Alejandro Venturini presenta Favio: Crónica de un director, un recorrido por la historia de Leonardo Favio, con anécdotas de conocidos y familiares. “El cine es hermoso, es muy verdugo, pero es hermoso. Es como el amor cuando queres escapar de él no podes”. Con esta frase Favio define el oficio como director y como parte de la historia del cine, en un documental que encuentra el equilibrio entre el homenaje y el registro académico. Con una duración de dos horas, en ningún momento Favio: Crónica de un director se hace densa o extensa; todo lo contrario. La riqueza del trabajo del director no solo se refleja en su lograda filmografía, sino también en todo aquello que rodeaba el rodaje, aquellas anécdotas de familiares y conocidos; y aquellos que trabajaron con él. Desde Crónica de un niño solo; pasando por Soñar Soñar, Aniceto, Nazareno Cruz y el lobo; y llegando a hasta Gatica, el mono; Alejandro Venturini Falconi hace un recorrido por la obra del autor; que no era ajena a sus experiencias y su vida personal. A la par de las entrevistas, cada actor vuelve a recitar parte de sus trabajos, volviendo a quedar inmortalizados en la historia; incluso Natalia Pelayo vuelve a bailar una escena de Aniceto (2008). Favio: Crónica de un director da una muestra desde lo más íntimo, su pueblo natal de Mendoza, hasta lo más público, su relación con el peronismo.
El director de Napoleon Dynamite y Nacho Libre, Jared Hess, estrena su nueva comedia Locos de Mentes, con Zach Galifianakis, Owen Wilson, Kristen Wiig y Jason Sudeikis. Un guardia nocturno de una compañía de autos blindados en el sur de los Estados Unidos, organiza uno de los robos bancarios más grandes de la historia norteamericana. Esta comedia basada en hechos reales, parte de la extravagante vida de David Ghantt (Galifianakis), un hombre confiado y servicial; comprometido con una mujer bastante loca; pero cansado de su vida actual. El actor pone todo su repertorio de chistes y gestos en su interpretación, que comienza muy bien, logrando captar el público y dejarse llevar por la historia, pero a medida que continua, los chistes se convierten en obvios o van desapareciendo para dar lugar a los eventos “reales” del robo. Kristen Wiig, Owen Wilson y Jason Sudeikis son grandes comediantes, pero aquí se acotan a sus papeles; ninguno sobresale salvo por ciertas escenas y presentaciones ya explicitas en el guión. Finalmente, se nota que este trabajo no tiene un guión de Hess, acostumbrado a crear personajes o relatar historias llevadas a lo ridículo y lo extremo; algo que por momentos Locos de Mentes tiene, pero se va perdiendo en el camino.
Tom Hanks vuelve a ponerse en la piel de Robert Langdon en Inferno de Ron Howard, una tercer parte más vacía e incongruente que sus dos previas aventuras. El catedrático de Simbología de Harvard, el profesor Robert Langdon (Tom Hanks), despierta sin memoria en la habitación de un hospital de Florencia. Sienna Brooks (Felicity Jones), una de los médicos que le atienden, le dice que no tiene recuerdos de los últimos dos días debido a una conmoción cerebral que sufrió tras ser rozado por una bala. La doctora ayudará a Langdon a recuperar sus recuerdos. Ante la amenaza de una plaga que pondrá muchas vidas en juego, Langdon será la última esperanza de la humanidad. En esta nueva aventura, Langdon formará equipo con la doctora Sienna. Juntos, en una carrera a contrarreloj, recorrerán Europa para frustrar un complot global mortal. Presentado todo esto, el argumento puede que venda más de lo que proyecta la película. El comienzo es quizás el punto más interesante de la trama. Las alucinaciones que sufre Langdon generan más intriga al espectador, pero no se mantienen a lo largo del film. Los límites entre la fantasía y la realidad; y los misterios que esconde el pasado siempre fue el punto fuerte y atractivo del universo creado por Dan Brown. La película avanza a tropezones con una ilógica tras otra, un recorrido por monumentos históricos sin justificar el arco argumental. Tom Hanks no se siente cómodo en su personaje y parece más un trabajo apresurado con su amigo Ron Howard que otros roles que ha hecho la estrella consagrada. Caso contrario el de Felicity Jones, que no excede su lugar, y su personaje es más interesante que el de Audrey Tautou en El Codigo Da Vinci. El villano de la película también es un personaje redondo en el concepto de la trama, entre psicópata y romántico; aunque el argumento le queda mejor a Samuel L. Jackson en Kingsman: Servicio Secreto. La resolución, sin entrar en spoilers, esta tan agarrada de los hilos que no tiene justificación; algo que difiere del final de la novela de Dan Brown.
Hoy llega el estreno de la película de terror y supervivencia, Viral de Henry Joost y Ariel Schulman (Actividad Paranormal, Nerve) ; un intento de contar una historia que podría estar bien, si no fuera que ya la vimos decena de veces. Stacey, una joven que vive en una urbanización de los suburbios con sus padres y su hermana Emma, verá cómo su vida cambia por completo cuando un virus letal comienza a extenderse por el vecindario en una ciudad que se declara en cuarentena. Hay muchas formas de contar una película apocalíptica, están las contemplativas como La carretera y otras que se apoyan más en la acción como Mad Max: Furia en el Camino. Otro subgénero es el del brote de una pandemia, ya sea como 28 días después o Guerra Mundial Z. Viral entra en esa categoría, pero sin un protagonista que se destaque o que evolucione debido a los cambios sufridos; se estanca en algo rutinario y ya visto o incluso es un capítulo más de The Strain, la serie de Guillermo del Toro. Las similitudes que tiene con esta última son enormes, desde la propagación de la infección, el punto de vista de los militares e incluso un experto en patología (que no aporta nada en la historia). Finalmente hay que aclarar que en esta ocasión el poster que acompaña el estreno de la película no tiene nada que ver con lo que pasa realmente en la misma.
Hoy se estrena el film Los Malcriados de Felipe Martinez Amador; co-producción argentina/colombiana. Manuel Rico es viudo y vive con sus tres hijos: Javi, Bárbara y Charly, en la mansión familiar ubicada en la sabana de Bogotá. Manuel ha consentido demasiado a sus hijos para compensar la ausencia de su madre pero también ha sido un padre un tanto ausente por sus obligaciones profesionales. Desbordado por los disgustos de haber criado a tres vagos irresponsables, Manuel sufre un infarto. Entonces, todo cambia; Su empresa ha sido denunciada por desfalco y todos los bienes embargados, lo que obliga a sus malcriados hijos a ocultarse en una vieja casa destartalada en el barrio Las Nieves y como si fuera poco, les tocará hacer lo que nunca se imaginaron: trabajar por primera vez. Al final todos aprenderán una gran lección. Familia es familia!. Malcriados es la típica comedia familiar donde se trata de aprender una lección en la vida. Los hijos ricos que viven de arriba y nunca maduran; son forzados a llevar una historia de clase de media para aprender su lugar. El argumento es medio forzado, la idea de que estos jóvenes aprendan tan rápido a ser honestos y trabajadores es un poco floja y parece más la magia del cine; que una historia bien contada. La conclusión final tampoco termina siendo muy lógica, aprenden que a partir del engaño (uno elaborado) pueden conseguir lo que quieren. Una treta, bastante común en la gente de poder.
Jason Statham vuelve a ser Arthur Bishop, el mecánico o el especialista, en esta segunda parte titulada resurrección. El asesino a sueldo más peligroso del mundo pensó que había dejado su pasado criminal en el olvido, hasta que su peor enemigo secuestra a la mujer de su vida. Ahora se verá obligado a viajar por el mundo para completar tres asesinatos imposibles y hacer lo que mejor sabe… que se vean como accidentes. Jason Statham es quizás el actor de acción más carismático del nuevo grupo. No es extrañar que se haya destacado en films como Snatch o Spy. Desde allí, su repertorio de sagas han pasado del El Transportador hasta Los Mercenarios. La remake de El Especialista (alguna vez protagonizada por Charles Bronson) lo tiene en un papel que no brinda muchas lineas en sus diálogos; pero que tampoco propicia una buena cantidad de patadas y golpes. Como bien lo dice el título, la elaboración de los asesinatos y las tretas que realiza para lograrlos, es lo más interesante del film. Las ciudades son un condimento al flojo argumento, por lo menos sirven de excusa para que el protagonista recorra el mundo y lleva al espectador a estos lugares paradisíacos. Aunque hay que felicitar por lo menos la escena de la piscina, que bien puede ser inhópista y e irreal; sale fuera de lo común e impacta en su forma de estar filmada y elaborada.
Hoy el western se hace presente, con el estreno de Los siete magníficos de Antoine Fuqua; con Denzel Washington, Chris Pratt y Ethan Hawke. Los habitantes de Rose Creek, atemorizados bajo el control del industrial Bartholomew Bogue, deciden contratar a siete forajidos para terminar con la amenaza: Sam Chisolm (Denzel Washington), Josh Faraday (Chris Pratt), Goodnight Robicheaux (Ethan Hawke), Jack Home (Vincent D´Onofrio), Billy Rocks (Byung-Hun Lee), Vasquez (Manuel García Rulfo) y Red Harvest (Martin Sensmeier). Sin embargo, pronto se darán cuenta estos siete que están luchando por algo más que el simple dinero. Remake de Los Siete magníficos de John Sturges (1960), que fue protagonizada por Steve McQueen, Charles Bronson, Eli Wallach; entre otros. A su vez, basada en otra obra maestra como fue Los Siete Samurais de Akira Kurosawa (1954) con Toshino Mifune (que Takashi Mike también homenajeo en su film 13 asesinos). Esta nueva versión toma mucho de su original, y de los aspectos del género clásico del western. La música, los héroes y los villanos estereotipados; y el escenario donde se desarrolla gran parte de la acción. Se adapta a la tiempos que corren, donde la acción vende más que los diálogos, aunque Fuqua y se guionista Nic Pizzolatto (True Detective) encuentran el momento justo para todo. Desde la moral y la serenidad de Denzel Washington, pasando por la figura cómica y héroe del momento Chris Pratt, y la acción más en manos de Byung-hun Lee (I Saw the Devil, G.I. Joe). Ethan Hawke relega su figura pero tiene grandes momentos con su co-protagonista Denzel; con quien ya había trabajado en Día de Entrenamiento. Fuqua, es más reconocido por sus trabajos en films policiales y de gangsters, allí se ve su estilo. Los Siete Magníficos, recuerda más su paso por la fantasía épica de El Rey Arturo. Mientras que allí, el honor era catalizador de las decisiones de los protagonistas; aquí la redención es la clave para entender el accionar de cada uno. El pasado de los personajes no es algo que haya tiempo para mostrar, algunos detalles comienzan a formarse a lo largo del film, y esto ya es más que suficiente para el espectador.
Hoy llega el esperado estreno de Gilda, no me arrepiento de este amor; dirigida por Lorena Muñoz (Yo no se que me han hecho tus ojos, Los próximos pasados) y protagonizada por Natalia Oreiro. Gilda, no me arrepiento de este amor cuenta la verdadera historia de Myriam Alejandra Bianchi (Natalia Oreiro) sus comienzos como maestra jardinera y como fue incursionando en el mundo de la música tropical; hasta llegar a la fama y convertirse en Gilda. La historia a su vez retrata la situación con su familia y amigos; haciendo lugar a momentos de flashbacks y su relación con su padre. Las películas biopic suelen ser bastante centradas en lo narrativo. El guión y el protagónico son parte principal de esta clase de films. En Gilda, no me arrepiento de este amor; hay mucho de esto, pero primero es esencial destacar la labor de su directora Lorena Muñoz. Con una visión única, la realizadora se sumerge en su primer ficción después de haber dirigido dos documentales. Pero no eran esos documentales ajenos a lo personal y sentimental, tanto Yo no se que me han hecho tus ojos como Los Próximos Pasados, son trabajos muy íntimos, y este toque fue lo distintivo para construir esta versión de Gilda. Conjugando recursos de puesta en escena, encuadres, iluminación y primeros planos o planos secuencias, la cámara se convierte en un protagonista más del film. Un vinculo de confianza entre Gilda y el espectador. Natalia Oreiro cumplió su sueño de interpretar a Gilda, por momentos el guión lleva a que los conflictos que suceden en el film, doten de una excesiva actuación por parte de la actriz; y es allí donde la realidad supera a la ficción, y el público va a ver más a Oreiro que a Gilda. La idea de haberla hecho con otra actriz hubiera sido totalmente diferente, pero cuantas veces pasa que es imposible no ver al actor (cuando tiene peso) por encima de su interpretación. Pensemos en I’m Not There, en donde Todd Haynes jugo con diferentes actores las diversas personalidades del cantante Bob Dylan. El resto del reparto cumple su rol, el de acompañar el protagonismo de Natalia Oreiro, sus escenas giran alrededor de Gilda; y la película no tiene el tiempo suficiente para explayarse en otras miradas. Incluso los flashbacks, dejan al espectador con más ganas de ver esta relación entre una joven Myriam (Angela Torres) y su padre (Daniel Melingo). Dentro de los actores secundarios se destaca la labor de Lautaro Delgado, que interpreta al esposo de la cantante, frio por momentos y emotivo en otros. Otro detalle a destacar es la compaginación entre las escenas y la banda sonora del film. Con un montaje puntilloso, no solo el ritmo de las mismas esta bien, sino que también las letras se ajustan a la narrativa del film.
El terror juvenil llega a los cines con Satanic: el juego del demonio de Jeffrey G. Hunt. La historia sigue a una camioneta llena de jóvenes universitarias que visitan lugares viejos y misteriosos en Los Ángeles, donde se reportó entre 1980 y 1990 una ola de casos de rituales sexuales y violación infantil, marcando una era de miedo entre los habitantes de las inmediaciones. Las estudiantes siguen al extraño propietario de una tienda oculta y espeluznante, sólo para encontrarse salvando a una chica sospechosa de lo que aparenta ser un sacrificio humano. Esta “víctima” será mucho más peligrosa que el culto del que escapaba y las amigas tendrán que descubrir de qué se trata. Películas de terror en Estados Unidos hay muchos y de todos los aspectos. La verdad es que no todas llegan a las salas de cine y algunas estan acotadas a un presupuesto que las llevan directo a DVD/Bluray. Satanic el juego del demonio es el caso, aunque aquí llega a los cines de Argentina. Tenemos malas actuaciones (eso no es novedad en el género), a eso se le suman momentos aburridos o previsibles; tengan en cuenta que pasan 30 minutos de película y la historia no avanza. Tantos esteriotipos la convierten en tediosa, la joven inocente, el futbolista “macho alfa”, la “rarita” más interesada en las fuerzas oscuras y el “geek” que hace chistes. Si algo enseño The Cabin in the Woods, es como ser originales, con un buen guión. El año pasado, la temática satánica se interiorizaba y con mucho detalle, en el film Invocando al demonio de David Jung. Sin ningún tipo de criterio, Satanic se apoya en eventos reales como la masacre del clan Manson, pero no aprovecha la curiosidad de los mismos; y se agota en una cinta que no aporta nada nuevo en el género.
Warner continua con la construcción de su universo DC, después de las fallas de Batman vs Superman, ¿puede El Escuadrón Suicida de David Ayer pasar la prueba de fuego? Mejora, pero todavía tiene mucho trabajo que hacer. Es imposible no comenzar la nota sin comparar el esfuerzo que esta haciendo Warner en su universo de superhéroes de DC con lo que hizo Disney en Marvel. Cada película debe funcionar individualmente pero mantener un hilo argumental que las engloble por igual. Todas pertenecen a un nuevo subgénero de fantasía dedicado al mundo de superhéroes, que ha visto una creciente popularidad en el siglo XXI. La dificultad de adaptar entrañables personajes reside en las transposiciones de géneros. Del cómic al cine. Y una de las aristas que mucho se a hablado este año es la pelea entre los fanáticos y el periodismo especializado. El mundo del cómic tiene décadas de publicación, millones de fanáticos y los estudios deben encontrar la manera de satisfacer a todos los posibles espectadores. Hacer una película solo para los fans, como a objetado el director de Escuadrón Suicida, David Ayer; seria no simpatizar con aquellos amantes del cine y desconocedores del material. Y aquí comienzan los problemas. Escuadrón Suicida tuvo mucha expectativa y mucha curiosidad. Cumplió en algunos aspectos pero fallo en otros. La película arranca con una extensa introducción a estos nuevos anti-héroes, más cercanos a villanos que a los rebeldes cazarecompensas de Guardianes de la Galaxia. Con tintes del policial tan común en la filmografía de Ayer, y bastante cultura pop art en las gráficas y vestimentas de los protagonistas, desfilan los logrados Deadshot (Will Smith) y Harley Quinn (Margot Robbie); y una gama de actores y personajes extras que la pantalla no da tiempo suficiente a elaborar. La falta de tiempo es otra punta que le juega en contra al universo DC, mientras que en Batman vs Superman, Zack Snyder quiso condensar el enfrentamiento de los dos astros, la introducción de La Mjer Maravilla, Doomsday y los inicios de la Liga de la Justicia. En Escuadrón Suicida la pretensión es menor, pero la acción es mucho más frenética, sin dar tiempo o respiro a que el espectador asimile lo que esta viendo. Incluso las coreografías fueron juntadas de varios recortes y están desprolijas. Y las mismas contrastan mucho con los momentos de reflexión. Volviendo a los actores, Will Smith se aleja un poco del protagonismo pero no tanto, sigue siendo el líder de la banda y sus intenciones son las más lógicas. Margot Robbie se roba cada momento con su excéntrica Harley Quinn. Su amor incondicional por el Joker y su doble agenda son quizás los momentos más logrados del film. Jared Leto aunque con ciertas falencias, realiza un Joker que mezcla un gangster y un delicado romanticismo más cercano al de Jack Nicholson, que al de Heath Ledger. Deja al espectador con ganas de ver más. Los villanos son un problema en todas las películas de superheroes, sus intenciones son difusas y su accionar más intrincado. Escuadrón Suicida no es la excepción, Sin revelar detalles del enemigo; su labor hace aguas y queda vacía frente al desarrollo de la película. Dejando a pensar que la película podría haber sido simplemente un enfrentamiento contra The Joker. Por otro lado, un punto a favor es la banda sonora, algunos tintes de los 80, pero con temas propios que sincronizan con cada una de las escenas, e incluso identifican con cada personaje. Escuadrón Suicida es una película que tuvo muchos recortes, quieran o no admitirlos, los montajistas cambiaron a cada rato en la postproducción y el producto final se siente uniforme. Sus protagonistas salvan la película, incluso Jai Courtney se presenta a gusto con su personaje como El capitán Boomerang; y Jay Hernandez como Diablo sorprende a pesar de su breve desarrollo.