El amor es un revolución eterna Si había una historia soñada por muchos argentinos era aquella del general Perón y Eva Duarte, eso pareció entender Paula de Luque quién concretó su filme con rigurosidad y sin caer en ninguna cosa que suponga hacer un filme "para llevar agua a un molino determinado", que aquí sería el oficial. Esta directora narra una relación difícil, tempestiva, controvertida, polémica, con la de la actriz mediocre -que Eva lo era- y el líder más carismático y notable que tuvo nuestro país el pasado siglo. La austera realización -sin pomposas o costosas aristas de superproducción- surge como un muestrario objetivo y honesto, a diferencia de aquella "Ay Juancito!" de Héctor Olivera, apósito del cine de la vereda contraria, y sino recordar: "No habrá más penas ni olvidos" (1983). "Juan y Eva" no es la gran película, pero si un notable ejemplo de verosimilitud y seriedad, sus protagonistas están más que bien: Osmar NÚñez es un Perón estupendo con su carismática retórica y amabilidad, en tanto Julieta Díaz una Evita significativa, que pela agallas y cría su terrible resentimiento en distintas partes de la historia. Pero el amor es más fuerte que todo eso y los personajes se encargan de sentirlo y nosotros de apreciarlo en este filme digno y muy recomendable en su totalidad.
De las mechas Una agradable sorpresa y significativa esta comedia americana situada un tanto más lejos y por ello más politicamente incorrecta que la serie "Sex and the city", quizás por que mentora es esa estupenda Kristen Wiig, tan protagonista de la historia como adecuada guionista, surgida del fabuloso ciclo de tv: "Saturday night live". Su Annie está siempre al borde de un ataque de nervios por segura y mordaz competencia en el rubro "Dama de honor" de la boda de su amiga Lillian, pero el objeto de sus desavenencias es Helen (la bella Rose Byrne), que conforma algo en extremo de mina insufrible, melosa y a la vez jorobada, este enfrentamiento feroz en clave de hilarante comicidad, que incluye a Kristen con sobrados conocimientos del "slasptick" -ver su genial aparición al inicio del filme cuando debe saltar una puerta incaccesible-, y algunos meritorios gags que parecen recordar al antiguo Keaton y al más contemporáneo Jackie Chan. Quizás le pateé en contra a la peli, su algo extensa duración, pero no quita tener y mostrar también un elenco integrado por las talentosas: Maya Rudolph y Melissa McCarthy -más comediantes de SNL-, en una trama donde los tipos ni aportan ni son tan necesarios o importantes. "Damas de honor" constituye la mejor y más reciente prueba que las mujeres son una raza aparte, tan divertidas como feroces y/o crueles.
El Alien que fuma Dentro del vapuleado género de comedia americana, aquí Greg Mottola -director de las muy interesantes y oxigenantes: "Súper Cool (2007) y "Adventureland, Un verano memorable" (2009)-, supone una historia por demás de simpática, divertida y fumona -en el amplio sentido de la palabra, ya que este Alien llamado Paul fasea como un murciélago entre otras cosas-, así ofrece la historia de dos turistas ingleses fans de los cómics y los eventos que esta fanatización ofrece. Por casualidad se les cruzará en el camino, este extraterrestre que según parece hace décadas ha sido capturado por el gobierno de EEUU, y que huye para regresar finalmente a su planeta. Lo hilarante en esta propuesta es sin dudas la personalidad de Paul, su picardía, su vestimenta "cool" de shores y ojotas, o su curiosa adaptación a los cambios de una sociedad terrestre, pero también el guión exacerba el tema de la amistad, como aquella del "E.T" de Spielberg: los valores solidarios en medio de una sociedad armamentista y hostil-. Llena de guiños cinéfilos, una película con más del género "road-movie" que de Ciencia Ficción, con sus acumulativos cómicos y una buena dupla actoral de Simón Pegg y Nick Frost como esos dos "british" admiradores de la contracultura "freak" que protegen a Paul, y suma plus de la estupenda Kristen Wiig -la protagonista de "Damas en Guerra"- como una fanática religiosa tuerta.
¡Qué día de casamiento! El director Ariel Winograd ya había llamado la atención con su ópera prima: "Cara de Queso" (2006), mostrando un sentido del humor autorreferencial encomiable, ahora la emprende con esta comedia tan bien filmada como actuada, optando por un eje de popular conocimiento: las fiestas de casamiento, otro ítem al cual el cine nacional no le ha escatimado ejemplos que van de la remota y añeja "El casamiento de Chichilo" a "Qué noche de casamiento!", aquella de Víttori de 1969, aunque ya era "remake" de la de 1953 con el desopilante Francisco Charmiello. Aquí Adrián y Leonora -que interpretan los actores uruguayos de origen: Oreiro y Hendler-, van a celebrar su boda en una bellisíma estancia con una fiesta a todo trapo, pero las circustancias harán que la cosa se complique y reine el caos. Jugosas situaciones de humor, por momentos de estupendo color negro van delineando ese maquillaje superficial que se sabe, recubre una y otra vez nuestras relaciones familiares y amistosas, cuando se supone un festejo inolvidable que acabará siendo otra cosa. Hay un dicho que se sucede reiteradamente ante el surgir de algún problema de los novios, y es "Necesitás plata..???", que dicen sucesivamente padres y abuelo de los contrayentes, como si el uso del dinero fuese el único motivante de la sociedad que nos toca transitar. Y así se muestran esas miserias personales, por abajo del sutil chiste, remarcable por su contundencia, además cuantos de nosotros no hemos experimentado esos casorios patéticos (borracheras generalizadas, peleas varias, conflictos imprevistos, etc). Una Oreiro estupenda, bellamente fotografiada -no en vano es la figura que es-, con unos momentos antológicos, a su lado un Daniel Hendler notable como siempre desde su simpleza de personaje, y los demás que sobresalen como el primo acelerado de Sebastián Piroyansky, los sacerdotes que van a oficiar en conjunto la boda: los "luthiers" Rabinovich y Mundstock qué están impagables, Muriel Santa Ana magnífica como siempre en la mejor amiga de la novia, y el español Imanol Arias con presencia soberbia que otorga al filme más calidad. En resumen reivindica la genuina, señera comedia criolla, un cine de género local que ha sido en algún momento bastardeado. Lejos, lejos esta peli está por sobre cualquier título de sobre bodas yanqui, y a no dudarlo la calidad bien entendida, en esta ocasión si empieza por casa.
Empastillado Eddie es un tipo comunardo que sufre un bloqueo personal que no le permite progresar en su carrera de escritor, hasta que un día se le aparece un ex-cuñado que le obsequia una pastilla para sentirse mejor y recuperar las ganas. Se trata de un nuevo y desconocido medicamento que revolucionaría todo al hacerse público: NZT es su nombre.Pero se sabe que a veces las consecuencias pueden ser graves y definitivas, de allí que nuestro protagonista empieze a creerse un superdotado de inteligencia artificial, capaz de concertar una vida de triunfos en los altos negocios económicos,a la vez que irá intentando esquivar una serie de acosos brutales y temerá por su vida. Bradley Cooper, exitosa figura del actual cine americano carga con la mochila de un personaje peculiar, y consigue una actuación aceptable, que por ratos se muestra exagerada, pero bueno..si el tipo anda empastillado.... De Niro con su piloto automático de confección de personaje fuerte, que se las sabe todas, está correctamente "De Niro" como siempre sucede, en tanto el director Neil Burguer da oficio de llevar una historia simple, entretenida, a vértigo de cine-clip, que no permite más que engancharse con esta trama que entremezcla thriller con algo de minúscula "ciencia ficción". El "Clonazepán" y el "Rivotril" se sabe que se pueden comvertir en vicio peligroso, pero esta es más tremenda.
Las Posibilidades del Cine La conjunción entre la historieta fantástica, el cine clase B -por la mezcla de géneros- pero con mayor presupuesto y estética costosa, la mano productora de Spielberg -al igual que en la reciente "Súper 8"- y su fascinación interminable por el fenómeno ovni, la cosa agreste del western salvajón y la fluidez del entretenimiento puro dan como resultante a esta propuesta. Daniel Craig es un recién llegado a un sitio donde hay cosas que le resultan familiares y otras no tanto (su enigmático personaje se asemeja y recuerda al de Clint Eastwood en la trilogía de Sergio Leone), se enfrentará primero y será complice después del viejo Gral. capanga que interpreta Harrison Ford -casi un Indiana Jones jubilado-, y en el medio: la grandeza del paisajístico far-west, los increíbles ojos de Olivia Wilde, bandidos y apaches, otros personajes pintorescos, la codicia del oro, y claro....los Aliens del título. Solventado por cuatro guionistas, Jon Favreau -director de "Iron Man"- lleva adelante el goce de la aventura plena que solo aceptarán aquellos que gustan de pasarla bien con este tipo de productos que aunque parezcan inverosímiles se adaptan correctamente a la corriente digna de los buenisimos efectos especiales y la estética del mejor cómic.
Llegando los monos Basada en la novela del francés Pierre Boulle, en 1968 se conoció una magnífica peli llamada "El Planeta de los Simios", este clásico aún insuperable tiene uno de los mejores y más notables finales, y se ubica en el Olimpo cinéfilo, luego por el éxito se transformó en una saga: "Bajo el Planeta..." (1970), "Escape del planeta..." (1971), "Conquista del Planeta..." (1972) -la más violenta y después de la primera, la más relevante- y "La batalla del planeta..." (1973), más dos series de TV: una de 1974 y otra animada titulada "Return to the Planet..." en 1975/76, y hace exactos 10 años Tim Burton hizo una relectura aceptable de la saga. Ahora para volver a esta historia, sin dudas había que oxigenar la idea básica de la novela original y versionarla con una flamante precuela que sostuviera el atractivo de mostrar o imaginar como habia empezado todo. El director inglés Rupert Wyatt se descuelga con una propuesta por demás de original, la cual curiosamente pone a la altura de la primera, o sea desde el vamos califica alto con la renovada mirada a esta monada en grupo que comanda un "chimp" de nombre shakespereano: César, y qué como aquél emperador romano será todo un líder ante su organizado piquete de gorilas fuertes y orangutanes inteligentes. También en roles actorales están James Franco como el investigador científico, la belleza "made-in-India" de Freida Pinto y la participacion de un actor de lujo: John Lithgow en el padre del primero que criará, domesticará y será ayudado en su cura del Mal de Alzheimer que padece por el evolutivo simio protagonista. Con escenas realmente sorprendentes y bien hechas, el filme logra cautivar y desespereza al espectador de tanta chantada con falso rótulo "Ciencia ficción" vista últimamente, unos aproximados 40 minutos finales que no cesan de brindar vertiginosa atracción, y consagra a esta peli como uno de los platos fuertes del año. Que se venga la segundaaaa...Rupert!
Una Declaración de amor al Cine Con "Encuentros cercanos del Tercer tipo" y luego "E.T", Spielberg narró con cierto encanto y suprema dedicación, todo rebosante de un estraordinario amor al cine, esas historias que mezclaban en exacta medida: ciencia ficción y fantasía, es decir una propuesta que terminaba siendo superlativa. En los años 80, se estrenaron pequeñas joyitas fílmicas como "Los Goonies" de Richard Donner,o "Los exploradores" de Joe Dante, donde la fábula fílmica estaba al orden de un inmejorable entretenimiento y una forma encuadrada en el cine del disfrute, algo que no es poco. J.J. Abrams (uno de los creadores de "Lost") conduce una historia aquí con mucho de aquel entrañable cine, y que al ser producida por Spielberg da una resultante acorde. Una pandilla de chicos al borde la adolescencia, intenta filmar una peli casera en "súper 8 mm", y en una de sus locaciones, presenciarán un hecho que los transformará y que los embarcará en una aventura cargada de adrenalina y persecuciones, a partir del espectacular choque de un tren carguero -una de las escenas más logradas y vertiginosas-, donde se asomarán al descubrimiento de extraños materiales que una fuerza militar transporta de incógnito. Con una estupenda fotografía, efectos especiales, la sobresaliente presencia de la hermanita más chica -se llevan 4 años- de Dakota: Elle Fanning, con reminiscencias de "Cloverfield" -de la cual Abrams fué productor- y hasta de "Sector 9", este filme resalta como uno de los mejores estrenados en este 2011, y es una maravillosa declaración de amor hacia el cine por parte de sus realizadores. Aplausos, por favor!
Siempre tendremos París Woody Allen con casi una cincuentena de pelis hechas, puede bordear el filo de lo imposiblemente original, del "más de lo mismo", de hecho sus últimos filmes no han sido nada más que correctos, con diálogos algunos más sabrosos que otros pero nada de aquél maestro de "Annie Hall" o "Hannah y sus hermanas", por elegir dos obras notables de su filmo. Sin embargo, con esta peli muestra que aún siempre se puede llegar a a dar más y de lo bueno. Este Allen es el de la magia cinematográfica, ese que puede ofrecer un comedia melanco, nostalgiosa, que nos llegue directo al corazón, y redoblar la apuesta con ácida crítica a la superficialidad actual -el ejemplo son los mediocres padres del personaje de Rachel McAdams-, por ello se nutre con un guión aderezado de sabor francés. En "La Rosa púrpura de El Cairo" nos maravilló con aquél traslado de personajes fuera de la pantalla, ahora hace que un escritor americano (obvio: alter-ego-Woody), que medio ha perdido el rumbo con una novia materialista e insoportable, vea transformada su visita a París en un increible viaje en el tiempo, donde saltará a través de una circustancia a los años 20 y allí se codeará con intelectuales y artistas como Dalí, Buñuel, Los Fitzgerald, Hemingway, Picasso, Dalí, Buñuel, Cole Porter, etc pero hasta habrá una sorpresa más que aquí no revelaremos. Rubro actuaciones: Owen Wilson como el protagonista está más que bien, parece mentira que alguna vez estuvo cercano a convertirse en el típico comediante yanqui pelotudo de desabridas pelis, y que haya zafado por suerte. Marion Cotillard es la actriz bella y sensual que encastra perfecta en la heroína del cuento, Michael Sheen está magnífico como el pedante sabelotodo, Rachel McAdams es una novia tilinga innmejorable, en sus pequeñas participaciones destacan su belleza plus: Carla Bruni y Léa Seydoux, y divertidisimo el Dalí a cargo de Adrien Brody, y destaquemos como curioso que Pablo Picasso está encarnado por el actor argentino residente en Francia: Marcial Di Fonzo Bó. París, París, siempre París, y sus rincones y su historia y sus cafés, y el arte, y su lluvia, y sus puentes, y la Eiffel, y las callejuelas y arrabales, y el violín jazzero de Grapelli acompañando, y hasta el "Let’s do it" por Cole Porter, en fin...gracias al cine y a Woody, siempre tendremos París!
Juramento de Venganza Alguna vez el gran Borges sugirió que el Western era el más genuino género fílmico, y tenía obvia razón, se vé que él había visto varios, acaso no hay cierta concomitancia con sus personajes de avería como Rosendo Juárez, a quién en otra época y otro lugar le ocurre lo mismo que al cowboy de Clint Eastwood en "Los Imperdonables"..?. Igual pasa con el prepotente y bárbaro gaucho Aballay, que luego de un asalto y deguello de su parte, le sucede un clik como para abandonar su existencia de reo, vago y mal habido. Y el salvaje, alejado de esos males, termina por tomar una identidad de ribetes legendarios. Pero claro en el medio hay alguien que no ha olvidado sus crímenes, y que crece masticando su obsesiva venganza, la de dar muerte a cada uno de aquellos ladinos gauchos que mataron a su padre frente a él siendo un niño, de una forma tan artera. El odio se agiganta con el tiempo y asi ya hecho un hombre vuelve el personaje de Nazareno Casero a buscar su reivindicación a punta de cuchillo...pero las cosas se irán complicando más con la inserción en su vida de una mujer por la cual se siente atraído. Fernando Spiner, luego de sus recordados trabajos como la muy notable miniserie de 4 capítulos: "Bajamar, la costa del silencio" (1995) y los largos para el cine: "La Sonámbula" (1998) y "Adiós Querida Luna" (2005), vuelve a mostrar su manejo en el poco transitado cine de género nacional -al que muy pocos se le animan-, con este "Locro-western" de maravillosa factura técnica, con paisajes increiblemente bellos de Tucumán, interpretaciones elogiosas de Pablo Cedrón -notable máscara como Aballay y hasta con una deslumbrante manera de cabalgar- (qué actor carajo!!!), una actriz sugerente y de rara belleza: Moro Anghileri, y sobre todo un villanísimo como el de Claudio Vissi -de hoy en más queda para la historia del cine criollo como el más marcado malo de la pantalla autóctona-, Ziembroski que siempre es un hallazgo, y un Medido y austerito Casero como el eje de la venganza. Acá hay cine respirando por 4 costados, hay una mezcla acorde que va del gauchito Gil al Moreira de Favio, imágenes que retrotraen al Fregonese y Demare de "Pampa Bárbara", y hasta una similitud con el cangaceiro de Glauber Rocha (aquél simbólico "Antonio das Mortes"). Si hasta el grito de "Aballayyyyyyy!!! que pega Vissi añora nostalgias de aquél otro "Chirinooooooo!!" del Moreira del 73. Spiner suma pericia y talentosidad, escenifica como si hubiese bebido del euro-western de Sergio Leone, de Sollima y Corbucci, sin olvidar a los gigantes de Sam Peckinpah, Anthony Mann, Delmer Daves o Henry Hathaway y sobre todo: John Ford, con ese inicio de diligencia a cielo abierto, donde aparece el propio Spiner disparando por una de las ventanillas del transporte. "Aballay" ya es un objeto de culto para los desaforados cinéfilos y la posteridad, no caben dudas. Nosotros agradecidos.