El guardaespaldas Michael Bryce (Ryan Reynolds) es un guardaespaldas de primera clase que es infalible en su trabajo, al menos hasta el momento en que pierde a un cliente y su vida se viene a pique. Tiempo después se gana la vida protegiendo a gente poco importante pero su ex esposa Amelia (Elodie Young), una agente de la INTERPOL, le ofrece un trabajo y a regañadientes acepta escoltar y llevar sano y salvo a la corte de La Haya en Holanda para que testifique contra Vladislav Dukhovich (Gary Oldman) un dictador de una pequeña república europea. Desde su premisa la película ya plantea una suerte de homenaje/parodia a las películas de acción de la década del 80 y principios de los 90, Y aunque le sale bien, se hace bastante predecible por momentos y hace decaer el ritmo un poco. El fuerte está en su elenco de reconocidas figuras ya que son ellos quienes logran sobrellevar lo cliché que son sus personajes, sobre todo el dictador que encarna Gary Oldman. Además el divertido dúo protagónico hace todo más fácil ya que tiene una excelente química. Patrick Hughes es un director joven que aún no tiene experiencia pero en esta película muestra lo que había dado en sus obras anteriores (Red Hill y Los Indestructibles 3) y ratifica que es muy bueno para la acción, en este caso acompañadas por un recorrido por algunas importantes ciudades europeas. Duro de Cuidar es una entretenida comedia de acción que no va a reescribir el género y que sirve para pasar casi dos horas de diversión sin sentido.
Loco tu forma de ser Aquella película de animación de 2014 Locos por las nueces que fue un inexplicable éxito tuvo una innecesaria secuela que llega a los cines. Luego de los hechos de la primera película los animales del parque lograron quedarse con la tienda de nueces que es su único sustento alimenticio. Surly (Will Arnett) es el rey por haber conseguido el lugar pero por accidente pierden el local y ahora deberán almacenar comida como en las viejas épocas pero los animales también pueden perder el parque donde viven porque el despiadado alcalde quiere convertirlo en un parque de diversiones que le deje mucho dinero. En esta ocasión se aleja de los condimentos de “película de robo” que tenía la primera y era lo más original de ella. Ahora se trata de animales enojados porque le arrebatan su hogar y no descansarán hasta recuperarlo. Lo más rescatable de la película son algunos chistes que sacan alguna que otra sonrisa y el personaje de Sr Feng, una rata que en su idioma original tiene la voz de Jackie Chan y que necesitaba un puñado de escenas más. Locos por las nueces 2 es bastante colorida y va a atraer a los niños más pequeños pero los que están un poco más crecidos ya pueden sentirla algo aburrida y poco divertida. Claramente no está entre lo mejor de animación del año pero tampoco resultó un completo desastre.
:( Finalmente llegó la película basada en los emojis, esas pequeñas figuras que arrancaron como complementos a los clásicos mensajes de texto y que se fue expandiendo con la llegada de los de los smartphones. En Textopolis viven todos los emojis del celular de un adolescente llamado Alex y uno de ellos es Gene (T.J Miller) quien es un “MEH” y no puede salir de esa expresión pero su falla hace que transmita muchas emociones por lo que en su primer día de trabajo ocasiona un desastre y junto con Hi-5 (James Corden) buscará a Lady Hacker (Anna Faris) para corregir ese error. Alex piensa que el teléfono está fallando y deberá salvar el dispositivo antes que sea borrado y se termine su existencia. Con un trama muy poco original que es un rejunte de los clichés de grandes películas de animación como Ralph el Demoledor (Wreck-It-Ralph, 2012), La gran película Lego (Lego Movie, 2014) e Intensamente (Inside Out, 2015), intenta dar un mensaje de “aceptarse a uno mismo” que ya está demasiado visto y ni siquiera logra hacerlo de una manera entretenida. En lo que no falla es en usar la no tan sutil forma de publicidad conocida como “product placement” o colocación de producto de las diversas apps que se pueden descargar en los celulares como Facebook, Spotify, YouTube, Dropbox , el juego Just Dance, entre otras. Es decir que intenta vender las miles de aplicaciones que los adolescentes y no tanto tienen en sus teléfonos. El doblaje es uno de los peores que se hayan escuchado en una película, mientras que el protagonista y la mayoría de los secundarios hablan en castellano neutro, los padres de Gene hablan en un centroamericano espantoso mientras que el emoji Popó tiene acento argentino en la voz del actor Darío Barassi. Emoji: La película es un burdo comercial extra largo de apps tan populares que ya están instaladas en la mayoría de los smartphones del público al que apunta, podría ser considerada la peor película animada del año pero es tan fácilmente olvidable que ni siquiera va a clasificar entre las peores de la historia.
A todo motor Hace once años se estrenaba Cars: Una aventura sobre ruedas (2006). Este proyecto de Pixar que tenía a simpáticos autos como protagonistas fue un éxito y se convirtió en una fábrica de merchandising que volvió locos a millones de niños alrededor del mundo. En 2011 tuvo su secuela la cual fue bastante mala y planteaba una historia de espionaje. A siete años de esa película llega a los cines la tercera entrega de las aventuras del Rayo McQueen, el corredor que lleva el número 95 y es multi campeón de la Copa Pistón. Rayo McQueen (Owen Wilson) ve alterada su vida cuando sus compañeros de carreras empiezan a ser reemplazados o se retiran cuando aparecen nuevos competidores, autos de una nueva generación que son entrenados con la última tecnología. El primero en llegar al torneo es Jackson Storm (Armie Hammer) quien desde el primer momento se muestra como ultra competitivo y es bastante engreído. En una carrera el Rayo sufre un accidente y un empresario llamado Sterling (Nathan Fillon) crea un centro de entrenamiento y tendrá ayuda de la entrenadora Cruz Ramírez (Cristela Alonso) quien vio trunco su sueño de ser corredora. En esta película intentan hacer que lo que se vio en Cars 2 jamás sucedió. Además muchos personajes de la primera parte aparecen muy poco, tal es el caso de Mate, la grúa amiga de McQueen y que en la segunda película fue bastante protagonista. De la nuevas incorporaciones solo se destaca Cruz Ramírez. Los nuevos competidores solamente están para demostrar que el Rayo maduró, ya no piensa sola en ganar como aquella actitud que tuvo hasta los sucesos de la primera parte. También se buscó darle un aire fresco a una saga que no es de lo mejor de Pixar, lo logra a medias ya que de las tres es la que mejor encuentra el punto para mantener enganchados a los niños y los adultos. Aún así se hace algo larga y muchos momentos en los que quiere ser tierna no llegan a nada. También está plagada de homenajes a Doc Hudson, el auto al que Paul Newman le había puesto la voz en la primera parte y terminó siendo entrenador de McQueen. Newman falleció en 2008 y su personaje lleva un tiempo muerto por lo que en algunos escenas en que lo recuerdan se usaron audios descartados de la primera película. Cars 3 mejora mucho con respecto a la anterior, pero aún así sigue estando muy lejos de las grandes obras de Pixar. Los niños la van a amar igual y los adultos deberán desembolsar mucho ya que hay una gran galería de personajes nuevos y al Rayo se lo puede ver de todas las maneras posibles con tal de tener un nuevo producto para vender.
El día de la bestia Elena (Blanca Suárez), Nacho (Mario Casas), Trini (Carmen Machi), Andrés (Joaquín Climent) y un vendedor de lencería (Alejandro Awada) están en el bar de Ámparo (Terele Pavez), que tiene como empleado a Sátur (Secún de la Rosa); además un vagabundo llamado Israel (Jaime Ordóñez) quien entra a pedir algo para comer. De repente sale un cliente y es asesinado de un disparo en la cabeza. Otro hombre que intenta ayudar al muerto también es asesinado. Los ocho personajes deberán averiguar qué está pasando, pero cómo encontrar una respuesta si no pueden salir del bar. La nueva película de Álex De la Iglesia cuenta de una manera muy particular lo que pasa cuando personas totalmente desconocidas deben asociarse para hacer frente a algo que escapa de su entendimiento. Como ya se ha visto muchas veces en esos grupos empiezan a definirse las alianzas y emergen los líderes naturales que tomarán las decisiones para tener a todos a salvo. El principal acierto de la película escrita por De la Iglesia y su habitual colaborador Jorge Guerricaechevarría es que de un hecho trágico toma un rumbo más de comedia y sin perderlo va virando hacía otra cosa. Todo se hace más grande y hay muchos momentos desopilantes. El director hace un gran homenaje a varias películas de género y le da su toque agregando condimentos habituales de su cine, incluida la crítica no sólo a la situación de España sino de todos los países de Europa en tiempos donde el miedo y la paranoia ante casos de terrorismo están presentes. El Bar está entre las mejores películas de Álex de la Iglesia, es una comedia negra muy disfrutable que sin ser algo totalmente nuevo es igual de entretenida.
Sálvate mientras puedas Chris Washington (Daniel Kaluuya) es un joven negro que va a pasar un fin de semana con su novia Rose (Allison Williams) a una finca que tienen los padres de ella. Missy (Catherine Keener) y Dean (Bradley Whitford) parecen ser los suegros perfectos pero de a poco Chris va descubriendo que ocultan algo. Llega a la cartelera argentina la película que fue un éxito en Estados Unidos, con un presupuesto por debajo de los 5 millones de dólares, logró recaudar 194 millones en todo el mundo y aún faltaba estrenarse en algunos lugares como nuestro país. Hay que destacar un pequeño error en la venta de la película, intentan hacernos creer que es terror pero es mucho más que eso, es muchos géneros en una pero no se trata de meter en una licuadora un poco de todo sino que su guionista y director, el comediante Jordan Peele, pone algo de comedia negra, algo del thriller, algo de terror, otro poco de ciencia ficción, bastante de crítica social y llamado a la reflexión sobre la discriminación y la situación de los afroamericanos. Todo eso le funciona a la perfección en pantalla. No es casualidad que haya llegado justo en la era Trump cuando parece crecer la ola de racismo y xenofobia en Estados Unidos. Tampoco es casualidad que el apellido del protagonista sea Washington, como el Padre de la Patria estadounidense. La película atrapa desde el comienzo, en una de las primeras escenas la joven pareja viaja tranquilamente en el auto manejado por ella y chocan con un ciervo que aparece de repente en la ruta. Eso será el punto de partida para que el pobre Chris comience a meterse en laberinto. La música y la fotografía son claves para describir que en realidad ese lugar no es tan apacible como aparenta. ¡Huye! es sobresaliente en todos los aspectos y claramente se perfila como una de las sorpresas del año, aunque vale la advertencia que aquellos que esperen ver sangre y tripas o buscan sustos, se equivocan, hay un trabajo más sutil y mucho más disfrutable.
El Rey Arturo (Arthur en inglés) es una de las figuras emblemáticas de Inglaterra, aún con dudas sobre su existencia, el mito del rey “hábil tanto para los tiempos de paz como los de guerra” prevalece y fue centro de muchas historias y leyendas. En el cine fue adaptado y versionado varias veces, algunas de ellas más fieles a la leyenda como Los Caballeros del Rey Arturo (Knights of the Round Table, 1953), Camelot (1967) basada en un exitosa obra musical de Broadway y Excalibur (1981), una parodia de la historia a cargo de los Monthy Python como Monthy Python and the Holy Grail (1975) y adaptaciones animadas como La espada en la piedra (The Sword in the Stone, 1963) de Disney. En 2004 salió El Rey Arturo (King Arthur) dirigida por Antoine Fuqua y protagonizada por Clive Owen como Arturo y Keira Knightley como Ginebra. También la TV lo tuvo a Arturo: en los últimos años se lo pudo ver en las series Merlín (2008-2012) y Camelot (2011). Ahora llega una nueva versión del personaje, esta vez a cargo del director inglés Guy Ritchie, conocido por Juegos, trampas y dos armas humeantes (Lock, Stock and Two Smoking Barrells, 1998), Snatch: Cerdos y diamantes (Snatch, 2000) y las dos adaptaciones de Sherlock Holmes con Robert Downey Jr (2009 y 2011). Esta versión del Rey Arturo reúne muchas de las características de esas películas de Guy Ritchie y es una de las cosas que le juega en contra. En la primera mitad parece un antepasado de los personajes de Juegos… o Snatch, mientras que durante la segunda y usando hasta el hartazgo el recurso del flashforward hace recordar a Sherlock Holmes cuando contaba los hechos que los llevaban a deducir los casos pero sin ser tan buenas como las del detective. Los pocos momentos dramáticos que tiene no funcionan dado que siempre hay una escena de acción o de comedia inmediatamente que corta con el tono. En las actuaciones no hay mucho para destacar, salvo la actuación de Jude Law que vuelve a colaborar con Guy Ritchie luego de haber sido el Doctor Watson. El Rey Arturo: La leyenda de la espada no funciona como adaptación, como entretenimiento tiene sus puntos pero llega a aburrir. Un tono que le hubiese sentado bien es el de aquella Macbeth (2015) que protagonizó Michael Fassbender. Ritchie le da su toque personal y pierde, tal vez llegaba a mejor puerto si inventaba un héroe medieval con sus condimentos.
Equipo que gana no se toca En 2014 llegó a los cines la historia de un grupo de héroes poco convencionales y no muy conocidos de Marvel, el MCU (Marvel Cinematic Universe) recibió a los Guardianes de la Galaxia. Al comienzo fue una sorpresa la recepción de estos personajes que estaban alejados de los que son la cara más visible de una compañías más populares de cómics, pero enseguida cautivó a la audiencia y muchos la consideran una de sus películas favoritas de los estudios que creó la compañía de cómics. Ahora llega la segunda parte o como dice su nombre oficial el Volumen 2. No conviene contar muchos detalles de esta secuela pero hay que decir que los Guardianes empiezan la película con un problema con una civilización que los contrató para salvarlos y serán los primeros que intenten cazarlos pero por suerte recibirán ayuda en su escape. Lo más importante es que se develará uno de los interrogantes que nos dejó la primera parte, la identidad del padre de Peter Quill/ Star Lord (Chris Pratt). Redoblando la apuesta esta entrega está a la altura de su predecesora, y si bien hay algunas tramas que se abren y no cierran, la película derrocha humor, aventuras y unos excelentes efectos visuales que hacen valer la pena el 3D. Además de referencias a la década del 80 y a la cultura popular no solo de esos años sino la actual. Las escenas de acción no son abundantes pero todas son muy buenas, esto se debe a que con su estilo intenta ser más dramática y quiere ahondar más en el concepto de familia. Por supuesto sigue la buena música, esta vez a cargo del Awesome Mix Tape 2 que incluye canciones de Electric Light Orchestra, Fleetwood Mac, George Harrison y Cat Stevens. James Gunn, director y uno de los guionistas de la primera parte, vuelve a ponerse detrás de cámaras y esta vez es el único responsable del guion. Además confirmó que será otra vez el encargado de ambas tareas en la tercera que estará situada después de que Los Vengadores enfrenten a Thanos en Infinity War partes 1 y 2 (2018 y 2019) y que ya sabemos los Guardianes unirán fuerzas con ellos. Guardianes de la galaxia vol. 2 es entretenida, tiene todos los condimentos que gustaron de la primera pero sin ser una copia exacta, tiene algunas apariciones a las que deberían haberle dedicado más minutos en pantalla, además incluye cinco escenas post créditos, algunas más importantes que otras, y por ultimo demuestra que las segundas partes pueden ser muy buenas.
La última tentación de Scorsese Luego de años de idas y vueltas, llega a los cines argentinos lo nuevo de Martin Scorsese, un proyecto que el director de Taxi Driver quería realizar después de Kundun (1997) pero fue priorizando otros films hasta que finalmente puso manos a la obra en la adaptación de la novela del japonés Shūsaku Endō, del cual tenía los derechos después de haber leído el libro en 1989. Sebastião Rodrigues (Andrew Garfield) y Francisco Garupe (Adam Driver) son dos curas jesuitas portugueses a los que le informan que su mentor, el padre Ferreira (Liam Neeson), ha sido capturado en Japón por propagar el catolicismo, religión prohibida en ese territorio. Los dos sacerdotes irán en búsqueda de Ferreira para comprobar efectivamente si este ha renunciado a su fe católica, pero no será tarea fácil ya que si son atrapados serán sometidos a las peores torturas para morir lentamente. El guion de Jay Cocks, co escrito por Scorsese, reflexiona sobre los alcances de la fe y los argumentos de aquellas que se denominan como la “verdadera” o superior. En momentos de la película utiliza el recurso de narraciones en off de algunos personajes para exponer esas ideas. Técnicamente impecable desde la fotografía del mexicano Rodrigo Prieto quien tuvo nominación al Oscar por este trabajo, la música, hasta la recreación de época con sets muy bien construidos, pero con la anécdota que durante la filmación en Taiwan se desplomó una estructura y murió un trabajador. Silencio tiene en contra su duración (160 minutos) ya que durante la primera hora es más dinámica y después le cuesta hacer que el espectador vuelva a engancharse. Comparada con la excelente filmografía de su director es una película menor, pero es la espina que Scorsese quería sacarse desde hace bastante tiempo.
La dama de hierro Una de las primeras damas más reconocidas, no solo de Estados Unidos, sino del mundo, es Jackie Kennedy, quién acompañó a su esposo hasta que lo asesinaron en noviembre de 1963 y se convirtió en un icono de la década del 60. Ha pasado un tiempo del asesinato de JFK, Jackie (Natalie Portman) recibe la visita de un periodista (Billy Crudup) quien la va a entrevistar, durante esas horas la ex primera dama le contará cómo pasó esos fatídicos instantes. El chileno Pablo Larraín es el encargado de dirigir el film (primero lo iba a hacer Darren Aronofsky quien figura como productor), y su primera incursión en Hollywood es esta en la que cuenta un tramo de la vida de Jackie. Una de las decisiones más acertadas es la de contar los hechos de manera desordenada y no cronológicamente, lo que hace que la película fluya. Natalie Portman brilla, es en su actuación donde se sustenta el relato, una mujer que pasa por todos los estados. Otro de los trabajos destacados es el de Peter Sarsgaard como Robert Kennedy, hermano de John y quien ayuda a Jackie con los preparativos del funeral. Además, esta película es uno de los últimos trabajos del recientemente fallecido John Hurt como un sacerdote que intentará consolar a la viuda. La fotografía de Stéphane Fontaine y la música de Mica Levi (que le valió una nominación al Oscar) están entre los destacados pero lo mejor es el diseño de producción, desde la recreación de los 60 hasta la elección del vestuario, incluyendo la recreación de ese famoso vestido rosa Chanel que usaba en Dallas cuando mataron a su esposo y pasó a la historia. Jackie es una película metódica, en donde todo está en su lugar, todas las piezas encajan bien para dar un relato con sentimiento sobre una de las mujeres más influyentes del siglo XX.