Un modelo de animación prolijo pero que no ofrece muchas novedades a nivel narrativo. Desde el estreno en 1937 de Blancanieves y los Siete Enanitos, no pocos animadores han tratado de emular (por usar un titulo elegante) la fórmula utilizada por Walt Disney. Si bien los métodos de animación de algunas de estas emulaciones son interesantes, su narración es demasiado simplista, incluso para los niños. A 80 años del estreno de aquel clásico, la animación por computadora ha avanzado a pasos agigantados, igual que la narración… sólo que esta última lo ha hecho para atrás. Ese es el caso de El Séptimo Enanito. Había una vez… de nuevo El Séptimo Enanito cuenta la historia de la Princesa Rose, que recibió una maldición siendo una bebe a manos de la malvada bruja Dellamorta. Para cuando cumpla 18 ella se pinchará el dedo, hundiéndola a ella y a todos los habitantes de su castillo en un profundo sueño, del cual solo podrá despertar con un beso de verdadero amor. Como medida de contingencia ella envía a su amado, Jack, con los siete enanitos del bosque, por si Dellamorta consigue hacer de las suyas. Camino a buscar a los enanos, Jack se pierde y es secuestrado por un dragón, y la maldición de Dellamorta se cumple, siendo los enanos los únicos capaces de frenar a la malvada hechicera. El guion de El Séptimo Enanito no depara muchas sorpresas; es una historia que apunta directa y estrictamente a la audiencia infantil, razón por la cual su argumento no buscar complicar tanto las cosas. Aunque hay alguna que otra humorada o guiño en la línea de Shrek para que los adultos acompañantes no se aburran. Ahora sí, lo que debe destacarse de El Séptimo Enanito es su dirección de arte, fotografía y animación. No serán el equivalente germano de Pixar, pero consiguen sumergirnos en un mundo lleno de detalles y completamente distinto a la mayoría de los títulos animados actuales. Conclusión Aunque posee cualidades técnicas notables, el exceso de simpleza y melosidad en la narración de El Séptimo Enanito es lo que contribuye a que sea un título que pase sin pena ni gloria. Si quieren sacar a sus chicos de la casa por 87 minutos, mal no la van a pasar, pero si deciden no hacerlo, no se van a estar perdiendo de nada.
Un título que no llega a la solidez absoluta por su resolución ¿Cuántas veces te ha pasado de que una película este haciendo tan bien las cosas narrativamente, que llegas a rogar que no lo arruinen con un desenlace endeble? Eso fue lo que me paso con La Vida Después. El truco de Don Alfredo La Vida Después cuenta la historia de Juan y Juana, un matrimonio que tras veinte años de casados se separa pero se mantiene en buenos términos. La trama se empieza a complicar cuando al poco tiempo de mudarse a un nuevo departamento, él se entera que su mujer ha empezado a salir con otro hombre. Razón por la cual su imaginación de escritor empieza a jugarle una trampa. El segundo acto de la película se divide en dos puntos de vista, separados por un incidente que no puede develarse porque sería un gran spoiler. Pero ambos extremos están trabajados con detalle y minucioso desarrollo tanto dramático como de personaje. Plantando preguntas, pistas a lo largo de todo su recorrido, haciéndole dudar al espectador hasta el último momento como va a terminar la historia. Los puristas del guion, entre los cuales me incluyo, no paramos de quejarnos sobre lo flojos que son los segundos actos de algunas películas. Pero existe algo igual de flojo, un segundo acto tan maravillosamente construido que queda completamente desvirtuado por un tercer acto poco satisfactorio. La resolución de La Vida Después es tan abrupta y carente de un clímax apropiado que echa por tierra todas las grandes virtudes que supo construir. Se develan los secretos, pero no se hace nada mas aparte de simplemente descubrirlos. No hay reacción. Sentís como que a la película le falta un final. Un matrimonio de técnica y actuación Por el costado técnico, La Vida Después es impecable, utilizando el formato Cinemascope casi de un modo teatral, aprovechando toda la extensión del formato para la puesta en escena. Por el costado actoral, la película descansa íntegramente en los enormes talentos de Carlos Belloso y María Onetto, que entregan trabajos perfectos, adentrándonos en las miserias y los miedos de sus personajes con la expresión justa. Párrafo aparte merece Rafael Ferro como un más que adecuado nexo entre los personajes. Conclusión La Vida Después lo tenía todo: Gran factura técnica, excelentes actuaciones y un segundo acto tan sostenido como interesante. Pero un final desacertado te puede costar todo y este fue el caso. Una verdadera lástima; con la resolución adecuada esta película hubiera tenido todas las chances de destacar.
Un título nacional tan cómico como emotivo. El Acto en Cuestión se ganó una merecida reputación como una película de culto dentro del cine nacional. La historia del Mago Quiroga era una de esas figuritas dificiles que cada vez que se podia ver, por medios sanctos o non sanctos, uno trataba de no perder la oportunidad. En el marco del Festival de Cine de Mar del Plata, tuvimos el agrado de ver una copia restaurada de esta peculiar película de Alejandro Agresti, aparte de descubrir ahí mismo que gozará de un estreno comercial como corresponde, tras 20 años de trabas legales y prejuicios esteticos. El Acto El Acto en Cuestión narra el ascenso y caída de Miguel Quiroga (Carlos Roffe), un caballero que tiene el peculiar pasatiempo de robar libros. En uno de estos libros, sobre magia y ocultismo, aprende un particular truco para hacer desaparecer objetos, y hasta incluso seres humanos. Naturalmente este acto lo llevara a recorrer el mundo, al mismo tiempo que tiene desaveniencias con su representante y sus amantes. Por el universo que tiene, los personajes y los mecanismos narrativos que posee, es seguro decir que las influencias literarias que rodean al argumento de El Acto en Cuestión son sendas, pero decir que ese es su aspecto mas destacable seria quedarse corto. La pelicula tiene una narrativa muy fluida y escenas tremendamente comicas; pero comicas en el sentido que entrega dialogos que quedan en la memoria. Si he de ser sincero, me estaba esperando un drama, pero he sido volteado del caballo y en buena lid. La Cuestión La técnica de El Acto en Cuestión es impecable, y no lo digo solo por la fotografia en blanco y negro (que en la copia restaurada se ve una pinturita), sino por detalles que suelen pasar desapercibidos en producciones argentinas, como la direccion de arte y la musica. Estos dos apartados contribuyen a crear un universo fantastico, casi de libro de cuentos, dentro de un mundo tan real como el que pisamos dia a dia. Que decir del aspecto actoral. Carlos Roffe, quien supo ser un habitual del cine de Agresti, entrega una querible y multidimensional interpretación del Mago Quiroga. Pero no debemos olvidar tambien al gran Lorenzo Quinteros que provee el marco de narrador para toda esta historia, cual Rod Serling, pero menos parco e ironico y mas en sintonia con la tierna comicidad que propone la película. Conclusión El Acto en Cuestión finalmente llega a los cines argentinos, y es motivo de celebración. Es una pelicula con sentimiento, con gracia, con humor y muy humana. No puedo entender que les pasó por la cabeza a los que decidieron que no se estrenara aqui, pero ahora eso no importa. Es hora de ver todo lo que Alejandro Agresti tiene para ofrecernos. Un regalo demorado, pero un regalo al fin.
Un decentemente armado y muy bien actuado título de acción. Si hay algo que me gusta en una película de acción con actores de renombre, es que esta sepa cuando hacerle lugar al drama, para que dichos talentos puedan brillar con su emoción al igual que la rapidez con la que disparan un arma. Oh, Danny Boy Jimmy Conlon (Liam Neeson) es un matón al servicio de Shawn Maguire (Ed Harris), capo de la mafia irlandesa. El hijo de este último, Danny, se mete en un negocio turbio con dos traficantes y termina matándolos a los dos. Dicho incidente es atestiguado por Michael (Joel Kinnaman), un chofer de limusinas, que aparte es hijo de Jimmy. Las noticias de la macana que se mandó Danny llega a oídos de papá Shawn y le avisa a Jimmy que vaya con el hijo, antes de que Danny lo haga reventar. El punto es que Danny es el que resulta reventado por Jimmy, y ahora ambos son perseguidos tanto por la mafia como por el más grande enjambre de policías corruptos que uno se pueda imaginar. El guion de Una Noche para Sobrevivir, a pesar de alguna que otra inconsistencia, es uno que se sostiene y está lleno de piezas de acción decentemente elaboradas para el disfrute de los fanáticos del género. Los conflictos caen a diestra y siniestra, y el espectador queda lo suficientemente enganchado. También cabe destacar que es una película que sabe aprovechar, por poco tiempo que tenga, sus pequeñas cuotas de dramatismo. La sobriedad fue clave en las mismas; la dosis adecuada para hacer que nos importe lo justo y necesario los dilemas y las tragedias personales de estos personajes sin llegar a ser un especial de Virginia Lago. Erin Go Bragh El costado técnico de Una Noche para Sobrevivir es uno apropiadamente armado y que responde a las necesidades de una película de este calibre. Pero hay ciertas argucias de las que se valen los realizadores para dejar claro que todo esto pasa en una noche, que son mas caramelo visual que pericia narrativa. Pero por fuera de eso, la historia esta lo suficientemente bien contada. Actoralmente, Liam Neeson está a la altura del desafío. Podríamos decir que Jimmy Conlon es, de su filmografía reciente, el personaje más atormentado y el mas jodón si se puede decir. Un disfrute para el espectador. Ed Harris, como su contraparte no se queda atrás, da vida a un villano con la rudeza de State of Grace pero con la multidimensionalidad que le supo dar en La Roca. Conclusión A base de un guion correcto en lo justo y necesario, apoyado por buenas actuaciones y una dirección que a pesar de ciertos excesos, se ejecuta con pericia, Una Noche para Sobrevivir provee un buen entretenimiento. No es lo que se dice imperdible, pero si la eligen mal no la van a pasar.
Una visión del cuento clásico descollante a nivel visual, pero no tanto a nivel narrativo. La historia de La Bella y la Bestia ha sido adaptada una incontable cantidad de veces en distintos formatos, siendo la más patente la versión animada de Disney estrenada en 1991 y hasta hay quienes nos acordamos de la serie de televisión de los 80, protagonizada por Linda Hamilton y Ron Perlman. Pero el objeto de esta reseña es una adaptación hecha en el propio país de origen del cuento base (la segunda de hecho, Jean Cocteau hizo una en 1946). Estamos hablando de una película que tiene un nivel visual que no tiene absolutamente nada, pero nada que envidiarle a Hollywood. Ahora sí, el guion, ese es otro cantar. Bestialmente Densa Esta iteración de La Bella y la Bestia cuenta la historia de un mercader venido a menos (Andre Dussollier), que regresando de un negocio frustrado, termina en unos jardines que pertenecen a una descomunal bestia antropomorfa (Vincent Cassel). Cuando el mercader se roba una rosa, la Bestia lo amenaza de muerte. Su hija más joven, Bella (Lea Seydoux), se ofrece a tomar el lugar de su padre para pagar esa deuda. Al hacerlo, lenta pero seguramente, descubrirá la historia detrás de la bestia y la terrible maldición que la aqueja. El guion de La Bella y la Bestia es terriblemente denso. Tiene una introducción demasiado larga para su bien, y tiene un segundo acto que prácticamente es una meseta salvo por el ocasional flashback que retrata los orígenes de la bestia; a mi entender el único punto alto narrativo de la película. Hay un tercer acto que desarrolla algo de acción, pero no logra brillar o destacar precisamente por las falencias de los dos actos anteriores. La relación entre los personajes es prácticamente nula, al igual que el desarrollo de su único villano y por lo tanto, la resolución de la historia se siente completamente forzada. Uno entiende las motivaciones de los personajes, pero lamentablemente uno no se termina involucrando y menos que menos preocupando si consiguen sus objetivos o aprenden sus lecciones. Bellas imágenes… solo eso A pesar de las muchas reservas que tengo sobre el ritmo y el desarrollo de su guion no puedo negar que el aspecto estético de La Bella y la Bestia es impecable, verdaderamente impecable. Una fotografía que sabe crear un ambiente, pero por sobre todas las cosas una dirección de arte de increíble detalle; al mismo nivel de (e incluso superando) la producción cinematográfica más cara de Hollywood. La caracterización de la Bestia es un trabajo de maquillaje sin fisuras. El trabajo actoral es decente. Es decir, Lea Seydoux, Vincent Cassel, Andre Dussollier y Eduardo Noriega entregan más profesionalismo que emoción. Si no consiguen esto último es, infortunadamente, porque el problema no es de ellos sino del guion con el que tuvieron que trabajar. Conclusión La Bella y la Bestia es una película más para adolescentes y adultos que para niños pequeños. Aun a pesar de su descollante aspecto visual y sus correctas actuaciones, su desarrollo narrativo deja mucho que desear.
Un acertado desarrollo de personajes que queda opacado por su falta de ritmo. La tragedia del Holocausto ha probado ser una y otra vez tierra fértil para las historias cinematográficas. Pero debo reconocer que el prospecto de una mujer obrando como su propia impostora sonaba bastante interesante. No obstante, Ave Fénix sucumbe bajo el peso de un ritmo demasiado lento para su bien. ¿Cómo está en el papel? Nelly, una desfigurada sobreviviente del Holocausto, queda completamente irreconocible tras una reconstrucción facial. En la devastada Berlín de la Post-Guerra encontrará a su marido, quien la desconoce, y por su casi-parecido la entrena para hacerla cómplice de una estafa. Nelly accede a esta charada para poder averiguar si él fue quien la delató con los nazis en primer lugar. Ave Fénix es una historia que cuenta con un complejo y detallado desarrollo de personajes; la película es puro comportamiento y actitud. No obstante, corre con una gran contra y es su falta de ritmo; desarrolla a los personajes, y queda tan inmersa en este desarrollo que el objetivo narrativo casi queda de lado. Sus casi 100 minutos de duración se sintieron como más. Aunque, debo aclarar, que suma puntos la vuelta que le encontraron a la resolución; sencilla y contundente. Donde las palabras sobran. ¿Cómo está en la pantalla? Ave Fénix goza de una muy buena fotografía en cinemascope y una cuidada dirección de arte. El costado interpretativo es lo que más destaca en esta producción; los actores tuvieron más que material suficiente con el que trabajar y le sacan todo el provecho posible e incluso van más allá. Si los problemas estructurales del guion se hubiesen ajustado, su actuación destacaría todavía más. Conclusión Ave Fénix es un titulo que aunque goza de un fino trabajo técnico y un superlativo trabajo interpretativo, la densidad de su ritmo narrativo es su mayor contra. Los incondicionales del cine de autor tal vez quieran darle una chance solo por las actuaciones, ya que hay tela para cortar, pero no esperen suspenso e intriga de la historia como un todo.
Un lisérgico y original giro a la clásica historia de detectives Cuando tenés a un director como Paul Thomas Anderson y a un escritor como Thomas Pynchon, podés estar seguro que hasta la más común y silvestre historia de detectives va a ser una visión definitivamente original. Armando Porro, Detective Privado En la década del ´70, Doc Sportello, un detective privado, recibe la visita de su ex novia, quien le pide el favor de investigar la desaparición de su novio, un rico –y casado—magnate de las bienes raíces. Los problemas surgirán cuando esta misma chica sea la que desaparezca y Doc sea acusado por la policía de tener algo que ver. Vicio Propio tiene todo lo que le necesita una policial de esta naturaleza. Lo que la hace original es el tratamiento de sus ingredientes, las actitudes de sus personajes, la comicidad en ciertas escenas y el giro increíblemente original de tomar a un narrador omnisciente y hacerlo participar de la acción, casi como una ruptura de la cuarta pared pero sin llegar a tal. La única desventaja, la única, que le encuentro es que le sobra media hora de duración. El conflicto principal y el secundario se resuelven a las dos horas de metraje, y si bien la media hora restante no es lo que se dice relleno, es un peso que arrastra. El ojo de quien mira Podríamos decir que Vicio Propio es la película en la que Paul Thomas Anderson más énfasis ha puesto en la dirección de actores. Hay escenas en donde hace un simple plano y contraplano, como cualquier director, pero hay otras en donde su confianza en el aspecto interpretativo es tal que simplemente se limita en acercar la cámara a los personajes conversando, lentamente y de un modo casi imperceptible, acentuando la tensión y la curiosidad del espectador. En el apartado interpretativo, tenemos logradas interpretaciones de Joaquin Phoenix, Katherine Waterston, Reese Witherspoon y Benicio Del Toro. Pero la actuaciones que más destacan del repertorio son las de Martin Short, y por supuesto la de Josh Brolin, naturalmente en escenas de contenido cómico. Conclusión Aunque conserva todos los ingredientes de una clásica novela de detectives, el viaje y exposición lisérgica de los personajes pueden llegar a hacer de Vicio Propio un poco inaccesible para el publico general, pero los cinéfilos, sobre todo los seguidores del cine de Paul Thomas Anderson, sabrán encontrarle sus virtudes.
Un modelo narrativo sin modificaciones pero agraciado con una buena dirección La tendencia de Disney de narrar en live action algunos de sus clásicos animados mas vigentes es una empresa que, al menos para mi gusto, ha tenido resultados dispares que han puesto en evidencia que lo animado debería haberse quedado como tal. No obstante, Cenicienta, bajo la dirección de Kenneth Branagh, es uno de los primeros ejemplares de esta nueva tendencia que inteligentemente no insiste en arreglar lo que no está roto. Zapatero a tus Zapatos La historia de Cenicienta ya la conocen, y el molde en esta película es seguido paso a paso. Todas las escenas que recuerdan del clásico animado, y por extensión, de cualquier iteración del cuento, van a verlas aquí. El guionista Chris Weitz hace unas contribuciones inteligentes al guión tales como el porqué del nombre de la protagonista, el porqué de su personalidad bienhechora mas como una decisión en vez de una cualidad inherente, y más que nada el de exponer a la protagonista y a la antagonista como dos personajes que atravesaron la misma tragedia, pero que son contracaras a la hora de cómo eligen enfrentar la misma. También cabe destacar la subtrama del príncipe con su padre, y la lucha por ser su propio hombre y tomar sus propias decisiones. La única desventaja que le encuentro es que posee un primer acto demasiado largo y algunos de los diálogos son demasiado unidimensionales. No obstante, no puedo objetar que el haberse apegado a la base, en lugar de construirle un trasfondo y un ambiente oscuro en un vago intento de hacerla original e incluso mas adulta, fue un gran logro. Habia una vez… Brothaaaa (Con acento británico) Si hay algo en esta película de lo cual no tengo absolutamente ninguna reserva es su dirección. Branagh mueve la cámara con absoluta gracia valiéndose de unas composiciones de cuadro en Cinemascope que saca lo mejor de sus detalladamente exquisitos decorados y la habilidad de sus actores. En este último apartado es donde me quiero detener. Siendo Branagh un consumado interprete Shakespereano no es de sorprender que en Cenicienta la dirección de actores esté tremendamente aceitada. En manos de un director mas visual, esto hubiera quedado en solo una buena interpretación, la de Cate Blanchett, y nada más. Pero Branagh saca lo mejor de todos en una manera donde no sólo Blanchett destaca, sino Lily James como la protagonista titular, Richard Madden (The King in the North, The King in the North, The King in the North) como el príncipe y el gran Derek Jacobi como su padre. Eso sí, la interpretación que se roba la película es definitivamente la de Helena Bonham Carter como el Hada Madrina. Conclusión La originalidad es siempre un plus, pero hay veces que cuando esta es buscada con tanto afán, que se pierde de vista que es lo que hace que una narración funcione. Cenicienta es una decentemente escrita y excelentemente dirigida adaptación del cuento clásico, que brilla precisamente por no arreglar lo que no está roto. Ideal para los más chicos, y no me sorprendería que algún que otro miembro de la audiencia adulta que los acompañe pueda gozar por igual de sus virtudes.
Una secuela que conserva los logros de su original Cuando hice la reseña de Divergente, dije que fue una película que volteó todos mis prejuicios y que tenía mi voto de aprobación principalmente por no aburrir. También dije que solo el tiempo dirá si esta tendencia se sostendría o quedaría relegada a un primer episodio. A medida que salían los trailers de Insurgente, no podía evitar preguntarme si todo lo que temía de la original bien podría manifestarse en esta secuela. Afortunadamente, al igual que su predecesora, no aburre y mantiene el interés. Persona que se levanta en oposición a la autoridad Tras los eventos de la primera película, Tris Prior (Shailene Woodley), al igual que su mentor y pareja, Cuatro, son perseguidos por Jeanine (Kate Winslet) y sus esbirros a causa de su condición de Divergentes. Al mismo tiempo que Tris combate sus demonios personales, deberá a hacerle frente a los planes non-sanctos de Jeanine de usar a Tris como la llave para abrir un receptáculo al cual solo puede acceder un Divergente. Insurgente entretiene y va derecho al punto en cada una de sus logradas escenas de acción, al mismo tiempo que sabe cuando incluir escenas más emocionales para que podamos ver la lucha interna de Tris. Aun a pesar de que hay alguna que otra escena en donde Tris recae en el rol de damisela en apuros que tan bien supo evitar en la película original, estas son una minoría y Tris, gracias a Dios, sobrepasa su viaje por sus propios medios y sus propias decisiones, como corresponde. En resumen, una secuela que mantiene el buen pulso narrativo y los elementos de conflicto de la original, estableciendo con pericia el marco para su conclusión (en dos partes). Espejitos de Colores La película mantiene la estética y los colores de la original, al igual que su sobriedad técnica para el mayor lucimiento de los actores. La gran diferencia es el fuerte uso de los efectos visuales, que si bien son un poquito exagerados, siempre son en función de los obstáculos de cada escena y al viaje de los personajes. Actoralmente solo voy a decir que Shailene Woodley, Kate Winslet y Compañía sostienen la misma solidez interpretativa de la película anterior. Los invito a que lean mi reseña de la original, ya que lo que se logra actoralmente en aquella, se repite en esta. Conclusión Insurgente es un viaje totalmente disfrutable. Sostiene todo lo que se ha logrado y se limita a contar un buen cuento con personajes desarrollados y humanamente creíbles tanto en su nobleza como en sus contradicciones.
Un título decente, correctamente ejecutado, pero más de lo mismo. Disney no es ninguna extraña respecto a las películas del deporte como metáfora de la superación humana. Aunque por el título a reseñar parecen no querer dar vuelta la ecuación narrativa; si todavía no se rompió, no lo van a arreglar. McFarland: Sin Límites aunque tiene las piezas guionisticas formadas y en su lugar, no es nada que no se haya visto antes. El Gran D.T. Jim White es un tosco entrenador que pierde su trabajo tras perder los estribos con uno de sus jugadores. El único lugar donde puede conseguir empleo es como profesor de educación física en un Colegio Secundario en el pueblo de McFarland, una comunidad de inmigrantes mexicanos que labran la tierra constantemente. El buen White se empieza a dar cuenta del peculiar talento para correr de estos muchachos y decide juntarlos para crear un equipo de Cross country. Las complicaciones surgirán obviamente no solo en la práctica del deporte sino de cómo esta empresa obstaculiza el trabajo que realizan para sus padres. McFarland: Sin Límites es un guion adecuado; no es una maravilla, hasta incluso es predecible. A pesar de que la única contra que le veo es que dura más tiempo del que debería, no puedo objetar muchas cosas de la construcción de su narrativa. Es el molde estándar de historia de superación por un lado, y por el otro, es sobre encontrar tu lugar en el mundo, aunque este sea un pueblito olvidado de la mano del Señor. Un caso de manual que siguen paso a paso. Es una historia que cumple y nada más. La base está ¿Estamos motivados? McFarland: Sin Límites tiene una apreciable dirección de arte y fotografía que captura la calidez y la sencillez del pueblo en donde viven los protagonistas. Por supuesto, el trabajo de cámara en las escenas de Cross Country esta a la altura del desafío, pero es generalmente sobrio. Por el costado de la actuación tenemos una igualmente sobria interpretación de Kevin Costner, nada que criticar pero tampoco mucho que admirar. Hay películas y películas para darle con un caño; esta no es una de ellas. Él se la banca lo suficiente. La que destaca un poquito más es María Bello, en el rol de la esposa del personaje de Costner. Los muchachos que dan vida a los corredores, a pesar de alguna que otra exageración en las escenas de más emoción, pilotean con suficiente dignidad sus papeles. Conclusión McFarland: Sin Límites es un titulo que a pesar de su predictibilidad esta decentemente armado. Si la eligen, mal no la van a pasar, pero si no lo hacen, no se van a estar perdiendo de nada.