Dirigida por Paul Fieg (Bridesmaids, Spy) llega el estreno navideño de Diciembre, Last Christmas: otra oportunidad de amar. Kate (Emilia Clarke) vive enojada y amargada mientras camina por Londres. Un dia en su trabajo, en una tienda navideña, mira por la ventana y lo ve a Tom (Henry Golding). El entusiasmo de él trata de hacerle ver otro aspecto de la ciudad y de la gente que la rodea. De a poco Kate empieza a creer que puede seguir su sueño de ser cantante y también concretar una relación amorosa. Las películas románticas navideñas ya son casi un subgenero para esta etapa del año. El público se acostumbró a ver esa imagen europea o norteamericana de las fiestas nevadas y nada más lejos que el calor que nos aqueja en la Argentina. Pero dejando de lado esta crítica geográfica, no hay lugar a dudas que las comedias románticas que giran alrededor de navidad terminan construyéndose con un arco argumental bastante similar (con alguna que otra vuelta de tuerca diferente). Chica conoce a chico, no son compatibles, crisis familiar o laboral, depresión y finalmente aprender el verdadero significado de la navidad. En el caso de Kate, aceptarse a ella misma y compartir lo que tiene con otros. Last Christmas: otra oportunidad para amar tiene algunas sublineas que retratan temas actuales en Londres como el Brexit, la inmigración y la homosexualidad; aunque no le da el tiempo suficiente para desarrollar cada una. Con respecto a la vuelta de tuerca, que algunas películas se esfuerzan por destacarse para diferenciarse en el género, es un poco predecible pero tampoco es que afecta tanto al desarrollo de la trama. Last Christmas: otra oportunidad para amar tiene correctas actuaciones y algunos chistes bien marcados, pero no tiene la originalidad de otros trabajos de Paul Feig; aunque en este caso el guión esta a cargo de Emma Thompson. Como película romántica navideña es simpática y será disfrutada por el público asiduo al género.
Otra típica cinta de terror llega a los cines, Golem: la leyenda, de Yoav Paz y Doron Paz, mezcla elementos conocidos de la cultura judía con la venganza y el suspenso. Esta producción de Israel presenta la historia de un pueblo judío recluido y muy devoto. Unos hombres en contra de las costumbres de esa gente, los amenazan y los tienen como rehenes, ya que creen que la plaga que los afecta y ha matado a sus familias es culpa de las creencias del rabino y sus seguidores. Para hacer algo al respecto Hanna, una mujer que ha estudiado la cábala, decide crear un golem, pero en vez de una criatura enorme y monstruosa hace un niño, al parecer, inocente a semejanza del hijo que ella perdió. Obviamente todo se sale de control cuando el «niño golem» asesina no sólo a los usurpadores, sino también a todos aquellos que cree que quieren hacerle daño a él o a su figura materna Hanna. En un clima que evoca a La bruja de Robert Eggers, pero sin la complejidad de esta, Golem: la leyenda trata de construir una historia basada en leyendas pero tampoco da tanto tiempo para explicarlas. Pareciera que cualquiera con un poco de conocimiento podría crear una criatura como el golem. Los enemigos fuera del pueblo no parecen ofrecer mucha amenaza a los lugareños y la figura del jefe tampoco está desarrollada, para bien o mal, ni como victima ni como culpable. En términos del terror, cae en los lugares comunes y el niño asesina de las maneras más ilógicas, incluso a veces repetitivas. Con un guion bastante predecible, los sobresaltos no son el fuerte de la película. Golem: la leyenda de Yoav Paz y Doron Paz es un intento de mezclar algunos elementos clásicos (como la figura del maestro y la criatura) con la idea de los niños como representación del mal. No sorprende y su aspecto narrativo queda a medio camino, principalmente por flojas actuaciones.
Uno de los estrenos de la semana pasada fue El rocío de Emiliano Grieco (La huella en la niebla) con Daiana Provenzano y Tomás Fonzi. La película sigue la historia de Sara que vive con su hija pequeña en una zona humilde de Entre Ríos. Su casa está cerca de unos campos que son fumigados constantemente. Su hija empieza a tener tos y su salud empieza a deteriorarse. Un médico local le indica que tiene que viajar a Buenos Aires para hacerla ver y evaluar. Sin muchos recursos, la única manera que tiene para ir es traficar cocaína para un viejo contacto. Grieco utiliza una realidad que sufren varias familias que viven cerca de campos fumigados. La película muestra también el padecimiento de un pueblo dividido. Por un lado, aquellos trabajadores a los que no les interesa el efecto que tienen los agrotóxicos en la zona y que, debido a la situación económica, buscan cualquier trabajo que les den. El dueño del campo es apenas visible, ausente y con oídos sordos a la problemática. Por el otro, un grupo de familiares que intenta unirse para solucionar las cosas por cuenta propia (aunque sea un arreglo momentáneo), un médico que utiliza los casos como denuncia de los hechos pero que pronto es acallado e incluso la policía que no acepta la denuncia de Sara. A la mitad, la película abandona un poco el tema de la denuncia para convertirse en un thriller apostando a la premisa «qué es lo que harías para salvar a tu hijo». Esta parte muestra otra realidad y, a pesar de que es clave para que se concrete el film, queda un poco desajustada con la idea principal de El rocío. El rocío de Emiliano Grieco genera un buen desarrollo de su idea original: mezcla la denuncia con un thriller y, de esta manera, presenta una realidad donde cada uno hace lo que puede para sobrevivir.
Ron Howard (Una mente brillante, Rush: pasión y gloria) presenta Pavarotti, un documental centrado en la figura del famoso tenor Luciano Pavarotti. La figura de Pavarotti resplandece en todos los aspectos de la música y no sólo en la ópera. Su postura e impronta no sólo se lograba gracias a la increíble voz que tenía sino a todo el universo que fue creado alrededor de él. El documental de Ron Howard da detalles de la vida de Luciano Pavarotti desde su intimidad en la familia, pasando por su gran éxito como «rockstar» de la ópera, hasta lo que implicaba tener la responsabilidad de la voz y el alcance de su palabra. El trabajo del director es más bien mecánico y no hay mucho que añada a la ya interesante vida que llevó Pavarotti. Se puede ver material de archivo, entrevistas que muestran no sólo su lado más picaresco sino también su pensamiento más profundo. También quién mejor para contar su historia que salga de su propia vivencia. También hay testimonios de famosos que lo conocieron, pero lo más interesante del documental son las palabras de las mujeres que lo rodearon. Los amores de su vida: sus hijas y sus dos esposas Adua Veroni y Nicoletta Mantovani. Mujeres que vieron el éxito de un hombre que llevaba una carga en cada decisión que tomaba. Pavarotti de Ron Howard se sostiene gracias a la figura de su protagonista. Nadie podrá decir que la voz del tenor no resuena todavía en nuestras mentes después de ver este trabajo. Pavarotti de Ron Howard es un buen documental, ya sea para aquellos conocedores de la obra, para los que quieren saber un poco más sobre él y, finalmente, para los que se sientan ajenos a la ópera, encontrarán la historia de un hombre común pero dotado de un don.
Danny Boyle (T2: Trainspotting, Steve Jobs) dirige Yesterday, con un guion de Richard Curtis (Realmente amor, Cuestión de tiempo) y con la premisa ¿cómo sería un mundo sin los Beatles? Jack Malik (Himesh Patel) es un músico que no tiene mucho éxito. Siempre está acompañado por su amiga y representante Ellie (Lily James). Un día, frustrado, decide abandonar su carrera como cantante pero un apagón afecta todo el mundo y andando en bicicleta es atropellado por un autobus. Cuando despierta descubre que los Beatles nunca existieron y comienza el dilema de si es correcto cantar sus canciones y decir que las escribió él. A la par, su relación de amistad con Ellie se complica cuando ella le confiesa su amor. Dos grandes contadores de historias conviven en Yesterday. Por un lado el director Danny Boyle, que se inmiscuye en el mundo y la industria de la música. Boyle, en primer lugar, da un referente real al mostrar a Ed Sheeran en la historia haciendo de sí mismo y dando consejos para cambiar las letras de los Beatles. Por otro lado, está Kate McKinnon que, con su característica sobreactuación venida de Saturday Night Live, se pone en el papel de una representante musical a la cual lo único que le interesa es el dinero. También hay una construcción de cómo recibe hoy en día la sociedad el consumo. Mientras que Jack cantaba increíbles canciones de los Beatles sin llegar a la masividad del grupo de Liverpool, es el boom de las redes sociales y los talk show lo que lo catapulta a la fama. Ahora desde el lado de Richard Curtis, encontramos una historia de amor típica de los personajes creados por el autor de Notting Hill, About Time o Love Actually. Protagonistas que se sienten fracasados y que encuentran el éxito aunque, en definitiva, se dan cuenta de que siempre tuvieron lo que quisieron frente a sus narices. En Yesterday se destaca la labor, tanto actoral como musical, del desconocido Himesh Patel y también la simpatía de Lily James. La química entre ellos es posible gracias a esos aspectos y a que Curtis, a pesar de presentar una historia de gran escala, cuenta un relato totalmente mundano y algo que le ha pasado a miles de parejas: enamorarse de su mejor amigo/amiga. Finalmente, como ha pasado con los biopic de Freddy Mercury y Elton John, los amantes de los Beatles estarán contentos por la variedad de canciones que tiene la película. Y hablar de esta banda pero desde otra perspectiva lo hace todavía mucho más atrapante para los seguidores. Yesterday de Danny Boyle es una historia simple pero bien contada. Con la música de los Beatles de fondo y una historia romántica con el sello de Richard Curtis, nadie con un poco de corazón puede pasarla mal.
El actor Max Minghella, conocido por la serie The Handmaid’s Tale y The Mindy Project, debuta como director con Alcanzando tu sueño protagonizada por Elle Fanning. Fanning interpreta a Violet, una adolescente polaca que vive en la isla de Wight, en Inglaterra, con su madre, después de que su padre se fuera de la casa. Ambas mujeres trabajan en el campo y en otras actividades, mientras Violet sueña con salir de allí y lograr un éxito en el mundo de la música. En un encuentro fortuito conoce a Vlad, un ex cantante de ópera que vive la mayor parte de sus días borracho. Ella le pide ayuda para inscribirse en un concurso de canto llamado Teen Spirit y él acepta ser su manager. Las exigencias del certamen y los conflictos internos de una adolescente son lo que lleva adelante gran parte de la historia de Alcanzando tu sueño. Pero mientras que el film no cuenta nada nuevo en este terreno, sí logra convencer al espectador sobre el personaje de Violet. Esta chica campesina que quiere triunfar pero tampoco vive en un sueño de hadas. La persigue el pasado de un padre abandónico y también la necesidad de la figura de Vlad. Minghella, quien también escribió la historia, detalla, sin caer en el sentimentalismo, que las estrellas también son humanas. Se queda con los inicios de esta nueva figura del pop y no avanza más allá de eso. Revela también, aunque sea a groso modo, las manipulaciones en los concursos de baile y canto. Y la canción habla un poco de no perder la esencia o tus raíces. Alcanzando tu sueño tiene un personaje bien definido que principalmente funciona gracias a la actuación de Elle Fanning que, sin mucho esfuerzo, nos hace creer completamente en la historia.
Neil Jordan (Entrevista con un vampiro, El juego de las lágrimas) estrena su último trabajo La viuda, un thriller de suspenso con Isabelle Huppert y Chloë Grace Moretz. Frances (Moretz) vive en Nueva York con una amiga. Hace un año que falleció su madre y se alejó de su padre. Un día, en el subte, encuentra una cartera que contiene los datos de su dueña. Con el objetivo de devolvérsela se la lleva hasta su casa donde conoce a Greta (Huppert), una mujer con la cual entabla una relación de amistad. Todo da un vuelco cuando Frances se da cuenta de que este fortuito accidente parece haber sido planeado por Greta. Isabelle Huppert ya tiene acostumbrado al público cuando se trata de interpretar personajes que poseen bastante carisma, lo hizo en Elle: abuso y seducción. El problema en La viuda no reside en la actriz francesa sino en un personaje mucho más clásico y con menos aristas que el de la película mencionada. Neil Jordan juega con el thriller de suspenso que hace recordar en mayor medida a Alfred Hithcock o en otro punto a Brian De Palma. Principalmente en la elaboración de personajes y situaciones. En La viuda se harán presentes estereotipos del género como por ejemplo el detective que busca respuestas casi al final del relato (interpretado por Stephen Rea). También hay un trabajo sobre la paranoia y la esquizofrenia, elementos recurrentes en las cintas clásicas de suspenso. La viuda tiene mucho peso en la psicópata de Greta y como consecuencia de esto es que su víctima Frances no tiene el protagonismo suficiente para empatizar con el espectador. Sumado a que Chloë Grace Moretz no aporta ningún rasgo particular al film. La viuda de Neil Jordan es un film de suspenso bastante predecible que, con una premisa interesante, podría haber generado más de una vuelta de tuerca.
El «carilindo» de Zac Efron utiliza sus encantos para interpretar a Ted Bundy, uno de los famosos asesinos seriales que durante muchos años negó haber cometido los crímenes. La historia cuenta cómo Elizabeth Kloepfer (Lily Collins), en los años 70, se puso en pareja con el estudiante de abogacía Ted Bundy (Efron). Su vida tranquila y normal se ve afectada cuando alguien identifica a Bundy como responsable del asesinato de unas jóvenes estudiantes. La policía lo detiene y comienza un juicio por diferentes estados, mientras Elizabeth trata de creer que hay una equivocación. Después del estreno de la segunda temporada de Mindhunter y la participación de Charles Manson en Había una vez… en Hollywood, llega en el momento justo Ted Bundy: durmiendo con el asesino. La película no entra en detalles de los terribles asesinatos que cometió Bundy, sino en dos puntos de vista durante su juicio. El primero, el de Elizabeth que, en total estado de negación, intenta reconstruir su vida y alejarse de la situación. Y por el otro el de la prensa, que hace un espectáculo del caso, principalmente, apoyado por la personalidad del asesino. Zac Efron aporta su carisma en los diálogos, pero al igual que el asesino real, es su rostro el que trata de convencer a los miembros del jurado y al espectador. Sólo al final del film Bundy se saca la máscara por unos segundos y vemos al asesino. Hay un gran trabajo de reconstrucción del juicio, pero como mencionamos no se apoya en la investigación, casi en ningún momento se ve a las víctimas o familiares de ellas. El guion, basado en la novela The Phantom Prince, escrita por la misma Kendall, engaña al espectador y sólo nos muestra una realidad. Ted Bundy: durmiendo con el asesino elige muy bien a su protagonista y también toma la decisión correcta de alejarse de la reconstrucción policial del caso para mostrar la intimidad de una persona que podría ser cualquiera que conozcamos.
Filmada en blanco y negro llega a los cines Baldío de Inés de Oliveira Cézar, última película protagonizada por Monica Galán (La otra piel). Galán interpreta a Brisa, una actriz que está en pleno rodaje de un nuevo trabajo en cine pero que, a la par, atiende a su hijo adicto al paco y que, como es mayor de edad, no puede internarlo sin su autorización. Ella sufre la desesperación de no poder ayudarlo y tampoco cuenta con el apoyo de su ex marido. En Baldío se profundiza una realidad que sufren muchas madres o padres cuando un hijo tiene una adicción. Pero a pesar del contenido realista del relato, la directora utiliza la tonalidad en blanco y negro, no sólo para acentuar el nivel de pesadez y desesperanza que puede sufrir la protagonista, sino también para darle un panorama de ficción. Al mantener la misma tonalidad también se mezclan las escenas que está rodando Brisa, con momentos del rodaje y la relación con su hijo. Para ella todo termina siendo parte de una misma construcción. Esta vida que puede controlar en un set pero no fuera de él. Pero si seguimos pensando en el tema del relato, el guion (que parte de una idea de Monica Galán) tampoco profundiza en el drama. En vez de reutilizar los recursos más banales del género como en Beautiful Boy (película que aborda una temática similar), la cámara se mantiene vigilante y demuestra que la película no tiene las respuestas frente a tal situación. Los conflictos vacíos dentro del set, que son de alguna manera un comic relief con un director desesperante interpretado por Rafael Spregelburd, frente al vacío real de los edificios que usan los drogadictos, hacen un buen contraste, especialmente para mostrar los dos lados de Brisa: uno confiado y certero, el otro callado y a la deriva. Con un increíble trabajo de Mónica Galán, Baldío presenta un drama sin caer en golpes bajos. A pesar del realismo de la historia, hay un trabajo muy cuidado de la puesta en escena.
Después de que el INCAA censurara su estreno en la sala Gaumont, el documental Escuela Bomba, dolor y lucha en Moreno, de Juan Mascaró, pudo encontrar una sala para exhibirse en el Centro Cultural de la Cooperación. A un año de la explosión de una garrafa y una pérdida de gas en la escuela nº 49 de Moreno que se cobró las vidas de la vicedirectora Sandra Calamano y del auxiliar Rubén Rodríguez, llega el documental Escuela Bomba, dolor y lucha en Moreno de Juan Mascaró (Bazán Frías, elogio del crimen) que hace un registro no sólo del evento sino también de las repercusiones que tuvo en la comunidad escolar. La película funciona como denuncia y testimonio. Por un lado presenta imágenes de archivo de las diversas movilizaciones y datos e información sobre cómo la educación fue perdiendo fondos en la provincia de Buenos Aires como consecuencia de diversas políticas de estado. Pero por otro lado, está el registro más íntimo y humano a partir de las palabras de familiares y conocidos de las victimas, que siguen luchando por mejorar las condiciones laborales en las escuelas públicas. Escuela Bomba, dolor y lucha en Moreno de Juan Mascaró es un documento que presenta la triste realidad que sufren las escuelas sin las condiciones mínimas para funcionar, pero que deben hacerlo por diversas presiones y necesidades de la misma comunidad. Se puede ver todos los lunes a las 20 en el Centro Cultural de la Cooperación (Av. Corrientes 1543).