Entre el asombro y el miedo Con menos guiños para el público adulto y apuntada directamente a los niños, esta aventura épica del sello Dreamworks, que cuenta con la dirección de Peter Ramsey, navega entre el universo de las creencias populares y el reinado oscuro impuesto por el villano de turno. El héroe de la película, Jack Frost (con voz de Chris Pine en la versión original) pasa desapercibido entre los humanos y quiere averigurar su pasado para poder entender su presente. En su aventura para convertirse en "Guardián" une fuerzas con Norte, un fornido Santa Claus; El Conejo de Pascuas; El Hada de los Dientes y Sandman. Parece que los niños han perdido la credibilidad sobre estos personajes de la cultura popular y ahora su existencia -y la de los chicos de todo el mundo- se ve amenazada por Pitch (Alec Baldwin) y su oscuro reinado, una criatura que parece salida de Avatar. El origen de los guardianes impulsa a este equipo de héroes con habilidades muy particulares que habitan el Polo Norte, un mundo de ilusiones y fantasía y que, a su modo, intentan como una suerte de fantasmas, intervenir en las cuestiones mundanas. La película cuenta con excelentes rubros técnicos y acumula persecuciones, efectivos gags y viajes en trineo, además de un grupo de simpáticas hadas. Pero el acierto del relato pasa por pintar, al igual que en El expreso Polar, una infancia desprotegida y la pérdida de la capacidad de asombro e imaginación. Los realizadores (al igual que los personajes que evitan que se apaguen las luces que representan a cada uno de los niños del mundo), también mantienen encendida la mecha de la aventura.
La magia de las tradiciones infantiles Las creencias e ilusiones de los más chicos quizás estén fuera de peligro y perduren por siempre con El origen de los guardianes (Rise of the Guardians, 2012), la última propuesta cinematográfica de la factoría Dreamworks, una dinámica animación en 3D llena de aventura y diversión. Dedicada a los más pequeños de la casa, este largometraje también permite que disfruten los demás integrantes de la familia, con una historia que propone celebrar por adelantado la fiesta navideña y conservar la tradición y la esperanza, de lo que significa para un niño creer en los acontecimientos mágicos. La obra de Dreamworks representa en la pantalla un mundo fantástico con los personajes más queridos, y siempre esperados por los más chicos en determinadas ocasiones del año. Nunca visto hasta ahora. Pero sí, esta película tuvo el atrevimiento de unir en una sola historia a los seres de los cuentos que los adultos relatan a los más chicos. Cuando nadie se los imaginaba juntos, se unieron para luchar y cumplir una misma misión: la protección de las ilusiones y los recuerdos de la infancia de los chicos de todo el mundo. El director Peter Ramsey se encarga de que esa aventura sea bien desacartonada, con gags por doquier y momentos en los que los personajes –tanto los héroes como el villano- se ríen de sí mismos. El hombre de la luna es el ser encargado de buscar a los guardianes que protegen a los niños de los peligros que sucumben en la Tierra. Así como su primer guardián elegido fue Norte, un personaje que podría considerarse un líder del grupo mejor conocido como Santa Claus, ahora es turno de incorporar a Jack Frost (Jack Escarcha en la versión en español) quien posee algo muy especial e importante porque sin él, la nueva misión no puede llevarse a cabo. El resto de los guardianes: Sandman (El Hombre de Arena), en una versión moderna, es un guardián de color amarillo que crea los sueños de los niños al poner un poco de arena mágica en sus ojos cuando se cierran. Bunny, el conejo de Pascua, es quien esconde los huevos para que los chicos los encuentren; y también está la experta en dientes y encías, el Hada de los dientes, guardiana que cambia los dientes de leche que se encuentran debajo de las almohadas por una moneda. Podría decirse que lo novedoso de esta producción está en haber aunado estos diversos personajes con grandes poderes mágicos que encarnan las fantasías y los deseos de los más chicos y convertirlos en héroes. Pero quizás, lo más relevante y atrapante son los rasgos que presentan estos guardianes elegidos. Por ejemplo, Norte se nos presenta con los brazos totalmente tatuados, con un acento ruso y como un especialista en el uso de las espadas, Sandman un ser silencioso con cara angelical y llena de calma pero con mucho poder estimula la imaginación de los chicos y Bunny, es un guardián algo canchero, muy atlético y con una altura fuera de lo normal en los conejos. Dinámica de principio a fin, El origen de los guardianes posee la esencia de los festejos de las tradiciones del hemisferio norte, aunque tambien puede alegrar a cualquier espectador adulto o menor de cualquier otra parte del planeta; quizás con la única condición de cambiarles el nombre a algunos de estos simpáticos personajes populares y adaptarlo a sus costumbres festivas.
Solo los chicos Por fin una película sin tantos guiños para los padres, y que en cambio apunta a temáticas más relacionadas a los chicos; como los sueños, el miedo, y los mitos infantiles. La historia reúne a un grupo de héroes: Santa Claus, el conejo de Pascua, el hada de los dientes, Sandman, y el protagonista, Jack Frost, quien une sus fuerzas a este grupo cuando el malvado Pitch intenta dejar a los niños sin sueños y con mucho miedo. Dreamworks apostó esta vez a los clásicos, con su típico perfeccionismo técnico, y una historia esencialmente infantil, en esta época de tantas propuestas bizarras e innovadoras para niños. El eje principal de la trama es el imaginario infantil, los niños como protagonistas absolutos, de cuya capacidad de soñar e imaginar dependerá el futuro de los héroes, algo que nos recuerda a un clásico como "La Historia sin Fin". Las aventuras de este Dream Team infantil incluyen mucho humor y acción, la clásica lucha del bien contra el mal, los obstáculos a vencer, y los buenos ganándole a los malos. Si bien, las temáticas, y la historia en sí, son bastante típicas, lo que destaca a la película es el desarrollo visual. Mas allá de un 3D manejado a la perfección, lo notable es el carácter estético que se le dio a cada personaje, no solo al diseño del personaje en sí, sino también, al espacio que habita, como el taller de Santa Claus, o el increíble mundo donde viven las hadas, inspirado en el Art Nouveau, donde los personajes parecen salidos de obras de Klimt. Una historia poco innovadora y no muy arriesgada, con los ingredientes emotivos y de humor necesarios, y visualmente a la altura de lo mejor de Dreamworks.
La nueva propuesta cinematográfica de DreamWorks Animation SKG, estudio responsable de las exitosas sagas "Shrek" y "Kung Fu Panda", nos trae una maravillosa aventura basada en la serie de libros "Los Guardianes de la Niñez" (The Guardians of Childhood) del autor e ilustrador William Joyce. Esta película dirigida por Peter Ramsey va más allá de las historias que conocemos sobre estas leyendas y presenta como héroes a Papá Noel (en la voz de Alec Baldwin), el Conejo de Pascua (Hugh Jackman), el Hada de los Dientes (Isla Fisher), Jack Frost (Chris Pine) y Sandman el Creador de Sueños, ya que tienen la misión de resguardar, con sus poderes, la inocencia e imaginación de los niños de cualquier edad. Cuando el malvado Pitch (Jude Law), conocido en diferentes lugares como "El Coco", "El Cuco" o "El hombre de la Bolsa", quien representa el miedo y las pesadillas, amenaza con eliminar a estos guardianes y así robarle a los niños del planeta sus esperanzas y sueños, este grupo de luchadores -que son elegidos por el Hombre de la Luna- se reúne por orden de Norte para hacerle frente. Aquí, Santa Clause es presentado con sus rasgos físicos propios, pero con el adicional de que es ruso, tiene los brazos totalmente tatuados y es un experto en el manejo de las espadas. Ante esta terrible situación que pone en peligro la creencia de los niños, necesitan la ayuda del joven Jack Frost (la personificación de la escarcha y del frío invierno), un solitario e inmaduro bromista que se convierte en un nuevo recluta que prefiere disfrutar un día de nieve antes que salvar al mundo. La línea argumental principal de este film animado y que se proyectará también en versión 3D, recae precisamente en este personaje, ya que desconoce todo acerca de sí mismo y nadie puede verlo porque, a diferencia de los guardianes, nadie cree en él. Desde los lejanos rincones del Polo Norte o los techos de Shanghai hasta una pequeña ciudad en Nueva Inglaterra en la que un niño será la clave para que no se pierda la esperanza (Dakota Goyo), los protagonistas libran una batalla épica y global. Excelente nivel de animación y una bonita composición musical a cargo del francés Alexandre Desplat. Entretenimiento puro de principio a fin. Sin dudas, una cinta repleta de magia y fantasía para disfrutar como anticipo de la época navideña. ¡A no perdérsela!
Con un planteo de clásica fábula infantil Se sabe que el marketing reconfigura a diario los usos y costumbres de la sociedad globalizada, acostumbrándola, por ejemplo, a ingerir gaseosa negra casi como un acto ontológicamente humano. Sin llegar a ese extremo, El origen de los guardianes (a no confundir con la reciente La leyenda de los guardianes, de Zack Snyder) es otro eslabón más de esa larga cadena: un film de animación estadounidense destinado a los menores de ocho o nueve años, con personajes propios de la cultura popular anglosajona y centrado en las posibilidades de creer de un grupúsculo de chicos de aquellos pagos. Lo que no estaría mal, a no ser por la confusión germinal entre lo lúdico y lo pueril y esa pretensión universalista inherente a diez de cada diez producciones hollywoodenses. Así, los engranajes del dispositivo rechinan por esa tensión entre lo local y lo global, de-sinflando una historia cuya premisa era al menos curiosa. Como en la notable Skyfall, la escena inicial de El origen de los guardianes incluye una inmersión profunda en aguas abiertas. Inmersión que en ambos casos tiene una significación similar, clausurando un ciclo y abriendo inmediatamente otro. En el caso de Jack Frost implica el pasaje del mundo de los vivos al mitológicofantástico, ya que desde su muerte es el responsable de las nevadas y la consecuente alegría de los más pequeños. ¿Que no es un personaje propio de estas latitudes de clima cada día más caribeño? Bueno, mucho menos conocido es Sandman, protector de los buenos sueños en las culturas celtas y el norte del río Bravo. Ellos dos, junto con Papá Noel, el Hada de los Dientes, equivalente a nuestro Ratón Pérez, con chiste incluido al respecto, y el Conejo de Pascuas integrarán una comitiva destinada a defender a los menores del más mundializado Cuco, que vuelve dispuesto a acabar con la magia del mundo. La media hora inicial del debut como director en la pantalla grande del hasta ahora animador Peter Ramsey es la más interesante. Hay un planteo clásico de fábula infantil, personajes buenos muy buenos y malos muy malos, un trabajo visual con una paleta de colores infinita y un 3D usado como herramienta funcional a la creación de la profundidad de campo y no como chiche-ferial-arrojador-de-cositas-a-la-platea. E incluso hay una saludable intención de destruir la iconografía tradicional de los protagonistas, reimaginando a Papá Noel como un híbrido entre dirigente soviético de la perestroika y un vikingo otrora poderoso, o al Conejo como un fornido luchador de tai chi de casi dos metros de altura. El problema es que Ramsey parece no confiar en la potencia de su mundo ni muchos menos en la inteligencia de los bajitos y cede ante la tentación demagógica del subrayado y la condescendencia. Se entiende, entonces, el uso de frases tales como “si los chicos dejan de creer, todo se evapora” o que el objetivo del quinteto sea “vigilarlos y llevarles asombro y sueños”. Todo eso hace que El origen de los guardines deje atrás su idea germinal de ser una película para chicos para reconfigurarse en otra que se autocomplace palmeándoles la cabeza.
Caótica, pero encantadora El prólogo de este primer largometraje de Peter Ramsey está ambientado hace 300 años y nos presenta la historia (el misterio) de Jack Frost, un niño fantasma con tantos traumas como poderes sobrenaturales: puede volar, contactarse con los muertos que pululan por todas partes y hasta congelar todo lo que quiere. Ya en la actualidad, Jack Frost se unirá a varios otros personajes (desde Papá Noel hasta el Conejo de Pascuas, pasando por un enigmático y querible personaje como Sandman, hadas y gnomos) y este joven protagonista deberá vencer obstáculos externos y dificultades propias hasta definir si puede sumarse o no a los guardianes del título y, así, podrá ayudar a salvar las Pascuas y la Navidad -y la inocencia infantil- ante la cada vez más poderosa amenaza del tenebroso Pitch Black (un malvado con no pocos puntos en común con el Voldemort de la saga de Harry Potter). Lo primero que hay que decir es que el trabajo de animación en 3D es notable, que la película está llena de momentos de gran inspiración y belleza. Sin embargo, si uno escarba un poco en esa superficie de movimientos fluidos, de hermosos colores y texturas, la narración en sí se torna un poco caótica y tortuosa, sobre todo si se piensa en el consumo de los espectadores más pequeños. El guión de David Lindsay-Abaire -si bien plantea un enfrentamiento clásico entre las fuerzas del Bien y del Mal- superpone demasiados personajes y elementos de distintos mitos, leyendas, tradiciones y fiestas populares. El problema, entonces, es que por momentos queda la sensación de una acumulación antes que de una dosificación y eso provoca que el resultado final no sea del todo convincente. De todas maneras, esta producción animada de DreamWorks tiene un formidable despliegue visual y varios pasajes de creatividad y encanto. Con eso le alcanza (aunque no le sobra demasiado) para convertirse en un digno entretenimiento de animación para toda la familia.
Felices sueños Una especie de Liga de la justicia que cuida a los niños de los malos protagoniza el filme animado de DreamWorks, en 3D. “Nuestra misión es proteger a los niños”, dicen una y otra vez los protagonistas de El origen de los guardianes 3D . Para que quede claro, ellos son Norte, El Conejo de Pascuas, El Hada de los dientes y Sandman. Y hay que explicarles a los chicos que acompañen a papás, abuelos, tíos o hermanos mayores que Norte es Papá Noel (¿será por problema de derechos que lo llaman así?), la que traía los huevos de Pascua para nosotros siempre fue la Coneja y no el Conejo (cambio de género), y al menos sí aclaran como un guiño que “en la división latina” de la búsqueda de los dientes dejados debajo de la almohada, trabaja el Ratón Pérez (en el Hemisferio Norte es el Hada). De Sandman, por estos lares, ni noticias. Hechas las salvedades, a estos cuatro protectores de los sueños y las esperanzas infantiles se les suma Jack Frost, figura legendaria que en la tradición del Hemisferio Norte deja escarcha en las ventanas en invierno, un joven que apenas comienza la proyección descubrimos que es como un fantasma (murió), y al que el Hombre de la luna decidió sumar al cuarteto de arriba para combatir el Mal, encarnado en Black Pitch. Algo así como el monstruo que espera escondido debajo de la cama de los niños para que sus sueños se conviertan en pesadillas. La película animada de los estudios DreamWorks apela al miedo, al susto como fondo, igual que en las recientes Paranormal , Hotel Transylvania o hasta Frankenweenie , para hablar de valores más puros como la solidaridad y el valor propio. Y el sacar de adentro de uno mismo el coraje, la valentía y el espíritu necesarios para enfrentar un mundo cada vez más hostil y menos solidario. No tiene sentido detallar más aspectos de la trama. Sí adelantar que tanto la casa en el Polo Norte de Noel, la madriguera del Conejo y el Palacio de los dientes tienen lo suyo, igual que el trineo de un Papá Noel con los brazos tatuados y que tiene, ejem, dos espadas en sus manos. Basado en una serie de libros juveniles de William Joyce, es un nuevo giro a la eterna lucha entre el Mal (encarnado por Pitch, que gobernaba en la época de la Edad oscura) y el Bien, con los guardianes que reemplazan su miedo y oscuridad con luz, dándoles esperanzas a los chicos. Pitch dice que “ya es el turno de que el mundo los olvide” y quiere volver a reinar. Pero si nos sacan la esperanza, ¿qué nos queda? Lo mejor de esta opera prima de Peter Ramsey es la animación en sí misma, que demuestra que DreamWorks está cada vez más cerca de Pixar, y la banda de sonido de Alexandre Desplat. ¿Sabían que los dientes guardan las memorias más importantes de nuestra infancia? Todos los días se aprende algo nuevo.
Una melosa propuesta para los chicos… Para los muy, muy, chicos. Dreamworks es un estudio relativamente joven que se hizo cargo de algunos títulos excelentes tales como Belleza Americana, Gladiador o Una Mente Brillante. Pero no hay que olvidar que uno de los dueños de este estudio (junto a Steven Spielberg y el pope de la música David Geffen) es Jeffrey Katzenberg que en una época estuvo al frente de Disney. De su mano vinieron las dos primeras producciones animadas del sello de la lunita, Antz y El Príncipe de Egipto, ambas con un despliegue visual impresionante y un reparto de voces a la altura de la mejor producción del ratoncito. Durante muchos años pareció que la trayectoria le gano a la calidad, y fue ahí donde Dreamworks se dio cuenta que si le tenían que ganar a Disney, debían hacerlo con algo original. Dicho adjetivo es un arma de doble filo para el cine de animación, ya que si bien el cielo es el límite, el fin de ese cielo es la calificación de Apta Para Todo Público. Entonces Dreamworks se saca de la galera ese clásico y gran parodia a la melosidad de los cuentos de hadas llamada Shrek que arrasa con todo y cuando la Academia de Hollywood decidió incorporar la categoría de Mejor Película Animada, el ogro del pantano hace historia al ser el primero en llevarse a casa el galardón; de momento, el único (Wallace & Gromit no cuenta; es de Aardman). A partir de ahí, la rama de animación se empezó a ir al muere, y lenta pero seguramente involucionaron hasta convertirse en todo aquello a lo que criticaban con Shrek, siendo el título que nos compete el golpe de gracia. ¿Cómo está en el papel? Es un guión básico: El Cuco ha llegado para armar estragos en los sueños de los niños y sembrar el miedo. Para detenerlo, los guardianes, un grupo compuesto por diversas figuras del folclore festivo (Papá Noel, El Conejo de Pascua y El Hada de los Dientes –aunque nuestro equivalente latino, El Ratón Pérez hace una aparición–) reclutan la ayuda de Jack Frost, un niño que trae la magia del invierno a los más pequeños, pero que no siente que puede lidiar con semejante responsabilidad. A partir de aquí se produce un compendio de todos los lugares comunes que se puedan imaginar: Rencillas internas entre los protagonistas, los nenes dejan de creer y los personajes pierden sus poderes, el malo es un reverendo desalmado. Adivine, lector, adivine, lo que primero le venga a la mente; seguro le atina. Si hay algo por lo que se distinguió la animación moderna, es en generar guiones profundos, ya que los realizadores de hoy son conscientes que los nenes no van solos al cine. Este guión aunque bien estructurado, no profundiza, no pasa de unos cuantos chistecitos o situaciones graciosas, y hablan más de la luna que en el programa más meloso de Cris Morena. ¿Cómo está en la pantalla? La animación es decente, el 3D no tanto. El diseño visual, escenografía y fotografía están relativamente bien. No hay mucho más que contar. Un prospecto interesante seria ver la versión original con las voces de Chris Pine, Jude Law, Alec Baldwin y Hugh Jackman. Pero nada de lo arriba mencionado, ni siquiera la música, sirve para tapar las falencias de su guión. Conclusión Una película más del montón que los pequeñuelos seguramente disfrutaran el tiempo que este dure en cartelera. Eso sí, quien los acompañe, pídanles por favor a sus chicos que lo despierten cuando termine la película, porque este título es la prueba cabal de que por algo nos contaban los cuentos de hadas antes de irnos a dormir.
Rise of the Guardians, la nueva propuesta de animación de Dreamworks es un relato basado en una serie de novelas de William Joyce llamadas “The Guardians of Childhood”, dirigida aquí por Peter Ramsey, realizador de Monsters vs. Aliens y de larga trayectoria como colaborador en la parte artística de grandes filmes (Minority Report, Día de la Independencia, El Club de la Pelea, entre muchas otras). Se cuenta la historia de la gran mayoría de los mitos que mantienen la ilusión en nuestra infancia (Papá Noel, El Hada de los dientes, Conejo de Pascuas) que deben unirse y trabajar juntos para mantener la esperanza en los niños del mundo cuando Pitch Black (también conocido como El Cuco) intente desplazarlos para imponer el miedo y la oscuridad. Como parece que Pitch ataca con todas sus fuerzas, El Hombre de la Luna (una especie de oráculo) les pedirá que busquen un nuevo guardián para que los ayude en la tarea: Jack Frost, un jovencito irresponsable que vaga por la eternidad sin saber por qué....
Variados desafíos interestelares Jack Escarcha, algo así como un Peter Pan mágico, se ocupa de contactar a personajes como Santa Claus, el Conejo de Pascua y el Hada de los Dientes, que se dedican a oficios eternos como entregar juguetes en Navidad, esconder huevos de chocolate en Pascua, o reemplazar un diente caído por alguna moneda. Nosotros conocemos a algunos de estos personajes, como Papá Noel, o el Ratón Pérez de iguales funciones con la clientela infantil. No es que el chico esté por crear un club de celebridades, es que hay que unirse contra un personaje siniestro, la Sombra, que amenaza con sacar de la memoria de los niños a estos personajes. Por supuesto, todos se unen con sus poderes para conservar la ilusión de los más pequeños. LAS IMAGENES "El origen de los guardianes", se basa en "El hombre en la luna" y en uno de los libros de la serie "Los guardianes de la infancia", de Edward William Joyce, importante escritor e ilustrador norteamericano, creador de los personajes de "Toy Story", "Bichos" o "Robots", con Chris Edge. La película tiene un gran despliegue técnico, abundantes efectos especiales, bellas imágenes, a veces demasiada vertiginosidad en las escenas del espacio, lo que supone cierta pérdida del disfrute visual y algún barroquismo en la acumulación de personajes. Hay una particularidad que quizás actúe en contra de "El origen de los guardianes", ninguno de los personajes tiene suficiente carisma como para que el espectador lo destaque, ya sea por su simpatía o fuerza. LOS PERSONAJES Santa Claus es un poco severo en su diseño visual, Jack Escarcha es bello, pero como su nombre lo indica, un tanto frío; el Hada de los Dientes es simpática, pero no demasiado atractiva y Sandman, gracioso, pero poco comunicativo. En cuanto a Bunny, el Conejo, es tan desgarbado como poco atractivo. Veinte minutos antes del final, la historia se reitera. Entre las escenas recordables, pueden destacarse: la de los dinosaurios dorados caminando por las calles, o las pequeñas hadas del tamaño de un colibrí integrando el ejército de "superhéroes", que luchan para que los niños siempre tengan sueños, esperen con alegría lo maravilloso y no sean asaltados por el miedo.
Dedicada los bajitos, una anécdota la lucha de los buenos: Papá Noel, el conejo de Pascua, el hada de los dientes y otros amigos que se unen para preservar la alegría y imaginación de los nenes, en contra de un malo que solo quiere sembrar pesadillas. Despliegue y entretenimiento para chicos por arriba de los seis años.
El origen de los guardianes es más del palo de Cómo entrenar a tu dragón dentro de la factoría de Dreamworks. No es ni prima de una Shrek. Esto en de cierta manera es para decir que hay más "historia". No está mal cuando dicen que es una especie de Los vengadores para los más chicos, ya que es la unión de muchos de los personajes populares de varias edades. La película es entretenida y la historia está muy bien. Decae un poco en ritmo, pero los chicos la van a disfrutar sin lugar a dudas. Y si bien es la rama seria de Dreamworks, por momentos me hizo recordar a las historias de Tinkerbell de Disney por sus personajes en si y las cosas que viven. También de receta de éxito actual de animadas en la gran pantalla, fue poner "un muñeco divertido y gracioso" como los colaboradores de Papá Noel. Es un buen cuento por sobre una película entretenida. Por lo que posiblemente los mayores de 8 años la disfruten más que los más chicos. Pero está muy bien y es una buena salida familiar.
En los últimos años el estudio Dreamworks parece estar dividido en dos compañías diferentes. Por un lado está la división que hace filmes con objetivos estrictamente comerciales como las secuelas de Madagascar y la otra rama que brinda películas donde el fuerte de esas producciones reside en contar con un mayor cuidado artístico y una gran historia. Ejemplos recientes de esta cuestión fueron los filmes de Kung Fu Panda y Cómo entrenar a tu dragón. El origen de los Guardianes es otra excelente obra de este estudio que se inspiró en la trilogía de libros “Los Guardianes de la Infancia” (que lamentablemente no se editó en castellano), de William Joyce, quien en mi opinión es uno de los mejores autores dedicados a la literatura infantil por estos días. Joyce, que también trabaja en el mundo de la animación, fue creador del exitoso programa para niños Rolie, Polie, Olie (que se emite por Playhouse Disney) y autor del libro “Un día con Wilbur Robinson” que fue adaptado por el estudio del ratón Mickey en esa gran película que fue La familia Robinson. Es loco lo que hicieron con los Guardianes porque la película no se basa exclusivamente en los libros, sino que está inspirada por esas historias. En aquella trilogía literaria Joyce trabajó los orígenes de Santa Claus, el conejo de Pascuas y el Hada de los dientes. El film transcurre 200 años después de esos relatos y muestra a los personajes trabajando en equipo, donde esta vez se les suma un nuevo integrante como es Jack Frost. La trama en un punto no es otra cosa que Los Vengadores para niños con estos clásicos íconos de la infancia. En lugar de Loki acá los héroes deben enfrentarse al famoso Cuco que es el villano principal de la trama. El origen de los guardianes es un excelente debut del director de Peter Ramsey, quien comenzó su carrera con Pesadilla 5, ilustrando story boards y desde entonces colaboró en esa función en muchísimos filmes famosos como El club de la pelea, Día de la independencia y Minority Reports, entre otros. La verdad que Ramsey resultó todo un hallazgo de los estudios Dreamwoks porque le confiaron la película a un director que se preocupa por el desarrollo y la interacción entre los personajes, al mismo tiempo que no deja lado los aspectos técnicos, donde también sobresale esta producción. Cabe destacar que el realizador contó también con dos importantes asesores como Guillermo del Toro (Hellboy) y Roger Deakins (clásico colaborador de los hermanos Coen), uno de los mejores directores de fotografía de la actualidad. Con semejantes monstruos colaborando en este proyecto la película de Los Guardianes no podía fallar desde los aspectos visuales y Dreamworks en este casó brindó uno de los mejores filmes que hicieron en los últimos años. Hay escenarios y secuencias de acción que se ven increíbles y brindan un universo de fantasía maravilloso. Como sucede con las grandes producciones de este género los efectos visuales no opacan ni distraen de la narración de la historia, sino que son un gran soporte de este gran concepto que creó el autor William Joyce, que logra emocionar y entretener a cualquier espectador que se deje llevar por esta gran cuento y esté conectado con su niño interior. Una de las mejores películas animadas de este 2012 que recomiendo no dejar pasar en el cine.
Esta nueva producción animada de los estudios Dreamworks, nos revela un nuevo universo fantástico, valiéndose de los mitos infantiles más populares. El resultado es un filme animado prodigioso. La calidad técnica de la animación es asombrosa, los personajes tienen una fluidez y una naturalidad de movimientos que impresiona, al igual que el realismo en la expresiones faciales de cada uno de los protagonistas. Los ambientes en donde se desarrolla la historia, también impactan, sobre todo la morada de Santa Claus, monumental y colorida, plagada de detalles; y las secuencias oníricas que destacan por su plasticidad y elocuencia. Los elfos ayudantes de Papa Noel, resultan graciosos y no cansan, ya que sus gags están estratégicamente ubicados a lo largo del metraje para no saturar. Quizás sea un tanto oscura y violenta para los más pequeños, pero los amantes de las historias fantásticas y las reuniones de superhéroes estarán de parabienes con esta pequeña joyita.
Cuando la cartelera se nos iba quedando lejos de la familia, llegó un nuevo lanzamiento de Dreamworks de manera de frenar la sequía de títulos dedicados al gran público. “El origen de los guardianes”, se enmarca dentro de las tradicionales historias a las que el cine de género nos tiene acostumbrados: la lucha entre el bien y el mal, con estereotipos bien definidos, y un conflicto que crece en tanto el público se identifique con él. En este caso en particular, siendo que pude ver la película en sala con niños, les digo, cuesta generar ese vínculo. Tal vez sea que el espíritu de la propuesta, (sobre todo el que emana un protagonista poco conocido por estas tierras, como ícono popular, hablamos), esté más cercana a las audiencias anglosajonas que latinas. No es un tema menor, sentí que la historia es un poco alejada a nuestro enfoque cultural y ese ruido que posee, la hace menos disfrutable y árida, de alguna manera, para el espectador atento y ávido, de cualquier edad. A ver, “Rise of the Guardians”, es la historia de la integración de Jack Frost , un personaje extraño (si me perdonan, es así!), un niño / adolescente (invisible y con mucha magia) al grupo de "los guardianes". Quién son ellos? Un grupo de protectores famosos, en el mundo del hemisferio norte: Santa Claus (aquí con otro nombre), Bunny (el Conejo de Pascua), Sandman (acá empiezan los problemas, un ser que cuida los sueños de los chicos y que es todo dorado) y el Hada de los Dientes (la que te trae dinero a cambio de los dientes que se le caen a los niños), en una situación de desesperación: hay un malvado de turno que amenaza con hacerlos desaparecer de la percepción de los niños de todo el mundo... Pitch Black, el villano, es una especie de "cuco", que utilizando sus artes oscuras, intentará desterrar el poder benéfico de los guardianes y sumir a los niños en el miedo y las pesadillas (se ve que estudio con Freddy Kruger). Volviendo a la trama, Jack es convocado por los otros guardianes para enfrentar al malo de turno. Claro, que él, tiene sus dudas acerca de la conveniencia de unirse o no al grupo. Arrastra un fuerte trauma, a pesar de poder interactuar en el mundo real, los chicos no creen en su presencia y no lo ven, lo cual afecta seriamente su autoestima. La película nos muestra los vaivenes de la lucha y la relación de los guardianes con un grupo de niños del vecindarios que funcionan como grupo de referencia. En líneas generales, los aspectos técnicos del film que dirige Peter Ramsey, son casi sobresalientes. En 3D, la película estalla en pantalla, literalmente. La animación se destaca y los gags y persecusión lucen precisas y convincentes, siendo uno de los puntos altos de la propuesta. El tema a resolver es la llegada de los personajes al universo del espectador. Los guardianes son un grupo especial, pero alguno de ellos son desconocidos para nuestro público. Eso le resta puntos a la propuesta, porque los peques de la sala, mucho no comulgan son Sandman, por ejemplo. Lo mismo sucede con Jack Frost. Falta carisma, para mí. Y el guión es un poco extenso y complejo para niños: está bien que la historia tiene sus vueltas, pero a veces en ese sentido, la naturaleza de los eventos toca temas fuertes como la identidad, el trabajo en grupo y las angustias infantiles y no pasan desapercibidos emocionalmente desde la butaca. Tampoco sentí mucho humor, como espectador adulto, cosa que sí me pasó con otros títulos de Dreamworks. En síntesis, un film correcto, de excelente factura desde lo visual y una temática que no es tan directa como parece desde los afiches de prensa, sobre todo si los chicos son menores de 7 años. Aprobada aunque sigo que la elección anglosajona en la constitución de los referentes de la peli le puede jugar en contra a la hora de convocar en el público latino.
Sólo el excelente 3D justifica ver a estos “guardianes” En sus mejores momentos, «El origen de los guardianes» es un verdadero festín de animación pensada especialmente para el sistema 3D digital, al punto de que verlo en versión plana no tendría el menor sentido, o mejor dicho sería un desperdicio. Es que en cada secuencia importante del film, la estereoscopia está llevada a sus máximas posibilidades, y en este aspecto, así como el de la dirección de arte, la película es fabulosa. Lo mismo se puede aplicar a algunos otros rubros técnicos, empezando por el score de Alexandre Desplat. Pero no pasa lo mismo con un guión que depende tanto de los aspectos visuales como para no preocuparse mucho de la fluidez en su construcción narrativa, con algunos serios baches que pueden confundir tanto a adultos como a niños, que además, al menos desde nuestra perspectiva latinoamericana, deberán tratar de dilucidar un grupo de personajes y mitos totalmente ajenos a nuestra cultura, como el conejo de Pascuas, el hada de los dientes (versión anglosajona del Ratón Pérez) o el protagonista, Jack Frost, especie de duende del hielo. Todos ellos convocados por el Señor de la Luna para formar parte de este grupo de «guardianes» ante la reaparición de nada menos que «el Coco» (así con doble o, como en los doblajes de los cartoons clásicos que aseguraban «duérmete niño duérmete ya, que viene el coco y te comerá»). Hay que señalar que entre los guardianes hay un Papá Noel en versión San Nicolás que combate al Cuco blandiendo dos sables. Más allá de que estos detalles tienen que ver con la orientación al público anglo (y el doblaje, que seguramente no puede compararse con la versión original con las voces de Hugh Jackman o Alec Baldwin), de todos modos queda claro que el film propone una mescolanza mitológica un tanto abrumadora acompañada de resoluciones argumentales un tanto obvias, con el énfasis puesto en que la ilusión de los niños todo lo puede. Todo esto puede ser desparejo, pero vale la pena por el uso intensivo e imaginativo del 3D. En versión plana, el asunto debe ser bastante distinto.
Me lo dijo la Luna… Recientemente en la cartelera porteña hemos tenido una verdadera andanada de productos hollywoodenses de animación que deslumbraron desde el punto de vista estético pero que no llegaron a despertar un mínimo interés estándar en el apartado del contenido, esa “bifurcación” abstracta que suele implicar un padecimiento y/ o oportunidad para la obra en cuestión, léase la disyuntiva de los recovecos de la memoria o el panteón del olvido. Buscando a conciencia esta desarticulación entre campos que deberían ir hermanados, el cúmulo de películas infantiles de los últimos tiempos provoca más indiferencia que tedio. Ponderando a rajatabla los sinsabores del camino trazado por films como ParaNorman (2012), Hotel Transylvania (2012), Valiente (Brave, 2012) y La Era de Hielo 4 (Ice Age: Continental Drift, 2012), El Origen de los Guardianes (Rise of the Guardians, 2012) funciona principalmente como un combo muy heterogéneo en términos formales -destinado al público ATP- que aglutina elementos varios del cine de acción, las comedias familiares y la fantasía épica. Aquí en especial descolla la excelente utilización que el director Peter Ramsey y su equipo técnico hacen de la tecnología 3D, con escenas planeadas al dedillo. La trama explota determinados personajes infantiles que tienen una gran penetración en el imaginario anglosajón (si bien en la periferia conocemos de sobra a algunos de ellos porque poseen alcance mundial, el resto pertenece casi exclusivamente al hemisferio norte). Así las cosas, este refrito de La Liga de la Justicia/ Los Vengadores propone un escuadrón de “superhéroes populares con regalos incluidos” compuesto por Santa Claus, el Conejo de Pascua (Easter Bunny), el Hada de los Dientes (Tooth Fairy) y Sandman, otra encarnación mítica que en este caso garantiza “dulces sueños” arrojando arena en los ojos de los niños. En medio de toda esta ensalada encontramos a Jack Frost, aquel encargado de abrir las puertas del invierno hoy devenido en el carilindo incomprendido de turno, y al “Cuco”, Bogeyman para los estadounidenses, ese villano amorfo que desea arruinar la vida de los pequeñines para que “jamás lo olviden”. Resulta obvio que el guión de David Lindsay-Abaire, a partir de un par de trabajos de William Joyce, no se destaca por su originalidad ni pretende ser más que lo que es, una excusa para el despliegue visual. No importa que los “guardianes” sean elegidos por la Luna, sólo perdura la pompa sensorial de la industria…
El origen de los guardianes es una película con una imaginación magnífica, con vitalidad, con una historia que llega cerca del corazón, y con muy buenos efectos visuales. También es una película con partes oscuras, que pueden atemorizar a algunos niños. Y también, un relato sobre algunas tradiciones que no son las nuestras, a las que en muchos momentos de la película, nos asomaremos como extraños. El argumento tiene a Santa Claus y al Conejo de Pascuas (hasta aquí conocidos por nosotros), más el Hada de los Dientes (el Ratón Pérez del hemisferio norte), Jack Frost (figura élfica que hace llegar el invierno) y Sandman (personaje del folklore anglosajón que ayuda a soñar lindo a los niños esparciendo arena mágica en sus ojos), reunidos en una especie de grupo de superhéroes. El villano, en tanto, es Pitch Black (el negro absoluto), quien infundiendo el miedo quiere que los niños dejen de creer en los seres maravillosos y sólo piensen en él. El nombre de William Joyce debe ser tomado como referencia para quienes se interesen en esta película. Se trata de un escritor para niños (entre otros oficios) del que solo se conoce una uña en esta parte del mundo, pero que en EE.UU. es famoso y prolífico. De su pluma llegó hasta aquí solamente una adaptación antes de la presente, se trató de La familia del futuro. Pero Joyce tiene decenas de libros y hasta sagas escritas, y está muy vinculado al mundo del cine, habiendo colaborado por ejemplo en el concepto de la creación de personajes para filmes como Toy story y Bichos. Asimismo, como codirector, ganó este año el Oscar al mejor cortometraje animado con un trabajo titulado The fantastic flying books of Mr. Morris Less more (Los fantásticos libros voladores del Sr. Morris Menosesmás), que se proyectó en algunas salas en los últimos meses, circuló por Facebook y también puede verse por YouTube.
Los “guardianes” del título son Papá Noel, el Conejo de Pascuas, el Hada de los Dientes, etcétera. El mundo está amenazado por un hipervillano poderoso y allá van estos personajes legendarios para solucionar el asunto. Es cierto, nada original o casi, y lo más interesante de esta película visualmente atractiva es menos lo que es que lo que no llega a ser. De hecho, se trata de un film de superhéroes con fondo paródico (no tenemos Iron Man, sino Papá Noel, digamos; o la voz en inglés del Conejo de Pascuas es la de Hugh Jackman) que trata de contradecir todos y cada uno de los lugares comunes del (ya) género superfuerte. Pero hay un punto en el film donde empieza la aventura, comienza la acción y la película se desliza hacia la aventura. Y curiosamente, aunque el humor no escasea nunca (tampoco da siempre en el blanco, que quede claro), se vuelve un film más de género, salvo que sus personajes en lugar de aparecer en el papel impreso provienen de las creencias populares. Así las cosas, lo que pudo ser es un poco más interesante de lo que fue. Mientras tanto, el film no aburre, lo que ya es en sí mismo un valor importante.
Una historia diferente sobre actitudes positivas Conservar la capacidad de asombro, la alegría y la esperanza en los niños es la única oportunidad que el mundo tiene para mantener su luz. El mensaje de El origen de los Guardianes es claro y definido. El asunto de la trama es el "cómo" lograr tamaña meta. Es víspera de Pascuas e inicio de la primavera en el Hemisferio Norte. Todo parece desenvolverse de la manera usual. Los niños norteamericanos corren y juegan --al igual que la mayoría de sus congéneres en el resto del planeta--, confiados de que el Conejo de Pascuas tendrá listos los huevos pintados que les serán obsequiados en la mañana siguiente. Mientras el roedor trabaja contrarreloj, el resto de los personajes de celebración --que unos creen imaginarios y otros siguen esperando con absoluta fe--, se abocan a sus obligaciones cotidianas: el Hada de los Dientes dirige un ejército de haditas que por las noches revisan bajo las almohadas en busca de tesoros que trocan por monedas; Meme, el hombrecito de los sueños vela por el buen descanso y mejores fantasías; y Norte --Papá Noel-- prepara en su taller los regalos para la siguiente Navidad. Cada uno cumple con la misión que les fue encomendada como guardianes de las ilusiones infantiles por El Hombre de la Luna. Sólo un par de seres vagan por el universo como almas en pena, recluidos en el olvido: Jack Frost, un adolescente travieso, que provoca molestias con sus ventiscas, heladas y nevadas, y que congela las narices de los chicos mientras patinan y emprenden viajes en trineo. El otro es Pitch, el Coco o Cuco, un hombre oscuro que se esconde bajo las camas y busca el momento de asaltar a los chicos con pesadillas. Ambos comparten la frustración de haber sido expulsados de las memorias durante siglos, por generaciones de chiquilines. Claro que quedan en bandos opuestos cuando Pitch amenaza con regresar y sembrar el mundo de tinieblas y Jack es elegido por el Hombre de la Luna como nuevo líder y refuerzo del escuadrón de guardianes. El mayor inconveniente reside en que este muchacho rebelde no está dispuesto a renunciar a la libertad de hacer a su antojo, aunque sí lo inquieta averiguar por qué razón se le encomendó esta misión. Entre las cuestiones existenciales de Jack y la lucha para evitar que Pitch se salga con las suyas, transita un relato que fue contado por Peter Rampsey con creatividad y soltura. El director ordena el discurso visual de modo tal de explicar las circunstancias de cada personaje y sus razones de ser y hacer, utiliza flashbacks esclarecedores y equilibra los tiempos de narración. Las secuencias aéreas y de persecución, fantásticos escenarios y nevadas inexplicables, dan sentido al rodaje en 3D, que reserva un instante maravilloso sobre el final. Cine alegórico, dada la cercanía de las fiestas de fin de año, tiene de interesante el hecho de estar contando una historia diferente, que además les habla a los adultos acerca del sentido de mantener vivos los sentimientos, actitudes y capacidades positivas, tan propias de los niños.
El origen de los guardianes es una película animada de gran calidad con una buena historia para disfrutar. Es de destacar que el guión no usa ningún chiste escatológico, ni groserías ni clichés como para divertir de manera fácil. Aquí se le dio un gran valor al cuento y se pude ver que realmente se sentaron a escribir. Pero es posible que algunos niños muy chiquitos no lo pasen del todo bien ya que...
¿Cuál es tu interior? Extraordinaria película de animación donde las fábulas infantiles anglosajonas se enfrentan unidas al máximo temor de los niños, El coco. A través de un espectacular despliegue visual, lleno de colores y texturas, se narra esta especie de liga de la justicia festiva donde con mucho dinamismo y creatividad se deslumbra a espectadores de todas las edades. La película se centra exclusivamente en el personaje de Jack Frost cuya habilidad es congelar todo lo que toca, pero no sabe quién es o el objetivo de su presencia. Además sufre de soledad, ya que como los niños no creen en él, está solo. Sin embargo, la aventura se desata y obtiene la oportunidad de conocer su origen. Una emocionante historia que le otorga a la película una gran cuota de humanidad. De hecho, debido a que el antagonista padece una crisis similar, todo el relato se puede enmarcar en un drama existencialista. Ambos quieren se reconocidos por el mundo que los rodea, sin embargo cada uno lo canalizó de maneras diferentes. Mientras Frost tiene una mirada optimista y alegre de su dilema, el Coco solo siente rencor y amargura. Sin lugar a dudas, el punto más alto de la película se encuentra en su despliegue visual. Cada escenario, cada movimiento es espectacular. Desde la confección de los personajes a los colores y formas de los distintos objetos, todo es sublime. Realmente tiene un cuidado estético que logra expresar con extrema eficacia los distintos estados de la película. Hay oscuras y espesas nubes llenas de terror, coloridos túneles cubiertos de esperanza y una luna tan brillante como imponente que marca claramente el destino. No obstante, la historia sufre de un problema fundacional que es el mito de los personajes. Hay muchos aspectos de la misma, como la luna en su rol de jefa, que no convencen demasiado. Incluso aquí la trama se debilita en su intención de ser un relato más profundo que solamente una historia sobre la lucha entre el bien y el mal. A pesar de tener un drama basado en el origen del protagonista, cada personaje tiene su rol bien definido donde los buenos tienen atributos de esperanza o alegría, mientras el villano es malo porque su habilidad es generar miedo en los niños. Igualmente "El origen de los guardianes" tiene una historia muy bien armada donde con gran habilidad se va narrando la venganza de El Coco y como progresivamente se va fortaleciendo mientras con cada aparición suya va dejando fuera de combate a cada héroe infantil. Una muy buena historia que a pesar de tener un final poco satisfactorio donde el villano es derrotado de una manera un poco abrupta y forzada, logra llevar con enorme intensidad un relato que entretiene de principio a fin.
Santa, el hada de los dientes, el conejo de pascuas, Sandman y Jack Frost se unen es esta entretenida película que une la fantasías de los más pequeños con una aventura que llevará a su personaje principal a descubrir su verdadero yo y su misión en este mundo. Su director, Peter Ramsey, debuta por primera vez en cine con este film animado que reune a los personajes de algunas festividades, y otros del imaginario de los niños, con el fin de frenar el terror que está desatando Pitch, el temido Boogeyman. Jack Frost despierta sin saber qué hace en este mundo, sin recuerdos más que su nombre. De a poco descubre la forma de usar sus poderes para divertirse, pero nada más que eso. Pero tiempo después se ve en una encrucijada cuando es elegido para unirse a los guardianes, un grupo de personaje unidos para proteger a los niños. Su gran problema es que no sabe quién es ni que hace allí y por eso no se cree capaz de tal tarea. Es así que inicia un viaje para poder descubrirse a si mismo, un viaje que se ve interrumpido constantemente por Pitch, quien intenta apoderarse del mundo a través del temor de los todos los niños. Desde un principio puede resultarnos rara la idea de ver a estos personajes juntos en una historia, pero la verdad es que está bien armada y todo encuentra su lugar. De a poco nos dejamos llevar con la historia y pasamos a interesarnos en averiguar, junto con el personaje principal, cuál es su verdadera misión como guardián. Cada uno de estos personajes tiene una personalidad interesante que iremos descubriendo a medida que avance el film. Los que más destacan son Norte (Santa), Jack y Conejo. No hay que dejar pasar algunos buenos momentos de comedia provistos por Meme (Sandyman), los duendes y los yetis de santa que simplemente levantan el tono de la película con su humor. Lo visual y la animación es impecable. De las interpretaciones de los actores que prestan su voz puedo decir poco debido que vi una versión doblada. Lo que si cabe destacar es que es un film que va apuntado a los más pequeños, a diferencia de las ultimas películas animadas que salieron. Seguramente ellos disfrutarán cada momento de esta historia. “El Origen de los Guardianes” se presenta como una buena opción para los chicos en esta época.
Extraña apuesta la de Dreamworks en esta parte del año. Estamos saliendo de Halloween (más para ellos que para nosotros) con tres productos para chicos que tuvieron buena suerte en la taquilla: “Frankenweenie”, “Paranormal” y “Hotel Transilvana”, de esta última ya se anunció una secuela para 2015. Sin embargo estamos comercialmente lejos de la navidad, considerando que la supervivencia exclusiva en cartelera para cualquier película no supera las tres semanas. Luego se puede ver todo on line , o conseguirlo en la boca del subte. Resulta más extraño todavía porque “El origen de los guardianes” tiene enormes puntos a favor, aún persiguiendo el estigma creativo de “Shrek” (2001). A partir de aquella genialidad cada estudio, tanto de animación como de ficción en carne y hueso, ha intentado mezclar personajes universales de todas las épocas. Ejemplos de suertes dispares serían “Van Helsing” (2004) o la anteriormente mencionada “Hotel Transilvana” (2012). Esto no tiene nada de malo si se lo sabe combinar detrás de una buena idea. “El origen de los guardianes”, basada en cuentos de William Joyce, lo hace muy bien. ¿La clave? Dos o tres personajes que conocemos todos, aggiornados de forma arbitraria pero conveniente para darle fuerza a la esencia de sus características. Bajo la premisa "hay que proteger a los chicos", la Luna (no habla ni nada, pero es un personaje más) elige a Jack Frost (para la mitología anglosajona europea es una suerte de Elfo solitario, con pocas pulgas y creador de la escarcha y la nieve en invierno) como nuevo miembro de la liga de los guardianes integrada por Papá Noel, el conejo de pascuas, Sandman, el mudo amo de los sueños, el Hada de los dientes -acá sería el Ratón Pérez- y otros más. Todo para combatir a Pitch Black, el villano que convierte todo en pesadillas. Mas allá de las diferencias culturales todo se entiende en pocos minutos, o sea que no hay preguntas flotando mientras transcurren los hechos. Lo cierto es que, ya sea con varios pasajes de comedia "clownesca" a-la-Chaplin (o a-la-Pepe Biondi, como prefiera) por parte de los duendes resignados de Papá Noel o de diálogos ingeniosos, “El origen de los Guardianes” se las arregla para instalar cómodamente una historia entretenida con una enorme dosis del buen cine de aventuras de antaño, sin dejar de respetar los códigos de lenguaje para chicos de ésta época. El doblaje en español es notable aunque el elenco en inglés es multiestelar (Alec Baldwin, Jude Law, Chris Pine y Hugh Jackman, entre otros) Es este sentido Dreamworks ha logrado algo que parecía muy difícil: Salirse de la Shrek-dependencia en términos de originalidad, para acercarse bastante a la inventiva de Pixar. Con un aditamento impensado hasta ahora: la estética. Peter Ramsey debuta como director pero tiene amplia experiencia como artista de storyboard en obras como “Hombres de Negro” (1997), “Inteligencia Artificial” (2001) y “Ladrón de Orquídeas” (2002). En esta disparidad de obras se explica una dirección de arte inusual para el cine de animación. Es como si estuviéramos ante una película de Pixar dirigida industrialmente por Tim Burton (si esto fuera posible). Para el caso hay una variante de la utilización del 3D. Puede verse en formato tradicional, pero algo de la profundidad de campo (sobre todo en las acciones que ocurren de noche en "exteriores") se distingue del resto de lo que hemos visto antes. Ahondar en el resto de la trama sería quitar sorpresa. En todo caso valores como la pertenencia al trabajo en equipo, la tolerancia y la ponderación de los actos nobles en pos de la nobleza de los buenos actos, bien subrayados en esta obra, de la cual uno espera que por única vez, llegue a muchos chicos y grandes, pero que la dejen ahí. Así está bien con “El origen de los guardianes”. Si usted quiere pruebe pensar una idea de secuela y verá que, ante semejante peligro, nada puede surgir más que ejemplos forzados de lo que ya de por sí (sin ser una obra maestra) está bien contado. Por una vez dejen que la fantasía perdure por años. Dejen vivir la leyenda por difícil que sea. Oblíguese Hollywood a pensar en otra cosa. Verán que la intención de proteger la fantasía universal de cada niño a posteriori es mucho más valiosa que descuartizar una idea en pedazos rentables. Vaya tranquilo con los chicos. Esta película es un buen entretenimiento que justifica el paseo.
Creer o reventar La capacidad de los chicos para creer, y para poder hacerle gastar plata a sus padres, ha sido el sustento por décadas de muchas de las festividades repartidas durante el año. Pero en el universo de El Origen de los Guardianes, todo está en peligro por un plan maquiavélico de Pitch Black, una versión anglo del cuco. Un equipo especial a lo SWAT y aggiornado (como en la estrenada hace unas semanas Hotel Transilvania), compuesto por Norte (o Papá Noel, con sus listas de niños buenos y malos tatuadas en los brazos), el Conejo de Pascuas armado con un boomerang, el Hada de los Dientes y Meme el hombre de los sueños -todos bajo el comando del Hombre de la Luna- intentarán salvar a los niños de un destino lleno de pesadillas y miedo. Para ello, reclutarán a Jack Frost, el responsable de la llegada del invierno, que olvidado por los infantes del mundo lleva un par de siglos como paria. Visualmente impactante, El Origen de los Guardianes es una película de aventuras. De demasiadas aventuras, tal vez. La excelente animación -con humanos llenos de expresión y que no recaen en el uncanny valley (esa instancia que termina causando repulsión, como ocurría en la ya lejana Expreso Polar)- está muy bien aprovechada para las constantes secuencias de acción, llenas de recursos visuales orginales (hay un poco de Fantasía por ahí, eso sí). Pero tanto afán de aventuras, que lleva al público de un desafío a otro por el cual los protagonistas tienen que pasar para vencer al villano, puede generar que sus 97 minutos de duración se sientan como bastante más. Si bien la mayoría de sus personajes surgen de costumbres y mitos anglosajones, la traslación al mercado latino no presenta mayor problema, salvo por el doblaje. Se pierden no sólo las voces originales de Alec Baldwin como Norte, Chris Pine en el papel de Jack Frost, Isla Fisher haciendo de hada y Jude Law interpretando a Pitch Black; si no que en el camino quedan varios chistes, como la chicana de Frost al Conejo de Pascuas, al que lo confunde con un canguro (y que está interpretado por el australianísimo Hugh Jackman). Las risas quedan reservadas para el humor físico a cargo de los duendes de Norte y los Yetis (que en esta versión son los verdaderos encargados de armar los juguetes de Navidad). El film basado en una novela de William Joyce (quien ya incursionó en la animación con The Fantastic Books of Mr. Morris Lessmore, que ganó el Oscar a Mejor Corto Animado) y dirigido por Peter Ramsey (veterano del storyboard) permite disfrutar los momentos concebidos espectacularmente para el 3D, pero la historia en sí no pasa de los tópicos clásicos del cine infantil; en este caso no dejarse vencer por el miedo y aprender a trabajar en equipo. A cargo de la producción ejecutiva estuvo Guillermo Del Toro, y por ahí resurge la obsesión del director/productor con los pozos, lo subterráneo y lo que allí habita, como ya lo exploraba en el Laberinto del Fauno, Mimic, El Espinazo del Diablo y su producción de No Temas a la Oscuridad.
La liga de la magia Sinceramente el tráiler no decía mucho y los personajes no generaban demasiada empatía, pero el film de Peter Ramsey gana en muy buena ley su espacio dentro de la por demás extensa producción animada de este año. Y, más y mejor, vence los prejuicios de este cronista, que fue al cine con el termómetro de la expectativa bordeando el grado cero. El origen de los guardianes, nueva producción de Dreamworks (que lentamente va encontrando el tono adecuado película a película: ya casi no hacen cosas que den vergüenza, como El espanta tiburones o Monstruos Vs. Aliens), se basa en un material preexistente, unas novelas creadas por William Joyce (el autor del libro en el que se basaba también La familia del futuro), en la que personajes como Papá Noel, el Conejo de Pascuas o el Hada de los Dientes trabajan en una especie de grupo de elite para proteger a los más chicos de ese mal conocido como miedo. Casi casi como Los vengadores o La liga de la justicia, pero con una cuota mayor de sensibilidad. Es que cada personaje representa una entidad milenaria en eso de hacer creer a los más chicos que la magia existe en este mundo. El origen de los guardianes tiene bastante de comedia y mucho de acción y aventuras, y sin sobresalir necesariamente en ninguno de los dos apartados, logra fusionar adecuadamente ambos rubros con algunas secuencias vertiginosas y con mucho ritmo. En eso mantiene la línea Dreamworks del correr y pensar poco. Y se agradece, ya que si bien hay bastante de moralina dando vueltas (se entiende, es casi un cuento navideño) y no se evita la cuota truculenta en el personaje de Jack Frost (un adolescente salido casi de un texto de Dickens), lo fundamental en la película está dado por el movimiento y por cómo esos personajes se comportan dentro de esa velocidad que imprime Ramsey. Tal vez el mayor problema de El origen de los guardianes sea que en definitiva nada de lo que se ve sea del todo original (esos duendes, por ejemplo, le deben mucho a los minions de Mi villano favorito, y el vilano tiene bastante de lord Voldemort). Pero en todo caso, lo novedoso está dado aquí por un diseño visual ajustado y coherente con el desarrollo de cada personaje y con la despreocupada versión que se ofrece de Papá Noel o del Conejo de Pascuas (si bien hay amenazas, no terminan siendo del todo unos pelmazos). Posiblemente uno pueda acusar a El origen de los guardianes de ser tremendamente tranquilizante en relación a la muerte, pero no se pueden negar sus virtudes como entretenimiento.
Un momento para volver a sentirse niño, una historia llena de aventura, fantasía, reflexiones y diversión. Esta es una historia llena de magia y fantasía, con el desarrollo de la cinta conocemos a un niño muy especial a Jack Frost “escarcha” (Chris Pine), bastante ingenuo, inmaduro y bromista, además es casi un fantasma, tiene poderes sobrenaturales, puede volar, tiene un bastón mágico, con el congela lo que quiera y contactarse con los muertos. Uno de los problemas que tiene en un principio es que las personas no lo ven y él no recuerda mucho de su pasado, debe encontrar la manera de conocerse más. Por decisión de "Man in the Moon”- “El hombre luna “se encuentra con otros personajes como: Papá Noel o Norte (Alec Baldwin), el Conejo de Pascua (Hugh Jackman), el hada de los dientes (Isla Fisher) y “Sandy” el hombre arena; estos personajes lo buscan a Jack para formar parte de los guardianes, porque el mundo se encuentra amenazado por la presencia y la amenaza Pitch Black (Jude Law) quiere apoderarse del mundo suministrando miedo a los niños. Ahora los guardianes de los niños deben protegerlos, ellos algún día serán hombres y cada uno se desarrollará en la vida, ¿quién no espero alguna vez, a estos personajes?, en cada fecha y momentos estos nos entregan un obsequio, situación llena de magia, intriga, fantasía y alegría. Entre ellos se encuentra “Sandy” el hombre arena, reluciente de color oro quien nos ofrece sueños divinos y perfectos, pero todo se puede encontrarse en peligro con la figura del hombre negro “Pitch Blanck”, creando pesadillas, fundando el miedo, otorgando el desamparo y la infelicidad. Para que todo esto cambie se encuentran “Los guardianes” promesa de la Luz Este es un film dinámico, con persecuciones, efectivos gags y viajes en trineo, además de un grupo de simpáticas hadas, están casi todos los personajes clásicos de nuestra infancia, en algún momento esperábamos a: Papá Noel, el Hada de los Dientes (para nosotros el Ratón Pérez) y el Conejo de Pascua, entre otros, aquí estos se convierten en superhéroes. Para disfrutar en familia, su estreno se adelanto un poco a épocas navideñas, luce de una buena estética visual, en varias escenas el 3D le ofrece mayor atractivo. La podes ver subtitulada o doblada al español.
Los Vengadores, de las festividades Aplaudo esta iniciativa de DreamWorks Animations por su valentía y por el buen gusto que tuvieron para elaborar este entretenimiento para grandes y chicos. ¡Cuánta falta hacen este tipo de trabajos que estimulen la inocencia y el niño que todos llevamos dentro, haciendo un uso inteligente de la trama y los aspectos técnicos! El director Peter Ramsey se despacha con un mundo fantástico que llega a lograr momentos realmente espectaculares, algunos oscuros y hasta crueles, y por otro lado, da vida a escenarios plagados de criaturas de fantasía que llenan los sentidos (se nota el sello Guillermo del Toro). Ramsey viene de trabajar en el departamento de arte para cintas como "Minority Report", "Inteligencia Artificial" y "El Club de la Pelea" entre otras, por lo que se imaginarán que el tipo tiene alguito de manejo creativo. Es verdad que se mete en el universo de los superhéroes y que el film tiene algunas similitudes evidentes con "Los Vengadores", pero eso lejos de pesar como debilidad le dio un aire más contemporáneo y canchero, permitiendo disfrutar a estas leyendas de los cuentos de hadas de una manera diferente a la que está acostumbrada a mostrarnos Hollywood. El Conejo de Pascuas es un áspero guerrero con el sello de rudeza de Hugh Jackman, actor que le da voz en el film, Papá Noel es también un viejo copado a cargo del equipo de guardianes y muy lejos está de ser ese gordito fofo medio irritable que nos mostraban antes. Sigue siendo bonachón, pero mucho más cool cuando su voz es aportada por Alec Baldwin. Y así podríamos repasar cada protagonista uno por uno, pero creo que ya van entendiendo la idea. Es media cursi en algunos momentos, sí, pero en el resultado final de la ejercitación de la inocencia infantil del espectador, resulta muy poderosa. Despierta sentimientos agradables y festivos hasta el más arisco de la sala, combinando de manera exitosa el contenido dirigido a los niños con los elementos pensados para el adulto que acompaña a esos niños. Recomiendo mucho esta propuesta, por su historia original mezclada con una aventura de superhéroes, por su magnificencia visual y por su sentido de la inocencia infantil.
Si algo podemos destacar de Dreamworks y Pixar aparte de su constante evolución en la animación, son las historias originales tan hermosas que nos entregan. Y si bien a veces se basan en mitos, leyendas o simplemente personajes ya existentes en la psique colectiva, siempre le dan la vuelta a las historias clásicas para crear su propio cuento clásico. Es así que, nacidos de la historia popular estadounidense, Jack Frost (Juanito Escarcha), Sandman (meme), El Hada de los Dientes, El Conejo de Pascua, Santa Claus y "El coco" llegan a la pantalla grande en esta historia infantil y muy entretenida. Mientras Claus, un tipo rudo y bonachón y su escuadrón de Yetis y Duendes (que en cada aparición te roban una carcajada), El hada de los dientes, una frágil y extraña hada con su ejército de ayudantes, Pascua, con su por demás extraño mundo de huevos, y Sandman, quien gobierna los sueños de los niños, son considerados "Guardianes" de ellos, se abre una nueva amenaza al mundo: Pitch Black desea inundar a los pequeños con desesperanza para hacerse más poderoso. Sin embargo, la Luna, la guardiana de todo, designa a Jack Frost como el elegido, y es así que se convierte en el verdadero protagonista de nuestra historia. El acierto de Dreamworks es darle protagonismo a un personaje ciertamente desconocido en la mitología de personajes infantiles. Por el contrario, su desacierto es que su "fama" sólo abarca territorio norteamericano. No es lo mismo Santa Claus o El ratón de los dientes (la "versión latinoamericana" del hada), incluso el conejo de pascua que, relativamente son más conocidos en todo el mundo que Frost o incluso Sandman. Y quizá es por ello que se pierdan muchas referencias acá en el mundo de habla hispana sobre su cultura y su naturaleza. Ojo, no hay que mal entender. Realmente es una película muy entretenida, con una animación más que increíble (y si tienen la oportunidad, no se arrepentirán de pagar unos pesos extras por el 3D que bien vale la pena), pero se hubiera agradecido más que la historia fuera más universal que sólo referirse a los cuentos populares de los niños de Estados unidos. Más allá de los muchos nombres que tienen El coco, Santa Claus y demás personajes, el origen y manufactura de la película claramente está enfocada a los niños de ese país, aunque eso no demerita la grandísima calidad de ésta producción. Desde una música heroica y hermosa compuesta por Desplat, unos efectos alucinantes y muy bien logrados, y una historia sólida (aunque con ciertas fallas en las motivaciones del villano y la historia de los personajes secundarios) y el cálido mensaje de creer siempre en los sueños y nunca darse por vencido, Rise of The Guardians es una excelente opción para los pequeños (y no tan pequeños) en éstas próximas vacaciones. Eso sí, y aunque no les guste a algunos, con lo que parece ser la última producción animada fuerte por el oscar, me sigue pareciendo que Disney es el claro favorito para la anhelada estatuilla dorada próxima a entregarse.
El Origen de los Guardianes es un filme tremendamente hueco. No comete ningún pecado terrible, pero no hay nada en él que resulte medianamente atractivo. Hay actuaciones (digitales) simpáticas, buenas animaciones, mucha pirotecnia visual y, en sí, la historia zafa, pero jamás termina por ser convincente. Quizás el problema de fondo con el filme es que intenta vendernos una mitología demasiado traída de los pelos, amén que está basada en una serie de figuras que la gente al Sur del Rio Grande apenas conoce. Yo no sé quién corno es el Conejo de Pascua ni el hombre de arena, y en vez de Hada de los Dientes tenemos acá al ratón Pérez (curiosamente el filme se despacha con un gag sobre esto). Pero si dichos personajes entran en la categoria de leyendas urbanas o mitos populares, el libretista se despacha con una interpretación muy fumada sobre lo que pueden hacer o sobre su función en el mundo. Por supuesto esto le importa un rábano al público cuya edad consta de un dígito - ya que está encandilado con los efectos y los chistes visuales -; pero, para los sufridos acompañantes adultos, hay momentos en que uno termina crujiendo los dientes debido a la débil y resentida credibilidad con que se maneja toda la historia. El Origen de los Guardianes viene a ser la versión kinder de Los Vengadores: un grupo de personajes infantiles populares (al menos en el hemisferio norte) viene a ser una especie de ensamble de super héroes, que monitorea el bienestar de los chicos del mundo desde su central en el polo Norte. El Nick Fury / Reed Richards / Profesor X de turno viene a ser North, simpático apodo que le han dado a una especie de versión heavy de Santa Claus (tatuaje incluido), el que dispone de una pantalla gigante con gráficas del estado de felicidad infantil en todo el planeta y que, a falta de un avión Thunderbird negro, posee de un trineo turbo que mola de diez (dirían los españoles). El tipo es amigo del Conejo de Pascua - una especie de versión gigante, ninja y australiana del personaje -. el Hada de los Dientes, y el hombre de arena (y ése, ¿de qué cuento salió? ¿de El Hombre Araña 3?). Los tipos deben combatir al Cuco, el cual ha comenzado a aumentar su poder impidiendo la labor habitual de los mismos guardianes; por ejemplo, evitando que las haditas entreguen monedas a cambio de los dientes, robando los huevos de Pascua, o intentando arruinar el reparto de regalos en Navidad. Como al Cuco le han salido bien las cosas, ahora tiene más poder que los Guardianes (o, mejor dicho, éstos han comenzado a debilitarse), por lo cual deben llamar a un foráneo - que no es canadiense ni tiene garras enormes que le salen de las manos, y que vendría a ser una especie de versión albina de Justin Bieber -. El problema es que el flaco es un conflictuado de aquellos, especialmente porque los niños no lo identifican tan bien como al Conejo de Pascua o a Santa Claus. Para colmo padece amnesia, y las pistas sobre su origen aparecen aquí y allá, a medida que comienza a combatir al Cuco.