ADICTO AL EXITO Película de ciencia ficción que desarrolla una historia que lamentablemente nunca logra tocar su punto máximo de originalidad y de sorpresa, ya que todo lo que sucede es demasiado sencillo, canchero y hasta previsible, pero que logra destacarse gracias al muy bien logrado trabajo de sus intérpretes, al interés que siempre el guión mantiene en el espectador y a la vertiginosa fotografía, indudablemente, lo mejor de esta propuesta. Eddie es un hombre que está casi en ruinas. siente que no tiene futuro, está desganado y no sabe qué hacer con su vida. Una propuesta laboral le aparece y, pese a que quiere ejercerla, no tiene la imaginación ni la capacidad para hacerlo. Las páginas en blanco del libro que tiene que escribir le preocupan, pero no sabe cómo hacer para que se le aparezcan las ideas o un poco de inspiración. Un día, caminando por la calle, se topa con un conocido, hermano de su primera mujer, quien lo escucha y rápidamente le ofrece una solución: el NZT, una droga muy fuerte que le permitirá abrir las puertas a la satisfacción y el triunfo. Él no sabe con qué se está metiendo, pero la adicción se hace presente y, si bien se hace millonario, sabe hablar múltiples lenguas, puede leer una novela en pocos minutos, y es un exitoso empresario, los efectos secundarios se van a hacer presentes rápidamente. Esta cinta desarrolla una historia que mantiene siempre atento al espectador para saber qué va a pasar en los próximos minutos, está muy bien manejado el suspenso y el drama y, pese a que la previsibilidad aparece en las últimas secuencias, la historia está bien planteada. Lo que sucede después de la introducción y de la presentación del conflicto, es lo que hace de esta película una propuesta sencilla y desaprovechada, ya que son pocas las sorpresas que van apareciendo y pocos los momentos en los que la reflexión, que la misma premisa invita al espectador a tener, se ve profundizada por el libreto o por las intenciones de la propuesta. Es por eso que es imposible no dejar de lado la inminente aparición del mensaje: "las drogas son la solución", pese a que el sentido de la historia no es ese. La cinta posee dos características que la hacen una propuesta entretenida y destacable. Por un lado, la fotografía es muy acertada y juega con diferentes estilos visuales. Son varios los planos cenitales que aquí se utilizan para crear vértigo y suspenso, y son dos las secuencias en las que se utilizó un efecto de montaje, que parece un zoom interminable, que le aporta belleza, estilo y dedicación a la película. A su vez, la misma está muy bien llevada adelante por el lado visual en cada una de las escenas que no refieren a estas dos partes, la vida oscura y triste, y los momentos de lucidez de los personajes están bien diferenciados con la fotografía y la dirección artística. Por otro lado, las actuaciones le aportan realismo, si bien el nivel de fantasía expuesto en algunos momentos es extremadamente elevado, muy bueno. Bradly Cooper demuestra aquí que es un gran actor y que se puede llevar al hombro un protagónico casi en su totalidad solo. Muy buen trabajo de expresión. A su vez, Robert De Niro, pese a que no posee un personaje muy elaborado, está correcto. "Limitless" es una película entretenida y con una premisa que siempre mantiene un interés apropiado. Con una fotografía impresionante y un uso de la música importante (la banda sonora tiene un estilo parecido al de "Red Social"), esta es una propuesta que logra cumplir su objetivo y que, si bien la historia y las pocas sorpresas son su punto débil, presenta buenas actuaciones. Una buena película. UNA ESCENA A DESTACAR: presentación de los títulos iniciales.
Es un verdadero orgullo ver películas como "El Estudiante", propuestas originales, bien pensadas, redondas, directas en intenciones, muy bien dirigidas, con un esfuerzo de producción que se nota en cada toma y escena, con un tecnicismo muy bueno y con temáticas que se alejan de las convencionales y que aportan una auténtica experiencia cinematográfica. Esta cinta independiente de Santiago Mitre tiene todo eso y mucho más, convirtiéndola en un interesante film sobre la política, la educación y la vida.
CUANDO EL CAOS SE APODERA DE UNA FIESTA Comedia argentina que toma un estilo narrativo poco familiarizado con el cine nacional y que, desarrollando un aprovecho impecable de cada uno de sus intérpretes, logra crear un relato de enredos divertido, hermosamente fotografiado y con las necesarias vueltas de tuerca como para hacerle pasar al espectador un grato y sorpresivo momento en la sala. La cinta se centra en contar cómo fue el casamiento de Leonora y Adrián. Ella es cristiana, mientras que él es judío, por lo que deciden hacer una celebración mixta. La pareja quiere que todo salga redondo y sin inconvenientes, pero un error del novio va a ocasionar que todo lo antes planeado comience a seguir un trayecto inesperado y caótico. Solo él puede solucionar los problemas, pero al tratar de hacerlo va a ocasionar que otros empiecen a aparecer, haciendo de su casamiento la peor experiencia de su vida. Esta película desarrolla un estilo que se asemeja bastante al presentado en muchas películas extranjeras, en las que una simple situación se convierte en un martirio para sus protagonistas. Pese a que la referencia a, por ejemplo "Muerte en un Funeral", está presente, la cinta logra sobrepasar los prejuicios y expresar una serie de enredos argumentales que están muy bien logrados y conforman una película en la que continuamente está sucediendo algo para mantener entretenido al espectador. El humor aquí presentado pasa por muchas variantes y se centra principalmente en las actitudes de cada uno de los personajes: el novio torpe, la novia controladora, el abuelo que decide dar cambios en su vida, el ex que quiere romper con el futuro matrimonio, y muchos otros. Cada uno de ellos tiene su momento de destaque y, gracias a un guión que desarrolla sus personalidades de manera clara y algo estereotipadas, las situaciones graciosas e ingeniosas son bastantes. Las actuaciones son muy buenas. Cada intérprete logró aprovechar a su personaje para remarcarle alguna característica física o actitudinal predominante. La dupla protagónica es muy fresca y desde el comienzo forman una química muy buena. Natalia Oreiro desarrolla una dulzura que poco a poco se va transformando en ira y remordimiento que está muy bien interpretada, mientras que Daniel Hendler logra expresar esa torpeza que identifica a su personaje, pero también el amor y el realismo necesario en algunos momentos. Quienes lo acompañan tienen un lucimiento impecable y, pese a que algunos desarrollan roles que aparecen pocas veces, logran sacarle provecho a sus momentos. Entre ellos se destacan: Imanol Arias (el antagonista, serio, irónico y manipulador); Soledad Silveyra, quien juega con su tono de voz y poses; José Soriano, quizás en el rol más estereotipado de la película, pero de igual manera muy bien interpretado; Marcos Mundstock y Daniel Rabinovich, como el cura y el rabino, que funcionan muy correctamente y le aportan un humor muy particular a sus momentos; Martín Piroyansky, el tonto, quien tiene sus buenas situaciones y Muriel Santa Ana, Gabriela Acher, Gino Renni y Luz Palazón, en personajes menores, pero igual de divertidos. El gran acierto de esta propuesta, dejando de lado la dirección de actores, es la parte técnica. La fotografía es hermosa, el aprovecho de las locaciones abiertas y cerradas; la elección de planos y encuadres; el cambio de cámaras; el sonido y la banda sonora; las idas y vueltas narrativas que se entienden gracias a la edición; y el vestuario, todo presenta una excelencia que vale la pena destacar, principalmente porque se puede apreciar desde el comienzo, con esa escena dibujada y ese posterior travelling entre los árboles, el enorme y preciso trabajo de los técnicos responsables de la película. "Mi Primera Boda" es una cinta muy divertida, con actuaciones muy correctas y un tecnisismo inmejorable. Una propuesta diferente del cine argentino, bien pensada, que, pese a caer en algunos estereotipos, entretiene y cumple con su objetivo. Un film que encamina para otro lado a la comedia nacional. Junto con "Un Cuento Chino", la mejor comedia argentina del 2011. UNA ESCENA A DESTACAR: invento chino. UN DATO: Quédense en los títulos finales, hay algunas escenas más.
JUGANDO CON LA MUERTE Quinta parte de una saga que no ha podido salirse de los propios esquemas que "Destino Final" en el 2000 creó, convirtiendo a sus secuelas en reiteradas películas que funcionaban como recreaciones innecesarias de una misma idea, planteada de diferente manera y con otros personajes. Pese a que esta nueva película no se aleja de dicho estilo narrativo, es una de las mejores de la serie, principalmente por la creatividad de las muertes y el aprovecho de la tecnología en tres dimensiones, la cual le aporta mucho entretenimiento a la propuesta. Sam es un muchacho que sueña con poder ir a París para convertirse en el Cheff que siempre quiso ser. Junto con sus amigos y compañeros deciden participar de un retiro de la empresa en la que trabajan. En el autobús, él tiene una premonición en la que el puente por el que están cruzando se derrumba, ocasionando la repentina e inesperada muerte de ellos. Al despertar y al ver que la situación parece ir por el camino de la visión, intenta salvar a sus compañeros del futuro desastre. Ellos logran salir sin rasguño alguno, pero para el destino eso no tendría que haber sucedido. La muerte los perseguirá y se los irá llevando uno a uno. El estilo narrativo es el mismo que el expuesto en las demás cuatro películas: la cinta se introduce presentando a los personajes; luego se muestra la premonición; las personas logran salir del lugar; y cada uno de ellos comienza a morir cruelmente de manera misteriosa. Por este lado no se presentan sorpresas y no hay situación que logre salirse de los esquemas que ya se han visto anteriormente. El único factor diferente que aquí aparece es una conexión bien lograda con la primera cinta, cuestión que es una grata sorpresa mientras se está viendo. El desarrollo de los personajes y sus respectivas identidades es apresurado e incompleto. Hay roles que fueron llevados adelante con humor, impidiendo que sus momentos puedan transmitir el suspenso y la tensión necesaria para dichas escenas; y hay un personaje específico que da un cambio de actitud que no está bien interpretado por el actor. Las actuaciones son correctas y, a diferencia que en las demás entregas, no hay diálogos ridículos y sobreactuados. El protagonista está bien, no le aporta demasiado a su personaje, pero logra transmitirle los sentimientos de dolor y sorpresa en sus respectivos momentos. Entre los roles secundarios se destaca Tony Todd ("Candyman"), quien, pese a que presenta un personaje que dice muy poco, logra darle el misterio necesario a cada una de esas apariciones. La cinta presenta dos características que son las cualidades que la hacen destacar y convertirla en una de las mejores secuelas de la saga. Por un lado, se aprovechó al máximo la tecnología en tres dimensiones para mostrar desde un punto de vista diferente lo que va sucediendo. La introducción, la muy bien lograda escena en el puente, y cada una de las muertes, presentan un lucimiento impecable de dicha tecnología, la cual le aporta una dimensión mucho más profunda y entretenida a lo que va sucediendo. Es una de las cintas del género que mejor han usado el 3D, y eso vale la pena reconocerlo. Por otro lado, y remite directamente a Steven Quale, el director, es la habilidad por crear suspenso con muy pocos elementos, creando secuencias muy tensas que, pese a que muchas de ellas son rematadas sin la imaginación de los comienzos de cada muerte, le brindan al espectador momentos de suspenso muy buenos. Cabe destacar, dejando de lado la escena de la premonición, la muerte en el gimnasio, una secuencia bastante larga en la que se utilizan muy pocos objetos y encuadres para mostrar lo que está sucediendo con mucha tensión. "Destino Final 5" es una película que aporta muy poco a la saga, que repite fórmulas y que no se aleja de lo visto en anteriores partes, pero que desarrolla inventivas muertes; tiene efectos especiales muy buenos; una referencia a la primera cinta satisfactoria; y un aprovecho excelente del 3D. No decepcionará a los seguidores de la saga. UNA ESCENA A DESTACAR: puente.
Una vez finalizada la función de "I am love", son muchas las características que en la película logran destacarse por la manera en la que fueron planteadas, pero hay una que se mantiene durante toda la duración y proporciona, aunque la historia puede asemejarse a muchas otras cintas del género, una experiencia totalmente diferente y profunda: la delicadeza visual, narrativa y actoral.
¡PRENDE LA LUZ! Guillermo del Toro es una de las mentes más creativas y puras que el cine de fantasía masivo presenta hoy en día. Su trabajo realizado en "El Laberinto del Fauno", en las dos películas de "Hellboy" y en "El Orfanato" fue realmente maravilloso, principalmente en lo que respecta al diseño de producción y a la dirección artística de cada realización. En esta película, producida y escrita por dicho director, se intenta llevar adelante un estilo muy similar al visto en las cintas antes mencionadas, pero, y pese a que se nota su participación, la falta de creatividad y de inventivo perjudica a la propuesta y la convierte en una fría experiencia cinematográfica. Sally es una niña que se muda con su padre a una enorme mansión. Ella está encantada con la arquitectura de la casa y se ve intrigada por los lugares secretos que la misma esconde. Es así como encuentra un sótano, el cual permaneció oculto por muchos años. Junto con su papá va a tratar de encontrar cómo entrar al lugar. Una vez que logran abrir la puerta, los misterios parecen no acabarse, ya que ella inmediatamente descubre otra pequeña puerta, esta vez de un curioso conducto. Al abrirlo, pone en libertad a pequeñas criaturas que intentarán apoderarse de la casa y de sus propietarios. La película se introduce con una escena ambientada en el pasado que funciona como un corto y efectivo prólogo para contar, a grandes rasgos, el hecho que culminó con el ocultamiento del sótano de la gran mansión. Luego de esto, la cinta se desarrolla de igual manera que muchas otras del género, presentando a los personajes principales y exponiendo el conflicto que involucran a la niña y su curiosidad. El problema que aquí inmediatamente aparece es que la introducción de las personas es muy larga, y cada vez que se intenta hacer hincapié en lo que sucede en diferentes partes de la casa, se interrumpe la narración para dar más suspenso y guardar "lo mejor" para más adelante. Visualmente se pueden apreciar referencias muy buenas al trabajo de Guillermo del Toro en sus pasadas películas, en especial en la inspección que la niña hace del jardín y en los diferentes dibujos y pinturas que se van mostrando y que decoran la casa. Dejando de lado ésto, la cinta carece del inventivo y de la imaginación necesaria para asustar, innovar y crear escenas de suspenso que desarrollen una tensión estresante en el espectador. El mejor y gran susto del film se puede ver en el trailer; los golpes fuertes de sonido son previsibles y no cumplen con su función; el suspenso, salvo por el comienzo de la película, es casi nulo; no se aprovecha la identidad y el misterio de las criaturas; y no se tornan creíbles las actitudes de los mayores cada vez que la niña quiere expresar qué es lo que le está pasando. Las criaturas fueron diseñadas de manera ingeniosa y con un aspecto físico que, al comienzo dan escalofríos, pero que cuando se las ve en acción a todas juntas, pierden la magia y el misterio. Lo que al comienzo es un juego correcto con las sombras y con mostrar por fragmentos las partes de sus pequeños cuerpos, pasada la mitad de la narración se las ve en conjunto atacando como los Gremlins, destruyendo todo el suspenso previo que fue muy bien logrado. Las actuaciones son correctas, en especial el trabajo realizado por Bailee Madison en el rol protagónico. Ella le aporta realismo y profundidad a sus emociones; mientras que Guy Pearce logra expresar muy bien la disconformidad con la realidad y con la hija de su personaje, y Katie Holmes, está correcta. Basada en el clásico telefilm de la década de los 70 (la decisión de que el protagonista sea un niño es muy acertada, recordemos que en la cinta original era un adulto a quien le pasaban todas las cosas),"No le Temas a la Oscuridad" es una película de terror que no asusta, que está dirigida a un público de 13 a 15 años que seguramente sabrá encontrarle los puntos de suspenso necesarios como para pasar un mal rato en el cine. Una cinta que carece de originalidad y de creatividad. Correctamente actuada y con una banda de sonido que es sutilmente aprovechada. ¿Hay decisión mejor que prender la luz si una gran cantidad de criaturas fotosensibles te están por atacar? Cosa que nunca se les ocurre a los personajes de esta película. UNA ESCENA A DESTACAR: primera media hora.
CAMINANDO EN CIRCULOS Provocadora propuesta dirigida por Seth Gordon (realizador de "Navidad sin los Suegros") que comienza presentando una premisa interesante y con una ironía muy entretenida, pero que poco a poco, producto del guión que nunca logra cautivar su máximo potencial, empieza a entrar en lugares repetidos del género y en una falta de originalidad y humor inteligente decepcionante. Nick, Dale y Kurt son tres amigos que, además de compartir sus momentos libres, tienen algo en común: odian a sus jefes. Ellos comienzan a pensar las posibilidades que tienen si pudiesen renunciar a sus trabajos, pero rápidamente se van a dar cuenta de que eso sería imposible y que tardarían años en conseguir uno nuevo. Es por eso, que eligen una opción extraña y arriegada: asesinarlos. Con la ayuda de un ex-convicto van a armar una estrategia para poder descubrir los puntos débiles de sus patrones, para así matarlos sin dejar evidencia alguna de responsabilidad. Lamentablemente el poco ingenio y la ansiedad por cobrar venganza va a ser mucho más fuerte y las consecuencias de sus fallidos actos no van a tardar en aparecer. La cinta se introduce presentando el tema de manera muy correcta, mostrando el humor negro que poco a poco se va a ir incrementando con el paso de los minutos y describiendo las personalidades de los amigos y de sus manipuladores jefes. Este comienzo es correcto, ya que se aprovecha a los actores y sus voces en off para jugar con la imagen y sus actitudes. Inmediatamente después de ésto, la película comienza a entrar en lugares comunes que le restan originalidad y disfrute a la propuesta. Es imposible no relacionar este trabajo con "The Hangover" ("¿Qué pasó ayer"), ya que presenta un estilo narrativo muy similar, además de una premisa que toca muchas veces los mismos puntos y una serie de vueltas de tuerca que hacen referencia directa a dicha película. La formula es la más sencilla y, sin mostrar sorpresas ni situaciones que se alejen de los estereotipos de la comedia de desencuentros, nunca logra explorar el verdadero potencial cómico, ni aprovechar a sus intérpretes para salirse de dichos lugares. A su vez, el humor, que comienza siendo irónico y gracioso, empieza a entrar en terrenos desagradables y vulgares, hay escenas en las que se dicen muchas malas palabras (guiones y secuencias muy similares a varias que el director realizó con anterioridad) y hay otras en las que se entra en terrenos incorrectos de los que no le es fácil salir (obesidad, racismo y discriminación). Por el lado de las actuaciones, aquí hay dos grupos bien diferentes: los tres protagonistas, quienes nunca logran crear una identidad diferente a las expuestas en muchas otras películas del género, de los cuales se destaca Charlie Day, quien utiliza su tono de voz para darle un toque distinto a su rol (Jason Bateman y Jason Sudeikis no se lucen); y los tres jefes, personajes un poco mejor desarrollados y donde se ve un trabajo más logrado de los actores. Kevin Spacey está muy bien, es el principal antagonista de la película y su personalidad controladora y autoritaria está muy bien expuesta; Jennifer Aniston tiene el rol menos interesante de los tres y vuelve a interpretarlo de la misma manera que muchos de sus pasados personajes; mientras que Colin Farrell, como el hombre más políticamente incorrecto de la historia, está muy bien. "Horrible Bosses" es una película que es introducida de manera correcta, pero que poco a poco va entrando en los propios lugares comunes del género y que últimamente distintas películas de desencuentros se han preocupado por intensificar. Con actuaciones correctas en general; una fotografía y un uso de la música que están bien logrados; y con un guión que falla en sus intenciones y en no corregir sus errores. Una propuesta que repite fórmulas. Humor negro y de mal gusto, una propuesta más. UNA ESCENA A DESTACAR: entrada en la casa.
CIRCO, SANGRE E HISTORIA Luego de "Los Crímenes de Oxford", Álex de la Iglesia decidió no solo dirigir esta nueva cinta, sino también escribirla y, pese a que tiene sus aciertos argumentales, aquí queda demostrado que él es mucho mejor director que guionista, ya que el despliegue visual y de camarás brilla en casi todas las escenas, mientras que la historia está ausente y no cobra sentido en muchas oportunidades. La historia se centra en un muchacho, llamado Javier, que decide ir a trabajar a un circo, el ámbito de su familia y del cual le prometió a su padre formar parte, como el payaso triste. Allí conoce a una bella mujer, novia del payaso contento. Una serie de desafortunados eventos, apoyados por la problemática política y social del país en esa época, va a ir acechando al triángulo amoroso. La película debe ser vista desde dos puntos de vista, los cuales se complementan pero tienen características que las diferencian mucho. Por un lado, todo el aspecto visual y sonoro que el filme le regala al espectador. Álex de la Iglesia es un gran director y el trabajo que realizó aquí con la manera en la que llevó adelante la historia y, principalmente, el estilo con el que la filmó, es precioso y artísticamente sublime. La elección de las locaciones, el trabajo de maquillaje (mejor imposible), el vestuario, la dirección de arte, los efectos especiales, el dinamismo y el manejo de la cámara, los planos cerrados, panorámicos y generales, los variados e ingeniosos encuadres y el trabajo realizado para que la cinta sea única visualmente, es admirable y envidiable. Hay varios momentos que producen escalofrios, no solo por mostrar la ferocidad de los personajes en pantalla con mucha velocidad y sin dejar tiempo para que el público pueda reaccionar, sino por el muy bien logrado montaje realizado con la banda de sonido y esos acordes dramáticos que acompañan y crean situaciones espectaculares, como por ejemplo la escena en el restaurante; el comienzo; ese momento en el cine con la canción de Rafael que le da el nombre a la película (fragmento del filme "Sin un Adiós", de 1871); y ese soberbio final en el Valle de los Caídos. Pero, y es allí donde la película lamentablemente desilusiona y falla, el guión, muy prometedor al comienzo, con esa introducción imponente y ese compilado que va mostrando el entorno histórico en el que el argumento se desarrolla, mezclando varias figuras del cine de terror, es totalmente sin sentido e incoherente mientras los minutos van pasando. El relato es muy sencillo y nunca se aleja ni se da permiso para inspeccionar ni tocar los diferentes puntos que el mismo nombra como importantes. La historia comienza mostrando la revolución, cómo los payasos y artistas circenses son obligados a formar parte de la batalla y cómo el hijo de uno de ellos promete venganza. Luego de esto, la cinta empieza a justificar todo con violencia gratuita, con miles de balas, con muchos litros de sangre, con quemaduras, perforaciones, deformaciones, sexo, golpes, explosiones y, principalmente, con una ridiculez, que tiene un humor negro divertido, pero que por momentos pasa la linea de lo creíble y se torna cansador. No hay un hilo conductor que explique los sentimientos de los personajes, no hay una historia atrapante e interesante, es una seguidilla de escenas rápidas descolgadas y mal unidas que alargan la duración y hacen de la película un espectáculo visual impresionante, pero narrativamente muy pobre. Las actuaciones son correctas, cada uno de los intérpretes se destaca cuando su rol se torna exagerado y necesita de la profundización de las expresiones faciales y corporales para crear dicha ridiculez. Carlos Areces (Javier), está perfecto cuando, cerca de la mitad del relato, su personaje se transforma; Antonio de la Torre (Sergio), muy creíble en todo momento, su rudeza y machismo están muy bien desarrollados; Carolina Bang (Natalia), utiliza su belleza y un bien logrado mimetismo en su rostro, principalmente en sus ojos. "Balada Triste de Trompeta" es una cinta que tiene muchos aciertos técnicos, pero cuya historia desarrolla una simplicidad y una falta de creatividad muy llamativa y desilusionante. Una película con mucha sangre, injustificada en muchos momentos, que no es de lo mejor de Álex de la Iglesia, y que clarifica que él, con tan solo mirar como llevó adelante todo el desarrollo final, es mucho mejor director que escritor. Una cinta que será amada u odiada. UNA ESCENA A DESTACAR: comienzo y final. Nota aparte: Sería un deleite, imposible, poder ver esta misma historia escrita y dirigida por Quentin Tarantino.
UNIDAS POR UN MISMO HOMBRE Una historia sencilla, dramática, con algunos momentos de humor y con el toque característico de las películas de Carnevale, eso es lo que el espectador se lleva al ver esta propuesta, que presenta excelentes actuaciones protagónicas y un guión que, si bien juega con la verosimilitud y con la extensión innecesaria de algunas situaciones, funciona. Elena es una directora de cine que, mientras estaba filmando su nuevo documental, recibe la mala noticia de que su marido sufrió un infarto y que está internado en el Hospital. Cuando llega allí se da cuenta de que la situación de su esposo es complicada y, para colmo, se cruza con una mujer, Adela, que parece ser la amante que mantuvo en secreto por cinco años. La muchacha queda desesperada luego de la muerte de su amor y va a tratar de hacer todo lo posible por conseguir la atención y ayuda de Elena. Juntas, pese a que no se soportan, van a descubrir que, pese a que son viudas de un mismo hombre, son dos mujeres fuertes que sufren por una misma causa: el amor. La premisa es muy sencilla y no sucede mucho más de lo que en pocas palabras se puede resumir, pero la magia y fuerza de esta propuesta es justamente la exploración de los sentimientos y las emociones de los personajes, mostrar una radiografía interna sobre sus actitudes y reacciones frente al momento difícil que están pasando. Es por eso que, si bien la historia posee algunos alargamientos innecesarios y quedan algunas preguntas sin pronta respuesta, logra triunfar y llegar honestamente al espectador. El significado que aquí se expone sobre el amor y los dos puntos de vista bien diferenciados sobre esa palabra, le aportan un dramatismo que parece algo exagerado desde un comienzo, en especial con las actitudes muy sufridas de Adela, pero que poco a poco se va intensificando y creando un sentido que enriquece correctamente la narración. El problema que aquí aparece se remite directamente al guión y a la falta de verosimilitud en algunas situaciones que van pasando. Las decisiones de Elena y las actitudes de Adela se ven forzadas y poco creíbles por momentos, llamando a una sencillez que no le aporta claridad ni ingenio a lo que va sucediendo. Pese a esto, la película presenta dos cualidades que son de suma importancia: Por un lado, el nivel de las actuaciones es excelente. El trabajo realizado por Graciela Borges es realmente soberbio, principalmente al brindarle la fuerza y la emoción necesaria para que sus sentimientos logren traspasar la pantalla. Valeria Bertuccelli también está muy bien, su personaje comienza siendo muy frágil, hay muchas y reiteradas escenas en la que se la puede ver llorando, y esas actitudes extremistas están muy bien interpretadas por la actriz. Martín Bossi, en su debut cinematográfico, está correcto. Su papel es difícil, hace de mucama y es el principal exponente de comedia que aquí se presenta. Él es el encargado de cortar el dramatismo y aportarle un poco de humor a la cinta, y está muy bien logrado. Rita Cortese, en un rol menor, pero igual de importante que el de Bossi, está muy bien. Por otro lado, hay un implemento de la música que es inmejorable. Hay dos escenas en las que se puede escuchar el tema "Paraíso", interpretado por Vicentico, los ejemplos claros de unidad audiovisual, ya que conforman momentos fuertes, emocionantes y muy bien editados. Hermosa canción y bello el uso que aquí se le da. "Viudas" es una película en la que prevalece el drama sobre la comedia, con actuaciones excelentes por parte de todo el elenco y con una historia que, pese a ser sencilla y a jugar con la falta de verosimilitud en algunos momentos, emociona y entretiene. Una propuesta interesante y bien lograda. Un paso adelante por parte de Carnevale luego de su anterior realización: "Anita". UNA ESCENA A DESTACAR: dos escenas con la música de Vicentico, y el momento del cementerio.
EL VALOR DE LA INTELIGENCIA Precuela de la popular película titulada "El Planeta de los Simios" de 1968 que, si bien es un relato que ya fue explorado en el pasado de manera no muy satisfactoria, en la cinta "Conquest of the Planet of the Apes" de 1972, logra crear una narración muy interesante, muy bien actuada y con los golpes necesarios de emoción y acción como para brindarle al público una propuesta de calidad y con una dirección que le aporta una bocanada de aire fresco a la saga. Will es un científico que está tratando de encontrar la cura para el Mal de Alzehimer para poder ayudar a su padre a salir de dicha enfermedad. Para ello, utiliza a simios como sujetos de prueba de sus experimentos. Luego de comprovar que una de sus investigaciones tiene resultado y de un misterioso ataque de uno de los monos, él se va a llevar a su casa a una de las crías que logró salvar del sacrificio. El medicamento comienza rápidamente a cobrar efecto y la inteligencia del primate va a ir incrementándose gradualmente. El simio poco a poco se va a ir dando cuenta de qué y quienes son los que lo rodean y va a utilizar sus nuevos dotes para demostrarle a los hombres que ellos son mucho más que animales de pruebas. La propuesta es simple, pero efectiva: contar cómo sucedió la revolución de los simios y cómo el hombre pasó a ser dominado por el animal. La característica que hace de esta propuesta una cinta sorpresiva es la forma en la que se decidió llevar adelante el relato. Aquí se prioriza el realismo, pese a que obviamente hay ciencia ficción, pero la misma está planteada de tal manera que se sientan creíbles los avances de la medicina y los hechos posteriores al descubrimiento de la cura. Es por eso que, acompañado de un libreto intenso, directo en sus intenciones y bien escrito (hay que resaltar también que hay varias incoherencias en la historia, como por ejemplo la inhabilidad del hombre para frenar una revolución en una gran ciudad y la inevitable conclusión de que en San Franciso hay más simios que agentes de seguridad), este es un film que logra salirse de los estereotipos de la saga y transmitir un entretenimiento de calidad. El trabajo realizado con los simios, en lo que respecta a la elaboración de la recreación física de cada uno de ellos, especialmente de César, el protagonista, es increíble, en especial porque se cuenta la historia desde su nacimiento, permitiendo que se exploren los sentimientos con el hombre durante los cinco años de vida aquí desarrollados. Es por eso que, al igual que se plantea un romance secundario entre dos personas, la relación entre el animal y el hombre tiene su merecido desarrollo y crea un sentido que enriquece y dota de diferentes matices a la narración. El gran mérito al lograr esto es por parte de Andy Serkis, quien no solo aporta una de sus mejores interpretaciones junto con el inolvidable Gollum de "El Señor de los Anillos", sino que crea un personaje que posee una humanidad impresionante y muy expresiva. Soberbio trabajo del actor. A su vez, los efectos especiales son muy reales y están planteados de tal manera que, pese a que son protagonistas de varias escenas, acompañen muy bien el relato. Las actuaciones, dejando de lado la interpretación de Serkis, también son un agente muy importante para que el realismo y la fuerza de la historia se sienta. James Franco está correcto en su personaje, principalmente al desarrollar la relación de su personaje con César; Freida Pinto no tiene mucho protagonismo y está en un rol que aparece poco y le aporta belleza a sus escenas; mientras que John Lithgow (el padre) logra destacarse en cada uno de sus momentos, y Tom Felton está correcto. Con una banda de sonido intensa y muy fiel a lo que va sucediendo; con una dirección astuta y prolija (se utilizan muchos travellings para mostrar los movimientos de los simios, muy fluidos y bellos visualmente); con escenas de acción movilizantes (puente); un dramatismo muy bueno (primera palabra de César) y un trabajo impecable por parte de Andy Serkis, "Rise of the Planet of the Apes" es una película emocionante, que da un giro interesante a la saga y que está muy bien fotografiada y realizada. Tiene varias incoherencias en su historia si se la analiza detalladamente, pero es una de las sorpresas del 2011. No se la pierdan. UNA ESCENA A DESTACAR: puente.