Un mar de lágrimas Cuando se conocen las nominaciones a los Oscars, la cartelera argentina debe ubicar los estrenos de aquellas películas que de otra manera no llegarían a las pantallas nacionales. Una de ellas es el drama Manchester junto al mar que cosecha seis nominaciones, incluida “Mejor Película”. Lee Chandler (Casey Affleck) es un plomero que vive y trabaja en Boston, es un hombre solitario y que se muestra indiferente con el mundo que lo rodea. Un día se entera del fallecimiento de su hermano Joe (Kyle Chandler), quien padecía una enfermedad cardíaca, por lo que deberá volver al pequeño pueblo de Manchester, donde creció y vivió bastante tiempo a hacerse cargo de su sobrino Patrick (Lucas Hedges) de 16 años. Allí Lee deberá hacer frente a su pasado, incluyendo la relación con su ex esposa Randi (Michelle Williams). Escrita y dirigida por Kenneth Lonergan, quien ya dejó en claro en sus dos películas anteriores que gusta de contar historias sobre personas, dirige magistralmente este poderoso e intenso relato. Cassey Affleck da una interpretación brillante, de un hombre al que ya no le importa nada y debe reconectar no solo con su sobrino sino con todo su pasado. Este papel le otorga su segunda nominación a un Oscar y aunque viene ganando todo premio que se le pone por delante (solamente le faltó el SAG) es probable que por las acusaciones de abuso verbal y acoso sexual no le sea otorgado el máximo galardón del cine. Todas las actuaciones secundarias son sobresalientes como la de Lucas Hedges quien muestra el dolor de adolescente que acaba de perder a su padre, Michelle Williams tiene pocos minutos en pantalla, pero sus escenas son memorables. Ambos tienen sus nominaciones a actor y actriz de reparto bien merecidas. La música de Lesley Barber es muy buena, pero llega un momento en que no es necesaria que sea tan intensa porque para eso están las imágenes. Manchester junto al mar es una excelente pero desgarradora película, impecable visualmente, con una muy buena utilización de los flashbacks, grandes diálogos, y que sabe cómo y dónde golpear sin caer en el recurso de buscar las lágrimas porque sí y se convierte en una de las mejores de esta temporada de premios.
Todo locura Luego de su incursión en Disney (las primeras tres entregas de Piratas del Caribe y la nueva adaptación de El Llanero Solitario) y entre medio un paso por el cine de animación (Rango) que le valió un Oscar, Gore Verbinsky vuelve al cine de terror que no visitaba desde su tercera película La Llamada (The Ring, 2002). Lockhart (Dane DeHaan) es un joven exitoso que forma parte de una importante compañía financiera de Nueva York. Cuando salen a la luz algunos problemas que involucran grandes cantidades de dinero y corre peligro una fusión con otra empresa, la junta directiva envía a Lockhart a buscar a Pembroke (Harry Groener), un ejecutivo de alto nivel al que buscan echarle la culpa y envió una misteriosa carta desde un spa en los Alpes Suizos. Cuando llega descubre que ese lugar que propone curar varias enfermedades del cuerpo y mente esconde algo más y que se oculta algo detrás de la apacible estadía de los huéspedes, la mayoría de la tercera edad. Además deberá descifrar qué esconde el Dr Volmer (Jason Isaacs), director del centro de bienestar que no dejará que se lleve a su paciente y que también intentará curarlo a él. Con un enorme presupuesto y una extensa duración (146 minutos), este ambicioso proyecto no solo tiene a Gore Verbinsky como director sino también como productor y guionista junto con Justin Haythe (responsable de los guiones de El Llanero Solitario, Solo un Sueño, entre otras). Todos los rubros técnicos son sobresalientes, desde un cuidado diseño de producción hasta fotografía y música. La actuación más sobresaliente es la de Jason Isaacs como el siniestro Dr. Volger, un Dane DeHaan que pasa por todos los estados y un variado grupo de secundarios. Una película que engancha enseguida pero que por momentos decae, pero sin alejarse de los climas que están bien construidos, además tiene escenas perturbadoras como por ejemplo aquella donde el protagonista es forzado a visitar al dentista. La cura siniestra es un aceptable film, con aires góticos, algún que otro guiño a películas Clase B, una vuelta de tuerca algo predecible pero efectiva y un mensaje sobre como la ambición corrompe a la burguesía que sólo quiere más y más.
No hay lugar mejor que casa Hay que empezar diciendo que está película fue directamente a vídeo en casi todo el mundo y por alguna razón llega a las salas argentinas, además no hay que confundir con aquella del mismo nombre protagonizada por Clive Owen y dirigida por el español Juan Carlos Fresnadillo. En algunos países salió con el nombre Deadly Home. Anna Rook (Beth Riesgraf) es una joven que padece de agorafobia, sus días se pasan cuidando a su hermano Conrad (Timothy T. McKinney) víctima de una enfermedad terminal y recibiendo ocasionales visitas. Cuando Conrad muere, ella queda sola en su gran casa pero muy pronto recibe la visita de tres ladrones quienes no la pasaran nada bien ante quien creían era una víctima indefensa. La ópera prima de Adam Schindler se encuadra en el subgénero conocido como “home invasion” y aunque tiene algunos momentos de tensión bien construidos, al ser una película de una hora y media de duración muchos de ellos tardan en llegar ya que la trama no empieza a desarrollarse enseguida y eso le juega en contra. El guion tiene baches, es algo predecible y los personajes son cliché. Intrusos es una película que entretiene, pero no aporta nada más y es olvidable fácilmente, aunque hay que destacar que aunque su presupuesto escaso se nota bastante, hace lo que puede con lo que tiene.
La humanidad está agonizando Quince años después de la película que abrió la exitosa saga cinematográfica basada en los videojuegos, Resident Evil llega la sexta y última entrega que promete cerrar definitivamente la historia de Alice y su relación con la Corporación Umbrella. Situada inmediatamente después de la película anterior, Alice (Milla Jovovich) es contactada por la inteligencia artificial de la Corporación Umbrella llamada La Reina Roja, quien le revela que quedan menos de tres mil humanos no infectados con el Virus-T que lo estarán en 48 horas a menos que vuelva a lo que queda de Raccoon City y encuentre un poderoso antídoto que aniquila al virus, pero este se ha escondido en lo que alguna vez fue La Colmena, la sede más importante de Umbrella. Con la cuenta regresiva en marcha Alice deberá lidiar con el Dr. Isaacs (Ian Glen), su secuaz Wesker (Shawn Roberts) y hordas de zombies sedientos. Paul W.S Anderson, guionista de toda la franquicia, dirige su cuarta película, en este caso comete el error de situarla justo al final de la anterior sin explicar nada de lo que aquella dejó inconcluso, ni siquiera en la introducción donde intenta resumir la saga a aquellos espectadores que no hayan visto ninguna. Además, hay numerosos baches en el guion y algunas vueltas de turca para nada efectivas. Las escenas de acción son lo que mejor se le da junto con un 3D que sin ser espectacular acompaña bien y una Milla Jovovich que se encarga de ponerse película al hombro. También vuelve a aparecer el personaje de Claire Redfield interpretado por Ali Larter quien había sido visto por última vez en la cuarta entrega. Hace pocos días ha sido lanzado un nuevo videojuego llamado Resident Evil 7: Biohazard y esperando los números de taquilla internacional probablemente no sea el final cinematográfico de Alice o en los proximos años se anuncie un reboot.
Game over Después de que el proyecto estuviese dando vueltas y cambiando de manos llega la adaptación de la popular saga de videojuegos Assassin´s Creed. Callum Lynch (Michel Fassbender) es un prisionero condenado a muerte. Luego de la supuesta ejecución despierta en las instalaciones de la Fundación Abstergo donde la doctora Sofía Rikkin (Marion Cotillard) le explica que está ahí porque descubrieron en sus genes la conexión con un asesino español del siglo XV llamado Aguilar (Fassbender también), quien estuvo muy cerca de la Manzana del Edén, un dispositivo que si se abre permite controlar el libre albedrío de la humanidad. Lynch acepta conectarse a una máquina conocida como Animus que le permitirá experimentar lo que vivió su antepasado. Ahí conocerá la ancestral batalla entre los Assassins (protectores de la Manzana) y los Templarios (aquellos que quieren dominarlo) además de las verdaderas intenciones de la supuesta fundación liderada por Alan Rikkin (Jeremy Irons). Lamentablemente la película se hunde a los minutos de empezar, hay demasiados baches en el guion y algunas cosas que se ven en pantalla que nunca se explican y es necesario googlear para saber qué significan en la mitología del juego, se vuelve algo confusa y tediosa. Además de algunas decisiones de interpretación cuestionables como poner a los mismos actores a hacer las voces en español. En las interpretaciones no hay ninguno que pueda sobresalir, pero la que cae mejor parada es Marion Cotillard y Charlotte Rampling en los pocos minutos que tiene en pantalla, mientras que Michael Fassbender y Jeremy Irons están muy desdibujados. Asssassin´s Creed se convierte en otra fallida adaptación de videojuego (y van) con algún buen momento de acción, una excelente recreación de época, vestuario y la gran música a cargo de Jed Kurzel, hermano del director. Es momento que Hollywood deje por un tiempo el traspaso de juegos a la pantalla.
Porque tengo el corazón valiente La Segunda Guerra Mundial tal vez sea uno de los hechos históricos que más representaciones tuvo en la gran pantalla. Es larga la lista de sucesos reales que han sido retratados desde que finalizó la guerra en 1945, pero había una historia poco conocida y que se convirtió en uno de los actos más valientes que tuvo el enfrentamiento global. Desmond Doss (Andrew Garfield) es un joven adventista que se enlista en el ejército, pero durante los entrenamientos le hace saber a sus superiores que aunque apoya y está dispuesto a servir a su país, ni siquiera va a tocar un arma ya que, según sus fuertes creencias, quitar una vida es el peor pecado que podría cometer. A pesar de la incrédula mirada de toda su unidad y los continuos hostigamientos de sus superiores para que renuncie, no se deja desanimar y sobrepasa todos los obstáculos para llegar a convertirse en médico de combate sin un arma que lo proteja. Su labor será en la sangrienta Batalla de Okinawa donde deberá ayudar a los soldados heridos por los japoneses. Diez años después de su último proyecto como director, Mel Gibson vuelve a ponerse detrás de cámaras con una historia sobre el heroísmo y la fe. Ambas están muy bien retratadas y nunca busca mostrar una superioridad moral del protagonista sino que obra según lo que para él es humano. Todo el elenco es sólido es sus interpretaciones y cabe destacar al ex Spider-Man Andrew Garfield como Doss, a Teresa Palmer como la esposa del soldado, a Vince Vaughn como un sargento que hace todo lo posible para que Doss desista de su entrenamiento, aunque la mejor interpretación es la de Hugo Weaving como el padre alcohólico y traumado del joven. En los rubros técnicos el punto fuerte se encuentra en la maravillosa fotografía y la poderosa banda de sonido a cargo del británico Rupert Gregson-Williams. Hasta el último hombre es una muy buena película con un tercer acto contundente y explosivo, grandes escenas de acción y momentos dramáticos a la altura que bien vale la pena verla en pantalla grande.
Juego de ajedrez En Katwe, uno de los barrios más pobres de Kampala, Uganda, vive Phiona Mutesi (Madina Nalwanga) con sus hermanos y su madre viuda Nakku Harriet (Lupita Nyong'o), una tarde siguiendo a su hermano se topa con las clases de ajedrez que Robert Katende (David Oyelowo) les da a los niños pobres mientras espera obtener un mejor trabajo como ingeniero, Robert descubre que Phiona tiene una habilidad superior para el juego y la ayudará a superarse cada día más para que la niña compita en torneos nacionales y en el mundo, incluyendo las Olimpiadas de ajedrez donde se dan cita los mejores jugadores del mundo. Siguiendo la formula ya vista en otras películas deportivas, esta producción de Disney y ESPN FILMS se mete en el mundo del ajedrez, pero no en el que se podría pensar ya que el punto de vista es de una niña pobre casi sin educación que se ve cautivada por el juego. Pese a las condiciones trágicas en las que vive su protagonista, la directora india Mira Nair nunca le da un tono solemne y logra llevar a buen puerto las interpretaciones de un grupo de niños. Reina de Katwe es una película entretenida, y aunque se siente algo larga y no aporta nada nuevo en cuanto al relato biográfico, engancha enseguida al espectador. Al ser hechos que sucedieron hace algunos años todos sus protagonistas están vivos y es interesante leer las declaraciones de la propia Mutesi sobre cómo era su dura vida en Katwe.
El mundo según Moore El documentalista Michael Moore visita varios países con la intención de invadirlos no con violencia sino tomando las grandes ideas de esas naciones. Su recorrido pasa por lugares como Italia, Francia, Alemania, Eslovenia, Túnez, Portugal y Finlandia. Allí mostrará cómo es la realidad de los ciudadanos y la compara con la de Estados Unidos. Con un poco de retraso llega a las salas argentinas lo nuevo del director de las reconocidas Bowling For Columbine (2002), Fahrenheit 9/11 (2004), Sicko (2007) y Capitalism: A Love Story (2009), donde esta vez cambia un poco el tono en el documental y le da un aire de comedia que le favorece. Luego de una muy divertida introducción sobre la realidad de las fuerzas armadas estadounidenses, el primer destino es Italia donde se mete de lleno con las leyes laborales y las vacaciones de los trabajadores, mientras que en los otros países pasará por temas como la educación en todos los niveles, las políticas carcelarias de reintegración de condenados, entre otros derechos. A pesar de que la película es entretenida se hace demasiado larga pero aun así logra mantener su tono de comedia hasta el final donde en off expresa todo el patriotismo que hasta ese momento había satirizado. La idea de comparar la calidad de vida entre países ya ha sido vista varias veces pero gracias a la pericia de su director se convierte en un documental muy bien realizado y que claramente plantea aquellas áreas en las que Estados Unidos debe mejorar. En la recta final de la campaña electoral estadounidense Michael Moore acaba de presentar su nueva película Michael Moore in Trumpland realizada con bastante rapidez y que consiste en una filmación de un espectáculo en el que hace un monólogo donde satiriza al candidato republicano Donald Trump y a sus seguidores. Además apoya abiertamente a Hillary Clinton, la candidata demócrata.
Retrato de una obsesión En 2003 se estrenó el documental Yo no sé que me han hecho tus ojos. En él se indagaba sobre la vida de la cantante de tango Ada Falcón y su retiro aun siendo muy joven de la escena musical. Sus directores Sergio Wolf y Lorena Muñoz lograron una entrevista con la figura que aún estaba recluida pero un accidente de auto hizo que se pierda el sonido de esa entrevista, la única escena que quedó sin audio y aunque años después pudieron repetir la entrevista con la mujer que se encontraba desmejorada, les quedó "la espina" con esas imágenes. Sergio Wolf vuelve a encontrar las latas donde estaba filmada la entrevista y realiza un trabajo casi detectivesco para por lo menos entender lo que dice Ada Falcón. Un documental muy entretenido que muestra un trabajo muy minucioso, al punto de la obsesión, donde Wolf (también como narrador de la película) investiga sobre lectura de labios y dicción, busca métodos de montaje y hasta contrata a una chica sorda para que lea los labios. Todo acompañado unas excelentes música y fotografía. Viviré con tu recuerdo se estrena simultáneamente en salas y en la plataforma Qubit.TV donde se encuentra para ser visualizada por streaming. Sin dudas una película que hay que ver.
En busca del tesoro perdido El profesor Robert Langdon (Tom Hanks) se despierta herido de bala y con amnesia en un hospital de Florencia, no sabe cómo llegó y hay personas que intentan matarlo. Con la ayuda de la doctora Sienna Brooks (Felicity Jones) logra escapar pero ahora ambos tienen que resolver lo que hay entre la Divina Comedia de Dante Alighieri, la representación del infierno mencionado en esta obra dibujado por Sandro Botticelli y la obsesión con estas que tiene Bernard Zobrizt (Ben Foster), un genio multimillonario preocupado por la sobrepoblación mundial que cree que la solución es una epidemia. Tercera película que adapta las novelas éxitos de ventas escritas por Dan Brown (El código Da Vinci, Ángeles y demonios) Inferno reúne otra vez a Ron Howard en la dirección y Tom Hanks encarnando al héroe Robert Langdon. Lo que más le juega en contra a la película es que se toma demasiado en serio a sí misma, esa seriedad se hace evidente cuando el guion de David Koepp intenta explicar cosas demasiado inverosímiles y que el espectador nunca llega a captar. Además el villano interpretado por Ben Foster tiene un plan más parecido al de un villano de James Bond que al de un hombre de ciencia que pretende solucionar el mundo. No hay actuaciones sobresalientes y tanto a Tom Hanks como a Felicity Jones les falta el carisma que bien saben transmitir y tampoco se destaca el elenco de secundarios que, aunque está correcto, poco aporta. La música del ganador del Oscar Hans Zimmer está dentro de lo mejor de la película, mientras que la fotografía tiene momentos destacados como cuando retrata ciudades como Florencia o Estambul. Inferno es una película que va a ser un poco más apreciada por los fanáticos de Dan Brown o de esta saga de películas que el espectador casual. Aún queda por adaptar una novela más de Dan Brown llamada “El símbolo perdido”, por lo cual la recaudación mundial será la que defina.