Si hay un director que con el paso del tiempo se fue volviendo un experto a la hora de manejar elencos plagados de estrellas, es David O. Russell. Es por eso que cuando se anunció Ámsterdam, fuimos varios los que nos emocionamos. Sigan leyendo y entérense que me pareció este nuevo proyecto. La trama sigue a dos ex combatientes de la Primera Guerra Mundial, que se ven involucrados en el asesinato de quien fue su oficial superior y la hija del mismo. Ahora ambos deberán averiguar qué está pasando mientras intentan no ser los próximos en morir. Como suelen ser las películas de Russell, tenemos una comedia que toca un tema serio; que en este caso no vamos a contar mucho para no andar haciendo spoilers, pero que, en esta ocasión, terminan perjudicando a la película. Porque si de algo peca Ámsterdam, es que pareciera no saber qué nos quiere contar, hasta bien entrada una hora de metraje. Esto hace que pese a algunos chistes que si funcionan (y con un humor no apto para todo público), no sepamos bien qué pasa; sosteniéndose solo por el buen hacer de los actores principales. Pero no se confundan, no estamos diciendo que veamos actuaciones de nominación para los Oscar. De hecho, a quién más podríamos destacar es a Margot Robbie y ya; con el resto solo teniendo un aprobado. También podríamos hacer foco en la fotografía; con algunos escenarios recreando la época donde sucede la película (en el medio de ambas guerras mundiales), pero en otros momentos notándose demasiado que es un escenario, y no un lugar real. Así que hay partes que son dignas de Oscar, y otras que pareciera el primer proyecto de un estudiante de cine. En conclusión, para no extendernos de más, y aparte porque tampoco hay mucho más que decir, Ámsterdam termina dejando bastante gusto a poco. Con un gran elenco que hace lo que puede con una historia que no les exige demasiado, vemos como gracias a ellos la película logra salir adelante. Demasiado poco para la cantidad y calidad de nombres que había en este proyecto.
Llega a nuestros cines una de las películas que más generó polémica en este año, en donde vimos despidos, blindaje a algún actor por cuestiones románticas y una protagonista que se negó a participar en la promoción de la película. Así que, con ustedes, No te preocupes cariño. La historia sigue a la pareja conformada por Alice y Jack Chambers, quienes viven en un idílico vecindario en el desierto, en plena época de los 50. Pero todo este sueño americano no es suficiente para Alice, que, debido a una vecina, empieza a sospechar que tanto el lugar, como el jefe de su marido, esconden más de un secreto. Voy a serles sincero, el tráiler de No te preocupes cariño lo vi después de haber visto la película; así que no tenía ni idea de lo que me iba a encontrar en el cine. y creo que ese es el mejor consejo si quieren intentar disfrutar de este despropósito; porque todo empieza mal desde el propio avance, dándonos algunas pautas de las películas de las que se toma demasiadas cosas prestadas. Obvio no las voy a nombrar para no spoilear, pero si vale aclarar que no tiene nada de malo que una película se parezca a otra, si es que el director o el guionista le aporta algo de su propio estilo o personalidad. Pero si ya desde la estética, o conceptos claves de dichos films que se usaron como “referencias” se mantienen intactos, más que una inspiración estamos hablando de un plagio. Pero si creen que ese es el mayor problema de No te preocupes cariño, están equivocados. Esta cinta es una seguidilla de sin sentidos, que hace que esas dos horas de duración, se sientan como tres; en especial el tramo final, donde todo se alarga demasiado y sin necesidad, al grado de que es casi seguro que se pongan a mirar cuánto falta. Vale aclarar que el guión no corre a cargo de Olivia Wilde, solo la dirección. Eso y la decisión de encapricharse en poner a Harry Styles como co protagonista, algo que es otro de los grandes puntos en contra del proyecto. Y esto no lo decimos por todo el lío personal que hay entre ellos y Jason Sudekis; sino porque Styles casi que arruina cada escena en la que sale; solo falta ver una donde discute con Florence Pugh, y mientras ella da lo mejor de sí, el generó risas en la sala de función de prensa (algo que nunca antes había visto). Pero para hablar un poco de lo bueno, o de lo poco bueno, mejor dicho, tenemos a la recién mencionada Florence Pugh. La chica vuelve a demostrar que no importa la calidad del proyecto en el que esté, ella siempre va a destacar por sobre los demás, cargando las escenas dramáticas con una soltura pocas veces vista para alguien de su corta edad. Ella y la fotografía, junto con la ambientación, son lo que más podríamos alabar. En conclusión, No te preocupes cariño es una película que va a ser recordada más por todo el escándalo y el chisme que se armó alrededor de ella, que por su propia calidad cinematográfica. Con eso en mente, ya saben que se van a encontrar en el cine…
Llega a nuestras salas una película que a priori parece de esas cintas de fórmula, donde el único gancho que tiene, es la presencia de determinados actores. Y si bien en parte esa afirmación es verdad; Pasaje al paraíso también tiene alguna que otra cosa interesante para ofrecer. Sigan leyendo y entérense. Esta vez tenemos a Julia Roberts y a George Clooney haciendo de los Cotton. O, mejor dicho, ex pareja, ya que llevan separados varios años, desde que tuvieron a su pequeña hija. En todo este tiempo, entre ellos surgió un gran resentimiento; pero ahora deben unir fuerzas ante la noticia de que la pequeña, planea quedarse a vivir (tras casarse) en Bali. Uno podría ver el poster de Pasaje al paraíso y primero, perder todas las ganas de ver la película; y luego, pensar que es una comedia romántica donde Roberts y Clooney están en piloto automático. Un poco sí, pero hay que prestar atención a los diálogos, en especial a los de este último, para poder sacarle el jugo a este proyecto. "No puedes manejar la verdad!" – A Few Good Men LOCOXELCINE REVIEWS ESTRENO DE LA SEMANA COMEDIAREVIEWS Review: Pasaje al paraíso Jorge Marchisio - 15 de septiembre de 2022 Llega a nuestras salas una película que a priori parece de esas cintas de fórmula, donde el único gancho que tiene, es la presencia de determinados actores. Y si bien en parte esa afirmación es verdad; Pasaje al paraíso también tiene alguna que otra cosa interesante para ofrecer. Sigan leyendo y entérense. Esta vez tenemos a Julia Roberts y a George Clooney haciendo de los Cotton. O, mejor dicho, ex pareja, ya que llevan separados varios años, desde que tuvieron a su pequeña hija. En todo este tiempo, entre ellos surgió un gran resentimiento; pero ahora deben unir fuerzas ante la noticia de que la pequeña, planea quedarse a vivir (tras casarse) en Bali. Uno podría ver el poster de Pasaje al paraíso y primero, perder todas las ganas de ver la película; y luego, pensar que es una comedia romántica donde Roberts y Clooney están en piloto automático. Un poco sí, pero hay que prestar atención a los diálogos, en especial a los de este último, para poder sacarle el jugo a este proyecto. En esos monólogos, el veterano actor expone como, quizás una decisión apresurada, nos puede marcar de por vida, pero no por eso, tenemos que cargar con un resentimiento enorme durante tantos años. Quizás dichos speech pequen de discursivos, pero tampoco molesta tanto porque Clooney da una sólida interpretación a la hora de darlos; algo que se agradece ya que nos recuerda lo buen actor que es. Mientras que Julia Roberts lo secunda bien. Si bien ella es la que se encarga más que nada de las partes cómicas, las escenas que tienen juntos muestran la química que tienen y lo bien que pasaron filmando este proyecto. Es una pena que todo lo demás, no esté a la altura de la performance de ellos dos. Y esto lo decimos porque en más de una ocasión, Pasaje al paraíso parece un panfleto turístico para ir de vacaciones a Bali; o como dijimos, esos discursos sobre la vida, el amor, el saber dejar ir y avanzar en la vida se vuelve molesto por momentos, llegando a ser un discurso de autoayuda a barato. Y mejor no hablemos de la sub trama de la hija de Roberts y Clooney, o del innecesario papel de la amiga de la misma. En conclusión, Pasaje al paraíso puede sorprender si no le exigimos demasiado; aparte que, si les caen bien los actores principales, se van a divertir con sus cruces y pases de factura. Dependerá de lo que busquen ustedes a la hora de ir al cine.
"No puedes manejar la verdad!" – A Few Good Men LOCOXELCINE REVIEWS ESTRENO DE LA SEMANA ESTRENO DE LA SEMANATERROR Estreno de la semana: Bárbaro Jorge Marchisio - 15 de septiembre de 2022 Llega por lo bajo y casi sin hacer ruido, Bárbaro, una película de terror con algunos rumores de que podría ser de lo mejorcito del género en este pobre 2022. En fin, veamos si esta afirmación era puro humo, o había algo de verdad. Esta vez tenemos tres diferentes historias; donde en una conoceremos a dos personas que coinciden en una casa de alquiler, y que en la misma encuentran un terrible secreto. Mientras que, en otra, vemos como el dueño de la misma casa, al investigarla para venderla, se topa con ese mismo secreto. Y, por último, a un hombre de los años 50 que parece ser el culpable de dicho misterio. Bárbaro es una película bastante complicada de analizar; porque el mejor consejo que le podemos dar sobre la misma, es que vayan a verla sabiendo lo menos posible; y es por eso que nuestra sinopsis es tan vaga. Así que, de ahora en más, solo hablaremos de los apartados técnicos y no de la trama. Por fin podemos decir que estamos ante una película de terror bien actuada. Tanto como el ya comprobado Bill Skarsgard, como Georgina Campbell dan buenas performances y hacen creíbles a sus personajes; mientras que Justin Long, quien siempre hace roles caricaturescos, no queda ridículo en esta ocasión, acompañando bien en la historia principal, pero al mismo tiempo, no opacando al resto. Pero lo mejor es la dirección de Zack Cregger. El realizador sabe donde poner la cámara, y juega bastante bien con los espacios, las luces y sombras, y en especial, aprovechando al máximo la casa donde pasa el 90% de la historia. Como dijimos, el director hace un sólido trabajo; pero por desgracia, su guión no está a la altura. Y esto lo decimos porque el film viene bien hasta faltando quince minutos; momento donde todo se derrumba. Sin querer ser malo; pareciera que no sabía cómo terminar la historia y Cregger puso lo primero que se le ocurrió y ya; tirando por lo bajo todo lo bien que había hecho antes, narrativamente hablando. En conclusión, Bárbaro tenía todo para ser la mejor película de terror del año, pero se quedó en las puertas para lograrlo. Así y todo, es disfrutable en gran parte de su metraje. Algo es algo.
Llega a nuestros cines una película romántica que, tras verla, podemos decir que apunta a un público adolescente, y que nos recordó a otros proyectos con el mismo target. Así que, sin más preámbulos, veamos qué tal es La chica salvaje. En la película seguimos a Kya, una chica que se cría sola en los pantanos de Carolina del Norte luego de que toda su familia abandona el lugar. Con el paso de los años, vemos cómo se va adaptando a la soledad, mientras conoce a un joven local que siempre se interesó por ella. Pero como en toda historia de amor, algo malo tiene que pasar… Si notaron cierto tono irónico en la última oración, es que fue a propósito. Y esto lo decimos porque estamos ante una película romántica adolescente/joven adulta que sigue la misma estructura de proyectos que ya nos sabemos de memoria. Pero con la diferencia de que ahora todo pasa en un entorno pantanoso (y con un cgi dudoso de fondo). Pero siendo honestos, la película tiene algunas virtudes. La que más destaca es su protagonista Daisy Edgar-Jones, de quien ya había sido advertido de que era buena actriz, y en este proyecto lo demuestra. La chica logra hacer creíbles todas las emociones que debe mostrar, cómo la tristeza, el amor y desamor, la ira y en especial, la soledad. Porque La chica salvaje habla bastante de eso, y de cómo a veces nos aferramos a personas que a la vista se nota que no son buenas, solo por no quedarnos solos. Esa última sub trama, y la de un juicio que presenciamos como excusa para que la protagonista cuente su historia, es de lo mejorcito. Una pena que sean eso, secundarias, quedando relegadas por la típica historia de amor empalagosa, donde vemos como una chica que creció en la naturaleza de golpe tiene la dentadura y el pelo mejor que una Miss Universo, y que todos los hombres de su misma edad parecieran sacados de una propaganda de Hugo Boss. Lo que dijimos al inicio, una trama amorosa vista hasta el hartazgo, y que no se esfuerza por ofrecer nada nuevo. Poco más se puede decir sobre La chica salvaje. Sé que no soy el público objetivo para estos proyectos, pero también siendo imparcial, debo mencionar sus obvios problemas estructurales y los clichés en los que cae. Después, depende de ustedes si le dan una oportunidad o la dejan pasar.
Cuando se anunció una nueva película de Dragon Ball que iba a tener a Gohan y Piccolo de protagonistas, no fuimos pocos los que nos pusimos contentos; ya que suele cansar ver como siempre los focos caen sobre Goku. Pero esa felicidad se nubló cuando vimos que el villano, iba a ser Cell. Veamos si teníamos razón en estar felices y enojados al mismo tiempo. Como dijimos, esta vez la historia se centra en Piccolo y Gohan, mientras Goku, Vegeta y Broly entrenan en otro planeta. El primero de los nombrados se queda cuidando la Tierra, y se entera que la Patrulla Roja no sólo sigue viva, sino que planean atacar con una nueva generación de mejorados androides. Así es, como están leyendo, la película es una oda al fanservice, porque vuelven varios personajes y elementos no solo de Dragon Ball Z, sino de la DB normal, siendo una muestra muy obvia de que Dragon Ball Super: Super Hero no es para público casual, o recién iniciado en el universo creado por Akira Toriyama, sino que apunta a aquellos que llevamos varias décadas siguiéndolo, o que se lo conocen de pe a pa con una enorme maratón. Aparte que el tema de desplazar el protagonismo a Gohan y Piccolo se siente natural, como algo que podría pasar en la serie regular, y no solo como si estuviera planteado para la película. Además de que las posteriores y obvias transformaciones (hay que sacar muñequitos nuevos), están justificadas, y están lejos de ser powers up sacados de la nada. En este sentido la historia es bastante coherente no sólo para el espectador, sino con el universo en sí. En cuanto a la animación, nada que decir; sigue la línea vista en las anteriores películas de Dragon Ball Super, con los trazos bien definidos, batallas coloridas y espectaculares, pero en las que siempre se entiende quien pelea con quien, y sin buscar darnos un ataque de epilepsia con tantos rayos y explosiones. En conclusión, y para no spoilear más de lo que ya hicimos. Dragon Ball Super: Super Hero es una carta de amor a los fans de esta longeva franquicia. Como les dije, al menos yo terminé con una sonrisa al llegar los créditos finales, algo que no me pasaba hace tiempo con otros proyectos que buscan robar con la nostalgia. Ahora a cruzar los dedos para que sigan este camino, y no solo sea un oasis en el desierto de “solo Goku y Vegeta”.
Las películas animadas sabemos que, en muchos casos, no apunta a todos los públicos, sino que se centran de forma muy específica en los chicos, dejándonos a los adultos de lado; pero a sabiendas de que tenemos que entender que no éramos nosotros el mercado elegido. Pero así y todo hay proyectos a los que no se les puede dejar pasar todo, así que, sin más palabrerío, veamos porque El perro samurái es uno de ellos. La historia es bastante simple, y es que el pueblo de Kakamucho, está siendo asolado. por eso es que el líder de la zona, decide mandar a Hank, un perrito, a que se haga cargo de la situación, pese a que el lugar está plagado de gatos. La ingenuidad de nuestro héroe, sumado a su inexperiencia, lo cegaran al grado de no ver lo que está pasando. Inspirada por el clásico de Mel Brooks (quien es uno de los guionistas esta vez), nos llega El perro samurái, film que como dijimos, apunta a los más chicos de casa, dejándonos de lado a quienes acompañamos a nuestros hijos/sobrinos/primitos/etc. Eso no tendría nada de malo, si fuera que los propios nenes podrían llegar a no disfrutar de este proyecto. Y esto no lo decimos porque sea un desastre, sino que la historia no nos cuenta nada nuevo, con el clásico héroe despistado que no ve la conspiración que surge a su alrededor, mientras él cree que es un gran guerrero y que los demás no lo saben valorar. Y si por si esto fuera poco, los gags, que son los que terminan inclinando la balanza en el gusto de los niños, tampoco están demasiado elaborados, siendo más que nada golpes y poco más. Por suerte, el trabajo de voces si sube algunos puntos, ya que tanto Michael Cera, Samuel L. Jackson, Michelle Yeoh y el propio Mel Brooks, dotan de carisma a sus personajes; algo que siempre aporta. No podríamos decir si en la versión doblada al castellano esto se mantiene, ya que la vimos en idioma original con subtítulos. Eso sí, la animación se siente bastante justita; no siendo horrible, pero tampoco destacando por sobre la media de las otras películas animadas que tenemos en cartelera actualmente. En conclusión, El perro samurái es una cinta cumplidora y poco más. Los chicos no se van a aburrir en el cine, se van a llevar alguna enseñanza y ya. En un año bastante cargado de proyectos de animación, estamos ante uno que seguramente para finales de este 2022 pocos se acuerden.
Las comedias de acción es un género que se fue perdiendo de a poco. Quizás porque en el mayor de los casos era protagonizada por duplas de hombres, algo que se quiere ir cambiando de a poco. O por ahí, porque la acción en sí, ya no vende tanto y ahora pareciera más prioridad de los superhéroes. Por eso cuando nos llegan proyectos como Tren Bala, varios nos ponemos expectantes ¿Y dicho hype valió la pena? Eh…. Esta vez vemos a un grupo de asesinos, ladrones y gente de dudosa calaña, coincidiendo en un tren bala que recorre todo Japón. Algunos tendrán que hacerse con un maletín lleno de dinero, otros entregar a una persona, y algunos pocos ocultarán sus intenciones hasta bien entrada la trama. Bienvenidos al pandemónium. A cargo de David Leitch, quien también dirigió Deadpool 2, nos llega Tren Bala. Y tenemos que decir que se nota, con todo lo bueno y lo bastante malo que acarrea eso. Porque si algo se le puede adjudicar a este proyecto, es el de ser bastante irregular, tanto a la hora de hacernos reír, como cuando nos debe impresionar con las secuencias de tiros, acción y explosiones. Esto último no solo lo decimos por el horrendo cgi que presenta la película, digno de algunas de las últimas superproducciones de superhéroes; sino que tanto los combates armados como los enfrentamientos cuerpo a cuerpo, se sienten bastante sosos; no aportando nada nuevo, ni aprovechando el reducido espacio con el que cuentan los personajes para moverse. Pero, al menos se entienden las peleas, sin ninguna presencia de la famosa cámara flan que tanto odiamos por estos lares. Por suerte en el elenco lo tenemos a Brad Pitt, quien logra mantenernos enganchados a la película, con un personaje que se nota que fue escrito para él; ya que su carisma tanto para que las cosas le salgan bien, como para atraer a la mala suerte, es de lo mejor de Tren Bala. Aparte que está muy bien secundado por algunos actores como Brian Tyree Henry o Joey King, quien demuestra que es una buena actriz pese a tener una carrera bastante irregular. Pero como decimos, esto es más por pericia de los actores, que, por el propio guión, que, en su afán de sorprender, en más de un momento se torna confuso y hasta caótico. En conclusión, Tren Bala es una película que tenía un potencial enorme, pero que se queda bastante a medio camino. Sin causar la gracia que podría haber causado, y con unas escenas de acción sin alma; quizás estemos ante uno de los grandes pufos del año.
Esta semana nos llega desde Dinamarca, una película que a priori podría parecer la típica cinta sobre borrachines que se van de gira un tiempo a alguna ciudad exótica. Pero Una receta perfecta, tiene la particularidad que sus protagonistas no son hombres adultos de despedida de soltero, o adolescentes en un viaje de autodescubrimiento; sino que son un trío de señoras que ya están entrando en la tercera edad. Seguimos a tres amigas, en especial a una de ellas, llamada Berling, a quien están engañando desde hace un tiempo, pese a estar en un matrimonio que ya lleva cuatro décadas. Totalmente descolocada y sin saber que hacer, decide irse a la Toscana con sus ya mencionadas amigas para aprender a cocinar platos regionales, y de paso despejar su cabeza y decidir cómo seguir con su vida. Antes de continuar, vale aclarar que claramente no soy el público al que apunta esta película, y si bien uno puede identificarse con algunas situaciones, o empatizar con otras, quien les habla no tiene la edad de las protagonistas. Pero aclarado esto, hay que decir que Una receta perfecta termina volviéndose amena para el espectador, tenga la edad que tenga. Esto se debe al buen hacer de las tres mujeres protagonistas, quienes demuestran una química digna de mencionar, haciéndonos creer que al menos fuera de rodaje, las señoras se llevaron bien y hasta quizás sean amigas como en la ficción. Gran trabajo del trio principal, que aparte pasa por varios estados emocionales; como la tristeza, la soledad, la camaradería e incluso la seducción. También decir que el lugar elegido para situar la historia funciona bastante bien. Un sitio exótico como la Toscana siempre es lindo de ver en la gran pantalla, y más aún si se nos hace un tour por su gastronomía; dándonos bastantes ganas de probar los platillos que están cocinando los personajes, y por qué no, también aprender a hacerlos. Y hasta ahí podríamos hablar de las virtudes de la película. Y quizás eso mismo sea lo que espante a varios de darle una oportunidad; porque todo se siente bastante simple, sin grandes revelaciones, o sin meterse en algún tipo de humor político, siendo la historia bastante “sana”, entendiendo este término como algo despectivo. En conclusión, Una receta perfecta es una película disfrutable y poco más. Si rondan la edad de las protagonistas, seguramente la disfruten mucho más, en caso contrario, véanla si no tienen mejores opciones.
Llega a nuestras salas la nueva película del dios nórdico de Marvel, llamada Thor: amor y trueno, con el mismísimo Taika Waititi repitiendo en la silla de director. Veamos que tal salió esta expansión del MCU. Luego de unirse a los Guardianes de la Galaxia y de bajar de peso, Thor sigue sin encontrar un rumbo en su vida; hasta que tiene que volver a Nuevo Asgard por el ataque de un peligroso enemigo, que juró destruir a todos los dioses del universo. Pero esa no va a ser la mayor sorpresa de Odinson al regresar a la Tierra. Voy a ser honesto, Thor: Ragnarok no me gustó casi nada. Entiendo que Waititi tiene un estilo muy particular de dirigir y escribir, pero sentía que en dicho proyecto estuvo totalmente desatado y por ende, nadie le decía cuando bajarle un cambio con el tema del humor absurdo, o cuando tomarse enserio una escena dramática para no rematarla, justamente, con un gag que provocaba vergüenza ajena. Y para mal o para bien, y dependiendo de si ese proyecto les había gustado, Thor: amor y trueno es muy consecuente con su predecesora. Esto lo podemos decir porque de nuevo tenemos una banda sonora (no confundir con el score original, esta vez Michael Giaccino nos queda bastante a deber) es espectacular, centrándose en el rock noventero, y en especial, en los Gun´n Roses para darle epicidad a las escenas, algo que con los planos igualmente bien planteados de Waititi, dan quizás de lo mejor que ofrece la película. Se nota que, en este sentido, el realizador se siente cada vez más cómodo, aparte de ser consciente de que es lo que mejor le sale. Pero, así como tenemos eso, también tenemos el bendito humor. Y antes que me tilden de cualquier tontería, no soy de los que reniegan del Humor Marvel. Pero es que hay gags que harían sentir vergüenza ajena a Los Tres Chiflados, y esto vuelve a repetirse; sobre todo en el caso de Korg y de las dichosas cabras que vemos en el trailer. Insoportables es quedarse corto con el cringe que dan estos personajes. Pero volviendo a lo bueno, podemos mencionar a dos actuaciones que destacan por sobre las demás. La primera de ellas es la de Natalie Portman; quien nos cerró la boca a más de uno de los que pensábamos que solo volvió por el cheque y que le iba a poner el mínimo de onda posible. Por suerte esta vez Portman se lo tomó en serio y da quizás su mejor interpretación en el MCU. Otro a mencionar es Christian Bale. Si bien su personaje no está tan bien escrito, el actor sin demasiado esfuerzo demuestra que es el mejor de todo el elenco y dota a su villano de una personalidad y excentricidad, que lo pone por sobre la media de los malos de Marvel. En conclusión, Thor: amor y trueno es una extensión de Thor: Ragnarok. Si la disfrutaron, genial, con esta la van a pasar igual de bien. Si la padecieron, mejor vayan planteándose si van a ver este proyecto del MCU.