Jake Gyllenhaal se luce en esta ácida mirada sobre los medio de comunicación a cargo del guionista y director Dan Gilroy. Louis Bloom es un joven bastante pasional en busca de trabajo. Una noche, en medio de un accidente en una autopista, descubre el extraño mundo del periodismo independiente, profesión en la que por las noches un grupo de camarógrafos sale en búsqueda de noticias morbosas que luego venderán por buen dinero a los canales de TV. De esta forma Louis Bloom encontrará su pasión en la vida, pero esta es una pasión que terminará llevando demasiado lejos. Crónica, firme junto al pueblo Disculpe, ¿Señor? Estoy buscando trabajo. De hecho me puse como meta encontrar un trabajo en el que pueda aprender y progresar. ¿Quien soy? Soy alguien que trabaja duro. Me pongo metas altas y dicen que soy persistente. No me engaño a mi mismo, señor. Habiéndome criado en colegios que proponen un movimiento de alta autoestima tan popular, solía esperar que mis necesidades sean consideradas. Pero se que de acuerdo la cultura del trabajo de hoy, ya no interesa la lealtad que sí se podía prometer a las anteriores generaciones. Lo que yo creo, señor, es que cosas buenas suceden a aquellos que trabajan duro. Y que a buenas personas como usted, que están en la cumbre de la montaña, no llegaron allí de casualidad. Mi lemas es: Si quieres ganar la lotería, primero tienes que ganarte el dinero para comprar el boleto. Con ese breve monólogo nos interiorizamos en la vida de Louis Bloom, magistralmente interpretado por Jake Gyllenhaal, un ser despreciable que será nuestra puerta de entrada al mundo de las noticias, y con ellas al mundo de la televisión, su manipulación de la información y su falta de moral. Louis, o Lou para los amigos, es la persona encargada de filmar y distribuir los sucesos que venden. Las noticias que derrochan sangre y que apelan al morbo del público. Lou es, al mismo tiempo, un hombre de negocios. Pero en un comienzo, cuando conocemos a Louis Bloom, no es más que un ladrón de poca monta. El intenta darle un vuelco a su vida y buscar un trabajo honesto, algo que no le resulta para nada fácil. Pero casi de casualidad da con la profesión indicada, en medio de un accidente automovilístico conoce a unos cazadores de noticias independientes que se ganan la vida recorriendo las noches de Los Ángeles buscando sucesos sangrientos para luego venderlos a los canales de televisión. Este es un trabajo que le viene como anillo al dedo a Louis, ya que suele moverse por los recovecos más oscuros de la ciudad sin ningún tipo de problema, y su falta de moral será también algo que lo ayudará a progresar rápidamente en esta profesión. Con la ayuda de un “pasante” (excusa que usa para contratar y no pagar un sueldo) comenzará a dar los primeros pasos en este negocio que, por ese hambre de conseguir la noticia perfecta, lo terminará enfrentando con la ley. Primicia Mortal, o Nightcrawler tal es su altamente superior título original, es un thriller que funciona también como comedia negra. Gilroy nos presenta una ciudad de Los Ángeles tan misteriosa como peligrosa, una ciudad en donde las noticias pueden suceder en cada esquina y en cierta medida así sucede. La mirada del director para con los medios de comunicación es sumamente crítica, y si bien está aquel personaje que vendría a representar la buena moral, nadie en el canal le presta atención. Para Gilroy, quienes trabajan en TV son seres tan despreciables como Louis Bloom, personas que con tal de liderar la franja horaria del rating son capaces de incluir en las noticias matutinas las imágenes más gráficas que puedan imaginar. A lo largo de la película se irán dando situaciones con la que podemos trazar un paralelismo bastante perturbador con la realidad de nuestro país, o cualquier país del mundo para el caso. Situaciones que nos van a incomodar y sacar una risa nerviosa. Nightcrawler, el título original, hace referencia a aquellos insectos que salen a la superficie por las noches para alimentarse, y la caracterización de Gyllenhaal es un fiel reflejo de eso. Solo que su personaje Louis Bloom es el que nos alimenta a todos nosotros. Nos da de comer esa noticias que tanto nos gusta criticar, pero al mismo tiempo consumimos. Con una increíble transformación física de por medio, el actor de El Hombre Duplicado es el dueño de la película de punta a punta, entregando una interpretación tan perfecta como perturbadora. En los papeles de reparto se lucen también los veteranos Bill Paxton y Rene Russo. Pero el gran descubrimiento (por decirlo de alguna manera, ya que se había lucido en The Road to Guantanamo) es Riz Ahmed, el “pasante” de Louis, quien vendría a ser algo así como nuestros ojos en este oscuro cuento sobre el mundo de las noticias. Conclusión Primicia Mortal es, en mi opinión, una película perfecta por donde se la mire. Es la Network del Siglo XXI. Una mirada ácida y crítica a los medios de comunicación y a nosotros mismos, ya que en definitiva la oferta crece tanto como se demanda. Jake Gyllenhaal entrega su mejor interpretación hasta el momento, en este más que promisorio debut tras las cámaras del guionista Dan Gilroy. Inquietante, oscura y maliciosamente divertida, una de las mejores películas del año.
La primera parte de Los Juegos del Hambre: Sinsajo resulta, por momentos, un tedioso avance de lo que vendrá. Las cosas no terminaron bien en el Tercer Vasallaje de los 25. Katniss, quien fue salvada por los rebeldes, es llevada al Distrito 13 mientras que Peeta fue capturado y llevado al Capitolio. Al llegar al distrito que se creía desaparecido desde hace años Katniss conoce a su Presidenta Alma Coin, quien lidera junto a algunos viejos conocidos la revolución contra el Presidente Snow. Coin le prepone a Katniss ser la cara visible de esta revolución para continuar inspirando a los habitantes de Panem a unirse a la lucha, a lo Katniss aceptará con una condición: rescatar a Peeta. La revolución será televisada Habiendo leído los libros con antelación, al momento que Lionsgate anunció que la última entrega de Los Juegos del Hambre estaría dividida en dos partes supe que estábamos en problemas. Y si bien el resultado final continúa reafirmando que la historia de Katniss Everdeen es de lo mejor que se puede encontrar en lo que adaptaciones destinadas a jóvenes adultos respecta, Sinsajo: Parte 1 es algo así como un pequeño traspié en, de otra manera, una más que interesante saga. No hay forma de justificar una decisión de dividir en dos partes al último libro de Los Juegos del Hambre, más allá de que fue realizada solo con fines económicos y no artísticos. Sin dudas esta es una mala movida por parte de los productores, ya que casi se las arreglan para arruinar una saga que venía arrasando en taquilla y ganándose tanto al público como a críticos por igual. La película difícilmente vaya a resultar un fracaso y, por más que así lo fuera, la Parte 2 ya está asegurada. Pero a diferencia de las dos entregas anteriores, que si bien daban el pie a una secuela las historias concluían de la mejor manera, Sinsajo: Parte 1 se las arregla para estancar su trama y avanzar con el freno de mano puesto, para acabar dándonos solo un vistazo de lo que vendrá y lo que en definitiva importa. A pesar de durar unos veinte minutos menos que los anteriores films de la saga, esta primera entrega de Sinsajo se arrastra durante una buena parte de su metraje y se hace pesada. La película está plagada de escenas redundantes, que no llevan hacia ningún lado o que poco hacen para avanzar el relato, y casi todas ellas son las centradas en la relación entre el trío protagónico: Katniss, Peeta y Gale. Si bien se mantiene fiel al libro -más allá de algunas pequeñas libertades, como la presencia de Effie Trinket- se siente más como una transcripción casi al pie de la letra de la novela en lugar de una adaptación, y siendo otros los tiempos que se manejan en la literatura el traspaso de papel a imagen se siente. Como ya se dijo previamente y hasta se adelantó en el avance, acá Los Juegos del Hambre hacen su presencia solo en el título ya que la trama está centrada en los vaivenes políticos y la inminente revolución que se asoma sobre Panem. Francis Lawrence dota al relato de una buena cuota de cinismo e ironía para terminar mostrándonos una revolución que se construye como si fuera programa de televisión o hasta un hecho mediático. Incluso una escena en particular recuerda mucho a la que involucra a una joven Kirsten Dunst en la sátira política Mentiras que Matan (Wag the Dog, 1997), en la que los personajes de Robert De Niro y Dustin Hoffman crean una falsa guerra en un estudio de Hollywood para distraer al mundo de otros hechos que verdaderamente importan. Sin dudas son esos los mejores momentos de Sinsajo: Parte 1 y los que demuestran que si bien la saga nació apuntando un público juvenil, no se conformó con ser solo eso. La película completa le pertenece a Jennifer Lawrence quien en mi opinión hace su mejor trabajo dentro de la saga hasta ahora. Es aquí cuando la vemos a Katniss quizás en su momento más vulnerable, a pesar de no estar corriendo para salvar su vida como en los anteriores films. Su conflictos -internos y externos- para con la revolución que le toca liderar (o por lo menos ser la cara visible) están muy bien trabajados y son los que en definitiva mantienen el relato a flote. Lo de Philip Seymour Hoffman tampoco tiene desperdicio alguno y debemos destacar tambien el buen desempeño de Josh Hutcherson. El resto del elenco cumple como es debido aunque no me terminó de convencer el trabajo de Julianne Moore, quien está lejos de sentirse como la líder de la resistencia del Distrito 13. Conclusión Los Juegos del Hambre: Sinsajo – Parte 1 nunca logra encontrar su mejor nivel y carece de la la fluidez que tenían sus antecesoras. A pesar de algunos intensos momentos de acción y otros dignos de una buena sátira política, la película se estanca en escenas que no suman. Jennifer Lawrence vuelve a destacarse dentro de un elenco que hace todo bien, pero que al fin y al cabo son arrastrados por un film que avanza con el freno de mano puesto. Pero si los últimos minutos de película son indicador de algo, es de que se guardaron lo mejor para el final.
Con dirección de Ezio Massa y guión de Sebastian Tabany nos llega 2/11: Día de los Muertos, una nueva propuesta de género nacional. El pasado sábado 2 de Noviembre tuvo su estreno en el Buenos Aires Rojo Sangre el nuevo film del director Ezio Massa (nunca me voy a cansar de recomendar su película Cacería). Debido a los talentos involucrados tanto delante como detrás de cámara y sumado a una historia que, en los papeles, prometía ser atrapante, mis expectativas estaban por las nubes. Quizás esto también se deba al gran momento artístico que está viviendo el cine de género nacional. Películas como La Memoria del Muerto, Diablo, Malditos Sean!, Hermanos de Sangre o la próxima a estrenarse La Corporación, solo por nombrar algunas, fueron gratas sorpresas y comenzaron a construir los cimientos para que futuros directores puedan explorar con mayor facilidad géneros que no suelen producirse en Argentina. Protagonizada por Juan Gil Navarro, Agustina Lecouna, Nicolás Alberti y Carlos Kaspar el film cuenta la historia de Santiago, un policía de un pequeño pueblo, quien debe resolver un extraño crimen en el que está involucrado su hermano Elias. Este apareció desnudo y cubierto de sangre en medio de la ruta y los amigos con los que viajaba están desaparecidos, y todo parece indicar que una vieja leyenda del pueblo se está transformando en realidad. 2/11: Día de los Muertos tiene unos primeros minutos atrapantes. A la secuencia en que Elias corre desnudo y cubierto de sangre por el bosque se le suma otra en donde un extraño hombre cuenta a unos niños esta leyenda urbana que cobrará vida durante el film. Esta escena recuerda mucho a los primeros minutos de La Niebla, de John Carpenter, y de manera acertada nos deja planteado el misterio que quedará latente durante todo el relato. A pesar de contar con buenas actuaciones y una interesante factura técnica, el film se ve severamente dañado por su montaje. Sinceramente no sé si la versión que se vio en el Rojo Sangre era un “trabajo en proceso” que se montó a las apuradas para poder coincidir la fecha de estreno (2 de Noviembre) con la fecha a la que hace mención el título, o si esta es la versión final. La historia por momentos se vuelve confusa, algunas escenas parecen innecesariamente largas y hasta por momentos a la edición misma se la nota poco trabajada, con algunos cortes extraños por aquí y por allá. Aunque esto puede llegar a estar atribuido a la proyección, era imposible identificar lo que estaba ocurriendo en ciertas escenas nocturnas debido a lo oscuro de la imagen. El guión hace un buen trabajo manejando el misterio de la desaparición de Elias. La historia se va develando de a poco y hace merito suficiente para mantenernos enganchados durante gran parte del metraje… hasta que llega el final. Aunque desde el guión la idea de Massa y Tabany es por demás de interesante, la ejecución falla en los últimos minutos. Es realmente muy difícil hablar de los problemas en la conclusión sin arruinarles un giro fundamente de la película, por lo cual tan solo me limitaré a decir: no siempre menos es más. Spielberg y Ridley Scott se pudieron dar ciertos lujos en Tiburón o Alien porque supieron cómo tratar y mostrar la amenaza sin necesidad de mostrarla. Aquí me dio la sensación de que no se la trató correctamente durante la película como para poder lograr el efecto buscado, por ende el final se termina sintiendo abrupto y, sobre todo, con sabor a poco. Conclusión 2/11: Día de los Muertos está lejos de ser la película que esperaba, pero eso no significa que sea un mal film. Quizás un trabajo más fino en el montaje pueda solucionar muchos de los problemas que lo aquejan. Pero por lo menos la versión que se vio en el festival (honestamente desconozco si existirá otra en el futuro) la deja un poco relegada con respecto a otras propuestas nacionales del género que se vieron últimamente.
El director sueco Ruben Östlund pone al ser humano bajo la lupa en este genial film que retrata las consecuencias de un acto egoísta, pero al mismo tiempo tan primitivo como natural. Una familia pasa las vacaciones de invierno en los Alpes. El sol brilla y las pistas están magníficas, pero cuando almuerzan en un restaurante, se produce una avalancha. Los clientes del restaurante se asustan, Ebba, la madre, llama a su esposo Tomas para que le ayude e intenta salvar a sus hijos, pero Tomas escapó para salvar su vida. La avalancha se detiene delante del restaurante, sin ocasionar daños, y sin embargo el universo familiar se rompió. Ahora Tomas buscará recuperar su lugar en la familia, el de padre protector, el mismo que su esposa, hijos y la sociedad esperan que cumpla. Fuerzas de la naturaleza Como reaccionamos ante el miedo y como suponemos que debemos reaccionar ante el miedo son, a veces, dos acciones completamente distintas y hasta opuestas. Cuando la familia está en peligro, se espera que la reacción de un padre sea heroica y desinteresada ¿Pero que pasa si no resulta así? Y para hacer las cosas peor ¿Que sucede cuando no se reaccionó de la forma esperada y la amenaza rápidamente se desvanece? Tomas es un padre que se encuentra en esa difícil posición: La de haber abandonado a su familia cuando avanzaba una inminente catástrofe que, finalmente, nunca sucedió. Lo que Force Majeure hace -y logra de punta a punta- es explorar las consecuencias de este acto de la naturaleza humana y su impacto en las vidas del resto de la familia. La película está dividida en cinco días que emulan al cronograma vacacional de Tomas, Ebba y sus hijos. Durante el primer día Östlund nos muestra como será la rutina que se mantendrá por cuatro días más, pero durante la segunda jornada es cuando sucede el desastre. Mientras la familia almuerza en un mirador una gran avalancha comienza a acercarse, Tomas cree que está programada y controlada por la gente del centro de sky, pero rápidamente se dará cuenta que no es así. Con el imponente avance de la nieve Tomas agarra su teléfono y corre, mientras que Ebba cubre a sus hijos con un abrazo protector. La amenaza se evapora y abre paso a la incomodidad que nos acompañará por el resto del relato. Tomas no solo deberá lidiar con la nueva visión que su familia tiene de él, deberá lidiar con sus propias falsas expectativas tambien. Durante los últimos tres días de vacaciones las cosas difícilmente vuelvan a estar como en un principio. La rutina está completamente alterada. Ese acuerdo tácito en donde cada miembro de la familia cumple un rol específico fue destruido. El padre ya no es el ser protector que todo esperaban. Su mujer Ebba se larga a esquiar por su cuenta mientras que sus hijos comienzan a comportarse de manera rebelde contra sus padres, como si esa figura que impone autoridad ya no funciona como tal. Östlund lleva adelante el relato con buen ritmo. La película nunca aburre e incluso, una vez finalizada, funciona de manera reciclada y puede permanecer en nuestra cabeza por horas y hasta días. El director se apoya fuertemente en los silencios, juegos de miradas o indirectas, armando situaciones que incomodan al espectador y por momentos lo hacen inspeccionar su propia vida y hasta llegar a preguntarse ¿como reaccionaríamos nosotros en esa situación? Tampoco faltará lugar para la risa, aunque estas no llegan justamente por situaciones cómicas que se irán dando, sino más bien que es una risa de incomodidad, en la que nos vemos reflejados como seres humanos. Conclusión Force Majeure es una de las cintas que mejor retratan la naturaleza y condición humana. Es un film con el que todos nos podremos relacionar de cierta forma y que nos obliga a echar una mirada sobre nuestras propias vidas. Con un buen ritmo narrativo, Östlund crea situaciones que logran provocarnos risas o hasta vergüenza, y podemos pasar de un extremo a otro en cuestión de segundos. Y cuando una película logra generar sentimientos como estos, no caben dudas que estamos frente algo especial, y Force Majeure es algo especial.
Una digna continuación que llega unos cuantos años tarde. La vida de Lloyd y Harry no se aleja demasiado de la última vez que los vimos hace ya 20 años. Pero en un giro del destino, las cosas comenzarán a cambiar cuando Harry necesita un trasplante de riñón y la única persona capaz de ayudarlo es una hija perdida, de quien recién escucha hablar. Con la ayuda de Lloyd saldrán nuevamente a la ruta para encontrarla, pero una vez más se verán envueltos en un plan criminal. Que veinte años no es nada Veinte años necesitaron pasar para que por fin tuviéramos una secuela de Tonto y Retonto (hagamos de cuenta que la precuela Tonto, Tontos y Retontos nunca sucedió). Siendo un chico de la década de los 80, tenía tan solo 10 años cuando se estrenó la película original y debo decir que no necesitaron pasar muchos minutos para darme cuenta que aquella sería mi película favorita por un largo rato. Luego crecí, me abrí a otro tipo de cine y nuevas películas favoritas fueron apareciendo, pero siempre guardé Tonto y Retonto en un lugar especial de mi corazón y es al día de hoy que si la encuentro por la TV la dejo y la miro con una sonrisa de oreja a oreja. Pero más allá de mi fanatismo por la primera entrega, siempre estuve abierto a la posibilidad de una secuela. Lamentablemente, Jim Carrey no pensaba lo mismo. A los pocos años de estrenada la película, la carrera de Carrey dio un vuelvo hacia el drama (interesante giro, debo agregar) y durante mucho tiempo se negó a aparecer en la continuación. Los últimos años no fueron muy buenos para la carrera de Carrey, quien empezó a ver con otros ojos la posibilidad de repetir su papel de Lloyd Christmas una vez más. Los hermanos Peter y Bobby Farrelly también están lejos de disfrutar del éxito y de lo que su apellido significaba para la comedia en los años noventa, así que rápidamente llamaron a Jeff Daniels (quien estaba en el pico de su carrera habiéndose llevado un Emmy a Mejor Actor por The Newsroom y dejando atrás a gente como Kevin Spacey y Bryan “Heisenberg” Cranston) y pusieron manos a la obra. Tonto y Retonto 2 es una película que apela en gran medida a la nostalgia que nos generó la primea. Incluso ambas historias tienen muchos (quizás hasta demasiados) puntos en común. Aquí Lloyd y Harry una vez más se ven involucrados en una trama policial la cual ignoran completamente, salen de viaje por las rutas de Estados Unidos en búsqueda de un personaje con el cual se da un juego de intereses entre los protagonistas, otro personaje se suma al viaje con intención de asesinarlos y hasta la resolución es muy parecida. A esto también debemos sumarle una gran cantidad de guiños al film original, la aparición de viejos personajes y otros que solo conocíamos por nombre y muchos chistes repetidos, pero modificados. Básicamente, Tonto y Retonto 2 es una reformulación, en todo sentido, de la primer película. Si bien el último párrafo puede hacer que muchos hayan terminado de confirmar sus sospechas, la realidad es que cuando Carrey, Daniels y los Farrelly están inspirado Tonto y Retonto 2 funciona de lo más bien, más allá de una sensación de que “eso ya lo vimos” nos acompaña en casi todo momento. Sí, muchos de los chistes ya los conocemos y sí, los chistes que se vieron en el trailer pueden no ser brillantes, pero por suerte se reservaron lo mejor para la película y no lo arruinaron en el avance. Ojo, esto no significa que todos los momentos cómicos que restan valgan oro. La película tiene sus altibajos a nivel historia y a nivel comedia. Como ya dije previamente la trama es muy similar y en todo momento sabemos hacia que lado está yendo, por lo que no guarda demasiadas sorpresas. Y en cuanto a la comedia, la cinta tiene demasiados baches en los que podemos pasar varios minutos sin emitir una risa, pero no se preocupen, las carcajadas siempre vuelven. A pesar de haber encarnado a estos personajes hace veinte años, Carrey y Daniels vuelven a interpretarlos con la misma frescura. El paso de los años es evidente en ambos, pero el talento permanece intacto. En el elenco secundario se destaca Rob Riggle (Comando Especial), quien continúa robándose escenas película tras película. También hay apariciones de Laurie Holden (The Walking Dead), Kathleen Turner (Cuerpos Ardientes) y Rachel Melvin con una simpática actuación como la supuesta hija de Harry. Conclusión Tonto y Retonto 2 queda muy lejos de su antecesora y pareciera tener miedo a intentar algo nuevo. Al parecer el pensamiento de sus actores y directores fue ¿para que arreglar lo que no está roto?. Pero lejos de terminar siendo un completo desastre la película tiene sus buenos momentos, y cuando apela a la nostalgia que nos genera la primera es cuando mejor funciona.
Santiago Segura está de regreso con Torrente 5: Operación Eurovegas, una secuela acorde al resto de la saga. Es el año 2018 y Torrente recién sale de la cárcel. España todavía intenta superar la crisis y una sociedad fracturada lleva al ex-policía madrileño a buscar respuestas en su interior, y para ello decide convertirse en un criminal. A través de un contacto que hizo durante su estadía en prisión, logra localizar a quien se ocupó de supervisar la seguridad del principal casino y hotel de Eurovegas, John Marshall. Juntos planean el robo perfecto que solo podrán concretar una vez que Torrente reclute y organice una banda de criminales especializados. Nos hacemos una pajillas? En 1998 el actor, guionista y director español Santiago Segura nos presentaba a José Luis Torrente, un policía incompetente, racista, misógino y cuantos adjetivos negativos más se les ocurra agregar. Hincha a muerte del Atlético de Madrid y fanático del cantautor El Fary, el personaje hizo su aparición en el film homónimo bajo el subtitulo El Brazo Tonto de la Ley. Dieciséis años después y con un enorme éxito a sus espaldas nos llega la cuarta secuela, esta vez subtitulada Operación Eurovegas. Esta nueva aventura encuentra a Torrente recién salido de la cárcel y teniendo que reinsertarse en la sociedad, que está lejos de ser la misma que cuando entró. España está recién saliendo de la crisis "gracias" a algunas concesiones, una de ellas es la creación de Eurovegas, un gigantesco complejo con hotel y casino fiel al estilo norteamericano. Sin poder encontrar su lugar, nuestro anti-heroe favorito deberá moverse por fuera de la ley, y con la ayuda de un simpático grupo de criminales fiel al estilo de la saga, darán un golpe millonario. El objetivo de las películas de Torrente es uno solo y siempre el mismo: divertir. Y Santiago Segura ya se ocupo de aclarar este punto en reiteradas ocasiones. En el medio podrá haber un discurso político y social (algo más marcado en las últimas dos entregas por obvias razones), pero nunca se buscó que estas lecturas le quiten protagonismo al humor. Si bien algunos de los chistes van por el lado de la crisis española, Segura se ocupa de darnos un mínimo trasfondo de la situación como para que los espectadores que no estén al tanto tambien se sientan incluidos. Y quienes esperan encontrarse con bromas escatológicas y de mal gusto, que al fin y al cabo son el plato fuerte de la saga, tampoco saldrán defraudados. Si bien todas las secuelas de Torrente mantienen un nivel aceptable ninguna se acercó a la original, y Operación Eurovegas no es la excepción. Por momentos brillante y por momentos indiferente, los chistes son un continuo prueba y error. La historia, al igual que sucede en todas las secuelas, es bastante genérica y pareciera existir simplemente como contención de los chistes y para darle una coherencia narrativa a la seguidilla de sketches con la que se despacha Segura. Quizás lo más llamativo de la película es la presencia de Alec Baldwin, quien con un español bastante pobre y por momentos inentendible resulta una divertirla y al mismo tiempo bizarra adhesión al ya bizarro grupo de personajes que suele reunir el actor y director madrileño. Conclusión Torrente 5: Operación Eurovegas es más de lo mismo. Pero ¿es eso algo malo? La respuesta depende de cada uno. Por lo menos en mi caso en particular, prefiero vivir en un mundo donde existen las películas Torrente, en lugar de un mundo sin ellas ¡Que se venga la sexta parte que la estaré esperando!
Richard Linklater vuelve a ratificar que es el director más innovador y arriesgado de Hollywood Filmada con el mismo elenco a través de 12 años, Boyhood nos muestra como es crecer a través de los ojos de Mason (Ellar Coltrane). Momentos buenos, momentos malos, cumpleaños, divorcios, campamentos, noviazgos, todo contado con un fantástico soundtrack como esos que solo Linklater puede ofrecernos. El Mundo según Mason Uno solo puede envidiar la carrera que construyó Richard Linklater a lo largo de los años. Más allá de nuestro gusto como espectadores, el director oriundo de Huston, Texas ha sabido moverse con plena facilidad entre el cine independiente y los encargos para grandes estudios. Innovador y visionario como pocos en la industria, Linklater no le teme al uso de nuevas técnicas narrativas, algo que queda bien claro en realizaciones rotoscópicas como A Scanner Darkly o Waking Life. Con Tape supo como adaptar obras de teatro de una sola locación. Con Dazed and Confused filmó la película definitiva sobre "fumones". Mezcló ficción con documental en cintas como Fast Food Nation y Bernie. Con solo tres momentos específicos nos mostró la evolución de una pareja en la trilogía compuesta por Antes del Amanecer, Antes del Atardecer y Antes de la Medianoche. Con Slacker hizo la película más brillante sobre nada. E incluso cuando Hollywood lo necesitó, entregó una joyita como fue Escuela de Rock. Todo esto nos termina llevando a Boyhood, una película que solo alguien como Richard Linklater podría haber filmado. Gente como François Truffaut con la saga de Antoine Doinel y Michael Apted con la saga documental que comenzó con 7 Up, ya habían explorado de manera progresiva el paso de la niñez a la adolescencia, y posteriormente a la adultez. Pero lo que Truffaut hizo a lo largo de veinte años y siete apariciones, y Apted, comenzando en 1964 y a lo largo ocho documentales filmados con intervalos de siete años (ya va por 56 Up), Linklater lo hizo en doce y, lo que es más impresionante, en un único relato. Es por eso que cuando uno habla de Boyhood hay que remarcar tanto la proeza narrativa como la técnica. Es imposible ignorar que Linklater logró reunir durante unas par de semanas al año y a lo largo de doce años al mismo grupo de actores. Que encontró, con gran visión a futuro, al joven Ellar Coltrane, un actor que vemos crecer frente a nuestros propios ojos. Que apostó por una película, que por esas cosas del destino, podría haber quedado en la nada en cualquier momento. Que intentó y logró hacer algo diferente. Esos logros técnicos y de producción merecen ser tenidos en cuenta porque denotan el amor y la pasión que hay detrás de este proyecto y su relato. Pero todo este épico cuento nunca se podría haber llevado acabo sin el guión adecuado. A pesar de su ambiciosa idea de producción, Linklater decidió contar una historia muy intima. Somos espectadores privilegiados en la vida de un niño que se transforma en adolescente. Y si bien la película no cuenta con una trama propiamente dicha y se extiende a lo largo de 12 años, el guión de Linklater logra que el film nos mantenga interesados en todo momento. Esto se debe a que estamos constantemente pendientes de Mason . Con toda la película vista a traces de sus ojos, es casi inevitable que terminemos creando una relación casi fraternal con él. Mason está encarnado por el casi debutante (técnicamente cuando se empezó a filmar la película todavía lo era) Ellar Coltrane. La constancia en la actuación que muestra a lo largo del paso de los años es notable y no caben dudas de que le espera un futuro brillante. Ethan Hawke hace un buen trabajo como su simpático y verborrágico padre, aunque su papel me recordó bastante al de la trilogía de Antes del Amanecer. Muchos buenos actores se lucen en pequeños papeles de gente que va pasando por la vida de Mason a través del tiempo, pero quien me resultó una verdadera sorpresa es Patricia Arquette como la madre. No resultaría extraño verla nominada como Mejor Actriz de Reparto cuando comience la temporada de premios dentro de algunos meses. Conclusión Boyhood es una película destinada a ocupar un lugar privilegiado en la historia del cine por su ambición, su audacia y su originalidad. Todo esto se combina con un inteligente guión de Linklater, quien logra captar y nunca soltar nuestro interés a lo largo de 165 minutos con una historia tan íntima y que se extiende tanto en el tiempo como es el paso de la niñez a la adolescencia, un logro que tampoco debe pasar desapercibido.
Aun cayendo en todos los clichés del género, El Justiciero es una digna cinta de acción que se sostiene sobre los hombros de Denzel Washington. Robert "Bob" McCall cree haber dejado atrás su misterioso pasado y ahora lleva una tranquila y solitaria vida. Dedica su tiempo a trabajar y leer libros en un restaurante donde termina conociendo a Teri, una joven prostituta que trabaja para unos violentos gangsters rusos. Ambos entablan una pequeña amistad, pero para cuando Teri aparece salvajemente golpeada McCall sale de su retiro para enfrentar a quienes hicieron esto y llevarlo hasta las últimas consecuencias. Me llama usted, entonces voy, El Justiciero es quien yo soy Trece años después de Día de Entrenamiento el director Antoine Fuqua y Denzel Washington vuelven a reunirse para El Justiciero -o The Equalizer en su idioma original- remake de la clásica serie del año 1985 en donde un ex agente de inteligencia devenido a detective privado llamado Robert McCall (interpretado por Edward Woodward) se dedicaba a resolver los problemas de la gente que decidía contratarlo. Si bien esta nueva versión fue anunciada como una remake, la realidad es que tranquilamente podrían haberla llamado The Equalizer: Origins o The Equalizer Begins, ya que el film se centra en como McCall acaba convirtiéndose en una suerte de nuevo integrante de Los Simuladores, aunque más sádico y yendo siempre directo al grano, sin "simulaciones" de por medio. El Justiciero es una de esas películas que difícilmente hubiera funcionado con otro actor que no fuera Denzel Washington en el papel principal. El interprete de El Vuelo y Hombre en Llamas resulta una extraña aunque acertada elección para encarnar a este personaje que si hubiera caído en manos de alguien como Jason Statham, o hoy por hoy hasta Liam Neeson, probablemente hubiera hecho que la película pase desapercibida como una más en la larga lista de cintas sobre "gente aparentemente común, con un pasado oscuro y talento para matar". Lo que Washington le aporta a El Justiciero es complejidad y sentimiento, y le agrega una importante cuota de credibilidad a una película que la va perdiendo poco a poco con el correr de los minutos. Solitario, nostálgico, noble, obsesivo compulsivo, letal. Todas esas cualidades se condensan dentro de un solo personaje y son suficiente para mantener nuestra atención y llegan al rescate de un mediocre guión escrito por Richard Wenk (Los Indestructibles 2, El Mecánico) que se apoya en todos y cada uno de los convencionalismos del género de acción para hacer avanzar la historia. Chloë Grace Moretz (Carrie) crea también un interesante personaje que si bien es el detonante de la historia, de un momento a otro desaparece completamente de la trama. Una verdadera lástima, ya que la joven prostituta interpretada por Moretz es una niña obligada a hacerse mujer y tenía mucho potencial, pero a pesar de eso termina quedando desaprovechada. El director Antoine Fuqua es un viejo conocido dentro del género. Aquí demuestra una vez más su buen ojo para dirigir escenas de acción, pero falla a la hora de sorprendernos con un producto algo novedoso. Todo lo que El Justiciero tiene para ofrecer ya se ha visto, de mejor y de peor manera. También hay que remarcar que quienes gusten de ver una película violenta y gráfica (debo admitir que yo estaba de humor para eso cuando la vi) no deberían salir decepcionados, por lo menos en ese sentido. Conclusión El Justiciero es una película que rememora aquellas oscuras cintas sobre "vilgilantes" de los años setenta y ochenta, como la saga de El Vengador Anónimo. Y aunque como homenaje funciona de lo más bien, falla a la hora de entregarle algo nuevo -o por lo menos trabajado distinto- al espectador más allá de sus escenas de acción bien filmadas. Finalmente es el papel interpretado por Denzel Washington lo que mantiene viva a la película ya que logra encontrar un balance perfecto entre lo normal y lo amenazante, y eso lo hace muy divertido de ver.
Woody Allen regresa con Magia a la Luz de la Luna, una comedia liviana y de brillante ejecución. Stanley Crawford (Colin Firth) es un ilusionista conocido artísticamente como Wei Ling Soo. Egocéntrico, cascarrabias y arrogante, dedica su tiempo a desenmascarar fraudes perpetuados por supuestas mediums. Es por eso que un amigo lo contacta para viajar al sur de Francia e investigar a una joven llamada Sophie Baker (Emma Stone) quien dice poder adivinar el pasado de las personas y comunicarse con sus seres queridos en el más allá. It´s a kind of magic Magia a la Luz de la Luna es la película número 44 en la extensa y envidiable filmografía de Woody Allen. Habiendo comenzado a filmar en seguidilla y casi sin parates desde el año 1966, se siente lógico que esta comedia romántica protagonizada por Colin Firth y Emma Stone llegue en este determinado momento de su carrera. Algunos podrán decir que el guionista y director neoyorquino se repite a si mismo desde hace años. Otros dirán que, como todo autor, indaga una y otra vez sobre los temas que lo inquietan. Lo cierto es que con esta película Allen vuelve plasmar su particular visión del mundo, aunque esta vez se siente como la obra de una persona que está llegando a los 80 años y logró sacar sus propias conclusiones de la vida. Magia a la Luz de la Luna resulta como una suerte de acompañamiento espiritual de su exitosa Medianoche en París. Ambas transcurren a comienzos del siglo (o por lo menos una gran parte de Medianoche...) en Francia y ambas tratan sobre amores imposibles. Mientras que en la película protagonizada por Owen Wilson la gran imposibilidad para el romance con Marion Cotillard era el tiempo, aquí lo que divide a los intérpretes son sus mismas filosofías de vida. Obviamente la magia a la que hace referencia el título también juega un papel primordial en este film, pero puede no llegar a ser como lo imaginamos. Como suele ocurrir en casi todas las comedias dirigidas pero que no protagoniza por Woody Allen , siempre hay un actor que se pone en la piel de ese neurótico personaje "allenezco". Muchos hicieron un gran trabajo (como Jason Biggs en Anything Else o Larry David en Whatever Works) y otros no lograron captar su sentido del humor (como un desdibujado Kenneth Branagh en Celebrity). Aquí Colin Firth se luce como Stanley Crawford, con una divertida interpretación que saca a relucir su gran timing para la comedia y logra conquistarnos a pesar de interpretar a un personaje sumamente arrogante y egocéntrico. Al mismo tiempo Emma Stone le aporta todo su encanto a la pitonisa Sophie Baker, aunque no es nada muy alejado de los roles en la que la solemos ver. También debemos destacar que si Magia a la Luz de la Luna funciona, es en gran medida gracias a como se ve en pantalla. El vestuario, los escenarios y los paisajes naturales están hermosamente iluminados por Darius Khondji, director de fotografía nominado al Oscar por Evita quien tambien trabajó con David Fincher. El film resulta una verdadera delicia para nuestros ojos y se ubica fácilmente como uno de los trabajos más pintorescos de Allen. Conclusión Magia a la Luz de la Luna no será una de las comedias más recordadas de la carrera de Woody Allen, pero es una película que, aunque sin grandes pretensiones o aspiraciones, logra sobresalir en todos y cada uno de sus aspectos. Colin Firth y Emma Stone forman una adorable pareja de opuestos que se atraen y ayudan a darle vida a un guión que propone apartar a un lado racionalidad y dejar entrar algo de magia a nuestras vidas.
¿Quien fue Aníbal Troilo? ¿Que influencia tuvo en el tango y en nuestra música en general? ¿Que lugar ocupa en la historia? El documental dirigido por Martín Turnes se encargará de responder todas estas preguntas a través un recorrido por su música y los alcances en la actualidad. Javier Cohen, músico y profesor de la Escuela de Música Popular de Avellaneda, se encuentra digitalizando los 489 arreglos originales conservados hasta la actualidad. El documental se anclará en este presente de recuperación de las partituras, y a través de entrevistas a músicos contemporáneos y de la actualidad de diferentes géneros, se analizará su obra toda. El bandoneón mayor de Buenos Aires PichucoAníbal Troilo es quizás uno de los nombres más reconocibles en el mundo del tango. Bandoneonista, compositor y director de orquesta, Pichuco tuvo una brillante y prolífica carrera que se extendió a lo largo de varias décadas y al mismo tiempo ayudó a lanzar una gran cantidad de prestigiosos músicos. El director Martín Turnes, a través de entrevistas y algunas imágenes de archivo, reconstruye su vida en este documental que más que una película biográfica se siente como una celebración de su vida. El último 11 de julio se cumplieron 100 años del nacimiento de Troilo, pero a pesar de haber dejando nuestro mundo en 1975 su música sigue tan vigente como siempre. Esto queda bien claro con el descubrimiento y posterior digitalización de los 489 arreglos y partituras del bandoneonista a cargo de Javier Cohen. Este suceso sirve como gancho para recorrer lugares, conocer personajes y escuchar canciones, todo siempre relacionado con Pichuco, obviamente. Reconozco no ser un gran conocedor del tango ni de la vida de Troilo (hasta gracias al documental descubrí que vivo a dos cuadras de su vieja casa y nunca lo supe). Pero incluso para una persona como yo, que llegó a Pichuco sin tener ningún tipo de conocimiento sobre el tema, resulta bastante difícil no contagiarse de esa pasión y ese amor con el que hablan de él los entrevistados. Esto también habla de que estamos ante la presencia de un documental bien contado, que le escapa a los lugares comunes y que hace todas las preguntas correctas. Y de la mano de un original y ágil trabajo de montaje, Turnes logra darle un interesante giro a un tema tan tradicional en nuestro país como lo es el tango. Conclusión Pichuco es una buena forma de acercarse a un tema y conocer al legado de un virtuoso de nuestra música con el que quizás no todos estamos familiarizados a pesar de lo reconocido de su nombre. Oportunamente, el documental le escapa a los lugares comunes y a la controversia, y se centra solo en el hombre, su historia y su música. ¿Querés saber donde y cuando podes ver Pichuco? Entonces entrá ACÁ.