Este film argentino, dirigido por Darío Mascambroni, cuenta la historia de un padre recientemente divorciado y su hijo que van a su casa de veraneo por última vez antes de venderla. De esta manera, la película abordará, a lo largo de un poco más de una hora de duración, la relación entre este padre e hijo y cómo sobrellevan la situación que les toca vivir. “Primero enero” es de esas pequeñas películas que emocionan. Que si bien no explora de una manera muy pronunciada el conflicto de la historia (el motivo por el cual padre e hijo se encuentran en dicho lugar), la interacción entre ambos personajes es muy linda de ver. Casualmente estos personajes son padre e hijo (Jorge y Valentino Rossi) en la vida real también y es por eso que la química que tienen traspasa la pantalla. La relación es muy genuina, real, y la cual, como en todos los casos, tiene sus matices. Si bien se llevan bien y comparten las tradiciones familiares y masculinas en las sierras cordobesas, también se observa que hay ciertos roces propios de la edad, el crecimiento y la situación que está viviendo el pequeño. Y probablemente esta relación y la química entre los protagonistas (destacándose la actuación y frescura de Valentino) sea el punto más alto del film que, como dijimos anteriormente, carece de una profundización en su conflicto. Las escenas se suceden a raíz de una lista de actividades que tienen para hacer, pero no es que se termina resolviendo ninguna situación. Podemos definir a “Primero enero” como una linda película que retrata de una manera muy fiel la relación entre padre e hijo que están viviendo una situación familiar complicada y que puede llegar a emocionar al público, pero que, a su vez, se le da más importancia a este tema que al conflicto planteado y es por eso que termina careciendo de profundización. Puntaje: 3/5
Una de las películas extranjeras que sonaba fuerte para los Oscar era “Elle”, este film francés dirigido por Paul Verhoeven y protagonizado por Isabelle Huppert. En Estados Unidos, particularmente, ganó dos Golden Globes, uno por la cinta y otro por la actriz protagonista. Es por eso que causó sorpresa cuando la Academia no seleccionó a la película (aunque sí a Huppert). “Elle” es un thriller psicológico que narra la vida de Michèle luego de que alguien entrara a su casa y la violara. Es así como esta millonaria dedicada al negocio de los videojuegos deberá retomar su rutina, mientras tendrá que lidiar con ese recuerdo que la atormenta. Al no reportar lo sucedido a la policía, Michèle tomará la tarea personal de encontrar a su atacante. Sin embargo, el film busca no solamente abordar la resolución del conflicto principal, sino también adentrarnos en la vida personal de la protagonista: su relación familiar (con sus padres, con su hijo), su relación con los hombres, y con sus compañeros de trabajo. Incluso podríamos decir que la película se esfuerza más por tratar de determinar la compleja psicología del personaje principal, que en tratar de averiguar la identidad del atacante. Michèle, encarnada a la perfección por Isabelle Huppert, es una mujer fuerte, fría, con cierto cinismo y perversión, pero que no deja de tener un costado más frágil. Huppert tuvo que desarrollar sobre todo la psicología de este personaje para realizar su labor, la cual terminamos de comprender a partir de su pasado oscuro. “Elle” maneja muy bien el presente y el pasado, a través de unos flashbacks muy bien intercalados, que muchas veces nos sorprenden al determinar que estamos en una línea temporal distinta. El film funciona en todo momento con un clima de tensión y sorpresa, aunque el humor (sobre todo el humor negro y ácido) no deja de estar presente para aliviar un poco al espectador. Es una película con mucha presencia de violencia y sexo, la cual aborda justamente la relación entre ambas temáticas. Pero a diferencia de otras películas, Verhoeven realiza una película morbosamente intrigante, la cual genera un cierto magnetismo visual con la audiencia. En síntesis, “Elle” es una película perturbadora, perversa y provocadora que, con la sólida actuación de Isabelle Huppert, busca abordar más la psicología de un personaje complejo, debido a su pasado y presente, que el conflicto en sí. Puntaje: 4/5
Afortunadamente en estos últimos años fue mejorando la aceptación del cine argentino. No solo creció en cuanto a calidad de producción o de guión, sino también en la cantidad de espectadores. En la actualidad existe un público enorme dispuesto a ver un cine bien nuestro. Sin embargo, parecería que todavía es un poco difícil incursionar en la comedia, tal vez por las propias dificultades del género: es mucho más fácil hacer reír que llorar. De todas maneras, existen apuestas muy interesantes y que no dejan de sacarte una sonrisa desde principio a fin. Uno de esos ejemplos es “Casi Leyendas”, película dirigida por Gabriel Nesci (“Días de Vinilo”, “Todos Contra Juan”) y protagonizada por Diego Peretti, Santiago Segura y Diego Torres, que llega mañana a los cines. Esta coproducción argentina-española cuenta la historia de tres “amigos” de la juventud que tenían una banda de rock pero que por cuestiones de la vida se separaron hace mucho tiempo atrás. Ahora, cada uno con un rumbo distinto, se encontrarán nuevamente para un posible último show. “Casi Leyendas” es una película que funciona en muchos niveles. Uno de ellos es en la calidad actoral. El trío protagónico se encuentra muy bien, cada uno interpretando a un personaje muy distinto al resto. Santiago Segura se destaca por sobre el resto, debido a que encarna a un hombre muy particular; sinceramente se roba todas las miradas y sin duda todas las risas. Tanto Diego Peretti, Diego Torres, como los actores secundarios, Florencia Bertotti, Claudia Fontán, entre otros, presentan roles muy interesantes. Uno de los condimentos principales que no puede faltar en una comedia es la risa. “Casi Leyendas” asegura que desde el comienzo de la película hasta el final (aunque la emoción también entra en juego) el espectador vivirá un momento más que grato. El guión está pensado a la perfección, con chistes inteligentes y osados. La música también juega un rol central, no solo para aclimatar las escenas sino porque justamente tiene una importancia particular en la historia. “Casi Leyendas” es una gran comedia que sin duda ocupará un lugar importante en la cinematografía argentina. Promete risas en todo momento, con un humor inteligente, ácido y osado. Es una película fresca y dinámica, cuyas grandes actuaciones y buena música terminan de cerrar este buen combo. Puntaje: 4/5
“Interiores” es un documental que busca retratar la vida en una cárcel de mujeres de Magdalena a partir del testimonio de un grupo de asistentes a un taller de musicoterapia. Lo interesante de esta propuesta es que no se plantea desde una mirada clásica de entrevistas a las mujeres del penal, quienes cuentan cronológicamente su vida (qué hacían antes de estar presas, por qué están ahí, qué harán cuando salgan) y ni siquiera vemos cómo es un día cotidiano allí dentro, sino que conocemos a las protagonistas desde un lugar lúdico, distendido, donde se nota que lo adquirieron como un espacio de apoyo, descargo y diversión. A partir de esto también se observa cómo los programas educativos o culturales dentro de una cárcel tienen un resultado efectivo en las reclusas, sirviendo como un momento de entretenimiento y reflexión, donde se permiten ser vulnerables. En ningún momento el documental busca estigmatizar a las mujeres protagonistas, sino que el director se pone en un rol de observador, donde el equipo de producción sugiere actividades que van llevando a las mujeres a abrirse y contar sus historias. Seguramente resulta difícil compartir las vivencias y experiencias pasadas delante de las cámaras, pero como espectador nos quedamos con ganas de saber más acerca de algunas de las mujeres o conocer más detalles sobre algunos acontecimientos que son narrados superficialmente (pero con gran fortaleza). Tampoco sabemos por qué están allí y, si bien se genera una empatía con ellas, el lazo no termina de construir del todo. En cuanto a lo técnico, vemos que las reclusas están involucradas en el documental, son conscientes de que forman parte de él, e incluso observamos algunos momentos del backstage. El sonido por instantes no logra captar todo lo que se comparte, generando que se pierdan algunas situaciones interesantes. En síntesis, “Interiores” es un documental necesario para conocer la vida en la cárcel de mujeres desde otra perspectiva, sin entrar en detalles sobre la experiencia misma, sino indagando acerca de los testimonios de aquellas que sufren, extrañan, se sienten cautivas, reflexionan, lloran, pero que no dejan de luchar e intentar salir adelante a través de programas educativos y culturales que le proporcionan un espacio para abrirse.
En algunos casos existen personajes o historias muy atractivos para los directores, productores o guionistas, que son dignos de ser repetidos a lo largo del tiempo. Sucede con los superhéroes como “Spiderman”, quien ya tres actores distintos tuvieron la posibilidad de encarnarlo, y en esta oportunidad ocurre también con “King Kong”. Este personaje, creado por Merian C. Cooper, apareció por primera vez en la pantalla grande en 1933, para volver al cine en 1976 y 2005. En la primera y última película nos encontramos con la misma historia de base: un cineasta que contrató a una actriz para ir a rodar a una isla desconocida, cuando en realidad el objetivo era filmar a Kong, este gorila de tamaño espeluznante. El resto del argumento se sucede de la misma manera, adoptando incluso el mismo final. El film de 1976 difiere un poco de este comienzo, siendo una compañía petrolera la interesada en la Isla Calavera, debido a que supuestamente podrían encontrar una fuente fósil. Sin embargo, el resto de la historia resulta también bastante familiar. En este caso nos encontramos con un reboot de la franquicia de “King Kong”. Situada en 1973, una organización secreta conocida como “Monarch” descubre una isla misteriosa e identificada como el origen de distintas especies. Es así como un grupo de científicos, soldados y demás expertos se aventurarán en esta isla dominada por el mítico Kong. Probablemente podemos decir desde un inicio que ciertos remakes y reboots se tornan innecesarios, pero es cierto también que con la tecnología que se posee en la actualidad, estas historias resultan mucho más épicas en la pantalla grande. “Kong: La Isla Calavera” resalta sobre todo por su calidad visual y sus efectos especiales. La forma en la que fue creado King Kong, las batallas, las explosiones, la ambientación; todo fue desarrollado a la perfección, ofreciéndole al espectador una gran experiencia sensorial. Si bien la historia presenta ciertos guiños a las películas antecesoras, “Kong: La Isla Calavera” se distancia bastante de ellas. Sin entrar en muchos detalles para no spoilear ningún argumento importante del film, no nos encontramos con los puntos más sustanciales de aquellas cintas. El ritmo es frenético y dinámico, no decae en ningún momento. Para descontracturar un poco al espectador de tanta acción y tensión, existen ciertos instantes más cómicos y relajados, algunos cargados de humor negro. El elenco presentado es de renombre: Samuel Jackson, Tom Hiddleston, Brie Larson, John Goodman, Toby Kebbell, John C. Reilly, entre otros. Tal vez sea un grupo muy grande de actores como para poder resaltar en el mismo, pero todos se encuentran muy bien en su papel. La frutilla de la torta se encuentra en la escena postcréditos que no deben dejar pasar, porque si están al tanto de los proyectos a futuro de Warner Bros. y Legendary, seguro sabrán lo que nos espera. En síntesis, a primera vista “Kong: La Isla Calavera” puede resultar un reboot innecesario, pero que vale la pena ver por sus efectos visuales, un ritmo que no decae en ningún momento, la calidad de la fotografía, su música y su gran elenco. Una superproducción que entretendrá a fanáticos y no tan fanáticos del personaje. Puntaje: 4/5
Todo comienza cuando Adrián Doria, un joven y exitoso empresario, despierta en la habitación de un hotel junto al cadáver de su amante. Acusado de haberla asesinado, decide contratar los servicios de Virginia Goodman, la mejor preparadora de testigos del país. Es así como el film se va a centrar en la noche en la cual el protagonista es asesorado, mientras se van revelando los verdaderos hechos de lo sucedido. “Contratiempo” nos propone una historia que atrapa desde un inicio, debido a la cantidad de secretos que esconde el protagonista. Nada está totalmente dicho, sino que con el correr de la cinta se empieza a develar la realidad, haciendo mucho hincapié en los detalles. Sin embargo, lo que ocurre cuando uno comienza a ver este film español es que, a medida que se van desmenuzando los acontecimientos, el espectador siente que la trama es totalmente predecible y que ya sabe el final a la mitad del metraje. A pesar de que es muy intrigante, si se puede ver cómo va a acabar la historia antes de tiempo, el público se queda con un sabor amargo. Pero por suerte esto no termina ocurriendo en “Contratiempo”, sino que hacia la conclusión de la cinta nos vamos encontrando con una gran cantidad de giros sorprendentes, refutando todas nuestras teorías que a simple vista parecían obvias. El final provoca esa sensación de querer volver a ver el film, ahora con todos los cabos atados y todos los detalles presentados, para ver si en algún momento podíamos saber lo que realmente estaba sucediendo. Es de esas películas que necesita de una segunda visualización, no por el impacto, porque una vez que sabes la resolución, no podes volver atrás, sino para darle una diferente lectura a la historia. Uno de los puntos más fuertes de “Contratiempo” es el montaje, realizando un constante vaivén temporal. Si bien nos encontramos en el presente con la preparación de Adrián, los recuerdos de su relación y los distintos hechos que se fueron sucediendo hasta esa noche de hotel aparecen en todo momento. A pesar de que la trama se va complejizando poco a poco, no se vuelve confusa (solo tenemos esa sensación de no saber qué es real y qué no cuando se abordan conjeturas desde los distintos puntos de vista). Mario Casas es quien lleva adelante el film de una manera muy positiva y es muy bien acompañado por el resto del elenco compuesto por Ana Wagener, Bárbara Lennie, José Coronado, entre otros. Nuevamente el cine español sorprende muy gratamente, a partir de un thriller de suspenso y misterio, lleno de secretos. A pesar de que en apariencia es totalmente predecible, “Contratiempo” realizará una serie de giros para impactar al espectador y dejarlo con la sensación de haber pasado un muy buen momento. Con un montaje atinado y buenas actuaciones, el film de Paulo es una buena opción para ver.
Podríamos decir que muchas de las películas seleccionadas para el Oscar de este año rondan sobre las mismas temáticas. Tal vez a primera vista no lo notamos, pero detrás de cada historia nos encontramos con personas que intentan superar su pasado o presente, aceptarse a sí mismos y que los demás también lo hagan. Son todas historias fuertes y que quedarán en la memoria del espectador. “Manchester by the sea”, dirigida por Kenneth Lonergan (“Analyze This”, “You Can Count on Me”) sigue esta línea de historias crudas (tal vez sea la más fuerte de todas), en la cual los protagonistas deberán superar distintos obstáculos del pasado y del presente. La película se centra en Lee Chandler (Casey Affleck), un plomero de un pueblo cerca de Boston, quien se ve obligado a regresar a su pequeño pueblo natal luego de enterarse de la muerte de su hermano. Allí se encontrará con su sobrino de 16 años, del que deberá hacerse cargo, mientras tendrá que lidiar con un pasado trágico que mantuvo en secreto durante mucho tiempo. Uno de los puntos más fuertes del film es la actuación de los protagonistas, sobre todo la magnífica performance de Casey Affleck. “Manchester by the sea” recae íntegramente en las emociones, acciones y reacciones de este personaje tan misterioso como introspectivo. A medida que avanza la historia (continuamente tenemos flashbacks que sirven de apoyo) nos vamos enterando más detalles de la vida de Lee Chandler, logrando no solo entenderlo sino empatizar con él. El relato se torna pesado por momentos, con un ritmo lento, justificado por sus casi dos horas y media de duración, pero que a la vez hacen al argumento. No podemos tener un film ligero ni llevadero, sino que la trama cruda necesita de un ritmo acorde que sirva de acompañamiento. Una vez finalizado el film, el espectador quedará angustiado y reflexionando. Además del ritmo, la ambientación también acompaña perfectamente al relato. Un clima sombrío, nevado, frío. El tiempo parece transitar, pero las estaciones no se modifican. En síntesis, “Manchester by the sea” relata una historia fuerte y cruda, a través de la fortaleza de su protagonista Casey Affleck. Con un ritmo lento y pausado, necesario para generar un clima acorde y profundizar los detalles de sus personajes, Kenneth Lonergan realiza un drama que no apunta a los golpes bajos para contar un argumento sobre las tragedias humanas y la superación o no superación de ellas. Puntaje: 4/5
M. Night Shyamalan es un director conocido por sus grandes films como “Sexto Sentido” (1999), “Señales” (2002) o “La Aldea” (2004), donde supo bien cómo generar climas de suspenso y tensión que atrapen al espectador. Pero después de estas producciones, el director no pudo conquistar ni a la crítica ni al público con películas como “El fin de los tiempos” (2008), “El Último Maestro del Aire” (2010) o “After Earth” (2013), con argumentos inverosímiles o adaptaciones poco fieles. Sin embargo, con “Fragmentado” Shyamalan vuelve a un universo muy conocido por él y que tan bien le sienta. Sin dudas es un regreso exitoso del director a la pantalla grande. “Fragmentado” se centra en el secuestro de tres jóvenes, quienes estarán cautivas por un tiempo. Sin embargo, el captor no es una persona común y corriente, sino un hombre con un trastorno de identidad desasociada. Sus distintas personalidades aparecerán para hacer de la vida de estas jóvenes un infierno. Antes de hablar de esta historia tan atractiva como original, hay que destacar la actuación de James McAvoy, quien encarna a este hombre con trastorno de identidad disociada. Probablemente sería difícil realizar a uno de estos personajes, pero el actor logra hacer tres o cuatro a la perfección. Tal vez se podría haber abordado cada una de las 23 personalidades, pero también es mucho pedir. Solamente con gestos y miradas, McAvoy retrata a personas diferentes entre sí. El resto del elenco también acompaña de una manera muy correcta. Como anunciábamos anteriormente, la historia es muy original y llamativa, ya que el protagonista tiene una cualidad particular. Esto generará los distintos climas necesarios para que la trama avance. Es una historia a la que no le sobra nada, ni tiempo ni escenas; todo está perfectamente calculado. Se nota cómo Shyamalan mejoró la narrativa de sus films, un esbozo de lo que también se comenzó a ver en la última película del director, “The Visit” (2015), donde no sólo se vive la pura tensión, sino que existen momentos cómicos que sirven para aliviar un poco, pero sin perder el clima construido. En síntesis, con “Fragmentado” Shyamalan volvió a su mejor momento, ya que presenta una historia compleja desde el punto de vista actoral y muy atractiva. El argumento ofrece tensión y suspenso del bueno, con un elenco que se encuentra a la altura de la trama. Puntaje: 4/5
La filmografía de Gore Verbinski es sumamente variada. Llegó a la pantalla grande con “Un ratoncito duro de cazar” (1997), en 2002 realizó “La Llamada”, cuya tercera parte se estrena hoy también en el cine, y se consagró con la trilogía “Piratas del Caribe”, saga que continúa realizándose pero sin su participación. En esta oportunidad, regresa a las salas con una película mucho más oscura, intrigante y rebuscada: “La Cura Siniestra” o como se conoce originalmente “A Cure for Wellness”. La historia se centra en un joven ejecutivo (Dane DeHaan), ambicioso y ultra trabajador, que es enviado a rescatar al CEO de su compañía que se encuentra en un “centro de bienestar”, ubicado en los Alpes Suizos. Sin embargo, cuando llega al lugar se da cuenta que no todo es lo que parece y que a medida que va desentramando los misterios, su cordura va a ponerse a prueba. “La Cura Siniestra” es una historia prometedora que se desarrolla de una manera correcta pero no mucho más que eso. Es una película que dura dos horas y media a la que sin dudas le sobra unos cuantos minutos. La larga duración hace que el espectador se pueda dispersar un poco y pierda su atención e interés. Incluso esto provoca que existan muchas escenas de relleno. El film se podría haber resuelto en una menor cantidad de tiempo. Por otro lado, en cuanto a la historia, existen muchos giros predecibles. Si bien el film los plantea como algo misterioso y sorprendente, no ocurre esto en la mayoría de los casos, subestimando la capacidad del espectador. Uno de los puntos más altos de “La Cura Siniestra” es sin duda la dirección de Gore Verbinski y la fotografía de Bojan Bazelli. La estética utilizada y la forma en la que se presentan ciertos planos son perfectos y hacen que la trama sea más efectiva. A pesar de la excesiva búsqueda de complejidad de la historia, la larga duración y los variados pero predecibles giros, “La Cura Siniestra” será del agrado de aquellos que buscan un argumento entretenido, con elementos gore y buenas actuaciones. En síntesis, “La Cura Siniestra” es una película que propone una trama interesante y oscura, pero que se podría haber resuelto en una menor cantidad de tiempo. La larga duración provoca que se pierda la tensión y que el espectador se disperse. Además, muchas situaciones se resuelven de una manera predecible. De todas maneras, es un film entretenido, con una gran dirección por parte de Verbinski. Puntaje: 3/5
Tres años atrás se adaptó a la pantalla grande uno de los libros más exitosos y polémicos a la vez, con un gran grupo de fanáticos y otro tanto de detractores. “Cincuenta Sombras de Grey” no pasó desapercibida a pesar de no haberse arriesgado tanto en su versión audiovisual como para impactar, pero cumpliendo con una justa medida de erotismo, ingenuidad y romance para entretener a la audiencia. Su inicio fue interesante, adentrándose en el mundo del sadomasoquismo, el cual la protagonista desconocía y el cine no lo había abordado con tanta frecuencia. En 2017 llegó la secuela, titulada “Cincuenta Sombras Más Oscuras”, la cual se propuso indagar más acerca del pasado y los secretos de Christian Grey, quien poco a poco fue cediendo el poder por amor. Mientras tanto, Anastasia Steel comienza a tomarle el gusto a los peculiares deseos de su amado, mimetizándose en la relación. Pero todo lo atractivo que tenía la historia se esfumó en esta segunda entrega, proporcionando pocos momentos de entretenimiento, nutriéndose constantemente de un tono monótono y aburrido, sin que ninguna escena provoque tensión o conflicto (sobre todo las que deberían hacerlo). Las situaciones se suceden y a pesar de plantear “problemáticas”, éstas se resuelven sin mucho alboroto. Las actuaciones de Dakota Johnson y Jamie Dornan son funcionales a la trama, aportando la química necesaria entre ellos, aunque por momentos los diálogos vacíos o poco inteligentes superan su interpretación. Nuevamente nos encontramos con escenas de sexo cuidadas, que logran calentar la pantalla pero que no se terminan de arriesgar en su totalidad. Prevaleció el buen gusto por sobre todo, sin caer en lo burdo. Dentro del film podemos destacar la parte técnica, con una gran ambientación y trabajo de vestuario, haciendo que las escenas se luzcan en cuanto a su fotografía y elegancia. En síntesis, la segunda parte de la trilogía basada en el best seller de E.L James decayó con respecto a su antecesora, ya que no sólo nos presenta más de lo mismo, sino que carece de un conflicto latente y una verdadera y profunda transformación psicológica de los personajes. Todo fluye, incluso los dramas más traumáticos, sin que nada afecte del todo a los protagonistas. En un comienzo nos presentaron las historias de cada uno y las bases de este mundo complejo del sadomasoquismo, haciendo que lo atractivo de la trama quede en el pasado. No se observa un avance ni una profundización con respecto a la primera entrega y lo que se sucede queda en la superficie. Los actores están correctos en sus papeles y la estética y música suman para poder sobrellevar un guión que hace agua.