Con Invasión del Mundo. Batalla: Los Angeles vuelve la ciencia ficción a nuestras salas con una nueva propuesta sobre una invasión alienígena que pone en peligro la población de nuestro planeta. La historia transcurre en la actualidad, donde unos destructivos extraterrestres intentan arrasar con todo lo que se cruza en su camino. Cuando la ciudad de Los Angeles queda totalmente citiada por los hostiles aliens un grupo de marines debe salir al rescate de los sobrevivientes que han quedado atrapados en el fuego enemigo. Estos soldados son comandados por el experimentado Sargento Michael Nantz que se encuentra en pleno proceso de retiro, luego de perder a toda su unidad. Mientras los marines intentan recuperar el terreno perdido comenzarán a sufrir los embates de una fuerza superior, de una fuerza aparentemente inquebrantable; es decir que están tomando una muestra de su propia medicina. Es así que este grupo de valientes soldados debe bancar la parada para lograr salvar sus vidas y la de los ciudadanos que aún se encuentran con vida. Para disfrutar Invasión del Mundo. Batalla: Los Angeles uno deberá "ignorar" o "soportar" por completo los innumerables clichés -el soldado experimentado que se retira, el soldado inexperto que se rige por el reglamento-, lo insoportablemente predecible y el incesante mensaje panfletario sobre el heroísmo de los marines yankees. De acuerdo a como cada uno ignore a esas cuestiones mencionadas dependerá el resultado final del film. Vale decir que a tal punto se glorífica la presencia de los soldados en combate, que solo en contadas ocasiones veremos claramente a los extraterrestres. Hay escenas realmente espectaculares donde se ve un gran trabajo de los encargados de los efectos especiales, aunque lamentablemente muchas secuencias de combate se ven altamente opacadas por el incesante e insoportable movimiento de cámara que implementó Jonathan Liebesman. Más allá de los aspectos mencionados más arriba, Invasión del Mundo. Batalla: Los Angeles tiene como cuestiones destacables un ritmo arrollador a lo largo de sus 100 minutos, un puñado de escenas que manejan muy bien el suspenso y varias secuencias que generan una adrenalina bastante complaciente en nuestros cuerpos. Otro aspecto positivo del film es la buena labor de Aaron Eckhart, que por momentos se calza la trama en los hombros aportando toda la credibilidad que pueda llegar a presentar esta historia. Michelle Rodriguez también aporta algunos momentos dramáticos con una interpretación que no difiere demasiado a lo que hizo en Avatar. Invasión del Mundo. Batalla: Los Angeles es un regular film de Ciencia Ficción que si bien entretiene, se ve influenciado negativamente en el resultado final por sus insoportables mensajes patrióticos y sus miles de clichés.
Patrick Lussier vuelve a nuestras carteleras para traernos Infierno al Volante 3D luego de estrenar Sangriento San Valentín 3D en Septiembre del 2009, que para ese entonces fue una de las primeras propuestas fuera de la animación en ser pensadas y llevadas a cabo para explotar al máximo este nuevo formato de las 3 dimensiones. En Infierno al Volante nos contará la desesperada y sangrienta búsqueda que lleva adelante Milton para encontrar a su nieta, que está en manos de una peligrosa secta de adoradores del Diablo que planea asesinarla frente a la luna llena a modo de sacrificio. Pero este muchachote se escapó del infierno no solo para tener nuevamente a su nieta, sino también para buscar la venganza por la muerte de su hija y frenar el culto satánico que la asesinó. Al veterano vengador se le suma una sensual camarera llamada Piper, que detrás de sus curvas esconderá un gran coraje para ayudar a concretar el rescate. Lamentablemente para ambos los sigue muy de cerca un agente que se encarga de llevar nuevamente al infierno a quienes escapan de allí. Hay dos elementos fundamentales que hacen que Infierno al Volante no pueda convertirse en un entretenimiento pasatista y pochoclero, y esos son la patética labor de Nicolas Cage y un guión escrito que pega volantazos tratando de enderezar un auto que lamentablemente va fuera de control. Habría que explicarle a Lussier que Robert Rodriguez hay uno solo y que para hacer una buena película delirante Clase B hay que tener talento, no alcanza solo con mostrar algunas escenas gore, autos viejos y chicas bailando desnudas. En Machete o Planet Terror los guiones -que tampoco son guiones brillantes- acompañan las locuras de la película y de hecho las exacerban mucho más, en cambio aquí por momentos los diálogos se ponen solemnes tratando de justificar las acciones de los protagonistas, algo que jamás logran conseguir y que termina siendo una contradicción gigante. Las películas de Rodriguez exageran sus defectos e inclusive se rien de los mismos tornando su visionado en una experiencia altamente satisfactoria, mientras que aquí Lussier intenta camuflar como sea las terribles falencias de su film mostrando escenas sangrientas que solo están justificadas para explotar el 3D sin ningún tipo de sustento. La escena más destacable de toda la película es cuando Cage asesina a varios integrantes de la secta mientras tiene sexo con una camarera. Ahora bien, si esa escena termina siendo una burda copia que carece de toda sensualidad en comparación a otro film de este mismo estilo que llegó en el 2007 bajo el titulo de Matar o Morir, podríamos afirmar que Infierno al Volante no tiene un solo momento que salga de la media. Incluso si también la comparamos con ese film protagonizado por Clive Owen y Monica Bellucci encontraremos la misma locura que Infierno al Volante pero infinitamente mejor contada y desarrollada. Por otra parte tenemos a un Nicolas Cage paralizado, incapaz de transmitir alguna sensación. Obvio que el quincho que tiene en el bocho no ayuda demasiado a que podamos creerle a su absurdo personaje. Las labores más destacables las aportan la bellísima Amber Heard y William Fichtner, que de alguna manera son los que aportan algunos momentos simpáticos a la película. Infierno al Volante 3D se quedó a mitad de camino de presentar una buena propuesta Clase B entretenida por no saber explotar y disimular mejor sus propias falencias.
Después de colaborar en Cuenta Final -que significó el último trabajo del gran Marlon Brando- John Curran decidió volver a juntar a Robert De Niro y Edward Norton, y casi diez años después de aquella película, ahora ha llegado a nuestras carteleras La Revelación. La Revelación gira en torno a Jack Mabry que es un oficial de libertad condicional que se encuentra viviendo sus últimos días en su cargo debido a su inminente jubilación. Dentro de sus casos se encuentra con el manipulador Gerarld Creeson, un preso que quiere ganarse la libertad condicional luego de pasar más de 8 años en la cárcel por participar en el homicidio de sus abuelos. Creeson -apodado Stone- necesita convencer a Jack para poder salir de prisión anticipadamente y para ello intentará demostrarle que ha cambiado de actitud, que ya se ha rehabilitado y que ha pagado por el crimen que cometió. Lamentablemente para él, Jack no cree demasiado en las palabras de Stone, pero esto comenzará a cambiar cuando la mujer del reo entre en acción para seducirlo y finalmente lograr la aprobación del oficial para sacar a su marido del aislamiento. La historia al comienzo se plantea como un thriller donde las acciones de los protagonistas definirán el futuro de la película, aunque lamentablemente con el pasar de los minutos la trama se volverá terriblemente cansina y carente de emoción, debido al empesinamiento de Curran en contarnos las situaciones dramáticas de los protagonistas. Es como si la cinta nunca terminara de arrancar. El quiebre de la película se da cuando Jack se acuesta con Lucetta. Allí se espera que el film comience a desarrollar las cuestiones abiertas en la primera parte -como la ríspida y tirante relación de Norton y De Niro- algo que jamás sucede, inclinando a la obra hacia un insoportable drama que nos contará las cuestiones psicológicas de los personajes principales, dejando de lado muchos de los conflictos que se conocieron en la primera hora y que resultan los momentos más interesantes. A pesar de plantear una interesante trama del bien contra el mal que con el pasar de los minutos se verá teñida de grises en ambos protagonistas, la película nunca logrará transmitir la tensión necesaria para que podamos meternos dentro de la historia. Curran se enreda en su propia telaraña de simbolos y pasajes bíblicos que al comienzo son interesantes, pero que luego terminan siendo una insoportable redundancia sobre los diálogos y lo mostrado en las escenas. Hasta termina siendo pretenciosa. Quizás lo único rescatable en este bodrio llamado originalmente Stone son algunas escenas que llevan adelante el trío protagonista. Robert De Niro tiene una actuación creíble matizada con sus gestos y caras habituales. Su contrapunto en la película es Edward Norton destacándose con una labor interesante, que en la segunda parte del film desbarranca por completo con una caracterización carente de expresión. Por último tenemos a Milla Jovovich con una sensual caracterización que roza permanentemente la sobre actuación, pero que en el resultado final es la que mejor cumple con su papel. La Revelación es un intento pretencioso de John Curran donde solo se pueden destacar algunos momentos de la primer hora a cargo de las actuaciones de sus principales protagonistas.
Érase una vez en el Oeste Rango es la primer incursión de Gore Verbinski en el mundo de la animación, con un resultado altamente llamativo, fresco y original. El director de Piratas del Caribe nos contará la historia de un camaleón domesticado que al sufrir un accidente queda perdido en una zona desértica y despoblada. Allí este temerario reptil decide emprender una aventura adentrándose de lleno en la tierra árida que lo rodea, en busca de una civilazación que le de un nuevo hogar. Cuando todo parecía perdido y el desierto comenzaba a ponerse más feo Rango conoce a Beans, una lagartija que sufre una extraña parálisis ante ciertas situaciones límites. Es ella la encargada de guiarlo hacia un desolado y seco pueblo, siendo la escasez de agua la encargada de originar que los integrantes del mismo deban vender sus casas para partir hacia otros lugares donde puedan volver a cosechar. Este pueblo se llama Tierra. Al ingresar al hostíl poblado, y en un intento desesperado por salvar su vida, Rango inventa algunas historias para mejorar su reputación y así conseguir el respeto de los ciudadanos de Tierra. Las anécdotas logran surtir efecto y los pueblerinos lo idolatran , hasta incluso el mismísimo Alcalde lo nombra la máxima autoridad del lugar. Rango se convierte en el ¿temido? Sheriff de Tierra. Cuando todo parece ir de maravilla y nuestro simpático amigo comienza a asentarse en su responsable rol dentro de su nuevo ámbito, el banco del pueblo es asaltado siendo saqueada la última reserva de agua y poniendo en jaque la deficiente labor del camaleón. Allí comienza una increíble y atrapante aventura a cargo Rango y su pandilla en una cruzada por el desierto en búsqueda de los culpables de sumergir a Tierra en la sequia absoluta. Rango no es una película de animación común y silvestre, debido a que posee el código del Western Spaguetti inmerso en sus fotogramas, algo que no se había visto hasta ahora en la pantalla grande. Los homenajes y referencias a la Trilogía del Dólar -compuesta por Por un Puñado de Dólares, Por un Puñado de Dólares Más y El Bueno, El Malo y El Feo- de Sergio Leone son más que evidentes en la música, los planos y la puesta en escena de los duelos que tiene el protagonista contra los malechores que quieren terminar de romper la tensa calma que se vive en Tierra. Incluso hay un cameo del personaje de El Hombre sin Nombre encarnado por Clint Eastwood en la mencionada trilogía que representa uno de los puntos más altos de este recomendable film. En Rango hay humor, ternura, maldad, desolasión, esperanza, amor y más condimentos que hacen que sea una película de alto vuelo con una historia original y fresca, potenciada fundamentalmente por las reglas de un género que de a poco nos visita para demostrarnos que el cine vive dentro de él en su máxima expresión. El laburo de Gore Verbinski en la creación de los personajes es excelente. A lo largo de sus casi dos horas, Rango va a mostrar más de una banda de "animalitos" con distintas personalidades y locuras, dotando a la historia con un peso y una empatía altamente gratificante. Solo por mencionar algunos podremos encontrar en este film un terrible y despiadado villano como Rattlesnake Jake o a la adorable lagartija compañera de aventuras de Rango. Incluso nuestro protagonista sufre una metamorfosis que por momentos se torna muy desoncertante y agradable. La música compuesta por Hans Zimmer -influenciada por el gran Ennio Morricone- subraya brillantemente cada escena de esta gran aventura, al igual que la hermosa fotografía de Roger Deakins. Mención aparte merecen los programadores de los cines que no pusieron ninguna copia de este film en su idioma original, teniendo que sufrir una inentendible e inexplicable traducción de los diálogos de los villanos a un dialecto porteño que rompe con la estética del film, además de desorientar con respecto a las demás voces de la película. Sin contar que nos privaron de poder valorar los trabajos de artistas como Johnny Depp, Bill Nighy, Isla Fisher y Alfred Molina, solo por mencionar algunos, al caracterizar estos grosos personajes. Escuchar "loco" o "boludo" en un film donde todos los personajes hablan en español neutro es una canallada que debería dejar sin trabajo al encargado de tomar semejante decisión. Rango es más que un simple film de animación, es una película que demuestra que el Western no ha muerto y que se encuentra entre nosotros con forma de dibujos animados.
Amigos con Derechos, dirigida por Ivan Reitman, es una película en clave de comedia romántica protagonizada por Natalie Portman y Ashton Kutcher, que básicamente nos contará las idas y venidas de una pareja que pretende no tener compromisos a la hora de mantener una relación. La primera vez que Adam se cruza con Emma es en un campamento de verano al que él fue enviado ante el imprevisto e inevitable divorcio de sus padres. Allí comienza el primer contacto entre estos jovencitos que luego irá repitiéndose con poca frecuencia a lo largo de los años, hasta que finalmente se vuelvan a juntar cuando ambos superan los 25 años de edad. Es en ese momento cuando ellos comienzan a vivir una atípica historia de amor donde se establecen como reglas básicas el tener sexo sin ningún tipo de compromiso y teniendo la libertad de estar con otras personas. Obviamente que al comienzo este tipo de relación será maravillosa para ambos, hasta que empiezan a florecer en ellos sentimientos que atentan contra el pacto que establecieron al entablar esta relación. Como bien índica su título original No Strings Attached significa "sin ataduras" y realmente no comprendo como aquí lo traducieron como Amigos con Derechos, debido a que ambos protagonistas jamás fueron amigos, e incluso se podría afirmar tranquilamente que Adam y Emma son apenas conocidos. Ivan Reitman -director de grandes películas como Los Cazafantasmas y que aquí tiene un pequeño cameo- cuenta esta historia con un buen ritmo y utilizando todas las fórmulas que tiene este gastado género. En Amigos con Derechos encontramos la típica trama de conexión instantanea, relación amorosa, ruptura y reconciliación final, que incluso cae en los típicos cliches de la incursión del personaje gay, la música pop y los amigos que brindan siempre consejos que perjudican al protagonista. La lógica impone que si Amigos con Derechos es una comedia romántica, debe tener buenas dosis de estos dos elementos para presentar un resultado satisfactorio. Es en el primer apartado que este film no logra cumplir del todo, más allá de que podríamos clasificarlo como un "film simpático" con algunas secuencias graciosas. Quizás la asignatura pendiente en este elemento es el desaprovechamiento de los personajes secundarios. En cambio es en el segundo módulo donde la película conforma su fortaleza más importante. La historia de amor de Adam y Emma es creíble, a pesar de repetir todas las fórmulas que menciono arriba, y también por momentos logra formar una especie de identificación con las situaciones que van ocurriendo, más allá de que uno no pueda no haber vivido entornos similares a los mostrados. Incluso en las escenas finales hasta puede llegar a emocionar a más de un desprevenido. Para simplificar se podría afirmar a las apuradas que en Amigos con Derechos la balanza se inclina mucho más hacia al romance, dejando con menos peso a la comedia. Un punto interesante a ser destacado es que quién lleva el mando de la relación en esta historia es la protagonista femenina, algo que no es común en este tipo de películas. Incluso la escena más graciosa del film se da cuando Adam le regala a Emma un compilado con canciones hechas para su periodo menstrual. La pareja protagonista integrada por Natalie Portman y Ashton Kutcher presenta una excelente química, donde son ellos los principales encargados en sostener la historia de amor. En la sala de al lado del cine en el que la vi estaban pasando El Cisne Negro y es increíble que la misma actriz haya llevado dos papeles tan distintos como Nina y Emma, con muy buenos resultados. Aquí Portman es adorable y más alla de que su personaje intente alejarnos de su corazón, cada mirada y cada sonrisa hace que uno inevitablemente se enamore perdidamente de ella. Como contraparte tenemos a Kutcher interpretando su clásico personaje de canchero, matizado con algunos toques de ternura, algo que refresca un poco el repetitivo registro del actor. Amigos con Derechos es una comedia romántica poco original que logra mantenerse gracias a las buenas actuaciones de sus protagonistas y al buen ritmo narratorio de su director.
127 Horas representa la vuelta al cine de Danny Boyle, luego del éxito que obtuvo por Slumdog Millionaire. Con la participación de James Franco, Danny nos contará la historia verdadera de Aron Ralston, un montañista que en plena travesía por un cañón de Utah cae en una grieta quedando su brazo atrapado debajo de una pesada roca. Aron comienza su viaje en total soledad y en su camino hacia el cañón Blue John se cruza con dos muchachas, a las cuales las ayuda ya que estan perdidas y las lleva a disfrutar de algunas experiencias inolvidables para sus vidas. Aron pareciera conocer el cañón como la palma de su mano, porque avanza con una confianza avasallante sobre cualquier superficie. Hasta que lamentablemente ocurre lo inesperado, y bajando por una estrecha separación resbala cayendo a pique hacia el suelo quedando su brazo izquierdo atrapado debajo de una pesada piedra. Es allí que Aron comienza a intentar zafarse de la inoportuna piedra utilizando distintos métodos, aunque todos con el frustante final de verse atrapado y sin posibilidades de escapar. Incluso con el pasar de los minutos se da cuenta que nadie supo a dónde viajaba, por ende entonces nadie lo daría por perdido, aumentado así su sensación de soledad ante semejante escollo. Mientras cranea y lleva adelante los planes para lograr salirse, Ratson comienza a recordar distintas etapas de su vida generando distintos estados de ánimo en su persona, como la felicidad, la tristeza o la decepción. La historia de vida que aquí nos ocupa, al igual que en El Ganador, era perfecta para llevarla al cine, debido a que contiene todos los condimentos típicos que se necesitan para llamar la atención de la crítica y el público. Siempre las películas de superación personal ante la cercanía de la muerte garpan bien en todos los ámbitos y en caso de tratarse de una historia real, mucho más. Es por eso que no son extrañas las nominaciones a los Oscar y los buenos números taquilleros que obtuvo alrededor del mundo. La traba más importante para narrar 127 Horas era conseguir un producto de entretenimiento "apto para todo público" con una historia que se basa fundamentalmente en un muchacho que queda atrapado debajo de una roca. Allí es donde Boyle desprende toda su potencia gráfica "pop" para lograr desligar el profundo calvario que vive el protagonista. Otro apartado donde Danny busca "levantar" la historia, es en la excelente elección del poderoso soundtrack que suena en este film. Hay un juego interesante en 127 Horas, donde Boyle plantea por medio del montaje de las escenas y la música una distención y una desdramatización de la historia y en donde su protagonista James Franco aparece como contraparte para equilibrar la balanza de la película. Quien aporta los momentos más rutilantes y pesados -dramáticamente hablando- es Franco, con una actuación excelente y que seguramente será recordada como una de las mejores de su vida. En las horas que su personaje pasa atrapado podremos verlo eufórico, deprimido, esperanzado, decepcionado, nostálgico, etc, con una credibilidad y un realismo realmente brillante. Sin dudas el papel más destacado en su fructífera filmografía. Toda la fuerza que tiene la historia se va cerrando de manera contundente y brillante en las secuencias finales, donde el film cobra una especial energía que resulta altamente conmovedora. 127 Horas es un muy buen film con una historia altamente atrapante e interesante que cuenta con una excelente dirección de Danny Boyle y una actuación descollante de James Franco.
El Ganador representa la nueva colaboración de David O. Russell con Mark Wahlberg, luego de los buenos resultados que obtuvieron en Tres Reyes. La película nos mostrará la historia real de la dura vida de Micky Ward un boxeador de una pequeña ciudad llamada Lowell que intenta día a día dejar de ser un fiasco. El entrenador de éste es su hermano Dicky, un problemático ex boxeador que se encuentra inmerso en el consumo de crack, mientras que su representación corre por cuenta de su exigente y controladora madre Alice. Luego de algunas peleas perdidas de forma consecutiva Micky se promete dejar el camino de la derrota para volver a ser el boxeador que fue en el pasado. Lamentablemente para él la siguiente pelea no sale como lo esperaba, dejándolo al borde del nocaut en todo lo relacionado a su vida real. Cuando todo parece perdido Micky comienza a entablar una relación con Charlene, una joven mesera que de a poco se convierte en alguien muy importante en su vida, a tal punto que su noviazgo empieza a abrirle los ojos sobre la preocupante opresión que sufre por parte de su madre y de su fracasado y adicto hermano. Al leer las líneas que describen la historia y ver el trailer todos pensarán que estamos en presencia de una típica película de superación personal, condimentada en este caso con el boxeo, y no estarán muy equivocados. Pero hay detalles importantes que hacen de El Ganador una excelente opción dentro de este tipo de historias. En primer punto a favor lo vamos a encontrar en una trama que lejos está de convertirse en un dramón pesado y conmovedor, si hay algo que sorprendente es la cantidad de escenas cómicas dentro del terrible drama familiar, como la piña de Dicky a su padrastro o las escapatorias del mismo personaje de la casa donde consume crack. Otro detalle favorable es la gran utilización de la música, algo que David O. Russell ya había trabajado de gran manera en Tres Reyes. Cada canción que suene en El Ganador tendrá un significado y resaltará lo que pase en la pantalla, como cuando se escucha de fondo Here I Go Again on My Own de Whitesnake retratando perfectamente que Micky debe alejar a los fantasmas de su familia para poder lograr ser campeón del mundo. El realismo con el que contó a esta historia el director es otro aspecto que merece ser resaltado. Al igual que en Rocky Balboa, O. Russell decidió mostrar las imágenes de las peleas como si fuera una transmisión televisiva, algo que favoreció altamente a que uno sienta como reales las peleas de Micky. Hay momentos de El Ganador que podremos encontrarnos con escenas que parecieran estar sacadas de un documental. Al comienzo y al final veremos a los hermanos Ward delante de la cámara como si estuvieran siendo entrevistados. Esto también es algo que potenció la credibilidad de la cinta, debido a que vemos a los personajes de la película dentro de otra película que pertenece a un género que se caracteriza por mostrar lo real. La mencionada historia, la intromisión del documental, las buenas recreaciones de las peleas y las increíbles actuaciones son en resumen lo que hacen que El Ganador sea una películta totalmente palpable. Christian Bale lleva adelante a Dicky Eklund, Mark Wahlberg interpreta a Micky Ward y Melissa Leo a su mama Alice Ward. Pero no son unas interpretaciones ligeras y sin compromisos, sino que estos actores realmente se convirtieron en sus personajes. Al final del film aparecen los verdaderos Ward, viendo que la caracterización de los personajes principales son exactamente iguales a las personas que tuvieron que encarnar, ayudando de sobremanera a que la historia siga potencialmente creíble. Con cada film que pasa Mark Wahlberg crece a pasos agigantados, encumbrando su labor en El Ganador como la más medida y la más alejada del registro actoral al que nos tiene acostumbrados. Por otra parte encontramos a la angelical Amy Adams, que mete un poco de ternura con esos hermosos ojos llorosos a una trama bastante cargada. Sin dudas hay que resaltar la brillante labor de Bale, que merece ganar el Oscar sin ningún tipo de reparo. No tengo miedo a asegurar que si Bale no fuera anunciado en los títulos o en los afiches, hubiera sido complejo adivinar su paradero en el film, debido a la terrible caracterización estética que hizo. El resto del elenco también acompaña y ayuda a resaltar lo creíble del relato, donde se destaca por encima del resto la mencionada Melissa Leo. El Ganador es una gran historia, contada brillantemente y potenciada por unas actuaciones altamente destacables.
Luego de mostrarnos el mundo de la Lucha Libre en El Luchador, Darren Aronofsky se propuso en El Cisne Negro ilustrar con su singular estilo el universo del Ballet. El Cisne Negro nos contará la historia de Nina, una joven bailarina que pasa la totalidad de días inmersa en su pasión: la danza. Nina integra una prestigiosa compañía de ballet comandada por el exigente Thomas Leroy que para sorpresa de propios y extraños elige a la talentosa Nina para el papel principal de la obra El Lago de los Cisnes, teniendo que llevar adelante a el Cisne Blanco y el Cisne Negro, dos personajes absolutamente opuestos. El Cisne Blanco fluye del cuerpo de Nina como si hubiera nacido para ese papel debido a que ella es una prodigiosa bailarina que se exige al máximo para así lograr la perfección, en cambio llevar adelante el personaje del Cisne Negro representa todo un trauma para ella por culpa de su fria personalidad y su terrible falta de sensualidad. El problema mayor para Nina surge cuando comienza a destacarse una nueva bailarina llamada Lily que aparenta tener todas las condiciones que ella no posee. Lily es terriblemente sensual y arriesgada, justo los adjetivos que Leroy le demanda tanto a ella. Sin dudas Lily es una fuerte competencia para Nina. La amenaza latente de su competidora y las extremas exigencias de ella misma, de su madre y de su profesor harán de Nina una persona altamente inestable que queda al borde de la locura. La historia de este film coquetea permanentemente con varios géneros o sub-géneros con resultados dispares. Por momentos podríamos decir que El Cisne Negro es una buena película de suspenso y terror sin equivocarnos en absoluto, al igual que un drama familiar, erótico y pasional, todos con consecuencias satisfactorias. El problema de este film se da en que el "género" predominante es el thriller y es justamente allí donde deja un sabor agridulce. El gusto agrío se debe a que El Cisne Negro en su afan por mantener su hermosa y perturbadora estética redunda demasiado sobre ciertas cuestiones que delatan los acontecimientos finales, que por cuestiones lógicas no voy a poder enumerar. Comentado el trago amargo, les comento que el sorbo dulce viene por el lado que a pesar de ponernos delante de la cara la resolución del conflicto en reiteradas oportunidades, este film no da respiro y atrapa desde el comienzo hasta el final, algo que sin dudas es por demás extraño y llamativo. Es lamentablemente esta mencionada redundancia la que hace que la película se quede a las puertas de ser una gran obra. Resulta llamativo que el mundo que antes nos ilustró Aronofsky sobre la lucha libre sea mucho más benévolo que el del ballet, incluso eligió una estética donde predomina la oscuridad. Esto se da fundamentalmente porque en el anterior film se da un ámbito de compañerismo, amistad y respeto, valores que en El Cisne Negro están desaparecidos por completo reemplazados por la competencia y la envidia. Natalie Portman es la protagonista principal de este film y realmente hay que destacar la inmensa actuación que lleva adelante. Natalie estuvo casi un año preparandose para este papel y los resultados se ven en la cancha, con varias escenas de danza que derrochan estilo y clase por parte de Portman. Otro detalle sobresaliente de su labor es la metamorfosis que lleva adelante hacia las secuencias finales, donde realmente vemos los cambios de su caracterización. Acompañando a Natalie vemos en muy buena forma a la bella y sensual Mila Kunis y el altanero y exigente Vincent Cassel. El Cisne Negro se queda en un intento ambicioso de Darren Aronofsky, que hubiera sido algo muy superior si no se redundaba continuamente en detalles que esclarecen un final que termina siendo muy anunciado.
Yo soy tu amigo fiel Ha llegado a nuestras carteleras la principal candidata a arrasar con los próximos Oscars, El Discurso del Rey. La historia de este film está basada en hechos reales y se centra en la dificultad que tiene para hablar el hijo del rey Jorge V. A dicha dificultad se la denomina tartamudeo, y es un escollo difícil de superar para el Duque de York, que lo enfrenta a diversas frustaciones que debe soportar al no poder expresar correctamente los discursos públicos, y a un sinfín de experiencias negativas con los distintos especialistas que visita para mejorar su terrible dicción. Cuando todo parecía perdido y el duque estaba dispuesto a no tratar más su problema, su mujer Elizabeth encuentra a un terapeuta del lenguaje llamado Lionel Logue, que lo someterá a un raro tratamiento. Luego de un comienzo rodeado de desconfianza y momentos agridulces Bertie (así lo llama su familia y su terapeuta) y Lionel comienzan a forjar una amistad que con el pasar del tiempo se volverá inquebrantable. El conflicto se da cuando el padre de Bertie muere y su hermano renuncia al trono, dejándolo a él a cargo del reino y del discurso que iniciará la guerra de Gran Bretaña contra Alemania, con todas las responsabilidades y presiones que eso conlleva. Si se quiere resumir podríamos decir que El Discurso del Rey cuenta la historia de un rey que es tartamudo, lo que dificulta sus expresiones en los discursos públicos. Básicamente es esa la historia y no hay muchas relecturas posibles, más allá de la amistad con su terapeuta y otras cuestiones menores. Ahora bien, ¿acaso eso es un pecado? ¿Qué una película no muestre segundas intenciones o mensajes ocultos hace que sea una mala película? No, por supuesto que no, pero lo pregunto porque pareciera que contar una historia sencilla fuera una mala palabra. Una película es mala cuando quiere contarnos algo y no logra su cometido y es justamente lo contrario cuando nos cuenta una historia -sencilla o compleja- con absoluto éxito. Obviamente que hay matices y no toda película que logre llevarnos su mensaje será excelente, pero al menos si será una buena película y El Discurso del Rey entra con creces en esa categoría. Ahora si vamos a críticar a El Discurso del Rey porque es la principal candidata a llevarse el Oscar y porque pareciera que fue "premoldeada" para conseguirlo, eso es saco de otro costal. Aquí este servidor se dedica a comentar y analizar las cuestiones que se "ven en la película" y no las cuestiones que "hacen a la película". Los prejuicios deben dejarse en la puerta del cine, aunque a veces lograrlo cueste demasiado. Sin dudas lo que magnifica y eleva a El Discurso del Rey son las brillantes actuaciones de su elenco encabezado por un majestuoso Colin Firth. Firth lleva adelante una personificación inmensa, dotada de un gran realismo, que logra que uno se sumerja en las profundidades de su personaje, sufriendo y padeciendo su terrible tartamudeo. Por otra parte tenemos a un genial Geoffrey Rush, que junto a Firth conjuga una química llamativamente graciosa y amigable, mientras que por último encontraremos a Helena Bonham Carter que logra una caracterización donde la naturalidad con la que afronta los males de su marido es su don más destacable. Por último no queria dejar de destacar la hermosa música clásica que subraya y enaltece muchas secuencias de esta película. El Discurso del Rey es una buena película potenciada por las grandes actuaciones de sus protagonistas, algo que en estos tiempos no es poco.
Luego de haber coqueteado con el Western en 'Sin Lugar para los Débiles', los Hermanos Coen se metieron de lleno con el abandonado género en 'Temple de Acero'. Es aquí que los directores de 'Fargo' nos contarán la historia de Mattie Ross, una pequeña de 14 años que sale en búsqueda del autor del asesinato de su padre. Para ello Mattie ha contratado a un duro y experimentado, pero algo viejo y alcohólico, Sheriff llamado Rooster Cogburn. Además del mencionado Cogburn la joven Mattie contará con la ayuda de LaBoeuf, un Texas Ranger que se encuentra persiguiendo al asesino de su padre desde hace un buen tiempo. Luego de algunas disputas y peleas los tres emprenden viaje hacia la Nación India para lograr el objetivo en común de todos ellos: encontrar a Tom Chaney. Realmente Joel y Ethan Coen comprendieron a la perfección el código del Western, contando una historia que devuelve a ese género injustamente olvidado la mística que supo mostrar en el pasado. Incluso por momentos se puede ver un Western potenciando, de la mano de varias secuencias llenas de oscuridad y violencia que poseen el sello Coen. En este caso los hermanos nacidos en Minnesota tuvieron que dejar de lado la gran unión de géneros que suelen tener en sus films para lograr cumplir con las reglas que impone el Western. Sin dudas esta obra representa lo más cercano al clasicismo por parte de los Coen e incluso hay momentos en donde uno puede conmoverse, algo totalmente extraño y ajeno en la filmografía de estos directores. Obviamente que ciertos rasgos característicos del cine de los Hermanos Coen se encuentran muy presentes en este film y un ejemplo de esto son las secuencias que se ven irrumpidas por el típico humor cínico e irónico que tanto han demostrado en sus anteriores películas. 'Temple de Acero' está basada en el libro escrito por Charles Portis y ya había tenido su primera versión en la gran pantalla a fines de los 70 a cargo de Henry Hathaway y protagonizada por John Wayne, aunque no con los excelentes resultados que han conseguido los Coen en esta nueva versión. ¡¡Qué pedazo de actor que es Jeff Bridges por favor!! A sus 61 años este intérprete sigue regalando actuaciones memorables, donde sin dudas 'Temple de Acero' pasa a ser una de sus más destacadas. Casualmente, o no, otra de las grandes labores de Bridges la pudimos ver en El Gran Lebowski, que también fue dirigida por los Coen. La pequeña y desconocida Hailee Steinfeld dota a su personaje con una fortaleza y personalidad increíble, logrando llevarse grandes momentos de este film. Por último tenemos a Matt Damon, Josh Brolin y Barry Pepper, quienes aportan buenas secuencias en los roles más secundarios. 'Temple de Acero' es una de las mejores películas de Joel y Ethan Coen, y supo devolver a nuestros cines a los olvidados Westerns.