Si hay un comediante que la mayoría de los argentinos reconoceremos con solo escuchar su nombre, es Tangalanga. El capo cómico famoso por sus bromas telefónicas marcó un hito en nuestro humor. Y en plena época de biopics, ya iba siendo hora que dejemos de mal idolatrar a criminales y asesinos, y le rindamos culto a alguien que nos hizo reír. Veamos como resulta ser El Método Tangalanga. La historia sigue de forma muy ficcionada, el nacimiento de Tangalanga, mostrándonos a un hombre muy tímido, que en base a varias circunstancias (la enfermedad de un amigo, conocer a una mujer y problemas en el trabajo), queda en trance cuando escucha determinados sonidos, que lo hacen decir lo primero que se le cruza por la cabeza; con resultados chistosos. Como dijimos, esta película es una falsa biopic de Tangalanga. En mi caso esto no me afecta, ya que no se nada de la vida personal del humorista, pero seguramente a los fans más acérrimos si les va a fastidiar ver algunos cambios. Aunque si tengo entendido que un punto clave de la trama si se respetó, y quizás sea el momento más emotivo de El Método Tangalanga. De todas formas, el fuerte de la película es la comedia. Si bien la misma entra cuando se da el primer punto de quiebre, cuando aparece ya no para, y Martin Piroyansky es clave para que esto funcione, ya que el rol de tímido, como el de un Tangalanga desatado le sale a la perfección; dosificando con esas partes emotivas que ya comentamos. Gran trabajo por parte del actor. Otro punto a favor es la ambientación de finales de los 70. Si, si sacamos la lupa y analizamos escena por escena veremos algún anacronismo, pero el aire que se respira, nos evoca a dicha época, y como sabemos, eso es algo bastante difícil de hacer, y más en una producción local, donde quizás no se cuenta con el mismo presupuesto que películas que nos llegan de afuera, y le erran de forma mucho más obvia. ¿Puntos malos? Quizás el punto de quiebre nos recuerde un poco a Sin filtro y sus cientos de versiones (por estos lares son Sin rodeos con Maribel Verdú y Re loca con Natalia Oreiro), donde el protagonista mediante un “encantamiento”, se desinhibe y encuentra su propia voz, al grado de meterse en varios problemas por no saber medirse. Por suerte ya para la mitad de la película dichas semejanzas desaparecen. En conclusión, El Método Tangalanga es una buena comedia. Quizás sea demasiado argentina, pero para quienes conocimos al humorista como para quienes no, qué mejor forma de empezar el año con unas buenas risas ¿No?
Llega a nuestro cine una película que por su estreno y uno de los actores que tiene en el reparto, pareciera que se intenta colgar del éxito de Top Gun: Maverick. Pero, con el “gran” detalle, de que está inspirada en hechos reales. Así que, sin más preámbulos, veamos que resultó de Historia de honor. La historia sigue a un grupo de pilotos que se encuentran entrenando con un nuevo modelo de avión, mientras la Guerra Fría se desata. En ese momento son llamados, así que deberán ir a combatir sin tener aun total conocimiento de sus nuevos vehículos; y para colmo, nuestro protagonista debe sufrir los aun graves incidentes de racismo que debían padecer los soldados de color en dicha época. Inspirada en el caso real de Jesse Brown, Historia de honor supones que buscaba mostrarnos la trágica vida de dicha persona, quien tuvo que vencer no solo los complicados entrenamientos, sino los problemas raciales que parecieran nunca cambiar. Pero es que esta película está tan mal escrita, que, en lugar de hacernos de tomar conciencia, pareciera que nos quiere convencer para alistarnos en la fuerza aérea. Y esto lo decimos porque en realidad, salvo por lo que cuenta nuestro protagonista y DOS personajes, nunca vemos lo mal que la pasaba en su entrenamiento o en combate. De hecho, si podemos ver que el resto de sus compañeros, lo respetan y aprecian bastante, y que el propio ejército se encargó de darle una enorme casa a poca distancia de donde tenían la base de entrenamiento. Y ni hablemos de lo bien que le va en la vida, no solo con su familia, sino al conocer a celebridades de la época. Lo dicho, a enlistarse gente… Y para contarnos todo esto, Historia de honor se toma sus buenas dos horas y media de duración. Algo totalmente exagerado, y que tampoco se hace pasable cuando se lo dosifica con escenas de combate de aviones, porque apenas tenemos dos en todo el metraje. Demasiado poco para despertar al espectador. Por suerte, estas secuencias de combate están muy bien filmadas. Con un estilo similar a la ya citada Top Gun: Maverick, todo está claro, y siempre podemos ver de quién es el avión al que le están disparando. Y el cgi está bastante a la altura; algo de agradecer en una no superproducción. Otro punto a favor son las actuaciones. Jonathan Mayor es un buen actor, que de a poco se va solidificando en la industria; y si bien esta película no es la gran cosa, su actuación compensa cualquier conveniencia de guión que tiene su personaje. Mientras que su secundario, Glen Powell, lo hace bastante bien. Y es curioso que este mismo año hayamos visto a este actor en otra cinta de aviones, como en la multi nombrada Top Gun: Maverick. En conclusión, Historia de honor es una película mediocre. Con el paso de los días casi nadie se la va a acordar, salvo aquellos que fueron convencidos por el mensaje de la misma, y ahora ya pertenece a la armada norteamericana…
Llega la época navideña. Algunos la odian, otros la aman, a otros los pone tristes, y aquellos que nos gusta hacer regalos, quedamos pobretones por un mes. Pero también vienen las películas de dicha temática, que también es usada (a veces y con diferentes resultados), para hacer comedias negras. Ese sería el caso de Noche sin paz. Esta vez se nos muestra a un Papá Noel un poco borrachín, que, en su noche de trabajo, se encuentra en una finca que es asediada por un grupo de mercenarios en búsqueda de la fortuna familiar. Solo él podrá detenerlos y evitar que maten a todos. Si, la historia parece una estupidez, y lo es. Pero estamos ante esos casos donde solo buscan que sea funcional, para que conecte entre los momentos claves de la película; que, en este caso, son todas las apariciones que tiene David Harbour como nuestro Santa Claus alcohólico, al que se le presenta la oportunidad de volver a vivir; y dejar de hacer su trabajo solo por inercia y ya. Y con esto estamos diciendo que la película tiene varias escenas de violencia semi explícita. No vemos desmembramientos o como revientan cabezas, pero si los chorros de sangre que salen cuando fuera de cuadro pasa esto. Aparte de varias groserías dichas por todos los personajes; así que aconsejamos que esta película, no es una película navideña para ver con toda la familia. Diríamos que es más para ver con amigos. Y hablando del ya nombrado Harbour; es el alma de la película. No solo por el aspecto físico cercano al que tenemos de un Papá Noel (aunque sin ser tan viejo), sino por el cariño y alma que le pone a su personaje. El actor vuelve a demostrar que ya sea una serie, un tanque de superhéroes, una cinta menor de superhéroes, o estos proyectos que rozan lo independiente; él va a dar siempre lo mejor de sí. Pero como no todo en esta vida es perfecto, vale hablar de lo malo, y es la duración. Al menos en mi caso, no creo que casi dos horas sea lo que necesitaba Noche sin paz para ser entretenida. De hecho, tenemos varios momentos muertos o mega edulcorados, donde los minutos se estiran sin necesidad, cuando si se hubiera ido directo al grano, hubiéramos tenido una producción mucho más redonda y entretenida. En conclusión, Noche sin paz podría decirse que se posiciona como una de las mejores comedias estrenadas en cine este año. No la tenía muy difícil, pero de todas formas tiene bastantes méritos propios, y un protagonista que es imposible que no nos caiga bien.
En la historia del cine, tuvimos varios años donde se estrenaron películas de temáticas muy parecidas, siendo una como mínimo buena, y la otra mala. Este año pasó lo mismo, ya que recibimos dos adaptaciones de Pinocho diferentes. Una por el amado por todos Guillermo del Toro, y otra por alguien que hace rato no hace nada bueno, como Robert Zemeckis. El resultado de esta última ya lo conocemos, así que veamos que nos dio el buen Guillote en esta ocasión. Esta vez conocemos como Geppetto perdió a su hijo Carlo, y tras una noche de borrachera, se decide a crearse un hijo de madera, Pinocho. Lo que no pensaba es que este títere iba a cobrar vida, y que él mismo, lejos de ser obediente, es bastante rebelde. Así es como la vida los hace separar, pero el amor que se tienen es más grande. Si, olvídense de la versión que nos viene dando Disney desde siempre, ya que esta vez, nuestro Guillermo favorito, decide apegarse más a la historia original que luego el ratón se encargó de deformar con el paso de los años. Y es en esas diferencias donde Guillermo del Toro´s Pinocchio empieza a brillar con luz propia; ya que estamos ante una película animada de stop motion, pero para grandes. Y esto no solo lo decimos por la crudeza de algunas escenas, o por el detonante del conflicto principal, algo que a leguas se nota que no es para los chicos. Sino que, en varios momentos, quien les habla (un boludon de treinta y seis años) se encontró llorando como pocas veces lo hice en este 2022. Me saco el sombrero ante Del Toro. Y no podemos dejar de hablar del elenco de voces. A destacar en especial el trío principal compuesto por David Bradley como Geppetto, Gregory Mann como Pinocchio y Ewan McGregor como Pepe Grillo. Estos tres la rompen, en especial Bradley, también conocido como “el que hacía de Walder Frey en GoT”. El veterano actor tiene una cadencia y timbre de voz que le vienen perfecto para esta versión de Geppetto, que se aleja de ese anciano 100% noble que siempre se nos vendió. Por último, mencionar la animación. Usando el stop motion, este proyecto le demoró a Del Toro más de diez años, y viendo el resultado final, valió la pena tanto trabajo y esfuerzo. Solo esperamos que no le roben el Oscar a Mejor Película Animada en la próxima edición… En conclusión, Guillermo del Toro´s Pinocchio es una obra de arte. Es la clara diferencia cuando vemos una película por un verdadero artista, y no por un x que hace un proyecto sin alma. Para ver, disfrutar, llorar y volver a ver.
Disney tiene una nueva película animada, Un mundo extraño. Esto debería ser casi un evento; pero el hecho de que sea estrenada en plena época del Mundial de Fútbol, con lo que representa una baja en la audiencia al menos por unas semanas, daba que pensar en la calidad de este proyecto. Veamos si esas sospechas eran fundamentadas. Esta vez nos vamos a Avalonia, una ciudad que está rodeada por montañas, y por ende tiene pocos recursos. Luego de que una expedición comandada por Jaeger Clade y su hijo (y el resto del equipo del primero) termine con la desaparición de Jaeger, una extraña planta que produce energía es encontrada por el retoño. Pero algo parece amenazar a dicha nueva fuente de energía. Como viene siendo moneda corriente con las últimas películas animadas de Disney, Un mundo extraño no está exento de polémica. Esta vez porque el propio estudio anunció con bombos y platillos, la presentación de un personaje LGTB+ como parte principal de la trama, y no alguien secundario como venía sucediendo. Y como suele pasar, la gente que se opone a cualquier grado de inclusión, no se guardó su descontento. Y ante esto vamos a decirles que VEAN LA PELÍCULA. Dicha inclusión del personaje ya mencionado, no tiene mucho que ver con la trama, ya que la misma gira en torno a cuidar el medioambiente, así como también nuestras relaciones familiares, partiendo de la base que siempre es mejor hablar y enmendar las cosas, que guardar rencor durante años a riesgo que llegado un momento, aquella persona a la que no queremos dirigirle la palabra, quizás ya no esté más. Este segundo mensaje se siente un poco ya sobreexplotado en las películas animadas que venimos recibiendo los últimos años. La ausencia de un ser querido parece ser el puntapié inicial de casi todos los proyectos, y la verdad que al menos en el caso de quien les habla, esto le suena a falta de imaginación a la hora de poner un conflicto que ponga en funcionamiento la historia. Lo que sí funciona es el mensaje sobre el cuidado a nuestro medioambiente y el entender que no podemos tomar los recursos que queramos sin esperar ninguna consecuencia. Si bien sobre esto hay un giro que se puede intuir, que se tomen la molestia de explicarle a los chicos (estamos ante una película animada que apunta a los más peques) es de aplaudir. En conclusión, Un mundo extraño cumple. Se hace amena para adultos y pequeños, y los diseños de las criaturas y el extraño mundo son definitivamente de lo mejor de la película. Pero tampoco es que estemos ante el nuevo descubrimiento del fuego…
"No puedes manejar la verdad!" – A Few Good Men LOCOXELCINE REVIEWS ESTRENO DE LA SEMANA ESTRENO DE LA SEMANASUPERHEROES Estreno de la semana: Pantera Negra: Wakanda Por Siempre Jorge Marchisio - 9 de noviembre de 2022 Si había una película que generaba bastante expectativa, en especial, por la trágica muerte del actor principal de esta saga, era Pantera Negra: Wakanda Por Siempre. Así que con el estreno ya en nuestras salas, y después de venir de una primera parte que en lo personal considero demasiada inflada, veamos cómo resultó esta secuela. Ahora volvemos a Wakanda, para enterarnos que el Rey T´Challa murió de una misteriosa enfermedad y ahora, la Reina Regente, Ramonda, decide volver a poner políticas cautelosas en su país; mientras la humanidad se dedica a buscar vibranium en el fondo del océano, descubriendo algo mucho más peligroso. Como suponíamos, y ya se había visto en el trailer, Pantera Negra: Wakanda Por Siempre se centra bastante en el luto y la pérdida tanto por el personaje de T´Challa, como en hacerle un homenaje a Chadwick Boseman, a quien se nota que gran parte del elenco apreciaba de verdad, e incluso muchos espectadores compartían ese sentimiento. Así que, si son de conmoverse, preparen los kleenex para las dos horas y cuarenta que dura la película. Y si nombramos la duración, no es porque sí. Sabemos que a muchos ya les cansan las películas tan largas (yo incluido); y si bien esta vez sí se nota la duración, con varios tramos prescindibles, en su totalidad podríamos decir que la trama no se termina volviendo aburrida. De hecho, nos da ganas de ver un poco más de Namor y la ciudad de Kalotan. Y hablando del debutante; su inclusión se siente bastante natural. Ya sea por lo bien escrito que está el personaje, como la correcta actuación de Tenoch Huerta, el Submarino tiene un más que decente debut en el MCU. Y lo mejor todo, respetaron su naturaleza ambigua, esa que lo posiciona como villano o héroe en los cómics, dependiendo de lo que convenga para la historia. Pero si de actuaciones hablamos, no podemos dejar de nombrar a Letititia Wright y a Angela Basset. Ambas se comen la película, con la segunda dando una actuación sólida y emotiva, muy acorde con el sufrimiento de su personaje. Mientras que Wrigth se carga la película a sus espaldas, estando bastante a la altura de lo requerido, y llenando bien el vacío que dejó Boseman; haciendo que Shuri se sienta como su reemplazo natural. ¿¿Cosas malas?? Aparte de la innecesaria duración, podemos decir que en los primeros minutos el tema de la muerte de T´Challa se hace demasiado redundante, siendo nombrado casi en cada línea de diálogo. Sabíamos que iba a pasar eso y era entendible, pero tampoco para refregarselo a la cara del espectador constantemente para hacerlo llorar. En conclusión, Pantera Negra: Wakanda Por Siempre es una sólida película, y diríamos que la mejor de la última tanda que viene sacando Marvel. Emotiva, bien actuada, con nuevos personajes bien introducidos y un cgi que compensa el bochorno que veníamos recibiendo; la película compensa el pésimo año de Marvel en el cine y la tv.
Llega a nuestros cines una remake de una película de 1992, que la vez está inspirada en un libro de nombre homónimo, La Señora Harris va a Paris. Así que veamos como resultó ser esta nueva interpretación de la novela. Luego de la Guerra, Ada Harris es una señora que se dedica a limpiar y ordenar la casa de otras personas de su comunidad en un suburbio de Londres. Tras confirmar que había enviudado en dicho conflicto bélico, tiene como gran meta viajar a Paris para comprar un vestido en Dior. Pero en este viaje no solo se va a descubrir así misma, sino que a tocar la vida de muchas otras personas. Antes de continuar con la reseña, hago las aclaraciones pertinentes. Nunca leí ni la novela en que se basa esta cinta, ni la película del 92; así que esta review va a ser puramente sobre la película que nos compete el día de hoy. Sigamos. La Señora Harris va a Paris podría ser catalogada de dos formas. Una como una historia que aspira a un realismo mágico, donde nuestra protagonista pareciera un hada madrina (nótese el detalle de su nombre de pila), que va a ir tocando a todos los que la rodean, mejorando sus vidas. Y la otra lectura que podríamos hacer, es que estamos ante una descarada propaganda de Dior de casi dos horas de duración. Si la entendemos con el primer puto de vista, la película cumple. En especial por el carisma y el alma que le imprime Lesley Manville a su personaje; que en manos de una actriz mediocre, podríamos haber estado ante una protagonista insoportable, pero no es el caso. Aparte de estar secundada por algunos personajes que también la ayudan a llevar la historia. En especial el interpretado por Isabelle Huppert, quien sin mucho esfuerzo pero a base de oficio y talento, se posiciona como una buena villana y contrapunto de nuestra Señora Harris. Pero, si nos ponemos en malos y vamos por la segunda lectura; vemos como una persona pone toda su fe y esperanza en un producto. En este caso de un vestido de una de las casas de moda más importantes del mundo; y que, a través de ella, notamos como va mejorando su calidad de vida. Aparte de presentarnos a dicha empresa (que es lo que terminan siendo), como personas que esta más allá de lo que quieren representar. FedEx y Naufrago estarían orgulloso de esto. En conclusión, La Señora Harris va a Paris, dista bastante de ser una mala película. Quizás peca muy de naif y recuerda bastante a una clase de cine que casi no se ve en nuestras salas. Después, dependerá de ustedes cual de las dos lecturas deciden darle.
La chica nueva es la ópera prima de Micaela Gonzalo, que escribió junto a Lucia Tebaldi, y fue nominada a Mejor Película en el Festival de Cine de Torino. Y está protagonizada por Mora Arenillas, Rafael Federman, Jimena Anganuzzi, la cara más conocida por su larga trayectoria en el cine independiente argentino, Luciano Cazaux y Laila Maltz, entre otros. La historia se centra en Jimena (Arenillas), una joven que viaja a Río Grande para vivir con su medio hermano Mariano (Federman), que le consigue trabajo en una fábrica de ensamblaje de celulares. Y allí se suma a la lucha junto a sus compañeras para conservar los puestos de trabajo en el marco de una crisis económica. En primer lugar es necesario destacar la estética neorrealista, filmando en esta ciudad fueguina para contar una problemática real, como es la de las fábricas tomadas por sus empleados, siendo este uno de los diversos temas que aborda, siempre desde el punto de vista de su protagonista. Pero el problema es que no es el único, sino que es uno entre otros tantos, entre los que se encuentra también una relación amorosa con Martina (Anganuzzi), que debido a su corta duración no se desarrolla con mayor profundidad. Pasando del primer acto al clímax de manera abrupta. Así como tampoco funciona la fotografía, debido a un abuso de los primeros planos, que deja fuera de cuadro el contexto para privilegiar las expresiones de los personajes, en lugar de alternarlos de manera armónica. Sacando así un mayor provecho tanto de los planos secuencia realizados con cámara en mano, que, a pesar de la desprolijidad de algunas imágenes, le otorgan un dinamismo funcional a su estética. En conclusión, La chica nueva es una película que no funciona, a pesar de su puesta en escena neorrealista, porque aborda demasiados temas en poco tiempo, sin profundizar en ninguno. Desaprovechando tanto una trama interesante como la posibilidad de mostrar un problema actual que afecta a una gran cantidad de trabajadores de nuestro país.
La temática “marginal” es muy común en la industria nacional, tanto en cine como en televisión. En algunos casos se hace bien, mostrándolo como una denuncia o alerta para la gente, así la misma toma conciencia de muchas problemáticas que a veces se quieren invisibilizar; y otras, patinando de mala forma, romantizando los conflictos. Veamos de qué lado se para El suplente. La historia sigue a un profesor suplente que entra a trabajar a un colegio bastante marginal. Ganándose de a poco el respeto de sus alumnos, se va adentrando en la vida de ellos, intentando ayudarlos; mientras su vida personal parece ir más y más en picada. La historia de un maestro que se involucra con sus alumnos, siendo estos de extractos sociales diferentes, que rozan la marginalidad, no es nada nuevo. De hecho, quizás la película más emblemática en este sentido sea Mentes Peligrosas, protagonizada por Michelle Pfeiffer y con la icónica canción de Coolio. Pero en esta ocasión, y para nuestra suerte, El suplente no busca imitar nada, y solo se parece en la temática. Y esto lo decimos ya que tanto por el lenguaje, los nombres y el tono en sí, se nota bien nacional, sin querer copiar estilos extranjeros y explotando problemáticas nuestras. Esto lo aclaramos, porque en proyectos no muy lejanos de otros géneros, se buscaba darle un aire hollywoodense a la película pese a que era argentina, y el resultado final se veía rarísimo; porque pese a que querían hacer la trama cercana, no se sentía como tal. A esto hay que sumarle las buenas actuaciones con las que cuenta el proyecto. De Juan Minujin poco se puede agregar, ya que todos sabemos que es de los mejores actores de nuestro cine. Pero si sorprenden los chicos que interpretan a los alumnos. Asumimos que la mayoría son actores noveles, pero sus interpretaciones son bastante convincentes, sin sobre exagerar la forma de hablar que se da en las zonas donde pasa la trama, algo bastante común en nuestra industria, y que por lo general queda bastante ridículo. Pero para hablar un poco de lo malo, es que, si bien la historia se siente muy local, no deja de ser algo ya visto. Que una película se parezca a otra no tiene nada de malo, pero asombra como el cliché del “maestro que roza lo trabajador social” se repite al menos con dos o tres proyectos por año. Además, tenemos que agregar que la película cuenta con varias sub tramas que no aportan nada, o no van a ningún lado. Suponemos que, en un formato de serie, dichos arcos argumentales hubieran enriquecido la historia; pero en un proyecto de hora y cuarenta, se siente que están por estar. En definitiva, El suplente es una buena película. Pese a no ser para nada original, lo autóctona que se siente, y el buen hacer de todo el casting, la vuelve una recomendación segura si les gustan las cintas con temáticas sociales.
Luego de una muy decepcionante segunda entrega de este reinicio del clásico creado por John Carpenter, llega a nuestras salas Halloween: la noche final, donde veremos el final de la tetralogía (si tenemos en cuenta el nuevo canon). Así que sin más cháchara, veamos que tal salió esta “tercera” entrega. Ahora veremos como Laurie decidido rehacer su vida tras los acontecimientos del Halloween de hace cuatro años. Pero el mal nunca muere, y un encuentro final entre nuestra protagonista y la muerte se volverá a dar, pero no de la forma que todos pensaban. El año pasado tuvimos Halloween: Kills. Aquellos que me conocen saben que la puse entre las peores películas del año, debido principalmente a que el guion seguro que no pasaba de las veinte hojas, y con una Jamie Lee Curtis que solo pasó por caja grabando todas sus escenas en un día; y el colmo, un intento de moraleja final bastante ridículo para lo que es la saga en sí. Bueno, al parecer muchos pensaron igual, porque Halloween: la noche final cambia bastante con respecto a su predecesora. Esto lo decimos, porque de entrada se nos intenta dar una historia nueva, y no solo un fanservice que ate cabos y ya. En este sentido, al menos quien les habla, entiendo a donde quisieron apuntar con este planteamiento, pese a que en los créditos iniciales vi que había cuatro guionistas (ya sabemos que mientras más gente mete mano en el guión, peor sale). Pero habrán notado que use la palabra “intenta”. Y esto lo digo porque de buenas intenciones no se vive, y pese a tener un buen planteamiento, Halloween: la noche final a nivel argumental tiene varios baches, con momentos que rozan lo ridículo; y que incluso nos haría plantearnos la forma de actuar de los personajes, sobre todo, de aquellos que ya conocemos de entregas anteriores. Por suerte el trio compuesto por Jamie Lee Curtis–Andi Matichack–Rohan Campbell se cargan sus respectivos personajes a sus espaldas de muy buena forma, disimulando bastante las falencias que tenían en el papel, y dándonos personajes un poco más humanos, pese a las decisiones absurdas que viven tomando. En conclusión, Halloween: la noche final es un decente cierre para esta nueva trilogía (sin contar la entrega original). Debería ser la última, ya que en la vida todo tiene que terminar, y es hora que Jamie Lee Curtis se despida del papel que le dio fama mundial. Y si es con una correcta película, mejor que mejor.