A pesar de tener dignos sucesores y una narrativa decente, este título araña apenas la risa. Holiday Road, wooo-ooohh Con un guión de John Hughes (adaptando una historia que escribió para la National Lampoon, una equivalente yanqui de la revista Humor) y bajo la dirección de Harold Ramis, Vacaciones fue una película que causa, y sigue causando, muchas risas, ya que todos en algún momento nos sentimos identificados con alguna de las desgracias que acontecen a la familia protagonista. Las abundantes secuelas (no solo en cine; también hubo secuelas directo a video) que subsiguieron hacían inevitable la existencia de una historia de los Griswold en la época de las redes sociales. Si bien hace esfuerzos notorios por diferenciarse, el producto final no termina de convencer. A continuación les digo porqué. La trama de esta nueva película de Vacaciones parte de una premisa similar a la de las anteriores, el patriarca de una familia desea llevarla en un viaje, pero desea hacerlo en auto cruzando los Estados Unidos con la esperanza de que la experiencia fortalezca los lazos entre ellos. En el camino se producirán imprevistos que harán el viaje, y la meta de estar más unidos, parece más difícil de lo que se esperaba. Primero, partamos de la base que Vacaciones es una secuela directa, ya que reconoce a las anteriores y se produce formalmente un pase de antorcha. Los guiños a la original están repartidos a mansalva, y hasta incluso intentan hacer la gran Comando Especial 2 con el chiste de la secuela auto-consciente, aunque no resulta tan eficaz. ¿Pero qué hay de las humoradas por su propio merito? Si bien es un guión que desde lo estructural no tiene nada que pueda reprochársele, saca muy pocas risas, y la razón es que se valen de humoradas que o son muy exageradas, o no supieron darle un giro más cinematográfico a escenas que tienen más sentido en el día a día que en una pantalla de cine. Por el costado actoral, Ed Helms prueba ser un digno sucesor de Chevy Chase. A pesar del flojo guión, Helms consigue comunicar lo que hacía querible al patriarca de los Griswold y era su deseo, sobredimensionadamente optimista, de fortalecer los lazos de la familia sin importar los obstáculos. Christina Applegate entrega un rol decente, y Chris Hemsworth prueba ser bastante funcional en su primer rol cómico. Todos se hubieran lucido muchísimo más si el guión hubiera sido mejor trabajado. Ahora si, por el apartado musical solo dos menciones: Primero, sí, tus presentimientos no te han traicionado; está Holiday Road de Lindsay Buckingam. Vas a oir tres versiones: La que recordás, dos veces (una de ellas en los títulos introductorios); una en tono un poquito más suave tipo emo, y una versión un poquito más rapera para los títulos finales. Segundo, una de las pocas secuencias que causa gracia o emoción es cuando Ed Helms trata de que la familia se sume con él para cantar Kiss from a Rose de Seal. Es uno de los pocos mecanismos humorísticos y de síntesis narrativa que, debo admitir, funcionan a favor de la peli. Es más, me encontré a mi mismo buscando la canción para escucharla de nuevo (después de escuchar por milésima vez Holiday Road). Conclusión A pesar de poseer aciertos incuestionables en materia actoral, Vacaciones no termina de convencer más allá de su asociación con la película original. Se vale de un humor que tiene más sentido en una película para adolescentes, que el registro humorístico más amplio que poseían sus antecesoras. En resumen,y cito a Jay Sherman, “Si es la remake de un clásico, vean el clásico”. Yo ya les dije lo que pienso, de aquí en más, es decisión de ustedes.
Una película para chicos como las de antes. Finalizados los ’90 y empezados los 2000’s las películas para chicos live action venían sufriendo de una enorme deficiencia narrativa y una subestimación absoluta a nivel realización hacia los espectadores destinatarios de este entretenimiento. Como si el que sus mentes no estuvieran desarrolladas fuese una excusa para no esforzarse para escribir un guion como la gente. Hasta que aparecen películas como El gran pequeño. Una película de la cual nada esperaba, y que termino volteándome del caballo, por hacer gala de una narrativa, un aspecto visual y una honestidad hacia los pequeños que me devolvieron a esa época dorada de las películas para chicos, que lejos de ser obras maestras, tenían por lo menos productos mucho mejor armados que los que se ven en la actualidad. Pequeño niño, no tan pequeño guión Pepper es un niño que vive en un idílico pueblo de California. El y su padre son inseparables, hasta que llega la Segunda Guerra Mundial y este último debe ir a combatir al ejército japonés, dado a que su hermano tiene un pie plano que le impide enrolarse en el ejercito. Esto destroza al pobre Pepper, que queda a la merced de su desolada madre y su resentido hermano, un alcohólico en potencia. Las cosas cambian cuando Pepper, obligado por su hermano, le tira piedras a la casa del Señor Hashimoto, un inmigrante japonés que vive en el pueblo. Por razones obvias, el pobre chico está expuesto a un montón de odio, y el cura del pueblo, le da una lista de misiones que tiene que cumplir, con la aparente promesa de que si completa la lista, Dios hará que vuelva su padre. Entre esas obligaciones figura la de hacerse amigo de Hashimoto. La trama de El gran pequeño está muy bien sostenida. El personaje está expuesto a conflictos físicos y morales a cada rato, dejando un importante mensaje sobre la tolerancia y los peligros del resentimiento. Por momentos, uno podría pensar que la película tiene un peligroso subtexto pro-religioso, pero tiene las suficientes agallas, convicción y fundamento de poner en jaque muchas de las preconcepciones que se tiene sobre la religión, e incluso lo hace humorísticamente. Pero El gran pequeño consigue ser un guion de película infantil superior a la media, por la simple razón de que como todas las buenas historias, trata un tema en concreto, y no me refiero al racismo arriba mencionado. Aunque hace énfasis en esto último, la temática que moviliza al personaje es la fe. Pero no tanto la fe religiosa (al menos no exclusivamente), sino la fe en uno mismo, la necesidad de tenerla para poder superar obstáculos complejos e impensados. Ningún análisis de esta película estaría completo sin aclarar que jamás subestima al espectador, tenga la edad que tenga. No tiene el más mínimo reparo de mostrar como la percepción infantil puede ser afectada por la turbiedad del mundo de los adultos más hondamente de lo que podemos imaginar. No le doran la píldora al protagonista, este atestigua las cosas como son. Esta es una decisión valiente en una época actual y en un género destacado por sobreproteger la inocencia. El que pueda mantener la pureza y los códigos del mismo, a pesar de lo que ha sido expuesto su protagonista es todo un logro a nivel guión. Pequeño niño, gran propuesta visual El gran pequeño goza de una enorme exquisitez visual en los apartados de fotografía y sobre todo en el de dirección de arte, que reproduce con un detalle milimétrico y funcional a tal extremo que nos transporta a la década del cuarenta. En el apartado actoral, la película descansa con mucha habilidad en los hombros del joven Jakob Salvati. Quienes lo acompañan, los siempre eficientes Tom Wilkinson, como el cura del pueblo, y Emily Watson, como la madre del chico en cuestión, redefinen con mucha dignidad el término “actor de soporte”. Obviamente, tampoco podemos omitir la sentida y tierna interpretación de Cary Hiroyuki Tagawa (a quien tendrán más fresco por ser Shang Tsung de Mortal Kombat) como Hashimoto. Conclusión El gran pequeño es una película que en apariencia no tiene las suficientes tintas para hacerle frente a los otros hits que dominan la actual cartelera. Pero a pulso de un guión solido, una puesta en escena funcional y actuaciones de mucha altura, estoy en condiciones de decirles que si tienen el dinero, quieren llevar a los chicos al cine, y sus primeras opciones colgaron el cartel de “localidades agotadas”, tal vez quieran darle una chance a esta película. No la van a pasar mal.
Efectiva comedia pero… Hay ciertas películas que no pretenden inventar la pólvora sino que la usan para entretener. A pesar de que Dos Locas en Fuga cumple como entretenimiento, me cuesta, muchísimo, recomendarla a pesar del rato ameno que me hizo pasar. Salsa latina La Oficial Cooper es estricta y sigue las reglas al pie de la letra, no obstante esto le trajo alguna que otra desgracia que la convirtió en el hazmerreir de la fuerza. Ella tiene una oportunidad de redimirse a través de vigilar la integridad física de la mujer de un testigo, a pocas horas del juicio a un peligroso barón de la droga. Naturalmente, hay policías corruptos que le van a dificultar el trayecto de punto A a punto B, por no decir los cruces que se van a presentar entre ambas. Tenemos la típica comedia de pareja dispareja, con enredos diversos y esos tics de personalidad que pueden llegar a sacar alguna que otra risita. Aunque hacen el intento por meter algún que otro giro, hay algunos de esos trucos que se ven a la legua. El guion, en definitiva, es una excusa que tapa la realidad: la de ser un mero documento destinado para el lucimiento interpretativo más que una historia en su propio derecho. En el costado técnico no hay mucho que decir. Sigue los mínimos requerimientos técnicos para que los actores se vean bien y pueda haber coherencia en las pocas escenas de acción que expone la película. El costado actoral diría que es la única virtud que destaco de Dos Locas en Fuga. Reese Witherspoon y Sofía Vergara tienen muy buena química. La primera encara a una histérica obsesiva siguiendo el registro que tan buenos resultados le trajo en Election y Sofía Vergara compone una obviamente planeada parodia de la típica latina de sangre caliente que se enoja histéricamente por cualquier cosa. Pero a pesar de lo efectivo de su química, no logra que se pase por alto lo estandarizado del guión. Conclusión Dos Locas en Fuga es una película efectiva, incluso entretenida, que posee una buena química entre sus dos protagonistas. No obstante, lo que no me hace recomendarla es que es más de lo mismo. Solamente lo haría si lo que se desea es pasar el rato y el precio de la entrada no les supone un gran miramiento. Si para vos es un factor, despreocúpate; no te estás perdiendo de nada.
Una historia de amor de buena apariencia pero que abandona su objetivo. La relación de amor y odio que tenemos con Inglaterra, sin importar el contexto, ha llenado y seguirá llenando libros. No obstante, uno no puede negar el atractivo que posee una historia de amor en donde la fidelidad a una nación es lo primero que se interpone entre los protagonistas. El Prisionero Irlandés parece inscribirse dentro de esta premisa aunque se desvíe de su objetivo y sus conflictos, auqn parecen no contribuir a ningún avance. Erin Go Bragh Cuando las Invasiones Inglesas dejaron un saldo nada positivo para el país de la Reina, tropas Argentinas toman a sendos prisioneros de su ejército lo más lejos posible de los puertos para evitar que se escapen a su país. Luisa, quien perdió a su marido en dicha batalla, le asignan a Connor Doolin, uno de estos prisioneros, para que la ayude con las tareas de la casa. La película elaborará a lo largo de 10 años la naciente historia de amor entre ellos. Aunque la película tiene una notoria materia prima para desarrollar un conflicto, hay veces que no tiene claro si desarrollar el deseo del Irlandés por volver a su patria, conquistar a Luisa, o una a pesar de la otra. La película elabora bien los conflictos, y todas las escenas tienen uno claramente marcado, el problema es que al verlas como un todo se siente una falta de progresión que no ayuda al resultado final. Aparte, la historia de amor per se llega tarde y cuando lo hace se da demasiado rápido, lo que es una lástima porque daba para un desarrollo un poco mas sustancioso. Oh Danny Boy En el apartado visual, El Prisionero Irlandés es una película que definitivamente hizo su tarea. La fotografía en Cinemascope es exquisita en materia composición e iluminación, mientras que la dirección de arte y el diseño de vestuario son de destacar por su exactitud histórica. Por el costado actoral, tanto Alexia Moyano como Tom Harris entregan decentes trabajos interpretativos. En el costado sonoro, tenemos una de cal y una de arena. Por un lado la música esta muy bien trabajada y sabe subrayar bien las escenas, asi como crear adecuadamente los climas. Por otro lado, hay ciertas escenas en donde no se le entiende nada a los actores. Conclusión El Prisionero Irlandés hace gala de una lograda propuesta visual y una decente labor interpretativa. Aunque su guión goza de conflictos sostenidos y logrados dramáticamente, no ahonda lo suficiente en la historia de amor que desean contar.
Un particular relato sobre una búsqueda. Todos alguna vez nos hemos preguntado de dónde venimos. Cómo la humanidad llegó a ser lo que fue. Lo que para la mayoría es simplemente una pregunta a la cual nos acostumbramos no tenga ninguna respuesta, están aquellas personas que creen que hay una explicación y dedican toda su vida a encontrarla. Los Dioses de Agua cuenta la historia de uno de estos personajes. En busca del origen Los Dioses de Agua cuenta la historia de Hermés, un antropólogo fascinado por la evidencia que ciertas etnias africanas sobre el origen del hombre. Su búsqueda lo lleva desde Formosa hasta la mismísima Angola en un viaje de descubrimiento que trascenderá la simple curiosidad científica. A pesar de lo esotérica que pueda ser en apariencia, el guión de Los Dioses de Agua tiene un objetivo concreto: una búsqueda, la de dos personajes, la de un Argentino en Angola, y la de un Angoleño en la Argentina, con la diferencia de que uno la realiza a un nivel particular y el otro a un nivel más universal, pero puede intuirse que más que dar una respuesta al mundo, buscan dársela a sí mismos. Aunque la película sufre por un ritmo muy denso para su bien y posee un desenlace controversial por la tesis que propone, nunca traiciona su lógica, por rebuscada que esta pueda resultarle al espectador. El ADN de una historia Puede apreciarse que el peculiar esfuerzo de producción invertido en Los Dioses de Agua se ve reflejado en su propuesta visual. La película se vale de unas meditadas composiciones de cuadro en Cinemascope que no solo aprovecha lo vasto de los paisajes que resultan más favorecidos por el formato, sino que también produce interesantes resultados estéticos en las situaciones netamente dramáticas. Por el costado actoral Juan Palomino y Boy Olmi entregan trabajos bien compuestos y decentes, con alguna que otra exageración, pero nada que afecte negativamente a la narración como un todo. Conclusión Los Dioses de Agua es una película de nicho y con suficientes virtudes estéticas. Si bien no es para todos los públicos, y tiene más cabida entre los asiduos a propuestas diferentes de lo que suele ofrecer la gran taquilla, debe destacarse las ganas –y el positivo saldo— del realizador de querer mostrarnos un mundo distinto y que querramos hacernos nuestras propias preguntas.
La película que demuestra paradigmáticamente que la superioridad de Pixar pasa por la solidez de sus guiones. Desde que la categoría de animación se incorporó en los Premios Oscar, la productora de la lamparita ha conseguido siempre la estatuilla, cuando no la nominación. Pero en muchas de estas distinciones, han conseguido llevarse también en sendas ocasiones nominaciones al Mejor Guión Original. ¿Por qué será? He oído en muchas entrevistas a animadores lamentarse de no tener los medios de Pixar. Al ver Intensa-Mente me queda claro que a más de uno de estos caballeros hay que sopapearlos y decirles que si bien los avances tecnológicos de Pixar no tienen parangón, su excelencia, lo que los hace sus historias memorables y queribles, reside en la calidad de sus guiones. A continuación la reseña de una película que tiene un guión que es, sinceramente, un diamante perfecto. Las voces dentro de tu cabeza Riley, una nena de 11 años, vive una idílica niñez en su Minnesota natal, pero de un día para otro las cosas cambian cuando a su padre le surge una oferta de trabajo en San Francisco. El concepto de cambiar de casa y de escuela no le sienta para nada bien a Riley, es decir a las voces dentro de la cabeza de Riley, es decir sus emociones principales: Alegría, Temor, Desagrado, Furia y Tristeza. Las primeras cuatro parecen tener funciones bastante claras dentro del centro de mando, pero la última parece que no tiene otra utilidad. Todo esto cambia cuando en pleno primer día de clases, Tristeza desordena sin querer los “recuerdos centrales” de Riley. En la vorágine por arreglar el desastre provocado, Tristeza y Alegría son chupadas por un tubo hacia la zona de la memoria a largo plazo, muy lejos del control de mando. Teniendo que regresar antes de que las otras emociones de Riley terminen por descarrilar su vida. Intensa-Mente es un guion perfecto en todos los sentidos imaginables. Una estructura clara en sus ideas, un desarrollo de personajes perfectamente multidimensional, subtramas que son totalmente funcionales a la trama principal. Tiene acción y comedia a mansalva, en donde todos y cada uno de los personajes tienen que sortear obstáculos. Pero mas que nada, y aunque suene a verdad de perogrullo, tiene muchísima emoción. Porque siendo una película de animación, hace un declaración profunda de la necesidad de la tristeza en nuestras vidas. Que a medida que crecemos, nuestras nociones, nuestros juicios, nuestras decisiones dejan de ser en blanco o negro y empiezan a adquirir tonos de gris. Por materializar tan sabiamente esta dificultad tan interna, tan característica, en algo físico y dinámico, sin perder la madurez que requiere encarar el tema, es lo que hace de Intensa-Mente un guion único, un ejemplo a seguir. Por el costado técnico no hay mucho que hablar, muy buen diseño de producción, un uso inteligente del color para crear ambientes y emociones (más allá de las obviedades aparentes en el diseño de los personajes), y la música de Michael Giacchino que provee un acompañamiento único. En resumen, Pixar siendo Pixar. Conclusión Intensa-Mente es una película donde el guión es la estrella, y el aspecto visual realza los sólidos valores que este transmite. Con solidas escenas de acción que entretendrán a los más chicos, pero con una reflexión importante sobre el porqué de las emociones para los más grandes. Narración y entretenimiento del más altísimo nivel. Altamente recomendable, ya sea para ir con tus chicos, en una cita o vos solo. Se los garantizo. Si hay una película que vale la pena el precio de la entrada, definitivamente es esta. Pocas veces van a tener tanto disfrute en una sala de cine.
Una comedia efectiva. Las parodias sobre el mundo del espionaje se han vuelto incluso mas frecuentes que las propias películas sobre espías. Spy aplica a la escuela de buscar lo cotidiano en algo tan especifico e imaginativo como lo es este subgénero, sin perder de vista la estructura narrativa que este posee y que la sabe usar a su beneficio. ¿Y donde está el espía? Susan Cooper es una analista de la CIA, que desde su computadora asiste en sus misiones al superespía Bradley Fine. Los problemas surgirán cuando el espía muera a manos de una femme fatale, quien tiene información de los otros operativos para evitar que la agencia lo vuelva a intentar. Como si esto fuera poco, dicha dama tiene en su poder una bomba nuclear de la cual solo ella tiene la clave. Así que todo queda en manos de Susan, quien debe ganarse la confianza de esta mujer, al mismo tiempo que debe sortear la intromisión de otro espía que no la cree capacitada para el trabajo. Spy es una comedia decentemente escrita. Aunque no todos sus gags funcionan, los que sí lo hacen generan duraderas carcajadas. Las escenas de acción están bien hechas y el guion sabe arrojarle obstáculos creíbles a su personaje para mantener cierta tensión. El desarrollo de personaje es coherente y motivado. Por el costado técnico, Paul Feig, aparte de manejar tan bien la comedia que lo hace un director tan en boga, prueba ser también un hábil director para las escenas de acción. Ni hablar de aquellas escenas en donde hay una visible mezcla de ambos géneros. Por el costado actoral, Melissa McCarthy demuestra por enésima vez su habilidad para la comedia. Aunque no lo hace mal en absoluto, me gustaría verla intentar otros personajes; el talento le da. Jude Law y Jason Statham, en una de sus pocas interpretaciones comicas, sorprenden. Sobre todo Statham; las anécdotas exageradas que el guion de Feig pone en su boca son el doble de graciosas cuando las dice con su acento británico. Conclusión Spy es una comedia bien hecha. Entretenida y Cumplidora. Con la narración en regla y apoyada por buenas actuaciones. No es imperdible, pero si la eligen, mal no la van a pasar.
Una narración apropiada sobre la angustia adolescente, apoyada con solidez en el aspecto técnico e interpretativo. Las películas con adolescentes como protagonistas padecen –y continuaran padeciendo— el prejuicio de ser categorizadas como retratos melosos y/o exageraciones de temas sin importancia. Pero no perdamos de vista dos cosas: Primero, todos fuimos adolescentes alguna vez y Segundo, en el significado etimológico de la palabra está implicado el concepto de dolor. Si bien, la triste mayoría de las producciones audiovisuales locales han tratado el tema de un modo superficial e inverosímil, están aquellas producciones que se limitan a contar los hechos de forma lo más verosímil posible. Abzurdah pertenece a este segundo grupo. Nada de absurdo Adaptación del best seller basado en hechos reales, Abzurdah cuenta la historia de Cielo Latini (Eugenia Suarez), una adolescente con una personalidad bastante peculiar, que conoce vía Internet a un chico llamado Alejo (Esteban Lamothe). La trama se complicara cuando ambos se conozcan cara a cara, y comience un idilio que para ella es amor, pero para él no lo sea tanto, y que la termina adentrando en la anorexia. Abzurdah posee un guión bien construido, que no le da respiro a su protagonista tirándole conflictos a diestra y siniestra; con sus padres, con el chico en cuestión y hasta con ella misma. Si bien el tercer acto tiene un clímax abrupto --fácil y muy rosa para la intensidad que llevaba hasta entonces--, es lo suficientemente satisfactorio y deja al desarrollo de la película, como una narración que sabe mantiene el interés del espectador, y no invierte en las escenas más tiempo del necesario. Destaco sobremanera la dirección de Daniela Goggi, que le da a Abzurdah mucho dinamismo, pero manteniendo cierta sutileza; con un ojo quirúrgico para saber donde un corte de montaje o un movimiento de travelling cuenta mejor la historia. Tambien cabe destacar su enorme pericia para la dirección de actores, donde saca interpretaciones creibles y sinceras de adultos adolescentes y niños por igual. Por el costado actoral, Esteban Lamothe compone un adecuado y parco retrato del interés amoroso de la protagonista. Gloria Carrá y Rafael Spregelburd entregan dignos y muy prolijos trabajos interpretativos como los padres de Latini. Pero sin desmerecer a este capaz reparto, hablar de Abzurdah es hablar de la actuación de Eugenia Suarez, que debo decir que me ha sorprendido gratamente. Una verdadera revelación actoral sin ningún lugar a dudas. Una joven que le puso el cuerpo (nunca mejor dicho), el alma, la voz y la mente a su personaje. Brilla tanto en los intercambios que tiene con los otros miembros del reparto, así como los que experimenta en la más absoluta soledad. Dota de una credibilidad y una angustia a su Cielo Latini en una forma tal, que podemos discutir sobre cualquier otro aspecto de la película, pero estoy dispuesto a recibir los epítetos que vengan si soy categórico al decir que es un gran trabajo interpretativo. Dios quiera que Suarez siga por este camino, eligiendo personajes así, complicados, desafiantes, obligando –y logrando con creces-- al espectador que vea más allá de su evidente belleza y se encuentren con un talento con todas las letras. Conclusión Puede que muchos tilden a Abzurdah como una película de Hallmark a la Argentina (o de las tardes con Virginia Lago), pero en un panorama tan frecuentemente endeble en materia narración, se debe destacar cuando una película se molesta en hacerlo de una forma digna. Sin llegar a ser excelente, pero muy por encima del promedio, Abzurdah es una película que llega a suficientemente buen puerto por obra y gracia de un guion decente, técnica prolija y una destacable labor interpretativa. Si le cuesta meterte en la cabeza de una adolescente, abstenerse; puede llegar a tener todo lo que odias. Pero si puede recordar lo que era, o si tiene una mente abierta, se va a encontrar con una narración adecuada de una temática controversial.
Una remake correcta pero con muy pocas cosas que envidiarle a la original. En 1982, Steven Spielberg dirigió extraoficialmente (ya que en los papeles estaba Tobe Hooper) un film intitulado Poltergeist, que contaba la historia de una familia, cuya hija menor es capturada por espíritus malignos, y deben confrontar las evidentes circunstancias sobrenaturales que rodean la situación. Como todo lo que sacó Don Spielbergo por aquella época, la película fue un éxito, y con el tiempo se convirtió en un clásico de culto. 33 años después, este título se volvió la más reciente incursión en una larga oleada de remakes de grandes clásicos ochenteros. Por supuesto la pregunta que se cuece acá es ¿Cuánto --y si-- se la banca por sus propios meritos mas allá de su asociación con la película original? Están aquí Esta iteración de Poltergeist cuenta la historia de la familia Bowen (Mamá, Papá, Hija adolescente histérica, hijo del medio cag*n, hija menor que repite las p*teadas como loro de prostíbulo) que se muda a una nueva casa tratando de empezar de nuevo tras un repentino desempleo del padre. Al poco tiempo de mudarse, empiezan a ocurrir cosas raras con los aparatos eléctricos de la casa, y el armario de la nena parece que tiene algo mas que camperas y gamulánes, ya que aparentemente es el portal a otro plano de la existencia, del cual deben sacar a la nena a como dé lugar. Pasándoselos en limpio, la historia es un calco, más conciso, pero calco al fin de la película original, con sutiles diferencias… y un drone (Para los que se estén preguntando: No, chicos, no tenía colgando el fantasma de la B) que usan para meterse en el mundo de los espíritus (omitido del título original). Las tres diferencias más importantes son un protagonismo mayor de otro de los hijos, una presencia más marcada de sobresaltos (baratos y con muchos más payasos) de terror, y el reemplazo de Tangina Barrons por un típico parapsicólogo cuasi-trucho de la televisión. No obstante la narración, como un todo, fluye y avanza a buen paso, pero hasta ahí y las situaciones dramáticas que muestran las fallas (principalmente los miedos y el escepticismo) a superar de los personajes están adecuadamente esparcidas. Otro plano de existencia Esta nueva versión cuenta con un estilo visual propio, muy sobrio, pero que no puede evitar adquirir un dejo Spielbergiano recién para el tercer acto de la película. La utilización del 3D está bien realizada, y utiliza con mucho ingenio la profundidad de campo. Por el costado actoral, Sam Rockwell y Rosemarie DeWitt dan apropiada vida a las cabezas de esta familia. Lo mismo puede decirse de los tres jovencitos que dan vida a sus hijos, en particular Kyle Catlett, en cuyos jóvenes hombros descansa una considerable parte del protagonismo de esta película. No obstante, párrafo aparte merece Jared Harris, que se come la película con su carismática interpretación del parapsicólogo que ayuda a su familia con sus problemas espiritistas. Conclusión ¿Esta nueva Poltergeist aburre? No, fluye bastante bien. ¿Es recomendable? No exageremos. Pero podemos decir que es uno de esos títulos decentes que podes ver tranquilamente un sábado a la tarde/noche cuando estas al p*do en tu casa para pasar el rato. Si la elegís, podés pasarla bien; Si no, no te perdés de nada.
Un perfecto y conciso thriller que brilla el doble por su economía de recursos. Una cosa que se ha dicho largo y tendido sobre el cine independiente de los últimos diez años es que se ha democratizado la tecnología, y que las únicas limitaciones son las de los propios cineastas. No obstante desde la solidificación de dicho concepto, hubo de pocos a ningún título que probaran ser como las promesas del cine independiente de los años 90. Me refiero a historias bien estructuradas, con narrativas solidas y la pericia técnica justa y necesaria para ser digna de una sala de cine. Cenizas del Pasado es uno de los pocos títulos de esta reciente movida que se ha ganado la oportunidad de luchar por un lugar en la taquilla y a continuación les digo porqué. Un asunto pendiente Dwight es un vagabundo sin oficio ni beneficio que surca las playas y los basureros, hasta que un día es avisado por la Policía que el hombre que asesinó a sus padres está por salir de la cárcel. Dwight sigue a este hombre y lo acuchilla provocándole la muerte. Esto pone en marcha una retaliación de parte de los familiares del difunto, que obligará a Dwight a salirse de su tranquila personalidad para proteger a la familia de su hermana. Cenizas del Pasado es un guión preciso, contundente, sin vueltas y al punto. Una historia que avanza desde la primera imagen, y en donde la acción es la que manda. Hay momentos de drama, pero solo los justos y necesarios para entender a los personajes. Podemos decir que su mayor virtud es que no le hace perder el tiempo al espectador, no lo aburre jamás y lo deja satisfecho. Imágenes del presente Cenizas del Pasado goza de una fotografía de primera categoría; una nitidez en las imágenes diurnas y un uso del chiaroscuro en las escenas nocturnas que denotan una prolijidad en la factura técnica que parece de una película de tres veces su valor. Tal vez este sea el momento de aclarar que esta película fue financiada por Kickstarter; demostrando ser uno de los pocos ejemplos de películas financiadas a través de esta particular plataforma que terminan por entregar una alta calidad en sus valores de producción. Por el costado actoral, Cenizas del Pasado es una película decente en el aspecto interpretativo, aunque hay algún que otro momento de emoción para que los actores puedan desempeñar su oficio. No obstante la película descansa íntegramente en los hombros de su protagonista Macon Blair, que no le va a dar ningún premio pero entrega ciertos momentos que deberán ser tenidos en cuenta por más de un director de Hollywood. Un pequeño párrafo aparte va para Devin Ratray (Buzz, el hermano de Kevin en Mi Pobre Angelito) que da vida al viejo amigo del secundario del protagonista quien le enseña a disparar. Conclusión Un guion preciso que avanza a cada paso que da, sumado a una factura técnica de increíble prolijidad y un aspecto interpretativo más que adecuado trayendo como resultado una narración perfecta. Cenizas del Pasado marca una clara diferencia en el cine independiente actual, entre aquellos que aprovechan lo limitado de sus recursos para contar una gran historia de la mejor manera posible, y los que simplemente son exhibicionistas que se jactan de haber gastado el menor dinero posible.