Patagonia experimental Es difícil calificar un trabajo experimental como este que nos ofrece el director argentino Lisandro Alonso ("La Libertad", "Liverpool"). "Jauja" es una película muy distinta, que no sigue la narración convencional del cine mainstream, de hecho no sigue casi ninguna convención del cine comercial. A los espectadores más despistados, les digo CUIDADO, no es el dramón usual que uno puede esperar con Viggo Mortensen. Esto es otro cine, distinto, del tipo que está más centrado en el arte que en el entretenimiento. Para que se den una idea, vendría a ser como un "El árbol de la vida" de Brad Pitt en nivel de rareza. Alonso nos cuenta la historia de Gunnar Dinesen (Viggo Mortensen), un capitán dinamarqués que junto a su hija recorríam la Patagonia como parte de la campaña del desierto. Un buen día, su hija se fuga con un soldado y él comienza una búsqueda desesperada para que no sea capturada por los aborígenes. No es más que eso de lo que trata la historia. En cuanto a la reseña, voy a decir que entiendo el tipo de trabajo que expuso Alonso, original y artístico, buscando salirse del establishment cinematográfico, pero más allá de esto, cuando voy al cine busco una experiencia singular e inteligente, pero sobre todo satisfactoria, que me mueva las emociones en la dirección en la que está enmarcado el género. Si voy a ver un drama, quiero acongojarme con los protagonistas, si voy a ver comedia, quiero reírme con chistes inteligentes, si voy a ver terror, quiero asustarme y quedarme sugestionado. En el caso de "Jauja", Alonso nos ofrece un drama que la verdad no me movió ni un pelo emocional. Sí, la fotografía es fabulosa y transmite muchas cosas, Viggo demuestra que es realmente un profesional frente a la cámara y la conjugación de lo real y mágico del guión es algo que no hemos visto demasiado en cine, pero el pilar "Entretenimiento" fue un gran ausente en la propuesta. Planos larguísimos, sin demasiados sobresaltos, muy poco diálogo y protagonistas de los que no llegamos a saber mucho durante los 109 minutos de metraje. Entiendo el enfoque artístico que se le dio a la propuesta, pero no compro. Demasiado conceptual para mi gusto. Un producto concebido sólo para un grupo reducido de personas ligadas a la industria del cine.
Muchas estrellas, poca diversión "Quiero matar a mi jefe 2" tiene muy poco que ver en realidad con matar a los jefes de los protagonistas, lo que demuestra que las traducciones básicas que se hacen al español deberían cambiar y ser más literales o no traducir en absoluto... vivimos en el año 2015, de última busque que quiere decir en el Traductor de Google. "Horrible Bosses" nos trae de vuelta al trío de amigos compuesto por Nick (Jason Bateman), Kurt (Jason Sudeikis) y Dale (Charlie Day) que, tras el intento fallido de asesinar a sus jefes en la primera película, ahora se han convertido en motivados emprendedores que quieren lograr el éxito con un nuevo producto, el "shower buddy", y dejar de depender de otros para ser exitosos laboralmente. En esta ocasión se se enredan con dos personajes excéntricos y millonarios, padre (Christoph Waltz) e hijo (Chris Pine), dueños de una gran corporación que está interesada en comprarles la producción de su producto. Al menos eso parece al principio, hasta que las cosas se van poniendo cada vez más extrañas y negativas para nuestros protagonistas, los que deberán enfrentar algún que otro inconveniente para no quedar en la ruina económica total. A nivel general todo está muy cuidado, tan cuidado que se pierde la espontaneidad y algunos gagas no terminan de funcionar del todo bien. Bateman aporta un humor efectivo, a la onda de "Arrested Development" pero más tranqui, Sudeikis aporta poco, un suerte de humor canchero que la verdad no le favorece mucho, y finalmente Day termina siendo el mejor aportando histrionismo aunque por momentos se torna un tanto exagerado. Los villanos están bastante dispares. Por ejemplo la mejor de todos termina siendo Jennifer Aniston que en realidad tiene un rol secundario, mientras que Chris Pine exagera demasiado todas sus reacciones aunque por momentos resulta locamente divertido y Christoph Waltz está totalmente desperdiciado, como si hubiera aceptado trabajar en el film para cumplir con algún compromiso económico. A nivel general creo que a esta secuela le faltó un mejor guión y chistes más divertidos. Si bien tenía todo para superar a la primera, que tampoco fue una maravilla, se termina quedando a mitad de camino y desperdicia su potencial. No es un producto mala pero tampoco llega a ser del todo disfrutable.
El poder de la codicia "Sinsajo parte 1" es una película regular, sí, como leen, es el resultado negativo de la codicia desmedida de un grupo de productores que quieren estrujar la naranja hasta que no le quede ni una sola gotita. Ya tuvimos otros antecedentes de sagas increíblemente rentables a las que se las manoseó y alargó de más con el único objetivo de acrecentar las ganancias; ejemplos de esto son "Crepúsculo", "Harry Potter" y hasta la reciente "El Hobbit". Nadie los puede culpar la verdad, después de todo son empresarios en busca de réditos económicos, pero sí podemos expresar nuestra insatisfacción ante tales manejos que atentan contra el arte y la dinámica de la historia. En cierta forma también es culpa nuestra, que aceptamos estos estiramientos y cuando se estrena algo como esta primera parte del cierre de una franquicia salimos todos corriendo a comprar la entrada anticipada, dándole la razón a la estrategia de negocios que pusieron en marcha los estudios. En fin, me gustaría que esto no siga sucediendo, pero para eso nosotros como espectadores debemos cambiar nuestra forma de responder. Analizando puntualmente el film, acá sólo vamos a poder ver el preludio del desenlace, una anticipación de lo copado que vendrá en la segunda parte. Este primera parte de copada tiene muy poco, sólo la introducción de los nuevos personajes que cobrarán más relevancia en el cierre y la presencia en cámara de la talentosa Jennifer Lawrence, que inunda cada escena con su carisma característico. Lo demás es todo correcto, pero estirado como un chicle. Los que hayan leído los tres libros de Suzanne Collins sabrán que el tercero es el más flojito de todos, por lo cual la lógica de dividirlo en 2 partes es aún más contraproducente. En este preludio pasa muy poco. Lo que podremos ver es el proceso de Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence) convirtiéndose de a poco, y a fuerza de propaganda, en el sinsajo del pueblo, es decir, en el símbolo de la revolución latente. Eso es todo. Lo demás es bastante accesorio a excepción de alguna que otra batalla y la vuelta de rosca momentánea en el triángulo amoroso compuesto por Katniss, Peeta y Gale. Los fans más acérrimos van a poder disfrutar de la presencia de sus personajes favoritos como Peeta (Josh Hutcherson), Gale (Liam Hemsworth), Haymitch (Woody Harrelson), Plutarch (Philip Seymour Hoffman), Effie (Elizabeth Banks) y el Presidente Snow (Donald Sutherland), haciendo poco y nada, pero en pantalla al fin y al cabo, y también disfrutarán con la incorporación de los nuevos como la Presidente Coin (Julianne Moore) y Cressida (Natalie Dormer) que tomarán mayor importancia en la segunda parte, para la cual debemos esperar ¡nada menos que 1 año!... Realmente una injusticia. En conclusión, un film que de haber sido un solo cierre sin división, podría haber causado un mayor impacto cinematográfico convirtiéndose en un final de trilogía casi perfecto, pero en lugar de esto se tomó el camino de la rentabilidad y quedó arruinado, al menos esta primera parte. Una práctica que atenta contra la calidad de las historias llevadas al cine.
Todo queda en familia "Adore" o "Madres Perfectas" es una de esas películas lindas estéticamente, de temática incómoda y con aura independiente que a primera vista obnubila. Todo parece indicar que estamos ante un film de gran calidad, pero cuando uno se pone a analizar un poco más en profundidad se encuentra con varias falencias no menores. Para ponerlos en contexto, les hago una pequeña sinopsis. Lil (Naomi Watts) y Roz (Robin Wright) son dos amigas inseparables de la infancia, casi hermanas mellizas, confidentes y dependientes una de la otra. Ambas se casan y tienen un hijo cada una. Lil queda viuda y Roz tiene un matrimonio aparentemente feliz con Harold (Ben Mendelsohn). En una extraña interacción de las dos familias, los niños se crían prácticamente como si fueran hermanos e hijos de ambas mujeres. El tiempo pasa y los niños se convierten en adultos (de 20 años) y comienza a destaparse la olla. Resulta que Ian, el hijo de Lil, está enamorado de Roz desde hace ya un tiempo, por lo cual cuando se le da la oportunidad, la seduce e inician una relación amorosa. Tom, el hijo de Roz, al percatarse de esto hace lo mismo con Lil y a partir de esto se desatan conflictos dramáticos que parecen sacados de relatos griegos de antes de Cristo. Fin de la sinopsis. Lo primero que me llamó fuertemente la atención es la ligereza con la que los protagonistas toman decisiones tan fuertes como tener relaciones sexuales con el hijo de su mejor amiga que prácticamente también es su hijo por adopción y crianza. Lo mismo se puede aplicar viceversa, los chicos deciden enamorarse de quien prácticamente es su segunda madre. Da la sensación de que no se pudo construir un guión fluido por lo cual se le imprimió gran velocidad. Todo pasa muy rápido. Un día nos enteramos de la atracción de Ian hacia Roz y en cuestión de 5 minutos reloj el pibe se la levanta a veterana y se la lleva a la cama, como si nada. Recordemos que Roz tiene un matrimonio feliz con Harrold que la juega de cornudo durante un buen rato. Acá hay una torpeza del guión. Se concentraron más en la belleza estética del film, cuya trama tiene lugar en una isla paradisiaca de Australia, que en darle un dinámica coherente a la trama. La transición de hijo de crianza a amante caliente está planteada de manera un tanto torpe. En segundo lugar, y muy relacionado con lo que acabo de escribir, está latente el tema del incesto, algo que está bastante de moda en la pantalla grande y chica. ¿Qué hace a una mujer que sea madre? ¿La sangre que comparte con el hijo o la relación? Este es un tópico que se instala a lo largo del film y nos hace pensar. Ian y Tom no son hijos biológicos de Roz y Lil respectivamente, pero la relación demostrada en pantalla da a entender que sí lo son desde el punto de vista de la interacción. Entonces estamos viendo prácticamente como un hijo se enamora de su madre, en este caso una de ellas, y mantiene relaciones sexuales con la misma. La historia de cierta manera trata de justificar estas relaciones amorosas apelando al irrefutable poder del "amor" y el vínculo no sanguíneo de los protagonistas, pero por detrás el relato es más oscuro de lo que deja ver. Los cuatro protagonistas parecen estar más obsesionados con sus amantes que enamorados, a la vez que dejan expuestos sus traumas personales. Ahora bien, cinematográficamente esto se traduce personalidades bastante inverosímiles. Los cuatro son narcisistas, fríos en materia de decisión, seductores, frágiles de moral y toman la situación amorosa de cada uno con especial liviandad, con un culpa que por momentos parece inexistente y por otros está muy exagerada. Esto no ayuda por supuesto al trasfondo dramático que debía exhibir el film. El drama se achata y da lugar un relato lineal que no atrapa. Las actuaciones de Naomi Watts y Robin Wright son muy buenas, no hay duda, pero la forma en que fue trabajada la historia en pantalla es lo que le baja la calidad al producto. No recomendable.
Un Bryan Mills más depresivo "Caminando entre tumbas" es una película innecesaria, que sólo tiene el mérito de tener a Liam Neeson pateando traseros como sólo el sabe hacerlo. Al principio pensé que iba a ser una peli de acción del veterano distinta de lo que habíamos visto en "Búsqueda Implacable", al estilo "The Grey", pero en realidad es un personaje bastante parecido al de la primera saga. Matt Scudder (Neeson) es un ex policía que luego de un incidente mortal por el cual pierde su trabajo, se dedica a realizar "trabajos" para particulares. En criollo, hace de investigador privado y asesino a sueldo. El tipo es un genio en materia de crímenes. Sabe donde buscar, a quien preguntar, reconstruir los hechos del crimen, pelea como el Gran Dragón Blanco y maneja las armas de fuego como si hubiera nacido disparando una. Si bien es un tipo que hace "trabajitos" sin preguntar mucho y mata sin mucho remordimiento, tiene un lado moral que lo lleva a tratar por momentos de dañar solo a los realmente malos. ¿Les suena el perfil? Es como un Bryan Mills con menos suerte. Liam Neeson en su fase de áspero de la gran pantalla, es una de las mejores cosas que le pasó al género de Acción en los últimos años, pero tampoco la pavada. La franquicia "Búsqueda Implacable" aún está viva y muy fresca como para tratar de armar otra saga tan similar paralelamente. Si bien la película no es pésima, es algo que ya hemos visto y tampoco tiene el encanto de otros trabajos de Neeson como la primera "Búsqueda...", "The Grey" o "Non Stop". Justiciero duro con sentido de la moral hemos visto hasta el hartazgo. Los más flojo de este film se podría decir que es la monotonía que presenta el guión. Todo lo que sucede, pasa de manera muy lineal, sin crear algún tipo de fluctuación interesante en las emociones del espectador. Sobre los malos sabemos poco y nada durante todo el metraje y cuando por fin nos los revelan, no nos dicen nada más allá de que son unos sádicos... de esa manera es muy difícil empatizar con ellos. Su caída final no nos genera esa sensación de saciedad de justicia que debiera transmitirnos la historia. La moral de nuestro protagonista es bastante confusa, porque si bien trata de atrapar a los villanos, tampoco anda trabajando con los tipos más inocentes del mundo. De hecho su dilema moral con respecto a esto dura un día y una conversación con el cliente que no convencería a nadie en la vida real. ¿Lo bueno de la película? Lo bueno es que lo más fanáticos de Neeson lo pueden ver nuevamente tirando trompadas a lo loco y disparando a mansalva a tipos despreciables. El actor es un referente de acción muy creíble y eso ya de por sí le sube algunos puntos a la propuesta. Lo demás... son ideas poco originales que pretendían armar una nueva franquicia de poca monta.
Reconstruyendo la pesadilla "Before I go to sleep" es un thriller que revisita otros trabajos particulares del género como "Memento" y que además nos presenta a una protagonista con el mismo problema de Drew Barrymore en "50 first dates", sólo que en un contexto mucho más jodido. La película comienza con Christine (Nicole Kidman) despertando abruptamente en la mañana, sin recordar nada de los últimos veintitantos de años. Esto es algo que le sucede diariamente ya que luego de un terrible accidente, sufre de memoria de corto plazo. Cuando se levanta, se encuentra con un hombre al que por supuesto no reconoce, que resulta ser su marido, Ben (Colin Firth). El buen hombre le dedica todos los días unas horas a contarle a su mujer sobre todo lo sucedido e incluso tiene un sistema visual repartido por toda la casa para que Christine pueda moverse con mayor facilidad en el hogar. Uno de esos días, Ben se va a su trabajo y Christine se queda en la casa como es de costumbre, la mujer recibe una extraña llamada de un hombre misterioso que dice ser el Dr. Nasch (Mark Strong), un psiquiatra que la está ayudando en secreto a poder recordar todo lo sucedido. A medida que van pasando los días los recuerdos de la protagonista se empiezan a aclarar de a poco develando que hay oscuros secretos en relación a su accidente, de hecho, hay muchas más personas involucradas de lo que puede imaginar. El director y escritor Rowan Joffe hace un buen trabajo con la historia, atrapando de a poco a los espectadores a medida que va avanzando con la tensión y el camino hacia la verdad. Todo el tiempo está latente esa sensación de sentirse un poco perdido junto a Christine, de sofocarse con cada nuevo detalle macabro que su mente va recordando. En este sentido, la ambientación, la dinámica y los diálogos son grises, lentos y sombríos, llevando al público a vivir las sensaciones de los protagonistas. Por otro lado, la labor del trío de actores principales es muy buena, lo que da credibilidad a la propuesta. Como negativo diría que Joffe tuvo algunos problemas para hacer que todo el camino no tuviera baches, de hecho hubo varios. Hay algunos saltos de tiempo y participaciones de personajes que están un tanto desproljas. Nada que arruine el film, pero por momentos confunde. Otra cuestión negativa, es como se maneja la resolución del conflicto. Durante gran parte de la película se mantiene el enigma, pero luego de la mitad, ya sabemos como va a finalizar salvo por una vuelta de tuerca que en realidad no suma demasiado a la trama. Un thriller bueno, que entretiene, que los hará repasar algunos acontecimientos en su cabeza para entender lo que está pasando, pero que podría haber sido mucho mejor y más trascendente.
Se va poniendo rancio el tema Llegó la esperada secuela de "Tonto y Retonto" con un envión un tanto raro. Primero hubo una especie de fiebre promocional en la que cada imagen, poster, spot o trailer que salía volvía locos a sus fanáticos. Esto hacía emocionar a los productores cuyas estimaciones marcaban uno de los estrenos más fuertes del año. Luego, ya cerca de su estreno, la expectativa fue cayendo muchísimo, con cada vez menos ruido y acciones promocionales. Evidentemente hubo alguna gestión de marketing que falló en el tramo final. Esto produjo que muchos espectadores se esteraran tarde del estreno en pantallas comerciales, que el film durara poco en cartelera y por ende que la recaudación no fuera la calculada inicialmente. Ojo, no le fue mal en recaudación, pero lejos estuvo de ser uno de los estrenos más lucrativos de 2014. Si a esto le sumamos que el guión que armaron los hermanos Farrelly y compañía era, en comparación con la primera "Tonto y Retonto", bastante más flojo, estamos frente a un proyecto fallido. Sí, a esta secuela le fue bien en números pero no volvió a enamorar a los seguidores de Harry y Lloyd, por el contrario les dio la sensación de que lo que parecía muy divertido allá por los 90s ya no lo es tanto y que quizás sus ídolos de la comedia quizás están mejor guardados en la memoria de cada uno y no resucitados de esta manera. Las gags de los Farrelly están medios rancios, con algunos aciertos, pero en líneas generales son mucho menos efectivos que lo que solían ser. Y es que el tiempo va pasando y lo que antes resultaba muy gracioso ya no lo es tanto. Últimamente estos hermanos directores de comedias vienen haciendo agua con sus proyectos. Unos ejemplos claro de esto fueron "Los Tres Chiflados" allá por 2012, "Pase Libre" estrenada en 2011 y "La mujer de mis pesadillas" del 2007. Muy lejos parece haber quedado el éxito de películas como "Loco por Mary", "Irene, yo y mi otro yo" y por supuesto la "Tonto y Retonto" original. ¿Qué es lo que falla? Principalmente la dinámica. Se nota que no han pensado una nueva forma de potenciar la comicidad de los personajes, sino que optaron por subirle el tono y exagerar de más el mismo tipo de humor que nos estregaron en los 90s. De hecho la secuencia de los post créditos da cuenta explícita de esto mismo que estoy criticando. Básicamente se comparan algunos de los mejores momentos de la uno con los que deberían ser los mejores momentos de esta secuela. Por su lado, los protagonistas Jim Carrey y Jeff Daniels están muy bien en la vuelta a sus roles, pero también los noté un tanto más cansados, como si no hubieran estado del todo copados con el proyecto. La chispa está ahí, pero le faltó iluminar más. Creo que Bobby y Peter Farrelly son dos tipos talentosos de la comedia que han perdido un poco el rumbo. Quizás se han puesto un poco viejos y no lo han notado, pero es evidente que deben buscar una nueva manera de hacer comedia o la balanza comenzará a desequilibrarse hacia el lado negativo. Ojalá nos sorprendan con algo más fresco en el futuro.
Vuelve la acidez Vuelve Santiago Segura ("Balada triste de trompeta", "Torrente" 1, 2, 3 y 4) con su anti héroe más famoso, el detective José Luis Torrente. Su retorno está enmarcado en un mundo "futurista", precisamente el 2018, en el cual los afectados por el paro económico cometen crímenes sólo para poder ingresar a la cárcel y tener algo estable para comer, beber y dormir. Palito para la clase política española. El estadio del Aleti está siendo demolido por lo que se supone son faltas de resultados positivos. Palito para el club. Por otro lado la sociedad se ha vuelto más sustentable y respetuosa de la condición humana, lo cual desconcierta a Torrente que no entiende porque hay tanta mojigatería. Al salir de la cárcel y percatarse de cómo ha cambiado todo, nuestro policía corrupto decide hacerse aún más corrupto y planear un robo al estilo "La Gran Estafa" (pero mucho más berreta y divertido) al casino de Eurovegas. Para esto se pone en contacto con un antiguo compañero de prisión norteamericano llamado John Marshall, interpretado por Alec Baldwin, sí, sí, el mismísimo. La película sigue la línea de las entregas anteriores, con muchos gags políticamente incorrectos acerca de la prostitución, el consumo de drogas, el racismo, el trabajo infantil, la discapacidades motrices y podría seguir y seguir. Algunos de ellos son bastante efectivos y provocan la escapada de algunas carcajadas mientras que otros parecen demasiado guionados y se pierden un poco, sobre todo para el público no español que no está familiarizado con algunas cuestiones culturales de ellos. El humor es negro y ácido, no apto para personas irritables por chistes políticamente incorrectos. Torrente es racista, es asqueroso, es misógino, es fascista, es traicionero y es un reflejo de los defectos que tenemos algunas veces todos, pero condensados en su persona. Torrente 5 es todo Santiago Segura, con el acompañamiento correcto de otros cómicos y cameos de algunos personajes famosos, pero en esencia sin Segura no funcionaría para nada la franquicia. Ya se empieza a notar un poco el cansancio de los espectadores, por lo que debería haber un cambio drástico para la secuela o directamente hacer un cierre de las aventuras de Torrente. Como conclusión diría que aún le quedan algunos trucos bajo la manda a Segura, pero se nota que la fórmula está empezando a agotarse. Para los seguidores de Torrente, esta secuela es divertida y cumplirá con su cometido. Para los no seguidores, les puede resultar una comedia ácida entretenida aunque lo mejor sería ver aunque sea la primera para entender un poco de que va la franquicia. Una perlita, el personaje de Ricardito (Carlos Areces)... Los va a hacer reír muchísimo.
La dimensión Nolan Nuevo y esperado trabajo del director Christopher Nolan ("Inception", "The Dark Knight") que llegó con mucha fuerza a las pantallas del mundo y la verdad es que no defraudó ni un poco a sus seguidores. A modo de sinopsis les puedo decir que trata sobre un grupo de humanos (y algunos robots que se comen varias escenas) que forma parte de los últimos recursos de la NASA para salvar a la humanidad de extinguirse junto con el planeta Tierra, que de a poco está perdiendo su habitabilidad. En su intento por salvar a la población (parte de ella) viajarán interestelarmente a 3 destinos en distintas dimensiones para decidir cual es la mejor opción. Por supuesto en esos viajes pasarán algunos acontecimientos que no estaban previstos y deberán sortear los grandes obstáculos físicos y humanos que la empresa les requiere. Si algo caracteriza a Nolan es su talento para ofrecernos historias distintas, originales, con una complejidad tan atractiva como cercana a la vida real. Por ejemplo con el Caballero de la Noche nos regaló un Batman bien bajado a tierra, sombrío y humano, con conflictos, un superhéroe que si bien nunca pierde su aura nos deja sentirnos un poco identificados con él. Lo mismo nos sucedía en "El gran truco" y "El Origen", donde se exploraba la psiquis humana en toda su complejidad, las cosas más lindas y las más feas que podemos tener. Con "Interestelar" nos sumerge en el vasto espacio exterior a través de la ciencia ficción, tocando temas como la física y la biología, por supuesto sin dejar de lado su constante exploración de la naturaleza humana. Todo lo que sucede es interesante y original, testeando la naturaleza humana bajo presión, conectando a todos los protagonistas de la trama en relaciones complejas y presentando un clima constante de acción y aventura, todo con el tono adulto y oscuro que suele imprimir Nolan a sus trabajos. Hay quienes critican la factibilidad de algunos acontecimientos mostrados en el film y en algunas pocas ocasiones realmente se nota el descuido, pero en general, diría el 90% del metraje, todo está muy cuidado y no es totalmente factible si lo enfrentamos a leyes de la física y la astronomía, lo cual en realidad no es relevante para este tipo de entretenimiento. Estamos frente a una película, no un documental de la NASA. Los actores están fantásticos, sobre todo McConaughey, Caine, Chastain y Damon. Nolan no sólo ensambla un elenco estelar, sino que también los dirige de manera magistral para funcionar como un verdadero equipo. Una de las mejores propuestas cinematográficas del año sin dudas. Para disfrutar de una trama diferente, con vueltas de tuerca interesantes y actuaciones emotivas. Muy recomendable.
El débil límite entre amistad y amor "What if" es una comedia romántica con aura de cine indie, moderna, pero que ofrece una historia que ya hemos visto un par de veces en el cine. Es decir, su envoltorio, la dinámica expuesta y sus intérpretes principales son cool, pero la trama central es bastante común y no aporta nada nuevo al género. Aún así, logra entretener y mantener interesado al espectador. Wallace (Daniel Radcliffe) es un joven inteligente, locuaz y divertido que está tratando de superar el hecho de que su ex novia lo haya engañado con un compañero de trabajo. Por otro lado tenemos a Chantry (Zoe Kazan), una mina divertida pero poco social y un tanto extraña, actualmente en una relación de cinco años con Ben (Rafe Spall). Por casualidad se conocen en una fiesta de un amigo en común, el loquito Allan (Adam Driver), y comienzan una amistad que desde su inicio grita a todos los vientos: ¡Problemas! A partir de ese momento cada vez se van uniendo más y más, tratando de evitar que posibles sentimientos amorosos arruinen la amistad que tienen. Por supuesto, lo que sigue es un enredo amoroso involuntario previsible. Paralelamente, también se puede disfrutar de la alocada relación amorosa que surge de esa fiesta entre Allan y una chica llamada Nicole (Mackenzie Davis). Como positivo debo decir que lo mejor de la película pasa por sus dos protagonistas, Radcliffe y Kazan, quienes logran transmitir buena química romántica y nos divierten con sus neurosis acerca de las relaciones. Radcliffe está muy bien y hace que el espectador se pueda identificar con él mientras que Kazan aporta frescura y mucha esencia de mujer al dúo amigo/amoroso. Otra cuestión interesante tiene que ver con el recurso audiovisual animado que surge de la imaginación de ambos, por momentos representado en unos dibujos, que acompañan sus estados de ánimo y suman a este aura independiente del que hablaba al principio de la reseña. Se está poniendo de moda que las películas mainstream tengan algunos toques indie o "locos", para no parecer tan industriales. Personalmente, creo que si esto sirve para que los estudios se fijen un poco más en los aspectos artísticos de sus propuestas y no tanto en las explosiones, chistes fáciles y efectos visuales espectaculares, bienvenido sea. Lo más flojo pasa por la previsibilidad que que demuestra la trama. Cuando por un momento pensamos que quizás no sea tan predecible el desenlace, rápidamente el director nos vuelve a la senda y sí... termina como todos sospechan que terminará. Una propuesta que si bien no es de lo mejor en materia de comedias románticas, se defiende bien y mantiene entretenido al espectador.