Con reminiscencias a El exorcista (The Exorcist, 1973) y muchas películas de similares características, la coreana: Los rostros del diablo (Byeonshin, 2019), dirigida por Kim Hong-seon, logra una identidad propia a través de un relato que traspasa la lógica y el inconsciente. La verdad está detrás del mundo real. Los rostros del diablo (2019), un espíritu maligno que puede poseer a cualquier persona, se infiltra en una familia que acaba de mudarse a su nuevo hogar, confundiendo a cada integrante y generando desconfianza entre ellos. Tendrán que recurrir a un tío sacerdote especialista en exorcismos, quien acaba de atravesar un traumático fracaso. Guion y dirección van de la mano logrando la atmósfera de terror necesaria para dar lugar al relato. El diablo confunde y manipula la mente de los protagonistas, consiguiéndolo también en el espectador. Es ese juego lo que sobresale del film de estilo surrealista y, pensado para que participemos en la historia, lo que resulta interesante y arriesgado, marcando esa diferencia buscada con películas similares. Quizás resulte desagradable e innecesario el exceso de gore en un relato que combina buenas actuaciones con reminiscencias a Los pájaros (The Birds, 1963) y The Wall (1982), en su manejo surrealista del tiempo combinado con la música y sonidos. Además hay buen manejo de la sugestión de un individuo y su enfoque psicológico. Agregarle un tono poético (a través de encuadres) y de dramatismo con la música a una historia tan horrorosa, está relacionado con la realidad en la que realmente sucede, y podría definirse como "paralela" a esta dimensión. "Existen enemigos invisibles, los cuales se alimentan de las divisiones y el odio", parece decirnos la película.
Libro en blanco Se trata de una linda y divertida comedia romántica en la que el espectador pasará un agradable momento. La historia ofrece un tono diferente, dando lugar a la fantasía y al surrealismo. La poesía, el sentir, lo irracional del amor conviven en armonía con una buena cuota de humor, características del film. El Director y guionista Hugo Gélin, presenta Mon inconnue (2019), Raphael (François Civil), se encuentra bloqueado en la escritura de su libro, en donde es el héroe protagonista, salvo por un detalle: le falta algo sustancial. Luego conocerá a Olivia (Joséphine Japy), quien se convertirá en su esposa. Un día se despierta dentro de una realidad paralela, en la que jamás conoció a Olivia y en donde su amigo y confidente Felix (Benjamin Lavernhe), lo ayudará en la tarea casi imposible de recuperar el amor de su esposa, puesto que para ella se ha convertido en un completo desconocido. Se trata del tercer largometraje del cineasta galo Hugo Gélin (Dos son familia, 2016), quién dirige y participa del guión, con excelentes diálogos a su cargo. Se destaca un cuidado trabajo de montaje, música, elección de colores, utilería, locaciones, vestuario y muy buenas interpretaciones de sus protagonistas, que resultan creíbles, a pesar de la jugada propuesta para combinar todos estos elementos, obteniendo como resultado un film para recomendar. Llama la atención, la impecable interpretación de Benjamin Lavernhe, que se transforma en ese amigo que todos queremos tener y es el encargado del humor en este trío, tanto así, que logró la Nominación a los Premios César como Mejor Actor Secundario. Por otra parte, las atmósferas están bien logradas, la nieve cobra un protagonismo especial, al igual que los contrastes de ambos mundos. Es un film poético, detallista y ameno, sobre todo por el humor en el tratamiento, apto para todo público. Quizás el mensaje principal sea que la clave del amor es la magia, se encuentra en los detalles, en esas pequeñas cosas que somos y la conexión con el otro, y todo pensamiento racional que nos caracteriza en esta sociedad moderna, a veces arruina la pureza de esa unión. "El tiempo pasa, crecemos, cambiamos y tenemos crisis que hay que afrontar juntos, una manera de huir puede dividir y esta es la idea de la película; juega con ese momento de crisis y le agrega humor, quizás para ayudarnos a valorar a quien amamos. No obstante, esperar a que el amor sea perfecto, puede alejarte del mismo o invitarte a empezar algo desde cero, como un libro en blanco que tenés la gran oportunidad de reescribir. Esta bella historia del amor nos habla de eso y de personas unidas desde que cruzan sus miradas por primera vez."
El corazón como defensa Bloodshot (2020) es un film de acción que se desarrolla en un potencial universo. Una película que cumple lo que promete, entretiene y combina lo mejor de exitosos films como Matrix (The Matrix, 1999), ofreciendo a los espectadores pasar un buen momento. Película de superhéroes basada en el personaje Valiant Comics del mismo nombre. Dirigida por David S. F. Wilson y protagonizada por Vin Diesel, el film sigue a Ray Garrison (Diesel), un soldado que fue asesinado en acción, solo para ser revivido con superpoderes por una organización que quiere usarlo como arma. Se trata de una ópera prima predecible desde el guión, aunque con algunos giros interesantes. Respeta los tres actos y su comienzo es claro, aporta momentos graciosos con razón de ser, que se comprenderán durante el desarrollo. Consigue entretenernos, a pesar de su extensa duración, puesto que se podrían haber evitado varias escenas. Una mezcla de films como Terminator (1984), Matrix (1999), El Origen (Inception, 2010) y The Truman Show (1998) consiguiendo captar el alma de cada una y transmitiendo un claro y reiterativo mensaje que no desentona con el género. Si bien las actuaciones en general son buenas, se destacan la de Diesel que una vez más se luce en las escenas de acción en el rol de superhéroe con corazón y de su antagonista Guy Pearce (Memento, 2000) que simula fragilidad y esconde maldad. Como se espera en estas películas, la trama no funcionaría sin una femme fatale, interpretada por la sensual Eiza González. Con todos ellos es fácil empatizar y vivir la experiencia.
Realidad para asimilar. Es una historia basada en hechos reales que impacta e impresiona, cuya misión es distinguir la verdad de la mentira. El protagonista y encargado es un abogado defensor corporativo que emprende una demanda ambiental contra una compañía química que expone una larga historia de contaminación. El film nos enseña a luchar por una causa justa, superar todos los obstáculos y a valorar la vida. El documental cuenta con escenas muy sensibles. En Dark waters (2019), film del director Todd Haynes quien se basa en un artículo del novelista estadounidense Nathaniel Rich, seguimos al abogado Rob Bilott, interpretado por Mark Ruffalo y casado con Sarah Bilott (Anne Hathaway). El mismo descubre un oscuro secreto que conecta un número creciente de muertes inexplicables debido a una de las corporaciones más grandes del mundo. En el proceso arriesga todo: su futuro, su familia y su propia vida, para exponer la verdad. Haynes se nutrió de esta cruel y verdadera historia al trabajar el guión junto a Rich, el autor del artículo. Inicia con un inocente flashback que dará lugar a una tremenda historia muy bien desarrollada con realismo y a la vez con los instrumentos que utilizan las ficciones para lograr atrapar al espectador de principio a fin. La empatía con el protagonista y su solitaria lucha es enorme, sufrimos junto a él al punto de desear que no sea cierto lo que vemos por el impacto que logra la trama. En ese aspecto, las elecciones del director resultan muy atinadas. La música es la indicada para generar intriga y suspenso. Lo más destacable es la comprometida interpretación de Ruffalo a quien acompañamos en investigar y meternos de manera profunda en la mugre intoxicada para descubrir la verdad. La humanidad padece de una amnesia histórica, especialmente en EE.UU., puesto que este caso no se encuentra muy alejado en el tiempo y en la realidad político-social de las empresas y la comunidad. Aunque no existen cambios significativos con respecto a la concientización del cambio climático y del impacto natural, ocasionados por intereses económicos de grandes empresas, los cuales pueden provocar muertes y enfermedades terminales. Esta película no nos recuerda esta realidad, en la que para ganar la batalla a poderosos que actúan en silencio, es necesario entregar la vida por la causa, con amenazas y con un entorno que la señala como una misión imposible.
"Solitaria e irreversible decisión" El documental nos muestra varios casos de adolescentes vulnerables aunque sin profundizar en ninguno en particular. Sin embargo, abre el abanico a las tantas variables que esta sociedad, a veces hipócrita y el poder, ocultan a como dé lugar, mientras en paralelo la injusticia cobra mayor relevancia en desmedro de las víctimas. Tiene como objetivo concientizar al espectador con respecto a lo que sufren las niñas-mujeres, haciendo foco en el momento en el que se enteran que van a ser madres, el contexto familiar y la pareja. Niña mamá (2019), es un documental dirigido y escrito por Andrea Testa, transcurre en la intimidad de los consultorios de un hospital público del Conurbano bonaerense, retrata diferentes casos de mujeres jóvenes que transitan o transitaron maternidades en su adolescencia, atravesadas por situaciones de vulnerabilidad, desamparo y violencia ejercida sobre sus cuerpos, tanto por parte de su entorno más cercano como la misma sociedad que las condena. La directora elige el formato blanco y negro para todo el documental, quizás al utilizar la paleta de grises, ubique al espectador sobre ese sector gris, un matiz que existe en la humanidad y mucho más de lo que observamos. Este gris excluye estos casos, quizás por lograr catalogarlos o ubicarlos en algún lugar. La cámara se fija sobre el relato de las protagonistas; guiadas por asistentes sociales y doctoras, conocemos sus historias. La directora nos invita a reflexionar, más allá de la postura tomada con respecto al aborto, a considerar otras realidades y a generar empatía con ellas, lo cual considero que lo logra. Es que no se trata de blancos o de negros, puesto que en la vida, muchas veces, los hechos no están escritos en libros y sobrepasan a las personas. Da la sensación para ciertas mujeres, que deben actuar y tomar una fuerte decisión, desde un lugar que existe de forma paralela a la realidad, tal vez, uno de los lugares más injustos y solitarios. Pero este documental nos dice que, muy lejos de solucionar la problemática de la interrupción del embarazo, los mismos se incrementan, provocando mayores peligros para las mujeres."¿De qué forma podemos ayudar todos, en calidad de ciudadanos, a todas las mujeres que no elijen el aborto, sino que lo deben realizar por diferentes motivos personales y decidir sobre su cuerpo? Cuestiones relacionadas con la familia, escuela, crianza, falta de instrucción, violencia, maltratos, exclusión, entre otras. No sé si alguien tiene la respuesta, pero con certeza, juzgar la decisión de las víctimas, es lo opuesto a buscar una conciliación justa para todos." Calificación: 7/10 Título original: Niña mamá Año: 2019 Duración: 66 min. País: Argentina Dirección: Andrea Testa Guion: Francisco Márquez, Andrea Testa Fotografía: Gustavo Schiaffino (B&W) Reparto: Documentary Productora: Pensar con las Manos Género: Documental
Infinita represión y resistencia. Espero tu (re)vuelta (2019), meritoso documental brasilero escrito y dirigido por Eliza Capai, se aproxima de una manera diferente al eterno dilema sobre la educación pública en Brasil. Es un problema que sobrepasó todo límite impensado y se asemeja a Chile en donde, claramente, el poder del pensamiento de derecha aleja a los adolescentes sin recursos económicos de una formación académica. ¿Qué le sucedería a un hombre blanco, rico y hétero, si un negro pobre y gay, algún día, les quitara el puesto de trabajo o la facultad? Porque no hay nada más poderoso que un pobre con educación. En la última década, las demandas por una mejor educación pública fueron el punto central en las protestas y tomas de escuelas del movimiento estudiantil brasileño. Las voces de los propios estudiantes dan cuenta de esa lucha, así como de los conflictos y complejidades del mismo fenómeno. Es un trabajo técnicamente muy bien ejecutado, relatado desde el punto de vista de los que exigen su derecho a la educación. Logran que nos informemos con respecto a la realidad de una manera violenta, puesto que así viven su situación que fluctúa según el traspaso de años de lucha y diferentes estrategias para llamar la atención de los medios, cuando pareciera que la situación se calmó (vale decir: no hay muertos nuevos o casos de violaciones ni desaparecidos). Además consigue que nos involucramos, sentimos con impunidad, esa violencia que ejerce la policía militar sobre jóvenes que con valentía, gritan su derecho a ser educados. Las imágenes son recopilaciones de grabaciones de celulares o cámaras caseras, que tuvieron la buena suerte de no ser rotos o confiscados: a la policía le urge reprimir y no se percata de estar siendo grabados… Es un documental que pide ayuda y llama a la acción, a luchar con ellos. También entrega testimonios de dirigentes de diferentes organizaciones estudiantiles que nos dejan muy en claro que continuarán luchando y resistiendo, más aún cuando las aguas se calmen, ya que es ese el momento en el que los poderosos están planeando nuevamente cómo excluirlos cuando se hace de noche, en esos lujosos edificios, muy alejados de la realidad que les estorba. Podríamos denominar a este documental como a una infinita guerra entre blancos y negros, entre ricos y pobres, entre estudiantes y la policía militar, entre la educación y la dominación. Brasil siempre padeció esta guerra. Sin embargo, poco se sabe con certeza (como se muestra en este documental) al respecto de la feroz problemática que sufren los estudiantes. Demasiadas coincidencias con Chile por otra parte, de cuya problemática tembién podemos tocar solo de oído, no sólo porque no padecemos en carne propia estas injusticias, sino porque en ambos países, los militares tienen mucho poder, la información a la que se puede acceder es escasa, general y tramposa. La censura de los medios de comunicación es tremenda en estos países y roza lo dictatorial. Es por eso que felicito a los creadores de este documento y, por otro lado, lamento terriblemente su padecer. Decir que empatizamos con los estudiantes considero que es una falta de respeto: esto no es ficción, esto está pasando de verdad y en tal caso, sufrimos con los estudiantes #luchacomounachica es el hashtag que se utilizó para representar el lugar de la mujer en el poder, algo relativamente nuevo para Brasil. Y deberemos utilizarlo en todo el mundo, para solidarizarnos con esta y todas las luchas de los derechos de los seres humanos, cualquiera sea, y donde sea.
Viaje al sur. Un film cuyo nombre auspicia y ofrece más de lo que es. Sin alma ni novedades, esta historia plana, que funcionaría como documental y no como ficción, presume simpleza, realismo y naturalidad, sin embargo, lo logra de manera tibia y sin involucrar al espectador. Familia (2019), dirigida, escrita y protagonizada por Edgardo Castro, relata su viaje a Comodoro Rivadavia para festejar las fiestas de fin de año junto a su familia, compuesta por sus padres y hermana. Sus vidas son muy rutinarias. Todo sucede en la misma casa. A veces menos es más, utilizar el silencio como herramienta, resulta ser una propuesta muy interesante para los que amamos el humilde cine de los hermanos Dardenne, que consiguen estar presentes, sin mostrarse y cada film es una lección, sobre todo en guión y lenguaje simbólico (por ejemplo Le fils, de 2002, aunque recomiendo toda su filmografía). No obstante, no es este el caso. Los diálogos, cada palabra, debería resonar y comunicar con relevancia y sutileza, tampoco lo consigue. Las actuaciones aquí, si bien son naturales, no emocionan, pecan de frialdad y los personajes no logran la empatía del espectador, salvo por el padre Félix Agustín Castro. La intención de relatar una historia sin respetar la estructura dramática habitual es asumir un riesgo y es plausible, pero desde mi humilde punto de vista, en esta película, no funciona, puesto que no existe motivación ni conflicto. Por ciertos tramos, se siente un forcejeo por incluir al espectador con permanentes y desectructurados movimientos de cámara, como si no fuesen suficientes los de las primeras secuencias. En fin, querer abarcar más de lo que se puede logra resultar en un error para ciertos espectadores, quizás acostumbrados a disfrutar films diferentes de directores, si se quiere, más modestos. No se comprende la verdadera motivación de Familia, que debería sugerir y emocionarnos, no todo lo contrario. Se transforma en una experiencia tediosa, esperamos lo que nunca sucede, en el afán de perseguir emoción en una película que no pretende eso, y cuyo objetivo pareciera alimentar el ego de un realizador demasiado pretencioso.
por Laura Pacheco Mora "El día que nunca llega" Basada en una historia real, una terrible tragedia que nos indignará y revelará de manera bastante cercana a lo real, la injusticia ocurrida con un submarino nuclear ruso. Se pondrán en juego la capacidad del ser humano de sobrevivir en situaciones límites y, en este caso, su proceder según las diferentes responsabilidades asignadas. En KURSK (2018), el director danés Thomas Vinterberg nos relata el hundimiento del submarino nuclear ruso K-141 Kursk en el Mar de Barents, que ocurrió el 12 de agosto de 2000 con 118 tripulantes a bordo, en un ejercicio naval que fracasó y provocó un grave e irreversible daño. Mientras veintitrés marineros luchan por sobrevivir debajo del mar, en tierra, sus familias confrontan de manera desesperada, a la burocracia que aleja la posibilidad de salvarlos. El capitán Mikhail Averin (Matthias Schoenaerts) está a cargo en el océano y su esposa Tanya (Léa Seydoux)lo espera en tierra. Nada menos que Max von Sydow para interpretar al militar ruso Vladimir Petrenko. Colin Firth es el aliado británico Commodore David Russell y por otra parte el único partidario ruso en la historia es el Admiral Vyacheslav Grudzinsky, interpretado por Peter Simonischek. Para comprender un poco más el trabajo del controversial director Thomas Vinterberg, su inquietud, impronta y personalidad artística, es importante destacar que es el cofundador del Movimiento Dogma 95 (cuya búsqueda era recuperar la pureza del cine estableciendo estrictas reglas para simplificar la producción de películas) y su consagración fue con Festen o The celebration (1998) que junto a Los idiotas (1998) de Lars von Trier se convirtieron en los mayores exponentes del Dogma 95 -films muy interesantes que recomiendo ver y en lo personal mi preferido es Dancer in the dark (2000), aunque no cumpla de manera estricta con las reglas del movimiento por los recursos utilizados en sus musicales, sin embargo está inspirada en este movimiento -. Dicho esto, cabe destacar que trabajó con el guionista Robert Rodat, para la adaptación de A time to die: the untold story of the Kursk, un libro del periodista Robert Moore. Su estilo detallista y desafiante al dirigir, justifica cada elección tomada para generar un suspenso extremo y permanente. Un excelente manejo de dirección y fotografía; muy bien lograda la sensación fóbica y de ahogo dentro del submarino y el notable contraste cuando observamos el grandilocuente mar, en verdad, respiramos; además de buen uso de la música, la construcción de los personajes nos habla de un gran guionista y los actores que responden de manera atinada al guion y al director. Todo esto, se consigue debido a la química y armonía con el guionista, director y equipo, consiguen transmitir simplicidad y credibilidad en medio de una verdadera catástrofe. Sin lugar a dudas, Vinterberg fue el indicado para dirigir este difícil film por su dramático contenido, logrando captar la esencia del mismo, de cada actor y situación. Aprovecha cada recurso de manera extraordinaria. Luego de su acierto con Festen, no tuvo grandes éxitos taquilleros, no obstante con Kursk demuestra estar a la altura de una gran película y con una producción muy importante, -a diferencia del Dogma- y, además, con corazón, lo cual resulta admirable. Se limita a respetar la historia real, conservando la estructura original del libro, haciendo foco principalmente en las vidas de los que partieron y respetando a sus familiares. Nos involucramos y sentimos lo que sucede al mismo tiempo que los protagonistas, pasamos por distintos estadíos: pánico, desesperación, ansiedad, fobia, ahogo, alivio por escasos momentos, impotencia, tristeza y el inevitable encuentro con la muerte. Las interpretaciones de Matthias Schoenaerts y Léa Seydoux, son remarcables. No obstante las de todo el elenco puesto que logran una empatía especial en el espectador, que se identifica con ambas historias que se relatan en paralelo: una debajo del mar y la otra en tierra. "El estilo del director es atractivo, de una impactante personalidad y seguridad al tratar un tema tan delicado y sensible. Hombres silenciados que esperan ser rescatados mientras luchan por mantenerse con vida, nos brindan una gran lección: no hay peor guerra que luchar contra el egoísmo e individualismo humano, como así mismo el orgullo inhumano de ciertos individuos con poder, representados aquí por militares rusos de alto rango. Una película digna de ver en pantalla grande." Calificación: 8/10 Título original: Kursk Año: 2018 Duración: 117 min. País: Bélgica Dirección: Thomas Vinterberg Guion: Robert Rodat Música: Alexandre Desplat Fotografía: Anthony Dod Mantle Reparto: Matthias Schoenaerts, Léa Seydoux, Colin Firth, Max von Sydow, Michael Nyqvist, Peter Simonischek, Martin Brambach, Guido De Craene, Geoffrey Newland, August Diehl, Matthias Schweighöfer, Fedja Stukan, Miglen Mirtchev, Jehon Gorani Productora: Impacto Coproducción Bélgica-Luxemburgo; Europa Corp / Belga Productions / VIA EST Género: Drama | Basado en hechos reales. Submarinos
Nunca es tarde para hacer justicia. Film basado en un caso real que sucede en uno de los estados más conservadores de los Estados Unidos y, lamentablemente, nos muestra que, en estos tiempos, no aprendieron nada del significado de la palabra justicia. El quijotesco abogado de raza negra Bryan Stevenson es quien se enfrenta a los poderosos que necesitan llenar las cárceles con personas de su misma condición, siendo inocentes y sin pruebas de su culpabilidad. Just mercy (2019) es una biopic inspirada en el libro autobiográfico "Y la justicia igual para todos: un abogado en el infierno de las cárceles estadounidenses (Una historia de justicia y redención)” escrito por Bryan Stevenson (Michael B. Jordan), quien relata su lucha por defender a las personas condenadas injustamente. El abogado relata los casos más emocionantes que ha tratado, incluido el de Walter McMillian (Jamie Foxx) que está en el centro de la película de Destin Daniel Cretton . La dirección de Cretton es buena, resalta de manera permanente los contrastes entre los blancos y los negros, en la vestimenta, casas, coches, modismos, costumbres, etc. Por otra parte también está bien detallada las diferencias entre el abogado y su defendido, siendo ambos de raza negra pero de diferente origen, experiencias, elecciones y postura ante la vida; aunque también sus similitudes como personas, más allá de que rol cumplan para la sociedad, motivo por el cual se genera cierta empatía que conducen a los personajes a conocerse y trabajar por el mismo motivo. Los diálogos son interesantes y fluidos, y las actuaciones son creíbles, se destacan la de sus protagonistas. Un punto débil es el papel de los antagonistas, ya que no tienen la actitud necesaria para confrontar, sin motivos sólidos ni motivación personal. No son fuertes por lo que sentimos como verdaderos antagonistas a la sociedad del pueblo, convirtiéndose ellos en los antagonistas, puesto que tienen más motivos para culpar a inocentes. Parece increíble que aún exista la pena de muerte como condena, y que la decisión sea tomada entre nosotros mismos. La primera vez que me cuestioné este tópico de manera profunda y lo sufrí fue en Bailarina en la oscuridad (2000), en donde Lars von Trier nos presenta de manera cruda y tajante una realidad indignante que existe y tomamos conciencia del asunto. Este film también nos hace reflexionar al respecto, aunque sin la profundidad que merece el asunto ni novedades.
Vuelta al origen En El llamado salvaje (Call fo the wild, 2020), Chris Sanders dirige la adaptación cinematográfica de la novela clásica de Jack London, en donde un perro y su compañero de viaje transitan una alegoría de la vida. John Thornton (Harrison Ford), se une a Buck, el perro protagonista y corazón de la historia, representado mediante la tecnología CGI (Imagen generada por computadora). Un perro cuyo mundo se viene bajo cuando es arrancado de su hogar y trasladado a Canadá para trabajar con un equipo de perros de trineo que entrega el correo. Buck emprende un viaje extraordinario hacia la adultez que lo lleva a descubrir finalmente su lugar en el mundo y a convertirse en un verdadero líder. Tanto Buck como John, se encuentran perdidos en la vida y derrotados, ambos se darán fuerza para aceptar sus raíces y recuperar la fuerza para avanzar. Aunque resulten trillados los films con perros, siempre funcionan y El llamado salvaje no es la excepción: entretiene y emociona. Quizás su punto débil sea la credibilidad del personaje protagonista, debido a que el efecto del CGI no está muy bien logrado y se nota más al interactuar con otros perros. El guion cae en lugares comunes y es un tanto predecible, pero lo interesante de la película radica en plantear al personaje de Harrison Ford como el compañero del perro y no como su dueño. De hecho se reúnen ya avanzada la trama de una película relatada desde el punto de vista del animal. Estas dos elecciones constituyen un gran acierto y aporta a la dinámica del film y a la credibilidad de Buck. De todas maneras, los efectos sobre Buck y su historia, se convierten en detalles, si le abrimos el corazón a la trama y a sus mensajes universales relacionados con la vida y la identificación de todos. Visto de este modo, film es una metáfora de la vida, del camino a recorrer y nos invita a la reflexión.