Asesina por anti-naturaleza Joe Wright incursiona en un nuevo género con Hanna, luego de los films de época como la excelente Orgullo y Prejuicio o Expiación, Deseo y Pecado, y sin olvidar su última obra que no pertenecía a ese "molde" que acá se conoció como El Solista. Este cuarto film de Wright nos contará la historia de Hanna, una adolescente que es criada/entrenada por su padre, un ex agente de la CIA que le dará todos los conocimientos necesarios para que pueda sobrevivir al violento y terrible futuro que le espera. Ese entrenamiento y una "pichicata" aplicada por la CIA serán sus principales armas para llevar adelante una misión que desenterrará su pasado y la llevará a pelear contra sus peores miedos. Los escollos que se le presentarán en la compleja misión serán una despiadada agente y un grupo de mercenarios que harán lo que sea necesario para detenerla. Hanna no es una simple película de acción e incluso es conciente de querer diferenciarse, y lo hace por medio de la utilización de varios recursos que no son ofrecidos generalmente por las obras de tiros y persecusiones. Wright hecha mano y nos muestra una historia cargada de tensión, suspenso, estética comic, cámara en mano y movediza, música electrónica, secuencias oníricas e incluso hasta se deja ver de manera bastante intencional y subrayada un cuento de hadas donde tranquilamente la villana podría pasar a ser la bruja en un abrir y cerrar de ojos. Obviamente que también tenemos los clásicos tiros y persecuciones, aunque filmados con un llamativo gran pulso para un director que no viene de ese "palo". Todo eso junto tenemos en esta obra y lo más interesante del film es cómo se logra plasmar, algo que deberán descubrir ustedes mismos para así sacar sus propias conclusiones. De alguna manera simplista se podría decir que Bourne + Nikita + Caperucita Roja darían como resultado Hanna. La mala resolución de ciertas cuestiones, como la inverosimil fluidez con la que socializa una muchacha aislada del mundo o la velocidad con la que nuestra querida asesina entiende el uso de la pc, hacen que no estemos en presencia de un film redondo o casi perfecto. Da gusto ver a Cate Blanchett y en este papel aún más. Esta malvada agente que espera a una también excelente Saoirse Ronan en la boca del lobo, le imprime a su penetrante mirada unos ingeniosos, despiadados y rojizos ojos que buscan acabar con la pequeña, algo que no recuerdo haber visto en su extensa filmografía. Tampoco hay que dejar de lado el aporte de un siempre correcto Eric Bana en el papel del padre de Ronan. Hanna es una novedosa propuesta de acción por la gran puesta en escena y la conjunción de varios detalles novedosos que se distancian de las películas que llegan dentro de ese estilo a nuestras carteleras.
La película que responde los porqués Como bien menciona la sinopsis, X-Men: Primera Generación nos va a contar el inicio de la saga X-Men y buscará responder a los "porqués" de varias preguntas que siempre han existido alrededor de aquellos admiradores únicamente de la saga cinematográfica. A lo largo de sus 132 minutos esta precuela se encargará de mostrarnos cuáles fueron las razones que llevaron a Erik Lehnsherr y Charles Xavier a convertirse en Magneto y el Profesor X respectivamente. También nos mostrarán el porqué del odio hacia la raza humana por parte del gran enemigo de los X-Men. Incluso sobre el final asistiremos a sacarnos una de nuestras mayores dudas: ¿Por qué el Profesor X no puede caminar? Pero sin dudas la cuestión más interesante que devela el film es el nacimiento de esa enemistad, que primero nació como una amistad, entre Erik y Charles. Es por ser "La película que responde los Porqués" que X-Men: Primera Generación se dispone a contarnos minuciosamente los detalles del nacimiento de estos líderes mutantes y no se detiene en secuencias de acción innecesarias que podrían haber tenido un resultado más efectista y espectacular, pero que hubieran perjudicado totalmente a la profundización de los personajes. Seguramente en las secuelas posteriores (si es que se llevan a cabo) veremos menos respuestas y mucha más acción, debido a que esta cinta sirve como puntapié para reiniciar la saga y desarrollar la historia anterior a la trilogía iniciada por Bryan Singer a comienzos de siglo. Metiéndonos un poco más en las secuencias de acción me resultaron muy poco espectaculares y demasiado frágiles, es decir que se notaba demasiado el efecto digital, algo que realmente no termino de comprender que pase en una película cuyo presupuesto resultó ser bastante abultado. X-Men: Primera Generación tiene un elenco conformado por actores jóvenes donde se destacan en demasía por encima del resto James McAvoy en el papel de Charles Xavier y Michael Fassbender como Erik Lehnsherr. McAvoy lleva adelante una interpretación que logra destacarse en un rol que no era sencillo de personificar, debido a la bondad que representa el Profesor X. Al igual que el actor de Orgullo y Prejuicio, Fassbender, se luce con una actuación brillante por representar a un personaje que tiene una ambigûedad mucho más rica de demostrar. Lamentablemente Jennifer Lawrence y el resto de los jóvenes mutantes, separando a Nicolas Hoult y la hermosa January Jones, no logran conformar unas actuaciones sólidas. De hecho Lawrence navega toda la película con una inexpresividad insoportable. Realmente esperaba más de la actriz recientemente nominada al Oscar por su labor en Lazos de Sangre. Del bando de los experimentados encontramos a un Kevin "Panceta" Bacon que tira en la cancha toda su experiencia caracterizando un villano a la altura de lo que una precuela de los X-Men necesitaba. X-Men: First Class es una muy buena vuelta de los queridos mutantes a nuestras carteleras, que más allá de ciertas falencias, cumple perfectamente con lo que se propone.
A mediados del 2009 llegó a nuestras carteleras ¿Qué Pasó Ayer?, una comedia que había funcionado muy bien en los Estados Unidos y que de no ser por su gran éxito seguramente habría sido enviada directo a DVD por su distribuidora. Gracias a ese tremendo suceso Todd Phillips puso manos al asunto para que la manada volviera a las salas de cine. Y ayer la manada finalmente volvió. Phil, Stu, Alan y Doug han vuelto para contarnos la misma historia que en la primera parte, solo que ahora los extraños sucesos ocurrirán en Bangkok. ¿Qué Pasó Ayer? Parte 2 utiliza exactamente los mismos argumentos que en la primera le dieron tan buenos resultados, solo que ahora no tienen a su favor ese factor sorpresa que representaba una de las mayores virtudes que tenía su versión original. El no tener a favor esa originalidad le juega muy en contra a esta secuela, pero lo que la perjudica de manera importante es que los detalles novedosos (que no voy a contarlos para no arruinarlos) o los nuevos personajes no aportan el aire fresco que necesitaba esta similar propuesta. El mono (la mejor incorporación), el papel de Paul Giamatti o el Sr. Chow no se desenvuelven con la suficiente maestría como para alejar los ojos de los queridos integrantes principales de la manada. De quien esperaba mucho más, debido a sus excelentes momentos en la primera entrega, era de Ken Jeong y sin embargo solo tiene un puñado de secuencias sobre el final que lamentablemente no llegan a cumplir con mis expectativas sobre su personaje. El guión es una copia exacta de aquel que estuvo presente en el 2009, solo que ahora intercambiaron las palabras adaptando la historia a un nuevo lugar. Sin dudas esto hace que se vean venir a lo lejos ciertos gags, perdiendo bastante eficacia. Esta secuela y este guión en manos de otro director hubiera sido un tremendo y aburrido desastre, pero el talento de Todd Phillips hizo que salga una propuesta que por momentos brinda un puñado de escenas inolvidables. En ¿Qué Pasó Ayer? Parte 2 se da algo extraño porque la falta de originalidad que mencioné arriba representa su mayor defecto, pero a la vez se convierte en su mayor virtud. La respuesta a este singular fenómeno se podría resumir en que a pesar de presentar solo algunos aspectos diferentes a su predecesora el film funciona perfectamente como comedia e incluso le pasa el trapo a varias películas que pertenecen a ese género y que llegan a lo largo del año a nuestras carteleras. De hecho tiene algunos momentos que no creo que puedan ser igualados en lo que queda del año por las comedias que quedan por venir. Otro aspecto altamente positivo de esta secuela/remake es que el humor en los films de Todd Phillips vuelve a subir la apuesta en comparación a sus anteriores propuestas. ¿Qué Pasó Ayer? y Due Date tenía momentos de incorrección brillantes, pero en esta segunda parte hay secuencias que son una auténtica gozada para quienes disfrutamos de ese humor que Hollywood entrega muy de a poco. El trío protagonista integrado por Bradley Cooper, Ed Helms y Zach Galifianakis sigue en la línea de la primera edición, siendo este último el más perjudicado por la repetición de sus personajes. Recordemos que en Due Date (acá se estrenó como Todo un Parto) Galifianakis es Ethan Tremblay que vendría a ser una especie de hermano perdido de Alan Garner. ¿Qué Pasó Ayer? Parte 2 es una conocida vuelta de la manada que con solo unos momentos novedosos y varios repetidos regalan unos 100 minutos dotados por mucha gracia y carentes de alguna inspiración refrescante.
Naufragando en aguas conocidas Ha vuelto Jack Sparrow el pirata que inició sus travesías por el 2003 con una nueva aventura: encontrar la fuente de la juventud. En el camino en la búsqueda de un nuevo tesoro, Jack se cruzará con un viejo amor llamado Angélica, con el temible Barbanegra, con el conocido enemigo Barbosa, con los Españoles, con sirenas y también, como si todo lo anterior fuera poco, con algunos zombies. La franquicia ha cambiado de capitán (va a ser una crítica rodeada de metaforas navales, como la saga lo amerita) debido a que Gore Verbinski se alejo de la misma para filmar la entrañable Rango y en su reemplazo llegó Rob Marshall. Marshall, que venía de fracasar estrepitosamente con Nine, lamentablemente hace naufragar un barco en aguas que les son bastante familiares. ¿Se puede realizar una continuación sin gracia, sin pasión, sin espectacularidad, sin fluidez y sin humor, en una saga donde todo lo mencionado estaba más que garantizado? Si se puede y Rob Marshall se encargó de demostrarlo. Los personajes de este film van a la deriva y algunos hasta sin justificación. Que le aporta a la película el misionero? Nada, absolutamente nada. Pero lo peor de esto no es que no sume al argumento, sino que Marshall le da un lugar importante a un timido y inexpresivo personaje a tal punto que es el único tripulante del film que vive un romance, aparte del querido Sparrow. Luego encontramos desaprovechados a un siempre cumplidor Ian McShane interpretando al pirata más temido por todos los piratas, el pirata Barbanegra. De verdad que ese pirata es tan temible? Bueno estaría bueno que se pueda apreciar en las imágenes y no solo en las líneas de dialogo. Luego encontramos a la hermosa Penélope Cruz (aquí justifica su patético acento al interpretar un personaje nacido en España) que no logra salvar el hundimiento de la saga debido a que presenta una Angélica carente de sensualidad e inexpresiva. Piratas del Caribe 4 solo presenta algunos momentos que rozan lo simpático y la mayoría surgen por parte de Johny Depp, lo que demuestra nuevamente la impericia de Marshall al no aportarle una nueva y necesaria visión con personajes que logren demostrar algo de frescura a la franquicia. Más allá de algún que otro traspié en las anteriores ediciones Depp siempre salió aireoso de cualquier crítica y aquí nuevamente es quién tiene las mejores secuencias cómicas con un Jack Sparrow que se encuentra bastante gastado. Realmente es digno de destacar que una película de aventuras con personajes que supieron llenar nuestro balde de pochoclos en el pasado, tengan una vuelta tan aburrida y desangelada. Es decepcionante e ¡IMPERDONABLE! que Piratas del Caribe: Navegando Aguas Misteriosas falle también en las escenas de acción, debido a que pareciera que Marshall las fimló por puro compromiso sin generear emoción, espectacularidad y sorpresa, sentimientos fundamentales en una secuencia de "tiros y espadas". Solo el ataque de las sirenas pareciera estár rodado con la cálidad que una franquicia como esta precisa. Por todo lo expuesto más arriba lamentablemente hay que decir Piratas del Caribe 4 no navega en ningún momento aguas misteriosas, sino que naufraga por completo en aguas altamente conocidas, donde su único sobreviviente es Johnny Depp.
Han estacionado en nuestras carteleras Vin Diesel, Paul Walker y Dwayne Johnson para darnos la dosis de acción que las pantallas de cine venían pidiendo a gritos. Rápidos y Furiosos 5 es la nueva entrega de esta saga motorizada que en esta oportunidad nos contará las aventuras de Toretto y O'Conner en Río de Janeiro, a donde han tenido que escapar luego de que el ex agente ayude a huir al condenado a prisión perpetua de la cárcel. Será en Brasil donde Dom y Brian, junto a Mia, se enfrentarán con Hernan Reyes, un poderoso mafioso que es el "dueño de las favelas", para concretar el golpe maestro que les de la tan ansiada libertad. Obviamente que este robo no será sencillo debido a las fortalezas que posee Reyes, pero además, como si eso fuera poco, la pandilla motorizada también deberá enfrentarse a un experto agente federal que los buscará incansablemente para encarcelarlos. La saga Rápido y Furioso sin Vin Diesel y Paul Walker juntos no ha funcionado en ninguna de sus entregas y aquí Justin Lin, director de la pedorrísima tercera y la dignísima cuarta, se enfrentaba al complejo desafío de superar (o aunque sea igualar) la anterior edición que había sido la mejor de la franquicia. Con respecto a esto hay que decir que Lin logró llevar adelante en Rápidos y Furiosos 5 la mejor parte de la saga que se inició en el 2001 por lejos. Rápidos y Furiosos 5 representa la mejor vuelta de estos personajes gracias a que su director entendió a la perfección las limitaciones que siempre presentó la saga y las camufló para que salieran a la luz las espectaculares secuencias de acción que representan las mejores que han visto mis ojos en lo que va del año. El valuarte de estas escenas se basa en que Lin logró que las secuencias de choques, disparos, etc, fueran "reales" y que así sean transmitidas al público. Cuando uno ve la gran y esperada pelea entre Vin Diesel y Dwayne Johnson a uno "le duelen" los golpes que se dan. Aunque también hay momentos espectaculares poco creíbles como la larga persecusión final donde rompen de todo, estos logran ser altamente eficaces a pesar de la poca verosimilitud, justamente porque los efectos especiales fueron aplicados de tal manera para que esa inverosimilitud pueda ser "creída y comprada". Otro de los pilares que hacen que Rápidos y Furiosos 5 sea la mejor de la saga es la inclusión de los personajes que habían tenido buenas participaciones en las anteriores ediciones. Don Omar, Tego Calderon o el morochón de Tyrese Gibson aportan un cómico y cómplice aire fresco a los ya conocidos personajes de Dom, Brian y Mia. Mención aparte merece la explotación de las locaciones brasileras, como las corridas por los pasillos o los saltos de techo a techo que llevan adelante los protagonistas a lo largo de la película. Como puntos en contra podríamos decir que hay varios diálogos con cierto toque de racismo que podrían ser eliminados, como también varios tramos donde el relato se pone bastante solemne, pero ninguno de estos aspectos (y quizás alguno más que se me escapa "objetivamente" por tener gran estima a la saga) altera en demasía el resultado final de esta muy buena película. Gran acierto por parte de Lin y los productores al contratar a "La Roca" Johnson para ser la némesis de Diesel. Aquí Dwayne aporta su ya conocido carisma y su potencial físico para llevar adelante el papel de un agente que al fin puede hacerle frente al gran Dominic Toretto. Los demás actores, a pesar de presentar filmografías de dudosa calidad, cumplen con sus roles incluso mostrando algunas mejoras como el caso de Jordana Brewster que en esta quinta edición lleva una Mia un poco menos patética y más expresiva que en las películas anteriores. Rápidos y Furiosos 5 representa una gran vuelta para los amigos motorizados y sube el listón en la espera de lo que será la sexta entrega, sobre la cual iremos conociendo las novedades más adelante. Bien por Lin, Diesel, Walker y The Rock, vuelvan pronto que los esperamos con ganas de más velocidad y acción.
Se presume inocente The Lincoln Lawyer o Culpable o Inocente, como más les disguste llamarla, cuenta las andanzas de un abogado defensor de delincuentes de poca monta, llamado Mick Haller, que tiene su centro de control en el asiento trasero de su Lincoln Continental. Este atípico abogado, que es conocedor de las leyes de la calle (o en este caso de los tribunales) como la palma de su mano, recibe la oportunidad de su vida al ser solicitado para defender a un jovencito que parece estar involucrado en un crimen que no cometió. Cabe destacar que la historia se encuentra basada en la novela del escritor Michael Connelly. Más allá de no presentar ningún aspecto que se "salga del libreto" convencional de un Thriller con tintes de Policial Negro, Culpable o Inocente basa sus fortalezas (que no son pocas) en un gran pulso narratorio a cargo de Brad Furman, unas actuaciones que sostienen la verosimilitud del relato en todo momento y una historia muy bien contada que no se enrieda en vueltas de tuercas innecesarias o golpes de efectos encandilantes. Con esto quiero decir que este más que digno thriller representa una de las sorpresas de esta temporada, ya que no es común encontrarse con este tipo de propuestas donde la prolijidad y el entretenimiento son priorizadas para dar un disfrute más que importante y placentero a quienes asistan a verlas. Todo lo que estamos acostumbrados a ver en una película de juicios pasa en Culpable o Inocente, encubrimientos, trampas, presiones, soplones pagados, asesinatos, testigos de último momento y demás cuestiones que ya conocemos, pero no por eso deja de ser una propuesta altamente eficaz en su cometido. Mientras salíamos de la función comentábamos con Ulises lo bien que le quedó este personaje a Matthew McConaughey, que al comienzo de la obra no difiere demasiado del canchero galán que interpreta siempre, pero que con el pasar de los minutos dará un valor dramático a su interpretación que no se corresponde con sus anteriores trabajos, representando éste uno de sus mejores laburos de los últimos años. Por otra parte tenemos a la hermosa y talentosa Marisa Tomei que una vez más cumple con el rol que se le asigna y también una vez más regala a su público (entre los cuales me incluyo) una escena de sexo para que admiremos las curvas que tan bien conserva. Culpable o Inocente representa una de las primeras sorpresas de la temporada por vender y contar perfectamente una interesante y atrapante historia, lo cual en estas épocas no es poco.
Los Hermanos Farrelly están de vuelta, luego de algunos traspiés, de la mano de su nueva comedia titulada Pase Libre. Básicamente la historia de este film nos mostrará las patéticas andanzas de dos amigos casados que han recibido una semana sin los compromisos que requiere el matrimonio, suponiendo que esta medida representará una vuelta a su época de esplendor en la conquista de mujeres. Este "pase" fue otorgado por sus esposas debido al cansansio que sufren por el poco respeto y deseo que tienen hacia ellas. Con algunos momentos bastante logrados y un puñado de secuencias graciosas, los Farrelly han logrado una película que resulta simpática, pero que tampoco logra acercarse a los recordados films de estos hermanos como Loco por Mary, Tonto y Retonto o Amor Ciego. Obviamente que sería injusto críticar a Pase Libre por no llegar a atarle los cordones a las mencionadas obras cumbres de estos realizadores, pero no por eso uno debe dejar de mencionar que hay ciertos directores de los que se espera bastante más que una comedia con un resultado satisfactorio. Apelando a algunas de sus propias viejas fórmulas Pase Libre transita en la repetición de gags de un humor que llegando a los últimos 20 minutos roza el mal gusto. Es harto conocido que los Farrelly apelan a este tipo de escenas en sus comedias y esto no me es ajeno, pero en las citadas películas de su filmografía estas secuencias están sustentadas en el desarrollo de la historia, cosa que aquí por momentos no se ve. Es como si Peter y Bobby hubieran decidido introducir su humor más extremo en la segunda parte del film, haciendo que el "cambio de pantalla" sea forzado y termine pareciendo un manotazo de ahogado para salvar la película y no perder la esencia de su cine. El cuarteto protagonista está integrado por Owen Wilson, Jason Sudeikis, Jenna Fischer y Christina Applegate, todos ellos experimentados intérpretes que transitan la comedia con respetables resultados. Lamentablemente Pase Libre no representa la vuelta de los Hermanos Farrelly a su mejor versión, aunque no por eso deja de ser una graciosa comedia que tiene sus buenos momentos.
Oh, melancolía Mark Romanek ha vuelto a la gran pantalla, luego de más de 8 años de ausencia desde cuando fue estrenada Retratos de una Obsesión en el 2002. Nunca me Abandones está basada en el bestseller de Kazuo Ishiguro que centra su historia en un trío de jóvenes que crecen juntos en un misterioso internado donde son educados y ¿preparados? para cumplir con un terrible destino. Detrás del camuflaje que posee una trama fantástica de ciencia ficción encontraremos un triángulo amoroso que se desarrollará entre Tommy, Kathy y Ruth. Aunque Kathy es la más cercana a Tommy y de hecho es la persona que más lo comprende, Tommy se decide por la agresiva y dominante Ruth para entablar una relación que durará por muchos años, postergando la felicidad de la adorable Kathy. A pesar de contar con un relato con una potente y lacrimógena historia, Romanek se regodea demasiado en varias oportunidades del film en la superficialidad de planos fotográficos hermosos, en vez de inmiscuirnos más íntimamente en el drama amoroso que viven los protagonistas. En donde si hay un gran acierto por parte del director es en el tono melancólico que le dio a la trama, debido a que este atributo disimula las falencias superficiales con la que adaptó la famosa novela. Otro gran acierto de Romanek es el evitar el golpe bajo en todo momento, algo que en este tipo de historias siempre representa una piedra con la que es fácíl tropezar. El trío protagonista prometía y mucho, aunque debo decir que no todos cumplen con sus roles. Carey Mulligan es quien se desenvuelve con las mejores escenas en un personaje que atraviesa momentos depresivos, felices y desesperanzados, con una gran soltura y profesionalismo. Sin dudas Mulligan es una de las actrices jóvenes con más futuro de la actualidad. En cambio Keira Knightley lleva adelante un personaje que ronda siempre en la sobreactuación, mientras que Andrew Garfield logra encarrilar una interpretación que al comienzo lo mostraba muy poco expresivo y dubitativo. Nunca me Abandones hubiera sido una gran propuesta si Mark Romanek nos hubiera introducido más intimamente en la atrapante historia.
Luego de La Suerte Está Echada, Sebastián Borenstein vuelve a nuestras carteleras con Un Cuento Chino y para esto contó nada más y nada menos que con Ricardo Darín en el rol protagónico. Un Cuento Chino nos va a contar la vida de Roberto, un solitario y argento ferretero que ve trastocada su rutinaria y aburrida vida cuando se encuentra por casualidad con un golpeado chino que busca a su tío en la Argentina sin saber una sola palabra en español. Luego de algunas idas y vueltas Roberto decide ayudar al desorientado inmigrante a encontrar al único familiar que le queda. Partiendo de esta premisa Un Cuento Chino exportará los problemas con el idioma y las costumbres que tienen estos dos compañeros al tratar de comunicarse. Incluso las antagónicas personalidades de uno y el otro serán aprovechadas para que el film tenga buenos momentos, promediando la primera parte. Hay secuencias de este segundo film de Sebastián Borensztein que están bien logradas, aunque lamentablemente hacia el final Un Cuento Chino desbarranca tomando un tono solemne estirado hasta el absurdo de la mano de un innecesario y hasta desubicado flashback que nos muestra que el personaje de Roberto es un sobreviviente de la Guerra de Malvinas. Sin dudas este recurso termina siendo totalmente simplista al intentar justificar la personalidad del protagonista e incluso –como si fuera poco- casi tira por la borda todas las buenas intenciones que traía este por momentos simpático film. Si Ricardo Darín no participara de esta obra, el resultado sería una película totalmente olvidable y hasta incluso altamente aburrida, debido a que es justamente Darín quien aporta todo el carisma y el peso narrativo que se necesita para levantar una historia que usa y abusa constantemente de la repetición de sus chistes y clichés. Cabe destacar que Muriel Santa Ana e Ignacio Huang logran complementar a la perfección la labor del mencionado actor de Nueve Reinas. Un Cuento Chino convierte a Ricardo Darín en un superhéroe capaz de salvar esta fallida pero simpática película.
Las Chicas Superpoderosas El prolífico y siempre interesante Zack Snyder ha regresado a nuestras carteleras con una de las películas más esperadas de esta primera parte del año, Sucker Punch. Con la singular puesta en escena que lo caracteriza, este director nos contará la historia de Baby Doll, una muchacha que al sufrir la desoladora pérdida de su madre es internada injustamente por su padrastro en un manicomio para mujeres. Allí la joven comienza a experimentar una simulación que la aparta de su cruda realidad y la sumerje a ella y a sus compañeras en un mundo donde debe luchar contra samurais, nazis y pistoleros robotizados. Vencer en esas luchas "paralelas" será la llave de su escapatoria. En este apartado es donde vale la pena destacar que Snyder es el autor original de la historia, ya que sus anteriores propuestas fueron adaptaciones de comics o libros -300, La Leyenda de los Guardianes y Watchmen- o la remake de El Amanecer de los Muertos que fue su debut en la pantalla grande. Es complejo encasillar a Sucker Punch por su variedad de tópicos y géneros y creo que es ahí donde se encuentra su mayor virtud. Siempre es interesante encontrar una propuesta arriesgada que no se dejó llevar por presentar un entretenimiento vacio en el cuál no puedan justificarse mínimamente las acciones llevadas adelante por los protagonistas. Aquí Snyder pone en escena momentos de acción, escenas fantásticas y de aventureros, de ciencia ficción y comic, y hasta incluso algunos números musicales que hacen de Sucker Punch un film adictivo e intenso. Sucker Punch cumple ampliamente con las expectativas que generó, aunque creo que la inverosimilitud de la historia podría influir negativamente en aquellas personas que solo pueden ver en el cine lo que ocurre verdaderamente en la vida. Los amantes del cine de Snyder -entre los cuáles me incluyo- saldrán más que conformes por la propuesta visual de este film, gracias a que Sucker Punch representa la obra donde este realizador eleva a la máxima expresión esa estética tan característica de su cine. También encontraremos en Sucker Punch otros rasgos que distinguen la particular filmografía de este realizador: la crítica a los poderes establecidos, el tono de la historia melancólico y esperanzador a la vez, la sensualidad con la que se encuadra a las protagonistas y la utilización cruda de la violencia en los momentos en que es necesario. Una de las pocas cosas que se le puede achacar a Sucker Punch es el poco dramatismo que crea en algunas escenas previas a las batallas surrealistas, generando por momentos una especie de entretenimiento vacío en las espectaculares secuencias de acción. Los minutos iniciales de Sucker Punch -al igual que en Watchmen- son brillantes, y en ellos se destaca una singular y excelente versión de Sweet Dreams supervisada por el musicalizador Marius de Vries, que tuvo una labor brillante en la elección y adaptación de las canciones que suenan en el film. El elenco protagonista integrado por Emily Browning, Abbie Cornish, Jena Malone, Vanessa Hudgens y Jamie Chung, tiene labores desparejas que atentan contra la película en varias ocasiones. Hudgens y Chung llevan adelante actuaciones paupérrimas, mientras que Browning -que aquí es la protagonista- tiene momentos destacables e inexpresivos por igual. En cambio Cornish y Malone son quienes se encargan de dar vida a las escenas más dramáticas de la película con muy buenos resultados. Por otro lado tenemos a los experimentados Oscar Isaac, Jon Hamm y la terriblemente sensual Carla Gugino completando el elenco, con actuaciones que cumplen a la perfección con lo que el film necesita. Sucker Punch representa un importante paso adelante en la interesante y destacable filmografía de Zack Snyder.