Un ícono de la literatura policial que vuelve al cine. Parker es un memorable antihéroe creado por el escritor Richard Stark en 1962 para la novela "A quemarropa". El personaje Marv de Sin City estuvo claramente inspirado en esta creación de Stark y en su momento fue totalmente revolucionaria la aparición de este delincuente, ya que no había en la literatura un personaje tan apasionante y bastardo como este. El éxito de este libro generó que Stark escribiera una saga de 27 tomos. Parker fue realmente grosso y por supuesto fue llevado al cine varias veces. La primera película que se hizo fue Point Blanc (1967), que es la más famosa de todas con Lee Marvin y adaptaba la novela "A quemarropa". Luego en 1968 llegó The Split con Gene Hackman y Jim Brown como Parker y The outfit, en 1973, tuvo a Robert Duvall en el rol del famoso antihéroe. Más recientemente Mel Gibson encarnó al personaje en Revancha, la remake de Point Blanc. Lo loco de estos filmes es que por alguna razón desconocida a Parker siempre le cambiaron el nombre. Lee Marvin se llamó Walker; Jim Brown, McClain; Robert Duvall, MacKlin y Mel Gibson, Porter. Cabe destacar que el cine chino también adaptó a Parker en el peliculón de Ringo Lam, Full Contact (1993), donde Chow Yun Fat interpretó el rol principal que en ese caso se llamó Gou Fei. El film fue una remake zarpada de Point Blanc, con la particularidad que era mucho más violenta. La gran paradoja de este estreno que esta es la primera vez que el personaje conserva su nombre original y los realizadores brindaron una de las adaptaciones más flojas del famoso antihéroe. Para que no haya confusiones. Parker no es para nada una película mala pero el director Taylor Hackford (Ray) en mi opinión falló a la hora de retratar el espíritu que tenían las aventuras del famoso ladrón y mercenario. Lo que hicieron básicamente es tomar una novela de Stark y convertirla en una típica película de acción de Jason Statham. La intriga y el suspenso fueron relegados para desarrollar la clase de filmes que suele hacer el pelado. Si te gusta Statham seguramente la vas a disfrutar, ya que es un film muy similar a los que suele hacer el actor, pero no puedo dejar de destacar que esta producción resultó una gran oportunidad perdida. Parker tiene poco de policial negro y lo que brinda es un film convencional de acción, que dentro de todo está muy bien llevado por los actores. Esto incluye a Jennifer López que siempre recibe palos en las críticas y acá esta muy correcta en su rol. Lo cierto es que no queda claro para qué compraron los derechos del personaje de Richard Stark y una de sus novelas si después iban a filmar otra cosa. De las interpretaciones que se hicieron con este clásico la de Mel Gibson sigue siendo la más acertada hasta la fecha. Tampoco esperaba que Parker incluyera diálogos tomados literalmente del libro como en el film de Mel, pero acá fueron por otro lado. Reitero, no es para nada una mala película si buscás una de tiros, pero el único elemento del mítico Parker que tiene esta producción es el título.
Hitchcock es un interesante homenaje a uno de los grandes maestros del cine que sabía hacer películas populares y entretenidas, con argumentos ingeniosos y temáticas atractivas. Esta ópera prima del director Sacha Gervasi está basada en el famoso libro de Stephen Rebello “Alfred Hitchcock and the making of Psyco” que en 1990 retrató con excelente información la historia detrás de una de las obras maestras del realizador inglés. Más que una biografía este film se concentra en la génesis de lo que fue una de las películas más importantes y revolucionarias en la historia del género de terror. Creo que en esta cuestión es donde se encuentran los elementos más atractivos de esta producción. Todas las situaciones y escenas que tiene que ver con la cocina del cine y especialmente el funcionamiento de Hollywood a principios de los años ´60 son apasionantes. La película me parece que flaquea cuando el director Gervasi aborda los aspectos más introspectivos de Hitchcock. Por ejemplo las escenas en la que el director interactúa con el asesino serial Ed Gein, que inspiró la novela “Psicosis”, no terminan de funcionar y tampoco están en sintonía con el tono que tiene el resto del film. Son momentos que uno espera que pasen rápido para ver como sigue la producción del clásico film del director que es el tema más atractivo. La manera en que el cineasta concibe la famosas escenas de su película que se convertirían en momentos históricos de este arte y su relación con los actores son los puntos más fuertes del argumento. Sí resultó interesante que se le diera relevancia a la esposa del Hitchcock, Alma Reville, a cargo de Helen Mirren, que tuvo una influencia enorme en las decisiones de viejo Alfred y es un aspecto que no es popularmente conocido. La interpretación de Antony Hopkins ha sido severamente cuestionada por la prensa internacional algo que es bastante loco. Creo que darle recomendaciones a Hopkins de cómo debió hacer su trabajo entra en el terreno de lo lisérgico. No me pareció que su labor fuera tan terrible como describieron algunos medios. El maquillaje tal vez llama demasiado la atención y eso nunca es bueno pero su actuación es muy acertada y tiene algunos momentos brillantes. La escena en que espía las reacciones del público en el estreno de Psicosis es maravillosa. Hitchcock en definitiva es una entretenida propuesta para disfrutar de la historia detrás de uno de los clásicos del cine más influenciables de las últimas décadas.
Las historias de fantasmitas vengativos son complicadas de trabajar en el cine. No sólo porque venimos de una gran saturación con este tipo de propuestas, sino que además se suma el hecho que cada vez se hace más difícil lograr asustar al público. En mi caso, este trabajo del realizador argentino Andrés Muschietti lo viví más como un cuento de hadas para adultos que una producción de terror y supongo que el “había una vez” con el que comienza esta historia no aparece en la pantalla por casualidad. Si bien en los últimos años vimos centenares de relatos parecidos lo que hace diferente a Mamá es el trabajo de narración de Muschietti y su dirección de actores que fue clave en esta propuesta. Su labor con las dos nenas que protagonizan esta producción es brillante porque logró sacarles interpretaciones espontáneas y convincentes dentro de una historia bastante oscura. Más allá del talento natural que puedan tener las dos niñas si detrás no había un buen director esto no se hubiera conseguido. Mamá cuenta con esos ambientes macabros y climas de tensión que suelen tener las producciones de Guillermo del Toro, como vimos hace poco en la remake de No temas a la oscuridad, y la trama pese a ser familiar para los seguidores del género logra engancharte hasta el final. No suelo ser muy amigo de este tipo de filmes, salvo que los dirija James Wan (Saw, La noche del demonio), pero este la verdad que esta muy bien hecho y hasta me resultó emotiva la historia del sufrido ente al que los personajes llaman “mamá”. Un buen debut del director Muschietti en la pantalla grande cuya carrera será interesante de ver como sigue a partir de ahora.
Los catorce libros originales de Oz escritos por L.Frank Baum representan una de las más grandes sagas literarias concebidas para niños. Generalmente toda la atención siempre recae en el primer tomo que es el más conocido de todos porque fue el material sobre el que se basó el glorioso musical de 1939. Sin embargo, existen un montón de historias interesantes con personajes maravillosos que no fueron llevados al cine todavía. La nueva película de Sam Raimi no se basa en ninguna novela de Oz, sino que presenta una historia nueva que narra un origen alternativo del famoso Mago. Baum nunca exploró demasiado este tema salvo en un capítulo del cuarto libro de la serie, “Dorothy y el Mago en Oz” , donde se revelaba como el ilusionista llegó a la tierra de las hadas. Esta producción de Disney fue concebida más que nada como una especie de precuela del clásico que protagonizo Judy Garland, donde el director se las ingenió para hacer algo distinto con estos personajes al mismo tiempo que mantuvo vivo el espíritu de la obra de Baum. Creo que en este punto se encuentra la mayor virtud de esta película. En estos días donde la tendencia de Hollywood es volver más estúpidos a los clásicos de fantasía con personajes oscuros y escenas de violencia, Sam Raimi evitó vejar a una las más grandes creaciones infantiles con ese tipo de enfoque que acá no hubiera funcionado. Baum estaba en contra de resolver los conflictos de sus novelas con escenas de violencia o batallas épicas y Raimi eso lo respetó mucho y su película no concluye como las versiones recientes de Alicia en el País de la Maravillas y Blancanieves. En este caso el Mago, interpretado por James Franco, se vale más de su ingenio que la fuerza para enfrentar a los villanos, algo que me pareció fabuloso ya que eso fue siempre lo que destacó a estos relatos. Otro aspecto interesante es que los personajes que fueron creados especialmente para esta producción, como el mono Finley o la chica de porcelana, tienen las personalidades características de lo que solían ser la creaciones de Baum. Lo de la niña es interesante porque la gente de porcelana es una de las tantas poblaciones bizarras de la tierra de Oz que no había tenido hasta ahora espacio en el cine. Otro acierto de Raimi fue retratar de una manera más amigable a los Munchkins. En la película de 1939 el maquillaje que usaron los actores enanos generó que los Munchkins se vieran algo aterradores y durante décadas asustaron a más de un chico. En Oz, el poderoso, los actores enanos que interpretan a estos personajes aparecen con un aspecto más natural. La verdad que esta película es una excelente propuesta familiar que puede se disfrutada con chicos y brinda un gran entretenimiento. El film sorprende principalmente por el extraordinario diseño de producción y los efectos visuales que se combinaron a la perfección para darle vida, como nunca se había hecho en el cine a ese mundo apasionante que creó Baum. Raimi también se las ingenió para diseminar en su película numerosas referencias al clásico de 1939 y utilizó el formato de tres dimensiones a la perfección. Su labor en ese sentido está al mismo nivel de lo que vimos hace poco en Hugo y Una historia extraordinaria, de Ang Lee. Michelle Williams, quien se tomó un respiro de los personajes sufridos, brinda una muy buena interpretación de Glinda, la bruja buena y se destaca en varias escenas junto con Rachel Weisz, quien también está muy bien en el rol de villana. Mila Kunis tuvo el complicado desafío de tener que encarnar a la famosa bruja malvada del Oeste, que quedó inmortalizada por la extraordinaria Margareth Hamilton en el clásico musical, cuyo trabajo es imposible de superar. Ese era un papel muy difícil por el tremendo antecedente que había en el cine y por eso tal vez resultó el personaje más débil de esta producción. James Franco capturó bastante bien la personalidad del Mago, pese a que su enfoque de este rol es más serio que el ilusionista de la literatura. Si bien esta producción no llega a superar la anterior apuesta de Disney con estos personajes que fue la brillante Regreso a Oz (películas subestimadas si la hay), de 1985, que retrató con más fidelidad las historias de Baum, este estreno es una obra diferente de Sam Raimi que regala dos horas de pura fantasía.
El afiche de Las edades del amor es algo engañoso. Al verlo te vende la idea que se trata de una película romántica con Monica Belucci y Robert DeNiro y no es tan así. En realidad se trata de una antología de historias relacionadas con el amor en la que Belucci y DeNiro recién aparecen en el último relato. El título original de esta película se titula Manuales de Amor 3 y es la última entrega de la trilogía concebida por el director Giovanni Veronesi en el 2005, que tuvo su continuación en el 2007. Las entregas anteriores no llegaron a nuestro país y esta lo consiguió debido a las dos figuras internacionales que participan. De otro modo jamás nos hubiéramos enterado de esta producción. Me quedó la sensación que esta es una película que DeNiro hizo más que nada para pasear un tiempo por Italia, que por el desafío que le representaba su personaje. A diferencia de lo que es su labor en El lado luminoso de la vida acá interpreta un personaje que nadie va a recordar en su filmografía. La historia de este profesor de arte que encarna, que vuelve a encontrar una segunda oportunidad en el amor después de mucho tiempo, dentro de todo es la más entretenida de las tres historias, sobre todo por la presencia de Monica Belucci. El resto más allá de retratar con la cámara algunos paisajes italianos pintorescos, no presentan relatos apasionantes que el espectador retenga en su memoria a la salida del cine. Las edades del amor no es una mala película pero tampoco llega ser una gran propuesta romántica que se destaque en este género.
La extraña vida de Timothy Green ya se ganó un puesto en el podio de los grandes filmes lacrimógenos de Disney junto con Bambi y Tierra de osos. Esta es una película donde el término extraño excede al título de la historia. Todo es extraño en Timothy Green. La película fue concebida por Ahmet Zappa, uno de los hijos del músico Frank Zappa, y presenta un cuento de hadas para adultos. Una historia muy sensibilera que lidia con distintas temáticas. Tiene que ver con el atreverse a ser uno mismo en la vida, la paternidad y como a veces los padres proyectan sus frustraciones emocionales en sus hijos. No es una propuesta precisamente infantil y debe haber sido una odisea para Disney promocionar una propuesta de este tipo donde no está muy claro el target de público al que se apuntaba con este film. Supongo que es una propuesta para aquellos que todavía puede emocionarse con un cuento de hadas y no se ponen a analizar esta historia como si se tratara de un autopsia forense. Timothy Green tiene un gran parecido con “La niña de nieve” ese excelente libro de Eowyn Ivey, publicado en Argentina, que contaba la historia de un matrimonio que había perdido un bebé. La pareja hacía un muñeco de nieve y al día siguiente la figura se transformaba en una niña adorable que le cambiaba la vida a la pareja y a los habitantes de un pueblo de Rusia. En este caso Timothy nace de un huerto y como aquella leyenda rusa su origen fantástico nunca se explica en el film. Tampoco importa demasiado, ya que la trama se centra en cómo el chico toca la vida de cada persona con la que interactúa y la lección que le deja a cada uno de ellos. El trabajo del director Peter Hedges (¿Quién ama al Gilbert Grape? ) se destaca por la fotografía de John Toll (frecuente colaborador de Mel Gibson y Cameron Crowe) y un muy buen reparto donde sobresale Jennifer Garner y Joel Edgerton (Rey Arturo). El chico C.J Adams resultó todo un acierto para el rol de Timothy porque logró hacerlo simpático pero también conserva las cualidades extrañas del personaje que lo hacen tan especial. A diferencia de Cadena de favores, otra gran historia emocional, que te mataba con el golpe bajo del final, acá los momentos dramáticos estuvieron manejados con más tacto y eso generó que el film no resultara un bajón. Por eso es un gran disparate considerar a Timothy Green una película deprimente como hicieron algunos críticos. Para que se entienda, el tono emocional de esta película está más cerca de Frank Capra que de Michael Heneke. También tuvo que ver el hecho que esta historia es más predecible y hacia la mitad de la trama uno puede intuir lo que va ocurrir con los protagonistas. La verdad que se requiere de un alto grado de cinismo o formar parte de las legiones de hombres grises de Momo para destruir está película. Creo que hay un montón de gente que la vas a disfrutar y merece la pena darle una oportunidad. A mi me gustó mucho y la recomiendo.
Silent Hill fue probablemente uno de los mejores filmes que se hicieron basados en un video juego en las últimas décadas. Una historia que se destacó por ser un buen exponente del terror psicológico que contó con un buen guión y un reparto que llevó adelante el conflicto con mucha convicción. Recuerdo que al verla me sorprendí bastante porque las películas basadas en este tipo de entretenimiento no suelen ofrecer producciones que se destaquen precisamente por sus argumentos. La continuación de Silent Hill lamentablemente no está a la altura de la primera entrega. En el film original tenías una historia decente de pueblos embrujados que también trataba el tema del fundamentalismo religioso con un conflicto interesante. La nueva película resultó más tonta y predecible. El único motivo por el que esta reseña tiene una C y no una D es por respeto a los artistas que estuvieron involucrados en esto. Tal vez eso es lo más decepcionante porque podrían haber hecho algo mejor. Adelaide Clemens, la protagonista que interpreta a Heather, es una muy buena actriz que hace un buen trabajo con su personaje y estuvo acompañada por el gran campeón olímpico de remo cinematográfico como es Sean Bean. El resto del reparto también resultaron convincentes en sus roles y hay pequeñas participaciones de buenos artistas como Malcom McDowell y Carrie Anne Moss, que apenas aparecen un minuto. Por otra parte, Silent Hill 3D tiene un gran trabajo en lo que se refiere al diseño de producción y la fotografía que seria una gran injustica ignorar. En esos aspectos técnicos la película está bien y ofrece muy buenos escenarios tétricos. Inclusive el formato de tres dimensiones estuvo bien trabajado y es un complemento que hizo más atractivos algunos momentos del film. El problema estuvo en la trama que es realmente mala y está plagada de escenas violentas burdas y predecibles que justamente es lo que evitaron muy bien en la producción del 2006. Una lástima porque los videos juegos de Silent Hill no son precisamente tontos y tienen argumentos rebuscados y atractivos que en Hollywood esta vez no supieron trasladar en el cine.
En estos días donde las productoras de Hollywood están desesperadas por hace dinero, cualquier libro que se publique y esté dirigido a un público de adolescentes superficiales y conformistas es una buena excusa para facturar. Los resultados artísticos no interesan demasiado. En este caso nos encontramos ante una saga no editada en nuestro país titulada “Caster Chronicles” de Kami García y Margareth Stolh. Los libros se titulan “Beautiful Creatures”, “Beautiful Darkness”, “Beautiful Chaos” y “Beautiful Redemption”. En Estados Unidos las seguidoras de esta serie, que son en su gran mayoría mujeres, quedaron indignadas con esta adaptación cinematográfica que aparentemente arruinó la historia. No lo sé, tal vez, las obras literarias sean mejores que la película, aunque de movida los títulos de los libros no se destacan precisamente por su creatividad. Para ir al grano, esto es peor que Crepúsculo. En la historia de los vampiros por lo menos te reías con los elementos cutres que tenían la trama y los personajes. Hermosas criaturas es un bodrio plagado de lugares comunes que nunca logra generar interés con la trama que propone ni con sus personajes. Es muy difícil sostener una propuesta de este tipo con una heroína que es un cero a la izquierda durante todo el conflicto y un protagonista masculino que reacciona como una loca histérica cada vez que se pone nervioso. El personaje de Ethan Wate parece más el amigo gay de la protagonista que su pareja sentimental. En otras palabras, es absolutamente imposible de comprar que este muchacho pudiera tener una relación sentimental con la bruja adolescente. Por qué motivos una chica que tiene poderes especiales y un alto grado de percepción podría sentirse atraída por semejante idiota que vive desmayándose ante cualquier peligro es un misterio cinematográfico sin resolución. Lo interesante es que más allá del guión esto también se refleja en la química de los dos protagonistas que es inexistente y además no están al mismo nivel. Alice Englert es una buena actriz que lleva su rol con mucha decencia y convicción a diferencia de Alden Ehrenrich que no puede actuar. Otra sorpresa de este film es que los actores veteranos también están horribles. Jeremy Irons tiene varias películas malísimas en su carrera como Dungeons & Dragons y no es la primera vez que se lo ve en una producción mediocre, pero sí sorprende el caso de Emma Thompson. Si nos ponemos a hilar fino en su filmografía este creo que es por lejos el peor papel de su carrera. Acá brinda una interpretación exageradamente sobreactuada en donde nunca queda claro si encaró su personaje de villana en joda o le salió así porque no supo como componerlo. Es muy raro ver a una actriz de su talento haciendo papeles del cine clase B. Por otra parte la propuesta de fantasía que presenta Hermosas criaturas es completamente aburrida y nunca se llega a explorar demasiado el mundo de las brujas de este relato. La protagonista más allá de pasarse horas leyendo libros en su entrenamiento como hechicera nunca hace nada interesante y tampoco se ve envuelta en una aventura que logre generar interés. El director Richard Lagravenese presenta un trabajo muy correcto desde la realización (en ese sentido sí es superior a los filmes de Crepúsculo) pero es el guión mediocre el que tira abajo esta producción. No puedo dejar de destacar que el espíritu de Charles Bukowski se debe estar revolviendo en la tumba al saber que sus obras fueron mencionadas en esta película. El mal karma del viejo Chinaski sin duda se cobró una deuda con la existencia de este film. Si a alguien le interesa descubrir una buena saga de fantasía prueben con la trilogía de Maite Carranza, “La guerra de las brujas” (editada en nuestro país) que es una gran autora que escribe argumentos para lectores con neuronas y no subestima al público adolescente. Hermosas criaturas es otro bodrio para el olvido.
Benjamín Solari Parraviccini fue un artista plástico, fallecido en 1974, que se hizo conocido por una serie de psicografías que anunciaron varios hechos históricos, como la caída de la Torres Gemelas, entre otras cosas. La obra de este hombre es muy interesante y compleja porque en muchas de sus afirmaciones presentó conceptos totalmente adelantados a su tiempo que en varios casos se terminaron concretando. Un ejemplo de ello es la revolución social que se produjo en el mundo durante los años ´60 sobre la que Parraviccini ya se había manifestado décadas atrás. 5-5-5 es la primera producción nacional que lidia con este tema y ya de por sí eso es un elemento que hacía atractivo a este estreno, donde la producción argentina tiende a ser redundante en sus historias. En este caso el director Gustavo Giannini (Plumíferos) presenta una película con una propuesta distinta que tiene un comienzo interesante hasta que se vuelve en un thriller trillado con el clásico protagonista paranoico que empapela su casa con el tema que investiga. No es fácil crear un film de suspenso con la compleja información que brinda la obra de Parraviccini y la idea del argumento no es mala, pero su ejecución resultó fallida. 5-5-5 es un film monótono que nunca logra conectarte con el misterio en que se ve envuelto el protagonista. No ayudó que el rol principal estuviera a cargo de Antonio Birabent, quien siempre encara todos los personajes de la misma manera, ya sea asesino serial, sacerdote o profesor universitario, como en este caso. Birabent suele volver densos a los personajes que trabaja y esta no es la excepción. Su investigación en el conflicto es aburrida y debido a esto el interés que había generado la trama en un comienzo se termina por diluir en unos pocos minutos. Si a esto se le suma una banda sonora insulsa que tampoco colabora a la hora de generar climas de tensión, la verdad que es complicado engancharse con este film. Gonzalo Suárez quien hoy es popular por su personaje de Marcos en la saga de publicidades de la tarjeta de crédito, dentro de todo hace más llevadera la historia y aporta una dosis de humor. Probablemente uno de los actores más espontáneos de este reparto que cuenta además con participaciones de Norman Briski, Rolando Graña (bizarro), Nancy Anka, Adrián Yospe, Ricardo Bauleo y Daniel Fanego, entre los más conocidos. Me quedó la sensación que el tema de Parraviccini fue totalmente desperdiciado con este conflicto que no es otra cosa que un film predecible que por la temática que tenía daba para mucho más.
Pese a que Duro de matar 5 es la entrega más floja de la serie, especialmente si se la compara con los filmes que dirigió John McTiernan (episodios 1 y 3), el regreso de John McClane brinda un muy buen entretenimiento. La película ante todo es un gran retorno del director John Moore, quien después de más de una década finalmente presentó una producción decente. Moore tuvo en el 2001 un debut auspicioso con su ópera prima, Detrás de las líneas enemigas, con Gene Hackman y Owen Wilson que se destacó por la realización de las secuencias de acción. Lamentablemente el director luego no pudo mantener el mismo nivel en sus trabajos y brindó una serie de fiascos olvidables como las remakes de El vuelo del Phoenix (con Dennis Quaid) y La profecía, además de Max Payne. Con este trabajó volvió a sus raíces y después de 12 años logró una buena propuesta pochoclera que se destaca por la manera en que trabajó la acción. Me gustó mucho la estética que le dio a esta aventura de McClane con una fotografía más oscura y el uso de la cámara en mano en algunas secuencias que no se habían implementado en Duro de matar. En esta producción en particular, Moore se destacó con la realización de las escenas de acción que conservan el espíritu de lo que fue siempre esta saga. A diferencia de la entrega anterior este director no se excedió con los efectos digitales. En las secuencias finales se nota más que nada el uso de esta herramienta pero en el 80 por ciento de la película Moore trabajó la acción al estilo de la vieja escuela. En ese sentido se destaca la brillante y memorable persecución de más de 10 minutos por la calles de Moscú con la que McClane vuelve a las andadas. Sin exagerar, creo que esa escena califica como una de las mejores persecuciones que vimos en estos últimos años. Un gran momento digno de una historia de Duro de matar. Algo que me generaba dudas en esta película era la incorporación de McClane Jr como héroe de acción, pero la verdad que este tema estuvo bien manejado y no resulta tan disparatado o chocante. Bruce Willis hace buena dupla con Jai Courtney (Jack Reacher) y esto también facilitó esta cuestión. El punto débil de este film es la trama, que resultó mucho más débil que las anteriores, igual que los enemigos de McClane. John en el pasado se enfrentó a terroristas mucho más interesantes. Da la sensación como que los productores no le dieron bola al argumento e inclusive esta es la película más corta de toda la saga. En apenas 93 minutos, que pasan volando, se resuelve todo. Reitero, no es la mejor entrega de Duro de matar pero brinda un espectáculo divertido que si te gusta el género vas a disfrutar.