Los vampiros existen en el cine desde que los hermanos Lumiere inventaron el proyector cinematográfico. Poca gente recuerda por lo general, que mucho antes que Bram Stoker creara a Drácula, las famosas criaturas bebedoras de sangre ya habían aparecido en la pantalla grande. El gran pionero en llevar a estos personajes al cine fue el Gran George Mellies, padre de los efectos especiales, en 1896 con Le Manoir Diable. Desde entonces la infinidad de películas que se hicieron hasta la fecha generaron que hoy presentar una gran propuesta con estas historia no sea nada fácil, debido a que no hay más nada por inventar. Daybreakers es una muy buena película que le devuelve con toda su gloria la dignidad a los vampiros en Hollywood que en el último tiempo se presentaron con un enfoque demasiado light con filmes como Crepúsculo o la serie True Blood que se centraron en aspectos más románticos. Los vampiros no tienen nada de romántico y los hermanos Spierig se encargan de dejarlo claro en los primeros minutos de este film donde marcan de manera contundente el tono que tendrá la película. Acá los vampiros son aterradores y corre mucha sangre durante toda la historia. Los amantes del gore definitivamente no van a salir defraudados ya que hay escenas tremendas. Daybreakers se destaca principalmente por combinar muy bien los géneros del terror y la ciencia ficción y hasta me animaría decir el policial negro con una historia futurista muy entretenida que presenta una estética que evoca un poco esos cómics oscuros de Steve Niles (30 días de noche). La verdad que es un placer poder disfrutar de dos actorazos como Ethan Hawke y Willem Dafoe en un film de este estilo. Las secuencias de acción están muy bien elaboradas y los directores manejan muy bien la narración de la historia. Si en el pasado disfrutaste de filmes como Del crepúsculo al amanecer, Vampiros, de John Carpenter, o más recientemente 30 Días de noche este es un estreno para tener muy en cuenta.
No hay mejor público que los chicos para evaluar este tipo de propuestas. Las dos películas de Alvin y las ardillas que se estrenaron hasta ahora, que trajeron a la pantalla grande a estos personajes que tiene más de 50 años de vigencia, tuve oportunidad de verlas en una función con niños. Al comparar lo que sucedió en las dos funciones con el público infantil la conclusión es más que clara: La secuela no resultó tan divertida como la primera parte. Recuerdo que el primer film arrancaba muy bien con mucho entretenimiento y después caía al estancarse en situaciones redundantes. La nueva historia directamente ya arranca estancada en un pozo del que nunca logra salir. Es evidente que Jason Lee (protagonista de la anterior) estuvo comprometido con otro proyecto durante el rodaje y los productores sólo lo podía tener disponible un par de días, ya que su trabajo es muy breve. Esto le jugó en contra a la película porque el actor se desenvolvió muy bien en el film anterior y el reemplazo que consiguieron para la secuela, Zachari Levi, es realmente impresentable. Nunca termina de quedar claro cuál era la función de su personaje. El mayor logro del film son los efectos especiales donde pulieron mucho más el aspecto, las expresiones faciales y movimientos de las ardillas que parecen totalmente reales. De hecho, en la secuencia inicial los animalitos demuestran que tiene más carisma que los Jonah Brothers. La incorporacion de la Chipettes, que son la versión ardilla de Destiny Child tampoco aportó demasiado. Los espectadores más pequeños probablemente sean los que más disfruten de esta historia, a los adultos no les queda otra que remarla.
Rob Zombie nunca quiso hacer esta película. El único motivo por el que aceptó hacer la secuela fue que no quería que otro director jodiera su visión personal de Halloween. El cheque que le dieron los hermanos Weinstein es anecdótico. Zombie no es un artista que tenga problemas para llegar a fin de mes. De hecho, estaba trabajando en otra película (Tyranossaurus Rex, que se conocerá en el 2013) cuando surgió el tema de la secuela. Esta segunda parte deja la sensación que el espíritu de Lucio Fulci estuvo visitando los sueños del director mientras laburaba en la pre producción. Halloween 2 es un film que se caracteriza por ser una propuesta mucho más brutal, morbosa y violenta que la primera entrega. Las acciones de Myers en esta película convierten a la última versión de Jason Voorhes en una princesa de Disney. Todo el aspecto introspectivo relacionado con el protagonista quedó afuera, acá el asesino no para de matar gente desde el momento en que aparece en la pantalla con escenas ultraviolentas. Es como si Zombie hubiera manifestado su bronca de tener que hacer una secuela que no había planificado en el modus operando del asesino. Michael ya no se contenta con apuñalar, sino que además hace una carnicería con los cuerpos. La visión personal de director con esta historia pasa por evocar el cine Grindhouse de los años ´70 y ´80 y en esta segunda parte me parece que esto está mucho más claro. La trama, como era de esperarse, tiene más huecos que un colador, porque el final de la primera parte no daba para una continuación. Pese a todo, Zombie se las arregló para generar buenos momentos de tensión y dramatismo. Hay una serie de secuencias de sueño relacionadas con un personaje que están magníficamente elaboradas. Algo que llama la atención es que los protagonistas presentan cambios radicales. Laurie Strode pasó de ser una adolescente ingenua a una groupie sucia que colecciona postres de Charles Manson, mientras que el Doctor Loomis ahora es un completo imbécil despreciable que no tiene nada que ver con el hombre que conocimos en el primer film. En el segundo caso principalmente, me parece que Zombie la pifió porque el cambio le jugó en contra al personaje que ahora no genera ningún tipo de simpatía. Un sorpresa en el reparto (y esto es loco porque no lo esperaba) resultaron Tyler Mane quien interpretó a un Myers absolutamente aterrador, especialmente cuando está sin la máscara, y Sheri Moon Zombie como el fantasma de la madre de Michael que está excelente en ese personaje. Lamentablemente en la continuación se quedó afuera Daeg Faerch, el chico que había brindado un gran trabajo como el pequeño Myers. Esto se debió a que en el último tiempo creció bastante y ya no daba para que repitiera el personaje. El nuevo actor a cargo de ese rol no tiene el talento de Faerch y es claro que el director evitó exponerlo demasiado. Lo mejor de la película es el increíble diseño de producción, donde hicieron un trabajo excelente en algunas secuencias surrealista de sueños y los efectos especiales. Hay algunos momentos de violencia que son duros de ver y están realizados con mucho realismo. Por supuesto no falta una banda sonido decente donde se escuchan temas de Lynyrd Skynyrd, Rod Stewart y Motorhead. Halloween 2 no es para nada una obra maestra, pero frente a otras porquerías que se estrenaron el año pasado como Destino Final 4 o Actividad Paranormal, es una propuesta decente dentro de este género.
¿Por dónde empezar? Asesino Ninja no sólo es la clase de película que hace rato le faltaba a la cartelera, sino que además representa uno de los mejores y más divertidos filmes de acción que pude ver en el último tiempo. Los hermanos Wachowski, responsables principales de esta joya, le devolvieron a los ninjas la dignidad que habían perdido en estos últimos años. El público occidental se los tomaba en joda y los misteriosos asesinos a sueldo no deberían hacer reír, sino ser aterradores e implacables como se muestran en este film. Lo más importante de este estreno es que brinda el regreso memorable y esperado porque quienes somos fans del género y las artes marciales del gran maestro Sho Kosugi, quien es el Gran Ninja del cine. Sin el aporte de Kosugi en el cine clase B tal vez los ninjas hubieran tenido otra historia en el séptimo arte, por lo menos en Occidente. Kosugi trajo el concepto del ninja al continente americano con la memorable trilogía de la productora de Menahen Golam, integrada por los filmes La justicia del Ninja (con Franco Nero), que marcó la primera aparición de estos personajes en el cine estadounidense, La venganza del Ninja y Ninja 3: La dominación. A partir de ahí los asesinos enmascarados comenzaron a aparecer por todas partes, inclusive en dibujos animados y otra sagas cinematográficas populares como El guerrero americano con Michael Dudikoff. En nuestro país Sho Kosugi es muy recordado también por la serie de televisión de los ´80, Maestro Ninja (con Lee Van Cleef) y la película que este grosso filmó con Ulises Dumont en 1988, Contacto Ninja en la Argentina (Rage of Honor). En los links pueden encontrar más información sobre esas propuestas. La verdad que me emocionó mucho verlo de vuelta en el cine. Aunque está un poco más viejo no perdió su talento para interpretar a bastardos desalmados como el que encarna en su último trabajo. Me encanta Kosugi cuando es bueno, pero como villano creo que siempre se destacó más y para mi grata sorpresa los Wachowski y el director James Mcteigue le dieron mucho más protagonismo del que esperaba. Asesino Ninja es una propuesta especial porque, al menos en mi experiencia, nunca sentí que estaba viendo una película, sino un manga japonés que por arte de magia cobró vida. Se trata de un híbrido entre el cómic y la animación japonesa que fue ejecutado como una película de acción en vivo. Creo que en esto tuvo mucho que ver que los productores delegaran el guión en un grosso del cómic norteamericano como es J.Michael Straczynski, quien en las últimas décadas se destacó por sus trabajos en la revistas de Spiderman, Los Cuatro Fantásticos y Thor entre otras cosas. Ninja Asesino es un manga de Straczynski. Por otra parte, el cine de animación de ese otro gran maestro que es Yoshiaki Kawajiri me parece que también tuvo una enorme influencia en esta película. Las espectaculares secuencias de acción, sin ir más lejos, parecen salidas del film animado Ninja Scroll. Lo que me gustó y destaco de esta producción es que no se reprimieron con las secuencias de acción. El director realmente se tomó en serio, tal vez demasiado, el concepto del título. La película es totalmente zarpada en materia de gore y claramente está a la altura de la saga de SAW. Los primeros 10 minutos son mortales y le dejan al espectador bien claro por donde va a pasar esta propuesta. No puedo dejar de destacar el trabajo de Rain como protagonista. Este muchacho es un cantante pop y modelo coreano super famoso en Oriente que planteaba muchas dudas en esta película. Para ponerlo en términos elegantes. El flaco en principio no daba para interpretar a un ninja asesino. Es la última persona que te imaginarías para este film. Es como que Zack Znyder hubiera convocado a Ricky Martin para el rol de Leónidas en 300. No da. Sin embargo, si no conocés los antecedentes de Rain y sus coreografías de baile maracas que por alguna razón que nunca voy a entender atraen a ciertas mujeres, parece que el pibe toda la vida hubiera hecho filmes de artes marciales. La realidad es que está muy bien en la película y su trabajo es totalmente creíble y digno, dentro del universo loco en que se desarrolla la historia. En materia de acción Asesino Ninja tiene todos los ingredientes que espero en este tipo de filmes y no puedo evitar recomendarla. Un gran peliculón para arrancar este 2010.
La Princesa y el Sapo es la mejor película animada estrenada por Disney desde Tarzán. Claro que sacaron buenas producciones a través de Pixar, que con los años desarrolló un estilo propio, aunque cada vez tienen menos que ver con lo que fue alguna vez el arte clásico de Walt Disney. Muchas de las películas de animación computada que acapararon este género en los últimos años se volvieron productos sumamente insulsos que pese a que logran entretener en muchos casos carecen por completo de magia. Basta con comparar los estrenos que pasaron recientemente por la cartelera con las últimas producciones de Hayao Myazaki (El viaje de Chihiro, Ponyo) para notar la diferencia. Existe toda una generación de chicos que hasta ahora no tenían idea lo que era disfrutar un film de animación tradicional en la pantalla grande. Pudieron haber visto ese tipo de filmes en la televisión o en dvd pero no vivieron esa experiencia especial que brinda la animación 2 D en un cine. El nuevo film de Disney rescata la verdadera magia de la animación en un cuento de hadas inolvidable, realizado por los directores Ron Clements y John Musker, quienes en el pasado se destacaron con La Sirenita, Hércules, Aladdin y el Planeta del tesoro, que sigo bancando a muerte aunque haya sido un fracaso. El guión brinda una historia original (que no es poco en estos días), con personajes muy bien desarrollados y una excelente reconstrucción de la cultura de New Orleans en los años ´20. Pasaron 63 años desde que una producción importante de Disney estuvo relacionada con la comunidad negra de los Estados Unidos. El último antecedente había sido Song of the South, de 1946, que combinó la acción en vivo con la animación. Desde entonces los personajes negros no lograron tener relevancia en las historias. La Princesa y el Sapo es un proyecto del estudio que hace mucho años venía demorado y finalmente cobró fuerza otra vez cuando John Lasseter, uno de los principales directivos de Pixar, se hizo cargo de la dirección del departamento de animación de Disney en el 2006. La espera valió la pena porque desde lo artístico este fue el logro más importante del estudio en mucho tiempo. Tiana es por lejos una de las mejores princesas de Disney que surgieron en los últimos años. A diferencia de otros personajes similares la protagonista de este film es una mujer fuerte con sangre y pasión y claramente más inteligente que el príncipe de turno. También se destaca el malvado Hombre Sombra que es mucho más aterrador y serio que los villanos pedorros de James Cameron en Avatar. Creo que uno de los grandes aciertos de este film fue la decisión de Lasseter de delegarle la banda de sonido a Randy Newman, quien vuelve a ofrecer un trabajo brillante. Originalmente la música iba a estar a cargo de Alan Menken (El Rey León), pero para no repetir el mismo estilo de canciones que se escucharon en el pasado, Lasseter prefirió confiarle esa tarea a Newman. Las canciones son fantásticas y no todos los días tenemos la posibilidad de ver un gran film de animación con temas de blues, gospel y jazz. Gracias Randy por esto! El musical de Mama Odie (el mejor personaje de la película), cuya canción tiene como bajada de línea un interesante mensaje espiritual sobre el auto descubrimiento, es maravilloso. Ojalá consiga algunas nominaciones al Oscar porque Newman se lo merece. Aunque después que premiaran a Slumdog Millonaire en ese rubro por un mamarracho que ya nadie recuerda nunca se sabe. Esperemos que este estreno no represente una rareza de Disney, sino un renacimiento para el estudio que nos permita disfrutar más seguido este tipo de filmes que son la razón por la que gente de todas la edades ama el cine de animación.
Avatar es una película un poco inflada que marca el regreso a la pantalla grande de James Cameron después de 12 años. Se trata de una muy buena propuesta pochoclera que para mi no produce una bisagra en el cine como se venían anunciando en los medios norteamericanos en el último año, pero sumerge a la gente en una experiencia visual maravillosa. El director brinda una película sumamente entretenida que sobresale por toda la creatividad que Cameron despliega en ese universo que inventó en su imaginación y retrató en el cine. Las naves, los aliens y su cultura y espiritualidad estuvieron muy bien elaborados y junto con las espectaculares secuencias de acción representan el mayor logro de este film. Desde la realización es soberbia y no se le puede objetar nada. De hecho, la película está mucho mejor de lo que mostraban los trailers, que dejaron la sensación que los estudios Fox o el propio director no tenían idea por donde vender el film. Aclaro esto porque Avatar realmente está mucho mejor de lo que se esperaba. El gran problema con este estreno para mi pasa por el guión. Si la tengo que comparar con esa joya que disfrutamos haces unos meses llamada Sector 9, la verdad que es una pendejada. Es decir, el universo en el que se desarrolla el cuento es excelente, pero el conflicto que presenta y la mayoría de los personajes son bastantes flojos. Yo no tengo duda que el guión de GI.Joe no tiene absolutamente nada que envidiarle al de Avatar. El coronel villano, por ejemplo, que cobra más presencia hacia el final tranquilamente podría haber formado parte de GI.Joe o Meteoro. Los buenos son muy buenos y honorables y los villanos malísimos y crueles. Todo es blanco o negro, los grises no existen para Cameron, por eso hay personajes que parecen salidos de dibujos animados. En consecuencia, como ya los vimos infinidades de veces en otras películas la trama se vuelve sumamente predecible. En Sector 9 hasta las últimas escenas uno no sabía si el protagonista iba a llegar vivo al final de la historia, además que tenía todo un comentario social inteligentemente elaborado. Por ese motivo, en este género, creo que es el mayor logro realizado en la última década. Avatar es mucho menos compleja y se apoya principalmente en los efectos especiales, que es donde Cameron, claramente aplicó su atención. El trabajo que hicieron con la animación computada es brillante y la experiencia de disfrutarla en un cine es muy grossa. En este punto disiento con mi amigo Chandler. Yo creo que Avatar es obligación verla en 3D ya que la opulencia visual y la dirección de Cameron es el fuerte de esta propuesta que vas a disfrutar a pleno en ese formato, ya que la historia es pobretona. De hecho, creo que la película animada de la Mujer Maravilla para adultos que este año estrenó Warner en dvd tuvo un guión mucho más maduro y mejores diálogos. El tema es que si los efectos no los sostenés con un buen conflicto, la película pierde fuerza, que para mi es lo que le ocurrió a Avatar. La historía en lo personal me aburrió bastante, sobre todo porque me gustó más como la contó Kevin Costner en 1991. Avatar básicamente es Danza con lobos en el espacio. Inclusive el director Edward Zwick hizo algo parecido en El último samurai que tiene una escena similar a este estreno. Pero bueno, los guiones nunca fueron el fuerte de Cameron. En su último trabajo hay diálogos entre los actores que parecen salidos del dibujito animado Ben 10. De James “Fucking” Cameron, “King of the World” y “Padre de Terminator” jamás hubiera esperado un villano digno de 100 por ciento lucha como el pedorro Coronel Quaritch. El film está más en sintonía con la última Viaje a las estrellas que también estuvo muy bien hecha y brindó un gran entretenimiento. Creo que Cameron hizo filmes mucho mejores en el pasado. De todas maneras está bueno tenerlo de vuelta en las salas con este gran espectáculo pocholero que brinda un excelente entretenimiento, que no es poco.
Eden Lake es el film de terror más perturbador que llegó a los cines argentinos desde El cazador de Wolf Creek. Esta película inglesa dirigida por James Watkins, que representa su ópera prima, es un claro ejemplo de las cosas que se están haciendo en Europa en este género con un nivel totalmente superior a las producciones que vemos de Hollywood. Eden Lake no tiene nada que ver con monstruos, fantasmitas pedorros o asesinos desquiciados, estilo Jason Voorhes, sino con un mal que afecta a muchos países en todo el mundo: La delincuencia juvenil de estos días. Watkins brinda una fabulosa reflexión sobre como la falta de educación y perdida de valores culturales tienen una responsabilidad enorme de que pibes que no llegaron a cumplir 18 años cometan actos horribles. Es un tema muy profundo y complicado que no se soluciona poniendo límites a los horarios de los boliches o bajando la edad de imputabilidad en las leyes. Todo empieza por la familia y en este punto el director hizo un laburo brillante con esta historia. La pareja protagónica es acechada durante buena parte de la trama por un grupo de pibes muy violentos que convierten sus vacaciones en una pesadilla. Sin embargo, cuando conocemos a los padres de los adolescentes descubrimos que los adultos son todavía peores que los chicos que no tuvieron otra salida que ser criados por esas personas. Lo grosso de este estreno es que a la salida del cine deja muchos temas para debatir, algo que prácticamente es imposible de encontrar por estos días en el género de horror. Uno de los puntos más interesantes del trabajo del director es que el comentario social fue elaborado de manera sutil sin hacerle olvidar al espectador que pagó una entrada para ver una película de terror. Desde el momento en que se sientan las bases del conflicto, Eden Lake no da respiro. El director hizo un trabajo brillante a la hora de generar situaciones de alta tensión con escenas brutales que funcionan dentro del contexto de la trama. Sí, corre mucha sangre, pero esos momentos no están al pedo con el puro objetivo de ofrecer secuencias morbosas, tienen una funcionalidad dentro del cuento que se brinda. El trabajo de los actores, especialmente los chicos, es increíble. Acá tenemos otro elemento importante. ¿Cuántos filmes de terror podemos ver al año con actuaciones brillantes? Muy pocas. Eden Lake tiene un reparto que lograr hacernos creer cada una de las situaciones terribles que ocurren en esta película. Si a esto le sumamos la habilidad del cineasta para sacarle el jugo a los ambientes naturales donde se desarrolla la historia, comprendemos mejor por qué este es una de la mejores propuestas de terror estrenadas en los últimos años. Esta producción inglesa genera en el espectador las mismas emociones que The last house on the left, de Wes Craven produjo en 1972 cuando se conoció por primera vez. La diferencia es que acá no tenemos momentos cómicos que alivien las situaciones densas como ocurría en aquel clásico. Independiente del mensaje que deja sobre el hecho de que la violencia no debe combatirse con violencia, porque no hace otra cosa que empeorar las cosas, creo que como propuesta cinematográfica es un claro ejemplo de cómo debe trabajarse este genero. Eden Lake no es perfecta, pero es una película de horror sin discusión, bien filmada, con un excelente manejo del suspenso que mantiene hipnotizado al espectador frente a la pantalla durante 90 minutos. Dentro de este género es lo mejor que llegó a los cines en este 2009.
“El fenómeno más grande en la historia del terror”. Cuando terminó la película me di cuenta que en efecto, la frase publicitaria no mentía, sólo que no se refería al film, sino a la magistral campaña publicitaria. Una auténtica obra maestra de marketing que consiguió convertir a una película mediocre, mala y terriblemente aburrida en un éxito taquillero. Creo que para la industria de la publicidad y el marketing lo que ocurrió con este estreno representa un importante caso de estudio para la gente que se dedica a ese trabajo. Es importante destacar esto porque se trata de un film pobre que en mi opinión sólo puede ser considerada como propuesta de terror por un sector muy concreto del público. 1- Los chicos de 11 años que recién empiezan a ver filmes de horror. 2- La gente que ve propuestas de este género como mucho una vez al año o cada muerte de obispo. La realidad es que en el festival de cine fantástico y horror, Rojo Sangre, que se realiza en Buenos Aires desde hace varios años se estrenaron películas y cortos nacionales mucho más logrados que este trabajo práctico amateur del director Oren Perli, que fue desarrollado en el mismo estilo que El proyecto Blair Witch. La diferencia es que esa película al menos tenía una historia concreta para contar. Actividad paranormal ofrece una trama tonta de posesiones demoníacas. Una pareja se muda a un departamento donde suceden hechos extraños. Con una cámara deciden registrar lo que ocurre en el lugar y eso es todo. Hasta los últimos cinco minutos, donde se puede ver la única escena interesante, no sucede gran cosa en la trama y durante la mayor parte del tiempo vemos a los protagonistas durmiendo y charlando entre ellos. Al margen de este punto, el film se desarrolla a través de una serie de situaciones sumamente estúpidas que carecen por completo de sentido. El novio de la protagonista, por ejemplo, se niega a buscar ayuda profesional porque afirma en un momento que es él es el hombre de la casa y su deber es proteger a su mujer. Luego lo vemos en otra escena insultando al supuesto demonio como si quisiera agarrarse a piñas con el espíritu. ¿Quién sos? John Constantine! Por otra parte, la posesión del personaje principal es cualquier cosa menos aterradora. Más que poseída la protagonista parece una fan de Juana Molina luego de un recital de tres horas. Por el lado de las actuaciones la película está muerta. En materia de dirección el director Oren Perli fracasa por completo a la hora de brindar climas de tensión y suspenso y acude a recursos más viejos que la injusticia, como puertas que se cierran solas o efectos de sonido para tratar de generar miedo. No me vengan con la patética excusa del bajo presupuesto. Este año pudimos ver una escena brillante en Arrástrame al infierno, donde Sam Raimi generaba tensión con la actriz Alison Lohman encerrada en un auto y un pañuelo que flotaba en el aire. Nada más! Esos eran los elementos que trabajaba el director y su genialidad para enganchar al espectador en la historia. En ese film Raimi tampoco contó con un presupuesto millonario y utilizó los silencios como los dioses. Invocando espíritus que también fue una producción modesta estrenada este año, tenía muy buenos momentos con efectos especiales similares a los que utilizó Perli. Entonces ¿por qué funcionaban en esas películas los mismos recursos? Porque tenían una historia para contar y los personajes lograban una conexión con el espectador. Actividad paranormal es aburridísima, cero creativa y poco tiene que ver con el cine de terror. El único momento decente de este estreno se lo debemos a Steven Spielberg que al cambiarle el final le puso un poco más de onda a este bodrio. Sí, la escena es un poco cliché, pero por unos breves instantes al menos levantó un poco la historia que venía del tedio total. A la larga esto es otra clara muestra de la decadencia absoluta en la que se encuentra este género en los Estados Unidos. Con las cosas que se están haciendo actualmente en Europa, donde abundan las propuestas verdaderamente intensas dentro de este estilo es imposible catalogar a Actividad Paranormal como una película de horror. La buena noticia es que en lo referente a este género el año se va a cerrar a lo grande con el estreno la próxima semana del mejor film de terror del 2009! Una película intensa que realmente logra perturbar al espectador sin pendejadas y lo que es más importante permite el debate del tema que trata. Se llama Eden Lake y en mejor momento no podía caer en los cines argentinos para contrarrestar el fiasco de esta semana. Es una gran recomendación y la espera vale la pena. Actividad paranormal la pueden ver después cuando la pasen en Disney Channel.
Cada día de que pasa estoy más convencido. En materia de historias de fantasmas hoy no hay con que darle al hijo de Stephen King, Joe Hill. Uno disfruta de los trabajos grossos que este artista brinda en novelas y cómics y después se encuentra con semejantes pelotudeces en el cine y no se puede creer. Aparecidos es el ejemplo perfecto de lo que ocurre cuando un director pretensioso no tiene la prioridad de contarle un buen cuento al espectador sino hacer un film de denuncia con un marcado comentario social para que su trabajo sea tomado como una obra de arte inteligente. Este film es la ópera prima del realizador español Paco Cabezas que fue filmada en Argentina y combina de manera desastrosa el generó de terror con la última dictadura militar ocurrida en nuestro país. El film tiene un comienzo prometedor pero a partir del momento en que se presenta bien el conflicto todo se hunde en el abismo. Ya de por si el catalizador del conflicto es una estupidez sin sentido que no resiste análisis. El protagonista se obsesiona con tratar de salvar a una familia que fue asesinada en un hotel del sur argentino hace más de 20 años. ¿Pero si están muertos como va a salvarlos? Bueno, esa es la primera incoherencia de una larga serie de situaciones que se desarrollan a lo largo de la película que no tienen razón de ser. El fantasma malvado del director Paco Cabezas, por ejmplo, se sube en un momento a una camioneta y ataca al vehículo de los protagonistas en la ruta como si fuera Jeepers Creepers. Desde cuándo los fantasma manejan vehículos libremente por las calles es un misterio. Dos minutos después que el malo destroza el auto de los personajes principales, la pareja protagónica entra a un bar a tomar un café con leche como si no hubiera pasado nada. En ese sentido también la dirección de actores brilla por su ausencia. Ni las motivaciones de los protagonistas ni la del villano tienen un fundamento definido por eso la película es un rejunte de situaciones incoherentes. En un momento el fantasma que interpreta Pablo Cedrón inclusive se pone a torturar a uno de los protagonistas como si fuera Michael Meyers. No recuerdo haber visto una historia de fantasmas donde los espíritus operen de esa manera. Realmente todo lo que sucede es cualquiera. La realidad es que más que un film de terror Aparecidos es un supuesto thriller con elementos sobrenaturales. Uso la palabra supuesto porque el suspenso brilla por su ausencia. Cabezas intentó hacer un film distinto de fantasmas con un comentario social absolutamente ridículo. Los desaparecidos y la expropiación de bebés son temas que están totalmente tirados de los pelos y que además fueron trabajados con todos los clichés posibles. La contracara de este bodrio sería El laberinto del Fauno, donde Guillermo Del Toro trabajó el tema de la guerra civil española con elementos de fantasía de manera brillante. Aquella película no sólo era atrapante sino que además tenía momentos dramáticos fuertes muy emocionales. Aparecidos es un cambalache que combina fantasmas, con milicos represores y muertos políticos sin el menor sentido y lo peor es que además aburre. De todas maneras, es justo destacar que el equipo técnico que colaboró con el director hizo un trabajo excelente. Esto también hay que destacarlo y hay que separar los tantos. El diseño de producción es fabuloso y toda la ambientación que armaron para la historia, como el hotel donde ocurren los crímenes, está muy bien lograda. Lo mismo ocurre con la soberbia fotografía de Andreu Rebés, quien supo sacarle jugo con maestría a los paisajes de la Patagonia. Hay escenas que registran paisajes naturales en las rutas del sur que se ven espectaculares. Pero bueno, lamentablemente la historia es un desastre y por eso no sorprende que el film haya pasado sin pena ni gloria por los cines en España y Estados Unidos. De las últimas producciones españolas que vimos en este género en el último tiempo esta es la más pobre de todas. En materia de terror, la gran propuesta de esta semana es Criatura de la noche.
Al fin una película de terror decente!! Cada vez se hace más difícil encontrar una gran propuesta de este género en la pantalla grande. Criatura de la noche es una de los mejores filmes de vampiros que se han hecho en el último tiempo. Esto no hay que darlo por descontado porque con la enorme trayectoria que tienen estos personajes en el cine, no es fácil brindar un espectáculo original e interesante en estos días. Más allá del terror, el film es una gran historia de amor y amistad, al menos desde mi punto de vista, entre un joven adolescente y una vampiro. Sería como la versión inversa de Crepúsculo sólo que con más cerebro. Si le quitamos la sangre y los elementos sobrenaturales, Criatura de la noche se centra en la relación que tiene dos chicos muy solitarios que están desesperados por tratar de encontrar alguien con quien puedan conectarse y expresarse sin represiones. Para mi el film va a más allá de los vampiros. Esta película sueca del director Tomas Alfredson es una adaptación de la novela de John Lindqvist “Dejame entrar” que se puede conseguir en la librerías locales. Los personajes principales ya de por si son tan raros como la trama. Por un lado tenemos a Oskar, un chico solitario, cuyo hobby es coleccionar recortes de diarios de crímenes violentos, quien suele ser humillado constantemente por sus compañeros de escuela que lo toman de punto y lo maltratan. Eli, por otra parte, es una chica vampira que es nueva en el vecindario de Oskar y entabla una particular amistad con el joven. A diferencia de los vampiros fashion de Twilight, para Eli su condición es una verdadera pesadilla. La protagonista no conoce el programa vegetariano del doctor Cullen y cuando no se alimenta su cuerpo apesta y su apariencia es absolutamente desagradable. Como si esto no fuera poco, conseguir presas humanas cada vez se le hace más difícil. En este contexto surge la relación de los personajes principales La película se desarrolla en Estocolmo en 1981, donde la recreación de época que hace el director no es menos aterradora que la vampiro que mata gente para alimentarse. Hay como una atmósfera extraña en esa ciudad y ambientes que presenta la película que contribuyen a que el cuento sea más escalofriante todavía. Por lo menos así lo viví yo. El motivo por el que la remake hollywoodense que se prepara para el año que viene va a ser un fiasco se debe a que Criatura de la noche es un film que sobresale, más allá de la historia, por el trabajo de sus protagonistas. No podés reemplazar a Kade Hederbrant (Oskar) y Lina Leandersson (Eli). Ellos son el alma del film y están brillantes. Especialmente Lina, quien tiene una enorme capacidad de expresión a través de sus ojos, algo que el director supo capturar a la perfección. Más allá de la exitosa saga de Stephenie Meyer en los últimos años hubo una tendencia, sobre todo en el cine de mostrar al vampirismo como algo cool. La película sueca presenta un enfoque más tradicional sobre este tema donde el vampiro es una figura más trágica. La secuencia final que transcurre en la pileta en mi opinión es uno de los grandes momentos cinematográficos del 2009. Criatura de la noche es una de mis películas favoritas de este año que recomiendo no dejar pasar ya que realmente es un gran historia para disfrutar en el cine.