¡Hora de florecer o morir! Hay que salvar el capullo. Eso es todo lo que importa para la Reina Tara, y los hombres Hoja si quieren conservar su bosque de cuento de hadas. Pero si hay personitas dispuestas a perpetuar el reinado del Bien para mantener verde y floreado su bosque, hay otras dispuestas a hacer todo lo que esté a su alcance para destruirlo: Mandrake y sus secuaces Boggans, o sea, las fuerzas del Mal. Ambos reinos son muy interesantes. En el del Bien, además de la Reina –que camina sobre agua- hay una adolescente rebelde que de un momento a otro se ve miniaturizada, volando en colibríes o paseando en los cuernos de un siervo con la promesa de que si logra proteger el capullo, podrá volver a su casa...
Los Hombres de hoja Con el bosque como escenario de la acción, llega a las pantallas esta nueva película animada de los mismos creadores de La Era de Hielo y Río. Mary, una adolescente cuyo padre está obsesionado con la existencia de una raza de diminutos seres que viven en el bosque, es mágicamente transportada a este universo secreto en el que luchan los Hombres Hoja y las fuerzas de Mandrake, que planean oscuridad en el bosque. Luego de la muerte de la Reina Tara que le daba fuerza vital al bosque, la lucha por salvar el mundo se coloca en primer plano. Así desfilan Nod, el joven héroe de los Hombres Hoja y Ronin, el líder del ejército de guerreros que juraron proteger por siempre la vida del lugar. La película muestra una factura técnica impecable pero la segunda parte cobra más fuerza con los enfrentamientos entre los bandos del Bien y El Mal, los viajes vertiginosos entre ramas de árboles y los juegos entre escalas y tamaños diferentes. En ese sentido, El Reino secreto tiene mucho de Avatar y tampoco disimula influencias de Querida encogí a los niños cuando Mary enfrenta su propio mundo cotidiano como algo amenazante. Todo parece gigante (perro y roedores incluídos) en esta producción de animación que no muestra tanta complicidad para el espectador adulto. Temas como la comunicación entre un padre preocupado por otras cuestiones y una hija adolescente que le reclama atención (aún más cuando Mary se hace pequeña) está presente en una trama que contrasta dos mundos y que echa luz sobre una universo que corre peligro.
Chris Wedge, director de la primera entrega de La Era de Hielo y Robots , se mantiene en el universo de la fantasía animada, pero esta vez cambia de registro con la historia de una adolescente de 17 años que de manera casual se convertirá en heroína en el marco del enfrentamiento entre fuerzas antagónicas que luchan por el control de un bosque. MK es una muchacha que regresa a la casa de su infancia en plena jungla para intentar un acercamiento con su padre, un científico que vive aislado del mundo (con la única compañía de un perro de tres patas) y no sólo en términos geográficos. Obsesionado por encontrar evidencias de una comunidad de pequeñas criaturas que vive de forma organizada entre los árboles, el Doctor Bomba está bastante más atento a las decenas de cámaras que ha instalado por todo el bosque que a las necesidades (y reclamos) de su hija. Cuando -frustrada por la creciente locura de su padre- está a punto de marcharse, MK se convierte -magia mediante- en una diminuta joven que será clave para la subsistencia de los bienintencionados Hombres-Hoja en su batalla por preservar la belleza y la biodiversidad de ese entorno natural ante el ataque de los Boggans que lidera el cruel Mandrake, cuyo objetivo es dominar el bosque para convertirlo en un pantano putrefacto y contaminado. Las contradicciones son aquí más que claras y, por lo tanto, no hay lugar para grises o matices. El reino secreto ofrece un claro mensaje ecologista; unos cuantos elementos de fórmula (una princesa que parece sacada de las películas de Barbie, un joven rebelde que se redimirá y se convertirá en el objeto del deseo romántico de MK, unas babosas que funcionan como bienvenidos aportes cómicos a una trama bastante oscura); y un despliegue de colores, diseños y movimientos dignos de la creatividad y del profesionalismo que el estudio Blue Sky ha demostrado en todas sus producciones (desde La Era de Hielo hasta Río) . Sin embargo, MK no alcanza a transformarse en un personaje con el carisma y la empatía de otras heroínas animadas y, así, la película se resiente en su andamiaje dramático. Más allá del virtuosismo de la animación en 3D, las escenas de batallas (los guerreros cabalgan sobre pájaros) se alargan demasiado y el espectador siente que está inmerso en una larga sesión de un simulador de vuelo. De todas maneras, entre hermosas imágenes de esos edenes naturales y con los temas de Snow Patrol y Beyoncé de fondo, El reino secreto termina cumpliendo con lo que promete. No será una de las tantas joyas que la animación estadounidense nos ha regalado en los últimos tiempos, pero sí un digno producto destinado al consumo familiar.
Una batalla épica La eterna lucha entre el bien y el mal también se desarrolla en la Naturaleza. En medio del bosque, diminutas criaturas pelean permanentemente para mantener el equilibrio de la vida contra las fuerzas del deterioro y la putrefacción. El Dr. Bomba es un científico bastante atolondrado que cree que existen esos pequeños hombres que defienden la vida; y sus enemigos, las también pequeñas criaturas que tratan de atacarla. Por supuesto que tiene razón, aunque nadie, ni siquiera su hija Mary Katherine, le crea. La historia de la película se centra en la ceremonia en la cual la reina Tara, que representa la vida del bosque, debe elegir a su sucesora, en un capullo. Es la oportunidad que los malvados, liderados por Mandrake, tienen para atacarla, y así evitar que su poder regenere todo lo que ellos se encargan de estropear. Accidentalmente Mary Katherine la intercepta en su fuga, y queda involucrada, a su pesar, en esta batalla. Así conocerá al resto de los personajes de la historia, y probará que las locas teorías de su padre eran ciertas. La película tiene un gran ritmo, y al transcurrir en el bosque, las imágenes son muy bellas. Hay una gran cantidad de personajes atractivos, tanto para los chicos como para los grandes. Algunos más serios, otros que aportan el humor, como la babosa Mub, el caracol Grub, y el “gurú” del bosque, un excéntrico gusano showman. Con una historia fantástica, pero que no toma como personajes a las clásicas hadas, sino que crea otro universo en el bosque, la película atrapa desde el principio. Técnicamente impecable, la clave es el equilibrio, valga la alegoría con el bosque, que tiene el filme. Aventura, acción, humor, algo de romance, todo en justas dosis para que lo disfrute toda la familia.
Un desborde de creatividad Chris Wedge, director de “La Era de hielo”, vuelve a lucirse con un filme animado. Lo primero que llama la atención apenas comienza la proyección de El reino secreto es la impresión de que no estamos ante un filme de animación, tan perfecta es la calidad de los dibujos. El bosque, el agua, el cielo son nítidos, prácticamente reales. Hasta ahora lo difícil sigue siendo cómo inducir vida a los ojos humanos. Y lo segundo que impresiona es que el ritmo y la historia en sí atraen los 102 minutos de la proyección. Ni chicos ni grandes se aburrirán, sino que se divertirán un buen rato. Hay un hincapié en la ecología, pero desde el lado más aventurero que se pueda imaginar. Uno puede creer que la adolescente (y huérfana de madre) Mary Katherine sea reducida al tamaño de los insectos, que están viviendo una guerra despiadada en el bosque. También que existan en él los hombres hoja como Ronin y el valiente (y huérfano de padre) Nod, que pelean contra los Boggans, que si logran que el capullo que la reina Atara bendijo como su heredera se abra en la oscuridad, el bosque morirá. Todo lo que Mandrake destruya, nada lo podrá restaurar, salvo el capullo. Mandrake es el villano, y, antes de que alguien diga Disney, ha perdido un hijo. La nueva película de Chris Wedge (La Era de hielo, Robots) es un desborde de creatividad y avances en lo técnico. En cuanto a lo dramático, en aquella primera Era de hielo eran los animales prehistóricos quienes debían salvar al hombre; aquí una humana, cuyo padre es un científico de campo, intentará ayudar a estos seres fantásticos para sobrevivir. Hay mucho humor, más que nada en los comic reliefs que recaen en la babosa y el caracol que deben proteger al capullo, mucha aventura, marcado heroísmo y mucha contraposición (la luz y la oscuridad; los buenos vuelan a bordo de colibríes y los malos, sobre cuervos). Esto último parece reforzar que algunos personajes son arquetipos. Cómo saberlo, si son insectos. Con un padre a la Danny Kaye -un guiño para los adultos- y muchos famosos prestando su voz -en el original: Amanda Seyfried, Colin Farrell, Christoph Waltz y hasta Steven Tyler-, El reino secreto tiene todo para ser otro mojón (y no sólo en cuanto a la taquilla) en el mundo animado, un arte que se supera día a día.
Una gran muestra de animación moderna, en donde los paisajes y las texturas, lucen tan realistas como coloridas. En tonalidades verdes que refuerzan el mensaje ecológico de esta aventura, la película es además un entretenimiento que no reniega del cine de género clásico, con referencias a las películas de capas y espada y hasta los filmes de samuráis de Akira Kurosawa. Además la construcción de los personajes y sus personalidades, refuerzan la historia que también utiliza un maravilloso 3D para que la experiencia épica sea más efectiva.
Buena historia la de El reino secreto, que se podría decir es una Tinkerbell un poco más oscura. Pude verla con mi hija y cuando son estos casos yo espero su veredicto final para poder hacer la crítica, y ella me dijo "me gustó mucho papá". Y ya con eso podría hacer toda la crítica y listo. Pero pongo a favor de la película que el arte de las caras y los cuerpos no es al tradicional que se está viendo en las super producciones norteamericanas. Tiene un aire más independiente y estimo que es un "riesgo" que quisieron tomar. El resultado es muy bueno, La historia es simpática, y sinceramente tiene un aire a Tinkerbell en varios aspectos. Juegan con la relación padre e hija y casi que llegan a la misma conclusión de las otras películas que tocaron el tema. Buena creación de climas y lindo uso del 3D. Pero lo mejor es que padres e hijos la van a pasar bien, con una buena historia de aventuras enmarcada con una muy buena animación.
¡Bienvenido Chris Wedge al cine decente de animación! Después de casi una década sabática que se tomó el realizador de La era del hielo, donde ocupó su tiempo produciendo filmes olvidables para vender productos en las góndolas de los supermercados, Wedge no sólo regresó con el trabajo más importante y logrado de su carrera, sino con uno de los mejores filmes de animación hollywoodenses en los últimos años. El reino secreto es una hermosa película que empieza a consolidar en la producción norteamericana el retorno en este género de la aventura y la fantasía. Algo que hace rato se viene gestando con títulos como la subestimada Batalla por Terra, Kung Fu Panda, Enredados, Cómo entrenar a tu dragón, El origen de los Guardianes y Valiente. Desde que Pixar cobró fuerza en Hollywood con sus filmes melosos inflados por la prensa todos los estudios de Hollywood intentaron ir por el mismo rumbo y las aventuras de fantasía se fueron perdiendo. Yo pertenezco a la generación Bluth. Me crié con joyas del maestro Don Bluth como La ratoncita valiente, Todos los perros van al cielo, Amigos inseparables, El jardín mágico de Stanley y clásicos de otras compañías como El último Unicornio, El caldero mágico, The Pagemaster y FernGully entre tantos otros. En los años ´80 y ´90 era cotidiano encontrarse con filmes de animación que tenían villanos aterradores, escenas de acción y a veces hasta algún personaje moría en la trama. Lo genial del estreno de El reino secreto es que vuelve a retomar la esencia de este tipo de propuestas. En mi opinión el 50 por ciento de los méritos de este film corresponden al escritor William Joyce, quien hoy es uno de los mejores autores infantiles que existen en Estados Unidos. Él fue responsable de la excelente película El origen de los Guardianes y acá volvió a brindar otra tremenda historia de fantasía, que tiene acción, aventura, personajes divertidos y situaciones emotivas. No es otro film animado de Fox. El clásico FernGully: Las aventuras de Zack y Crysta, de 1992, tuvo una clara influencia en esta propuesta que fue reconocida por el propio Chris Wedge y la película tiene ese espíritu retro que es raro de ver hoy en las propuestas de animación hollywoodenses. A nivel visual Wedge ofrece el mejor trabajo de su filmografía que se destaca por la elaboración de todo ese microcosmos alucinante de fantasía que desarrolló para esta historia. Todo el trabajo que hicieron con la fotografía es excelente y el formato de tres dimensiones está muy bien aprovechado. Disfruté mucho de esta película y definitivamente la recomiendo. Un dibujo animado de aventuras como los de antes.
La épica llegó al bosque Tan sólo apostando a la imaginación uno puede ver y creer en cosas que no existen. Pero quizás algo es real y son los ojos los que no lo perciben, simplemente porque no está a su alcance. “Sólo porque no lo hayas visto no significa que no exista”, es la idea sobre la que gira El reino secreto (Epic, 2013), la nueva ficción animada en 3D de Blue Sky Studios. El reino secreto recrea un paisaje en las profundidades del bosque en el que aparecen llamativos y graciosos seres que hablan, como mosquitos, moscas, babosas, caracoles y diversidad de especies vegetales. Sin embargo, la especie que protagoniza el film es la de los hombres hoja, unos guerreros cuya misión es proteger el bosque y, sobre todo, a Tara, la reina, fuerza que da vida a ese mundo boscoso. De forma mágica, Mary Katherine, la hija de diecisiete años del doctor Bomba (hombre obsesivo que examina con microscopios y cámaras a estos seres minúsculos sin pruebas concretas de su existencia) es llevada a ese mundo de los hombres hoja y comprueba que los estudios de su padre no estaban errados. “Si nuestro mundo muere el tuyo también morirá” con esa frase contundente, el líder de los hombres hojas convence a Mary Katherine de creer en este mundo e involucrarse para salvarlo. En esta ocasión los creadores de La Era de hielo y Río traen una propuesta original, llena de magia, humor y diversión que transporta a grandes y chicos al interior del bosque para conocer un mundo muy diferente al de los humanos, porque se trata ni más ni menos que el de la naturaleza salvaje. La batalla épica entre dos fuerzas para saber quién dominará el bosque. A través de imágenes sorprendentes en las que la tecnología de las tres dimensiones se hace dueña del impacto visual, se percibe una amplia gama de tonos verdes y, en segundo lugar, todos esos colores que uno imagina cuando piensa en un paraíso natural. Tal vez sea en este aspecto donde luce más el 3D, y no tanto en la sensación de cercanía que más típicamente caracteriza a esa técnica. El reino secreto busca dejar como enseñanza para el público infantil la importancia del trabajo en equipo y la unión a la hora de alcanzar una meta: “Muchas hojas, un solo árbol” es la idea-fuerza que resuena a lo largo de la historia.
Para admirar la técnica y luego leer el cuento Cuando una buena viejecita se enferma, las plantas de su jardín se ponen tristes, las luciérnagas le escriben saludos, el grillo le toca serenatas para animarla, y alguien, de pronto, piensa en los Hombres Hoja. "Ellos pueden ayudar cuando pasa algo así. Pero la Reina Araña niega su existencia. Ella es la mala de este cuento infantil de William Joyce originalmente titulado "The Leaf Men and the Brave Good Bugs" (si, también hay pequeños invertebrados buenos y valientes, que se preocupan por las ancianitas). Lo que ahora vemos se dice inspirado en ese cuento. Sólo que, después que Joyce firmó el contrato, aparecieron cuatro guionistas, uno atrás de otro, y mandaron a la vieja fuera de su casa, al grillo a dar recitales a otro lado, piantaron a la araña, convirtieron el jardín en un bosque, a los Hombre Hoja en un ejército de guerreros verdes en lucha con un ejército de guerreros grises (unos montando colibríes, otros montando murciélagos), metieron una reina con poderes mágicos, un comandante que la protege, una babosa macho, un caracol, un orugo charleta, un sapo artero, un malo de nombre discutible (¡Mandrake!), un científico loco, un perro trípode, una hija adolescente que se hace diminuta y contacta con un adolescente de mente diminuta, etcétera. En síntesis, del cuento original apenas quedaron las lindas ilustraciones de algunas flores. En cambio se impusieron unas impresionantes batallas entre ambos ejércitos, carreras, persecuciones, el rescate de un capullo mágico capturado por los malos, y otras ágiles situaciones con trasfondo de mitología británica y referencias a la pérdida de seres queridos. Ya cuando se anunció el proyecto los de "Rotten Tomatoes" profetizaron que esto iba a ser como la unión de "Bichos" con "El señor de los anillos", y no se equivocaban. Por supuesto, la calidad no se discute. Esta obra lleva la firma de Chris Wedge, el director de arte Michael Knapp, y demás gente capaz de los Blue Sky Studios. Y también lleva la firma de William Joyce, que no puede quejarse. El ya conoce el negocio. Participó en la producción de "Robots", es el creador de "Rolie Polie Olie", "A Day with Wilbur Robinson", llevado al cine como "La familia del futuro", y "The Guardians of Childhood", que derivó en "El origen de los guardianes", y todo eso le permite llegar cómodamente a fin de mes. Para obras de clima artístico más personal, ya están sus libros, o el corto que él mismo hizo, con el que ganó el Oscar en su categoría: "The Fantastic Flying Books of Mr. Morris Lessmore". Pero ése es solo para grandes.
Propuesta de sesgo ecológico Da un mensaje a favor de la ecología. Promueve el bien y la belleza con exquisitos seres de bondad. Viejos y tradicionales valores en una bella película original, con acción, seres imaginativos y recordables. Mary Catherine visita a su padre entomólogo en el medio del bosque. Siempre le pareció distraído, pero esto de estar solo (su esposa murió hace un tiempo), lo empeoró. Sin embargo es maravilloso tener un padre que sepa tantas cosas del universo del bosque. Y ahora Mary está al borde de vivir una aventura, su encuentro con la Reina del Bosque, que le deja una misión. "El mundo secreto" es una deliciosa producción animada de Chris Wedge, el mismo de "La era del hielo" y "Robots". Nuevamente se enfrentan las Fuerzas del Bien contra las del Mal. Los Buenos, en este caso, representados como una suerte de elfos, duendes del bosque, que protegen la Naturaleza y están por la Vida y la Luz. Hay animales que los ayudan y los Hombre Hoja forman un ejército aéreo de vigías incansables transportados por picaflores y otros pájaros del lugar. Mary Catherine tendrá aliados divertidos y encantadores como una Babosa que parece un acordeón y un Caracol, además de un jovencito que acompaña al líder de los Hombres Hoja, tan falto de experiencia como ella, pero simpático y valiente. SERES DE BONDAD Como en las últimas películas de animación norteamericana, la heroína es muy fuerte y valiente, el elegido para acompañarla por un tiempo en ese mundo ecológico del bosque es aventurero y bondadoso, pero los que están alrededor, animalitos y seres diminutos son encantadores y están estupendamente diseñados. La reina del Bosque parece escapada del "Peter Pan" de Barrie con un traje suntuoso y el malo, muy malo es tan desagradable como los murciélagos que lo rodean. "El mundo secreto" da un mensaje a favor de la ecología. Promueve el bien y la belleza con exquisitos seres de bondad. El Papá es científico, humano y distraído, pero siempre del lado de la hija a la que enseña que también existe lo que no se ve. Viejos y tradicionales valores en una bella película original, con acción, seres imaginativos y recordables. La música atrae, como la voz de Beyoncé.
Indudablemente los standares de la animación han subido en este último año y si hace unos meses perdiste el hilo de la industria dentro del género y entrás a sala dormido, los últimos títulos te impactan. Desde lo técnico, primordialmente. “Epic” es la creación de un talentoso a prueba de bomba, Chris Wedge, director de la primera entrega de “Ice age” y “Robots” , hombre que se caracteriza por su pasión y compromiso con los grandes desafíos. Imaginó “El reino prohibido” como una historia de inmersión y aventuras, y consiguió exactamente eso: un producto acorde a su habilidad como artesano de la ilustración y el diseño de arte. Probablemente no sea muy original (de hecho ese es punto débil), pero se destaca en el impactante aspecto visual que ofrece. La historia en este caso es la de una adolescente de 17 años, simpática y muy querible, quien de manera casual formará parte de una contienda que nunca soñó. Ella (Mary Katherine), regresa a visitar a su padre, el Doctor Bomba, quien vive en el medio de una jungla con intención de estrechar trato con él-.. La comunicación entre ellos no es de lo mejor porque este último dedica mucho tiempo a investigar la existencia de ciertas diminutas criaturas que lo obsesionan… Lo cierto es que Mary K, accidentalmente se convertirá en heroína en el marco del enfrentamiento entre bandos con banderas e ideas distintas que luchan por el control de un bosque (interviene la magia y ella verá las cosas desde una perspectiva, “distinta”!!). Con mucho de “Alice in Wonderland”, veremos como se posiciona y cuales son sus estrategias para apoyar al grupo correcto. Más que un símbolo, este espacio verde y el combate que en él se plantea, es una clásica representación del bien contra el mal. Wedge lo visualizó bien y se encargó de desplegar todos los recursos posibles para sostener el relato, apelando a la enorme calidad profesional del equipo que como siempre, Blue Sky pone a su disposición. El film es tremendo desde el trabajo con el color, un deleite para los ojos. Destila humor y mucha ternura. Quizás lo que no me terminó de cerrar es lo esquemático de la historia, bastante cercana a las propuestas de Disney que por años me aburrieron. Quiero decir, todo el tema de la heroína salvando el mundo (gran mensaje ecológico), su amor con un caballero (preferentemente rubio) y lo que viene después, está bastante visto. Supongo que esperaba un guión menos convencional y por eso, tal vez, salí de sala satisfecho, pero con cierta reserva. Para aquellos que aman la animación, es un film atrapante desde lo técnico. La familia la disfruta sin complicaciones y es probable que si la atención se fija en la aventura pura, es probable que la pasen más que bien.
Chris Wedge entrega un correcto ejercicio narrativo. Estamos ante uno de los pocos casos donde el título en español de una película es más adecuado que el de su original en inglés. La película que nos ocupa se llama Epic, y cabe decir que de épico no tiene nada; esta es una historia que vimos decenas de veces; particularmente de la mano de Don Bluth con FernGully. Pero porque se anima a ciertos pequeños detalles de verosímil y su buen pulso narrativo, El Reino Secreto es un título que le sentaría muchísimo mejor. ¿Cómo está en el papel? Cuenta la historia de un reino de seres miniaturizados que protegen el bosque, cuya reina debe encontrar un sucesor antes de que sus enemigos lo destruyan. Dicha reina encuentra la muerte a manos de uno de los mismos, no sin antes transferir su esencia a un capullo. Este capullo llega a las manos de MK (pronúnciese em kei), una adolescente con un padre científico ––que nada tiene que envidiarle al Profesor Chiflado–– que se ha pasado la vida investigando la existencia de estos pequeñitos y, como si se hubiera tomado una enorme sobredosis de chiquitolina, se reduce a su tamaño. Ahora MK debe ayudar a estos seres, los hombres hoja, a salvar su mundo, protegiéndolo de sus enemigos, los boggans. La trama es eso, después es la arquetípica ensalada de escenas de acción sazonadas con moralejas que suelen encontrarse en la mayoría de las películas animadas. Pero me gustaría destacar el tino de los guionistas a la hora de trabajar la percepción entre el mundo de los hombres hoja y el mundo de los humanos. Los humanos cuando ven a los hombres hoja corriendo, lo hacen como si estos fueran Speedy González; en contraste, cuando los hombres hoja ven a los humanos, lo ven todo en cámara lenta y con el sonido a una velocidad más baja de la habitual. Un detalle que a muchos les parecerá menor, pero que, al menos para mí, no lo es tanto; muchas veces por tratarse de la animación, y por extensión de la fantasía, los realizadores se escudan detrás de ella para justificar sus fallas de verosímil, por eso aplaudo a sus guionistas. Construyeron un guion decente y supieron implementar el efectismo solo cuando era indefectiblemente necesario. ¿Cómo está en la pantalla? La animación es decente, así como el diseño de personajes y escenarios. Vi muchas películas últimamente donde los animadores ponen cada vez más el acento en hacer una profundidad de campo verosímil, y aquí si bien se encargan de eso, el gran logro técnico de esta película son los movimientos de cámara que copiaron a la perfección técnicas que en el live action se consiguen con grúas, carros de travelling o steadicams. Conclusión: Con una adecuada mezcla de aventura y comedia, Chris Wedge entrega un correcto ejercicio narrativo con un guion decente. No hay mucha vuelta que darle, es una película que apunta y atina al público que tiene por objetivo. Altamente recomendable para los más chicos.
Basada en el libro infantil "The Leaf Men and the Brave Good Bugs" (Los Hombres Hoja y los Valientes y Buenos Insectos) escrito por el novelista William Joyce, la nueva propuesta cinematográfica de animación de los Estudios Sky (los mismos responsables de la saga "La Era de Hielo" y "Río") nos traslada a un mundo fantástico que los seres humanos somos incapaces de reconocer a simple vista. Ese "reino secreto" al que hace referencia el título de esta película está precisamente en el bosque, donde pequeñas civilizaciones que viven en árboles y arbustos son las encargadas de cuidar el mundo natural y mantenerlo con vida. Claro que también existen fuerzas del mal que desean destruirlo. Dentro de este contexto, Chris Wedge ("La Era de Hielo", "Robots") dirige una historia encantadora y entretenida en la que la protagonista principal es Mary Katherine, una joven adolescente de 17 años (en la voz de talentosa y versátil Amanda Seyfried) que regresa a su hogar de la infancia para limar asperezas con su distante padre, el profesor Bomba (voz del comediante "SNL" Jason Sudeikis), un científico que está aislado del mundo tratando -de manera obsesiva- de encontrar evidencias que prueben que seres invisibles a nuestros ojos (pequeñas criaturas, insectos y valientes guerreros) viven en el bosque para protegerlo y, a su vez, protegernos a nosotros. Incrédula y cansada de estas suposiciones, M.K, quien no recibe la suficiente atención de su padre, pierde la paciencia y decide marcharse. Pero sucede algo que la transporta mágicamente al mundo de los Hombres-Hoja, batallón elite de guerreros -dirigido por Ronin (voz de Colin Farrell)- que protege la biodiversidad de ese mundo escondido reinado por Tara (voz de la cantante Beyoncé). A partir de ese momento, la joven muchacha se convierte en la pieza clave del destino de esa comunidad que se ve inmersa en una batalla en la que Mandrake (voz de Christoph Waltz), líder de los malvados Boggans, tiene por objetivo dominar el bello bosque y plagarlo de putrefacción. Pero también, al adquirir una nueva perspectiva, M.K. es la responsable del suyo propio para así regresar a su casa y reestablecer la relación con su padre. La película, repleta de aventura y comedia -y con un claro mensaje ecologista que nos invita a razonar y cuidar la naturaleza- presenta un gran nivel de animación en tres dimensiones cuyo despliegue visual (las texturas y los colores) es realmente excelente. El reparto de actores que prestan sus voces a estos adorables personajes se completa con Josh Hutcherson como Nod (el interés romántico de M.K.), los cantantes Steven Tyler y Pitbull como la sabia oruga Nim Galuu y el renacuajo Bufo, respectivamente; y los comediantes Aziz Ansari y Chris O'Dowd, quienes dan vida a Mub, una babosa y Grub, un caracol.
La señorita del capullo La película “El reino secreto” recrea maravillosamente la naturaleza y plantea un debate sobre la entrega y el compromiso social. Nuestro comentario de la película. Épica, se llamó esta película en su país de origen, Estados Unidos, y su historia realmente lo es. Una joven que visita a su padre en un apartado bosque descubre que sus locuras de científico, las que lo alejaron prácticamente de la sociedad, tienen un fundamento. Pero al principio eso no parece posible. Es que Mary Katherine es una chica escéptica, incluso respecto a la cordura de su progenitor, hasta que un hecho maravilloso le cambia la vida. De repente, el reino secreto del que habla el título en castellano se apodera de ella y la lleva a experimentar una aventura asombrosa, de gran aliento, en la que el amor se interpone como una luz en la batalla entre las poderosas fuerzas del bien y del mal. En ese mundo secreto que habita "allí donde, si nos quedamos un rato quietos en mitad de un bosque, veremos sucedes cosas increíbles", Katherine pasa a tener cuatro centímetros de altura, y puede tutearse con los caracoles, los pájaros, las flores, los hombres hoja, y sus archienemigos, quienes quieren robar el capullo original para que el verde de la floresta muera para siempre. Si bien el argumento es consistente, las palmas se las lleva sobradamente la animación de esta película. Detrás de ella está Chris Wedge, un nombre puede resultar desconocido, hasta que sabemos que fue el responsable del filme La era del hielo. La naturaleza, ambiente mágico que largometrajes de aventuras dibujadas y de acción real han representado de gran manera, es en El reino secreto una extraordinaria protagonista. La fisonomía y la personalidad de la flora y la fauna, desgranada en sus miles de formas, es para el asombro y la admiración. Sirve para explicar hasta dónde llega el trabajo de los guionistas y su interacción con los diseñadores, pues se nota que hay cientos de horas de trabajo y muchísimas más neuronas puestas en accionar cada movimiento y dar organicidad al personaje a medida que se desenvuelve la historia. Entre los varios subtemas que despliega el argumento, hay uno que tal vez es un guiño no del todo complaciente con personas como las que retrata la figura del científico, el papá de Mary Katherine, que yendo tras una pasión que conlleva un gran compromiso social, lo arriesga casi todo, incluso el sustento de su núcleo afectivo, que entra en tensión con él.¿Películas para toda la familia? Buen asunto para comentar después de la función.
Mi capullito de alelí Chris Wedge, director de la primera La Era del Hielo y la querible Robots, volvió al cine de animación luego de 8 años con El Reino Secreto (Epic) para brindar una propuesta familiar que si bien no supone un regreso a la altura de las películas mencionadas se destaca por su mensaje protector de la naturaleza y el apartado técnico sobresaliente. Mary Katherine es una adolescente que acaba de perder a su madre y regresa a su casa de la infancia para intentar recomponer la relación con su padre, un científico obsesionado con la naturaleza que cree en la existencia de unos pequeños habitantes del bosque que se encargan de mantener equilibrado el ecosistema. Luego de un mágico episodio MK es reducida en su tamaño debiendo ayudar a los Hombres Hoja y los habitantes del bosque en una cruenta batalla contra las poderosas fuerzas del mal que quieren pudrir la selva. El Reino Secreto consigue a lo largo de sus 100 minutos contagiar ese mensaje de amor por la naturaleza, algo que sin dudas no es poco. El problema es que sus intentos por llevar ese encargo por medio de una dimensión un poco más placentera y menos solemne falla y bastante. MK no resulta ser una protagonista con la gracia y empatía suficiente para encarrilar una trama que descansa casi en su totalidad en el desarrollo de su personalidad y maduración. Por otra parte tenemos a un caracol y una babosa, además de un ¿ciempiés?, que son los encargados de llevar adelante los segmentos cómicos de la película de animación. Por momentos conseguirán liderar la batuta y consentirse en los comic relief, pero lamentablemente por la falta de variantes y repeticiones en sus gags no podrán contagiar su gracia a los más chiquitos y mucho menos a los más grandes generando que una cargosa solemnidad se apodere de la obra. Más allá de las fallidas cuestiones que cité más arriba de El Reino Secreto, siempre es bienvenida una propuesta original que intente y logre llegar a los más pequeños con un mensaje que sepa diferenciarse del resto en su cometido. Sin dudas la buena traslación de sus intenciones y el increíble apartado técnico, donde las largas batallas en 3D valen cada peso de su entrada, son las principales atracciones con las que cuenta la vuelta de Chris Wedge a la gran pantalla para ser acompañada por las familias argentinas, aunque de haber ajustado un poco más el humor de sus personajes secundarios (algo que supo explotar de sobremanera en La Era del Hielo) y principalmente el carisma de su heroína hubiésemos estado en presencia de un producto mucho más redondo e interesante.
Los mundos invisibles En el superpoblado mundo del cine de animación parece cada vez más difícil salir a competir. “El reino secreto”, sin embargo, ya arranca con credenciales confiables: es la nueva película del estudio Blue Sky (“La era de hielo”, “Río”) y está dirigida por Chris Wedge, el realizador de la primera entrega de “La era de hielo” y “Robots”. Esto garantiza que la calidad de los dibujos alcance la perfección. La nitidez de las imágenes, en este caso, es realmente sorprendente. La trama gira en torno a Mary Katherine, una adolescente que después de la muerte de su mamá regresa a la casa de su padre, un científico obsesionado con la supuesta existencia de pequeñas criaturas que viven de forma organizada en el bosque. La protagonista cree que su papá está loco, pero fantasía y hechizos mediante ella misma quedará envuelta en ese mundo diminuto que libra batallas por la naturaleza. “El reino secreto” es una suerte de versión refinada del universo de las hadas que puede verse en la saga de “Tinker Bell”, pero más orientada hacia niños mayores de seis años y preadolescentes. La película tiene mucha aventura, dosis de humor y un mensaje ecológico light. Lo que falta, a todas luces, es sustento dramático para los personajes. La protagonista está muy lejos de convertirse en una heroína animada.
Batalla épica diminuta El Reino Secreto cuenta con una excesiva cantidad de guionistas, ni más ni menos que cinco, para adaptar el libro del autor William Joyce, un especialista en historias para niños. Ya lo dice el refrán: muchas manos en un plato… Con este proyecto Chris Wedge vuelve a dirigir para el estudio Blue Sky Studios luego de las muy divertidas La Era de Hielo (2001) y Robots (2005). Pese al perfeccionamiento técnico de la animación computada y al impecable uso del 3D en Epic hay algo que no funciona evitando que uno se enganche con el argumento, nada original por cierto, y con sus personajes. Llámese empatía o interés genuino por el material, el asunto es que cuesta llegar al final de esta aventura fantástica que abreva en un sinfín de fuentes para desarrollar su línea argumental. En lo profundo del bosque, ocultos a la mirada de los humanos debido a su mínimo tamaño, se enfrentan las fuerzas del Bien y del Mal. La adolescente M.K. (Amanda Seyfried para quien vea la copia en inglés) es transportada a ese mundo tras ser mágicamente miniaturizada y descubre a las criaturas de las que le hablaba su padre, un científico obsesionado con hallar a los pequeños guerreros que sostienen una guerra contra unos oscuros seres denominados Boggans. Variados personajes se le van presentando a M.K.: Ronin (Colin Farrell), el líder de los guardianes del bosque; la babosa Mub (Aziz Ansari) y el caracol Grub (Chris O''Dowd), relevos cómicos y posiblemente lo más rescatable del filme; el rebelde joven Nod (Josh Hutcherson), interés romántico para M.K.; la Reina Tara (Beyoncé Knowles) y el desagradable villano Mandrake (Christoph Waltz), entre otros. Como siempre hay un arco de transformación que se lleva a cabo en nuestra heroína mientras se desenvuelven los hechos. Aún con su tono más que lóbrego, en el que hasta se admite alguna que otra muerte, es obvio que el relato terminará bien para ella. En cambio, desconozco si ocurrirá lo mismo para el espectador promedio. Con reminiscencias de la película FernGully: las aventuras de Zak y Crysta (1992), lo han confesado sus propios creadores, en El Reino Secreto hay acción más que suficiente, peripecias dramáticas de todo tipo y un conflicto doméstico secundario que gira en torno a la relación entre un padre y su hija; empero, cuando algo no resulta atrapante no hay forma de disimularlo. Hasta cuesta reconocer el sello de Danny Elfman en la estridente banda de sonido. Quizás sea una cuestión de sensibilidad pero lo cierto es que no puedo recomendar El Reino Secreto. No la disfruté ni por un segundo. Con tantos talentos involucrados, duele reconocerlo.
El reino secreto es una película imperdible si estás buscando ver animación de calidad extrema. La animación, pensada especialmente para el 3D, tiene un gran virtuosismo y la imaginación desborda por todos lados, pero si bien la premisa está buena, la historia contiene poco humor para los chicos ya que el guión está pensado más para lograr un gran efecto visual...
Una trama ecologista, llena de aventura, y donde nuevamente la heroína es una adolescente. Se encuentra basada en el libro infantil "Los Hombres Hoja" del escritor y director de cine William Joyce; dirigida por Chris Wedge (“La era de hielo” -2002 y “Robots”- 2005), cuenta con las voces (en inglés) de los cantantes Beyoncé, Pitbull y Steven Tyler, y de los actores Colin Farrell, Josh Hutcherson, Amanda Seyfried, Johnny Knoxville, Aziz Ansari, Jason Sudeikis, Blake Anderson y Judah Friedlander. La historia se divide en un principio en dos historias: la primera en un hombre El profesor Bomba (Voz de Jason Sudeikis- "Locos por los votos"), viudo, vive con un perro Ozzy de tres patas, se encuentra constantemente investigando unos seres muy especiales, conectado con sensores, computadores y otros elementos, regresa a su hogar paterno luego de algún tiempo de alejamiento, su hija Mary Katherine (Amanda Seyfried-"Los miserables”), bella adolescente. A quien casi no le presta atención, su padre vive obsesionado con unas criaturas minúsculas que viven en el bosque. Por otro lado vemos estas pequeñas criaturas que viven en el bosque, es una gran comunidad que habita el bosque, se encuentran los buenos y los malos, aquí existen cientos de distintos personajes, un joven inquieto Ronin (Colin Farrell), su protector Nod (voz Josh Hutcherson ), un ejército de hombres hojas y Reina Tara que debe cuidar su pueblo que se encuentra a punto de caer en manos de fuerzas oscuras. La joven Mary se enoja con su padre porque no le presta atención, ella mágicamente pasa a un universo desconocido y secreto, se encuentra en el bosque con la moribunda Reina Tara (Beyoncé Knowles) quien le pide ayuda, le solicita algo muy especial y le da un capullo que debe cuidar y llevar a un lugar determinado. De golpe Mary se encuentra en un lugar diferente y se transforma en un ser de tamaño diminuto, envuelta en una aventura increíble, con seres desconocidos y sorprendentes. La historia tiene un mensaje en todo momento ecológico, formará parte de una gran batalla en las entre las fuerzas del bien y del mal. Su misión es salvar al planeta de la oscuridad, y para esto no se encuentra sola, la acompañan seres increíbles: los soldados Nod, Ronin un joven apuesto, un ejército maravillo y deben vencer al malvado Mandrake ( Christoph Waltz ) y sus seguidores. Sin pensarlo esta joven heroína humana se acerca a otro mundo, a una diminuta sociedad del bosque y además a encontrarse con amigos como insectos, volar encima de aves y encontrar el amor. Aunque no tenga tantas similitudes algunos recordaran el film “Querida, encogí a los niños” (1989) dirigida por Joe Johnston, era la historia de un profesor que accidentalmente encoge a sus hijos, tiene aventuras y varios mensajes. La película se encuentra muy bien pensada para las nuevas generaciones y porque no también para los adultos, promoviendo el amor por la naturaleza y la importancia de valorarla. Con su mensaje bien ecológico, una vez más habla de la relación entre padres e hijos, con buenas batallas, imágenes y personajes increíblemente bellas, muy entretenida y colorida, llena de magia y fantasía, con guiños para los adultos, no deja de emocionar y con el aporte del humor en distintas situaciones y dos personajes que van arrancarte más de una sonrisa Grub (vozChris O'Dowd) y Mub (voz Aziz Ansari) y aunque sea previsible logra divertir a niños y adultos. Acá la heroína vuelve a ser una mujer como lo fue Merida en “Valiente” (2012) una princesa pelirroja que desafiaba a todos. La banda sonora es del gran compositor Danny Elfman ("Los Simpson"- 1989; "El cadáver de la novia"-2005); "El extraño Mundo de Jack"-1993). La podes ver doblada al castellano y subtitulada y en versión 2D y 3D.
Detrás de las hojas Divertida película de aventura sobre la típica lucha entre el bien y el mal donde ahora se desarrolla en las partes más diminutas del bosque. A través de una animación deslumbrante, se narra está trama llena de fantasía, acción y humor, la cual a pesar de tener varios baches, logra entretener y divertir a lo largo de su duración. El reino secreto tiene la particularidad de diferenciarse notablemente de la mayoría de los productos de animación de hoy en día. Aquí no se apela a un narración vertiginosa con personajes histriónicos donde todo sucede muy velozmente y con un gag detrás del otro. En cambio, se apela más a la aventura y la fantasía con reinas, princesas y soldados. Una clara lucha del bien contra el mal o el bosqué verde brillante contra el negro putrefacto. Un relato con personajes arquetípicos quienes durante la aventura aprenerán lecciones y crecerán para mejorarse. Una muy buena trama centrada en los periplos del viaje y el enterno enfrentamiento con una fuerza ilimitada y maligna. Asismismo, como sucede en cada nuevo producto animado, la animación se luce creando un universo colorido, bien detallado y expresivo que transforma al escenario en un agente digno de admiración. Cada personaje o ambientación fue creado con una creatividad envidiable que le permite a la historia respaldarse en su expresividad. De esta manera, se crean excitantes carreras, angustiantes enfrentamientos y divertidísimos chistes. Sin embargo, así como el diseño visual asombra, la trama de la película espanta por sus numerosas incoherencias o enormes licencias narrativas. Distintas libertades en la historia, como la inevitable realidad de los hombres hoja quienes literalmente por su cuenta no podrían nunca proteger el bosque, o notables errores en el argumento de la trama, como enfatizar que la fortaleza de los hombres hojas radica en la unión de sus soldados al exclamar "Muchas hoja, un solo árbol” cuando en realidad los villanos están más unidos y mejor organizados que ellos, demuestran fallas muy profundas en la historia que debilitan en gran medida el impacto de la película con el espectador. En definitiva, "El reino secreto" es una película ambivalente donde si bien el héroe (MK) no convencerá demasiado, tiene a un fuerte villano (Mandrake) para levantar el enfrentamiento. No obstante, la película logra finalmente ser entretenida y ante cada momento logra salir airosa con gracia y fantasía.
Un nuevo y viejo mundo El cine animado mainstream se produce y reproduce con tanta insistencia, que a esta altura sólo logran sorprender aquellas que se alejan de las fórmulas, se animan a ir un poco más allá o plantean algo novedoso en términos temáticos y/o formales. Esto es un poco lo que ocurre con El reino secreto, la nueva película de Chris Wedge, director de Robots y la primera La era del hielo, y productor de esta saga prehistórica tan rendidora para la FOX en taquilla como agotada desde un aspecto cinematográfico. Y lo primero que sobresale, teniendo en cuenta a Wedge, es que más allá de algunas temáticas comunes que se pueden vislumbrar entre estas películas (la importancia del grupo, el contexto como condicionante, el éxodo y la supervivencia) hay una necesidad evidente de despegarse de su obra anterior, de transitar caminos nuevos, de ahondar en otro tipo de relatos. Sin llegar a las cimas de un Brad Bird o un Miyazaki, se podría decir que Wedge es un nombre a tener en cuenta dentro del panorama actual del cine de animación. Y otra cosa relevante para El reino secreto, es que se nota y mucho que su universo está basado en un libro -The leaf men and the brave good bugs en este caso- cuyo autor, William Joyce, participó además en la escritura del guión. La intención no es poner a la literatura por encima del cine -no, nunca caería en semejante sandez snob-, sino hacer notar que la película captura de alguna forma el espíritu original, y que el universo de seres diminutos en el bosque tiene cierta solidez y calidad de cuento de hadas muy difícil de conseguir de otra forma. Es decir, hay un libro, infantil, que sirve de plataforma para que el cine imagine, reescriba y potencie lo ya dicho. Wedge lo logra porque en primera instancia sabe cómo hacer que ese universo visual no sea sólo un virtuosismo tecnológico y una demostración de pericia de los animadores por computadora, sino algo real, con una lógica interna tan grande que ni siquiera precisa explicarse mucho: la película avanza con sus escenas de acción formidables y sus personajes queribles. Es verdad que la película evidencia por momentos una necesidad algo forzada en ser graciosa, como si la comicidad fuera la única mercancía posible hoy por hoy para el cine animado. Pero por suerte los comic relief no llegan a estropear el asunto, y hasta uno puede disfrutar de esos momentos de humor que chocan con la estructura general, más volcada al cuento de hadas y la aventura épica. Ese tal vez sea el punto más flojo de la película de Wedge, ese tener miedo al territorio de oscuridad y melancolía que propone el film: hay muerte, hay distancia y hay miedo en una película, seguramente, habrá espantado a algunos genios del marketing hollywoodense. En El reino secreto tenemos un vínculo padre-hija en crisis, planteado narrativamente dentro de la lógica del cine de Steven Spielberg, mientras que hay por otro lado un choque entre culturas pero con aditamentos fantásticos, muy en la senda de Avatar. De hecho, las escenas de acción tienen ese impacto del cine de James Cameron, especialmente por la planificación del espacio (ejemplar la secuencia en la casa del padre de la protagonista, con los héroes en miniatura escapando por los recovecos) y por el heroísmo que surge en su estado puro y en momentos clave, fundamentalmente con personajes femeninos fuertes. La manera en que Wedge plantea la aventura y la fantasía como un reverso del mundo humano, pero también como un pasaje de aprendizaje que permite solucionar los conflictos en ambos lados, es de una sapiencia absoluta, casi artesanal. El reino secreto, encima y si hacía falta, logra que toleremos bastante bien cierto mensaje ecologista un poco torpe. Una película tal vez no demasiado novedosa si uno la analiza en su conjunto, pero que está integrada por una serie de ideas visuales y narrativas muy personales -que toma prestado del relato clásico, claro que sí-, como si no importara demasiado ese otro cine animado que se estrena todos los jueves: es como lo que plantea la propia película, un paisaje general al que hay que mirar con detenimiento para poder reconocer en su real dimensión.
Prodigio visual para una atenta mirada microscópica del mundo Luego del mega éxito mundial que fue “La era del hielo 4” el año pasado, llegó el turno del siguiente paso de Blue Sky Studios. A la cabeza del proyecto el director Chris Wedge, responsable de la saga anteriormente mencionada y de otros hitazos como “Robots” (2005). “El reino secreto”, basado en el libro “Los hombres hoja y los bichos valientes” de William Joyce, narra la historia de Mary (Amanda Seyfried –voz en español de Leyla Rangel- una adolescente de padres separados que llega al lugar donde vive su papá, el Profesor Bomba (Jason Sudeikis -voz en español de Ricardo Tejedo), un hombre tan abocado a encontrar los secretos del ecosistema que perdió toda señal de vínculo familiar. Provisto de cámaras, lentes infrarrojos, amplificadores y decodificadores de sonidos, el científico está desde hace años obsesionado con que la naturaleza tiene más de lo aparente y que seres diminutos habitan el bosque. Claro, es difícil hacerle el aguante a tal enunciado. Por eso el bueno y torpe del profesor tan sólo vive con un perro fiel, a pesar de faltarle una pata y un ojo. Interesantísima metáfora que no es casualidad y puede tener más de una lectura. Es como si el perro representara a una familia con un miembro menos. El que no está y cuya falta es imposible de ignorar. Además es tuerto. Perdió la otra mirada. La visión periférica que ofrece al menos dos costados. Por estar ensimismado en lo suyo, el padre no puede darse cuenta de que la relación con su hija pende de un hilo finísimo entre la realidad y la fantasía que su teoría provoca en ella. Esto es en el mundo humano. En el bosque donde vive la Reina Tara (Beyoncé Knowles –voz en español de Gabriela Gómez- hay una constante lucha por mantener el equilibrio del círculo de la vida. Tara ejerce su magia para balancear el florecimiento y la putrefacción, la luz y la oscuridad, la vida y la muerte y, por qué no, el bien contra el mal ejercido por un bicho llamado Mandrake (Christoph Waltz –voz en español de Humberto Solórzano-). Hay una revolución en el bosque pues hay solsticio y es cuando la reina debe elegir el capullo heredero, quién se encargará de mantener aquello que Mandrake odia: el equilibrio. Mary, en el lugar y momento equivocado (aunque todo sucede por alguna razón), es reducida a tamaño microscópico y se convertirá en la ocasional heroína de la historia. Allí conocerá a varios personajes, como Ronin (Colin Farrell -voz en español de Óscar Flores-), el guerrero encargado de custodiar a la reina, a su vez padrino de Nod, el joven rebelde que se niega a “deber ser”. La palabra equilibrio define bastante el núcleo de “El reino secreto”. Su búsqueda se da tanto en el bosque como en las relaciones entre los seres vivos. Padre e hija pasan de no hablarse a vincularse, ella a su vez de no creer a tener otra mirada, mientras Ronin de regirse por mandato a entender y querer a Nod tal cual es… y así en el resto del cosmos planteado en la película. Por supuesto, el mensaje para todos es ofrecer una visión microscópica del mundo para entender por qué cada uno de los componentes de la naturaleza forma parte fundamental de la misma. Después de todo, para que haya balance tiene que haber el mismo peso de un lado y del otro. La realización es un prodigio visual con el cual el espectador puede deslumbrarse y conectarse. Así como sucede en el argumento,”El reino secreto” es un trabajo donde la música de Danny Elfman, el diseño de arte de Mike Knapp y, por supuesto, en la compaginación de Andy Keir y Tim Nordquist se amalgaman casi a la perfección. Podría haberse agregado (a gusto personal) la injerencia negativa del hombre en este micro-cosmos, pero con la decisión tomada alcanza para entretener y sobre todo concientizar.
Belleza increible en excelente film para toda la familia Que lindo es poder ir al cine a disfrutar de un film, no solo como un entretenimiento familiar, sino por sentirse transportado e inmerso en un paraíso visual. Si algo hay que destacar de “El Reino Secreto” es que, mas allá de una aventura sumamente entretenida para grandes y chicos, es la belleza visual que han logrado plasmar en la pantalla y que con un excelente 3D hace que uno se olvide que esta entre cuatro paredes y se sienta en el mismísimo paraíso. Esto es quizás una de las cosas más sobresalientes del film. Los creadores de “La Era del Hielo” y de “Río” consiguieron que a la salida de la función cinematográfica uno no solo pueda comentar con su familia la trama del film, sino el haber disfrutado de un 3D con todo el esplendor y toda su capacidad visual. Si a esto le sumamos una historia verdaderamente épica (tal su titulo en ingles) nos damos cuenta cuanto a avanzado la realización de estas películas animadas y en 3D. La historia del film es la de M.K, una joven adolescente que, tras la perdida de su madre, se va a vivir con su padre quien se aloja en una casa en el medio del bosque. El Profesor Bomba, padre de M.K., esta convencido que el bosque tiene habitantes especiales que viven como en otra dimensión y que son los que mantienen el ecosistema en funcionamiento. Esto es así ya que en realidad viven unos pequeños y casi imperceptibles seres bajo la protección de la hermosa y buena Reina Tara. Ella es quien mantiene vivo el bosque que es custodiado por los Hombres Hoja comandados por el valiente Ronin. Pero también allí esta Mandrake y sus secuaces quienes quieren adueñarse de la naturaleza para convertirla en seca y árida. En esta guerra sin igual es que por una circunstancia fortuita M.K. será reducida al tamaño de los seres de este Reino Secreto para poder salvarlo. Entre ella, Ronin y un rebelde joven, Nod, junto con algunos personajes muy particulares deberán salvara la vida del bosque. Acción para los chicos, romance para las chicas, belleza visual para los grandes y entretenimiento para toda la familia es lo que plantea este maravilloso y fantástico film. “El Reino Secreto” es uno de esos films que hay que verlo en cine y en 3D para disfrutarlo a pleno
Magia y color para un relato con moraleja La batalla entre el Bien y el Mal, con la naturaleza en su conjunto como rehén, es el eje de la épica de El reino secreto , una admirable película de animación que tiene como director al responsable, ni más ni menos, que de La era de hielo. Con todo el dinamismo, magia y abundancia de color de los que es posible el cine a partir de la combinación de computación y animación real, se presenta este relato con moraleja ecologista y científica; que enseña a tomar conciencia sobre la devastación de los bosques primarios, de los suelos nativos que guardan en sus entrañas la simiente y cimiento de la vida, y a reconocer la labor de quienes dedican su existencia al estudio y por el bien común. El reino secreto cuenta acerca de Mary Katherine, una jovencita de 17 años que decide regresar al hogar de su infancia, en lo profundo de un bosque, donde aún reside su padre, el Doctor Bomba. El hombre es un científico que lleva ya mucho tiempo tratando de probar la existencia, en territorio virgen, de una comunidad de seres pequeños, una cultura evolucionada que vela por la integridad de la naturaleza. Convencido de sus sospechas, este estudioso ha llegado a aislarse del mundo que lo cataloga de demente; incluso de su propia mujer e hija, quienes hace rato decidieron partir hacia "la civilización". Apenas arribada, MK --como se hace llamar la muchacha-- advierte que en su casa paterna el tiempo parece detenido y que lo único avanzado es la obsesión de su padre por probar su teoría. Y no está errado. Cada siglo, la reina de ese mundo secreto a los ojos humanos tiene oportunidad de elegir un capullo que la suceda en su liderazgo y renueve el ciclo de la vida. El cambio está a punto de suceder, y la escéptica MK terminará siendo testigo y protagonista, junto con un caracol y una babosa inexplicables; un joven rebelde; y el comandante fiel de un ejército de hombres hoja que cabalgan sobre colibríes, luego de luchar contra los infaltables malvados que buscan convertir al mundo en un reino de oscuridad. Vista en 35 milímetros la película es una maravilla de belleza y color, para una historia de aventuras conocida pero renovada por un guión bien armado y narrado. En 3D, se convierte en una experiencia emotiva, con la extra --en cualquiera de los dos casos-- de ofrecer un puntapié para conversar con los chicos y poner en valor la propia convicción, la vocación, el estudio, los afectos, el cuidado y respeto por uno mismo, los demás y el entorno que todos habitamos.
De los creadores de la saga de “La era de hielo”, una para chicos con un importante mensaje ecológico. La lucha en el bosque de seres diminutos que se enfrentan entre la conservación del verde y la destrucción de la vida, más una humana que se achica y vivirá su historia de amor imposible. Con aires de “El señor de los anillos”, gran trabajo de animación y entretenimiento para toda la familia.
BOSQUE AMENAZADO Hay que luchar, no queda otra. El bien y el mal no admite indecisos. Y el bosque es aquí la imagen de un mundo donde el enfrentamiento acaba siendo la una manera de perdurar. MK es una chica de 17 años que vuelve a la jungla a visitar a su padre, un científico que sólo vive para desentrañar los misterios del bosque. MK perdió su madre y se va a despedir de papi, pero bueno, el destino y la magia la obligará a ponerse en contacto con esos serer diminutos que habitan el follaje y que su padre busca sin suerte. Ella se pone a la altura de esos insectos chiquititos (una alegoría) para ver lo que su padre no puede ver. Y a partir de allí se despliega una historia entre malos y buenos que luchan para salvar o hundir un bosque que tiene pájaros y flores enredados en la pelea. La dirigió Chris Wedge (“La Era de hielo”, “Robots”). Es interesante y simpática, pero lo mejor está en el sostenido virtuosismo de una imagen que es sin duda lo máximo que hasta ahora alcanzó el 3D. Deslumbra la calidad del dibujo, el detallismo de los planos distantes, los movimientos de cámara. El resto es lucha entre malos y buenos, un par de personajes simpáticos, mensajes sobre el coraje y la vida sana, reencuentros, algún romance y un poco de humor. Chiquitos y grandes, todos deben saber que vivimos en un bosque peligroso que nos obliga a andar a los saltos y a tomar partido.
Dos apariencias Fui a ver (en Buenos Aires) El reino secreto, la película de animación estrenada ayer. En inglés se llama Epic. Como todos saben, el inglés es un idioma más económico que el castellano y con menos letras dice más. Epic, entonces, debe querer decir El reino secreto. Antes de verla no tenía mayores expectativas. Bah, en realidad… 1. Tenía expectativas no muy buenas. El cartel indicaba que era de “Los creadores de La era de hielo y Río.” No vi Río, pero sí vi todas las entregas de La era de hielo. Y por eso El reino secreto (o sea, Epic) me daba un poco de miedo de sufrir un aburrimiento mortal o, a lo sumo, de irritarme con alguna nadería irrelevante, alguna película hecha como salvapantallas feo. Pero no, apenas empezó El reino secreto yo ya estaba agradecido de haber ido el domingo a la mañana a verla. Sentido de la aventura, sentido del movimiento, buenos chistes (alguno memorable, como el de “cara plana”), lógica para narrar. Y un despliegue visual en 3D que hace pensar que esta tecnología ya se empieza a usar como un elemento más y no necesariamente como “un chiche nuevo”. Nunca antes, en la historia del cine, “la moda 3D” estuvo en uso tanto tiempo seguido y con tantas películas, si hasta parece que ya no es moda sino una posibilidad más a la hora de crear. Esta semana dos estrenos hacen buen uso del 3D: El reino secreto y El gran Gatsby (aunque esta última no es tan buena como Epic). 2. Estoy en Cannes, pero no voy a escribir sobre las películas, no vine como periodista. Pero quería contarles de otra apariencia engañosa. Si uno es argentino, en Europa puede ser víctima de descuentos. Así es, víctima de descuentos. Hoy tomé un helado paradojal. Después de un día de muchas reuniones y algunas películas vistas, y de poca comida y de mucho café, tenía hambre, y para mí una de las mejores maneras de solucionar este problema es casi siempre un helado. Como todos saben, los argentinos en el extranjero tratan de pagar con tarjeta. No siempre se puede, por ejemplo no se puede en un puesto de snacks que atienden italianos ubicado en medio del mercado y el palacio de festivales. Pero si se puede… bueno, pagar con tarjeta implica pagar a euro valor oficial más el 20% de “adelanto del impuesto a las ganancias”. Si no te dejaron comprar euros a precio oficial, o te dejaron comprar menos de los que necesitabas o se te antojaban, esa opción es la más barata. Otra opción un poco más cara (hay tasas de interés) es sacar euros como adelanto de la tarjeta de crédito, pero no todos pueden o tienen habilitada esa opción. En fin, en la heladería una bocha valía 3,50 euros, dos bochas 4,90, y tres bochas 6,20. Y el monto mínimo para pagar con tarjeta eran 6 euros. Pedí tres bochas, más por las ganas de probar tres gustos que por lo de la tarjeta, pero ya que se podía pagar con tarjeta…Me dan el helado, les doy la tarjeta, me dicen que no, que no se puede. Les digo que sí, que el precio mínimo para pagar con tarjeta es 6, que hay un cartelito, y que las tres bochas valen 6,20. Me responden que no, que es la happy hour y que las tres bochas son al precio de dos, que son 4,90 euros. Pagué entonces con euros billete (como al italiano del puesto de snacks, como al vendedor de paraguas callejero, especie muy abundante por la lluvia casi constante). Y pensé que para el argentino que tuvo que comprar euros en el mercado paralelo (o sea, todo aquel que no pudo sacar como adelanto de tarjeta de crédito ni lo autorizaron a comprar a precio oficial) era más caro el precio con descuento que el precio original de este helado (en euro tarjeta es 1,20 con respecto al oficial; el euro blue es 1,70 con respecto al oficial, saquen las cuentas). El cepo cambiario también le puede sacar parte de la alegría y agregarle un toque absurdo-matemático a la happy hour del helado (ver foto, el horario de la happy hour es singular). Ah, el helado era muy bueno: vainilla a la antigua, caramelo y limón, tres gustos al precio de dos. Pero los números, al ser argentino, no son muy confiables. Hace rato que digo que sería todo un avance volver a reconocer que dos más dos es cuatro.
Aventuras de antaño "Epic" de Blue Sky Studios, es un buen ejemplo de entretenimiento clásico, con claras referencias al cine de aventuras de antes y con marcadas influencias de "FernGully", "Querida encogí a los niños" o la mismísima "Willow" de Ron Howard (esa capu-capa de murciélago que usa el villano es inconfundible). El director neoyorquino, Chris Wedge ("La era de hielo", "Robots"), nos ofrece la adaptación de una obra ecologista del escritor de historias para niños, William Joyce. La película, más allá de su buen mensaje acerca del cuidado del ecosistema, goza de una calidad técnica y narrativa de gran profesionalidad, que entretiene tanto a chicos como grandes. Quizás lo que la tira un poco abajo, es la falta de originalidad en la trama y el involucramiento que se logra entre protagonistas animados y espectadores. Por alguna razón, las figuras principales no resultan tan atractivas individualmente como sí lo hacen como equipo; no producen ese carisma que hace que el público se cope con los personajes más importantes de la historia. Por ahí creo que faltó trabajar más los aspectos de personalidad de M.K. (Amanda Seyfried), Ronin (Colin Farrell) y Nod (Josh Hutcherson), el trío principal de la cinta que por momentos se pierde entre las batallas épicas y la cantidad de personajes involucrados. Con respecto a la trama, creo que fue evidente la falta de algún factor particular que la diferencie de otras propuestas animadas que hemos visto en la gran pantalla. La lógica que se utilizó fue bastante convencional con la excepción de la carga dramática que se le imprimió a algunas escenas, en las que por ejemplo, mueren personajes y el film se torna un poco más oscuro. "El reino secreto" en su conjunto general se sale con la suya y logra el objetivo de hacer pasar un buen rato cinematográfico al público inculcando valores de cuidado para con la naturaleza, cuestión en la que Joyce había hecho hincapié en su obra literaria. No es una animación super memorable, pero sí entretenida y con algunos momentos tan épicos como indica su nombre original.
No cabe duda de que el 3D y la animación se han transformado en un matrimonio ineludible, especialmente cuando se trata de diseñar con la computadora. Esta fábula ecológica sobre la vida secreta de un jardín, plagada de invenciones de diseño muy bellas aunque demasiado elemental como relato es una prueba de cómo otorgarle credibilidad a un mundo completamente inventado. Aquí se trata de una adolescente “real” transportada a un universo donde lo natural está personificado y antropomorfizado, donde las fuerzas de la naturaleza luchan contra las de la polución, lo que implica transformar el dilema ecológico en uno moral. Más allá de algunas vueltas de tuerca y del desarrollo de la trama -que no pierde encanto al ser previsible sino, más bien, al contrario- es mucho más destacable el aspecto visual que el narrativo. Realmente el film está diseñado para que “entremos” y creamos en lo que nos muestra. El nombre original, Epic, remita a una escencia de relato y no engaña. Se trata de un espectáculo generoso que no carece de humor ni del elemento simpático que engancha a los más chicos, y su mayor lastre es, justamente, el aspecto didáctico.
Como Avatar, pero en la Tierra Mary Katherine (alias MK) viaja a la afueras de la ciudad para visitar a su padre, un ermitaño que dedica su vida a probar la existencia de seres liliputienses que habitan el bosque. Mientras tanto, la tecnología de Blue Sky (creadores de Rio y La era del hielo) hace posible ese micromundo forestal donde se libra una permanente batalla entre los Hombres Hoja, guardianes del bosque, y los Boggans, que representan la tendencia de todo lo vivo al deterioro y la herrumbre. En una de esas batallas, Mandrake, rey de los Boggans, hiere de gravedad a la reina Tara, quien cae junto al capullo que alumbrará a su heredera. MK descubre a la reina en la hojarasca y recibe su capullo, que la vuelve diminuta; así, hereda la misión de protegerlo para que nazca una nueva reina, capaz de enfrentar el poder corrosivo de los Boggans. La primera parte de la película confirma la impronta que dejaron Avatar y la saga El señor de los anillos según Peter Jackson en el cine de aventuras contemporáneo. Con cierto aire a los humanoides de Pandora, los Hombres Hoja montan sobre pinzones o colibríes mientras los Boggans (suerte de orcos, con un nombre tolkiano) lo hacen sobre cuervos y murciélagos. El film mejora y mucho cuando MK trata (infructuosamente) de comunicarse con su padre. A partir de ahí, con una inteligente relectura del clásico El increíble hombre menguante, la película gana dramatismo y originalidad. La cita a Avatar también aparece en el correlato entre un mundo “real” y uno “secreto”; aunque el primero es híper real (sobre todo en la versión 3D) y lleva a pensar que, de a poco, la industria ya puede ir prescindiendo de actores.
Publicada en la edición digital #251 de la revista.