Escrito y dirigido por Oscar Mazú, El problema con los muertos es que son impuntuales resulta un documental atípico cargado de humor negro. Con la muerte en los talones El propio Oscar Mazú vivió una experiencia cercana a la muerte. Luego de sufrir un infarto del cual nunca se enteró, se ve obligado a someterse a una difícil operación donde corre riesgo su vida. Este es el punto de partida de El problema con los muertos es que son impuntuales, un documental que, con mucho humor negro, reflexiona sobre la muerte y sus ritos de la mano de Ricardo Péculo, uno de los tanatólogos mas importantes del país. Comedia= Tragedia + Tiempo Las luces se apagan. El proyector se enciende. La película comienza. Una de las primeras cosas que vemos en pantalla son algunos epígrafes, que sirven como una especie de introducción al tema que se va a tratar durante los próximos 80 minutos. Uno de ellos dice: “A todos nos persigue un ataúd desde que nacemos. Lo importante es que no nos preocupe”, firmado por Oscar Mazú. Podríamos discutir largo y tendido si comenzar un documental con una frase dicha por el propio director es algo pedante o no, pero lo cierto es que no está mal. El problema con los muertos es que son impuntuales nace de una difícil experiencia personal de Mazú y es justo que el relato se apegue a ello. Los documentales que parten de experiencias o hechos tan personales (como la muerte en este caso) suelen resultar un tanto difíciles. Esto se debe mayormente a que no siempre logran traspasar la historia individual a una escala más global, con la que todos nos podamos sentir identificados. Recuerdo hace algunos años haber visto un documental llamado Dear Zachary: A Letter to a Son About His Father, una película que relataba, a través de sus familiares y amigos, la historia de un hombre que había sido asesinado y todos contaban anécdotas personales para que su futuro hijo sepa quién era su padre. Aunque intimo y desgarrador, este logró con acierto tocar temas universales como la pérdida de un ser querido, el duelo y por último, nuestro legado. Desgraciadamente no sentí esto con El problema de…, Mazú hace un buen trabajo desde la dirección y la voz en off, el montaje es rápido y nunca se siente aburrido, la presencia de Ricardo Péculo sin lugar a dudas le aporta una interesante cuota de humor negro al relato, pero a pesar de todo esto nunca terminé por sentirme identificado, lo cual es extraño en un documental que trata sobre la muerte ya que todos vamos a parar ahí tarde o temprano. Quizás Mazú se sienta (con toda justicia) demasiado apegado a su trabajo. Tal como lo mencioné previamente, todo parte de una frase del mismo director, y de allí en más nos sumergimos en su mundo, en sus sentimientos y en sus miedos, y el problema aquí es que rara vez se conectan con los nuestros. Conclusión Lo mejor que puedo decir respecto a El problema con los muertos es que son impuntuales es que es un documental atípico, que retrata con humor un tema tabú como la muerte y termina saliendo airoso, aunque lamentablemente no logré conectarme con la película al nivel que me hubiera gustado. - See more at: http://altapeli.com/review-el-problema-con-los-muertos-es-que-son-impuntuales/#sthash.FZBaXZKJ.dpuf
De la mano de una enorme Cate Blanchett, Woody Allen logra uno de sus trabajos más redondos de los últimos tiempos. El desencanto de la burguesía Jasmine (Cate Blanchett) es una dama de la alta sociedad neoyorkina casada con Hal (Alec Baldwin), un importante empresario de bienes raíces. Su vida sufre un duro golpe cuando descubre que su marido la engaña con cuanta mujer se cruza en su camino y, para colmo, resulta ser un estafador. Habiendo perdido toda su fortuna, y con Hall en la cárcel, Jasmine decide mudarse al modesto departamento de su hermana Ginger (Sally Hawkins) y sus hijos en San Francisco, a la otra punta de Estados Unidos. Jasmine sufre una fuerte depresión y vive medicándose, es incapaz de mantenerse a sí misma y aun no logra asimilar que su vida de lujos y dinero ya quedó atrás. Su visita también comenzará a traerle problemas a su hermana, a quien siempre miró con vergüenza por su falta de clase y por su mal gusto a la hora de elegir hombres. La vida de Jasmine parecerá comenzar mejorar cuando conoce Dwight (Peter Sarsgaard), un joven diplomático que cae rendido a sus pies. Pero mientras Jasmine poco a poco comienza a recomponerse, la tranquila vida que llevaba su hermana Ginger comenzará a desmoronarse. Pura clase Dejando afuera algunas películas en particular (léase Match Point, Vicky Christina Barcelona y Medianoche en París), los últimos trabajos de Woody Allen no habían resultado más que simpáticos films, correctamente escritos y, como de costumbre, brillantemente actuados. Con cuarenta y ocho películas en su haber, Allen aún no hizo una que, por lo menos yo, pueda catalogar como mala. Varias veces estuvo cerca, y probablemente sus trabajos intrascendentes igualen en cantidad a los buenos. Pero de vez en cuando Allen filma algo brillante, algo que nos hace olvidar aquellos años en que pareciera que tan solo filma por inercia. Blue Jasmine es uno de esos trabajos. Inmediatamente cuando uno sale del cine, lo primero que tiene rondándole la cabeza es la fantástica actuación de Cate Blanchett (de la cual ya hablaremos más adelante), pero debemos recordar que esto no sería posible sin el fantástico guión escrito por el viejo Woody. Blue Jasmine resulta una suerte “volver a las raíces” con algo de reinvención. Si revolvemos su filmografía podríamos compararla con otros trabajos agridulces como Hannah y sus Hermanas y Maridos y Esposas, pero quizás la película que más se le asemeja, por lo menos en lo que nos genera como espectadores, sea Melinda y Melinda, aquel film donde teníamos la misma historia vista como un drama y como una comedía. Blue Jasmine cuenta tan solo una historia, pero fuertemente apoyada en estos géneros. A veces bien diferenciados y a veces tan mezclados que nos da un poco de culpa largar una carcajada. Allen aprovecha esta oportunidad para reflexionar sobre la negación de los problemas y sus catastróficos resultados, que afecta no solamente a quien carga con el problema. Alguna vez un libro de auto-ayuda catalogó a estas personas como “gente tóxica”, quienes van “contaminado” todo y a todos a su alrededor. Jasmine, aunque en banca rota y hundida en una fuerte depresión, sigue comportándose como la aristócrata que alguna vez fue. El guión hace un excelente trabajo retratando la caída en desgracia de este personaje, a quien conocemos en las últimas etapas de su depresión y por medio de flashbacks repasamos el punto de quiebre en su vida. El guión de Allen está construido alrededor de ella y todos y cada uno de los personajes de la película se verán afectados en mayor o menor medida por sus actos. Cate Blanchett es la estrella indiscutida de la película. Su actuación le valdrá sin lugar a dudas una nominación a los premios Oscar y, salvo que ocurra algo terrible, debería ser la ganadora. Blanchett compone magistralmente a Jasmine. Aun cuando el personaje no nos pueda resultar del todo querible, es imposible para el espectador no simpatizar con ella. Dicen los grandes actores que lo más difícil del oficio es hacer reír, y Blanchett lo logra. Pero no solo eso, lo logra incluso cuando su personaje está sumergido en un profundo drama. Jasmine es uno de esos personajes que perdurará en la filmografía de Allen, así como fue Diane Keaton con Annie Hall o la Tracy de Mariel Hemingway en Manhattan. Woody es siempre muy cuidadoso a la hora de elegir su reparto secundario y Blue Jasmine no es la excepción. Alec Baldwin le imprime toda su clase y carisma a Hal. Sally Hawkins (La Felicidad Trae Suerte) se luce como Ginger, la hermana, quien hace un gran trabajo presentando un personaje lleno de simpatía pero a la vez lleno de dudas e inseguridades, cosas que la vuelven una ”victima” de Jasmine. Otro que se luce es Bobby Cannavale como el novio y futuro esposo de Ginger, el blanco de todos los reproches. La dirección de fotografía recayó una vez más en el español Javier Aguirresarobe, quien ya había trabajado con Allen en Vicky Christina Barcelona y también formó parte de proyectos tan distintos entre sí como los de la saga Crepúsculo o La Carretera con Viggo Mortensen. Blue Jasmine se ve altamente beneficiada por un gran trabajo de fotografía, sobre todo por la espléndida paleta de colores elegida y aun más por la iluminación, la cual varía de acuerdo al tono de la película. De la mano de un evidente cambio en el vestuario y el maquillaje, la luz intenta reflejar el estilo de vida y el estado de ánimo de Jasmine a través del film, variando entre las escenas filmadas en Nueva York (haciendo hincapié en una vida de abundancia) y en San Francisco (resaltando el conflicto). Conclusión Blue Jasmine es una película redonda que sobresale en todas y cada una de sus líneas, aunque probablemente quedará en la memoria colectiva gracias a una soberbia interpretación de Cate Blanchett, merecedora de todos los premios y elogios. Los seguidores de Allen no saldrán decepcionados ya que resulta un gran avance con respecto a A Roma Con Amor, su anterior trabajo, y es sin dudas su mejor película filmada en Estados Unidos desde Los Secretos de Harry, allá por 1997. - See more at: http://altapeli.com/review-blue-jasmine/#sthash.9G5h86Kr.dpuf
Alfonso Cuarón dirige y co-escribe Gravedad, un intenso film mezcla de drama, thriller y ciencia ficción que nos deja sin aliento desde el primer plano hasta el último. Ground Control to Major Tom La Dra. Ryan Stone (Bullock ) es una técnica especializada en medicina trabajando en el para la NASA en el espacio exterior. Este es su primer viaje y le está costando adaptarse. La acompaña el experimentado astronauta Matt Kowalsky (Clooney), quien cumple su última misión antes de retirarse. Todo parece ir de acuerdo al plan en una inspección de rutina, hasta que lo impensado sucede. Pedazos de un satélite destruido viajando a través de la órbita terrestre a miles de kilómetros por hora impactan contra la nave en que viajaban, dejando a Stone y Kowalsky solos en la inmensidad del espacio y sin ningún tipo de contacto con la tierra. Comenzará así una aventura para regresar a casa, donde cada segundo y cada bocanada de aire cuentan. Odisea en el Espacio Gravedad viene juntando elogios desde su estreno en el Festival de Venecia hace ya cosa de un mes. Si bien en un comienzo me parecieron un tanto exagerados, luego de ver el film estoy en condiciones de afirmar que el nuevo trabajo de Alfonso Cuarón (Y tu Mamá También, Niños del Hombre) se merece todos y cada uno de las aplausos que viene recibiendo. Desde el primer segundo de película, resulta imposible quitarle los ojos de encima a la pantalla. La inmensidad del espacio exterior, con el planeta tierra de fondo, rara vez se vio tan bien. Cuarón no pierde demasiado tiempo introduciéndonos en la historia. Rápidamente conocemos a la Dra. Ryan Stone y al astronauta Kowalsky, nos deja en claro la situación de cada uno (ella por primera vez en el espacio y él a punto de retirarse) y la catástrofe ocurre. Brillantemente filmada y presentada como un plano secuencia (sin cortes de por medio), esta increíble secuencia de acción pone al espectador al borde de la butaca, sufriendo cada segundo. Pocas veces se ha logrado un realismo tal en una aventura espacial. Desde los efectos especiales hasta la edición de sonido, todo se complota de manera perfecta para hacernos sentir que estamos flotando en el espacio junto a Stone y Kowalsky. Me cuesta mucho trabajo ver algunos meses hacia el futuro y no imaginarme a Cuarón en la entrega de los Oscar aplaudiendo mientras Gravedad se lleva todos y cada uno de los premios en los rubros técnicos. Pocas veces en el cine algo se vio o se escuchó como este film, es un verdadero deleite para los sentidos. Luego de la secuencia del accidente es todo pura adrenalina y tensión hasta llegar al final. Rara vez Cuarón quita el pie del acelerador, y cuando lo hace no es mas que por unos pocos minutos. Con un metraje cercano a los noventa minutos, estoy siendo generoso si digo que se sienten tan solo como cuarenta. La señorita Sandra Bullock no es santa de mi devoción. Incluso, es todo lo contrario. Pocas actrices me parecen tan sobrevaloradas como ella en Hollywood hoy. Y siento una mezcla de dolor en mi ego, pero satisfacción en mi corazón, cuando digo que en Gravedad está perfecta. Bullock interpreta a la poco experimentada Dra. Ryan Stone con seguridad y resulta creíble durante todo el film. Nos transmite a la perfección sus miedos y su resignación, sufrimos con ella y nos emocionamos con ella. Ya se han dicho suficientes cosas sobre George Clooney, y su papel en la película no agrega nada nuevo a su ya mas que interesante filmografía. Pero sin dudas Clooney le agrega mucho a Gravedad. Su carisma y tranquilidad hacen que su astronauta Kowalsky sea el ancla de la historia (dicho esto en el mejor de los sentidos). Su sola presencia hace que el film por fin logre bajar un cambio, para darnos un respiro y luego retomar este viaje de pura emoción y adrenalina que es Gravedad. Párrafo aparte merece el 3D. Si este formato existe, es por películas como esta. Me arriesgaría a decir que el 50% del disfrute del film está en el 3D. Nunca mejor utilizado y al servicio de la historia, sobre todo en las escenas que transcurren en la inmensidad del espacio exterior, donde nos sentimos flotando junto a Bullock y Clooney. Créanme, merece todos y cada uno de esos pesos extra que cuesta el formato. Conclusión Decir que Gravedad es una gran película es quedarse corto. Incluso llamarla película lo es. Gravedad es una experiencia, y merece ser vivida en cine y, en lo posible, en 3D. Definitivamente no tendrá el mismo impacto una vez que nos sentemos a verla en Blu-Ray en nuestras casas, y mucho menos si la compramos “trucha” en la calle. Quien quiera buscarle el pelo al huevo seguramente le encontrará fallas (quizás algún exceso de sentimentalismo en el tercer acto), pero Gravedad es un film que se vive y se siente como ninguno, y eso es algo muy difícil de superar en el cine de hoy en día. Sin lugar a dudas es la aventura espacial más importante de 2001 de Stanley Kubrick.
Dirigida por Sebastián De Caro, 20000 Besos es una comedia atípica en el cine argentino que, a pesar de sus problemas argumentales, brilla gracias a sus personajes fantásticamente escritos y actuados. Volver a empezar Juan acaba de separarse. Para hacer las cosas peor, trabaja en una aburrida oficina y está abrumado por la rutina. Su jefe, quien acaba de tomar un curso de motivación, le asigna junto con su compañera Luciana encontrar actividades para que tanto el como el resto de los trabajares pasen un rato más ameno en la oficina. Poco a poco Juan comienza a recuperar el rumbo de su vida, encuentra actividades nuevas, recupera la relación con sus amigos y se muda a un nuevo departamento. También comenzará a sentirse atraído a Luciana, a quien antes no soportaba. A pesar de ser completamente distintos entre sí, Juan no podrá evitar enamorarse de ella. Pero ¿hay futuro entre ellos? ¿O Juan está cometiendo un terrible error? It’s the power of love Sebastián De Caro es actor, escritor, fue panelista de radio y TV y en este caso director y guionista. Pero De Caro es, sobre todo, un hombre de cine. Esto queda más que claro con 20000 Besos, su último largometraje. Sería una redundancia decir que una película es muy cinematográfica, pero en este caso tampoco sería algo errado. Desde las infinitas referencias al cine y la cultura pop, hasta la forma en que está filmada 20000 Besos, todo muestra un profundo amor al séptimo arte en su estado más puro. Quizás no estemos en presencia de una película perfecta, pero sin lugar a dudas estamos frente a una cinta atípica en la filmografía argentina. Argumentalmente, tengo mis diferencias con 20000 Besos. Luego de unos agiles primeros minutos donde queda planteada la problemática y conocemos a todos los personajes, el film pareciera perder el camino y encontrarlo cada tanto. Por momentos la historia avanza y por momentos se queda estancada. Algunas escenas parecieran no sumarle a la historia o resultar respetivas, y con otras avanzamos rápidamente algunos casilleros. Por otro lado, el guión se siente sobrescrito por momentos, creyéndose más inteligente de lo que es (o debería ser). Por suerte, estos inconvenientes están bien contenidos gracias a personajes brillantemente escritos y magistralmente actuados. Aquí tengo que darle la derecha a De Caro y compañía. Pocas veces ocurre en un film donde todos y cada uno de los personajes son queribles y con los cuales nos identificamos fácilmente. Los principales y el motor de la película son Juan (Walter Cornas) y Luciana (Carla Quevedo), ambos delineados y opuestos a la perfección. Lo mismo ocurre con los personajes secundarios, donde sobresalen Gastón Pauls, Alan Sabbagh y un hilarante Eduardo Blanco en uno de sus mejores papeles. Es una lástima que la historia no acompañe mejor a estos personajes, pero también es cierto que si la historia nunca aburre ni cae es gracias a ellos. Aunque personalmente no me resultó problemático, es cierto que 20000 Besos “peca” de ser un tanto generacional. Obviamente toda historia de amor es universal, pero el contexto en que está planteada puede hacer que algunos espectadores (sobre todo los mayores de 40) encuentren a varios de los personajes poco creíbles. Pero créanme, esta gente existe y son tal cual los refleja el film. Otro de los puntos fuertes de 20000 Besos está en la fotografía y la dirección de arte. La película se ve y se siente como una historia de amor a lo Woody Allen. Otro acierto de los realizadores fue situar esta historia en pleno invierno. Más allá del paralelismo que podríamos trazar entre la situación de Juan y la estación más fría del año, lo cierto es que le da al film un hermoso encanto extra. Conclusión 20000 Besos es una divertida propuesta poco habitual en nuestro cine. Lejos de ser una película perfecta, sin lugar a dudas estamos ante un film que propone algo que ya conocemos de una manera distinta y eso es digno de celebrarse. De la mano personajes entrañables y a pesar de sus evidentes problemas, es muy difícil no terminar saliendo del cine aunque sea con una pequeña sonrisa.
No, ni siquiera intenten hacer memoria. Fenómenos Paranormales 1 nunca se estreno en nuestros cines, la película pasó con más pena que gloria por los videoclubes. A pesar de esto su secuela si tendrá la oportunidad de verse en nuestras salas, aunque lamentablemente el film hace pocos méritos para ir un paso más allá de cualquier otra oferta dentro del cine de terror actual. Cine dentro del cine En el universo donde transcurre Fenómenos Paranormales 2, Fenómenos Paranormales es tan solo una película de terror. Se crea una toda una mitología y leyenda alrededor de este film y de esta forma damos con Alex Wright, un estudiante de cine, fanático de Fenómenos Paranormales, quien luego de seguir algunas pistas comienza a obsesionarse mas y mas con la idea de que los eventos ocurridos en dicha película ocurrieron realmente. Así Alex y un grupo de amigos se dirigen al hospital psiquiátrico donde se desarrollaba el film para descubrir la verdad. Lo que encontrarán ahí terminará confirmado su teoría y dejándolo cara a cara con el mal. De más a menos Ya es un cliché hasta decirlo, pero estoy podrido de las películas de terror (sobre todo de fantasmas) hechas “al estilo “material encontrado”. Dicho eso, debo admitir que durante casi la mitad del film, Fenómenos Paranormales 2 mantuvo mi atención y mi curiosidad. Esto es más que nada por la original idea de transformarla en una película dentro de otra película. Tal como conté previamente aquí Femémonos Paranormales es tan solo un film de terror mas y los protagonistas de esta secuela dudan de su veracidad. Así arranca la historia y el director John Poliquin la lleva adelante con velocidad y haciendo merito suficiente para mantener al espectador interesado. Mensajes extraños, actores desaparecidos, productores que intentan ocultar información, estas son solo algunas de las pistas que seguirán nuestros protagonistas a lo largo de 45 minutos, hasta donde comienza la segunda mitad de la película. Hago esta aclaración porque diera la sensación de que Fenómenos Paranormales 2 es dos films en uno. Pasados los 45 minutos la película se vuelve “una más” dentro de la larga lista de exponentes del género de terror que abusan de su condición de “material encontrado” y repiten los mismos sustos y giros de la trama. Si vieron cualquier película de la saga Actividad Paranormal, entones ya saben todo lo que Fenómenos Paranormales 2 tiene para ofrecer. Al tratarse de una película independiente y con un presupuesto mas que acotado no podemos esperar demasiado en lo que efectos especiales respecta. Y es una verdadera lastima que sabiendo esto, el director John Poliquin y sus guionistas los hermanos Vicious, hayan optado por mostrar cosas que, quizás, hubieran sido menos risibles si se dejaban a la imaginación. La segunda mitad del film se apoya en demasiado en los sustos baratos y adolescentes corriendo de aquí para allá, la trama toma un giro poco interesante y el film se va al diablo. Conclusión A pesar de un comienzo prometedor, con una historia interesante y entretenida, Fenemenos Paranormales 2 se las arregla para arruinarlo todo en la segunda mitad. Decisiones estúpidas de sus protagonistas, malos efectos especiales, y una historia por demás de rebuscada hacen que el film se torne aburrido y no haga suficiente merito para escaparle al cliché típico de un género que ya aburre.
Basada en el primer libro de la exitosa saga creada por la escritora argentina María Inés Falconi, Caídos del Mapa es una película que pareciera estar apuntada solo a quienes están familiarizados con el material original. Para hacerse la rata Federico, Graciela, Fabián y Paula son alumnos de séptimo grado que un día idean un plan para escaparse de la hora de Geografía. Todo parece marchar bien hasta que Miriam, la buchona del curso, los descubre y se les une, aunque no con buenas intenciones. Mientras que en el sótano del colegio los chicos viven todo tipo de aventuras y hasta algo de romance, en la superficie la directora del colegio, su profesora y sus padres comenzarán a buscarlos. Solo para entendidos safe_imageDesgraciadamente no estoy familiarizado con los libros de Caídos del Mapa, por lo tanto en esta crítica no me estaré refiriendo a cuan fiel es la adaptación, cosa que para un lector y espectador de un libro devenido a película, siempre es importante. Adaptar un libro tan querido por sus seguidores a la pantalla grande no es tarea fácil, es muy difícil dejar a todos los fanáticos contentos. Pero sobre toda las cosa, es más difícil lograr que alguien que no está familiarizado con el material original pueda disfrutar de la película tal como lo hace alguien que si lo está. Esto último ocurre con Caídos del Mapa. El film pareciera estar apuntado a gente que conoce los libros y no necesita demasiada introducción a los hechos y personajes. La película arranca de manera agil, con un rápido repaso por quienes serán los encargados de llevarnos a través de la historia. Los directores Nicolás Silbert y Leandro Mark tienen en claro al público al que quieren apuntar y no parecieran ni siquiera interesados en intentar captar la atención de quienes no conocemos absolutamente nada sobre los libros. Los personajes son los clásicos estereotipos que vemos en todas y cada una de las películas que transcurren en una escuela. Tenemos al lindo y misterioso, tenemos al nerd copado, tenemos a la linda, tenemos a la miedosa y sumisa y por ultimo tenemos a la gordita mala y buchona (¿Ofensivo? ¡Para nada, che!). Todos y cada uno de ellos no son más que lo que vemos en pantalla, personajes de dos dimensiones, sin ningún tipo de peso y poco interesantes. Irónicamente quienes brillan en este sentido son los personajes secundarios, algunos de ellos casi caricaturescos, quienes están trazados de manera simple pero efectiva, como la maestra del curso, el padre de Miriam o el portero de la escuela. CDM_42No es muy difícil de darse cuenta del atractivo de la historia en los libros, la cual imagino que funciona mucho mejor en las páginas que en la pantalla. En la literatura, los tiempos y el relato se manejan de manera muy diferente que en el cine, y que algo funcione perfectamente en una novela no significa que lo vaya a hacer de la misma manera como una película. Caídos del Mapa no tiene historia suficiente para mantenerse durante 90 minutos. Incluso me arriesgaría a decir que con suerte la tiene para 40. El film se hace insoportablemente largo y aburrido y, nuevamente, seguramente no resulte así para quienes conocen los libros y tienen el pacer de ver a los personajes que aman cobrando vida en la pantalla grande. Conclusión A diferencia de sus seguidores, quienes no estén familiarizados con el material original difícilmente encuentren algo llamativo en Caídos del Mapa. Si bien no es una mala película, hay pocas cosas para rescatar. El poco desarrollo de personajes nos impide generar un mínimo de interés por ellos y, de la mano de una historia pobre, no le llevará demasiado tiempo al espectador comenzar a aburrirse.
El director brasilero Raphael Aguinaga se le anima al cine argentino y estrena La Sublevación, una cinta que, a pesar de tratar temas sensibles, resulta una entretenida y tierna historia que nunca recurre al golpe bajo. Rebelión geriátrica Luego de la muerte de su hijo, Alicia es dejada por su nuera en un antiguo caserón que funciona como un hogar para ancianos. Allí adentro encontrará un mundo completamente distinto al que estaba acostumbrada. El tiempo pareciera no avanzar y las preocupaciones están reducidas al mínimo, siendo la primera y principal las próximas vacaciones de la cuidadora. Alicia comenzará también un romance con Juan, un recluido residente del hogar. Todo esto ocurre mientras la radio y la TV no dejan de hablar de la misma notica… el Vaticano clonó a Jesús! Sin miedo al ridículo La Sublevación es una película que resulta extraña desde su gestación. A pesar de ser un film nacional que habla sobre las posibilidades y limitaciones de la vejez, está dirigido por un joven director brasilero fanático del cine argentino. Sin lugar a dudas esto hace La Sublevación se vea como una película nacional, pero se sienta completamente distinta. La historia del film transcurre casi en su totalidad dentro del hogar para ancianos Nuestra Señora de la Merced, el cual podríamos decir que es un personaje en sí mismo. Este caserón hermoso pero antiguo es casi una alegoría de la gente que lo habita. Los residentes de este microcosmos están desprovistos de toda preocupación y olvidados por el paso del tiempo. Ellos tan solo esperan el paso de los días hasta que finalmente la muerte venga a buscarlos. La trama toma un giro imprevisto cuando aparece esta historia sobre la segunda venida de Jesús. El mismo fue clonado por el Vaticano y, al igual que su novia, es portador de HIV. Aunque Aguinaga usa esta sub-trama como excusa para bajar línea contra la iglesia y los grandes laboratorios farmacéuticos, la crítica resulta poco zagas. De todas maneras, esta ridícula historia calza a la perfección en el film, y también le viene como anillo al dedo a los residentes del hogar de ancianos para comenzar la sublevación a la que hace referencia el título. Estos toques de comedia absurda hacen que La Sublevación nunca caiga en el golpe bajo que, debido a los delicados temas que pretende retratar, bien podrían haberlo hecho. Raphael Aguinaga intenta abordar distintos temas y pasearse por varios géneros a lo largo del film que es a la vez su opera prima. Y lo cierto es que, aunque nunca derrapa por completo, esto termina por jugarle en contra a la película, ya que pareciera nunca tener en claro lo que quiere ser o contar. Marilú Marini interpreta a Alicia, la nueva residente del hogar. Gran parte de la película esta vista a través de sus ojos. Es por medio de ella que nos introducimos en este mundo extraño (tanto para ella como para el espectador) de arrugas y cabellos grises. Gracias a una acertada actuación de Marini, nos resulta fácil familiarizarnos y relacionarnos con el resto de los personajes. El siempre correcto Arturo Goetz interpreta a Juan, el interés romántico de Alicia y la voz de la razón dentro del hogar. El elenco secundario acompaña como es debido, con simpáticas y tiernas actuaciones de gente como Lidia Catalano, Juan Carlos Galván y Luis Margarini, solo por nombrar algunos. Conclusión La Sublevación funciona a fuerza de buenas actuaciones y una simpática historia, aunque nunca termina de explorar todo su potencial. Se pasea por distintos géneros y aborda temas en los que apenas roza la superficie. Así y todo es un comienzo prometedor para Aguinaga como director, quien pareciera no tenerle miedo a explorar sus ideas por más ridículas que puedan llegar a parecer. Y en mi opinión, ese es el gran mérito de La Sublevación.
Adam Sandler y compañía vuelve a hacer de las suyas en la secuela de uno de sus peores films. ¿El resultado? Una película poco original, poco divertida y poco graciosa. Y… ¿Dónde está el guión? Generalmente en esta parte de la crítica me esfuerzo en detallar un poco más allá de la sinopsis oficial de que la película, para que el espectador tenga una mejor idea de lo que se va a encontrar. Pero en el caso de Son Como Niños 2 creo que eso no hace falta, ya que la sinopsis la define perfectamente. Aquí les va: “Después de mudarse con su familia de regreso a su ciudad natal para estar con sus amigos y sus hijos (N.d.R: esto ocurre durante la primera película), Lenny (Adam Sandler), descubre que entre los antiguos y los nuevos bravucones, conductores de autobús esquizofrénicos, policías borrachos sobre esquís y 400 colados a una fiesta de disfraces, a veces ocurren situaciones locas.” Si… exactamente de eso “trata” la película. Por amor al cheque En el año 2010, de manera inexplicable, Son Como Niños se transformó en la película más exitosa de la carrera de Adam Sandler. Aunque luego de ver el film uno no logre entender como ocurrió esto, puedo suponer que la presencia de actores de comedia medianamente famosos y alguna vez graciosos como el propio Sandler, Kevin James, Chris Rock, David Spade y Rob Schneider hizo que el público acudiera a las salas a la espera de un producto digno y a la altura de las circunstancias. Lamentablemente, ese no fue el caso. Hoy, tres años después, llega Son Como Niños 2. Lejos de intentar corregir los errores del film anterior y entregar un producto más o menos decente, Sandler se limitó en juntar a todos sus amigos (a excepción de Schneider) y ponerlos en diferentes situaciones divertidas… o mejor dicho, humillante. Son Como Niños 2 no tiene ningún tipo de valor cinematográfico, la trama de la película es casi nula. La misma consta de escenas encadenadas entre sí que al final del día intentan tener algún tipo de sentido. Algunas de ellas son graciosas, pero la gran mayoría son deprimentes. Sin lugar a dudas este es un nuevo punto bajo para Sandler, quien (ahora más que nunca) pareciera haber hecho esta película por el simple hecho de cobrar un importante cheque. Ya quedó en el pasado la época en que el bueno de Adam nos hacía reirá con films como Billy Madison, Happy Gilmore o incluso Un Papá Genial (en mi opinión donde comenzó a dar el giro hacia la mediocridad). Inclusos sus últimos buenos trabajos ni siquiera fueron de su factoría, como ocurrió con Punch-Drunk Love (2002), La Esperanza Vive en Mi (2007) o Funny People (2009). Aquí da la sensación de que tanto Sandler como el resto del elenco aceptaron el trabajo de mala gana y luego se divirtieron un rato en el set para finalmente volver a sus casa y gastar la plata que ganaron por pasearse desnudos frente a la cámara, o por dejarse orinar por un ciervo, o por eructar, o por tirarse gases, y la lista sigue y sigue… Me encararía hablar mas sobre la película en sí, pero llamar a esto una película es un insulto a quienes todos los días se sientan a escribir o pisan un set de filmación. Conclusión Es más que evidente que la razón detrás de un film como Son Como Niños 2 es entretener, pero es realmente muy difícil de lograrlo cuando se entrega un producto hecho para el beneficio de los actores involucrados y no de la gente. No caben dudas de que Sandler y compañía se divirtieron un buen rato filmando la película, y es una verdadera lástima que esa diversión no logre ir más allá de la pantalla hasta llegar al espectador.
Basada en el comic homónimo y protagonizada por Ryan Reynolds y el siempre genial Jeff Bridges nos llega R.I.P.D. Policía del Mas Allá, una película con muchos problemas y pocos aciertos, pero que gracias a su divertido concepto y acertadas actuaciones nunca termina de caer. Muerto al llegar Nick (Ryan Reynolds) es un policía de Boston que junto con su compañero Hayes (Kevin Bacon) deciden robar unos cuantos kilos de oro durante un allanamiento. Carcomido por la culpa, Nick decide devolver el oro pero aprovechando la confusión de un tiroteo es asesinado por Hayes. Así Nick terminará en el Cielo, donde le harán un extraño ofrecimiento. A cambio de perdonar sus pecados y evitar un juicio que podría enviarlo al infierno, deberá formar parte del R.I.P.D. (Departamento de Policías de Quienes Descansan en Paz). Casi sin dudarlo Nick acepta la propuesta y es asignado como compañero de Roy (Jeff Bridges), un ex Sheriff del Lejano Oeste. Juntos comenzarán a investigar un caso que podría estar extrañamente conectado con la muerte de Nick y que amenaza a toda la humanidad. La muerte le sienta bien En esta época es casi imposible no llegar a una película como R.I.P.D. un tanto sugestionado por todo lo que se leyó en internet previamente. La película se estrenó hace algunos meses en Estados Unidos, donde resultó un estrepitoso fracaso comercial y fue destrozada por la crítica. Sabiendo esto con antelación, entré a R.I.P.D. esperando poco y nada, pero debo decir que fui gratamente sorprendido. R.I.P.D. está muy lejos de ser una película perfecta, incluso sus falencias son más que sus aciertos. Pero así y todo la película funciona, al menos en el más básico de los niveles. Aunque el concepto detrás del film no derrocha originalidad, si da lugar para explorar unas cuantas ideas divertidas. El desarrollo de los personajes es casi nulo y la historia roba de cuanta película de accion y ciencia ficción se vio en los últimos años, desde Hombres de Negro hasta Los Vengadores. Entonces ¿Por qué funciona R.I.P.D.? Primero y principal: Jeff “The Dude” Bridges. Aunque su papel como el Sheriff Roy está lejos, muy lejos, de ser una de sus mejores caracterizaciones, es lo suficientemente buena como para ponerse la película al hombro y robarse cuanta escena aparezca. Lo mejor que podemos decir de su compañero Ryan Reynolds es que a diferencia de lo que sucede en gran parte de su filmografía, aquí no resulta insoportable y acompaña como es debido. Sin dudas otro punto a alto de R.I.P.D. está en el aspecto visual. Una correcta fotografía va de la mano de impresionantes escenas de acción y un gran despliegue de efectos visuales, que muestran su peor cara cuando los “monstruos” aparecen en escena. Aquí sucede algo similar a lo que ocurrió en Soy Leyenda con Will Smith, donde a pesar de gran parte de la película mostraba fantásticos efectos generados por computadora, cuando aparecen malos se los ve poco trabajados y casi caricaturescos. Aunque no soy un gran fanático de las conversiones 3D (de hecho, es todo lo contrario), uno debe admitir que la tercera dimensión le agrega algo de encanto a R.I.P.D. Esta brilla sobre todo durante los primeros minutos de la película, cuando el personaje Reynolds es asesinado y todo se congela a su alrededor. El actor recorre el set pasando frente a explosiones y armas disparándose hasta que finalmente es llevado al cielo. Conclusión Aunque en los papeles R.I.P.D. tiene todas las de perder, gracias a un inspirado Jeff Bridges, un puñados de escenas bien logradas y otras con alta dosis de acción, la película termina siendo una divertida e inofensiva manera de pasar 90 minutos, pero no mucho más que eso.
Protagonizada por los locales Nicolás Cabré y Martina Guzmán, y los españoles Santi Millán y Antonio Garrido, llega Solo para Dos, una coproducción entre Argentina, España y Venezuela que muestra la peor cara del cine de estos países. Solo para valientes solo_para_dosValentina (Guzmán) y Gonzalo (Millán) son los propietarios de un exclusivo resort para parejas en la Isla Margarita llamado Solo para Dos. A pesar de lo que ellos y la filosofía del hotel pregonan, su relación no está pasando por un buen momento. Con la llegada al hotel de nuevos huéspedes la infeliz pareja deberá aparentar que siguen completamente enamorados el uno del otro, pero esto no será por mucho tiempo. Entre los nuevos clientes se encuentra Jairo (Garrido), una estrella de la música española que todos los años lleva al hotel a una chica distinta y le declara su amor incondicional, y también Mitch (Cabré) un argentino quien viajó solo luego de que su esposa lo dejara en la Luna de Miel al haberse enterado de que se acostó con su mejor amiga. Las cosas se complican cuando Tania (María Nela Sinisterra), una empleada del resort, le declara su amor a Gonzalo y terminan pasando la noche juntos. Al enterarse, Valentina hará lo mismo con el solitario y melancólico Mitch y esto desencadenará una batalla entre la pareja propietaria del hotel donde ni siquiera los huéspedes estarán a salvo. Tira diaria en pantalla grande Si algo me enseño el reciente estreno de Corazón de León es que por más que algo huela feo (por decirlo de una manera educada) no tiene porqué resultar feo. Lamentablemente Solo para Dos es la excepción que justifica aquella nueva regla en mi vida. 972068_307818362698067_619015775_nDirigida por el español Roberto Santiago, Solo para Dos resulta un aburrido y poco divertido intento de comedia romántica, y para hacer las cosas peor es un simple y llanamente un robo. Hagamos un poco de memoria y remontémonos al año 2009. Fue por aquella época cuando se estrenó Solo para Parejas. La película (que estuvo lejos de ser mi agrado) se centraba en cuatro matrimonios que se hospedaban en un exclusivo resort de Bora Bora en la Polinesia Francesa donde ocurrían todo tipo de situaciones cómicas. Ahora les propongo remontarnos un año antes, al 2008. Aunque nunca llegó a estrenarse comercialmente en Argentina, probablemente hayan enganchado alguna vez por cable la divertida comedia Forgetting Sarah Marshall, donde un hombre que acaba de ser dejado por su chica se hospeda en un hermoso hotel en Hawaii donde, por esas casualidades de la vida, también se hospeda su ex novia con su nueva pareja, una estrella mundial de la música. Metamos estos dos films nombrados previamente a nuestra licuadora imaginaria de películas y listo ¡tenemos Solo para Dos! Lejos está este pequeño problema de robo a mano armada de tramas de ser lo peor que le puede ocurrir a Solo para Dos. Que tanto en Hollywood como en el resto del mundo las historias se reinventan o se vuelven a adaptar no es ninguna novedad, el problema aquí está en lo mediocre que resulta el guión, nunca intentando si quiera escaparle al cliché, y aun peor, en lo horrible de su ejecución. Solo para Dos está mas cerca de ser una tira de Pol-ka en pantalla gigante que una película propiamente dicha. Los tiempos que maneja y el tono que le impone Santiago están mas cerca de la TV que del cine. Los chistes pocas veces funcionan, y en su mayoría se extienden por mucho más tiempo del que deberían, dejando al espectador incomodo y sin saber si reír o empezar a llorar. Soloparados500Quizás lo más “rescatable” de Solo para Dos esté en el plano actoral. Los españoles Santi Millán y Antonio Garrido entregan divertidas y simpáticas actuaciones. La química entre ambos es muy buena, por lo que los mejores momentos llegan cuando estos comparten la pantalla. Otro que también esta vestido para la ocasión, aunque por distintas razones, es Nicolás Cabré. Voy a ser sincero y decir que no me gusta Cabré como actor (no tengo el gusto de conocerlo como persona), pero uno debe admitir que dado el tono casi ridículo de la película, su personaje le calza como anillo al dedo. Todas sus morisquetas y vocecitas raras que pone en la TV las van a poder encontrar también aquí. Según los créditos de la película, la imponente María Nela Sinisterra hace su “debut cinematográfico” con este film, cosa que no es cierta ya que previamente había actuado en la buena película de terror nacional Penumbra, estrenada hace tan solo un año. Sinisterra hace correctamente su papel de morocha infartante hasta que en una determinada escena debe hacer de borracha. Déjenme decirles, estimados lectores, que muy pocas veces en mi vida aparté la vista de la pantalla por vergüenza ajena… esta fue una de ellas. Esta escena en particular haría que el mismísimo Konstantín Stanislavski se clavara dos agujas de tejer en los ojos y saltara por un barranco hacia una muerte segura. Por último llegamos a Martina Guzmán, en mi opinión la mejor actriz argentina del momento, aunque está lejos de demostrarlo en esta película. Guzmán se pasea por las escenas sin tener demasiada idea a donde ir, que hacer o que decir. Su “timing” para la comedia es casi nulo y carece de cualquier tipo de química con cualquiera de sus compañeros de elenco. Conclusión Solo para Dos es un producto de TV de la peor calidad llevado a la pantalla grande. El director Roberto Santiago ni siquiera se esmera en presentarnos algo que ya visto de una manera diferente u original. Dirección, guión, actuaciones e incluso lo “trucho” que se ve la puesta en escena en algunas ocasiones hacen que la película resulte un verdadero desastre.