El principal error de "The American" es que es una película mal promocionada. Si uno se guía por el trailer y el poster, creerá que está frente a un thriller cargado de acción y suspenso. Nada mas lejos de esto. Este es un film norteamericano con estilo europeo, principalmente el estilo del cine policial francés de los años 60. Narración pausada. Ritmo lento. Pocos diálogos. Largos silencios. Aquí no se encuentran grandes escenas de acción ni de suspenso. Las pocas persecuciones que hay se resumen en el trailer y no es más que eso. Es la historia de un asesino que se aloja en un pequeño pueblo de Italia, a la espera de las indicaciones de su último trabajo. Mientras sospecha que su vida corre peligro, entabla una relación con el cura local y con una prostituta. Con un relato minimalista, gran parte de los 105 minutos de duración se dedican al tiempo muerto de este personaje: realizando actividad física, caminando, tomando café, trabajando con las armas... Si uno elimina el tiempo que este asesino pasa en silencio "sin hacer nada", estamos frente a un corto de 30 minutos. El punto más destacado es la dirección. Anton Corbijn es un reconocido fotógrafo, director de videos musicales y del film "Control" (sobre el cantante de Joy Division). El realizador aplica toda su estética visual para filmar hermosas escenas, con un muy buen trabajo de fotografía que distingue los espléndidos paisajes de Italia. George Clooney cumple una buena actuación como un asesino frío y reservado al que no se le escapa ni una sonrisa. "The American" es un film recomendable, principalmente para los amantes del cine europeo.
Ésta es la increíble historia real de Paul, un impostor que diseñó una estafa tan grande e inconcebible que no supo cómo pararla a tiempo y se le terminó yendo de las manos. Una estafa que vale la pena detallar mas allá de la sinopsis. Bajo el alias de Philippe Miller, este hombre se dedicaba a realizar pequeñas estafas vendiendo equipos de construcción que tomaba a préstamo. Así llegó a una pequeña comunidad afectada por la desocupación, donde alguna vez se inició un proyecto de construcción de un camino que fue abandonado tiempo después, dejando sin trabajo a muchas personas. Confundiendo a Miller por un representante de la empresa de construcción, los habitantes del pueblo tomaron su llegada como un indicio de que el proyecto abandonado se reactivaría y comenzaron a ofrecerle sobornos para el reinicio de la obra. Esto impulsó la creación de una compañía ficticia por parte de Miller y la posterior contratación de personal y puesta en marcha del proyecto sin autorización alguna. La esperanza y desesperación de los pueblerinos llevaron a que Miller se convirtiera en una admirada figura local. Él, guiado por su obsesión y codicia, consiguió que todo un pueblo le creyera. Con esta impresionante historia verídica que combina drama y suspenso, resulta difícil no obtener como resultado una película atrapante. Pero el director Xavier Giannoli ("Quand j'étais chanteur") por momentos estira demasiado el relato y lo torna repetitivo, haciendo que los 135 minutos de duración se sientan. El corte presentado en el Festival de Cannes era aún más extenso (155 minutos), pero las críticas recibidas hicieron que luego se estrenara esta versión de 135 minutos, a la que aún así le sobran varios minutos. Esta larga duración se sostiene gracias al excelente trabajo de François Cluzet (Nominado al Premio César a Mejor Actor) interpretando al estafador Philippe Miller, un hombre que delinea un ambicioso engaño sin medir las consecuencias. Lo acompañan en roles secundarios Emmanuelle Devos (Ganadora del Premio César a Mejor Actriz de Reparto), Soko (Nominada al Premio César a Actriz Prometedora) y el gran Gérard Depardieu. Como dato interesante, el camino construido bajo la supervisión de Miller cumplió con todas las regulaciones requeridas, pero igualmente debió ser destruido. Nominada a 11 Premios César (incluyendo Mejor Película, Mejor Guión y Mejor Director) y a la Palma de Oro en el Festival de Cannes, cuesta creer que una historia tan increíble haya sido real.
Este film debut del director argentino Adrián Biniez, galardonado en el Festival de Berlín y el Festival de San Sebastián, presenta una historia chiquita y sencilla de amor entre un guardia de seguridad y una empleada de limpieza de un Supermercado. Jara es un grandote tímido, con cara de buen tipo, que siente un amor obsesivo por Julia. La mira, la sigue, la estudia, pero nunca se anima a acercarse. "Gigante" es simplemente esto, una historia de amor de un solo lado en la que seguimos al protagonista mientras acompaña a Julia, sin que ella lo sepa, en sus actividades cotidianas (su trabajo, caminando, yendo al cine o a un locutorio) y esperamos que se anime a acercarse para transmitirle lo que siente. Con un desarrollo pausado, largas tomas, pocos diálogos y muchos silencios, es un largometraje que podría caber en un corto. Horacio Camandule carga todo el peso protagónico interpretando a Jara, mientras que Leonor Svarcas se limita a actuar sin palabras. "Gigante" es un relato tierno al que hay que tenerle paciencia para poder disfrutarlo.
Esta remake del film de 1978 producido por Roger Corman aprovecha la tecnología 3D y los efectos especiales actuales para hacer un homenaje al cine clase B de los años 70. A "Piranha" le encajan perfectamente los mismos adjetivos con los que describí el último trabajo de Robert Rodriguez, "Machete": sangrienta, exagerada, sexual, violenta, absurda y desagradable. El director Alexandre Aja ("High Tension", "The Hills have Eyes") presenta una película que se puede resumir en tres palabras: Pirañas, Sangre y Tetas. Ni siquiera se preocuparon por crear una historia original, sino que le robaron un poco a "Jaws" (lugar de descanso cargado de turistas, sheriff descubre el problema y quiere cerrar el lago, nadie presta atención a la amenaza de las pirañas) y con eso alcanza y sobra. Inclusive se homenajea a ese clásico de Spielberg desde la primer escena, con la participación de Richard Dreyfuss (quien aceptó trabajar a cambio de una donación a su fundación) interpretando a un personaje también llamado Matt (en "Jaws" era Matt Hooper, aquí Matt Boyd) que es devorado por estos peces. Igualmente, descarto que a quienes elijan "Piranha" les interese encontrar un relato profundo. Estamos hablando de una propuesta que incluye escenas como la del ballet acuático, con la hermosa Kelly Brook y la porn star Riley Steele nadando desnudas, o la del concurso de remeras mojadas, a cargo de Eli Roth (otro director amante del gore). El film dura el tiempo justo (hora y veinte) y mantiene una línea bastante correcta durante los primeros 50 minutos, para luego descarrilar en los últimos 30 minutos con un show de muertes asquerosas, cuerpos mutilados y mucha sangre. La tecnología 3D (muy criticada por James Cameron, quien se refirió a esta producción como "un ejemplo de lo que no debe hacerse en 3D") se utiliza mucho, tirando pirañas, tetas, vómitos y órganos humanos a la cara del espectador. Los efectos especiales aplicados a las pirañas son buenos, aunque en algunos momentos (como la escena inicial) se distinguen claramente. El elenco combina actores olvidados del cine (Ving Rhames, Elisabeth Shue, Christopher Lloyd), con actores de TV (Jerry O'Connell, Jessica Szohr, Steven R. McQueen, Paul Scheer) y muchas mujeres pechugonas. Nadie será reconocido por este trabajo, a pesar de la ocurrente campaña que armaron. "Piranha" es una propuesta desmesurada y grotesca... pero también divertida.
Ovacionada en el último Festival de Sundance y adorada por la crítica, el nuevo film de la guionista y directora Lisa Cholodenko ("High Art", "Laurel Canyon") se perfila como una fuerte candidata para los próximos Premios Oscar. Este drama familiar explora los conflictos que surgen en una familia compuesta por una pareja lesbiana y sus dos hijos adolescentes concebidos por inseminación artificial, cuando uno de ellos decide conocer a su padre biológico. La aparición de este hombre afectará la relación entre los distintos integrantes del grupo familiar. Logrando balancear el drama y la comedia, la directora ofrece una mirada natural sobre una familia moderna con dos madres, donde aparecen los mismos problemas y situaciones que encontramos en cualquier familia tradicional. Principalmente, esta es una película de actores, con una excelente elección del elenco principal y un guión que le da el tiempo y desarrollo necesario a cada uno de los personajes. Annette Bening compone de forma brillante el personaje de una madre controladora. Este trabajo, sumado a su reciente participación en "Mother and Child", la ubica nuevamente en carrera hacia el merecido Oscar. Julianne Moore la acompaña muy bien en el rol de su esposa y logra crear una buena química con ella. A Mark Ruffalo le calza perfecto el papel de hombre canchero/seductor y construye un personaje querible. Por el lado de los adolescentes, Mia Wasikowska ("Alice in Wonderland", "That Evening Sun") y Josh Hutcherson (aquel niño de "Little Manhattan") aprovechan algunas escenas que tienen para lucirse. "The Kids Are All Right" es una película más que recomendable, pero creo que viene un poco inflada con tanta crítica excelente y esto puede desilusionar a quienes vayan a verla cargados de expectativas.
En 2007, Robert Rodriguez y Quentin Tarantino estrenaron "Grindhouse", un homenaje al cine clase B de los años 70 que incluía dos films realizados por estos directores ("Death Proof" y "Planet Terror") y una serie de falsos trailers que los unía. Uno de estos falsos trailers era "Machete", el cual Robert Rodriguez decidió convertir en película. Dentro del contexto de "Grindhouse", el trailer de "Machete" proponía dos minutos bizarros y divertidos que acompañaban bien al resto del proyecto. La decisión de transformarlo en un largometraje de 105 minutos ya resulta demasiado. Tras una exagerada primer escena, uno descubre que la única forma de soportar esta película es tomándola como una comedia sobre el género de acción, como una sátira a las películas clase B de los años 70. Al fin y al cabo, si el propio director nunca la toma en serio, tampoco debería hacerlo el público. "Machete" es una propuesta desmesurada, desagradable, delirante, sangrienta, sexual y cargada de excesos. Las escenas de acción son violentas y exageradas, donde la sangre corre a litros, las cabezas ruedan y los cuerpos se apilan. Los diálogos son ridículos y las actuaciones forzadas, todo a cargo de un elenco mezclado y raro. Machete es interpretado por Danny Trejo, el viejo actor de 66 años que ya no está para hacerse el justiciero y conquistar jóvenes mujeres. Su enemigo es interpretado por Steven Seagal, otro gordo y viejo héroe de acción al que le cuesta moverse. El enfrentamiento final entre estos dos personajes es patético. Las personajes femeninos están a cargo de Jessica Alba (como una agente), Michelle Rodriguez (como una revolucionaria) y Lindsay Lohan (como una niña rica adicta), consiguiendo tres actuaciones para el olvido. Los únicos que parecen divertirse con sus personajes caricaturescos son Robert De Niro y Don Johnson, el primero como un senador corrupto y el segundo como un vigilante. Todo esto envuelto en una historia de venganza absurda y racista. El director Robert Rodriguez ya había demostrado su fascinación por este cine exagerado y grotesco con sus anteriores trabajos "Once Upon a Time in Mexico" y "Planet Terror", pero con "Machete" lo lleva al extremo.
23 años después del estreno de "Wall Street", aquel clásico film escrito y dirigido por Oliver Stone, llega esta segunda parte que aprovecha el escenario de la crisis global financiera del 2008 para retomar la historia de Gordon Gekko, el genial personaje interpretado por Michael Douglas que le valió un Oscar a Mejor Actor. Considerando los decepcionantes últimos trabajos de Oliver Stone ("W", "World Trade Center", "Alexander"), pareciera que esta tardía continuación es un desesperado intento del director por recuperar algo del reconocimiento y prestigio que tenía en aquellos años 80. Pretender que "Wall Street: Money Never Sleeps" mantenga el excelente nivel de la original es demasiado pedir, pero al menos es una digna secuela con varios aspectos para rescatar. Stone vuelve a dirigir esta continuación (aunque en esta ocasión el guión no está a su cargo) y logra su mejor trabajo desde mediados de los años 90 para acá. Además de una correcta dirección de actores, una excelente fotografía a cargo de Rodrigo Pietro y una buena banda de sonido que incluye varios temas de David Byrne, Stone emplea viejos recursos de edición (como la pantalla partida) para imprimirle ese estilo que tenía la primera. Incluso utiliza una tipografía similar en los títulos iniciales y hasta vuelve a hacer un cameo como ocurrió en la original. La historia es entretenida y mantiene un buen ritmo durante los 133 minutos de duración. No es necesario haber visto la primer parte para engancharse, pero quienes la recuerden disfrutarán ciertos momentos nostálgicos como el reencuentro entre Gordon Gekko y Bud Fox (un cameo de Charlie Sheen), donde intercambian comentarios relacionados con la trama original. El excelente elenco es encabezado por Michael Douglas, quien se vuelve a poner en la piel del ambicioso Gordon Gekko. Gran parte del film muestra a un Gekko distinto, ya sin el poder de antes, aconsejando al personaje de Shia LaBeouf y preocupado por resolver sus conflictos familiares. Recién en la última parte vemos un poco del viejo Gekko, con pelo engominado y bien empilchado, donde Douglas demuestra lo bien que se mantiene con los años. Josh Brolin se destaca en el papel de villano, ocupando aquí el lugar que Douglas tuvo en la primera. Si bien no consigue alcanzar al Gekko de Douglas, es también una excelente interpretación. Shia LaBeouf ha madurado desde "Transformers" y demuestra ser un buen actor cuando está marcado por un buen director de actores. Igualmente, su perfil da un poco joven para este papel, verlo tan elegante y manejando millonarias operaciones financieras a su edad resulta poco creíble. Cuando comparte una escena con Brolin y Douglas, parece un nene metido en una conversación de grandes. Creo que un actor con algunos años más hubiera encajado mejor. El elenco se completa con las participaciones secundarias de Carey Mulligan, Frank Langella, Susan Sarandon y el viejo Eli Wallack. El relato pierde fuerza en el final, donde hay una resolución demasiado sentimental con un Gekko que deja ver un lado humano impensado y alejado del personaje que conocimos. Igual este cierre no empaña los muchos aciertos que la convierten en una película recomendable.
"Eat Pray Love" cuenta con todos los ingredientes necesarios para convertirse en una atractiva propuesta cinematográfica: -Está basada en el exitosísimo libro del mismo nombre de la autora Elizabeth Gilbert. -Protagonizada por Julia Roberts, una de las actrices más famosas y carismáticas, quien últimamente elige filmar sólo una película por año. -Cuenta con un elenco secundario envidiable, entre ellos, Javier Bardem, Richard Jenkins y Billy Crudup. -Fue filmada en hermosos lugares como Italia, India y Bali. -Fue escrita/dirigida por Ryan Murphy, un realizador que si bien ha tenido un debut fallido en el cine con "Running with Scissors", ha sido el creador de las reconocidas series de TV "Nip/Tuck" y "Glee". Sin embargo, el resultado final decepciona, presentando una película superficial y vacía que aburrirá principalmente a los hombres. Acomodado en uno de esos mullidos sillones de la sala premium (la cual recomiendo), hice esfuerzo para no cerrar los ojos en algún pasaje del film. Y esto viene de alguien que ha disfrutado anteriores estrenos "para mujeres" como "The Devil wears Prada", "Mamma Mia!", "Julie & Julia", "Sex & the City" y "Sex & the City 2". No, perdón, esa última No. Aquí hay que armarse de mucha paciencia para seguir a esta mujer durante laaaaaaaargos 133 minutos en su viaje por el mundo, buscando "descubrirse a sí misma" o "descubrir el sentido de la vida". En cada uno de los tres lugares que visita, cumple uno de los pasos que indica el título, haciendo que la historia resulte previsible y sin emoción alguna. En Italia, come. En India, reza. En Bali, se enamora. Además de descubrir costumbres y estereotipos de cada lugar (¿los italianos sólo comen y se enojan?), ella va conociendo distintas personas que supuestamente la ayudan a "descubrirse". Los personajes secundarios, ya sean ex-parejas o nuevas amistades, entran y salen de la historia sin un buen desarrollo, dependiendo sólo de las actuaciones para lograr algún momento recordable. Richard Jenkins, con su personaje en India, y Javier Bardem, con el suyo en Bali, ofrecen los pocos fragmentos destacados del film. Ni siquiera ayuda la belleza y frescura de Julia Roberts, quien se muestra forzada con su abanico de emociones. Escucharla decir frases melodramáticas espantosas como... "No necesito amarte para demostrar que me amo a mí misma", me causa gracia. La excelente fotografía (aprovechando los hermosos paisajes de los sitios visitados) sumada a la buena banda de sonido, disimulan el flojo relato. Al final, luego de saltar de un capítulo de viaje al otro sin continuidad, me queda la duda si realmente le sirvió para algo. Imagino que el libro debe ser mejor. Habiendo vendido millones de ejemplares, asumo que algo bueno debe tener.
Tras el éxito obtenido en 2008 con el film de Juan Taraturo, "Un Novio para mi Mujer", Adrián Suar vuelve a protagonizar otra comedia simple, sin pretensiones y con el único objetivo de entretener al público. "Igualita a Mi" y las películas de Taraturo ("Un Novio para mi Mujer", "Quién dice que es fácil?" y "No sos vos, soy yo") son ejemplos de un estilo de comedia que funciona bien en los cines argentinos, pensadas para un público que busca distraerse un rato sin grandes exigencias. Lo extraño es que, sabiendo que es una fórmula probada y exitosa, no se estrenen más de éstas por año, en vez de ese cine nacional de festivales que nadie ve. Con esto no quiero decir que sea una gran película, lejos de eso. Adrián Suar interpreta a Fredy, un playboy, un tipo de más de cuarenta al que le gusta la noche y las chicas jóvenes, con un look parecido a Jacobo Winograd. A Suar le encaja perfecto este personaje y, por más que en algunos momentos luzca sobreactuado, la comedia es lo que mejor le sale. Junto a él participan Florencia Bertotti (como la hija) y Claudia Fontán (como la peluquera), dos actrices carismáticas que siempre rinden. A esto se le suma algún otro personaje secundario simpático como el hermano. La primera mitad es la que mejor funciona, mostrando a un Fredy mujeriego y atorrante que no quiere saber nada con su nueva hija. Los momentos divertidos están a cargo del personaje de Adrián Suar: la escena del gato, la visita al doctor, los movimientos en la pista de baile o las puteadas alcanzan para sacarte una sonrisa. La segunda mitad se pone sentimental y lenta, con un Fredy que asume sus errores y madura, haciendo que decaiga bastante hasta llegar a un final previsible. Es cierto que si esta misma película se estrenara con el sello de Hollywood, mi opinión hubiera sido peor, pero como es una producción nacional uno la mira diferente. No se le puede exigir mucho, está bien, para esperarla que salga en DVD.
Un intenso thriller con un inteligente guión cargado de giros, misterios y revelaciones que demandan atención absoluta. Con una excelente actuación de François Cluzet (ganador del Premio César a Mejor Actor) en el papel de un hombre perseguido y un final atrapante e imposible de predecir, "Ne le dis à Personne" resulta una cita imperdible con el mejor cine francés.