Pochoclera al 100% y llena de adrenalina, este film va a satisfacer a todos aquellos que buscan una combinación de buena historia, grandes actuaciones y parafernalia de efectos. La acción está todo el tiempo teñida de...
"RED", por "Retired and Extremely Dangerous", funciona como una comedia de acción que se beneficia de un excelente elenco compuesto por varios reconocidos actores a quienes no acostumbramos ver en este tipo de cine. El guión escrito por Jon Hoeber y Erich Hoeber ("Whiteout"), basado en el cómic realizado por Warren Ellis y Cully Hammer, presenta una historia limitada de conspiraciones, asesinatos y venganza, que resulta bastante predecible y no requiere demasiada atención. El director Robert Schwentke ("The Time Traveler's Wife", "Flightplan") combina bien la comedia y la acción, entregando un film entretenido y llevadero que se apoya en su elenco de veteranos actores, quienes parecen divertirse interpretando a estos ridículos personajes. Bruce Willis hace de Bruce Willis, a esta altura de su carrera pareciera que al actor ya no le interesa interpretar diferentes roles, sino repetir una y otra vez el personaje recio que lo llevo al éxito. Lo acompaña como su pareja Mary-Louise Parker ("Weeds"), con quien tiene buena química romántica (a pesar de los años de diferencia) y comparte divertidos momentos de comedia. John Malkovich, como un agente retirado medio pirado y paranoico, y la dama Helen Mirren, como una asesina retirada, sorprenden con sus personajes secundarios participando de la acción y de la comedia. Malkovich se reserva las mejores frases y brilla en cada aparición, mientras que Miller (con metralladora en mano) no desentona en su primer rol de acción. Lo de Morgan Freeman es más un cameo que una actuación secundaria, desaprovechado en pocas escenas que sirven como excusa para ponerlo en el poster. El elenco sigue... Richard Dreyfuss, Brian Cox y hasta el viejo Ernest Borgnine, quien con 93 años continúa actuando. (Casi) todos estos actores están del lado de los buenos, mientras que por el lado de los villanos el elenco es más flojo: Karl Urban ("The Bourne Supremacy"), Rebecca Pidgeon ("Heist") y Julian McHanon ("Nip Tuck"). Con las típicas escenas de acción exageradas, algunos diálogos graciosos y un elenco que la mantiene a flote, alcanza para cumplir su único objetivo: entretener.
RED (retired, extremely dangerous) está basada en una novela gráfica creada por Warren Ellis y Cully Hammer, y publicada por Homage Comics entre el 2003 y el 2004. Durante los tres números que constituyeron la saga se contaba la historia de un espía jubilado al cual lo empezaba a perseguir la CIA, ya que el nuevo director de turno estaba convencido de que sabía demasiado sobre antiguas operaciones clandestinas de la agencia. Así es que el retirado espía pasaba de status verde (green) a rojo (red) e iniciaba una especie de guerra personal con la agencia, y todo ello en un tono muy serio y dramático. Lo cierto es que de la historieta apenas quedó el esqueleto, porque Hollywood mutó el resto hasta convertirlo en una comedia de acción. O, mejor dicho, en una comedia romántica de acción (wtf!?). Para tener una idea, RED viene a ser una especie de Shaun of the Dead (2004), sólo que con espías y asesinos en vez de zombies. Si uno se atiene a la historia, no hay nada de excepcional - algo que ocurrió en el pasado se ha transformado en un secreto peligroso para ciertos hombres poderosos y empieza una matanza de todos los posibles testigos -. Esta trama una ya la vió quinientas veces, y ni siquiera en esta versión logran maquillar que hay huecos de lógica aquí y allá. Como en las comedias de acción - tipo Arma Mortal y los millones de clones que la siguieron - lo que menos importa es la historia, acá ocurre lo mismo. El matiz lo da la gracia de los personajes, que son básicamente Bruce Willis y Mary-Louise Parker. Como Willis es tan lerdo en las cuestiones románticas que ni siquiera tuvo coraje en su momento para invitarla a tomar un café, no se le ocurre mejor idea que raptar a su posible interés amoroso cuando las papas queman. Y si bien no es la mejor manera de comenzar un romance, la chispa se enciende entre ambos, especialmente cuando la chica ve que el jubilado al que le mandaba los cheques es mas letal que James Bond y Jason Bourne juntos. ofertas en programas y utilidades en Drivers Argentina - click aqui RED podría haber sido una película standard, entretenida y pasable con Willis a la cabeza, sino fuera por el hecho de que los productores se han gastado toda la plata contratando a un casting enorme de luminarias. Entonces pasa a ser una mezcla entre Shaun of the Dead y Los Indestructibles, con una troupe de estrellas haciendo papelitos pero desarrollados con mucha mayor gracia que el bodoque de acción de Sylvester Stallone. Los yanquis tienen un término llamado stunt casting, que es meter a actores de carácter en personajes totalmente contrarios a su naturaleza. Si bien Brian Cox y Morgan Freeman se han relamido con papeles de espías y conspiradores en otras ocasiones, las frutillas del postre vienen a ser John Malkovich (como un agente retirado completamente paranoide y malhablado) y Helen Mirren. Ver a la Mirren disparando rifles Barret de francotirador o ametralladoras pesadas M60 es una imagen gloriosamente bizarra y sexy. Es como poner a Laurence Olivier a hacer de Rambo, y que el hombre lo haga con una dignidad magnífica. Todos los secundarios son deliciosos y tienen su oportunidad de brillar. Los chistes tienen su gracia (Malkovich es un constante ladrón de escenas), y las secuencias de acción son gloriosamente exageradas (en especial el duelo en el aeropuerto). Hasta el romance es efectivo, teniendo en cuenta de que toda esta troupe de implacables espías retirados terminan enternecidos con la relación entre Willis y Parker y les dan unos consejos propios de Corin Tellado. ¿Que si la trama es un disparate?. Oh si, por supuesto. Pero es la excusa para ver a este carnaval de luminarias hacerse la fiesta con sus papeles mientras se meten en las balaceras más absurdas y entretenidas que uno haya visto desde Wanted - Se Busca. Y lo mejor de todo, es que uno se entretiene con ellos.
En El ultimo gran héroe, John McTiernan llevaba adelante una fantasía bovarista por excelencia, que desde Sherlock Jr. a La rosa púrpura del Cairo atravesó la pantalla: la idea que dice que una vida “real” sin peso, sin entidad, sin sustancia, puede compensarse con un giro quijotesco hacia la ficción: George Constanza lo diría “it’s not a lie if you believe it” (no es una mentira si lo crees). Bueno, básicamente, el peso central de RED está pensando en la tónica del inverosímil extremo que se vuelve posible: el giro de la suspensión de la incredulidad de alguien cuya realidad es gris, oscura, sin mayores riesgos. Pero RED no es una película sobre la relación entre fantasía y realidad, sino sobre la necesidad de asumir una realidad alternativa para cambiar. En concreto: Sarah Ross (Mary Louise Parker) es una empleada telefónica de una empresa que atiende reclamos a jubilados y que tiene como hobbie leer novelas rosa sobre mujeres en riesgo rescatadas por hombres heroicos. Su vida es gris, atravesada por citas con hombres extravagantes, sin interés mayúsculo. En su camino aparece Frank Moses (Willis), un ex agente-máquina de matar de la CIA, retirado, entregado a una vida normal, que de a poco entabla una relación telefónica con la empleada. La relación no prosperará. Sin embargo, el agente comenzará a ser perseguido por la misma CIA para asesinarlo. Hasta ahí nada muy inesperado o distinto. Pero todo cambia cuando Moses deba secuestrar a Sarah para evitar que maten a una de las pocas personas por quien él tiene afecto. A su vez, deberá, acompañado por ella, rearmar un antiguo grupo de espías integrado por Helen Mirren, John Malkovich y Morgan Freeman, todos ellos entrados en años y retirados a una vida fuera del “circuito” de agentes de inteligencia. Con el grupo, deberá desarticular una poderosa organización. En medio de todo eso, la mirada extasiada de Sarah, que habrá dado con su héroe bovarista, su caballero de antaño. Pero RED redobla la apuesta: además de ser un cuento moral sobre bovarismo, heroísmo y situaciones bigger than life, es algo así como una versión relajada, irónica, con una fina ironía, de aquello que supo ser Los indestructibles de Stallone: la historia de una despedida de hombres y mujeres extraordinarios que no pueden ser eso que alguna vez ambicionaron: personas comunes y corrientes, con jubilaciones, nietos, y vidas anónimas. En el cruce entre esas dos perspectivas, la de alguien que elige dejar los grises para ser parte de lo extraordinario y la de alguien (que luego será un grupo) que fue extraordinario, decidió tener una vida gris, pero como los personajes de 20 años después -la novela de Alejandro Dumas- debió volver para resolver las cosas de una vez por todas. Con un humor zumbón, cariñoso y humanista con sus personajes, pero a su vez consciente del género en el que se maneja, el director Robert Schwentke, se mete de lleno a trabajar en una intersección de universos disímiles (el género de acción, el cine reflexivo sobre sus figuras -no por nada está Willis como gran action hero del asunto-, el comic como tono y la idea de una despedida crepuscular que nunca es melancólica; es decir, que nunca cumple con la solemnidad que podría prometer), cruce del cual emerge esta rareza disfrutable en todo minuto, justamente porque logra articular realismo en la humanidad de sus personajes con el inverosímil más descarado de la resolución de escenas de acción. Quizás pueda objetarse su poco tino a la hora de la elección de una banda sonora pobre que rememora a La gran estafa, persistencia sonora que desconcentra, que hace pensar a la película en un tono al que no pertenece. Los jueves suelen entregar pequeñas sorpresas que pasan de largo. RED no merece suerte tal: su feliz idea del mundo, su defensa burbujeante de la diversión y la camaradería es una de esas cosas que justifican 90 minutos dentro de una sala oscura rodeado de extraños con pochoclo, yendo a buscar a la pantalla una vida más grande que la propia.
Un equipo soñado dispara con artillería pesada El estreno, cuyas siglas en inglés Retired Extremely Dangerous, significan Jubilados Extremadamente Peligrosos, es la adaptación al cine del cómic de Warren Ellis y Cully Hammer. Si algo caracteriza a RED es su catarata constante de acción y el humor burlón que atraviesa todo el relato, y que surge de las situaciones (la edad de los protagonistas, por ejemplo) y de las características de los personajes, interpretado por actores ajenos al género a excepción de Willis. En ese sentido, la película encuentra algunos puntos de contacto con Brigada A: Los magníficos. El agente secreto Frank Moses (Bruce Willis) está retirado de la CIA hasta que su casa es invadida por asesinos profesionales. Como todo héroe que se precie de tal, debe volver a la acción, pero antes decide recuperar a su viejo equipo: Joe (Morgran Freeman, retirado en una asilo para ancianos; Marvin (John Malkovich), un paranoico que suele tener razón y se parece al Murdock de la serie Brigada A; Victoria (Helen Mirren), una mujer de armas tomar; la civil Sarah (Mary-Louise Parker), con quien compartirá el lado romántico, y Brian Cox, quien aparece en el momento indicado. Todos juntos descubrirán una de las conspiraciones más grandes de al historia del gobierno norteamericano, en medio de una trama plagada de apariencias engañosas. El film de Robert Schwentke (responsable del piloto de la serie Lie to me y del largo Plan de Vuelo) maneja los climas y la intriga con corrección y brinda a sus personajes la fuerza y los argumentos necesarios para ser avasallantes. RED es un verdadero desfile de estrellas: Richard Dreyfuss, un millonario que hizo jugosos contratos con el gobierno; y el legendario Ernest Borgnine, quien a sus 93 años sigue filmando y cuyo personaje protege los secretos más caros de la agencia. Lejos de asustarse por su madurez, este "team" hace frente a los villanos de turno: Karl Urban (La Supremacía Bourne) y Rebecca Pidgeon, y se convierte en el "equipo soñado" por cualquier realizador.
Los indestructibles 2 En misma línea de Los Indestructibles (The expendables, 2010), se estrena Red (2010) un film que vuelve a reunir a un grupo de veteranos actores dispuestos a demostrar cómo ser un héroe de acción. En este caso, se pone el acento en la edad jubilatoria de sus protagonistas, con buenos chistes y escenas de acción desopilantes. Frank Moses (Bruce Willis) es un jubilado de la Cía que pasa sus días repitiendo la rutina doméstica sin hacer nada que le devuelva la energía. Mientras intenta cortejar a la oficinista de pensiones en sus conversaciones telefónicas, un grupo de encapuchados irrumpe en su hogar dando un cambio drástico a su vida y poniéndolo nuevamente en acción. Para ello reúne al viejo equipo entrenado para matar y juntos, buscarán desentramar los sucesos que los incriminan. Red, cuyas siglas significan Retirado Estrictamente Peligroso (Retired Extremely Dangerous), cambia la nostalgia y tetosterona del film de Sylvester Stallone por la comedia de acción. El equipo es aquí encabezado por Bruce Willis y continúa con John Malkovich, Morgan Freeman, Helen Mirren y Richard Dreyfuss, entre otros. Ernest Borgnine hace una breve pero fundamental aparición. Basada en la novela gráfica de culto de DC Comics, escrita por Warren Ellis y dibujada por el artista gráfico Cully Hammer, el film comienza con un ritmo tranquilo producto de la vida rutinaria que lleva Frank, para luego desenbocar en una montaña rusa de adrenalina que no da respiro. Cada uno de los restantes miembros del elenco personifica a un red con gracia, siempre desde la parodia y poniéndole el cuerpo a las divertidísimas escenas de acción. Red es un film moderno, no busca desde su construcción asemejarse a los relatos de los ochenta como sí sucedía en Los Indestructibles, ni tampoco a los filmes de los setenta, como sucede en la próxima a estrenar Machete (2010). Su estructura narrativa, estilo y estética remiten a las producciones de hoy en día. En esta moda de traer nuevamente a escena actores de acción cuyo cuarto de hora caducó (Los Indestructibles, Red, Machete) pero que demuestran en pantalla seguir estando a la altura de las consecuencias, la película de Bruce Willis no pierde nunca el ritmo ni la gracia, recordándonos por qué disfrutábamos tanto ver a estos personajes en escena.
Cuando lo que importa es el elenco. “Red” es la típica película americana donde el elenco ocupa el centro de la historia y el tema del mismo se diluye escena tras escena. La realidad es que la adaptación del cómic de Warren Ellis es una comedia de acción, en un tono irónico que por momentos descontextualiza toda la idea propuesta y queda sólo la risa superflua de la buena actuación del elenco. ¿Por qué me dirán? Pues porque Bruce Willis, Helen Mirren, Morgan Freeman, John Malkovich y Karl Urban se destacan durante todo el filme y brillan más allá de lo que digan o lo que hagan en el mismo. Los gags, los diálogos en tono humorístico y los gestos, especialmente de Mirren como una ex francotiradora que maneja armas automáticas de una manera increíble; y de un John Malkovich, que interpreta a un ex agente paranoico que por años fue tratado con LSD por la CIA y es un especialista de los disfraces, son sin dudarlo lo mejor de “Red”. La calidad de las escenas es excelente, principalmente una de Willis saliendo de un auto en movimiento, donde toda la secuencia de planos acompaña la adrenalina de la acción de muy buena manera. Aunque muchos de sus planos apuntan a generar un efecto sorpresa ,algunos no logran su cometido y quedan desconexos con el resto del relato, mientras que otros son exactos y más que precisos. Lo cierto es que el filme es plenamente puro entretenimiento, ideal para un día de lluvia donde la familia solo quiere salir a despejarse y vivir un momento distendido con algunas risas (porque la verdad no van a llegar a ser carcajadas) y alguna que otra sonrisa. Película para pasar el rato, que tiene algunas escenas que van a quedar en el recuerdo.
Entre tantas películas que se estrenaron estos años basadas en cómics esta es una propuesta loca porque es la primera vez que la adaptación cinematográfica supera a la obra original. Red o La venganza del jubilado (como me gusta llamarla a mi) es una novela gráfica de Warren Ellis que precisamente no se destaca entre los mejores trabajos de este autor, que tiene mucho prestigio en el mundo de la historieta. Al ser una historia corta de 66 páginas, donde el 90 por ciento del relato se va en escenas de acción, la adaptación en el cine requería expandir la historia, ya que de otro modo hubieran filmado un corto. Los guionistas John y Erich Hoeber, quienes arruinaron el año pasado Terror en la Antártida, otro gran cómic de Greg Rucka, acá se redimieron al convertir a Red en una excelente comedia de acción, que no va a defraudar a los seguidores del género. La premisa de la trama dentro de todo sigue siendo la misma que tenía la historieta, pero en este caso desarrollaron mucho más el personaje de Frank Moses, interpretado por Bruce Willis y agregaron nuevos personajes muy divertidos que generaron que Red se disfrute en el cine con más intensidad. El director Robert Schwentke, responsable de Te amaré por siempre (Eric Bana), abordó esta producción con un enfoque similar al que tienen las películas de acción de Robert Rodríguez, donde todo se desarrolla dentro de un universo de ficción en el que la fantasía y el humor tienen prioridad sobre el realismo. Desde las primeras escenas el director deja en claro que este no es un cuento para tomarse en serio. Red es un delirio donde hay más de una escena que por la manera en que fue trabajado el humor remite por momentos a la trilogía del Mariachi, con secuencias de acción loquísimas, que en este caso son más divertidas por los actores que participaron de esta producción. La verdad que el elenco es impresionante y ver a Helen Mirren como una implacable francotiradora ya de por sí vale la pena la entrada al cine. Dentro del género de acción este estreno es uno de los más divertidos que pasaron por el cine este año.
Yo (era) espía Cuatro agentes jubilados deben volver a la acción en el atrapante thriller con Bruce Willis y Helen Mirren. No es Watchmen , pero se le parece en la trama: como en aquélla, “alguien” está asesinando a los integrantes de un grupo de élite. Tampoco es El ocaso de un asesino , más que nada porque aquí se trata de una banda de amigos y no de un hombre solitario como el que encarna George Clooney en el filme aún en cartel. Y entonces tiene algo de Los indestructibles , la de Stallone, en cuanto a lo inverosímil de algunas situaciones libradas por estos asesinos jubilados (de allí el título del filme, en inglés: “Retired-Extreme-Dangerous). Basada en un comic de DC, la historia comienza con Frank Moses (Bruce Willis), ex agente de la CIA jubilado, cuya vida monótona sólo cambia al intentar seducir por teléfono a la empleada pública (Mary Louis Parker) que tramita los problemas de los jubilados. No importa cómo, Moses llegará a conocer a Sarah y la involucrará en una trama de asesinatos varios y la reunión e aquel grupo del que hablábamos al comienzo, reunido por Moses y que integran otros ex agentes. La cuestión es quiénes los interpretan. Morgan Freeman es Joe, recluido en un asilo de ancianos; John Malkovich, Marvin, el desquiciado y paranoico del grupo, quien vive oculto literalmente en lo subterráneo; y Helen Mirren, actuando con una ametralladora en sus manos, como Victoria, asesina fría y certera. Moses los reúne porque participaron en una misión de la CIA, hace años, y todos quienes estuvieron allí están terminando con una (o unas cuantas) bala(s) en el cuerpo. E inclusive descubrirán una conspiración que cerca a la Casa Blanca. ¿Es éste un filme para un público joven, que sea ver un producto pochoclero, o para uno más adulto, por los nombres y trayectoria de las estrellas? RED es, en tal senti do, apto para todo público: con envoltura y fisonomía de comic, tiene acción a raudales, toques de humor, cierta cuota de suspenso bien dosificado. ¿Qué más pedirle? El hecho de que se trate de personajes al borde de la despedida –dicho esto en todo sentido- le confiere a la película una pátina de humanidad a los protagonistas, algo bien logrado merced a un elenco que es, realmente, todo un lujo. La diferencia de edad entre Willis, acostumbrado al cine de acción, y Freeman, Malkovich y Mirren no juega en desventaja en absoluto. Más aún: la ganadora del Oscar por La Reina parece sentirse a sus anchas. Rebecca Pidgeon, Brian Cox, Richard Dreyfuss y James Remar no hacen más que acrecentar la idea de Dream Team pergeñada por el director alemán Robert Schwentke, el mismo de Plan de vuelo y Te amaré por siempre : es obvio que puede filmar lo que le ofrezcan. Párrafo aparte se merece el gran Ernest Borgnine, quien a los 93 años tiene un par de escenitas en las que despliega todo su talento, con su mirada entre pícara y socarrona.
Comedia de acción con alma de cómic Varias estrellas del cine se divierten interpretando a ex agentes de la CIA que deben volver a la acción Basada en una novela gráfica de esa inagotable cantera que es DC Comics, RED traslada con bastante inteligencia al cine la estética y el espíritu irreverente, por momentos absurdo, de la historieta. Lo hace con una comedia de acción que acumula, recicla, amplifica y resignifica todo tipo de fórmulas, estereotipos, convenciones y clichés. Las fuentes de inspiración son múltiples: el planteo inicial es similar al de Los indestructibles , el film de y con Sylvester Stallone (aquí unos espías ya retirados se ven obligados a volver al ruedo para una misión final), pero también hay lugar para elementos que bien podrían haber calzado en Watchmen: l os vigilantes, en la serie El súper agente 86 , en las sagas de Misión: Imposible , de James Bond, de La gran estafa o en un producto romántico como la reciente Encuentro explosivo . Bruce Willis, Morgan Freeman, John Malkovich y Helen Mirren (con la ayuda de un viejo agente de la KGB interpretado por Brian Cox y de una mujer sencilla pero ávida de emociones fuertes encarnada por Mary Louise Parker) son los ex agentes de la CIA que abandonan su no demasiado estimulante vida de jubilados para enfrentar una confabulación de imprevisibles alcances (hasta las más altas esferas del poder). Más allá de que la propuesta está llena de desniveles en su sucesión de gags, (auto)parodias, momentos románticos y secuencias de acción (es muy logrado el uso de la violencia con la estética lúdica del cómic), en RED los actores (se) divierten con una propuesta siempre trabajada en los extremos de la exageración y del artificio. Al impecable quinteto protagónico (Willis, Freeman, Malkovich, Mirren y Cox), se le suman en breves pero simpáticas apariciones otros veteranos de fuste como Ernest Borgnine y Richard Dreyfuss, mientras que Karl Urban se luce como el malvado de turno. Para aquellos que buscan una película sólida, seria e "importante", RED puede resultar una decepción. Sin embargo, para quienes prefieran un entretenimiento ligero y simpático, este film del alemán Schwentke regala una buena dosis de alegría, desenfado y diversión.
Pura diversión Tenemos a Bruce Willis con John Malcovich y Morgan Freeman... También a Helen Mirren y Brian Cox. Ah, ¿Quieren más? Ok, por la misma guita vienen incluidos Richard Dreyfuss y el veterano Ernest Borgnine. Bueno, y de yapa Karl Urban y Mary-Louis Parker. Todos se dan el gusto de hacer una película de acción, a puro tiro, lío y cosha golda, sin pretensión de historicismo alguno y con el simple deseo de entretener a la audiencia con sus dotes histriónicas al servicio del pasatismo más clásico. La trama no es nada del otro mundo. Una agente retirado de la CIA llamado Frank Moses (Willis) es perseguido por otros agentes que desean asesinarlo; en su huida se lleva a una mujer con la que ha estado flirteando telefónicamente, dado que ella ahora también está en peligro. En el camino Moses va contactando a viejos camaradas también retirados de la acción. Retirados, pero extremadamente peligrosos. Conspiraciones, enemigos que pasan a ser amigos y malos que no lo son tanto, son algunos de los ingredientes que matizados con bastante humor y miles de balas combinó Robert Schwentke para entregarnos un filme que vale sólo por su elenco, ya que sin ellos y su talento sería uno más del montón.
La vieja guardia contraataca Desde los créditos iniciales, el nombre de tantas estrellas hollywoodenses resultaba más que atractivo y sin lugar a dudas convocante de un gran número de espectadores. Y no por nada lo primero que hay que decir es que Red –basada en la novela gráfica de culto de DC Comics, escrita por Warren Ellis- es una comedia de acción efectiva gracias al elenco que la encabeza y no por mérito de la historia que los reúne como pretexto. Por lo tanto, el saldo final pierde cierta sustancia ya que realmente la trama es apenas entretenida y sin demasiadas ideas para que sus personajes se luzcan. Si bien el juego de la brecha generacional entre agentes jóvenes y agentes ya retirados cae simpático en un comienzo, así como la tibia historia de amor entra Frank y Sarah, el trasfondo que significaba la idea del retiro por la vejez, sumado al tema de la soledad se desarrollan de manera lineal, esquemática y tampoco encuentran su costado cómico en cuanto a los achaques de la edad, el deterioro físico, las postergaciones por afrontar una vida sin vínculos afectivos, etc, salvo en el personaje interpretado por Morgan Freeman, a quien le toca la peor parte en este juego de supervivencia y astucia. No obstante, dejando de lado estos escollos el film, protagonizado por Bruce Willis, Mary-Louise Parker, John Malkovich, Helen Mirren y Richard Dreyfuss, entre otros, no pierde jamás el ritmo y dosifica eficazmente tanto las escenas de acción (buenas coreografías y efectos visuales) con las de comedia bajo la dirección del alemán Robert Schewentke (aquel de Te amaré por siempre y Plan de vuelo). La premisa es sencilla: la CIA debe eliminar una lista de efectivos que participaron en un operativo secreto en el año 81 en Guatemala, pues de revelarse la trama oculta detrás de aquel incidente quedarían manchadas ciertas personas que por motivos obvios no se revelarán en esta crítica. Así las cosas, los blancos móviles son los denominados R.E.D, que en la traducción al castellano significaría algo así como: retirados extremadamente peligrosos. Frank Moses (Bruce Willis) es el principal ex agente a eliminar del mapa. Se le suman a la aventura Marvin Boggs (John Malkovich), quien tras su retiro involuntario permanece escondido bajo tierra, fuera del sistema y acompañado de una gran paranoia. Y en un menor orden aparecerá un ex agente de la KGB (Brian Cox), una francotiradora del MI6 (Hellen Mirren) junto a la coprotagonista Sarah Ross (Mary Louise Parker), una civil que se enamora del hombre equivocado en el lugar equivocado, aunque con la necesidad de vivir alguna aventura para salir de la rutina de oficina. La misma falta de acción que los ex agentes necesitan para volver a sentirse vivos tras el irremediable paso del tiempo. El resto de la historia no presentará mayores sorpresas, salvo el lucimiento de Malkovich que sin lugar a dudas es lo mejorcito de este amigable pasatiempo donde la vieja guardia ataca de nuevo.
Red es una muy entretenida comedia de acción, que sorprende por su elenco y por las cosas que les hicieron hacer. Ver a la dama y ex reina Hellen Mirren con una ametralladora paga el valor de la entrada. El resto de los actores hace muy bien sus papeles realizados a medida. Desde Willis con sus muecas, Freeman con sus sonrisitas y Malkovich perturbado, todo sale armoniosamente dentro de la locura que plantea la historia. Está bien realizada y el relato casi todo el tiempo mantiene el ritmo. Pero al igual que lo que pasó con Matar o morir hace un tiempo, es tanta la locura que creo que no todos la asimilarán naturalmente. Es una buena película para pasar un buen rato "shampoo" y ver a estos grandes actores que indudablemente se divirtieron haciéndola.
Vuelta a los 80’s. Curiosamente tres estrenos de éste año se caracterizaron por volver a estructuras básicas de guiones, presencia de actores “estelares” que cargaban al hombro films de aventuras, ciencia ficción y acción, tomados como “divertimentos” en la década del 80. Como una suerte de lo que ocurre en Un Loco Viaje al Pasado pareciera que ésa década ha marcado la vida de muchos, se la extraña, es el caso de Depredadores, Los Indestructibles y ahora, Red. Bruce Willis interpreta a Frank Moses, un ex - agente de inteligencia de quien, por lo visto, quieren deshacerse debido a alguna cuestión. Justo al desatarse ésta situación, conoce gracias a una charla telefónica a Sarah (Mary Louise Parker) con intención amorosa, quien colateralmente queda involucrada en las corridas y persecuciones varias que se generarán a partir de los primeros minutos de duración. En el camino, Moses se reencuentra con sus co-equipers, ex CIA, un surtido vintage à la Brigada A, nunca falta un loco (John Malkovich), algún experto en armas (Helen Mirren) o un especialista en tácticas (Morgan Freeman). Así el equipo se completa, juntos intentarán delucidar el por qué a varios interrogantes y una vez más, tenemos un film de acción, con la misma linea argumental que cientos de films que ya hemos visto con anterioridad. Lo disfrutable del ejercicio que constituye Red, es que muchas veces realmente sus gags son efectivos, dan justo en el blanco como para generar sátira, carcajadas varias y asombro por situaciones inusitadas, algo que tambien ocurría en Los Indestructibles. No soy muy agraciado con la frase de tanto uso “uno sabe de antemano lo que va a ver”, refiriéndose cuando vemos un film que tiene baches por todos lados pero al que no se le puede pedir mayor valor cinematográfico debido a que la persona que esboza esta frase considera que los involucrados, la historia, los personajes o actores no pueden entregar más que lo que tienen para ofrecer. Con Red, viví recordando ésta frase y sin bien, no tenía bien en claro qué estaba a punto de ver, a medida que fui zambuyéndome en las satirizaciones con las que cuenta el film, me senté a disfrutar sabiendo que en Red, cualquier cosa habría de suceder. Es destacable considerar que el film cuenta con un reparto inigualable, al contrario con Los Indestructibles, aquí, éstas estrellas todavía son vigentes, quizas no en su apogéo pero tampoco en el olvido y siendo rescatadas. Actores de la talla de Richard Dreyfuss, Brian Cox, los jóvenes James Remar, Julian McMahon, la punzante Rebecca Pidgeon (fetiche y esposa de David Mamet), y una participación si bien pequeña, importante, de Ernest Borgnine. Red está basada en la novela gráfica de DC Comics, de Warren Ellis y gráfica de Cully Hammer, las siglas que constituyen el título del film se vinculan a “Retired Extremely Dangerous” (Retirado Extremadamente Peligroso), cuestión que el largo deshace en materia de los actores incluídos en el reparto, “No Retirados, Extremadamente en Vigencia”.
Escribo estas palabras con la muerte de Néstor Kirchner a cuestas. No es, empero, un lugar extraño para recordarlo, pues gracias a las políticas que su gobierno comenzó, hoy tenemos una política cultural como hace años no se ve en este país. La renovación de la televisión pública brinda la posibilidad de admirar grandes obras de la cinematografía nacional e internacional y el cine argentino crece cada día más. Podría decir muchas cosas acerca del proyecto que inició, pero este es un blog de cine. Por eso sí me perturba un poco recordar su espíritu y sus acciones a propósito de un film que defiende tanto esos valores estadounidenses, que a partir de Néstor -al menos algunos- supimos mirar de reojo para concentrarnos en los baluartes de nuestro país y latinoamérica. Cómo olvidar tanto homenaje, tanto actor y actriz, director, cantante, escritor... personalmente, aprendí a reconocer en la Argentina un país de una cultura invalorable, no porque estuviera oculta, sino porque la cultura se genera, se promueve y se comunica con políticas orientadas en este sentido. Y pienso también en otros próximos estrenos que por ser argentinos son aun más deplorables, como Secuestro y muerte, uno de los films más gorilas de los últimos años y reafirmo que no existe la censura oficial (más que la económica del capitalismo) y que hubo muchas ollas podridas, con odios bulliendo en su interior, que Néstor Kirchner quiso enseñar al pueblo, y esta gente amargada no tiene otra opción que defenderse con el insulto y, lo que es peor, con el arte, una herramienta ferozmente eficaz. Por el recuerdo de nuestro ex presidente, sea que continuemos creando, discutiendo y saliendo a la calle todos los argentinos, como una sociedad abierta, con sus miserias y sus alegrías. Por la situación especial, no puedo sino ser breve. RED (sigla cuyo significado no develaré aquí), dirigida por Robert Schwenkte, es una comedia de acción -por ejemplo, Arma Mortal o True Lies lo son- que reúne a importantísimos actores en el papel de viejos agentes de la CIA, con el fin de detener una extraña operación dirigida contra Frank Moses (Bruce Willis), por parte de la misma CIA. En el transcurso de la obra, el espectador se entera que detrás de todo ello hay serios motivos para el ataque a Moses, que involucran altos funcionarios del gobierno de los Estados Unidos. Mientras tanto, muchos tiros e hilarantes escenas con los vejetes que se van recolectando en el camino (Morgan Freeman, Helen Mirren, John Malkovich y hasta ¡Ernest Borgnine!), interrumpido constantemente por un joven y fiel perseguidor, William Cooper (Karl Urban) y la siempre molesta dama en peligro, Sarah Ross (Mary Louise Parker). Quizá algún loco de los cómic reconozca que RED es un cómic de DC (escrito por Warren Ellis y dibujado por Cully Hamner), así que ellos podrán ver la película desde otra óptica. No obstante, detrás de tanto tiro sorprende que la CIA se presente como una institución perversa -sin contar la inofensiva autocrítica de siempre-, pero el globo se desinfla hacia el final, con unos gestos que aseguran al público que la honestidad yanqui está por encima de toda corrupción [risas]. De esta manera, no es el mensaje el que salva al film, sino más bien su potencial como ametralladora de entretenimiento, para los que gustan de la comedia, la hay, para los que gustan de los tiros, los hay, e incluso hay algo de thriller. Si pasamos por alto las trilladas actitudes del enamoradizo Mose/Willis y particularmente un final que decepciona (sin sorprender), podemos gozar de momentos atractivos, mientras viajamos por los EEUU y una partecita de su historia cultural.
Jubilados con 82 por ciento de riesgo A diferencia de las buenas comedias de acción, donde el elemento cómico vuelve inteligentes las escenas de rutina, aquí los sobreabundantes tiros y explosiones están filmados como una de acción común y corriente y el humor tira a complaciente. “Retirado extremadamente peligroso”, quiere decir, en inglés, la sigla RED, se supone que inventada para la ocasión. Basada en un comic, RED es al asesinato profesional lo que Jinetes del espacio a la astronáutica, Nunca es tarde para amar al sexo, Antes de partir a las últimas oportunidades o Los indestructibles a la condición de mercenario. La festiva aplicación de una verdad cada vez más contemporánea: que la tercera edad no es el fin de nada. ¿El comienzo de algo? En la mayoría de las nombradas se trata, más bien, de un back to action. Teniendo en cuenta que los protagonistas de RED son ex agentes de la CIA, se comprenderá que lo de la peligrosidad extrema es algo más que una frase. Peligrosidad extrema de ellos y de quienes quieren hacerlos desaparecer de la faz de la tierra. La primera escena es magnífica. Las que siguen, menos. En ese comienzo, RED presenta los dos ámbitos de la película –el de lo ordinario y lo excepcional– de un modo que al resto le cuesta bastante más conciliar. Sentado en el living de su casa, un tipo que parece jubilado de todo (Bruce Willis) intenta levantarse a una operadora a la que conoció por teléfono (Mary Louise Parker, nunca tan frágil y simpática). Es de noche y la ausencia de ruidos colabora con el clima relajado, la falta de apuro, el carácter cadencioso de la escena. El intento de levante funciona, y la cámara filma a ambos muy pegada a ellos, participando visiblemente de la situación. Que el tipo cometa alguna torpeza ayuda a que el espectador se identifique con él, y además la torpeza no es tan importante como para que no arreglen un encuentro. Cuelga, va hasta la cocina a servirse algo y allí, como quien no quiere la cosa, la cámara deja ver las sombras de un grupo comando, metido en su casa y apuntando sobre él sus miras láser. Se supone que a esa superposición de lo excepcional y lo ordinario debería apuntar la película en su conjunto, dirigida por el alemán Robert Schwentke (el de Plan de vuelo, con Jodie Foster). Superposición que le dio razón de ser a Mentiras verdaderas y a Los increíbles, más recientemente a las series Héroes y No Ordinary Family. Lo ordinario es que los protagonistas sean jubilados. Lo excepcional, su carácter de ex asesinos profesionales. Enterado de que lo quieren despachar, como en una Watchmen sin superhéroes, Frank Moses (Willis) va a reclutar a sus viejos camaradas. Estos son Joe Matheson, desahuciado en una clínica (Morgan Freeman, repitiendo el papel de paciente terminal de Antes de partir), Marvin Boggs, paranoico alla Unabomber, que vive en un refugio bajo tierra (John Malkovich, bajando un poco de las alturas teatrales), y Victoria (Helen Mirren, que esta vez no hace de reina, pero sí lleva nombre de una). A esos cuatro mosqueteros se les suma un quinto: Ivan Simonov, ex espía ruso (Brian Cox), que colaborará con ellos un poco por solidaridad de ex y otro poco porque desde hace rato que está locamente enamorado de Victoria. ¿A quiénes se enfrentan nuestros muchachos? A sus superiores, como el agente Bourne. Como en esa serie, la responsable directa del search & destroy es una mujer (Rebecca Pidgeon). Aunque como allí también, siguiendo el hilo se llega mucho más alto. Un elenco que a los nombrados les suma a Richard Dreyfuss, James Remar (perverso en jefe de las películas de Walter Hill) y hasta un reaparecido e increíblemente vital Ernest Borgnine (caminando a saltitos a los 93 años, él solo expresa la idea entera de la película con más gracilidad que ella misma) no puede no ser disfrutable. Pero RED es agradable, algo monotemática y menor, pudiendo haber sido entretenimiento de alta gama. Hay una razón para ello. A diferencia de las muy buenas comedias de acción, donde el elemento cómico vuelve inteligentes las escenas de rutina (Mentiras verdaderas, por ejemplo), aquí los sobreabundantes tiros y explosiones están filmados como una de acción común y corriente y el humor tira a complaciente.
La nueva película de Robert Schwentke, responsable de Plan de vuelo (Flightplan, 2005) y Te amaré por siempre (The Time Traveler´s Wife, 2009), es una comedia de acción y espionaje bastante pasable considerando el cúmulo de estereotipos y la ausencia general de novedades. Estamos ante la típica propuesta mainstream en la que un elenco soñado consigue transmitir la afabilidad del rodaje aunque no mucho más...
Red, protagonizada por un elenco de ensueño encabezado por Bruce Willis, logró algunas combinaciones que en el cine son bastante complejas de lograr. En primer lugar pudo conformar un excelente entretenimiento pochoclero combinando la acción y la comedia, sin desbalancearse en ningún momento. Un ejemplo de que esto no es nada sencillo fue la fallida Encuentro Explosivo, que no llegó a explotar todo lo que prometía con un gran reparto y un muy buen director a cargo. En cambio Red (significa Retired and Extremely Dangerous) cumple con esa premisa brindando unas dos horas de escenas de violencia y tiroteos extremos, conjugados con grosos momentos de humor que generalmente llegaron de la mano del genial personaje de John Malkovich. Otra de las difíciles misiones que tuvo que sortear fue la relacionada a la siempre compleja adaptación de un comic a la gran pantalla. Al no leer el comic no puedo comparar la película con éste, pero si estoy en condiciones de afirmar que el espíritu del mismo se ve plasmado en la estética que le dio a este proyecto su director Robert Schwentke. Kick-Ass también fue otra propuesta que pudo sortear muy bien este obstáculo, pero hay muchas otras que no merecen ser nombradas. La historia que Red nos cuenta es sobre la vida del retirado agente de la CIA Frank Moses. Lamentablemente Moses tiene una aburrida vida donde el vínculo con el mundo exterior es casi nulo, y digo casi porque solo tiene una especie de relación telefónica con una operadora con quien charla asiduamente. Todo cambia radicalmente para Frank, cuando un peligroso equipo armado intenta matarlo en su casa. Es allí cuando decide reunir a su viejo grupo, para tratar de encontrar a quienes están cazándolos uno por uno. El humor y las escenas de acción están por encima de la trama en Red y esto es otra mezcolanza, algo que siempre es complejo de realizar. Nadie puede creer que la historia que se cuenta en esta película pueda ocurrir en verdad, sin embargo tampoco por su grado de inverosimilitud deja de ser altamente entretenida, es como si jamás cruzara el límite para romper la atención del espectador. El equipo que nombro más arriba está integrado por Hellen Mirren, Morgan Freeman, John Malkovich, Mary-Louise Parker y Bruce Willis. Estos "jovatos" actores son puestos en papeles impensados y originales demostrando que las grandes carreras que han logrado no son por nada. Sin dudas Malkovich se lleva los mejores momentos, como la loca corrida a grito partido que realiza contra el vicepresidente o el excelente duelo de western -condimentado con ingredientes del groso Sergio Leone- que lleva adelante contra la agente que intenta matarlos a todos. Bruce Willis es una estrella, no solo un gran actor. Hay muchísimos actores que pueden llevar adelante excelentes caracterizaciones pero no tienen ese ángel, ese no se que, que tienen las verdaderas estrellas. Willis de nuevo lleva un gracioso papel que realmente lo debe realizar con el piloto automático puesto, siempre en el buen sentido de esa frase. Red representa una excelente opción pochoclera que faltaba en este tramo de la temporada de estrenos.
Veteranos en acción. Una comedia de acción muy divertida. Una banda de agentes retirados de la CIA, más un ex KGB, más una empleada telefónica, perseguidos por el mismísimo vicepresidente de EEUU que, a través de la CIA, los quiere eliminar. El grupo, comandado por Frank Moses o RED (Retirado Extremadamente Peligroso), reúne a varios actores de renombre, algunos más veteranos que otros, que parecen divertirse de lo lindo en el filme: Bruce Willis, Morgan Freeman, John Malkovich, Helen Mirren y Brian Cox. En la historia, la CIA es mostrada como una cueva de asesinos a sueldo. RED fue uno de sus asesinos en el pasado y hoy jóvenes y vigorosos agentes lo quieren asesinar. Entre risas y tiros, el filme también da a entender que no siempre la sangre joven triunfa sobre las arrugas y la experiencia. Está dicho, el zorro pierde sólo el pelo.
Una de espías con viejitos cool Con un dream team de actores, encabezado por Bruce Willis, John Malkovich y Morgan Freeman, la película narra la historia de un grupo de espías desocupados que debe luchar por sus vidas en distintos estados de la Unión. Dónde van los espías cuando se retiran? La pregunta bien pudo ser el comienzo de RED, sin embargo, más allá del guión de Jon Hoeber y Eric Hoeber, el origen hay que rastrearlo en la novela gráfica de DC Comics, escrita por Warren Ellis y dibujada por el artista Cully Hammer, una obra de culto que trasladada al cine parece haber sido hecha para los protagonistas. Porque el principal atractivo de RED, cuya sigla significa Retirado Extremadamente Peligroso (Retired Extremely Dangerous), es el dream team de actores de diversas procedencias, estilos y edades, que hacen lo suyo para que la película sea una deliciosa comedia nostálgica de acción. Desde Bruce Willis como Frank Moses, un ex agente solitario que, mientras reclama su cheque como jubilado de la CIA, intenta conquistar a Sarah Ross (Mary Louise Parker), una aburrida operadora del fondo de pensión que sueña con una vida de aventuras. O Morgan Freeman que encarna a Joe Matheson, también retirado en un asilo de ancianos, pasando por John Malkovich, absolutamente pasado de rosca como el paranoico Marvin Boggs, y Victoria a cargo de Helen Mirren, feroz asesina que pasa sus días cuidando de sus flores. Todos ellos como ex agentes de la CIA –casi como Los indestructibles, pero muchísimo menos solemne– en su mayoría dejados de lado por el fin de la Guerra Fría, pero que se ven en peligro por la conspiración más grande en la historia de los Estados Unidos y que de yapa, involucra nada menos que al vicepresidente. Y ahí van los viejitos piolas, luchando por su vida en distintos estados de la Unión, llegando al nudo del asunto, eliminando adversarios, reencontrándose (hasta se dieron el gusto de convocar a Ernest Borgnine) con antiguos adversarios como el agente ruso Ivan Simonov (Brian Cox), un romántico que ayuda a la causa sólo por amor a Victoria. Sin lugar a dudas, el mayor acierto de RED es el tono juguetón que logra imprimirle al relato Robert Schwentke, una puesta que permite que se luzcan cada uno de los protagonistas, desde el característico tono cansino y de estar de vuelta de todo del gran Bruce, o Louise Parker, que en el medio de la camaradería de los ex agentes acierta con un personaje que está fascinado con un mundo que sólo leyó en novelitas baratas, pasando por el tradicional papel de viejo sabio de Freeman, el toque freak de Malkovich, y la distinción de Mirren, apenas alterada cuando dispara enormes fusiles automáticos.
Corrección política en una reunión de espías Red es mala. Pésima. Acorde con el peor cine norteamericano. Parte de la desesperada catarata de films de supuestas fórmulas de éxito, faltos de ideas, y que ahora -por ejemplo- encuentran en los cómics un ámbito de referencia. El caso de Red es el de la traslación de una historieta (o "novela gráfica", tal se estila decir ahora) menor del escritor inglés Warren Ellis, más el trabajo efectista, de momentos más o menos logrado, del dibujante Cully Hamner. Fue publicada por el sello Wildstorm en 2003. Y se trata, de hecho, de un cómic precario, de solo tres números, sin demasiado vuelo más que el de contar una historia violenta de persecución letal por parte de la CIA hacia uno de sus agentes retirados. Si algo destacaba en aquella historieta era su incorrección política -propia de la escritura de Ellis , sin lugar para medianías ni grises; vale decir, según Ellis, el servicio de inteligencia norteamericano y todo lo que ello significa se destaca y confirma desde una corrupción estructural. A partir de allí, el juego del gato y el ratón deriva en la legitimación final de esta premisa. En el caso de la película, el plot juega la misma idea para abandonarla rápidamente y adoptar la serie de clichés acostumbrados. Es Bruce Willis quien encarna al agente retirado, obligado a volver a reunir al viejo equipo de otras épocas; así es que se inscriben para el argumento del film los personajes de Freeman, Malkovich y -vaya uno a saber por qué, qué falta hacía aquí Helen Mirren. Más la corrección que -se decía el cómic sabía adolecer: una mujer que proteger (la procreación como dogma siempre vigente para Hollywood), el perseguidor al que desengañar, y la restitución -vía desengaño de la dignidad espía de los mecanismos de gobierno. En otras palabras, la purificación y, como corolario, la legitimación. Es entonces, por un lado, que el film tira por la borda la propuesta eje del cómic, y por el otro, es de un nivel soporífero tal que vuelve evidente el mal trabajo de sus intérpretes. Todos notables. Y todos aburridos. Por cinefilia acostumbrada, destacar dos apariciones que todavía nos deparan recuerdos gratos: las de Richard Dreyfuss y Ernest Borgnine. Verlos otra vez en pantalla, aún en un caso tan desafortunado, permite evocar otros films, capaces de permitir al espectador el salirse por un rato de lo que se está viendo y encontrar algo mejor en lo que pensar. Y si bien lo que aquí se dice no es ya novedad alguna, no deja de asombrar lo mal narradas que están películas como Red: la cámara se vuelve protagonista por el solo hecho de moverse o agitarse, los efectos priman desde un mero decorado visual, más una suma de escenas adocenadas, que poco importan al drama sino, antes bien, a la acumulación de golpes de efecto. El arte del buen relato, sin embargo, supo ser cultivado por el mejor cine norteamericano. Aquí una prueba más de su decadencia.
Jubilación anticipada Red es una película de acción con un atractivo temático que engancha inmediatamente. Ver a un grupo de jubilados del espionaje volviendo para la que quizá sea su última misión, tiene un atractivo que dispara preguntas e interpretaciones que dialogan con el cine del género de todas las épocas. Basada en un cómic contemporáneo, cualquiera puede pensar en Los indestructibles como una asociación inmediata. Sin embargo no es así, es cierto que ambas se remiten al cine de acción de los ochentas, pero la metodología y la construcción visual de ambas es distinta y los aciertos de este film dirigido por Robert Schwentke también tiene (al igual que Los indestructibles tenía los suyos) sus irregularidades en una trama condensada donde por momentos se diluyen protagonistas y subtramas completamente accesorias. Más allá de esto, al igual que con la película de Stallone, el entretenimiento está asegurado a pesar de un ritmo que a veces pueden encontrar algo denso. A diferencia de Los indestructibles el principal atractivo de Red es lo heterogéneo del elenco. No todas son estrellas del cine de acción consagradas o por consagrarse, en Red tenemos a Bruce Willis junto a Helen Mirren, John Malkovich y Morgan Freeman, por ejemplo, que si bien hicieron alguna película dentro del género no son particularmente reconocibles en este registro. Ahí esta en parte lo hilarante de la cuestión: ver a Helen Mirren con una Uzi o un rifle francotirador y a John Malkovich como a un loco desquiciado (y paranoico) disparando a mansalva es una postal en si. En tanto, Willis se sostiene como el héroe de acción que tan bien sabe hacer, tratando de balancearse en una trama romántica algo inverosímil que prácticamente desaparece del mapa en la segunda parte de la película, afectando al personaje de Sarah (Mary-Louise Parker). Lo fallido de este aspecto es lo que obliga a que nos olvidemos de esta subtrama tanto como la cuestión política que aparece como una suma de datos incluida de manera algo arbitraria. Salvo, por supuesto, la mención de un año clave: 1981. ¿Por qué clave?, la respuesta está en que es mencionado en una charla entre nuestro héroe jubilado Frank Moses y el antagónico de turno, un traficante de armas encarnado por Richard Dreyfuss (Alexander Dunning). El tono de la charla remite a un Moses que alguna vez había trabajado incondicionalmente para Dunning pero las cosas habían cambiado, y no sólo por el paso del tiempo. La pregunta obligada sería si hay aquí una relectura moral de cierto cine de acción de los ochentas o si se trata de un dato accesorio incluido como parte de la trama ¿Representa Willis al estereotipo de héroe norteamericano de los ochentas, con el pecho inflado, que aceptaba misiones (o léase guiones) en países periféricos disparándole a todo a mansalva para preservar el bienestar yanqui?, ¿o sólo se trata de una sobre lectura hecha en base a un dato aislado? En todo caso, la inclusión de este diálogo en la película tiene un tono superficial que quizá pase desapercibido pero que encuentra en Karl Urban, el agente William Cooper, un vistazo de lo que pudo haber sido Moses en el pasado, logrando una relación dialógica que agrega tensión a la trama gracias a ese enfrentamiento generacional. Otro detalle es que visualmente Red difiere de Los indestructibles. En el film de Stallone dominaba una estética cercana a las películas de acción de los ochentas: maquetas, grandes sets, secuencias de acción arbitrarias se juntaban con un mínimo (y a veces tosco) uso del CGI, entre planos donde podían apreciarse las peleas y las estrellas de turno. Aquí veremos una estética más cercana a las recientes adaptaciones de cómics con ralentis, planos detalles y encuadres más calculados y expresivos donde no falta el CGI para resaltar espectacularidad, mientras la cámara se queda no tanto con el personaje de acción, sino más bien con las consecuencias de esa acción. Por decirlo de un modo más sencillo: Los indestructibles retoma la estética de los ochentas y Red es una película actual, con temáticas que remiten al héroe ochentoso desde otra perspectiva. En definitiva, una película entretenida donde no todos son aciertos, pero que cuando fluye como comedia de acción logra situaciones antológicas. También hay drama y romance, pero estos aspectos van a aparecer prácticamente insostenibles, más allá de que el reparto logra barrer esto gracias a cosas como el muñeco de Malkovich o la historia romántica de Mirren con un ex agente ruso.
Lograda simbiosis de acción y humor por veteranos que se divierten... y divierten Escrita por Jon y Erich Hoeber, “Red” es una adaptación del comic sobre la vida de Frank Moses (Bruce Willis), un agente secreto retirado que decide volver a la acción cuando intentan asesinarlo, para lo que recurre a su antiguo equipo a fin de que lo ayuden para juntos descubrir por qué, habiendo sido los mejores de la CIA, ahora los persiguen por los secretos que ellos conocen, y por ese camino también se darán cuenta de grandes conspiraciones del gobierno por que son el blanco de la agencia. Este es una realización que contiene mucha acción, algo de romance y bastante humor. Los productores parece haber sostenido un guión que en el desarrollo de la historia se haya pensando en Helen Mirren para animar el personaje de Victoria, espía y asesina retirada. John Malcovich ratifica una vez más, si ello fuera necesario, su gran calidad de actor al realizar una excelente composición de Marvin Buggs, quien fuera víctima como miembro de la CIA, al ser tratado durante 11 años con la aplicación diaria de LSD, un muy calificado especialista en explosivos, ahora ser solitario y ermitaño. Como no es de extrañar se destaca Morgan Freeman como Joe Matheson, quien en su retiro no ha perdido la costumbre de coquetear con las mujeres, que se une al grupo para ayudar a su amigo Frank y combatir al enemigo. El toque romántico femenino, junto a Willis, lo aporta Mary-Louse Parker animando a Sarah incursionando en la historia de manera equívoca. Ante una elenco tan sólido no desentonan Richard Dreyfus y Ernest Borgnine, dos reconocidos valores actorales con una extensa historia profesional. Todo el plantel de intérpretes contaron con una muy buena dirección de Robert Schwentke, quien supo aprovechar la capacidad del elenco guiándolos con mano segura en un relato equilibrado donde la acción se integra a un humor fresco, fluido y muy bien dosificado. Los equipos del área técnica aportan a la obra oficio necesario para dar el marco apropiado. En suma, una comedia muy lograda que el espectador disfruta en toda su extensión, últimamente ausente en los productos procedentes desde la fábrica de los sueños.
Los actores que son los personajes. Helen Mirren, la mujer que alguna vez nació joven (disculpen, es que se me hace difícil imaginar a Helen Mirren joven), apunta y dispara con una gatling gun a un montón de enemigos. Irrestible imagen, teniendo en cuenta que a la formidable actriz de La reina, uno no la imagina así. Y lo mejor es que lo hace bien. Ahi está, esa mujer de la tercera edad, luciendo todavía atractiva y ruda (bad-ass, dirían los norteamericanos). Todos los cinéfilos amamos a Helen Mirren. El director Robert Schwentke lo sabe, y construye una película en base a esa premisa: grandes actores haciendo papeles en los que uno no pensaría verlos. Ok: está Bruce Willis haciendo de héroe de acción retirado, como en Duro de matar 4.0, y John Malkovich como un delirante perseguido y medio loco, pero uno no esperaría ver a la nombrada actriz o a Morgan Freeman en este tipo de películas (una adaptación de un cómic de acción). Como sea, la película obviamente se apoya en los personajes y no en las situaciones que deben aguantar (ex-empleados de la CIA, ahora buscados y traicionados) y ese es el mayor defecto de la película. Digamos que cuando termina de presentar a todos, llega el clímax, que para colmo, ni siquiera es muy bueno y la película se termina. Además, carece de un villano formidable. Creo que Malkovich como villano hubiese sido mucho mejor (pequeño spoiler: es Richard Dreyfuss, que tiene muy poco tiempo en pantalla). Así y todo, si esta película no hubiese tenido a estos actores, estaríamos hablando de un producto menor, más ligero y menos memorable. Pero bueno, los tiene, y cada uno repite sus tics (la típica mirada de reojo de Bruce Willis, la voz profunda y sabia de Freeman, y podríamos seguir) pero no nos molesta. Después de todo, lo genial es verlos en pantalla haciendo esas cosas, que para nada hacen mal. El principio es quizás lo más prometedor: Mary-Louise Parker demuestra tener un excelente timming cómico y mucha química con Willis en pantalla. Es una lástima que esa historia se ubique tan pronto en segunda fila para dar lugar al repertorio de personajes extravagantes. El humor de RED no viene tanto de los diálogos, ni siquiera de las situaciones, que son un poco previsibles, sino, repito, de la imagen. Es un humor muy físico: así podemos pasar de ver a Malkovich corriendo con un cerdito de peluche, a Enerst Borgnine (La pandilla salvaje) como un file clerk molestado por Karl Urban. Las secuencias de acción están bien filmadas, pero no son las protagonistas. Eso se nota en la construcción del gran trabajo final, donde una mano más experta (el director es el mismo de la insoportable Plan de vuelo) quizás hubiese filmado algo mejor, con más tensión y nervio. Lo mejor que puedo decir de esta película es que es simpática. Es otra más que trata el tema de la vejez (como Los indestructibles, la reciente película de Stallone) pero lo hace con tal ligereza y liviandad, que eso también es secundario. ¿Qué es, entonces, lo primario? Pasarla bien. Tanto para los que están fuera como dentro de la pantalla. Y se nota. Esperemos que si hay secuela, el viaje sea más divertido.
GRANDES VALORES DEL CINE Con un elenco espectacular y la intención de contar una simpática historia sobre los mayores que todavía dan pelea, Red se gana fácilmente el interés de cualquier espectador. Sin embargo, esta comedia de acción no consigue sostener esta idea con un buen guión o alguna reflexión o idea coherente. Un grupo de actores veteranos interpretan a un grupo de veteranos que demuestran a lo largo de la historia que cuenta la película que todavía tienen mucho para dar. A veces este tipo de films resultan dramáticos, algunos están teñidos por un sentimiento melancólico y crepuscular; y otros, como Red, tienen un clima más festivo. Los films pueden pertenecer a diferentes géneros, el aquí elegido se inscribe dentro de la comedia de acción. Un ex agente de la CIA (Bruce Willis) tiene que volver a las andadas cuando descubre que alguien quiere borrarlo del mapa, aun cuando él y su equipo ya están jubilados. La consigna es simple e irreprochable, el envase para que un buen film narre una buena historia y reflexione sobre diferentes temas. Red está basada en la novela gráfica de Warren Ellis Cully Hammer. Dentro del mundo del cómic, Red es uno de los más “realistas” y de ahí la facilidad para concretar una adaptación a la pantalla con este elenco de actores veteranos. No interesa culpar acá a esa vinculación con la historieta por las virtudes y defectos del film. Los problemas de Red son básicamente dos y van más allá de su origen. En primer lugar, la película es de una superficialidad absoluta, no es capaz, ni por accidente, de profundizar sobre los temas que el film le ofrece. Los sentimientos podrán ser enunciados, pero jamás aparecen. El humor, lejos de unirnos a los personajes, nos aleja. Y acá viene otro problema: la falta de timing. Problema del guión con diálogos falsos y poco graciosos, pero también de una muy poco lograda manera de filmarlos. Nuevamente, entonces, hay que volver sobre los actores. El protagonista es Bruce Willis, como ya dijimos, y su joven pareja es Mary Louise Parker. Él se reunirá luego con John Malkovich, Morgan Freeman y Helen Mirren. Eso no es todo: también están Brian Cox y James Remar. ¿Hace falta más? Bueno, también está Richard Dreyfuss. Pero la cereza del postre es la presencia de Ernest Borgnine, quien con más de noventa años luce luminoso y vital. Sin duda el elenco es espectacular, un buen motivo para acercarse a la película, pero a la vez, un motivo extra para sentirse decepcionado por la poca efectividad del trabajo de guión y de dirección para lograr un gran film. Con este contexto, incluso los actores ven limitado su trabajo, y por momentos –algo increíble– Helen Mirren y Morgan Freeman sorprenden por su bajo rendimiento, lo que resulta decididamente imperdonable. Por el contrario, Bruce Willis hace su trabajo de forma impecable, demostrando su capacidad para adaptarse a contextos hostiles.
La verdad que este es otro caso de comic-al-cine donde no leí la historia original ('Kick-Ass' es mi otra “vergüenza") pero tengo entendido que la miniserie escrita por Warren Ellis (autor de series muy buenas como 'Planetary', 'The Autorithy' o 'Transmetropolitan') era mas violenta, grim’n’gritty y sin los (muchos) toques de comedia que metieron los guionistas. De hecho en la adaptación se fueron casi al otro extremo porque RED es una muy refinada comedia de acción, con escenas muy locas de esas que decís “andaaaaaaaa” al mismo tiempo que agarras un poco mas de pochocho. Es la película perfecta para relajarse, desconectar el cerebro y reírse un buen rato. El elenco es un encanto, desde los jerontes hasta otros mas jóvenes pero que acompañan muy bien (en especial la simpática Mary-Louise Parker) aunque la historia esta hecha para el lucimiento de Willis y los de su generación. Una de las cosas que más me gustó es que aunque el ex-John McClane es el protagonista indiscutible la primera media hora, el resto del equipo también se luce, en especial Malkovich con un personaje genial; después de verlo acá uno no entiende porque agarra papeles tan berretas como el que le tocó en ‘Jonah Hex’. Incluso Helen Mirren y Brian Cox (que no lo ponen en los carteles porque no es tan conocido pero también es un actor de la san puta) tienen una gran participación aunque sean los que mas tardan en aparecer; el rol de Cox, en particular esta muy bien porque es una especie de James Bond ruso y jubilado, puro carisma y vodka que no da un solo disparo en toda la cinta. Aunque no sea una de las grandes superproducciones de acción del año, Red gana como una de las propuestas mas entretenidas. 100 % recomendable.
Más Indestructibles Pocas veces uno puede salir satisfecho de ver tanta súper acción y divertirmento juntos, eso si solo uno desea grato esparcimiento, obvio. Aquí estamos frente a la vuelta de esa comedia rápida con espionaje y thriller, como dos casos de distintas épocas que pueden ir de "Charada" de Stanley Donen a "Mentiras Verdaderas" de James Cameron, es decir la bala, la corrida, el escape a tiempo justo, la adrenalina, un sitio para la parte romántica y otro para el gag chistoso, valores sin dudas que el director Robert Schwentke sabe apretar las clavijas para manejarlos. Bruce Willis es un agente ya retirado que entabla en su soledad una relación via T.E con una chica aburrida de su trabajo de oficina(Mary-Louise Parker, aquella de "Tomates verdes fritos", en un estupendo personaje), y que el preciso momento de conocerla, el tipo debe huir de un grupo que tiene como objetivo matarlo, a sí que a huir con la chica y a intentar delucidar que es lo que en verdad está pasando y el porqué. Para ello convocará sus antiguos compañeros de la CIA, hoy ya retirados: un paranoico y muy divertido John Malkovich, a full y muy parecido a Murdock, aquél de "Brigada A", al más anciano Morgan Freeman y a Helen Mirren, sra. coqueta que es increíble verla manejando ametralladoras y armas de fuego de grueso calibre, pero sin dejar su aureola de "The Queen" que aún sigue conservando. Un genuino must que hasta hace poco sería impensable de imaginar. La peli se suma también a esta recuperación de los adultos mayores que vuelven a la aventura cual jóvenes y dando cátedra, lo cual este año hizo lugar a esa otra joyita entretenida como "The expendables". Ejemplo de cine pochoclero del mejor, para olvidarse por casi dos horas de los dramones habituales de nuestras respectivas existencias.
Los simuladores “Existe algo más importante que la lógica: la imaginación”. Alfred Hitchcock. En muchos casos, una película de acción raya el inverosímil a punto tal que resulta hasta divertido. Sin embargo la línea que separa esta superación de la realidad con el ridículo es verdaderamente fina. Y esto es algo que se tiene que tener muy en cuenta a la hora de analizar un film como Red. Porque si esperamos ver en la pantalla una cinta que intente mostrar cómo es la vida de un agente de la CIA retirado, pues esta no es la opción correcta. Empecemos por el principio. Bruce Willis encarna a Frank Moses (cuyo nombre no pude separar nunca de la mítica Moses supposes que bailan Gene Kelly y Donald O’Connor en Cantando bajo la lluvia, aunque eso fue un problema mío), un "Retired and Extremely Dangerous", que decide reunir a su viejo equipo de trabajo, luego de que un grupo comando intenta asesinarlo, para ir en busca de aquellos que ya no lo(s) quieren con vida. Y aquel “viejo equipo de trabajo” no es más que la conformación de un reparto de estrellas verdaderamente tentador. También hay que decirlo: las conocidísimas caras que están detrás de este proyecto forman parte de su principal atractivo. Además de los naturalmente disfrutables papeles de Morgan Freeman, John Malkovich y Richard Dreyfuss; lo destacable es ver a una actriz de la talla de Helen Mirren, encarnando a una asesina despiadada capaz de disparar incluso contra los que ama, sin perder el encanto de una “reina”. Pero en este combo de acción y comedia, que prolijamente logró armar el alemán Robert Schwentke (Plan de vuelo), también hay desatinos, que se notan principalmente en la parte humorística. Porque si bien el film evita el remate obvio, los pasajes que deberían ser graciosos (con el personaje de Malkovich en plano còmic relief), en realidad no lo son tanto y la ironía pierde el hilo que sí se sostiene de mejor manera con las escenas de acción. A esto se suma una pomposa banda de sonido que apabulla con la innecesaria imperiosidad de marcar el ritmo del relato. Basado en una novela gráfica de DC escrita por el gran Warren Ellis, la propuesta de Red se asemeja a títulos como Matar o morir, o Se busca. Básicamente se trata de una película desenfadada, con muchas balas, algunos chistes graciosos y una estética comiquera, fruto del legado que dejara Sin City en su momento. A diferencia de Mamma mía, donde parecía que sólo los actores se divertían, aquí el entretenimiento se traslada desde la pantalla exitosamente, prioritariamente por la buena química que se genera entre todo el elenco. Queda en el tintero la relación con –para nombrar filmes de este año- Los indestructibles y Un hombre solitario, donde cada uno a su manera buscaba la reivindicación no sólo de actores ya mayores, sino de personajes que no logran aceptar el paso del tiempo ni la posibilidad de alejarse de aquello que termina por convertirlos en lo que son. Algo similar sucedía con el sargento James que tan eficazmente interpretó Jeremy Renner en Vivir al límite. Para ser concretos. Quienes se dispongan a pagar una entrada para ver Red tienen que saber lo que van a encontrar, de otra manera, difícilmente sean seducidos por este metraje. Si están dispuestos a digerir una historia inverosímil pero entretenida, desfachatada pero prolija a la vez; entonces es muy probable que esta nueva cinta alcance su cometido: divertir con caras conocidas, ritmo frenético y algunas explosiones bien realizadas.
Cinta basada en el comic que lleva el mismo nombre que, si bien desarrolla una historia poco diferente y sin un atractivo distinto al presentado en muchas otras cintas en las que iconos del cine personifican a personas retiradas de su trabajo y dispuestas a volver a su rutina, triunfa gracias al excelente trabajo realizado por los actores al encarnar los delirantes personajes secundarios.
¿Cuándo vale la pena ver una película de acción? Es sencillo: cuando nos preocupamos por sus personajes. Si no, es sólo un montón de ruido visual y auditivo, quizás un pasatiempo, pero no un film. “Red” es un film, por suerte: cuatro ex agentes superentrenados de la CIA, actualmente retirados, se convierten en blanco de la Agencia. Para sobrevivir, tienen que volver a unirse y, de paso, deshacer una tremenda conspiración. Bien, nada original, la vio mil veces. Pero nunca el equipo fue Bruce Willis, Morgan Freeman, John Malkovich y Helen Mirren, cuatro grandes actores y grandes comediantes que han hecho literalmente de todo. Además, cuatro imágenes que uno desea ver en pantalla.
Jubilados a las armas La amplia mayoría de las películas de acción apuntan al tamaño del artificio, a la explosión más grande, el salto más espectacular, la persecución más rebuscada. Y además suelen ser muy malas. Por eso, es realmente llamativo encontrarse con una película de acción que deja esos elementos relegados a un segundo plano y se esfuerza principalmente en construir personajes. ¡Y qué personajes! RED significa Retired Extremely Dangerous, y se trata de un escuadrón improvisado de veteranos ex agentes de la CIA, especialistas imbatibles de tipo James Bond, reunidos a la manera de los protagonistas de La gran estafa, pero en un principio, como Jason Bourne, para escapar de sus superiores, y combatirlos. El elenco es grandioso y se hace notar. Bruce Willis es el “joven” líder; fibra, inteligencia y presencia; el personaje de Morgan Freeman –acreedor de un cáncer en etapa cuatro- es puro encanto y seducción. John Malkovich hace de esos papeles que les van mejor, el de un demente remachado, y Helen Mirren, por su parte, está bellísima y su versatilidad le permite componer el personaje más atractivo y querible del cuadro, una francotiradora ex MI6. Todos juegan con esa dualidad de ser adorables y terribles al mismo tiempo, confiesan su adicción por matar gente y finalmente se arrojan a la más desquiciada y adrenalínica misión: asesinar al vicepresidente de los Estados Unidos. Como apunte irónico, un quinto integrante es Brian Cox, un ruso ex KGB que tiempo atrás pudo haber sido enemigo acérrimo de Willis y compañía, pero que hoy lucha hombro a hombro junto a ellos, como uno más. Es verdad que a nivel de las escenas de acción no hay nada demasiado brillante. Está muy bien un combate cuerpo a cuerpo de Willis en una habitación cerrada -es de esos en los que todo en la pantalla es tensión y caos sangriento, y se ven involucrados los muebles, las duras paredes y las cristalerías- y en otras ocasiones se utiliza muy inteligentemente el recurso del montaje paralelo para alternar escenas apacibles con el dinamismo más desacatado, provocando un efecto humorístico. Fuera de ello, no puede verse nada muy sobresaliente en este ámbito. Esta película funciona a las maravillas como el entretenimiento que es. Dinámica, lúdica, y repleta de la clase de actores que da gusto de ver en la pantalla. Se inscribe fácilmente dentro de varias tendencias; es una adaptación del cómic al cine, entra dentro del universo autosatírico hollywoodense en el cual una vieja gloria de los años ochenta se burla de sus propios clichés –Schwarzenegger inauguraba el “subgénero” con El último gran héroe (1993)- muestra a los servicios de inteligencia norteamericanos como burocracia inescrupulosa dispuesta a eliminar a quienes detentan secretos de estado –la trilogía Bourne marca el camino-, y en estructura, no se aleja de los llamados “caper films” –algo así como películas de atracos, pero con toques humorísticos-. En fin, la pólvora está descubierta desde hace rato, pero qué gusto verla funcionar tan bien, marcando el inicio de una nueva franquicia.
De la mano de Bruce Willis y Morgan Freeman nos llega la primera versión en cine del comic original de DC. La última película que se estreno basada en un comic y está actualmente en cartel, lleva el nombre de RED -retirado extremadamente peligroso- ya a los quince minutos del inicio del film podemos entender el porque del apocope . El film, es una transposición del comic de DC creado por Warren Ellis y Cully Hammer, arriba a la pantalla grande de la mano del director alemán Robert Schwentke, quien cambio abruptamente de género en relación a su anterior obra (Te amaré por siempre) y nos demuestra una vez más la gran capacidad de adaptación con la que cuenta. En esta última película tiene la posibilidad de dirigir a un elenco impecable: Bruce Willis, Morgan Freeman, Joe Malkovich, Helen Mirren y Mary Louise Parker. En “RED” los guionistas Jon Hoeber y Erich Hoeber nos cuentan la historia de un grupo de agentes retirados de la CIA que son buscados por la misma agencia para ser eliminados. El motivo? Saben demasiados secretos que, bajo ningún concepto, pueden salir a la luz. Al empezar el film conocemos al solitario Frank (Bruce Willis) quien lleva una vida rutinaria, cuya única emoción consiste en hablar por teléfono con Sarah (Mary- Louise Parker), una operadora del Servicio de Pensiones. Una noche como cualquier otra, decenas de hombres armados se dirigen a su casa a matarlo sin ninguna razón evidente; Frank, logra evadirlos y termina matando a todos consiguiendo huir. Con esa escena se desencadena la trama de la película, luego Frank recurre a sus viejos compañeros de equipo para terminar con los que están tratando de matarlos; todo esto con la pobre Sarah a cuestas, ya que cuando descubrieron su relación con Frank deciden ir a por ella. El film constantemente nos lleva de la acción a la comedia y luego al romance, tiene al espectador agarrado a la butaca los 111 minutos que dura. Es constantemente entretenida y atrapante, uno nunca sabe que van a hacer los personajes o que dialogo incoherente van a entablar. “RED” es sin duda, una de las mejores comedias del año, todo el tiempo acida e irónica, sin dejar de lado la acción. Recreando actores en situaciones inimaginables, o alguna vez alguien imagino a Helen Mirren, quien anteriormente había interpretado a la Reina Elizabeth II, con ametralladora en mano diciendo que le encanta matar gente?