La imaginación según Gilliam La influencia que ejercen los trabajos anteriores del director Terry Gilliam, si dudas aparecen todo el tiempo en la continuidad de su obra. Ofreciéndonos ahora esta producción donde hay concomitancia con la mayúscula "Brazil", o con "Las aventuras del Barón de Munchausen", "12 Monos", "El pescador de ilusiones" y muy especialmente al grupo cómico inglés al que perteneció durante años(Monty Phyton, y su "Monty Python's Flying Circus"), y por supuesto no olvidemos a ese algo olvidado filme: "Los aventureros del Tiempo" (Time Bandits, 1981), verdadero prodigio del cine de aventuras. Ahora Gilliam la emprende con el Dr. Parnassus -un notabilísimo Christopher Plummer-, dueño de un circo ambulante, especie de show imaginarium, que lleva a cabo en su gran carromato-sorpresa junto a un asistente, su hija, y un enano (el mini-me de "Austin Powers"), pero el viejo ha hecho antiguamente un pacto con el diablo (nadie mejor para darle su máscara que Tom Waits), y éste se le aparecerá en contínuo para reclamarle el pago en prenda de su hija. La intervención de otro personaje extraño será la clave para el transcurrir, desenlace y final con el cual abrochará la fábula fílmica. Este personaje es actuado en póstuma aparición para la pantalla del recordado Heath Ledger, quién no pudo acabar este filme y sus partes debieron ser retomadas y completadas, a partir de un giro en el guión que hace que mágicamente se encargasen de proseguir su papel: Johnny Depp, Jude Law y Colin Farrel en breves intervenciones. Si bien visualmente es magnífica, por algún colador narrativo se escapan puntas que podían haber redondeado mejor la peli. Surrealista, onírica, delirante, casi lisérgica es esta fantasía fílmica del imaginario y extravagante Dr. Gilliam, que a su vez muestra la calidad actoral de un malogrado -por esto de su muerte repentina- Ledger, a quién se le dedica el filme.
El Mundo ajeno y propio. Este filme de Lee Daniels, realizador anteriormente de la controvertida y también dura "El hombre del bosque", muestra en primera persona las vivencias de Clarice Preciosa Jones, a quienes todos llaman "Preciosa", de 16 años, que carga con sus 150 kilos, es fea en extremo, casi analfabeta y es madre de dos hijos que le hizo en reiteradas violaciones su propio padre, quien bien previsto por el guión nunca se lo ve, salvo en un par de escenas donde su rostro nunca es mostrado. Agreguemos por el mismo precio que "Preciosa" vive atendiendo a su madre, quien la trata como esclava, la maltrata y golpea, y que la primera hija nació con sindrome de down y es apodada significativamente como "Mongui". Del otro lado de la balanza está la cierta perseverancia de la protagonista en continuar educándose, aprendiendo, intentar relacionarse con el mundo, para que este no le sea tan ajeno y abominable. Su vida joven pero eslabonada de sinsabores no hace perder la calma a esta genuina piloto de tormentas cotidianas, a quien su madre todo el tiempo recordará que "debía haberla abortado", y que solo su vida vale para que ella pueda vivir mirando TV, sentada en su casa a oscuras, y cobrando el cheque de la seguridad social. Puf..lo que se dice mucho. Sin embargo en medio de tanto eje doloroso, habrá una maestra que la ayudará, le dará su cariño y compresión (a cargo de la bellísima, y buenisima actriz: Paula Patton), lo cual no le hará bajar los brazos a esta aprendiz de sueños, que oníricamente se vé arreglada, vestida elegante y conquistando a todos como una "star" en algunos flashes que pasan por su imaginación. Hay una escena memorable de ella frente al espejo, donde el reflejo es el de una chica de su edad pero bonita, rubia y flaca. Si bien alguna crítica le dió "palos", citando que es un filme lleno de golpes bajos al espectador, o demasiado efectista, hay que destacar que el filme es honesto y allí radica su valor, ni que decir de las actuaciones que brinda: sencillamante notables, la debutante Gabourey Sidibe está perfecta en su rol, pero la madre que encarna Mo´Nique, y que acaba de ganar su Oscar por ello es demoledora y de una fuerza suprema en su parte del monólogo explicando todo su proceder a la asistente social (otra increíble: nada menos que la sexy cantante Mariah Carey, aquí sobria en extremo e irreconocible como morocha), la maestra de Paula Patton es también de una marcado trabajo a destacar a pleno, y hay otros secundarios que surgen aceptablemente como el del enfermero carismático que interpreta Lenny Kravitz. Si bien la peli tienen sus reservas para admitir sus espectadores, -abstenerse consumidores de boludeces o comedietas fáciles- requiere una lectura profunda de una realidad que no solo puede tener sitio en Harlem sino en cualquier barrio alejado del centro en ciudades como Rosario, Buenos Aires o Córdoba. La dureza de lo ajeno y propio a la vez de nuestra sociedad cabe en nosotros.
La sangre brota Creer que una va a ver este nuevo filme y se va encontrar con algo similar a "Arma mortal" es erróneo. Este es un auténtico filme-noir, un regreso del cine al thriller bien narrado, crepuscular, y magificamente actuado que no descuida nada, donde Mel Gibson está muy bien en su padre vengador que va en busca de conocer la verdad acerca del asesinato despiadado de su hija, una ingeniera que descubrió cosas y no pudo callarlas. Los climas que reúne este ejemplo del cine negro la redondean absolutamente. El papel que encarna Mel es más un padre afectado por una gran pérdida que el policía despiadado que tan solo se reconciliaría con la vida obteniendo su descarga emocional, al patearles la cabeza a los responsables. Atrás de la personalidad de tipo apático, hay honestidad y conciencia, quizás algo de aquél honor que tan poco se refleja en la sociedad actual. El inevitable cruce entre la corrupción política y el reinado especulativo de las grandes empresas aflora y deja entrever claramente los necios procederes de un globalizado mundo contemporáneo. Por eso habrá que escarbar ferozmente hasta el hueso, y saber que uno se la juega, enfrentarse a una inmensa corporación y a estamentos gubernamentales y saber cual es la única salida posible. Genuinamente el director Martin Campbell y el guionista Bustamante perfilan un filme logrado, con el telón de fondo de una adecuada Boston. Ray Winstone está estupendo como un socio misterioso, uno al verlo se imagina que esta era en principio un personaje para que lo encarnara Robert De Niro quien finalmente no llegó a un acuerdo con la producción. Una vuelta al policial oscuro de los años 70, o 60 por ejemplo: "Point blank" de John Boorman -conocida aquí como "A quemarropa" (1967)-, no es la típica "pochoclera", es un densísimo drama con ribetes trágicos, al filo de una oscuridad que pretende y busca como drama moderno salir a la luz.
Matando Zombies a garrotazos: "Todo empezó con una hamburguesa contaminada hace unos años atrás y derivó en esto..!", explica Columbus, uno de los dos personajes del dúo dinámico mata-zombies que integran con Tallahassee, especie de cowboy, arrogante, y amante de las golosinas "Twinkies". Estos absolutos cruzados intentan sobrevivir en una USA atestada de zombies, uniéndoseles luego dos hermanas muy peculiares, quienes también conforman un llamativa pareja. Son apenas la poca gente que no ha sido contaminada, y que sus cuerpos no han sido trasnformados. El filme del debutante Ruben Fleischer desde sus títulos es original y en extremo divertido, porque si hay que sobra, y se remarca aqui es la aboluta diversión y entretenimiento que ofrece la peli en su acertada duración de metraje. Verla es un disfrute, algo así como recorrer una gran parque de diversiones, donde la forma y manera de deshacerse de los zombies se convierte en una vorágine total, y sitio de diversión que es donde también se desarrolla la parte del final. A su vez, dentro del filme hay una gran cantidad de guiños a otras pelis, pequeños homenajes, está Bill Murray en una participación especial tan pero tan divertida, donde se toma el pelo a si mismo en su supuesta mansión de Hollywood. Lo "explatter" o "gore" de otros filmes del género, aqui es disparate, farsa, acertada burla, efectivo uso de la "comedia-de-horrores" casi granguiñolesca. Anoche en la sala 1 del Complejo Monumental experimenté estar jugando con la mejor Play Station, la más grande del mundo quizás, y completando mi satisfación de cinéfilo en esta suerte de western-apocalíptico, con el cual uno tiene la seguridad del disfrute, de la diversión, esa misma que suelta Woody Harrelson montado en los juegos del parque de diversiones y bajando a su paso decenas de zombies. El casting es ideal, los 4 protagonistas están impagables, inmejorables, Jesse Eisemberg es el anti-héroe ideal que nunca olvida su enumeración de reglas para enfrentar zombies, Emma Stone es la chica hermosa y a la vez inteligentísima (cualidad digna de atención mayúscula), Abigail Breslin -la misma protagonista de "Pequeña Miss Sunshine"- es su hermanita menor que tambien sobresale todo el tiempo, y que decir de Harrelson, el tipo ideal que merece 10 millones de Oscars a la actuación en su fenomenal personaje, especialmente en su desesperada búsqueda de golosinas o cuando descarga tensiones y se relaja garroteando autos en la calles desiertas. Lo dicho una total, absoluta joyita del cine que además está excelentemente fotografiada, además de actuada. Si alguien preguntara cúal es la bendita fórmula de la diversión en el cine y a pantalla grande, no caben dudas aqui hay un notable ejemplo. De los mejores e imperdibles.
EL CIELO PUEDE ESPERAR Peter -"El Sr. de los anillos"- Jackson, como productor el año pasado nos dió esa magna joya llamada "Sector 9", cine inteligente, creativo, entretenidísimo, relevante, y con actores desconocidos. Aquí regresa como director con una peli muy pero muy ambiciosa, o sea cast importante de actores, muchisimos millones de dólares gastados en efectos especiales, publicidad , etc y quizás su resultado sea más bien magro en comparación al filme antes mencionado. No porqué el filme no posea atractivos, o sus virtudes como unas actuaciones brillantes de la adolescente actriz Saoirse Ronan o el maravilloso Stanley Tucci, más que nada. Las fallas de origen hay que buscarlas en otro lado. Sinopsiando digamos que niña de 14 años es asesinada por un depravado vecino, y a partir de allí, desde un sitio encantador vea....de paisajes dignos de posters y Fowards que tanto dan cristianos como de la "new age", ese lugar paradisíaco que se supone es el estado intermedio entre el cielo y la tierra: el limbo. De allí espía, observa, comparte con nosotros espectadores lo que irá sucediendo, lo que pase con su casi destruída familia, y hasta los ribetes de una cacería al vecino homicida. Precisamente una molestia anexa a la narración es la muy clásica opción del "relato en off" por parte de la víctima, en algún punto y en sus peores momentos, esta producción recuerda a aquella monstruosidad fílmica con Robin Williams llamada "Más allá de los sueños", por cierto de una insoportable incomodidad. "Desde el cielo" no es un bodrio, tiene méritos como para ser un entretenimiento pasatista. En su tremendo envase de empaque, se la puede ver como discreta. Pero de Jackson quizás se podría esperar algo muy superior. En fin, el finado Víctor Sueyro tenía razón, otra vez el cielo puede esperar.
Salí de ver este filme como hacía tiempo no me sucedía. Más que conforme, contento de haberlo disfrutado y con ganas de volver a entrar a la sala para verlo nuevamente, pero era la última función del lunes noche. Igual en los próximos dias volveré a disfrutarlo. A mi entender estamos ante una peli física, tremenda, de la directora Kathryn Bigelow, a quien no le satisface narrar comedias rosas o apurados cuentitos "sanvalentinescos".Pero si el cine de pura adrenalina. Por eso filma poco y bueno. La directora elije contar las acciones y circustancias bélicas de un grupo reducido de soldados en el ojo de la tormenta, es decir en el corazón de Bagdag.El más desarrollado e importante será el "desactivador" de bombas no detonadas, lo cual traslada al espectador más desprevenido en auténtica emoción irrespirable. Bigelow no hace crítica, ni arroja data de querer entender porqué el ser humano va a la guerra, solo muestra con inquisidor ojo de la lente -por momentos-, sus situaciones cual si se tratara de una trasmisión en vivo de Tevé o noticiero. Con momentos geniales como cuando están disparando a lo loco sin divisar bien al enemigo en pleno desierto, escena comparable a aquella maravilla cinematográfica de John Ford: "The lost patrol", donde sucedía algo similar en un contexto muy parecido. O el desarme de los detonadores, la respiración del protagonista, la visión de lo externo que tiene en esos momentos álguidos, es también parte inmejorable de la trama. Hay una caja de efectos personales con cosas que asegura el protagonista (estupendo Jeremy Renner), lo podian haber matado y por eso las guardó: alli hay detonadores viejos, y hasta un anillo de bodas que nunca entregó. Si hablamos de cine de género, aceptemos que es un excelente filme bélico, si de drama se trata, también lo es. De final impecable, y sostenido ritmo como para que el espectador disfrute el marco amplio, gigantesco y generoso de una pantalla de cine en una sala a oscuras, dimensionando como si uno estuviese "viviendo" esos momentos en pleno Irak. He aquí uno de los grandes filmes del 2010, sin duda alguna. N de R: Agradesco a mi sobrino Emanuel que me tiró data referida al título original que quizas sea algo difícil de traducir.... "La expresión "the hurt locker", es parte de la jerga militar de los desplazados a Irak y aparece ya en los artículos del guionista del film, quien, junto con sus compañeros, se refería con esta frase al lugar donde ocurren las explosiones. "To put s.o. in the hurt locker" significa "causarle mucho dolor".
Siempre los poderes de estado han aprovechado el tema del deporte como ejemplo, o como sinónimo de demagogia, sabemos de los mundiales de fútbol en nuestro país, o como a veces pasa por la necesaria distracción oportunista etc., en este caso Clint Eastwood toma a un líder político como Nelson Mandela, que apostando a la unidad de su país tratará de unir a los suyos quienes habian quedado divididos gracias al desgraciado y avergonzante apartheid. Sabe que un buena opción será ganar la Copa Mundial de Rugby, así irá por ello. La fuerza de este film del director y actor de "Gran Torino", radica en la figura inmensa -desde lo cinematográfico- del presidente Mandela, estupendamente interpretado por Morgan Freeman, y esto no es nada fácil, recordemos dos recientes : la correcta de Josh Brolin en "W" de Oliver Stone, y la extraordinaria composición de Nixon por Frank Langella en "Frost/Nixon". Sin dudas el mayor hallazgo del fime es esta figura, que después de años de estar prisionero, al salir no buscó venganza ni revanchas, sino se convirtió en ejemplo de apóstol de la paz buscando limar asperezas entre su pueblo sudafricano. Cosa álguida y casi imposible. Para la carrera de Eastwood, se sabrá que este título no es notable ni muy relevante en su filmo, si correcto, su solvencia está en la narración, por momentos aletargada pero contando con buenisima fotografía, música, obvio nadie actuando desentona, y hasta allí nomás. A esta altura será natural que el viejo Clint no filmará jamás un bodrio, su mano artística opera con la firmeza de un cirujano ejemplar, y lo hace de idéntica manera a como lo reflexiona Mandela cuando sostiene aquello de "Yo soy el dueño de mi destino, yo soy el capitán de mi alma".
"Up in the air" no tiene nada que ver con el vergonzoso título que le impusieron los distribuidores de material cinematográfico por estos lares: "Amor sin escalas", es decir otro claro ejemplo del denominado "título-mentira" para intentar que un filme engañe al público, creyéndose este que se trata de una comedia light, ligera, donde todos tropiezan y finalmente triunfa el amor. En esta peli de Jason Reitman, no pasa nada de eso, sin embargo es un modelo de cine inteligente y renovador. A este mismo director anteriormente le debíamos : "Gracias por fumar" y "Juno", precisamente esta fué un verdadero deshecho de cine con mirada inteligente. En esta nueva, Reitman cuenta con un actor taquillero como George Clooney, ideal para componer ese "pseudo-galán-de-aeropuertos" que vive más arriba de los aviones que en su casa, y que atraviesa el país con un trabajo tan atroz como repugnante: despedir "cara a cara" personal de empresas. O sea aquello que no se atreven a hacer los empleadores o gerentes, se contratan los servicios de una empresa donde llega un desconocido a decirles que a partir de mañana quedan cesantes. Entre idas y venidas, más cierta meta de Ryan (Clooney) de sumar millaje y lograr algo que han hecho muy pocos, se le cruzarán dos mujeres tan disímiles como peculiares. Una viajera incesante con quién Ryan podrá imaginar un compromiso afectivo (justo él que abomina de las no-libertades personales) encarnada por la bellisíma Vera Farmiga, y luego una muy joven compañera de trabajo: Anna Kendrick, que muestra esa cosa de advenediza y eficiente empleada, que desarrollará esto de los fatales despidos pero a través de otra metodología. Apenas si roza un contenido romántico, aunque sea comedia por momentos divertida por sus comentarios ácidos, y con intenciones absolutas de mostrar una realidad pesimista como la originada estos últimos meses con la crisis económica mundial. El filme es la antítesis de lo tan y tan y tan visto en los últimos años, esto de refritos, ideas trilladas, repetición de gags, humores, y cuanta pelotudez ande dando vuelta para intentar llevar gente a las salas, de hecho esta no puede ser apreciada por el mismo público que va a divertirse con "Papás a la fuerza" a la sala de al lado, en la mía tuve la suerte de hallarme con una bocanada fresca de cine, que habla de cierta necedad humana, no tan simple pero elogiable. Se sabe: nadie es perfecto, menos que menos el cine.
A cierto cine de género como este, se lo ha bastardeado, se lo ha estupidizado tanto o peor se lo ha bajado a "light", claro ejemplos son esa exitosa muestra de "Crepúsculo" y "Luna nueva". Pero uno sabe que los vampiros deben ser más malos que aquellos que agreden a sus madres. Con "Daybreakers" sucede esto, si bien es una historieta de horror y algo "gore", no deja de proponerse divertida y correcta en lo suyo. Los Hermanos Spierig han creado un filme digno en lo que va de propuesta de género, ambientada en un futuro 2019, una plaga ha transformado a la población mundial en vampiros, y como que para subsistir necesitan de los pocos humanos no-convertidos que quedan. Estos vampiros que salvo por sus colmillitos y ojos lucen normales cazan humanos y los crian en granjas. El tema nudo del relato es sin duda la supervivencia. Un investigador científico (Extraordinario Ethan Hawke) busca sustitutos para la sangre humana pero luego aparecen ante él una mujer y un caza-vampiros aventurero que se las trae (genial Willem Dafoe), y asi este vampiro mutará en ex-vampiro héroe. Podría uno sugerir que los vampiros son un eje globalizador o genuino sinónimo de las grandes corporaciones mundiales que -precisamente- viven de chupar la sangre de una gran parte de la población, pero bueno...esas son cosas a pensar por cada uno. Que el filme es divertido y entretenido lo es sin dudas, y además el plus está en las actuaciones del elenco a quien se anexa Sam Neill en un rol villanístico muy bueno. Cada vampiro es responsable de su propio destino, y máxime si son tan buenos de disfrutar como aquí.
Equivocado aquél que se crea que estará frente a la genuidad o forma clásica del célebre personaje literario de Conan Doyle, deberá ver las viejas versiones con Basil Rathbone o Peter Cushing, ya que este "Sherlock Homes" pasa por otro margen, está versionado libremente y es bastante más histérico y nervioso que cualquier versión mejorada del peculiar detective. Aclaremos que el director Guy Ritchie tampoco -o los productores- descubrieron la pólvora. Ya lo habia hecho en 1970 el gran Billy Wilder con "La vida privada de Sherlock Holmes", una obra fílmica descollante, melancólica desmitificación y absoluta rareza fílmica que combinaba misoginia y delirio. Los méritos que posee esta nueva versión no son pocos, si bien la historia de investigaciones y enfrentamientos con el villano de turno: Blackwood, no es nada del otro mundo si los son las maneras narrativas del director, casi en ritmo clipero, con efectos visuales de caparazón estética llamativa y por sobre todo la interpretación formidable de Downey Jr. como un Holmes mezcla de Indiana Jones, Bond y Closeau. A quién le va tanto un combate feroz a puño limpio como manejar un asombroso intelecto. Alguien podrá criticar que este es un Holmes con bastante humor negro, pero porqué no ser esa una original idea de versionar al más famoso detective de todos los tiempos....?. Jude Law está impecable, y es el mejor Watson que uno pueda imaginar, sus escenas con Sherlock donde se manipulan, discuten o se correspoden, son de lo mejor. Las bellas figuras y sensualidades de Rachel McAdams y Kelly Reilly -vista hace un par de semanas en "Eden Lake"- no desentonan y Mark Strong tiene la máscara adecuada del malévolo Blackwood. Una ambientación marcada, vestuario, escenografía, más soberbia iluminación y la muy excelente música de Hans Zimmer, dan realze a este muy buen entretenimiento fílmico, ideal para degustar en climatizada sala veraniega. Es obvio que no es una peli para ver en una PC o en un reproductor de DVD. Elemental, mi querido Watson.