En los últimos años aparecieron nuevos directores jóvenes en el cine italiano que se dedicaron a revivir los viejos policiales que se hacían en ese país en la década del ´70. Especialmente el tipo de historias que eran comunes en el “giallo”, ese subgénero cinematográfico que combinaba con una cuota de erotismo (y a veces con elementos fantásticos) el noir con las historias de terror. Darío Argento, Lucio Fulci y Sergio Martino fueron algunos de los grandes directores de este estilo que en la actualidad los nuevos cineastas suelen homenajear con sus trabajos. Dos ejemplos recientes de ello fueron La chica del lago, una buena película policial de Andrea Molaioli, que no llegó a cartelera argentina y La hora del crimen, que tuvo más suerte con la distribución y se estrena esta semana. El film de Giussepe Capotondi es un thriller psicológico que claramente evoca al giallo italiano con una marcada influencia también del cine de Brian De Palma. Se trata de una historia que comienza con una narración bastante lenta hasta que sucede un hecho violento que dispara el conflicto y a partir de ese momento la trama se vuelve interesante. Es una de esas películas en las que tenés que estar bastante atento a lo que sucede en la pantalla, ya que cada escena es una pieza importante de ese rompecabezas que representa el conflicto. Me pareció interesante que la película te desconcierte con los géneros que combina durante el desarrollo de la historia. ¿Es un policial negro? ¿Una historia de fantasmas? ¿Una romántica? De alguna manera eso es lo que hace diferente a esta propuesta que te mantiene enganchado con los constantes giros que tiene la trama. Tal vez la película decae un poco cuando el director se mete en el terreno del melodrama que desentona un poco con el resto del film, pero esto tampoco llega a arruinar la historia. Sumado a un gran trabajo de los protagonistas, Kseniya Rappoport y Fillipo Timi, la verdad que La hora del crimen es un decente film de misterio que está para tener en cuesta si se busca una propuesta de este estilo.
Acá tenemos un claro ejemplo de como los actores que se especializan en la rama del doblaje pueden tomar un material en otro idioma y mejorarlo por completo. La verdadera historia de Caperucita Roja, estrenada en el 2005, fue una de las joyas recientes de la animación independiente. Un film totalmente desopilante y creativo que narró el clásico cuento de hadas como si fuera un capítulo de La Ley y el Orden. Con muy poco presupuesto y una buena idea la película llegó a recaudar a nivel internacional más de 110 millones de dólares. Afortunadamente los responsables del doblaje en castellano decidieron contratar a los mismos actores para la secuela que hicieron un gran trabajo en el primer film. Rubén Moya es uno de los artistas más grosos que existen en este campo, responsable de la memorable voz de He-Man y de Jack Palance en el recordado programa Crease o no de Ripley, entre tantas otras cosas. Lo que hace con la rana detective Nick Flipper en este film es fantástico. Escuchar esa voz tan poderosa que impone respeto y seriedad en una rana que tiene un cuerpo escuálido y actúa como si fuera un personaje de un thriller de Paul Greengrass te hace descomponer de la risa. Quería empezar por destacar esto ya que esta segunda parte lamentablemente es una producción muy inferior a la primera entrega. El doblaje latino es lo que hizo amena a la propuesta y por eso merece ser resaltado. Es loco porque los realizadores contaron con el doble de presupuesto (30 millones de dólares) que la obra del 2005, pero no lograron mejorar la historia original. Los números hablan por si solos. La primera superó en la taquilla a nivel internacional los100 millones de dólares, la secuela ni siquiera consiguió recuperar la inversión. Es claro que algo no funcionó. Creo que el gran problema de esta película pasa estrictamente por una cuestión de guión. En este caso los productores cometieron el gran error de alejarse por completo del espíritu de la primera película y en consecuencia, la historia perdió su gracia. En lugar de brindar otro policial disparatado, la trama se desarrolla dentro la de la infame, maldita e insoportable parodia de James Bond y todos los agentes secretos que te imagines. El mismo motivo por el que Cars 2 fue un fiasco absoluto. Ese concepto lo explotaron tanto en las películas de animación que no da para más. El film comienza con una muy buena secuencia relacionada a la toma de rehenes de Hansel y Gretel, pero después se desvirtúa por completo. La dirección en este caso corrió por cuenta de Mike Disa, un experimentado artista de Disney, que el año pasado estrenó en dvd un interesante animé como fue Dante´s Inferno: An Animated Epic, basado en un video juego y el famoso poema de Alighieri. Con Caperucita Disa parece totalmente perdido y no le supo encontrar la vuelta a los personajes. La animación es claramente superior a lo que vimos en el 2005 porque esta vez los realizadores tuvieron más dinero, pero el humor disparatado se perdió y ese era el principal elemento que hizo especial a La verdadera historia de Caperucita roja. La película dura 85 minutos y parece mucho más larga producto de un guión flojo que propone una historia de aventuras que no termina por convencer. Reitero, el doblaje dentro de todo hizo un poco más entretenida a esta secuela que en términos generales resultó una gran decepción. De todas maneras, gracias Rubén Moya por la rana Nick Flipper.
En términos esotéricos, el fenómeno del 11: 11 no tiene nada que ver con la estupidez que se plantea en este film, donde una vez más Hollywood distorsionó el tema como ocurrió hace poco con las profecías mayas y la tonta película de Roland Emmerich, 2012. Hay un montón de información en la web sobre esta cuestión que pueden buscar y se escribieron varios libros al respecto. Hasta Regina Spector tituló su disco debut haciendo alusión a ese número. Es un tema que da para largo. En esta película tomaron esa cuestión y la desarrollaron como un relato de terror. La dirección corrió por cuenta de Darren Lynn Bousman, quien se hizo famoso en el cine por los ultra violentos y sangrientos capítulos 2, 3 y 4 de El juego del miedo y el musical Repo! The Genetic Opera. Hace unos meses estrenó también la remake de Mother´s Day, el clásico slasher de 1980 de Charles Kaufman que resultó un fiasco ya que no logró conseguir una distribución masiva y apenas se exhibió en festivales de cine. 11-11-11 es un film interesante dentro de su filmografía por la sencilla razón de que no corre una gota de sangre y tampoco hay secuencias de torturas ni mutilaciones. En este caso abordó el género de terror por otro lado con una propuesta que evoca por momentos a los viejos filmes sobre actividades paranormales y demonios de los años ´70, como Posesión diabólica (Burnt Offerings) y No temas a la oscuridad, por citar algunos casos. Lamentablemente este estreno ni siquiera se acerca a ser una producción tan buena como aquellas películas. Debo ser justo y destacar que Bousman comienza muy bien la narración de esta historia creando muy buenos climas de suspenso que de a poco van construyendo el misterio. Dos elementos claves fueron la excelente banda sonora de Joseph Bizara (quien este año la rompió también en La noche del demonio) y la fotografía de Joseph White. El trabajo de White parece muy inspirado por lo que hizo Owen Roizman en El Exorcista. Al menos trabajó con una paleta similar de colores. El gran problema de esta producción es que la trama es demasiado tonta. Bousman lleva la historia con mucho suspenso para cerrarla con un final totalmente pedorro que te deja indiferente. Por otra parte a la película le faltaron más escenas de terror. Hacia la mitad la historia se vuelve un poco pesada con las discusiones religiosas y la investigación del protagonista. Bousman llega a ofrecer algunos momentos brillantes, como la breve escena con una silla mecánica, de esas que se usan para trasladar personas inválidas por las escaleras, que es soberbia. Una de las pocas situaciones destacables que tiene el film. Creo que le faltaron más escenas como esa. Después los demonios que irrumpen en el final parecen salidos del Tren Fantasma de los parques de diversiones. Flojo. En ese sentido lo que hizo el director James Wan en la Noche del demonio fue mucho más efectivo. Tampoco ayudó el giro sorpresa, que argumentalmente es olvidable y encima tiene la típica edición de los finales de Saw, que la verdad se podía haber evitado. Me pareció interesante que este director se propusiera abordar el género con otros recursos, pero la historia la verdad que no ayudó demasiado. No es una mala película pero tampoco se destaca entre las cosas que se estrenaron este año dentro de este estilo
Se habló mucho de la relación entre Antonio Banderas y Pedro Almodóvar en los medios, donde se decía que estaban alejados y era imposible que volvieran a trabajar juntos. Al final nada de eso resultó cierto ya que volvieron a reunirse otra vez para brindar la mejor película que hicieron ambos artistas en muchos años. Almodóvar es un buen director que hizo filmes importantísimos dentro de la producción española, pero en el último tiempo empezó a aburrir. Sus melodramas tediosos terminaron por saturar y el cineasta no hizo otra cosa que repetirse a si mismo contando relatos que eran más de lo mismo. Algo similar le ocurrió también a Woody Allen hasta que empezó experimentar con elementos diferentes en sus trabajos y volvió a filmar buenas películas. Para quienes le veníamos pidiendo al director español una propuesta distinta, La piel que habito es una respuesta contundente. Finalmente Almodóvar se despertó de su siesta y realizó un thriller totalmente absorbente que te mantiene intrigado desde las primeras escenas y que además brinda una de las historias de venganza más retorcidas que se filmaron en los últimos años. La piel que habito es una película totalmente influenciada por el viejo “giallo”, que es con el nombre que se conocía a los policiales eróticos italianos de los años ´70, que solían filmar directores como Darío Argento y Lucio Fulci. La particularidad es que en este caso Almodóvar combinó ese tipo de cine con los thrillers clásicos de Alfred Hitchcock, quien también representó una notable influencia en esta producción. Este film es una gran bocanada de aire fresco para la filmografía del cineasta español, donde pudo mostrar su maestría como narrador dentro de un género que nunca había explorado de esta manera. El reparto para variar es excelente y Antonio Banderas con este trabajo se redimió de todas las películas malas que hizo en Hollywood . Es loco verlo en este film porque uno descubre nuevamente a ese actor talentoso que surgió con Almodóvar en los años ´80. El psicópata que interpreta en esta historia, que por cierto, tranquilamente podría haber sido amigo de Jigsaw (El juego del miedo), ya que los dos están totalmente pirados, es claramente uno de los mejores personajes que brindó en su filmografía. La trama demencial que presenta este film estuvo basada en la novela “Tarántula” de Thierry Jonquet, que ya había despertado polémica en 1995 por el relato depravado que brindaba el autor. Por supuesto el film no puede escaparle a ciertos elementos desconcertantes como el sujeto brasilero vestido de tigre que aparece en una escena y el musical de Concha Buika que no aportan absolutamente nada a la trama, más que para satisfacer un capricho del director con el objetivo recordarnos que él está detrás de cámaras y no puede dejar afuera sus incompresibles excentricidades. Al margen de estas cosas que se le pueden objetar al film, La piel que habito es lo más interesante que hizo Almodóvar en muchísimo tiempo y ofrece un buen cuento de suspenso.
Los Tres Mosqueteros es por lejos uno de los clásicos de la literatura que mayor cantidad de adaptaciones tuvo en el cine y la televisión. Para buscar los primeros antecedentes de esta genial historia de Alejandro Dumas tendríamos que remontarnos a los comienzos del cine, a principios del siglo 20, cuando aparecieron varias producciones mudas con estos personajes. Se estima que la primera película es de 1903. Desde entonces se hicieron muchísimas producciones, inclusive desde la animación. Hace poco, sin ir más lejos, se editó en dvd un film para niñas que adapta esta historia con Barbie. Los mosqueteros son inmortales en el cine y cada tanto reaparecen en la cartelera. Esta nueva versión que llega esta semana, para bien o para mal, presenta una visión de este clásico totalmente distinta a todo lo que se hizo en el pasado. El director de Resident Evil, Paul W. S Anderson abordó este relato como si los mosqueteros en lugar de haber sido creado por Dumas hubieran surgido de un cómic disparatado de Frank Miller. Desde la primera escena el director deja en claro este tema con la bizarra presentación que hace de Athos y Milady, interpretada por Milla Jovovich, quien directamente parece salida de Sin City. Para los puristas de Dumas esto seguramente resultará un espanto, pero en este caso en particular, esta visión lisérgica que ofrece Anderson es lo que hace divertido a esta propuesta que fue trabajada muchísimas veces en la pantalla grande. Hay que recordar que Los Tres Mosqueteros son un ícono absoluto del cine pochoclero hollywoondense. Las versiones con Douglas Fairbanks de 1921 y la que se hizo después en 1948 con Gene Kelly y Lana Turner brindaron algunas de las mejores secuencias de acción en la historia del cine. Especialmente en lo que se refiere a los combates de esgrima. Es imposible superar esas obras y creo que a la larga si no se juegan con estos cambios locos, como los que propuso el director Anderson, a esta altura la propuesta pierde la gracia, porque terminan haciendo siempre la misma película. La mejor virtud de este film es el casting de Logan Leman (Percy Jackson) como D ´Artagnan. Este pibe capturó a la perfección con su trabajo el espíritu impulsivo y arrogante del espadachín de Dumas como no lo vi en ninguna otra versión. Realmente hizo un gran trabajo y se destaca muy bien en las secuencias de acción. Un problema que siempre tuvieron todos los actores que interpretaron a D´Artagnan como Douglas Fairbanks, Gene Nelly, Michael York o Chris O´Donnel es que por lo general no eran mucho más jóvenes que quienes encarnaban a Athos, Porthos y Aramis. En esta película, en cambio, hay una profunda diferencia entre las edades que tiene D ´Artagnan con los mosqueteros y en consecuencia, la dinámica de las relaciones entre los personajes, es mucho más fiel a lo que plateó Dumas en su novela que todas las versiones que se estrenaron en el pasado. Esto es loquísimo porque este film, salvando este tema, no tiene nada que ver con la obra literaria, ya que es un divague total, pero no deja de ser interesante que en este punto si fueron bastante fieles al libro. Las secuencias de combate de espadas estuvieron muy bien elaboradas y las batallas de barco aéreas son un delirio magnífico que se destacan hacia el final. Para variar, esto es un tema que el director lleva en la sangre y no puede evitar, el film deja la puerta abierta, al mejor estilo Resident Evil, para una secuela que el tiempo dirá si llega a concretarse. Lo cierto es que más allá del delirio argumental que plantea la trama esta producción es un producto ameno y bien realizado desde la parte técnica que brinda un buen entretenimiento.
Para evitar decepciones dentro del cine con la entrada comprada, lo primero que hay que saber de esta película es que los trailers que hicieron para promocionarla no tienen absolutamente nada que ver con lo que vas a encontrar después en este trabajo de Steven Soderbergh. Si esperabas ver una película como Epidemia, de Wolfgang Petersen, vas por el camino equivocado ya que si bien la trama está relacionada con una pandemia que amenaza el mundo el enfoque de esta producción fue totalmente distinto a ese film de 1995. Por eso los trailers son engañosos, ya que venden otra cosa. Los primeros 40 minutos de este estreno son realmente soberbios. La manera en que el director presenta el conflicto y construye la tensión y el suspenso en la trama es extraordinario y es donde más se resalta el talento de Soderbergh como realizador. Con una enorme y lograda rigurosidad científica, el film describe con mucho realismo y una narración minimalista lo que sucede con distintos personajes cuando el mundo enfrenta una pandemia que los científicos no tienen idea cómo controlar. La película cumple con creces en trasmitirle el pavor al espectador ante una posible crisis sanitaria como la que se plantea en este relato. Ya el sólo hecho de escuchar a alguien toser te va a poner los pelos de punta a la salida del cine y en ese aspecto el film logra su cometido. La narración del director sumado a un excelente manejo de la música incidental son los elementos que más sobresalen en esta producción a la hora de trabajar este conflicto. La edición también es genial porque es muy dinámica y favorece la falta de acción que tiene la historia. Queda la sensación que el director intentó evocar un poco los viejos filmes del cine catástrofe de los años ´70 como Terremoto, Aeropuerto y La Torre del Infierno que tenían un ensamble de los mejores actores de Hollywood que había en ese momento. Con el reparto de Contagio se da algo similar y la película tiene el lujo de tener en roles breves a muy buenos artistas como John Hawkes (Lazos de sangre) y Gwyneth Paltrow. Un inconveniente del film es que el argumento presenta algunas subtramas que nunca se llegan a profundizar y tampoco tienen la misma fuerza que los conflictos que viven otros personajes. El mejor ejemplo de esto son los hechos que tienen como protagonista a Marion Cotillard, totalmente desaprovechada en este film, que parecen formar parte de otra película y no encaja demasiado con el conflicto central. Caso distinto es la historia del periodista blogero que interpreta Jude Law, cuyas acciones plantean cuestiones interesantes dentro de la película, como los engaños de las instituciones gubernamentales y las fallas que se cometen para controlar la pandemia. Contagio es un film que presenta un concepto trillado en el cine estadounidense, pero que fue trabajado desde una óptica distinta y en definitiva eso es lo que hace atractiva a esta propuesta.
Actividad paranormal es probablemente una de las sagas de terror más flojas que se hicieron en los últimos años, que logró tener trascendencia más que nada por una brillante campaña de marketing y una base de entusiastas fans adolescentes que creen haber descubierto el género con estos filmes. Para el momento en que salió la continuación de la producción original el modelo estaba totalmente agotado y ya no quedaba mucho más para hacer con la historia. Hace unos días encima pudimos ver la horrible remake japonesa que resultó un bodrio infernal. En consecuencia, frente a este panorama de tedio absoluto que representa Actividad paranormal la nueva entrega tiene mucho más valor, ya que se trata de la película más lograda de la saga. Los directores Ariel Schulman y Henry Joost fueron quienes mejor entendieron lo que debe ser un film de terror y brindaron una película decente que tuvo la difícil tarea de enfrentar todo el desgaste que se produjo de esta historia con las entregas anteriores. Schulman y Joost, quienes vienen del género documental y trascendieron el año pasado con su película Catfish, hicieron un film mucho más sólido en términos narrativos que trabaja de manera efectiva el género de terror. En este caso no es necesario sufrir 40 minutos de escenas intrascendentes hasta que finalmente se manifiestan los hechos paranormales. Los realizadores fueron al grano y construyeron muy bien todo el misterio que rodea a esta sufrida familia desde las primeras escenas. La verdad que el film tiene muy buenos momentos de suspenso y por lo menos lograron que te enganches con las situaciones que enfrentan los personajes en la historia. Las dos nenas que son las figuras principales de este capítulo están muy bien dirigidas y se destacan más que las actrices adultas que protagonizaron las películas previas. Los fenómenos paranormales también estuvieron mejor realizados y los directores crearon en estas escenas una atmósfera mucho más cercana a lo que debería ser una película de terror, que en mi opinión, no tuvieron los otros capítulos de la serie. La trama transcurre en 1988 pero la verdad que nunca te das cuenta de eso porque no se calentaron demasiado en reconstruir con detalles ese período. Es probable que el Doctor Emmett Brown le haya regalado a esta familia una de las cámaras digitales que compró en Buenos Aires durante un viaje al futuro, ya que de otro modo no se explica que la calidad de imagen que tienen las filmaciones de los protagonistas estuviera disponible en los años ´80. Pequeños detalles. Lo cierto es que Actividad paranormal 3 es la entrega de esta serie que más se acercó a ser un film de terror en serio y creo que no es casualidad que también es el capítulo que más referencias concretas tiene a otros clásicos del género como Terror en Amityville, Poltergeist, El resplandor y Halloween inclusive. El mérito es de los nuevos directores que supieron encontrarle la vuelta a este concepto que propone esta saga y hacer una película más entretenida.
Una película distinta de la misma productora que realizó el film de Don Gato, Illusion Studios. Eva de la Argentina es una producción que combina la animación con el material documental para narrar la vida y obra de Eva Perón La historia es narrada desde la figura del periodista Rodolfo Walsh, quien durante la etapa que pasó a la clandestinidad en 1977 se pone a reconstruir en este film la figura de Eva. Es interesante el rol que le dieron a Walsh en la trama, quien investiga el misterio del cadáver ultrajado de esta mujer como si fuera un enigma policial. Francisco Solano López, uno de los grandes maestros de la historieta argentina (el dibujante de El Eternauta), quien falleció este año, llegó a colaborar con el film y la estética de la película claramente remite al cómic. De hecho uno llega a tener la sensación por momentos que se encuentra frente una novela gráfica cuyas viñetas cobraron vida. La estética de la animación y la música de Gustavo Santaolalla son los elementos que más se destacan en este estreno. El gran problema que tiene para mí esta película es el enfoque que presenta la directora María Seoane sobre esta figura histórica. El film prácticamente es una canonización cinematográfica de Eva Perón, donde por momentos parece que estamos viendo la historia de una heroína de los cómics, más que la mujer de carne y hueso que fue, con sus defectos y debilidades, que como todo ser humano tenía. Eva fue una de las grandes mujeres del siglo 20 y su historia y su obra son apasionantes, pero este retrato que presenta la directora es la Evita del bronce y en más de una escena el film se va de mambo con un excesivo romanticismo idílico hacia el peronismo que por momentos roza la obsecuencia. La película tampoco llega a convertirse en un panfleto de propaganda política pero la verdad es que no estuvo lejos de serlo. Lo que rescato de esta producción es que tenemos en la cartelera un estreno de animación para adultos que es algo muy saludable para la producción nacional frente a tantas propuestas locales que se limitan a brindar más de lo mismo.
Una de acción en serio. Después del fiasco de Identidad secreta, una película de tiros concebida para la generación Justin Bieber, que placer encontrarse con una ópera prima que le hace justicia al género. Asesinos de elite es un gran debut del director Gary McKendry quien dio su primer paso como realizador con un sólido film de acción que está inspirado en hechos reales. Esta producción estuvo basada en la polémica novela de Ranulph Fiennes “The Feather Men” que a comienzo de los ´90 generó todo un escándalo en Inglaterra. El autor inglés, quien fue parte del Servicio Aéreo Especial (SAS) y participó en operaciones militares clandestinas en distintas parte del mundo, denunció estos temas en su trabajo, además de revelar la existencia de una sociedad secreta integrada por ex miembros del SAS que estuvieron involucrados en negocios sucios y asesinatos. La historia real que recrea el concepto de esta película tiene muchos puntos en común con los acontecimientos de Munich (el film de Steven Spielberg), ya que en el fondo se trató de actos de terrorismo realizados de manera clandestina por miembros de una fuerza de elite militar. Estos hechos ocurridos en la década del ´80 se desarrollaron durante un período de 17 años, que en la película condensaron bastante. El director McKendry tampoco hizo un film como Munich, sino que adaptó esta historia y la desarrolló como una película de acción con Jason Staham, quien una vez más vuelve a demostrar que es el mejor actor de este género en la actualidad. Lo interesante de Asesinos de elite es que no hay héroes impolutos. Todos los personajes son escorias de la sociedad que no tienen inconvenientes en matar gente por dinero. El personaje de Statham por momentos presenta algunos códigos morales y un poco de humanidad, pero en el fondo es un asesino con un pasado oscuro que no lo diferencia demasiado de los tipos que tiene que eliminar. Salvo por alguna que otra pirueta loca del protagonista, en términos generales, la acción es trabajada de manera realista y es probable que en este punto el director haya tomado como influencia a varios filmes de los años ´70. Especialmente los que solían dirigir Michael Winner (El vengador anónimo) y Don Siegel (Harry, el sucio). Con respecto al reparto, Robert De Niro tiene un rol secundario en esta historia pero las escenas en la que aparece se las roba por completo. Por otra parte, Clive Owen interpreta un digno antagonista de Statham y quien se destaca también con un buen trabajo es Dominic Purcell, conocido actor de la serie Prison Break. Dentro de las producciones de acción que se estrenaron en el año, esta película es claramente una de las mejores que vimos hasta ahora y merece su recomendación.
Don Gato es una de las creaciones más brillantes de esos genios de la animación que fueron William Hanna y Joseph Barbera. Sin embargo, en los Estados Unidos este personaje nunca tuvo mucha repercusión, a tal punto que la serie original fue cancelada en 1962 luego de sietes meses en el aire y 30 episodios realizados porque los índices de audiencia no fueron auspiciosos. Don Gato, Benito y el resto de la pandilla quedaron literalmente en el olvido y el protagonista obtuvo más tarde un rol secundario en otras series del estudio como Las olimpíadas de la risa. Lo loco de esto es que el mismo dibujo animado que en la televisión yankee pasó sin pena ni gloria en Latinoamérica se convirtió en un enorme e importantísimo fenómeno de culto. Muy especialmente en México donde Don Gato fue un furor impresionante a tal punto que el personaje siempre tuvo la misma popularidad que El Chavo. En Argentina ocurrió lo mismo y es notable porque estos personajes pegaron en la gente mucho más que cualquiera de las otras creaciones de Hanna-Barbera. Creo que este fenómeno tiene que ver con la idiosincrasia de los países latinos. Es decir, me parece que para el público latino es mucho más fácil conectarse con Don Gato que con Los Picapiedra o Los Supersónicos que eran personajes muy estadounidenses. Don Gato, en cambio, podría haber sido un típico chanta porteño que inclusive tenía puntos en común con Isidoro Cañones y si nos ponemos a hilar fino los episodios de la serie vamos a descubrir cosas de Cantiflas en sus reacciones y actitudes. En consecuencia, era natural que si estos felinos callejeros de Nueva York alguna vez conseguían llegar a la pantalla grande la película fuera una co producción entre México y Argentina. Este estreno fue realizado por las productoras Ánima (México) e Illusion (Argentina) que el año pasado brindaron el film de Gaturro. Ambas productoras suelen ser bastante castigadas por la calidad de sus animaciones, pero la verdad es que en este caso presentaron un muy buen trabajo que se destaca principalmente por el cariño y el respeto que tuvieron los realizadores hacia la obra original. El film es claramente superior a Gaturro y creo gran parte de esto tuvo que ver con que el guión presenta una historia mucho más entretenida y fluida, que además está plagada de referencias a los capítulos de la serie de los años ´60. No es sencillo sostener un largometraje con personajes que solían ser explotados en cortos de 20 minutos y si bien por momentos el film cae en algunos baches narrativos, donde la trama se alarga sin sentido, en general hicieron un muy buen trabajo y tiene momentos graciosos. Está bueno también que adaptaron los personajes al mundo de hoy, pero sin distorsionar la esencia del trabajo de Hanna- Barbera. En ese sentido Anima e Illusion fueron muchos más cuidadosos que los grandes estudios hollywoondenses, que en más de una ocasión arruinaron clásicos animados. La reciente película de Los Pitufos es un ejemplo de ello. Lo mejor de este estreno es por lejos el trabajo de las voces que contó con la participación de dos monstruos legendarios del mundo del doblaje. Un enorme lujo. La dirección de voces corrió por cuenta del Gran Maestro Francisco Colmenero, la histórica voz de los dibujos de Disney, además de haber sido el narrador de los Super Amigos (“mientras tanto en el Salón de la Justicia”) Los Dukes de Hazzard y Papá Pitufo entre cientos de personajes queridos y populares. En la película Francisco además interpreta al Alcalde de Nueva York. El único artista de la serie original de Don Gato que regresó para este film es el legendario Jorge “Tata” Arvizú, quien le dio vida a Benito Bodoque y Cucho. El Tata Arvizú es un prócer en este arte y además fue responsable de las voces de otros personajes queridos como Pedro Picapiedra, El Pájaro Loco, Bugs Bunny, El Pato Lucas y El Super Agente 86. Cuando lo escuchás en esta película en el rol de Benito automáticamente te roba una sonrisa. La voz original de Don Gato en la serie estuvo a cargo de Julio Lucena, quien junto a Arvizú y Colmenero, fue uno de los grandes pilares del mundo del doblaje latino. Lamentablemente falleció en 1985 y en este film el personaje estuvo a cargo de Raúl Ayana, quien capturó muy bien el estilo de voz que tenía Don Gato y que todos recordamos de los dibujos. Dentro de las producciones que brindaron Illusión y Ánima en el último tiempo esta es la mejor película que hicieron. Una muy buena propuesta para los nostálgicos de la animación y las nuevas generaciones de chicos que pueden descubrir a estos maravillosos personajes.