La historia comienza con un breve prólogo donde Hank y Janet Van Dyne (Michelle Pfeiffer - Michael Douglas) estaban trabajando para detener un misil soviético a finales de la década de 1980. Pueden detenerlo reduciendo su tamaño, en esta misión es Hank quien decide sacrificarse pero opta por no contarle todo a su hija. Luego da comienzo a esta nueva historia de la que no se puede contar mucho más para no develar sus misterios. Se logra un buen trabajo de maquillaje y CGI entre los actores Michelle Pfeiffer y Michael Douglas para que parezcan mucho más jóvenes (a su edad actual), muy buenas actuaciones aunque trabajan poco. Cuando vemos en pantalla a Cassie (Abby Ryder Fortson) ya nos va planteando algo Marvel: la está preparando para Young Avengers; Evangeline Lilly en su papel como la Avispa, esta genial, es muy buena actriz, con un gran carisma ante las cámaras, se luce, es una súper heroína, tiene muy buena química con Paul Rudd (Scott Lang / Ant-Man) de buen trabajo; Michael Peña vuelve a estar bien, dentro de los villanos podemos ver a Hannah John-Kamen (como Ghost) que no convence, además de diluirse rápidamente y Walton Goggins desaprovechado. Resulta muy entretenida, con momentos que emocionan, tiene mucho humor y en varias escenas te reis a carcajadas; incluye estupendas persecuciones, es atractiva, disfrutable, con elementos que se agrandan y se achican, luchas bien coreografiadas, va mezclando acción, fantasía y ciencia ficción, es dinámica, con secuencias rápidas y sorpresas. Ideal para fanáticos de los cómics de superhéroes. Es importante saber que hay dos escenas dentro de los créditos finales.
Este es un musical que se divide en tres actos, el personaje es Juana de Arco, recrea desde su infancia a los 8 años y el paso del tiempo. Juana de Arco, interpretada por los rostros angelicales: Lise Leplat Prudhomme y Jeanne Voisin, se desarrolla bajo un bello paisaje, un rio, colinas y una zona cubierta de dunas, con personajes de actores poco conocidos, un vestuario apropiado, con extraordinarios planos, va mezclando una música barroca y la electrónica, hay bailes, rap, buenas coreografías, una estupenda paleta de colores y un toque teatral. Además se toma su tiempo para hacer alguna crítica a la iglesia y la sociedad moderna.
Todo comienza con un grupo de mujeres hablando a cámara, nos van ubicando de que se trata este film, como se obtuvo el subsidio del INCAA, su relato contiene con un corte familiar y están las relaciones entre madres e hijas, madre, abuela e hijas y nietas (Leonor Schlimovich, Zoe Trilnick Farji, Joelle Levy Farji y Sabrina Farji). Dentro de su desarrollo vemos los vínculos, distintas madres, testimonios de varias mujeres como las que no quieren tener hijos y las que dicen que es maravilloso ser madre. En este film se pueden ver: los mandatos de la vida, ser madre es un amor incondicional, lo que significaba ser divorciado en una época, los que callan, el aborto, el recuentro con familiares, entre otros. La cámara es una protagonista más, va siguiendo a cada personaje, las intérpretes juntas realizan un viaje al Paraná, las relaciones toman su intensidad, entre el viaje, la convivencia, surgen recuerdos, reproches, antipatías del pasado, entre otras situaciones. Cada una tiene sus sueños, anhelos y deseos, estos fragmentos de vida resultan emotivos, divertidos y en varios de ellos algunos espectadores se pueden sentir identificados.
Todo comienza rápidamente mostrando imágenes del pasado. Luego vemos a Dana (Shauna Macdonald, "Star Wars: Episodio VIII - Los últimos Jedi", “El descenso”) preparando el desayuno para su familia y temprano hace fitness, yoga y corre varias cuadras antes de comenzar el día, pero sufre un terrible accidente y es atropellada. El agresor huye y termina internada en el Hospital de rehabilitación Hopewell. Es un milagro que esta mujer viva, uno de sus brazos, sus piernas, su cara muy lastimada, está conectada a un respirador y comienza a comunicarse escribiendo con una computadora donde sale su voz. Lo difícil está en lo alarmante que sucede en su habitación; hay un armario y ella durante las noches nota que algo siniestro hay allí, pero nadie le cree, piensan que esto es producto de su imaginación. Quienes la visitan son: su esposo Steve (Steve Wall) y su hija Gemma (Leah McNamara), después está: el enfermero Trevor (Ross Noble), el psiquiatra Ron Stengel (Robert O’Mahoney), la directora Elizabeth Leaming (Charlotte Bradley). Pero una historia siniestra se oculta allí desde 1972 con un personaje llamado Eric Nilsson, y Uñas (Richard Foster-King), el título original de la película. En esta cinta no pasa nada que cause miedo, atmósferas poco creativas, diálogos pobrísimos, sustos y efectos especiales baratos, un pequeño giro hacia el final funciona, agitando la trama de lo contrario directa. Tiene un toque similar a “Frágiles” (2005) de Jaume Balagueró.
Esta es la segunda película del realizador australiano Nash Edgerton (es el hermano del actor Joel Edgerton, “El Gran Gatsby”) como guionistas Matthew Stone (“El amor cuesta caro”) y Anthony Tambakis (“Warrior”) y como protagonista y productora Charlize Theron (“Atómica”) a quien acompaña un buen elenco. Todo gira en torno a Harold Soyinka (David Oyelowo), a quien solo le interesa realizar buenos negocios y se rápidamente millonario por lo tanto planea un ambicioso proyecto con ese propósito, elige a dos hábiles individuos que conocen muy bien la industria de los fármacos: Elaine Markinson (Charlize Theron) y Richard Rusk (Joel Edgerton). Sus técnicas marchan correctamente, pero la situación se embrolla cuando intenten huir con el dinero, y todo puede ir ingresando a un laberinto de situaciones. Será el tiempo en que Soyinka tenga que decidir entre ser un ciudadano honrado, o engañar a la ley para continuar sus actividades. La cinta combina la comedia negra, el drama de aventuras, la comedia policial, entre otros elementos, con bastante humor negro y varias críticas. Posee algunas sobreactuaciones de un elenco increíble, hay persecuciones, enredos, entretenida, aunque resulta un poco larga, más allá de alguna vuelta de tuerca, tiene algo de los hermanos Coen y toques tarantinescos.
Esta comedia italiana trae a escena a Giuliano Montaldo el veterano director de 88 años de “Sacco y Vanzetti” (1971) y el joven actor italiano Andrea Carpenzano; como es de esperar ellos son dos seres opuestos no solo por las edades, pero allí nace una amistad increíblemente bella, uno aprenderá del otro y vivirán una gran aventura. Además, un viaje los llevará a lograr alguna cuenta pendiente. La cinta tiene buenos diálogos con tramas y subtramas y nos muestra una Roma violenta y excitada. Nos lleva a la entrañable relación de amor entre los protagonistas, la del padre e hijo, el amor entre el joven protagonista con la madre de un amigo y el paso del tiempo. Contiene humor e ironía, como así también momentos conmovedores de gran emoción, habla de la juventud, la vejez y las segundas oportunidades, además como ellos recorren distintas locaciones se convierte en una road movie. Este tipo de historias ya la hemos visto, pero resulta entretenida y predecible.
Este film se encuentra dirigido por Jeff Tomsic (su debut cinematográfico), los protagonistas son: Hogan Malloy (Ed. Helms, “¿Qué pasó ayer?”), Bob Callahan (Jon Hamm, “Baby: el aprendiz del crimen”), Randy "Chilli" Cilliano (Jake Johnson, "Jurassic World") y Kevin Sable (Hannibal Buress, “Buenos vecinos”) desde 1983 estos amigos se juntan en mayo para jugar a la “Tag” o “Etiqueta” (traducción) o el juego de la mancha diríamos nosotros, esto siempre se desarrolla dentro de ese mes y se encuentra inspirado en un hecho real. Ahora Jerry Pierce (Jeremy Renner, “La llegada”) está a punto de casarse. Quien nunca fue etiquetado antes de que se retire, porque este es el último año, comenzará este juego, ya han pasado los cuarenta años de edad, pero ellos ejecutan esta recreación por lo tanto dejan de lado sus actividades. Está lleno de persecuciones, mucha acción, divertidas acrobacias, con buenas coreografías, momentos cómicos, hasta tontos y en varias ocasiones se utiliza la cámara lenta. Además se toma sus tiempos para hablar sobre: la amistad, la lealtad, el apoyo y mostrar los hombres ultra competitivos, en esta comedia que resulta un vivaz entretenimiento. Dentro de los créditos finales los actores cantan y aparece un video de los jugadores reales.
Esta segunda parte se encuentra llena de personajes donde participan los anteriores y nuevos, su desarrollo fragmentado en diferentes localizaciones e historias, resulta bien coral; una vez más se lucen Josh Brolin y Benicio del Toro, ambos sobresalen y están geniales en la pantalla. Se siente la falta del personaje interpretado por la actriz británica Emily Blunt (“La chica del tren”). Dentro de los personajes nuevos se encuentra el que intenta componer Isabela Moner (es la hija de un capo de la droga), siendo sobreactuado, le falta credibilidad y no resulta ser malvado, están correctos aunque les falta mayor desarrollo: Elijah Rodriguez, Matthew Modine e Ian Bohen. Esta trama tiene menos suspenso, es un poco menos impactante, con algunos baches y se siente un poco larga, aunque varios pasajes son interesantes, tiene bastante acción, ataques terroristas, conflicto político y thriller. Contiene impactantes planos aéreos, una fotografía increíble, la música aporta tensión, emoción, está bien dirigida y se puede disfrutar. En el 2015 tuvimos la primera entrega, al poco tiempo ya teníamos la posibilidad de ver esta y ahora sabemos que se transformará en una trilogía. Se mantiene el mismo guionista, Taylor Sheridan (“Sin nada que perder”, 2016), solo nos resta esperar la tercera parte.
Esta road-movie va mostrando los conflictos que sufre una mujer que pasó los 30 años y se encuentra atravesando una crisis emocional.El personaje en cuestión es una cantante que huye del escenario en plena función (la actriz ítalo argentina Antonella Costa, “Fermín”), es una diva pop con algunos hit y tiene algunos seguidores. Vive una serie de situaciones incomodas, su padre está en coma hace un año, ella lo visita y le habla y se niega a dejarlo morir, vive en un departamento con una gata en celo, cuando intenta castrarla esta se escapa, ella tiene problemas sexuales, se siente muy sola, vacía, pero su vida tiene un giro cuando aparece una joven chilena que asegura ser su media hermana Francisca y César (Pedro Campos) el ex novio de Francisca, no tarda en enredarse sexualmente con Martina. Martina es aventurera, es frontal y avanza con lo que quiere, a su vez es frágil, el viaje que realiza le da cierta esperanza de encontrar una familia, un mundo nuevo, está sedienta de amor de las personas, porque lo dice desde título de la película, dry es seco y Martina es un trago que estuvo de moda. Se van utilizando buenos planos, sumadosa la muy buena interpretación de Antonella Costa, en un film prolijo, audaz y provocador. Contiene algunas metáforas y resulta ser una comedia negra.
El relato transcurre en una zona fronteriza entre Bulgaria y Grecia, más en territorio búlgaro, donde un grupo de obreros alemanes trabaja para la puesta en marcha de una planta hidráulica. Estos personajes se van entremezclando con los habitantes del pequeño pueblo búlgaro y comienzan a surgir diferencias, conflictos y el problema de la crisis inmigratoria.Goza de un gran trabajo interpretativo de su protagonista, Meinhard Neumann, y el resto del elenco acompaña bien a pesar que no son actores profesionales. La cámara va siguiendo a cada personaje, describiendo su personalidad y características, no desarrollan un rol importantelas mujeres y están casi ausentes físicamente. Aquí los personajes son seres solitarios, cincuentones, donde se maneja más un lenguaje corporal. Su desarrollo nos lleva comprender y a reflexiona sobre los prejuicios, las diferencias culturales y socioeconómicasentre los países de la unión europea. Nos ofrece un ritmo lento, con una estupenda paleta de colores y fotografía. Este film resultó ganador del premio especial del jurado en la pasada edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla.