Las vueltas de la vida. En 1984 Tim Burton fue despedido de los estudios Disney por desperdiciar recursos de la compañía en un cortometraje llamado Frankenweenie. Los directivos de la casa del ratón Mickey en ese momento consideraban a esta producción demasiado oscura y terrorífica para chicos y les parecía comercialmente invendible. El corto se convirtió en una obra maestra de la filmografía de Burton y 28 años después de su estreno Disney terminó financiando una remake de esa historia dentro del género de animación de stop motion. La nueva versión de Frankenweenie es probablemente el trabajo más decente que brindó Burton en los cines desde El gran pez y El cuerpo de la novia. El 2012 fue un año nefasto para el director, quien destruyó un ícono del terror como Sombras tenebrosas y luego produjo otro film horrendo como fue Abraham Lincoln: Cazador de vampiros. Con la versión animada de Frankeeweenie volvió un poco a sus raíces creativas. Este largometraje si bien no está a la altura de las otra producciones animadas de Burton como El extraño mundo de Jack (dirigida por Henry Sellick) y El cuerpo de la novia es de todos modos una muy buena película que se disfruta y apunta a un público más familiar. Hasta Danny Elfman se inspiró en este proyecto y brindó una gran banda sonora que se destaca entre las cosas que hizo en el último tiempo para el cine. Desde lo técnico todo el trabajo que hicieron dentro del género stop motion es fabuloso. La adaptación de la historia en esta rama artística está muy bien lograda y esta versión de Frankenweenie, como lo hizo el corto original en su momento, le rinde homenaje a los viejos filmes de terror de los años ´40. El aspecto más débil de este film pasa por el guión. La trama original era perfecta para un corto y al ser expandida en un largometraje las escenas adicionales en mi opinión no la enriquecieron demasiado. Si bien no tiene el contenido bizarro de El cuerpo de la novia, la verdad que ésta es una muy buena película de Burton y si sos amante de la animación vale la pena disfrutarla en el cine.
A comienzos de este 2012 se estrenó Secretos de poder, dirigida por George Clooney que retrató muy bien el mundo sucio de la política de Washington, a través de una producción que se enfocaba en el drama y algo de suspenso. Loco por los votos, aunque no lo parezca al ver los trailers y el afiche, hace exactamente lo mismo a través de un género más difícil como es la comedia. La película es una sátira tremenda sobre estos temas que con una trama muy sencilla cumple el cometido de brindar un gran entretenimiento. Junto con Ted este estreno es uno de los filmes más desopilantes que se estrenaron este año. Probablemente sea una de las mejores comedias del 2012, donde el director Jay Roach, que en el pasado brindó filmes exitosos como La familia de mi novia y Austin Powers, volvió a presentar un gran trabajo en este género. Loco por lo votos, que por momentos parece un sketch extendido de Saturday Night Live, sobresale por la labor de los protagonistas y un guión que retrata con mucho humor las miserias de los políticos y las influencia de las corporaciones en el mundo de Washington. La película tiene algunas escenas desopilantes que logran sacarte más de una carcajada con un humor un poco más subido de tono para lo que suelen ser las producciones de este realizador. Cabe recordar que en el último tiempo no tuvimos suerte con los filmes de Will Ferrell que terminaron directamente en video. Historias muy divertidas como The other guys (con Mark Wahlberg) y Casa de mi padre no llegaron a las salas locales. Su último trabajo consiguió distribución local y es una buena noticia porque la dupla que hace con Zach Galifianakis es excelente. Además la película tiene el lujo de tener en el reparto a dos próceres de la comedia como John Lithgow y Dan Aykroyd. También se destaca el regreso a los cines de Dylan McDermott (protagonista de esa gran serie que fue Los practicantes) que acá se destaca como un consejero de políticos oscuro. Reitero, en materia de comedia esta es una de las mejores películas que tuvimos este año y merece su visión.
Si se tiene en cuenta que el 2012 resultó un período nefasto para el género de terror por la enorme cantidad de películas malísimas que se estrenaron en los cines, Sinister es un respiro entre tanta mediocridad. Ahora bien, con esto no estoy afirmando tampoco que sea una de las mejores películas del año o una obra maestra del género. Simplemente creo que es uno de los poquísimos filmes decentes de este estilo que llegaron a las salas en los últimos meses. Que resultara la propuesta de terror más elogiada de este 2012, por el público y la prensa en Estados Unidos y en varios países de Europa, no es casualidad. El argumento y su final te puede gustar más o menos pero me parece que en términos generales es una película que está bien hecha. De entrada tenemos como protagonista a un gran actor como Ethan Hawke que no suele trabajar en este tipo de propuestas o hacer películas simplemente por el billete. Si revisás su filmografía queda claro que el tipo no se engancha en cualquier cosa que le ofrecen. En este film está muy bien y tiene algunos momentos interpretativos brillantes. Sinister fue producida por la misma gente que desarrolló Actividad paranormal e Insidious (La noche del demonio) y de alguna manera este estreno combina elementos de esas producciones. En este caso la dirección corrió por cuenta de Scott Derrickson, que a diferencia de lo que había hecho en El exorcismo de Emily Rose (que era más un thriller) acá se metió de lleno en el género de terror. Derrickson hizo un gran trabajo con la narración de la trama y ya desde la primera escena la película captura la atención de espectador por completo. El director se toma su tiempo para desarrollar el conflicto y los personajes y hasta juega con algunos momentos de humor que están muy bien insertados dentro de la trama. Sinister no hubiera sido la misma película de no haber contado con el extraordinario trabajo del compositor Christopher Young, quien brindó una de las mejores bandas sonoras que se crearon para una propuesta de terror en los últimos años. Lo que hizo este muchacho con la música, sobre todo en las escenas filmadas en Super 8, es extraordinario. En este género a las composiciones de Young no hay con que darle. El músico debutó en el cine en 1982 con el clásico slasher (muy subestimado), La mansión ensangrentada (también conocida como Pranks), que fue una película que sobresalió por los climas de tensión y suspenso que generaba la música. Desde entonces Young se convirtió en un compositor muy solicitado en Hollywood para este tipo de filmes y entre su obra se destaca también la música que hizo para Hellraiser 2, Pesadilla 2, La mitad siniestra, Trick Or Treat (1986) y más recientemente Arrástrame al infierno, de Sam Raimi. En materia de terror esta es la única película que disfruté este año y me parece que vale la pena darle una oportunidad en el cine.
Paranorman es una gran producción animada muy influenciada por los trabajos de ese gran maestro de la literatura juvenil como es R.L.Stine, popularmente conocido como el “Stephen King para niños”. Es más, creo que los productores de este film debieron incluirlo en los agradecimientos de los créditos finales porque no hay un solo elemento de esta producción que no haya sido trabajado por Stine 20 años atrás en su famosa saga de libros, “Escalofríos”. La película es un film de terror para chicos de a partir de 9 y 10 años, ya que los menores de esa edad podrían salir del cine bastante perturbados. Aquellos a los que Coraline les causó pesadillas deberían mantenerse alejados de esta propuesta porque es mucho más oscura y aterradora. Digamos que es la contracara de Hotel Transylvania, donde los monstruos eran retratados desde un lugar ameno y divertido. Acá las brujas y los zombies dan miedo y el tema de la muerte es un elemento que está muy presente en la trama. Paranorman, por otra parte, resulta una delicia para los chicos que tienen la edad del protagonista en la historia, ya que reúne todos los elementos que uno disfruta del mundo del terror en esa época de la vida. El film fue desarrollado a través del género de stop motion y en materia de realización es extraordinario el trabajo que tiene esta producción en lo referido a la ambientación de los escenarios y la animación de los personajes. Los productores de Coraline se superaron a sí mismos con la labor que hicieron en la parte técnica y acá presentaron una obra donde los personajes tienen vida y no se ven insulsos y fríos como ocurre con la gran mayoría de los filmes de animación computada que últimamente llegan al cine. El mundo de Paranorman es atractivo también por esta cuestión, ya que los espectadores pueden conectarse con las emociones de los personajes. Más allá de la diversión del terror, el film presenta un muy buen cuento sobre los prejuicios y la aceptación de uno mismo, que son temáticas que están muy bien trabajadas desde lo argumental. Frente a los repetitivos estrenos de Disney, Fox y Dreamworks que suelen brindar las misma fórmulas está película es un poco de aire de fresco en materia de creatividad. Junto con Valiente se destaca entre los mejores estrenos de animación que llegaron este año al cine.
Histeria es una comedia romántica inglesa que trata sobre un tema atípico de ver en este género como la creación del consolador y el impacto que tuvo en la sociedad de finales del siglo 19. Hacia 1883 las mujeres que tenían problemas con desmayos, irritabilidad, retención de fluidos o espasmos musculares eran diagnosticadas con la enfermedad de histeria femenina. La medicina años después descartó estos síntomas como parte de una enfermedad y hacia 1950 el término de “histeria femenina” se eliminó por completo. Sin embargo en plena era Victoriana los médicos de entonces solían tratar a las pacientes que padecían estas cuestiones con un masaje en la zona genital. En este contexto apareció el doctor Mortimer Granville con el invento del consolador que fue toda una revolución cuando presentó este aparato, que en un principio era mecánico y terminó por generar que las mujeres comenzaran a conectarse con la sexualidad desde otro lugar. Histeria trata esta temática a través del género de la comedia romántica que tiene muy buenos momentos a cargo de Hugh Dancy (Rey Arturo) y Jonathan Price. Si bien no es una producción que profundice demasiado el tema de la sexualidad y como las mujeres comenzaban a rebelarse ante determinados tabúes sociales, estas cuestiones están presentes en la trama. El film de la directora Tanya Wexler se enfoca más en las situaciones de enredo y el romance, pero es el contexto histórico lo que termina por hacer a esta película interesante.
Wes Anderson es un director bastante particular que tiene sus fanáticos y detractores. Sus películas no son recibidas de la misma manera por todo el mundo y aquellos espectadores que no se enganchan con su humor no la pasan tan bien en el cine con estas historias. Vida Acuática, que para algunos de nosotros puede ser una genialidad, hay personas que la encuentran incomprensible porque no disfrutan ese estilo de humor. Un reino bajo la luna es un film especial de Anderson ya que se trata de la historia más emotiva que brindó en su filmografía y la que probablemente mejor se puede conectar con el público general que no está familiarizado con sus propuestas. Si bien cuenta con el humor y personajes pintorescos que sobresalen en el arte del director, esta es una producción que no llega a tener el contenido lisérgico de otros filmes como Vida Acuática o Viaje a Darjeelin que eran un delirio absoluto. En este caso brindó una historia de amor entre dos geniales jóvenes freaks que se roban la película gracias a las interpretaciones de Jared Gilman y Kara Hayward, quienes debutaron en el cine con este trabajo y resultaron un tremendo hallazgo. Una de las grandes virtudes de la película es que retrata con mucha precisión el período de la preadolescencia desde los ojos de los chicos, algo que le dio a esta propuesta una sensibilidad especial que no tenían otros trabajos de Anderson. Los dos protagonistas están rodeados por grandes actores donde no faltan los ya clásicos colaboradores del director, Bill Murray y Jason Schwartzman, además de muy buenas participaciones de Edward Norton y Bruce Willis. Visualmente el film es impecable y presenta esa fotografía con colores intensos que suelen ser parte del cine de Anderson. Otro gran acierto es la música de Alexander Desplat, que ya había colaborado con el cineasta en ese film de animación loquísimo que fue Fantástico Mr. Fox, y en esta ocasión brindó una poderosa banda de sonido que tiene un rol destacado en la trama. Un reino bajo la luna es probablemente uno de los mejores trabajos de este realizador y merece su recomendación. Hugo Zapata EL DATO LOCO: Kara Hayward, la protagonista del film fue calificada como superdotada a los 9 años, cuando sus padres descubrieron a través de distintos exámenes que el coeficiente intelectual de la chica superaba al de la mayoría de los niños de su edad. Desde el 2007 forma parte de Mensa, la asociación internacional de superdotados.
Hace varios años que George Clooney trataba de concretar este proyecto como productor y recién tomó impulsó cuando Ben Affleck se incorporó como director. La película narra de la historias de una de las operaciones más bizarras de la CIA que recién se hizo pública a mediados de los ´90 cuando Bill Clinton llegó a la Casa Blanca y blanqueó esta cuestión. Argo es una gran película que consolida a Affleck como uno de los mejores realizadores nuevos que surgieron en el último tiempo en Hollywood. Sus trabajos como director no salieron bien de casualidad. Esta es la tercera película con la que sorprende después de Desapareció una noche (Gone, Baby, Gone) y Atracción explosiva (The Town) y vuelve a demostrar que es un muy buen realizador. Con Argo presenta su mejor producción hasta la fecha que desde un punto de vista cinematográfico estuvo muy influenciada por el cine norteamericano de los años ´70, que fue una época gloriosa para Hollywood. El propio director reconoció que sus influencias para este film fueron los clásicos Todos los hombres del presidente (1976), de Alan Pakula y El asesinato de un corredor de apuestas chino (1976), de John Cassavetes. Por eso no es casualidad también que al comienzo del film aparezca el logo clásico de Warner Bros de los años ´70. Affleck encaró visualmente y desde el enfoque narrativo con el trabajo de cámaras el estilo de cine que se hacía en esa década. Algo que me encantó de este film es que por otra parte retrata el verdadero trabajo de los agentes de campo de la CIA que poco tienen que ver con las historias de Jack Bauer (24) y Jason Bourne. En ese sentido, la tarea del personaje principal que interpreta Ben Affleck está más en sintonía con el realismo que suele trabajar estas cuestiones Tom Clancy en sus libros. Acá no te vas a encontrar con grandes secuencias de acción ni persecuciones, sino que el atractivo pasa por el realismo con el que se retrató esta tipo de operaciones. Un realismo que además contribuyó de manera significativa a crear esos climas de tensión y suspenso que tiene el film. Argo te mantiene pegado a la pantalla durante dos horas porque el director logra que te conectes con los personajes y las situaciones que atraviesan. Mi favorita de este 2012 que recomiendo no dejar pasar en el cine. Hugo Zapata El Dato Loco: En la vida real el artista responsable de ilustrar el poster y los storyboards de la película ficticia Argo fue Jack Kirby, un prócer de los cómics que contribuyó a crear a personajes memorables como El Capitán América, X-Men, Los Cuatro Fantásticos y Hulk, entre tantos otros personajes. Una muestra de lo detallista que es Ben Affleck es que en su película contrató a un artista que se encargó de replicar el estilo de dibujo que tenía Kirby para los storyboards ficticios que se muestran en el film. En Argo Jack Kirby fue interpretado por Michael Parks, un actor tarantinesco, que encarnó al sheriff Earl McGraw en Del crepúsculo al amanecer, Kill Bill y Grindhouse. Sin embargo, sus escenas quedaron fuera del corte para cines y Kirby no aparece en la trama.
Una de las grandes injusticias cinematográficas de este 2012. Es una lástima que este film haya resultado un fracaso comercial y se complique de esta manera la posibilidad de volver a disfrutar de este gran antihéroe en la pantalla grande. Dredd es una excelente adaptación cinematográfica de un ícono absoluto del cómic inglés (más información en este link) que redime el mamarracho que se hizo en 1995 con Sylvester Stallone. Judge Dredd no es un personaje precisamente popular, inclusive entre los fanáticos de cómics, si bien tiene su base de fans en todo el mundo que permitió que el justiciero de Mega City Uno se mantenga vigente desde 1977. La clave del éxito de este film para mi residió en que el director Pete Travis se esforzó por hacer una película que capturara de la mejor manera posible el espíritu de la historieta. A diferencia de otras producciones de este estilo, en este caso el guionista principal de la revista de Dredd y uno de sus creadores, John Wagner, trabajó como consultor de esta producción y eso fue muy importante también para que se brindara la representación más fiel del juez en la pantalla grande. En este caso no optaron por narrar una historia de origen o una aventura épica sino un conflicto muy sencillo que tranquilamente podríamos encontrar en los libros que recopilan historias cortas de Dredd. El director Travis hizo un gran trabajo con la reconstrucción del mundo en el que habita este personaje y la acción está claramente en sintonía con las cosas que se ven en el cómic. El uso de la cámara lenta y la manera en desarrollaron un par de secuencias en que podemos ver lo que sienten los personajes bajos los efectos de una droga son magníficas y en el formato 3D se ven alucinantes, pese a que la situaciones que se retratan no son agradables. Un problema que siempre presentó Dredd en el cine es el hecho que el personaje nunca se quita el casco en las historias. El rostro del juez es un misterio y esto para los actores de Hollywood que suelen tener un ego elevado era un grave inconveniente. En su momento Arnold Schwarzenegger rechazó el papel por esta cuestión y Stallone aceptó el rol a cambio de que no tuviera que usar todo el tiempo el casco, algo que generó muchas críticas entre los seguidores del juez. Por consiguiente, es menester destacar la excelente labor de Karl Urban quien se bancó el tema del casco como los dioses y brindó una gran interpretación de Dredd. Como menciono en la nota del cómic, Judge Dredd en esencia es Harry, el sucio en el futuro. Urban trabajó claramente este concepto en su actuación e inclusive habla como lo hacía Clint Eastwood en la saga del policía de San Francisco. Una imitación que no es casualidad. Algo que se le podría objetar al film es que la trama carece de esa sátira hacia las corporaciones y el totalitarismo que sobresale en las historietas. Sin embargo, por la trama que decidieron contar los productores la verdad es que tampoco tenían mucho espacio para hacerlo ya que el film se enfoca principalmente en la acción. También hay que decirlo, no todas las historias de Dredd tienen comentario social y algunas, como el argumento de este film, sólo se concentran en los tiroteos y la aventura. Lo más importante de todo es que sin ser perfecta la nueva producción le hace justicia a este gran cómic que contaba con un antecedente cinematográfico lamentable. Este es el verdadero Judge Dredd. Me encantó esta película y definitivamente la recomiendo.
Cambio de planes es una película española que representa la ópera prima de Paco Arango y está claramente influenciada por las clases de relatos que solía contar el director Frank Capra (Qué bello es vivir) en Hollywood. Una particularidad que tenía el arte de Capra es que era un maestro a la hora de brindar historias muy sentimentales que contenían el equilibrio perfecto de humor y comedia, sin acudir a golpes bajos o tratar de buscar la lágrima del espectador de manera desesperada. Creo que esa la mejor virtud que tiene Cambio de planes que también cuenta con situaciones de enredo divertidas y momentos muy emotivos. Seguir la línea de Capra es probablemente la mejor manera de trabajar este tipo de cuentos que son riesgosos porque si salen mal pueden resultar una tortura para el espectador. Este film tiene a un personaje que le diagnosticaron cáncer, pero no es una película que haga hincapié en ese tema, sino que va por otro lado. Se trata de un historia sobre las sincronicidades y el destino que aporta una reflexión honesta sobre las cosas a las que hay que darle importancia en la vida. Una de las claves de la película es la química que tienen Diego Peretti con Andoni Hernández, quien brinda una muy buena actuación para ser su primer trabajo en el cine. La dupla que forman los dos protagonistas y la enseñanzas que recibe el personaje de Peretti son un de uno de los aspectos más interesantes del film. También se destaca en un rol secundario Jorge Pérez, conocido por su papel de Hurley en la serie Lost. El único inconveniente que tiene esta producción es que Arango cae en algunos excesos argumentales que tal vez se podrían haber evitado. Concretamente me refiero a una subtrama relacionada con una enfermera que luego tienen una conclusión digna de un film de M. Night Shyamalan (Señales) y me parece no está muy en sintonía con el tono que tenía la película. Más allá de esta objeción personal, Cambio de planes es en términos generales una buena película que entretiene y emociona con un gran reparto.
Hubiera sido maravilloso que Henry Houdini y Sir Arthur Conan Doyle estuvieran vivos en la actualidad para poder ver esta película junto a ellos. El debate a la salida del cine hubiera sido de antología. Houdini era un enemigo absoluto de los videntes y psíquicos que argumentaban tener poderes especiales y solía desafiarlos públicamente para demostrar que eran un fraude y lo que hacían era un simple truco de ilusión. Por esta cuestión solía tener muchas discusiones y debates con su amigo Conan Doyle, el padre de Sherlock Holmes, quien a diferencia del famoso detective, era una apasionado creyente del espiritismo y los fenómenos paranormales. Luces rojas está relacionada con esta cuestión, donde el director Rodrigo Cortés (entrerrado) brinda un buen film de misterio. Se habló bastante en algunos medios de este estreno por ser la película en la que Leonardo Sbaraglia trabajaba junto a Robert De Niro. En realidad Sbaraglia, quien fue protagonista de la ópera prima de Cortés, Concursante (2007), tiene una pequeña participación con un personaje divertido y sólo llega a compartir una escena con Cilliam Murphy, quien es el gran protagonista de esta historia. Lamentablemente con De Niro nunca se cruza en la trama. El film se centra en el eterno debate entre lo científico y lo paranormal y esos enemigos acérrimos que parecen ser la creencia y la razón. Dos contendientes que en realidad son la cara de la misma moneda, ya que uno no puede existir sin el otro. Creo que el tratamiento de Cortés de estas temáticas en la trama se refiere a esta cuestión. Durante gran parte de este film el director hace un gran trabajo creando situaciones de tensión y suspenso que se desinflan con el final que le dio a la historia y que seguramente será discutido entre los espectadores a la salida del cine. Lo bueno de la película es que trata las temáticas paranormales desde otra óptica que no tienen nada que ver con los repetitivos filmes de terror que llegaron en el último tiempo a la cartelera. Luces rojas se complica un poco cuando el director intenta emular a M. Night Shyamalan (segunda referencia semanal) con un giro final que te sorprende pero por las razones equivocadas. En este caso uno hubiera esperado que Cortés cerrara el relato con un recurso menos trillado. De todos modos, pese a que Luces rojas no está a la altura de Enterrado es una película de suspenso que brinda una buena cuota de entretenimiento.