En los últimos años, el realizador Matthew Vaughn hizo conocido su deseo de dirigir un film de James Bond, sin lograr resultados positivos ya que no convenció a los productores de la saga del agente 007. En consecuencia, Vaughn se ha dedicado incluir elementos (y a gente del equipo técnico) de Bond en sus propios films, culminando con Kingsman: El Servicio Secreto, un homenaje no sólo al super agente secreto sino también a otros films o series de espías de los años '60 y '70. Kingsman: El Servicio Secreto retrata el viaje de iniciación de Gary "Eggsy" Unwin (Taron Egerton) en mundo del espionaje de la mano de su mentor Harry Hart (Colin Firth). Esta premisa se ha utilizado en el cine durante mucho tiempo pero Vaughn y su equipo no sólo utilizan elementos familiares (o clichés del género) sino que los modifican a gusto. Kigsman es precisamente un homenaje/deconstrucción del género de espías británico: el uso de artilugios tecnológicos, martinis, viene de Bond. La aparición de Michael Caine es una clara alusión a su recordado papel de Harry Palmer (¿y a su participación en Austin Powers?) en The Ipcress File, Funeral in Berlin y Billion Dollar Brain. La entrada secreta de Kingsman a través de un negocio de ropa es en referencia a El Agente de CIPOL (The Man from U.N.C.L.E.) y el clima general y la actitud bien británica del film recuerda más a la serie de TV Los Vengadores (que no son los superhéroes de Marvel) que a Bond, quien siempre tuvo una cualidad más internacional. Kingsman no es solamente homenaje y alusiones a sus influencias, sino que tambien tiene personalidad propia, expresada en una actitud más contemporánea: un montaje por momentos alocado, una trama que no se aferra al realismo o verosimilitud, un inusual villano estadounidense, también se retrata las diferencias entre las clases sociales británicas y algunos de los problemas actuales en el mundo. Quizás el cambio más importante es el uso del personaje principal, Eggsy, ya que el protagonista no pertenece a la elite social que los films británicos de espías suele retratar. Otro elemento distintivo es la violencia, que se muestra mucho más absurda, cómica y sangrienta que en otros films de espías británicos. Kingsman: El Servicio Secreto es, más allá de algún problema de ritmo, un film de espionaje con tono liviano (sin llegar a ser parodia o cómica) y ciertos toques de humor que, a su vez, toma a sus personajes en serio. Kingsman es un producto alocado que disfruta de su exhuberancia y su extravagante violencia sin llegar a niveles ofensivos. Es un perfecto James Bond del siglo XXI hecho por fanáticos del mítico personaje. ACLARACIÓN: En la Argentina se estrenó una versión del film con una escena censurada.
Al estudio se le debe haber ocurrido hacer una nueva adaptación de la clásica historia de Moisés (Christian Bale) debido al tono épico, los efectos especiales y por el hecho de que los relatos bíblicos suelen generar grandes recaudaciones. Para llevar a cabo esta empresa con celeridad necesitaban a alguien versado en lo que a film épico, grandes sets, muchos efectos generados digitalmente, gran cantidad de extras ypara lo que a escenas de acción se refiere... La decisión fue obvia: había que contratar a Ridley Scott (Gladiador, La Caída del Halcón Negro). El segundo paso fue la escritura del guión, el cual debía ser diferente a la versión anterior protagonizada por Charlton Heston (Ben-Hur) y dirigida por Cecil B. DeMille, en 1956. Otro desafío fue adecuarlo a los fortalezas de Scott, y por eso se agregó un tono más cercano a Gladiador, incluyendo escenas de batallas y otras características de aquel film, como el personaje principal siendo favorecido por el emperador de Egipto (interpretado por John Turturro) por sobre su hijo biológico Ramsés (Joel Edgerton). El protagonista siendo traicionado y dado por muerto, quien luego debe abandonar el lugar, y años más tarde vuelve para derrotar al gobierno, es una constante de esta historia bíblica. La historia narrada por Scott se concentra en Moisés y su enfrentamiento con su hermano adoptivo Ramsés sin detenerse a mostrar en pantalla el nacimiento del protagonista ni otros eventos significativos en la vida del personaje bíblico. Esta decisión de concentrarse en sólo algunos aspectos de Moisés puede decepcionar a algunos como agradar a otros. Por suerte el film Exodo: Dioses Y Reyes jamás se convierte en una clase de religión, sino que logra ser un relato capaz de generar diversas emociones en su público. Por otro lado, la película sufre de una extensa duración (unos 150 minutos aprox.) a pesar de su ajustado relato y de también de alguna debilidad narrativa, como personajes poco desarrollados o innecesarios (como el consejero, interpretado por Ewan Bremmer, que explica "científicamente" los eventos al emperador) pero es probable que para el mercado hogareño aparezca una versión extendida de este largometraje, supervisada por el mismo Scott. El film hace algunos cambios al relato bíblico pero es largamente es, al fin y al cabo, fiel a los sucesos contados en la Biblia y no por ello deja de ser entretenido.
El nuevo trabajo de Jason Statham (Crank) tiene como director a Gary Fleder (Impostor), quien hace varios años que no hace films y está trabajando en series de TV, y a Sylvester Stallone (Rocky Balboa) como guionista, que aparentemente escribió el guión hace mucho tiempo para protagonizarlo él mismo pero nunca se presentó la oportunidad. Jason Statham ha hecho de su carrera cinematográfica sinónimo de acción y explosiones pero, a diferencia de sus colegas en este rubro, el actor no se ha mostrado en sobrecargadas películas de gran presupuesto (Más allá de Los Indestructibles y Rapidos y Furiosos). Statham siempre ha estado en productos de mediano y bajo presupuesto, manteniendo vivo este tipo de thriller de acción que ya no aparece en demasíada por las salas. De tanto en tanto, Jason Statham protagoniza algún film de buena calidad /reputación, como es en caso de El Gran Golpe (The Bank Job), El Código del Miedo (Safe) o Snatch. En el caso de Línea de Fuego, el guión de Sylvester Stallone no ofrece nada nuevo ni está bien construido como para enganchar al público. La dirección de Gary Fleder, más allá de ser competente en lo técnico, no saca provecho de la situación para hacer de este largometraje algo más que un producto desechable. Lo único que sostiene al film son las performances de los actores: James Franco (127 Horas) se divierte tanto como Winona Ryder (El Cisne Negro) haciendo de los antagonistas de turno, mientras Statham cumple a la perfección con el papel que le tocó, que también ha hecho muchas veces a lo largo de su trayectoria. Línea de Fuego puede llegar a entretener a algunas personas pero, siendo un producto carente de personalidad, lo más probable es que inpire aburrimiento a pesar de su ajustados 100 minutos de duración. Por suerte, en el 2015 Statham aparecerá como villano en la nueva entrega de Rápidos y Furiosos, solo resta saber si saben aprovechar al este actor y así poder olvidar el amargo trago que es Línea de Fuego.
Basada en la novela homónima de Judith Viorst y dirigida por Miguel Arteta (The Office, House of Lies), con un guión del debutante Rob Lieber, Alexander y Un día Terrible, Malo, Muy Malo es la nueva comedia de Steve Carrell (El Agente 86) y Jennifer Garner (Elektra) producida por Disney y The Jim Henson Company. Alexander y Un Día Terrible es un film para toda la familia, con un tono decididamente inofensivo, poco realista y en clave de comedia. Por lo tanto no hay humor inapropiado ni nada que se le parezca. Lo que este film se asemeja extrañamente es a una pelicula típica del cine catastrofe (como Volcano o Dante's Peak) pero para niños: autos que se destruyen, muebles que se rompen, accidentes domésticos, etc. pero sin graves consecuencias. Alexander y Un Día Terrible carece de personalidad, es un producto fácilmente descartable pero es allí donde los actores rescatan al material del olvido, en especial Steve Carrell como el padre de la familia. Otros elementos que hacen todo más ameno y ayuda al tono es la música compuesta por Christophe Beck (Frozen: Una Aventura Congelada) y la corta duración del film (unos 81 minutos aprox.). Alexander y Un Día Terrible es una película disfrutable a pesar de tener un guión fácilmente descartable, el hecho de que el film logre convencer al público es gracias a las performances de los actores y del equipo técnico. Los chicos van a salir contentos y los padres van a salir aliviados de que dicho largometraje no haya sido una tortura, en especial debido a la corta y justa duración.
El director John Carney, conocido por su aclamada película Once, vuelve con otro trabajo con temática musical. Los protagonistas de este nuevo film titulado ¿Puede una Canción de Amor Salvar tu Vida? (Begin Again) son Mark Ruffalo (Los Vengadores) y Keira Knightley (Buscando un Amigo para el Fin del Mundo). Este producto es un drama musical sobre un productor/ejecutivo musical que descubre en una mujer inglesa un talento natural para componer canciones. Principalmente, este film retrata la amistad entre un hombre y una mujer sin que haya un costado romántico, algo poco usual en el cine. Pero es la música el principal motor que impulsa al largometraje cuando el guión, escrito por el mismo Carney, cae en clichés o no hace avanzar la trama. Por suerte, la pareja de Knightley/Ruffalo es lo suficientemente atractiva y simpática como para poder entretener a los espectadores. ¿Puede una Canción de Amor Salvar tu Vida? incluye como curiosidad composiciones cantadas por la propia Knightley. Otro elemento atractivo de la película es la inclusión de la ciudad de Nueva York como escenario para grabar dichas canciones, convirtiendo al lugar en otro protagonista. ¿Puede una Canción de Amor Salvar tu Vida? no es una gran película, pero sí es muy agradable y tiene la capacidad de levantar los ánimos de quien la vea. Sin grandes ambiciones, el director/guionista John Carney logra hacer las cosas lo suficientemente bien como para hacer de este largometraje un buen pasatiempo.
Basada en la novela homónima de James Dashner, The Maze Runner es la primer parte de una saga que consiste en tres secuelas y una precuela. El film fue dirigido por el debutante Wes Ball, quien formó parte del equipo de efectos visuales en trabajos como Beginners: Así se siente el amor. Esta película entra en la serie de adaptaciones de novelas categorizadas como Young Adult (Joven Adulto). The Maze Runner está situada en un futuro distópico en donde un grupo de jovenes se encuentra aprisionado en un lugar cuyo área más peligrosa es el laberinto que los rodea. El largometraje recuerda a obras de la literatura como Lord of the Flies o El Laberinto del Minotauro por momentos. De la larga lista de adaptaciones de libros para jóvenes, The Maze Runner es el film más ajustado, con una estructura más clara y precisa. La película comienza abruptamente y no pierde el tiempo en una lenta explicación/exposición o construcción del mundo apocalíptico que habitan los protagonistas con la mera excusa de crear secuelas. El producto peca de tener un tono solemne, pero lo compensa con un clima tensa y un tanto misterioso, lo cual logra que la película sea entretenida a pesar de que por momentos se tome demasiado en serio a sí misma. Uno de los puntos menos distintivos de la película es sin dudas su fotografía en la que todo termina pareciéndose y llega a aburrir al espectador. Por suerte el film no comete los pecados de tener una premisa imposible de explicar o toques excéntricos como la vestimenta de la clase gobernante en Los Juegos del Hambre. The Maze Runner no logra ser algo más que un producto cuidado, que se destaca dentro de las recientes películas basadas en best-sellers en el hecho de ser narrativamente eficiente (dura 113 minutos), lo cual no es poco. Los jovenes protagonistas no despuntan en sus performances, pero tampoco se alejan demasiado de lo que se espera de ellos, quizás sea necesario desarrollar todo su potencial en la próxima entrega que por lo pronto no es más que un proyecto
El director Luc Besson es conocido por haber dado al cine creaciones como Nikita (La Femme Nikita), Leelo (El Quinto Elemento), Leon (El Perfecto Asesino) o Frank Martin (El Transportador), pero ha estado lejos de su mejor momento en los últimos años, con esporádicos trabajos como realizador, incluyendo films como Familia Peligrosa (The Family) o La Fuerza del Amor (The Lady) que pecaban de insulsos. Todo esto cambió con la llegada de Lucy, con Scarlet Johansson (Los Vengadores) como protagonista. Últimamente se han estrenado productos que trataban el mito del uso total del cerebro humano, como Trascendence: Identidad Virtual o Sin Límites, con resultados más que deplorables en casi todos los casos. En cambio, Lucy triunfa sobre sus antecesores al no tomarse la premisa en serio, sino que la utiliza como excusa para explotar la imaginación combinando un montaje alocado, espectaculares y exageradas escenas de acción con secuencias absurdas como el big bang, imagenes de animales en la naturaleza, divisiones de células, etc. Besson no intenta justificar o darle una lógica científica a su historia, tampoco impone un tono serio o solemne, sino que mantiene al largometraje en constante movimiento, con una atmósfera ligera y pasatista. Lo que logra Besson es uno de sus mejores trabajos en años, que recuerda los mangas o animés japoneses, obras en donde se pierde rápidamente el contacto con la realidad cotidiana (Ayuda a que parte de la película suceda en una ciudad asiatica, aunque en este caso sea Taipei). Es en Lucy donde Besson suelta su imaginación y sus instintos cinematográficos, haciendo de este producto un excitante estado psicodélico que, a medida que avanza la cinta, se suelta de las ataduras a la realidad y va a un universo purante cinematográfico. Es importante destacar que gracias a una estructura ajustada, el film se mueve a buen ritmo y que nunca decae, también sirve que las tomas o escenas hechas por el equipo creativo son claras y nunca apelan a confundir al espectador con el uso de la cámara en mano o cortes rápidos. Nada de esto funciona sin el reparto, que ha sido bien elegido, tanto Johansson como Morgan Freeman o Min-sik Choi. Lucy no es un film para todo el mundo ya que su infantil premisa puede alejar a cierta parte de los espectadores, pero logra ser, con un gran uso del absurdo y toques de humor, un seguro entretenimiento con cierta sofisticación audiovisual difícil de igualar por momentos. Luc Besson ha regresado luego de una largas vacaciones con algo digno de su ilustre carrera.
Los negocios dictaminan el quehacer de Hollywood y es por eso que existe una nueva secuela en la saga de Transformers, luego del enorme éxito de las tres primeras partes. El director Michael Bay (Pearl Harbor) vuelve a estar a cargo de la saga, con Mark Wahlberg (Max Payne) encabezando el nuevo reparto, sin Shia LaBeouf a la vista. Con el equipo creativo renovado y una nueva situación argumental para el film ¿Transformers: La Era de la Extinción logra reiventar la saga como lo hizo el director Justin Lin con la saga de Rápido y Furioso en el 2009? Para poder contestar la pregunta hay que empezar por la narrativa de Transformers: La Era de La Extinción, la cual fue escrita por Ehren Kruger, responsable argumental de las dos últimas entregas de la saga. Difícilmente puede haber una nueva perspectiva o mirada fresca en la franquicia al utilizar al mismo guionista, lo que sí se asegura es en caer en las mismas debilidades de los anteriores guiones, lo cual finalmente sucedió: Uno de los ejemplos más evidentes es que las motivaciones de los personajes son poco claras, en especial la de los antagonistas (por ejemplo, no es evidente por qué los humanos ayudan a destruir a los héroes, los autobots). Se hace claro que no supieron resolver el porqué de las acciones de los villanos y recurrieron al clásico "no importa ya que van a haber explosiones por doquier" que siempre se emplea en esta saga. Al no tener motivaciones claras la estructura de la historia empieza a derrumbarse, ya que no llega a tener importancia lo que pasa ni el destino de los personajes. Al tratar de mantener todo esto de pie, la película empieza a alargarse y a emplear McGuffins (elemento que sirve para que la trama avance, pero que no tiene importancia en sí mismo) para poder mantener el ritmo. El problema de los McGuffins utilizados, la Semilla y el Transformium, es que evidencian la carencia creativa de no poder mantener la narrativa en movimiento sin recurrir a artificios ya utilizados hasta el hartazgo en la saga de Transformers. El problema que genera las motivaciones confusas y los McGuffins obsoletos es que la información sobre la trama llega muy a cuenta gotas al espectador, por lo cual el largometraje tarda casi 1 hora en exponer el conflicto principal y para ese entonces el público perdió gran parte del interés en lo que sucede en la pantalla. Por último, el guión es realmente inefectivo en lo que a diálogos y chistes se refiere, cuando Optimus Prime habla hace recordar a un Yoda menos inteligente ya que lo que dice es cursi o no tiene sentido alguno, pero en todo afecta un tono de solemnidad. El protagonista Mark Walhberg sólo habla en clichés e intenta en vano mantener la virginidad de su hija a través de argumentaciones poco creíbles. Todo esto contribuye a film con un tono esquizofrénico que no logra ni hacer reír ni a tomarse en serio lo que pasa durante su duración. Por otro lado, Michael Bay sigue apostando a los diseños indescifrables de los robots, escenas de acción confusas, largas y aburridas, imágenes sobresaturadas, música fuera de lugar y tomas tan exageradas que causan gracia sin querer. Contestando la pregunta del principio de esta crítica, Bay no logró renovar la franquicia (como sí lo hizo su colega Justin Lin con Rápido y Furioso) ni parece importarle, ya que Transformers: La Era de La Extinción dura 165 Minutos. A juzgar por la recaudación del producto, habrá otras secuelas más para probar cuán bajo puede caer esta saga. En definitiva, Transformers: La Era de La Extinción es igual a todas las demás entregas de esta saga.
Basada en la novela homónima de Veronica Roth, Divergente es un film de ciencia ficcion dirigido por Neil Burger (El Ilusionista, Sin Límites) y protagonizado por Shailene Woodley (Los Descendientes, The Spectacular Now), Theo James (Conocerás al Hombre de tus Sueños), Kate Winslet (Aires de Esperanza), Miles Teller (The Spectacular Now), Zöe Kravitz (X-Men: Primera Generación), Jai Courtney (Jack Reacher, Duro de Matar: Un Buen Día para Morir) y Ashley Judd (Ataque a la Casa Blanca).El mundo de Divergente está dividido en 5 facciones basadas en virtudes humanas: Abnegación, osadía, erudición, cordialidad y verdad. Las facciones fueron creadas despues de una gran guerra que destruyó a todo el mundo excepto Chicago, estas facciones sirven para mantener el orden en el lugar. A los 16 años, los jóvenes deben elegir a que facción pertenecen y, si superan las pruebas de iniciación en la facción de su elección, se quedan en ella. Si no aprueban, son destituidos, se quedan sin facción y sin lugar en la sociedad. Las personas que demuestren tener más de una virtud son consideradas peligrosas, se las denomina divergentes y son eliminadas. La protagonista del largometraje es una divergente que debe ocultar su condición del resto de la gente y al mismo tiempo superar el proceso de iniciación, en medio de un clima de golpe civil. Divergente sufre en su guión debido a la falta de coherencia en la sociedad que se ha construído en base a las facciones anteriormente mencionadas, ya que las emociones y experiencias humanas no pueden ser reducidas a una sola categoría. Es cierto que en el mundo real también se convive con arbitrariedades e injusticias pero, si una de las subtramas del film es el derrocamiento de un gobierno liderado por una facción, al menos los realizadores podrían haber traído un poco de sentido común, una explicación lógica, etc. para hacer que dichos momentos en Divergente sean más creíbles. Más allá de las inconsistencias, Divergente es un producto dirigido a los adolescentes ya que probablemente se identifiquen con la protagonista: se siente alienada de quienes la rodean, sin aceptación por su condición, se espera que cumpla con las reglas y objetivos impuestos, etc. La protagonista, al mismo tiempo que enfrenta estos problemas, debe resolver su lugar en este mundo. En definitiva, se pregunta lo mismo que cualquier adolescente: ¿Quién soy? Quizás es por esto que lo más rescatable de la película sea el trabajo de Shailene Woodley y el arco dramático de su personaje, debido a que el desarrollo del personaje (en especial en la etapa de entrenamiento e iniciación en la facción elegida) es explorado de manera intensiva y esto le da a Woodley la posibilidad de explorar distintas áreas de su papel, con éxito. Incluso la trillada subtrama romántica está prolijamente realizada, sin edulcoramiento ni demasiado melodramatismo. Quizás los peores elementos de Divergente son la falta de ritmo y la edición poco rigurosa que se aplicó al fim (que dura 139 minutos), es por eso que la protagonista tiene tanto peso que la trama termina siendo esporádica, por momentos abrupta, y finalmente, de poca importancia para los espectadores. Ni hablar de la música hecha por el artista Junkie XL (300: El Nacimiento de un Imperio) y producida por Hans Zimmer El Hombre de Acero), que parece hecha más para una fiesta tecno que para un film, ya que tonalmente la música está en discordancia con la película.El hecho de que Divergente termine con un final abierto para futuras secuelas, ya que hay 2 libros más escritos por Roth, hace parecer que el producto está inconcluso, lo cual molestará a los espectadores. Divergente es un producto mediocre que ganará algunos fans gracias al personaje interpretado con convicción por Shailene Woodley. Al menos Divergente es mejor que la saga de Crepúsculo, La Huésped, Hermosas Criaturas, Cazadores de Sombras: Ciudad de Huesos, y demás adaptaciones de libros para jóvenes adultos.
Luego de hacer su particular versión de los Tres Mosqueteros, el director inglés Paul W. S. Anderson vuelve al cine con su nuevo film Pompeii, con un reparto en el que están Kit Harington (Game of Thrones), Emily Browning (Sucker Punch), Kiefer Sutherland (La serie 24), Jared Harris (Mad Men) y Carrie Ann-Moss (La saga de Matrix). Con Pompeii, Anderson y sus guionistas intentaron hacer una suerte de Titanic, utilizando los mismos elementos de un romance prohibido y una catástrofe histórica de por medio. Pero también se inspiraron en Gladiador, lo cual se hace notorio en la amistad que entabla el protagonista (Harington) con un gladiador africano (Adelawe Akinnuoye-Agbaje) que juntos pelean en el coliseo de Pompeya como preámbulo de la venidera catástrofe a la cual son ajenos. Al igual que en Gladiador, hay una subtrama en donde el antagonista (Sutherland) tiene un gran poder político y tiene el objetivo de poseer al interés amoroso (Browning) del protagonista. ¿Cómo se compara el nivel Pompeii con el de Gladiador y Titanic? No se compara. En especial si se tiene en cuenta que las otros films no son excelentes pero sí funcionan dentro de su planteo. Pompeii no logra en ningún momento despegarse de sus influencias y el guión no ayuda ya que hay momentos más que aburridos o expositivos que parecieran nunca terminar. La película no logra obtener un ángulo novedoso a su narrativa más allá del lugar y tiempo en el que está situado. Su relato tampoco resulta visceral, violento ni particularmente apasionado, con lo cual quizás hubiese sido mejor idea hacer que la duración del largometraje sea más corta y utilizar un tono más clase B, ya que la presunta seriedad que se le da a la película resulta inadecuada. Más allá de ser el film más técnicamente prolijo de Paul W. S. Anderson en cuanto a efectos especiales, 3D, vestuario y diseño de producción en general, Pompeii fracasa en su intento de establecerse como la épica romántica del año (si es que acaso se lo propuso). Con su pareja de actores principales siendo inexpresivos y con su guión mediocre el film del Anderson pasará al olvido rápidamente.