Los Inaguantables La comedia americana desde hace añares va cuesta abajo, todo se repite, se copia, se recicla, deriva en apelar a lo escatológico,a la pronunciación masiva de la palabra pene, de la palabra "pussy", pero todo se sugiere por ejemplo en materia de sexo, en el fondo sigue esta industria mostrando su decadencia de mojigatería, y estupidez suprema. Siempre se dijo se puede mostrar la mayor de las violencias pero ni ahí de tetas o culos, eso si: sobran las escenas de pésimo gusto o dudosa comicidad. Esta nueva comedia es mas bien negra, que arranca bien, con la presentación de los tres jefes insoportables y feroces (ganan lejos Kevin Spacey y un Colin Farrel desconocido) que solo provocan caos en las existencias de los tres empleados protagonistas (Jason Bateman -el mejor de todos-, y los por momentos insufribles: Jason Sudeikis y Charlie Day), y que sumando deseos de sacárselos de sus vidas, imaginan una pronta confabulación criminal. Aquí entra en juego, un estupendo Jamie Foxx como un supuesto "liquidador" que aconseja a las víctimas como cruzar asesinatos al estilo "Pacto siniestro" -aquella maravilla clásica de Hitchcock-. Hasta mitad de metraje todo funciona, para después caer en un total desbarrancamiento de guión y se ofrece al espectador más de lo mismo, esa insipidez que hablábamos al inicio de esta crítica y que tienen que ver con la crisis fílmica que abunda hoy por hoy en la industria del cine yanqui. El director Seth Gordon ya había mostrado una cierta inhabilidad en ese desacierto llamado "Navidad sin los suegros" (2008), y parece que desde entonces lo llaman "Jugo gástrico".
Duelo compartido Marcos Carnevale es un director que adecua su cine al marketing, el éxito de "Elsa y Fred", o la correción de "Anita", son muestras de ello. Este filme no huye a esa fórmula: buenas actuaciones, algo de drama otro poco de humor, una canción retro por intérprete conocido, innumerables ganchos y tips acordes para hacer una peli convocante, con buena publicidad, y con esa formalidad -a veces abusiva- de dejar al público convencido a la salida del cine: "Que película linda vimos, no?". Dos mujeres que se conocen ante la muerte del mismo hombre al cual aman, y una aceptación mutua que traerá también sus conflictos y padeceres. Valeria Bertucelli, (aceptable y con lágrima fácil) se mide actoralmente como la amante joven con una Graciela Borges acorde al personaje de la mujer engañada y esposa oficial, en ambas existe una consistencia dramática llevadera, sin fisuras, en tanto Rita Cortese sigue repitiendo sus personajes -no hay diferencias con el hecho recientemente en "Los Marziano"-, y Martín Bossi, el imitador televisivo está muy bien en esa mucama paraguaya que le toca en suerte. Un melodrama que no es para tirar cuetes, de receta conocida, que permitirá a Carnevale, el director, hacer más filmes de este tipo, y que recuerdan a aquella frase del porqué gustaba el cine de Sandrini en los años 50 y 60, a lo cual se respondía: "Hacen tanto reir como llorar!". Carnevale no es un realizador original pero sabe que puede gustarle al público.
Prendan la luz!!! Los primeros minutos surgen cierto interés en el público, pero cuando la trama, que desarrolla una situación con ribetes apocalípticos en la Ciudad de Detroit, empieza a ser monotemática, repetitiva y a rodar cuesta abajo, ya el filme no se salva, ni se recupera. Hay sombras largas que atacan a un pequeñisimo grupo (cast actoral económico), y murmullos en las mismas, pero para desgracia del que la esté viendo, nunca sabrá que son, ni de donde vienen, si son muertos vivos, zombies de pared, extraterrestres, mutaciones, monstruos invisibles, o lo que la imaginación alcance. Eso sí para escapar y sobrevivir hay que guarecerse bajo iluminación -aunque sea de un fósforo...-, terrible bodrio fílmico que no debiese haber pasado por los cines, ya los fanáticos del género la vieron hace meses en copias pirateadas. Y basta de finales abiertos.....el público está cansado!!!
Historias Mínimas Se sabe que las familias no se elijen, es lo que a uno le toca para bien o para mal. Que ante una situación límite -el intento de suicidio de la abuela-, esta se reúna, las cosas se alteren y comiencen a surgir los lados más oscuros de algunos integrantes. Familia integrada a un paisaje notable -mérito fundamental de la fotografía de Julián Ledesma-, que parece insertar esta postal agreste, bella, única, que la directora Victoria Galardi sabe aprovechar bien en un guión suyo que dispara entre otras cosas: la búsqueda de una suma de dinero ganada por la abuela en el casino, la venta de tierras por izquierda antes que la vieja espiche, la nieta que le interesa saber cuan bella la ven los demás y conseguir un orgasmo, el hermanito que quiere rajarse a Europa, la tía que odia regresar a ese sitio, etc. Con correctas actuaciones de un elenco homogéneo, y sin saber bien que modifica haber puesto en el elenco a la mejicana Adriana Barraza -la ganadora del Oscar en "Babel" de González Iñarritu-, ya que está doblada y no le hacía a la historia, y seguro va la cosa por el tema de coproducción, y posibilitar la venta al exterior, es una historia mínima sin demasiadas pretensiones, que encima deja un final con gusto a poco. Un crítico porteño habla de la mejor peli del año de origen nacional...no será mucho?
Estados alterados Kristen es una bella chica que despierta en una institución mental para mujeres, sin saber bien por que está ahí. De a poco según la trama nos iremos enterando el porqué, pero lógicamente con varias dudas y pasos en falso, como para que nada sea fácil o servido en bandeja por parte del maese Carpenter, quién regresa a la pantalla después de más de 10 años como director. Nadie deja en duda que este realizador tiene un precedente notable como hacedor de filmes de género, desde las originales "Halloween" en los 70 a "Asalto al precinto 13", "La niebla", "Escape de Nueva York", "They live!", "Vampiros", y la injustamente algo olvidada "Starman" (1984) con Jeff Bridges. Luego algo cansado de filmar y desganado se abrió de la dirección, salvo su participación en la serie de TV "Masters of horrors", hace un par de años atrás, nada hubo, y ahora su regreso con este filme menor, y que si bien es aceptable en su formalidad de terror clásico, hace agua por ratos y a muchos de sus otroras fans no convenzerá, ya que parece que el director ha involucionado. Si uno acepta convencionalismos fílmicos, podrá aceptarla pero hay reservas al respecto, y la propuesta no sale de lo simploide.
Los Excesos de un Panda Po, el panda panzón, en la primera aventura fílmica se convertía en "Guerrero Dragón", ahora junto a sus compañeros de andanzas deberá defender China por la aparición de un resentido Pavo real que es la curiosa forma de villano en la contracara del alborotado personaje. Y no más que eso, lo cual a las claras muestra marcadamente que no hay originalidad, que mientras en la primera todo era gracioso, ahora esta segunda parte se transforma en repititivo clima de golpes, patadas voladoras, puñetazos de Kug Fu, y eso acontece durante la totalidad de la peli, Ah..si..pará, tiene un gag bueno, cuando una persecución se refleja desde arriba como un "packman". Cierto espectador sonzo y torpe en algún foro de la Web, pone a esta aventura fantasiosa y muy infantiloide, a la misma altura de esa original y si excelente peli de animación de este año: "Rango". Sin comentarios, realmente. Este Panda comete excesos tanto de alimentación como de argumento, lo cual no es vacuo sino que se convierte en una carga pesada, excesiva. Debiese pasarse o verse la primera antes de esta segunda para darse cuenta cuanto hay de diferencia enre una original y la otra no. En algún momento uno quisiera parar esa desaforada cadena de corridas y escenas de acción que van tan rápido -como para que el espectador no se relaje-, que terminan resultando una acumulación torpe del ejercicio del "gag" fílmico animado. Si bien aborda el tema(serio) de la paternidad y la adopción, esto desaparece rápidamente para darle paso al manierismo idiota de la acción porque sí.
Que linda es mi familia Ana Katz había dado sobradas muestras de un cine correcto e intimista con "El juego de la silla" (2002) y "La novia errante" (2006) ahora reaparece con esta otra propuesta que trae una relación entre 3 hermanos (Puig, Francella y Cortese)a los cuales sumamos entre los protagonistas una cuñada (Morán, esposa del primero), así la directora construye una historia sobre desencuentros, viejos rencores y el producto de los consumados y naturales choques familiares, que como dijo alguna vez el insigne Facundo Cabral: "La familia es esa miseria en cooperativa". Personajes simples y en algún caso bien diferenciados como por ejemplo: uno es médico, vive en un country, juega golf y lleva una vida acomodada con su mujer de siempre, el otro es un tarambana, puro corazón, separado, que debe dinero, nunca levanta cabeza etc. pero llevan la misma sangre y se sabe: se necesitan mutuamente aunque nunca se lo digan. Rasgos y trazo grueso de la vida misma, o a cuantos no nos sucede que deseariamos estar o tener más cerca a nuestros hermanos?. Por ello esta realizadora lo plantea con tono modesto, por momentos simpático, con objetivos en sus personajes: uno quiere acabar con unos extraños pozos que van apareciendo en el country y hacen accidentarse a los habitantes, y el otro tan solo le preocupa poder desgrabar 200 casettes de audio de unos simplotes programas radiales que alguna vez concretó. Más que obvio que el público que busque entretenerse con chistes fáciles de Francella-comediante no los hallará aquí, y si en cambio unas convincentes actuaciones sin estridencias (Cortese sobresale con su hermana mediadora) y tanto música (del Chango Spasiuk) y fotografía se destacan. Un buen ejemplo de cine simple, bien llevado, con personajes reconocibles, y un final que quizás pedía más pero sin embargo , Katz decidió cerrar la historia de otra manera que encastra perfectamente con la integridad de la propuesta.
Ojos que no ven Producida por Guillermo Del Toro, esta peli se instala en el género del thriller retorcido, como un mix donde exitistieron antes pelis más relevantes como "Terror ciego" (aquella con Mia Farrow), "Espera la oscuridad", y hasta la antiquísima "Luz de Gas", es decir ese juego sobre lo espeluznante, abordando un trama de luces y sombras donde Julia (esa expresión bella y sugerente de Belén Rueda) busca indagar aceca del supuesto suicidio de su hermana gemela, pero el eje central tendrá que ver con un enfermedad degenerativa en la visión, que viene de raíz familiar. Por momentos truculenta, y comparable a aquellos "psychothriller" de Darío Argento de los años 70, y cierto toque al Brian de Palma de los años 80 ("Blow Out", "Vestida para matar"), y por otro costado de excesivo metraje para contar una historia que con media hora menos minimamente quedaba hecha. De buena factura técnica, buena iluminación y climas, pero de los esperables y obvios resultados en un filme así, rodeado de tantos lugares comunes. Mejor sacar el DVD o reever cualquier título de los antes citados.
El Amor cuesta caro Que de buenas a primeras se metan en tu casa, y la policia se lleve a tu mujer con cargo de homicidio, no es fácil para el tipo bonachón que compone en este nueva peli, el consagrado Russell Crowe. Así se pondrá como única meta, salvar a su esposa y madre de su único hijo, las posibilidades judiciales y/o fortuitas no ayudan, la única que queda es trazar un plan de escape. Crowe irá pasando por etapas algunas inverosímiles y otras bastante traidas de los pelos por el director y guionista Paul Haggis. Mucha duración, cierta lentitud, y por momentos un filme que se aletarga y que se nota no era tan necesario sumarle dos horas , sobra metraje y faltan mejores intenciones de narración cinematográfica, igual la peli no es de esas que hacen agua irremediablemente y se ahogan en sí mismas. No, está correcta, apta para pasar un rato -teniendo en cuenta estas salvedades anotadas más arriba- y punto. Liam Neeson aparece dos minutos en un rol que define la pauta principal del personaje, y Olivia Wilde es la vecinita linda, como la esposa amada y convicta está Elizabeth Banks, que recordamos de "Zack y Miri hacen una porno" entre otras.
Cuando los Marines vienen marchando. Controvertida si se quiere, algo alejada del puro género Ciencia Ficción y rotundamente del "bélico", obvia de a ratos, abrumadora por tanta cámara móvil, y eso si: de lectura ideológica algo irritante. Imaginar una nueva invasión al cascoteado planeta nuestro por estos días puede resultar tirado de los pelos, pero bueno en plan de producción pochoclera se realizan estos filmes del tipo impacto -hay que decir que los efectos y animaciones de Los Angeles hecha bolsa por los ataques alienígenas es destacable-, y asi se sucede otra vez que los extraterrestres vienen por estos lares pero por el agua. En verdad es curioso que nunca se sabe bien, o casi nada acerca de los visitantes, solo los une con los marines, el polvo de las explosiones y el espanto reinante. Pero poco parece importar al director Liebesman, total con hacer propaganda de las infanterías americanas está todo ok, a los marines se lo vé con todos sus méritos favorables: son valientes, jugados, determinantes, patriotas, decididos, y si tienen que ir de frente manteca con los aliens...ahi van!. Debo reconocer que por momentos me recordaba más a "Los Boinas verdes" de John Wayne que al otro mamotreto de los 90: "Día de la Independencia". pero bueno el cine es el cine y a veces no hay que pedirle más que entretenimeinto y mera distracción, con estas salvedades antes expuestas se puede disfrutar de un apenas discretito cine de entretenimiento pasajero.