Basada en la exitosa novela de Nicola Yoon, este nuevo drama adolescente, cortesía de Warner Bros, nos lleva a visitar una pintoresca historia de amor motivada por una autosuperación bastante conveniente para un guión que, a pesar de ser poco realista, cumple con su objetivo de sumergirnos en una historia poblada de poco interesantes personajes. Amandla Stenberg interpreta a Maddy, una joven sometida a su sobreprotectora madre que vivió recluida en una habitación la mayor parte de su vida debido a una enfermedad que, básicamente, la convierte en “alérgica al mundo“. Esta extraña condición comenzará a ser neutralizada gracias a Olly (Nick Robinson), un joven vecino que se verá atrapado por la personalidad de la protagonista. Ahora, con ayuda del internet, la enfermera a cargo de Maddy –interpretada por Carla De La Regera– y la motivación de saciar su hambre de aventuras, el amor de los personajes intentará superar toda barrera, llevándolos a huir a Hawaii en una simpática travesía de redescubrimiento para ambos. No soy gran fan de este estilo de películas, porque los guionistas suelen hacer que las historias de amor hollywoodenses chorreen azúcar de la cantidad de clichés cursis que incluyen a la fuerza. Todo, Todo (Everything, Everything) cuenta con estas indeseables características, pero las ejecuta de una manera bastante tolerable. La dirección plasmada por Stella Meghi logró que mediante un gran apartado visual, la historia sea ágil y fresca, creando una gran interacción entre los protagonistas, aunque estos no se encuentren cara a cara. Además, la colorida fotografía y las localizaciones acompañan muy acertadamente la calidez y la frialdad de cada momento. El reparto hace un trabajo aceptable, pero no alucinante; algunos momentos están bastante sobreactuados y descolocan un poco el asunto central de la película. Por suerte la directora sacó lo mejor de ellos a pesar de un guión muy poco sobresaliente. Les confieso que con errores y todo, van a quedar bastante inmersos en la trama. Claro que generalmente este tipo de films van dirigidos a un público adolescente con ganas de lagrimear a lo loco, por lo que prometo que sus células empáticas van a activarse bastante con el conflicto de la parejita, y más con un tercer acto que toca ciertas fibras sensibles. En fin, el film es equilibradamente soso, pero sirve para deleitarse con una historia de amor centrada en gente que probablemente está peor que nosotros. Vayan y véanla con sus novias… me lo van a agradecer.
Hacía años que Warner venía prometiendo una película basada en la querida Wonder Woman. Miles de rumores, proyectos cancelados, nombres considerados y falsas esperanzas nos golpearon en la mandíbula al punto de perder toda esperanza. Un día la compañía anunció que Batman y Superman iban a tener un versus cinematográfico y que la israelí Gal Gadot iba a ponerse en la piel de este icono para formar la mítica trinidad que comenzaría un universo cinematográfico que llegó tarde a la fiesta. Con la obsesión de igualar a Marvel Studios y sus redituables Avengers, el proyecto terminó siendo una parafernalia desprolija que fusionó tantos arcos comiqueros que no dieron espacio a una historia pura y original. Pero entre tanto caos, el personaje de Gadot (el cual todos acusaban de ser sobrante en la fórmula) se ganó al corazón de los fans y su película individual se convirtió en uno de los films más anticipados. Su pequeña participación mostró a una Diana Prince fresca, fuerte y con una presencia tan contundente en sus escenas que opacaba a los mismísimos protagonistas de la idea. Claro que después de Escuadrón Suicida las ganas de seguir dándole oportunidades a DC fueron disminuyendo, lo que me obligó a pensar que Mujer Maravilla iba a limitarse a una gran interpretación y ya. ¡Sin embargo! Resultó que me topé con una de las mejores películas del género superheroico, y no exagero. El viaje de la heroína es, sin lugar a dudas, una sucesión de eventos prolijos y plasmados en pantalla de un modo tan perfecto que no deja de atrapar. La directora Patty Jenkins no sólo recrea la guerra increíblemente, sino que logró que cada escena de acción tenga lo justo y necesario para que no podamos despegar los ojos de la. Los planos, la fotografía, la paleta de color, los contrastes… artísticamente la película supera a muchas otras del género. Con un guión emocionante, dramático y lo suficientemente cómico, la historia cuenta con una fluidez mágica que nos hace olvidar de los otros fiascos y nos revela que Geoff Johns fue una decisión más que acertada para comenzar a ordenar el universo cinematográfico de DC Comics. En el legendario pueblo de las amazonas, la princesa Diana (Gadot) buscará a toda costa convertirse en la guerrera más rendidora de su clan. Con ayuda de su tía Antiope (Robin Wright) y dejando de lado las prohibiciones de su madre, la reina Hipollyta (Connie Nielsen), la heroína se convertirá en la última esperanza del planeta cuando un piloto americano, Steve Trevor (Chris Pine), caiga en su tierra y le cuente las desdichas que el planeta está pasando a causa de la descarnizada I Guerra Mundial. Esto convencerá a la futura Wonder Woman de que Ares, el dios de la guerra, regresó de su exilio para corromper al hombre y lograr que destruya tanto a su prójimo como a sí mismo. Claro que es imposible no comparar el film con la genial pero distinta ‘Capitán América: el Primer Vengador‘, ya que la estructura de la idea tiene muchísimas similitudes; aunque disfruto de ambas franquicias, la película de la amazona cuenta con mejores personajes, mejor historia y mejores villanos que la primera entrega del centinela de la libertad interpretado por Chris Evans. Otro punto positivo es que la película no se cierra en dejar un mensaje feminista o pro-humanista, pues la historia se basa en la fe de la protagonista. Las actuaciones son iguales de buenas que los personajes que nos presentan. Ewan Bremmer haciendo de un trastornado pero adorable soldado escocés (con Kilt y todo), David Thewlis como un pacifista dispuesto a todo por el final de la guerra y la dupla Danny Huston-Elena Anaya como los villanos de turno que son sólo la antesala de un espectacular giro. Pero sin duda la que se roba los aplausos con total justificación es la preciosa Gal Gadot; la inocencia entrelazada con su implacable espíritu de guerrera está tan perfectamente transmitida que no hay momento desechable en su interpretación. La escena que llega a Londres y comienza a familiarizarse con el mundo de los hombres es una joya en todo sentido, la comedia es perfecta y la química entre Diana y Trevor es conmovedora y divertida. Sin más, quiero decirles que para la Liga de la Justicia me conformo con ver a WW pateando posaderas junto a Batman y compañía.
El siempre rarito Capitán Jack Sparrow, papel que le compró una isla a Johnny Depp, regresa en esta quinta entrega, la cual se enfoca en continuar lo visto en la trilogía original de Gore Verbinski y deja muy acertadamente de lado a ese fallido spinoff que fue la anterior entrega, ‘On Strangers Tides’. En el reparto volvemos a contar con Geoffrey Rush y su espectacular Capitán Hector Barbossa, Orlando Bloom con una pequeña pero poderosa aparición cómo Will Turner y muy poco de Keira Knightey como Elizabeth Swan. La historia sigue a Henry Turner y Caryna Smyth, quienes se alían con Sparrow para hallar el tridente de Poseidón, un arma capaz de controlar el mar al gusto de su portador y de romper cualquier maldición. Pero todo se va a desmadrar cuando el implacable Capitán Salazar (Javier Bardem) escape del triángulo del diablo junto a su tripulación fantasma para darle caza al pirata de Disney que tanto dinero recaudó a lo largo de los años. Tengo que admitir que amo esta saga con sus aciertos y fracasos, con sus fallas y virtudes. La trilogía original tiene secuencias de acción entretenidas y ágiles, mezcladas con una comedia surrealista y caricaturesca que no se vuelve repetitiva en ningún momento. La historia, más que nada en la primera entrega, es adictiva y bizarra, sostenida por personajes que logran eso que no muchos pueden: disfrutar todas y cada una de sus interacciones. La cuarta entrega fue una opaca continuación con olor a spinoff (ya que dejaba a Will Turner y Elizabeth Swan fuera de plano) con un villano cutre que desaprovechó a Ian McShane de una forma lamentable. Para ver un film de este tipo, lo mejor es entrar apagando esa irritante célula pretenciosa que hay que encender cuando vemos algo de Chris Nolan o Paul Thomas Anderson. Los directores Joachim Rønning y Espen Sandberg entendieron el espíritu de la franquicia a la perfección, logrando un toque fresco e inesperado. Con un villano terrorífico interpretado por Bardem y una cinematografía colorida y brillante, esta nueva parte sorprende visualmente como en el pasado. El reparto tiene pros y contras; las contras son Brandon Twaithes con su “telenovelesca” actuación y un Johnny Depp sobreactuado que por momentos es doloroso de ver. Los pros son Rush (obviamente), Bardem y Kara Scodelario como Caryna. Si bien este último personaje es muy LA MUJER FUERTE E INDEPENDIENTE QUE HAY QUE PONER SÍ O SÍ PARA SER POLÍTICAMENTE CORRECTOS, la actriz hace un gran trabajo sosteniendo las escenas y se convirtió en un personaje del que querría ver más en una hipotética sexta entrega. El guión tiene un problema colosal, que es la cantidad de errores de continuidad con las otras películas. Dejan de lado hechos que fueron claramente nombrados y hasta cambian algunos volviendo redundante la mitología que se había construido a lo largo de la saga. Sacando este fallo, los primeros dos actos son geniales. La carrera de Sparrow contra los muertos está llena de momentos dignos de ser vistos y la interacción entre este y Barbossa es, como siempre, una joya que saca a relucir lo mejor de Depp y su trillado personaje. El desenlace, por otro lado, es bastante decepcionante. Un villano como Salazar se pudo haber prestado a un combate épico como lo fue el de Davy Jones contra Jack Sparrow en ‘En el Fin del Mundo’, pero al parecer las peleas con espadas ya no son algo que le agrade al señorito Depp, como la batalla de esgrima que vimos con Orlando Bloom en aquel inolvidable estreno. El diseño de los barcos, los personajes y el vestuario es fuerte. Siempre es increíble ver a estos personajes caminando por esos sets tan meticulosamente armados, los cuales suelen derivar a situaciones muy locas y repletas de violencia muy a lo dibujos animados. Volver a ver al Perla Negra navegando fue algo maravilloso. Es necesario ver esta película sin tomarla en serio, porque ni siquiera ella misma se toma en serio. Entonces: ¿por qué hablé mal de sagas como ‘Rápidos y Furiosos’ o ‘Transformers’, que son idénticas a esta en el sentido de no tomarse en serio? Bueno, la respuesta es simple: ARTE. Los colores, la ropa, la fotografía, la dirección… es todo magnífico y entretenido, cosa que con las otras no pasa; no pueden caer en comparaciones tan injustas, donde todo es monótono y filmado como un simple videoclip. Piratas del Caribe: la Venganza de Salazar (Pirates of the Caribbean: Dead Men Tell No Tales) superó las bajas expectativas que el público tenía sobre esta nueva aventura basada en la atracción de Walt Disney World. Créanme que me costó dejar de lado a mi fan, pero honestamente creo que esta franquicia no tiene por qué morir aún. La historia es poco consistente pero entretenida, las secuencias de acción son contundentes y los efectos especiales no se limitan a ser sólo CGI, lo cual siempre valoro en los blockbusters actuales. Súbanse a bordo de esta prejuzgada continuación y disfruten lo bueno que Piratas sigue teniendo para ofrecer. ¡Y no se vayan a ir sin ver la escena post-créditos! Si siguieron las películas va a ser inevitable que los invada la emoción.
Guy Ritchie, director de peliculones como Rocknrolla o la intensa Revolver, se carga a cuestas una nueva adaptación del mito de El Rey Arturo y la espada en la piedra. En ella, el cineasta aprovecha su inconfundible y excitante estilo para brindarnos unas secuencias de acción magníficas, pero desaprovechadas en una historia que deja bastante que desear. El joven Arturo (Charlie Hunnam) es un pinta de las calles de la antigua Londres (Londinium, para ser más exactos) que tras sacar la inamovible espada mágica de excálibur de la piedra en donde yacía clavada, descubrirá en su sangre un linaje real que lo llevará a una confrontación con las fuerzas del oscuro Voltigern (Jude Law) para reclamar el trono. Ahora el héroe de esta trillada historia aprenderá a controlar el poder de la legendaria espada y se unirá a una resistencia que colaborará con su misión. Soy de esos tipos a los que una película le tiene que entrar por lo visual sí o sí. Por esta preferencia casi me trago la mentira que este nuevo film nos presenta, con escenas de acción delirantes muy a lo Snatch y guerras con una onda muy Tolkien filmadas con la audacia que sólo Ritchie puede construir en sus proyectos. Las tomas y la modernidad callejera de Rey Arturo: La Leyenda de Excálibur logran captar nuestra atención, al menos hasta que notamos que ese exceso queda bastante desubicado con la idea que están intentando transmitirnos. La historia abusa de los ida y vuelta en el tiempo, los cuales son masacrados por diálogos que se tornan bastante innecesarios, con chistes que pueden sacar alguna que otra risita por pena de vez en cuando. Claro que al tratarse de un film dirigido para el público joven es imposible negar que hay un aire bastante pintoresco. Hunnam está bien acompañado, gracias a un cast integrado por Astrid Bergès-Frisbey, Eric Bana, Djimon Honsou, Aidan Gillen y hasta el propio David Beckham (¿). Todos nos aportan interpretaciones decentes, las cuales se notaron bastante motivadas por la excelente puesta en escena que nos distrae de ese guión cliché. No les aseguro que vayan a divertirse como locos si eligen ver el film, pero lo que sí tengo que admitir que el apartado visual del proyecto lo hace digno de ser visto en pantalla grande. Claro que el cine cuesta un como un ojo de la cara hoy en día, por lo que es lógico exigir una historia contundente y digna de ser recordada. En ese caso, les aconsejo que dejen la espada clavada en la piedra y sigan caminando en busca de algo más conciso. Por cierto, en junio llega la quinta entrega de Transformers, y en esta se re visitará el mito del Rey Arturo, sólo que ahora mostrarán a los autobots formando parte de los caballeros de la mesa redonda… ¿Conclusión? No esperen ver algo mejor sobre esta leyenda al menos por un año o dos.
Los gigantes Michael Caine, Morgan Freeman y Alan Arkin se reúnen en esta veloz comedia, remake del film homónimo de 1979, para interpretar a un grupo de amigotes de la tercera edad que, cansados de la farsa del sistema monetario, deciden ir con tutti y asaltar al banco que los estafó de la forma mas sucia existente… la justificada legalmente. “Las remakes nunca son buenas“, suele decir la gente, y qué equivocados que están. Claro que cuando me toca hacer una review de una remake, reboot, reinvención o cualquier cosa que esté salida de una idea ya existente, intento referenciar al material para familiarizar al público. Pero lo que jamás me van a ver hacer es comparar lo nuevo con lo viejo, ya que las remakes existen desde el origen del teatro, por lo que siempre me voy a enfocar en el material en cuestión, en este caso esta inteligente nueva versión que cuenta con punto de vista más inteligente que el de la versión original. Ojalá esto les sirva como reflexión antes de saltarle al cuello a una nueva versión de un film… Zach Braff dirige esta peli con la suavidad que una historia de éste tipo se merece, ya que nos estamos enfocando en hombres que se encuentran en una situación que contrasta genial con su era dorada. La comedia que baraja el guionista Theodore Melphi es rápida y no necesita abusarse de chistes inteligentes y complejos todo el tiempo; el mensaje anti-sistema de la historia es conciso y no necesita complicarse la vida. El humor que la película maneja es genial, tiene un ritmo que se aplica perfectamente a un cast secundario integrado por grosos como la joven Joey King, Matt Dillon, Ann-Margaret y un Christopher Lloyd que va a sacarles varias risas como el senil Milton. Con respecto al trío protagonista, los tres están mas que bien. A pesar de que Michael Caine no sea un actor que varíe mucho su forma de actuar, es admirable la capacidad que tiene de nunca aburrir a los que seguimos sus películas. Con Morgan Freeman pasa algo similar, a pesar de ser un poco (y sólo un poco) más versátil que el actor británico, el tipo siempre logra comprarnos con sus expresiones y el tono poderoso que le pone a sus personajes. De lo que no tengo duda es que el mejor fue Arkin con su malhumorado Willie, el cual tiene un pasado como músico que lo lleva a unas situaciones hilarantes junto a su interés amoroso interpretado por Ann-Margaret. Definitivamente no estamos ante la pieza más espléndida de la historia del séptimo arte, pero el mensaje que la película intenta transmitir no necesita de personajes súper desarrollados y de historias complejas y psicológicas para atraparnos. Lo importante de éste tipo de proyectos es que haya sentimientos en las líneas y situaciones graciosas entrelazadas con personajes que colaboren para sacarle al público bastantes risas. Otro punto positivo es que me interesaron mucho los personajes, yo esto es algo que tengo demasiado en cuenta cuando veo una película. Uno busca que estos ancianos triunfen ante el corrupto sistema económico, y a pesar de que la motivación de éstos roce la sociopatía, queremos ver que su objetivo se lleve a cabo. ¿Por qué es esto? Bueno, pienso que es porque la historia se toma su tiempo presentando a los protagonistas, uno se encariña con ellos (o con los actores, no lo sé… prefiero pensar que con los personajes) de una forma tan ferviente que los apoyamos hasta el final. Como puntos negativos les cuento que la secuencia del asalto pudo haber tenido mucho más humor. Los montajes están muy bien hechos, pero la banda sonora no los hace tan cool como otros aspectos de la película. Aléjense un rato de los blockbusters y vayan a ver Un Golpe con Estilo (Going in Style), ya que se encontrarán con una comedia simpática, emotiva y con una gran dosis de rítmicos momentos de tensión aplicados a un clímax que los va a tener aferrados al asiento. Como dato curioso, podrán notar que el banco que deciden asaltar nuestros queridos jubilados es el mismo que asaltó El Joker del gran Heath Ledger en la inmortal Batman: el Caballero de la Noche (The Dark Knight, 2008)… Por último: no lleguen tarde al cine o van a pensar que Alfred y Fox cayeron en la delincuencia.
Menos mal que la traducción del título no fue literal… Ésta adaptación hollywoodense del manga ‘The Ghost in the Shell’ estuvo entre ceja y ceja de los fanáticos de la obra de 1991 y el anime de 1995, principalmente por el terror de que los ejecutivos del mundo del cine comercial no logren captar la esencia cyberpunk existencialista que alumbro a toda una generación y terminen pariendo una nueva ‘Dragon Ball Evolution’. ¿Nuestros temores se convirtieron en realidad? Bueno … primero les cuento de que va la historia. Ubicada en un futuro teóricamente cercano, Mayor (Scarlett Johansson) es el primer caso exitoso de traspaso de conciencia humana a cuerpo artificial. Ahora, siendo directora de una división paramilitar de la empresa en donde fue creada, la desmemoriada protagonista de este relato futurista se enfrentará a un caso de terrorismo, liderado por un tal Kuze (Micheal Pitt), que la llevará a un viaje por su pasado en donde habrá mas de una revelación para los integrantes de la sección 9. Para tratarse de una producción dirigida al mercado masivo, tengo que admitir que ‘La Vigilante del Futuro: Ghost in the Shell’ cumple los requisitos para entrar en la categoría de una película digna de ser vista. La dirección de Rupert Sanders es más que correcta y el ambiente creado para el film es visualmente espectacular, ya que no sólo se limita a ser mas que respetuoso al material original, si no que le agrega un estilo más futurista contemporáneo que le ofrece una ricura especial a ese apartado visual pseudo-retro tan delicioso para la vista. Las secuencias de acción son fluidas y atrapantes, las cuales vienen acompañadas con unos diseños de producción retrofuturistas (ya que en algunos aspectos se le ve lo ochentero/noventero desde lejos) y vestuarios muy bien diseñados que se lucen con esplendor en una fotografía que no necesita abusarse de l una fotografía oscura o del exceso de filtros al que nos tiene acostumbrados el cine actual. Algunos planos y escenas homenajean al excelente anime de Mamoru Oshii (del cual estoy preparándoles una review informativa) con excelencia, lo cual se disfruta el triple gracias a la decisión del estudio de mantener la historia en su ciudad original. El reparto elegido para la película es un punto digno de ser tratado. Todos perdieron la cabeza cuando anunciaron que Scarlett Johansson iba a interpretar a la Motoko occidental, ya que estábamos en frente del famoso white washing de Hollywood para recaudar mucho más de forma global. La gente se sorprendió al escuchar que el CEO de la empresa japonesa que tiene los derechos de la obra menciono que la elección de la actriz era más que acertada, ya que los temas dominantes en la idea era la naturaleza de la identidad propia. Claro que la eleccion de Johansson es OBVIAMENTE por la recaudación, pero lo importante es en como la actriz abordo el personaje. Intentar concentrarme en analizar la actuación de Scarlett cuando ésta sale a relucir su belleza con una calza blanca mientras vuela por los aires fue bastante difícil, pero en resumidas cuentas su interpretación fue interesante. Ésta versión del personaje no es superior a la original, pero si diferente, ya que saca a relucir el costado humano de éste, dejando de lado esos dialogos largos y computarizados de la Motoko original ofreciendole cierta incertidumbre a la psicología de ésta divinura cyborg. Johan Philip Asbæk es otro que hace un buen trabajo como Batou, el fiel compañero de Mayor en la sección 9, quien no sobresale pero supo llevar a cabo una versión aceptable del personaje. El guión tiene varias diferencias en general, como en el origen de la protagonista y otros aspectos que preferiría no revelarles para que se lleven sorpresas. En el se puede apreciar que la complejidad de la historia original se ve resumida en diálogos que exponen la historia de una forma bastante simple para que el público general pueda seguir la historia sin complicarse la vida. Por momentos el guión cae en cliches bastante trillados, como el ya quemadisimo dialogo motivacional antes de la batalla final o un discurso sobre la libertad y las elecciones que tenemos que tomar y blablabla toda esa sarasa que vimos en mil películas hasta la fecha. ‘La Vigilante del Futuro: Ghost in the Shell’ es una película que cumple con su función de presentar ciencia ficción de buena calidad. Sean fanáticos del material original o no, les aseguro que van a salir del cine más que satisfechos. Eso si, les aconsejo no ir a comparar. La película puede disfrutarse mucho mas si la ven como una reinvención de la historia, por lo que ir mentalizado en encontrarse un producto inferior a la adaptación animada es algo poco recomendable. dejen de hetear y disfruten una nueva visión de una historia que marco una etapa y sirvió de inspiración para mucha de las películas, cómics y videojuegos que amamos.
No fui lo suficientemente estúpido como para reírme … perdonenmen. Basada en la popular serie setentera/ochentera, esta adaptación sigue a dos policías motorizados de Los Angeles (Micheal Peña y Dex Shepard) en una serie de escatologicas, sexuales y desagradables aventuras que los llevaran a descubrir una oscura tramoya de corrupción en el departamento policial en el que trabajan. Además de dirigir, Shepard dirige esta asquerosa comedia sacada del más profundo de los infiernos. Me va a costar rellenar esta review ya que el techo del cine en el que estuve era mucho más gracioso y agradable que éste anticuado proyecto. La serie en su momento gozo de un gran éxito, ya que según lo que vi y lo que me contó mi viejo, los efectos eran grosos y los chistes se adecuaban perfecto a la época. Al guión, escrito por Paul Kaplan y Mark Torgove y el propio Shepard, no lo salva ni la belleza de Kristen Bell ni la destreza actoral de Vincent D’onofrio, ya que la historia es más pobre de lo que uno puede llegar a pensar. Claro que hay que ser justo, se intento captar la esencia simplista del show original, lo que es contraproducente debido a que el programa no envejeció lo suficientemente bien como para ser apreciado por las nuevas generaciones … además claro, de que no se esforzaron mucho en darle algo que podamos considerar valedero. Lo que puedo rescatar del humor, es que deja de lado el detestable correctismo político al que nos tiene acostumbrados el mundo actual, por lo que no se sientan culpables de reírse con (o de) alguno de los patéticos chistes de la película … es culpa de una sociedad que nos obliga a cuidarnos excesivamente con algo tan hermoso como el humor. Con respecto a la dupla protagonista tengo que admitir que Peña y Dex tienen buena química. La carrera del primero de estos se disparó al cielo cuando apareció en el grandioso policial ‘End Of Watch’ y en la comedia superheroica ‘Ant-Man’, demostrando su carisma tanto como en comedia como en drama. Con respecto a Shepard, su carrera estuvo más enfocada en la comedia televisiva, en donde demostró ser un tipo que sabe manejar el humor una versatilidad que lo llevo a aparecer en películas como ‘Zathura’ o, junto a su mujer Kristen Bell, en ‘When in Rome’. Espero que este desastroso proyecto no condene la carrera de los intérpretes, aunque personalmente creo que ambos tienen suficiente mojo como para cargarse a cuestas el dicho “un tropezón no es caída”. La dirección es aceptable. Algunos planos son fieles homenajes a la serie televisiva y los juegos de cámara son divertidos de ver. Hay mucho uso de GoPro y ángulos cerrados que quedan copados en las persecuciones por las rutas de California y el climax tiene bastantes explosiones copadas que nos hacen olvidar por un segundo el humor fuera de tiempo del proyecto. Aún así nada sobresale y la comedia cae en terrenos bastante pobres y genéricos, no esperen ver grandilocuencia visual porque se van a quedar comiendo polvo en el aire. Es difícil recomendar “CHiPs” cuando existieron adaptaciones geniales como la ‘Miami Vice’ de Michael Mann, por lo que me voy a limitar a decirles que, si quieren verla, va a ser mejor que esperen a que le den en la tele, ya que ésta idea no vale una entrada de cine ni de lástima.
Cuando Dios se limita a observar… Cuando el Padre Cristóvão Ferreira (Liam Neeson) desaparece en la antigua Japón del siglo XVII, los sacerdotes jesuitas Sebastião Rodrigues (Andrew Garfield) y Francisco Garupe (Adam Driver) viajarán a buscarlo, sabiendo que en aquel país, los católicos eran perseguidos, torturados y asesinados en las formas mas crueles posibles. Durante esta travesía, la fe de éstos hombres será puesta a prueba, ya que comenzarán a sentir el desgarrador silencio de Dios ante tantos devotos creyentes que necesitan una ayuda celestial lo antes posible. Treinta y un años después del estreno de ‘La Última Tentación de Cristo’, el director Martin Scorsese vuelve a adentrarse en terrenos religiosos con éste trágico y opaco drama de época basado en la novela de Shūsaku Endō. En un principio no entendía como un film del hombre que hizo la mítica ‘Buenos Muchachos’ recibió tantos problemas a la hora de conseguir fecha de estreno y distribuidora, pero cuando vi la lentitud con la que decidieron abordar ésta triste historia el panorama se me aclaro bastante. ¿Cual es el problema de éste pibe con “Silencio”? Se preguntarán. Bueno, para empezar el ritmo del proyecto es innecesariamente lento, el cual por poco me saca canas y arrugas por todo mi precioso cuerpecito debido a su extensa duración. Se entiende que la película sea un drama que busque transmitir una experiencia, pero cuando la experiencia no es lo suficientemente atrapante una película puede caer en el olvido fácilmente, y más si comete el pecado de durar dos horas y cuarenta minutos de las cuales solo los últimos veinte resultan interesantes. Andrew Garfield y Adam Driver nos ofrecen unas actuaciones bastante extrañas, las cuales incluyen caritas de caniche sodomizado y voces finitas a lo Micheal Jackson (Garfield y su maldita voz en off). Por otro lado esta Liam Neeson, haciendo lo que mejor sabe hacer, ser Liam Neeson. El reparto cuenta con muchos actores orientales en su haber, los cuales opacan a los protagonistas con el realismo plasmado en sus sufridos y/o malvados personajes. Uno de éstos es el inquisidor japones, proveedor de dolor y muerte para los católicos quienes vivían en Japón. Un personaje oscuro, extraño y con unas escenas escalofriantes y surrealistas. Al guión, escrito por Jay Cocks, le sobran bastantes escenas y momentos. Si bien las analogías católicas y las inseguridades que los protagonistas sufren en esta aventura están bien mostradas, el argumento se ve tapado por momentos sobrantes de narración en off, marca registrada del cineasta, que en éste proyecto no hacían más que molestar y entorpecer una historia que ya de por sí tiene un planteamiento tedioso en su génesis. No obstante, la película tiene puntos positivos fuera de lo visual, uno de ellos son los últimos veinte minutos. La razón por la que la resolución de la idea me convenció fue porque después de dos tediosas horas entendí que lo que querían transmitir era un concepto interesante y, a pesar de ser un proyecto complicado y aburrido, su punto, el cual no voy a revelar, es interesante e inteligente. El mensaje es genial, y los planteamientos con respecto a la historia de la antigua Japón están bien aplicados a ésta fallida historia. Con respecto a la dirección, Martin Scorsese no falla. Los planos y las localizaciones brindan unas imágenes más que interesantes. La fotografía, trabajo de Rodrigo Prieto, estuvo merecidamente nominada en los últimos polémicos premios de la academia. La iluminación y los apartados visuales de esta recreación de una de las épocas mas oscuras del país nipón son insidiosos para la vista y hacen de éste pesado proyecto algo digno de dedicarle aunque sea UNOS MINUTOS de su tiempo. A Martin Scorsese le pego el viejazo con “Silencio”. La película tiene un ritmo lento, acompañado de unas actuaciones que dejan bastante que desear. Andrew Garfield y Adam Driver son, incuestionablemente, excelentes interpretes … pero definitivamente éste no fue el papel indicado para ellos. Si les gusta el cine lento que se toma su tiempo, pasen y vean este film. Aunque les aseguro que no van a meterse en nada memorable.
Regreso triunfal… Situada veinte años después del final de la primera parte, ésta secuela de la noventera ‘Trainspotting’ nos muestra a un cuarentón Renton (Ewan McGregor) que regresa a su Edimburgo natal para enmendar las cosas con sus antiguos amigos Sick Boy (Jonny Lee Miller), Spud (Ewan Bremner) y el demente Bebgie (Robert Carlyle). En este nostálgico viaje, repleto de nostalgia y rencores, la vieja pandilla buscará la redención intentando llevar a cabo un negocio junto a la joven Veronika (Anjela Nedyalkova). Danny Boyle vuelve a demostrar su excelencia como cineasta en esta adaptación de la novela ‘Porno’, escrita por Irvine Welsh. La tarea de hacer una secuela que le haga honor a la clásica primera entrega parecía arriesgada, y sorprendentemente lograron hacer una continuación épica, emotiva e individualista que promete dar mucho de que hablar. Vamos a comenzar por la historia. El guionista John Hodge nos trae a nosotros una historia que no se limita solo chuparle la sangre innecesariamente a la primera parte, si no que presenta nuevas situaciones en las cuales los personajes actúan acorde a la edad que tienen en éste tiempo, claro que manteniendo como estandarte las personalidades icónicas de cada uno de éstos. Los diálogos son igual de fuertes que los personajes, el enfoque maduro de algunos de éstos difiere mucho con el mensaje pesimista y auto-destructivo de la primera parte, por lo que la “evolución” de ésta simpática parda de loquitos está plasmada como debe ser. Claro que ésto no me hubiese volado tanto la capocha de no ser por los grandiosos actores que se reincorporaron al film. Los cuatro actores principales tienen una capacidad magistral a la hora de meterse nuevamente en los personajes, el tiempo no hizo que sus caracterizaciones se vean oxidadas en lo más mínimo y hasta consiguieron darle una vuelta de tuerca fresca jugando con la vida que éstos mal vivientes tuvieron en éste transcurso de tiempo en el que estuvieron distanciados. Y ni hablar de la perfección en la química que éstos mantienen, la cual se explora mediante flashbacks que van a hacer lagrimear a más de uno. Con respecto al humor escatologico, en esta secuela se puede divisar alguna que otra escena repulsiva, pero no tanto como en la primera parte. Siéndoles sinceros, queridos lectores, me hubiese gustado ver alguna que otra asquerosidad más suelta por ahí, quizás para respetar aún mas el estilo de la original, pero no es un elemento crucial en lo que la idea intentaba transmitir, por ende puedo dejar pasar esta pequeña observación.. Danny Boyle decidió exagerar con el estilo inglés al dirigir éste proyecto, lo cual es un punto muy positivo ya que es la zona de confort del cineasta. Los planos, los efectos visuales y los montajes repletos de analogías y simbolismos me recordaron mucho a los de la serie “Sherlock”, claro que manteniéndose fiel al estilo que Boyle utilizo en ‘Trainspotting’ para que la esencia se matenga intacta. La fotografía tiene un apartado hermoso y épico, con tomas bien armadas y estilizadas de una forma bellisima. Por cierto no se olviden echarle un vistazo al espectacular soundtrack de la película. Variado, clásico y acertado, esas son las palabras perfectas para definirlo. “T2: Trainspotting” es una secuela excelente. No se limita a ser un refrito del primer film y le regala al espectador una historia nueva, bien contada, bien escrita, grandiosamente dirigida y con una fluidez visual ágil y un control del humor-drama más que soberbio. Si vieron la primera parte van a amar este nuevo capitulo, y si no, corran a verla y luego deleitense con una continuación que valió la pena esperar.
El WOLVERINE que nos merecíamos… En un 2024 sin mutantes, el avejentado y enfermo Logan (Hugh Jackman) se mantiene en las sombras para cuidar de un senil Charles Xavier (Patrick Stewart), quien se encuentra con una enfermedad cerebral degenerativa que exige mantenerlo sedado para que su mutación telequinetica no se convierta en un peligro para la sociedad. Pero todo va a empeorar considerablemente cuando éstos antiguos X-Men se crucen con Laura (Dafne Keen), una niña mutante con poderes muy similares a los de Wolverine que busca huir de unos mercenarios cyborgs conocidos como los Reavers. “Logan” es el ejemplo más acertado de la expresión “irse por la puerta grande”. El mutante Wolverine, nacido en las paginas de “El Increíble Hulk #181”, no tuvo un buen agarre en el cine con sus dos películas individuales, ya que por un lado tuvimos la deficiente desprolijidad conocida como ‘X-Men Origenes: Wolverine’ (la cual por poco asesina la posibilidad de ver a Deadpool en el cine) y por el otro, la floja continuación de ‘X-Men: La Batalla Final’, titulada ‘Wolverine Inmortal’. En ellas se podía notar que Jackman amaba interpretar al personaje de las garras de adamentium a pesar de que, los que conocemos los cómics, sabemos que la contextura física del actor no se adecua para nada con la del personaje en cuestión. Wolvie es petiso, feo y con voz ronca, mientras que el actor australiano es alto, fachero y su voz es tan entonada que llego a protagonizar la insoportable ‘Les Miserables’. Claro que ésto no freno que la adaptación se convierta en un éxito, y con el tiempo uno veía a Hugh y veía a Wolverine incuestionablemente. Ésto se debe a que el actor realmente se sentía adentro del papel, lo hizo con placer y con lo mejor de sí brindándonos un icono que a mi generación nos acompaño hasta el día de hoy. Y no solo Jackman se despide con este film, ya que también nos encontramos con la última aparición de Patrick Stewart como Charles Xavier, uno de los personajes de cómics mejor adaptados de la historia a mi parecer. Por estos motivos y muchos más, este film es un cóctel de emociones bastante intenso. El cineasta James Mangold regresa y se redime después de la mediocre ‘Wolverine Inmortal’, brindándonos un neo-western que muestra de una forma muy realista lo que va a ser el mundo dentro de ocho años. No es algo menor el realismo con el que plasmaron este futuro no tan distante, sumando ademas que no se privaron en gastar litros de sangre artificial para las escenas de acción. No se si recuerdan que cuando salió el videojuego ‘X-Men Origins: Wolverine – Uncaged Edition’ éste vino acompañado de un violento trailer hecho en CGI, que mostraba a Wolvie asesinando a diestra y siniestra unos militares en una construcción abandonada. Recuerdo que ese avance era todo lo que queríamos ver en una película del mutante, y acá tenemos eso y más … hasta se nota que la influencia del recién mencionado vídeo fue esencial en una de las escenas de la película . El guión, que es increíblemente intenso y bien escrito, no tiene filtro en mostrar a los personajes diciendo guarangadas sin censura, haciendo del mutante protagonista una versión mucho mas cercana al material original. Por cierto, si querían una adaptación del espectacular cómic ‘Old Man Logan’ esperen sentados a que FOX y Marvel Studios lleguen a un acuerdo, ya que “Logan” es una historia original hecha especialmente para cerrar con la historia de la versión cinematográfica del personaje. Hablemos un poco del reparto. El australiano Hugh Jackman hace uno de los mejores trabajos de su carrera en “Logan”, su forma de interpretar al personaje es digna del viaje que Wolverine tuvo en estos diecisiete años en el cine. Otro que se zarpa en espectacular es el Sir Patrick Stewart como el anciano Professor X. Es desgarrador ver al iconico personaje en un estado tan decadente, pero a la vez el intérprete nos hace sentir ternura con respecto a su relación con Laura, también conocida como X-23. La pequeña actriz británica-española Dafne Keen es de lo mejor de ésta película, su carrera cinematográfica ya ésta destinada a ser un éxito. Su gesticulación, su furia, su silencio, todo hace del personaje una joya que me gustaría volver a ver en alguna futura película de la saga. Por último ésta Boyd Holdrook, protagonista de la serie ‘Narcos’, quien interpreta al cyborg Donald Pierce. Lo interesante de esta interpretación es la voz del actor, ya que el tono villanesco que utiliza para llevar a cabo sus lineas es fantástico. Aún así no es un personaje memorable, pero cumple a la perfección con su función en la historia. Por último y poniéndome en modo tipo complicado, el único defecto de la película es que los últimos minutos se apresuran un poco. El climax tiene una gran consistencia, pero pudo haber sido mucho mas fuerte si le hubiese dedicado mas tiempo a ciertas cuestiones, pero les repito, es una pequeña falla entre tanta genialidad. Chiquis, “Logan” es la mejor película de la saga ‘X-Men’ hasta la fecha. El tono, la violencia, la forma en que los cómics son referenciados, la historia, todo nivela a la perfección una emotiva despedida que supo mantener el foco en un personaje que será recordado por mucho, mucho tiempo. vayan a verla y dejen decapitar por el groso Wolverine un rato, no se van a arrepentir.