Norte de Argentina. Carnavales. Tras un año en el pueblo con su madre, Mónica retoma un dúo de danza con su pareja. Juntos emprenden una gira por la cordillera de los Andes, en un intento de salvar la relación aferrándose a una promesa: "no dejaré de querer lo que queda de ti". ¿Qué hacen allí? ¿Actuar para qué, para quién? Nadie les pidió estar allí. Y sin embargo allí están, aislados, a la deriva, ¿qué fueron a buscar? La distancia entre ellos revela lo irreal de un anhelo que ya no existe. El paisaje, las mujeres del altiplano y la soledad profunda del matrimonio sumergen a Mónica en una mezcla de deseos, miedos, ilusiones, recuerdos y reflexiones que la devuelven a su origen, a su pueblo, a su madre, otorgándole la fuerza y el impulso para tomar su propio camino. Amar, a veces, quiere decir saber soltar. Todo esto es la sinopsis argumental, lo cual no significa que todo esto quede plasmado en la pantalla, es mas, casi nada de esto se ve o se escucha. Este ejercicio audiovisual presenta dos instancias, el recorrido turístico de una pareja que cree estar haciendo algo del orden de lo teatral y las disquisiciones intimas de la mujer que conforma la pareja. En la segunda instancia, la presenta en un formato cuadrado que no responde al televisivo, sino al que se utilizaba en el cine mudo. Es allí donde a veces, cuando se puede, escuchamos a la mujer susurrar textos que se adivinan o
Mario (Alvaro Morte) trabaja en un gran almacén de objetos perdidos donde custodia todo tipo de enseres acumulados durante décadas. Hace tiempo que decidió apartarse de las personas, se ha vuelto casi un huraño, invierte su tiempo libre en investigar la procedencia de los objetos para devolver a sus dueños pedazos perdidos de sus vidas. Tan sólo Helena (Veronica Echegui), una joven policía que visita el almacén con frecuencia, tiene cierta ascendencia con él, ha podido atravesar levemente su coraza. Un día llega al almacén una maleta rescatada del fondo del río. Dentro, encuentra ropa de bebé junto restos humanos. Mario decide investigar por su cuenta y siguiendo el rastro de la maleta llega hasta Sara (China Suarez), una joven atrapada desde niña en una organización internacional de tráfico de personas y prostitución. Cuyo jefe, Ochoa (Daniel Araoz) ha construido una red
Hay que dividir las aguas varias veces para pensar en esta película, decir que es lo de siempre es obvio, pero es mucho más de los mismo. Si nos centramos en las escenas de acción, el montaje, diseño sonoro y música, son espectaculares. Pero haciendo foco en las escenas intermedias, de justificación sobre las acciones, encontramos que los diálogos son superfluos, banales y repetitivos, el montaje es correcto, la banda de música es insoportable, sobre todo por su intención de ser empática. La sinopsis nos cuenta que durante numerosas misiones, más que imposibles, Dominic Toretto y su familia han sido capaces de ser más listos, de tener más valor y de ir más rápido que cualquier enemigo que se cruzara con ellos. Pero ahora tendrán que enfrentarse al oponente más letal que jamás hayan conocido: Un terrible peligro que resurge del pasado, que se mueve por una sangrienta sed de venganza y que está dispuesto a destrozar a la familia y destruir para siempre todo lo que a Dom le importa. Nos presentan un “nuevo” villano, regresando del pasado Dante Reyes (Jason Momoa), quien tiene como única intención vengarse,
Después de años de luchar para formar una familia, Julie Rivers (Melissa Barrera) está embarazada nuevamente y se muda a un nuevo hogar con Daniel Rivers (Guy Burnet), su esposo, mientras abrazan un nuevo comienzo. Al recibir la orden de reposo en cama obligatorio, Julie comienza a desmoronarse lentamente mientras sufre la monotonía y la ansiedad de sus nuevas limitaciones. Esta es la síntesis oficial del filme, mas o menos acertada, se puede decir. Pronto, las aterradoras experiencias fantasmales en el hogar comienzan a acechar a Julie, despertando sus demonios pasados y haciendo que otros cuestionen su estabilidad mental. Atrapada y obligada a enfrentar su pasado y lo sobrenatural, Julie lucha para protegerse a sí misma y a su bebé por nacer. Lo primero que produce un cuestionamiento muy claro, no solo en esta producción, es saber las razones por las que un matrimonio que ya perdió un bebe al nacer, se muda faltando solo 2 meses para el parto, a kilómetros de la ciudad y por ende del sanatorio donde debería nacer el hijo.
Hay una leve sensación de cuando algo se aleja de los cánones establecidos, cuando realiza algo distinto, cinematográficamente hablando, es bueno por definición. Pues bien esto no es así. Este filme dividido en cinco cortometrajes, presenta gente hablando de distintos temas, pura palabra, que en muchos casos ronda por “pseudo” filosofía de café. El director, quien también aparece en los créditos como guionista, graba conversaciones de muchos personajes, la sensación es que entregó una idea directriz en cada segmento y el resto es pura improvisación. Lo que si es una constante que atraviesa todos los segmentos, es la elección estética del blanco y negro, que agrega nada, una idea de cámara testigo articulada en planos fijos, mayormente enteros, lo que redunda en un montaje lineal, clásico, sin ninguna ruptura. El primero
Dos jueces que ejercen el derecho penal restaurativo, Walter Saettone y Alejandro David, recorren todos los días las comisarías y cárceles donde están alojados los presos, y revisan sus situaciones procesales y sus condiciones de vida carcelarias, para garantizar un trato y una vida digna para ellos. La cámara de Scarvaci los sigue en su viaje, y descubre el corazón de un sistema en condiciones críticas, y situaciones mínimas de una humanidad lacerante. El punto de vista principal no es solo las condiciones indignas en que están alojados, en un espacio construido para 10 personas, hay alojadas 23. Esto es lo que no corresponde. El problema desde el principio es el mismo nombre del documental “El libro de los Jueces” tiene directa relación con el libro del mismo nombre en la Biblia, que va desde la muerte de Josue hasta Samuel. Los “jueces” eran
Si nos abocamos al titulo y su innegable relación con lo bíblico tenemos dos acepciones, el antiguo testamento lo define como quien es el que realiza exactamente lo que se le pide, en el nuevo según Jesús, es el que se esfuerza y hace mas de lo que debiera. Luca, (Federico Liss) es un empleado de la inmobiliaria de su suegro, se enfrenta a la burocracia que imposibilita el avance de una obra, por lo que recurre a un diputado, padre de un ex-compañero, que lo convertirá en su testaferro. Enceguecido por su ambición, aplastado por la corrupción, no advertirá una caída sin límites. "El Siervo Inútil" es una manifestación más de la fuerza que va adquiriendo la cinematografía de la
Estructurado como un thriller, lealtad e intrigas se hacen presente cuando la intención es manipular la elección del nuevo Imán. La gran diferencia que se establece es el espacio físico en los que se desarrollan la mayor parte de las acciones y de muchos de sus personajes. Al ingresar Adam demuestra una inteligencia superior, (fue becado por la institución) también rasgos éticos y morales irreprochables, lo que llama la atención de
Este documental transita de manera paralela la tragedia vivida en Argentina durante la dictadura militar de 1976/1983 y la ocurrida en Corea cuando la población se opuso a los militares y fueron igualmente asesinados y desparecidos. Este es el termino con el que el director bucea sobre la historia de los hechos, siendo que no son las únicas, ni la primeras en que el autoritarismo subyuga y tortura a los pobladores. El titulo hace referencia clara a los nombres de las ciudades donde transcurrieron los hecho que se intenta reconstruir
Este se podría decir que es un filme a partir de una muy buena idea, pero que su desarrollo y composición no llegan al mismo nivel. Julia (Tamara Leschner) se incorpora como pasante en una revista gráfica deportiva, que tuvo su momento de casi esplendor, pero que ahora es solo un mal sobreviviente. A la oficina llega un misterioso paquete, dentro hay someras pistas de un jugador de fútbol de la década de 1920, a quien lo sugieren como el máximo goleador del mundial de fútbol jugado en Argentina en 1926, pero de lo que no hay registro alguno, su nombre