. Con tintes de cine policial moderno, aunque predecible en algunos pasajes, “Los Miserables” trae un fuerte mensaje de denuncia social que impacta y conmueve por una conexión inevitable con la vida real. Por Federico Perez Vecchio Puntaje: 7,5/10
Aves de presa (y la fantabulosa emancipación de una Harley Quinn) Tras la mala recepción que tuvo “Escuadrón Suicida”, la película de David Ayer sobre el grupo de antihéroes conformado por Harley Quinn, Deadshot, Killer Croc, El Diablo, Enchantress, entre otros, Warner decidió comenzar de cero con este spin-off dándole total protagonismo al personaje interpretado por Margot Robbie, que por lejos fue el que mejor había funcionado. De esta manera, con Cathy Yan, nueva directora detrás del proyecto, y otra historia, “emanciparon” a Harley Quinn de lo que fue “Escuadrón Suicida” y una buena manera de este fresh start era terminar su relación amorosa con el Joker (el de Jard Leto, no el de Joaquin Phoenix). Y lamentablemente en eso se queda “Aves de Presa”, en buenas ideas. Tras su ruptura con el Príncipe Payaso del Crimen, Harley pierde su inmunidad frente a otros grupos mafiosos de Ciudad Gótica así como de la Policía. Al mismo tiempo, uno de los villanos más poderosos y narcisista, Roman Sionis (alias Máscara Negra), busca a una pequeña ratera llamada Cassandra Cain, quien le ha robado una preciada joya que aumentaría aún más su influencia en la ciudad. Sionis hace un trato con Harley, y a través de esta tarea su camino se cruzará con el de Cazadora, Canario Negro y la oficial Renée Montoya. El guión, con una historia sencilla y de baja calidad, busca que el espectador disfrute especialmente las escenas de acción, bien coreografeadas y con mayoría de planos cortos. El problema radica en lo que queda entre que termina una pelea y esperamos por la próxima. La historia está desordenada y se mueve con un ritmo frenético, siendo un fiel reflejo de la personalidad y manera de ser de Harley Quinn, y es contada a través de una voz en off de la protagonista, quien rompe en varias ocasiones la cuarta pared, al mejor estilo Deadpool -que dicho sea de paso tienen similitudes en la forma-. La directora Yan sabe bien como trasladar la forma de ser de Harley en imágenes, ayudada por una “fantabulosa” Margot Robbie quien vuelve realizar una actuación destacable en el papel de esta antiheroína, eclipsando al resto de los personajes. Quien tiene momentos para lucirse es Ewan McGregor, componiendo un villano divertido y enfermizo, rozando la caricatura. La fotografía, iluminación, el uso de los colores, además de la musicalización -con una estética más noventosa-, es otro de los aspectos que “Aves de Presa” busca destacar, como parte de su identidad, pero que al igual que la trama terminan cansando, independientemente de algunas escenas bien logradas. Siendo un poco mejor a “Escuadrón Suicida”, vale la pena decir que quizás la mejor opción habría sido una película en solitario de Harley Quinn. Por Federico Perez Vecchio Puntaje: 6/10
Renée Zellweger sobre el arcoiris A la hora de realizar una biopic, algunos directores deciden hacer un repaso de la vida de la persona en cuestión o tomar solamente un momento en particular. Rupert Goold se decidió por este último enfoque para llevar a cabo “Judy”, que cuenta la historia de Judy Garland, una de las actrices más grandes de la historia de Hollywood, interpretada por Renée Zellweger. Garland, nacida como Frances Gumm, firmó un contrato desde muy joven con los estudios Metro Goldwyn Mayer y saltó a la fama tras interpretar uno de sus papeles más recordados, el de Dorothy en la famosa película “El Mago de Oz” (1939). Pero su vida privada siempre estuvo definida por su inestabilidad, drogas e intentos de suicidio. Goold, se centra en el último año de vida de la artrista, cuando decidió viajar a Londres para dar una serie de conciertos mientras luchaba por la tenencia de sus hijos más pequeños con su ex marido Sidney Luft. El verdadero atractivo de esta película es Zellweger, quien realiza un derroche físico y anímico superlativo, al punto de volverse irreconocible. Vale la pena mencionar que la actriz es quien interpreta las canciones en vivo, y adquiere gestos idénticos a los de Garland. Deja todo en cada escena, especialmente en los primeros planos, con expresiones que nos transmiten esa sensación de que algo está realmente “roto y perdido” en su personaje. El guión de la cinta alterna entre el último año de vida de Garland y su adolescencia, donde comenzó a cimentar su carrera como joven actriz prodigio y fue víctima de distintos abusos, como la explotación laboral y el uso indiscriminado de fármacos, que terminarían marcando su vida. Los traumas, sus relaciones románticas enfermizas y la necesidad por el cariño están demostradas sin sutilezas, lo que empaña un poco la película. Una biopic que no arriesga de traspasar los límites de lo convencional, con una admirable reconstrucción de época, tan efectista como superficial, que se apoya por completo en la actuación de Renée Zellweger, que sabemos que del otro lado del arcoiris le espera un Premio Oscar. Por Federico Perez Vecchio Puntaje: 6,5 / 10
Historia clásica, relato moderno La joven actriz y directora Greta Gerwig nos ha demostrado que es una de las grandes cineastas de la nueva época. Uno podría pensar que no sería sencillo para ella adaptar un clásico monumental de la literatura, pero tengamos en cuenta su trayectoria: codirigió y escribió “Nights and Weekend” con Joe Swanberg, coescribió y protagonizó “Frances Ha” junto a su pareja Noah Baumbach, y tuvo su debut como directora con “Lady Bird” -la cual también escribió- donde cosechó varios premios y nominaciones. En esta oportunidad, Gerwig nos trae una adaptación de “Mujercitas”, la historia de vida de cuatro hermanas que transitan su paso de la adolescencia a la adultez con la Guerra Civil estadounidense como fondo, escrita por Luisa May Alcott en 1868. Esta historia fue llevada al cine en siete oportunidades: dos en mudo y cinco en sonoro, siendo quizás las más recordadas las versiones de 1933, con George Cukor como director y Katharine Hepburn como la protagonista “Jo” March, y la de 1994, dirigida por Gillian Armstrong y protagonizada por Winona Ryder. Entonces, ¿Por qué una nueva adaptación? Porque el relato de “Jo” March contiene temas que siguen muy presentes en la actualidad, y representan un clásico de la literatura feminista, replantéandose y cuestionando el rol de la mujer y los mandatos sociales. La película de Gerwig le hace justicia a esta historia, respeta el material original, y le da una vuelta de tuerca en la manera de contralo, muy moderna. En lugar de seguir una estructura narrativa lineal, compromete al espectador a estar atento, yendo y viniendo en el tiempo con flashbacks, a través de un montaje en apariencia desordenado, pero totalmente efectivo. Además, la directora juega con la paleta de colores como un elemento más que ayuda a ubicarnos en el tiempo de la historia que se está contando. El diseño de producción de la cinta es un deleite, ambientando la época en que se desenvuelve el relato. Todo acompañado por la banda sonora de Alexandre Desplat, que hace que te enamores aún más de la película. Pero nada de esto podría haber llegado a buen puerto sin un elenco comprometido que brindara actuaciones excelentes. Saoirse Ronan es una perfecta “Jo” March y Timothée Chalamet le da un estilo más moderno a “Laurie”. Laura Dern da una interpretación, en mi opinión, mejor que la de “Historia de un matrimonio” y Meryl Streep es estupendamente antipática. Por su parte, las presencias de Eliza Scanlen y Emma Watson son agradables, aunque no se destaquen tanto. Pero es Florence Pugh (La Dani de “Midsommar”) la que realiza la interpretación más memorable del elenco dando vida a Amy March. En definitiva, una adaptación moderna y fresca de un clásico que sigue siendo tan transgresor como hace 150 años atrás, con una directora sumamente talentosa que sabe como honrar el material original; que se realza con la potencia de las actuaciones y la belleza de las imágenes. Por Federico Perez Vecchio Puntaje: 8/10
El olor de las clases sociales “Parasite” no sólo viene a encumbrar años de calidad del cine coreano, sino también la carrera de un director tan versátil como interesante como es Bong Joon-ho. Después de películas como “Memories of Murder, “The Host”, “Snowpiercer” y “Okja”, construye una historia poderosa que cruza géneros, temáticas y observaciones sobre la lucha de clases en la sociedad coreana actual. Como en la mayoría de sus trabajos, “Parasite” es una película que cambia constantemente de una escena a la otra. Es un drama familiar, es una comedia muy negra, conlleva crítica social y también tiene forma de thriller. La hablidad del director es la de cambiar de género sin que el espectador sé de cuenta donde ocurrió. ¿Cómo llegamos aquí? En “Parasite”, uno se ríe hasta que deja de hacerlo. Sorprende. La historia sigue al joven Gi Woo y su familia, de origen pobre, quienes viven en un lugar subterráneo, de los más humildes de su zona. Pero todo cambia cuando empieza a dar clases de inglés en la casa de una familia muy adinerada, donde se comenzará a ver las realidades diferentes que atraviesan los personajes y como, con inteligencia y picardía, los más pobres intentan obtener un poco de ese mundo tan ajeno para ellos. Bong Joon-ho se desenvuelve sin fisuras en la puesta en escena -así como la fotografía de Kyung-Pyo Hong- y en la manera en que su cámara se mueve, especialmente dentro de la casa de la familia rica. En este punto, se erige el diseño de la moderna y fría mansión. De igual forma, el elenco de esta cinta realiza un trabajo excelente, difícil para lo que representa sostener una trama como la propuesta por el director, destacándose las interpretaciones de Song Kang-ho y Choi Woo-sik. Sin dudas una película que logrará hacer crecer dentro del público distintos tipos de sentimientos del mismo modo que lo llevará a reflexionar mientras ríen, se sorprenden y sufren con una historia entretenida. Un film que seguirá en el recuerdo de todos, más allá del final. Puntuación: 8,5 / 10 Por Federico Perez Vecchio
Ensalada de géneros a la brasileña Dejemos volar la imaginación y no encasillemos. A veces hay películas que nos piden eso. Éste es el caso de “Bacurau”, la película de Kleber Mendonça Filho, quien ya había sorprendido con cintas como “Sonidos vecinos” y “Aquarius”, junto a su colaborador Juliano Dornelles. Mezcla de thriller, western y con algunos toques de ciencia ficción y cine clase B, la película nos sitúa en un futuro cercano y se centra en Bacurau, un pequeño pueblo brasileño cerca de Pernambuco donde sus habitantes comienzan a notar acontecimientos extraños tras la muerte de la matriarca del lugar. Los directores buscan llevar un mensaje político potente y crudo, no sólo por los abusos de los gobernantes, que sólo se preocupan por la gente cuando tienen que hacer campaña, si no también por el respeto a las poblaciones originarias, el anti-colonialismo y la importancia de la educación. En un pueblo como Bacurau -al que parecen querer borrar del mapa- la muerte planea desde el inicio del film en todo momento, y son los lugares como la escuela y el museo donde las personas encuentran refugio, de manera literal. Aunque la película es irregular en su ritmo, entretiene y sorprende. Avanza poco a poco y pasa de un género a otro fluidamente. No es una propuesta para todos los paladares pero es una buena película para descubrir, en especial para aquellos que buscan algo diferente. Puntuación: 7/10 Federico Perez Vecchio
Aceptar quién eres y transformarte En 2013, "Frozen: una aventura congelada", irrumpió fuerte en los corazones del público y de la taquilla, ya que fue la película que más dinero recaudó en ese año y es la más taquillera de los clásicos de Disney y de la historia. Sin embargo, esta cinta inspirada en el cuento "La reina de las nieves", de Hans Christian Andersen, dejaba varios asuntos pendientes, lo que nos indicaba que la creación de una secuela era posible. En este caso, los directores Chris Buck y Jennifer Lee embarcan a las hermanas Elsa y Anna, a Kristoff, Olaff y Sven en una nueva aventura que tendrá el objetivo de descubrir un viejo misterio del reino de Arandelle, por qué Elsa oye voces provenientes del reino encantado y, durante el camino, saber el origen de sus poderes. Desde los primeros fotogramas el film impacta desde lo visual, desde lo estético y lo estilístico. Un claro ejemplo es la creación de las escenas donde el agua y la nieve estan presentes, y personalmente, destaco el momento en el que Elsa busca atravesar el mar. Otro de los puntos claves es la banda sonora. Si en la primera película teníamos "Let It go", que fue una gran parte del éxito internacional de "Frozen -además de quedarse con el Oscar a mejor canción- aquí tenemos "Into the Unknown", que con seguridad correrá el mismo destino. Por otro lado, "Frozen 2" juega con fórmulas seguras dentro del guión, que terminan convirtiéndola en un película irregular. Si en la primera entrega profesaba la idea de aceptarse a uno mismo cómo es, en esta ocasión nos invita a descubrirnos y transformarnos a pesar de nuestros miedos a lo que no conocemos y, también, a cómo se van sintiendo los niños a medida que crecen. Uno de los personajes que transmiten ésto es Olaf, el simpatiquísimo muñeco de nieve, pero salvo algunas intervenciones esta idea va perdiendo fuerza y queda en la nada. En definitiva, una película hermosa gracias a la gran capacidad técnica de los animadores, con un gran mensaje acerca del cuidado del medioambiente y el respeto a los pueblos originarios, pero que carece de originalidad y magia en su historia. Puntaje: 6,5 / 10 Por Federico Perez Vecchio
Que la fuerza nos siga acompañando... Luego de haber dirigido el relanzamiento de la histórica saga de Star Wars con "El despertar de la Fuerza" y tras ser productor ejecutivo de "Los ültimos Jedi", J.J. Abrams vuelve a tomar las riendas de la última película de la saga, esta cinta que cierra muchos años de historia y nos revela el legado de la familia Skywalker. A pesar de las críticas y polémicas que ha rodeado a las anteriores obras de la nueva trilogía, "El ascenso de Skywalker" tiene tantos aciertos como errores. Rian Johnson había querido abrir nuevos caminos para esta aventura en "Los últimos Jedi", pero Abrams decidió no prestarle mucha profundidad y le dio un final a la historia ofreciéndole un poco a "todos" lo que esperan sin asumir riesgos. Homenajes, clímax épicos, revelaciones, regresos, antiguos personajes y el protagonismo de los nuevos. La primera parte de la película no da lugar ni tiempo para el análisis: en un montaje hiperdinámico las escenas se suceden unas a otras derrochando acción, efectos especiales de punta y cumpliendo misiones para enfrentar a la Primera Orden o morir en el intento; pero dando ciertas explicaciones para que la narración tenga sentido, ya que la cinta de Johnson ofrecía más preguntas que respuestas. La química entre Rey (Daisy Ridley), Poe (Oscar Isaac) y Finn (John Boyega) funciona y fluye entre las peleas y el humor -aunque algunas de las bromas están prefabricadas con el sello Disney-. Hay que señalar la relación entre la chatarrera y Kaylo Ren (Adam Driver), uno de los atractivos más altos de la nueva trilogía. Y en este punto destacamos a Driver: si las actuaciones en el universo de películas de Star Wars nunca fueron de lo más destacadas, el actor de films como "Paterson" e "Historia de un matrimonio" rompe con esa tendencia y dota a su personaje, el sucesor de Darth Vader, de emociones de todo tipo que reflejan una lucha interna similar pero más virulenta que la de la heroína actual. Quizás el mayor problema de "El ascenso de Skywalker" sea su intención de subsanar todo lo que se había realizado en el Episodio VIII, pero hay que admitir que el último tercio de la película es deslumbrante y nos lleva a un tono que quiere "volver a la fuente". Debo admitir que algunas apariciones de los legendarios personajes -físicas y no- me han emocionado mientras que otras pasaron sin pena ni gloria. Es interesante pensar qué es lo que ha quedado después de estas tres nuevas películas de una saga histórica, que nació a fines de los ´70 y atrapó a generaciones. Las originales eran arriesgadas, no tenían fórmulas escritas e innovaban en varios aspectos. En las precuelas del nuevo milenio, George Lucas creó productos irregulares pero tan suyos que mantenían una esencia. Ahora, luego de que Disney se hiciera con su creación, y a pesar de que todo luzca prefabricado, los que amamos "Star Wars" nos quedamos con el encanto de descubrir. Ya sea un nuevo planeta, nuevas formas de vida, droides y seguir a un grupo de héroes imperfectos con una meta en común, todo hilvanado por la emoción de escuchar la banda sonora del maestro John Williams. Puntaje: 6/10 Por Federico Perez Vecchio