Abandono de persona? Anahi Berneri debutó en cine con "Un año sin amor", una historia de amor en el marco del HIV y prácticas masoquistas. Cambió totalmente de género cuando en "Encarnación" decidió contar la historia de una vedette de los años ´80 que decide volver a su pueblo natal y reencontrarse con su familia y sus raíces. En su tercer filme, "Por tu culpa" vuelve a explorar un terreno y un registro diferente, y quizás sea éste el mayor valor que tenga la filmografía de Berneri: de jugarse en cada una de sus películas, apostar al riesgo y ganarle. "Por tu culpa" es el relato de lo que sucede durante una noche en la vida de una mamá con dos hijos pequeños (2 y 9 años) que tiene que lidiar con el cuidado de ellos, su trabajo profesional, la falta de ayuda del entorno y con su ex-marido del que está recientemente separada. Entonces mientras Julieta (Erica Rivas en un impresionante tour de force actoral) intenta terminar un trabajo que tiene que presentar al día siguiente, la cámara nos va mostrando el desorden generalizado en que se mueve esta familia. Los chicos mirando la tele hasta altas horas de la noche negándose a ir a dormir, se pegan, discuten entre ellos, se lastiman ... y Julieta está completamente desbordada, no sabe / no puede / no le importa (?) poner límites a esa situación. Cuando dentro de ese juego incesante y cada vez más riesgoso, el menor de los hermanos se cae de la cama lástimandose un brazo, comenzará un nuevo calvario para Julieta: una noche en la clínica donde nada será como ella espera. Mientras que ella sólo fue a buscar ayuda, un diagnóstico, una seguridad de que su hijo está fuera de peligro, los médicos, en cambio, tratarán de retenerla a la espera de que a la mañana siguiente reciba ayuda psicológica. Ellos evidencian una familia con graves problemas. La parálisis de Julieta ante las sospechas de los médicos por los golpes que presentan los chicos, su desesperación ante la falta de contención familiar y su asfixiante necesidad de escapar del hospital (y volver a su casa, refugio en donde se siente segura) son narrados por Berneri con un estilo que puede remitir a la última etapa del Dogma (la cámara nerviosa, los primeros planos y los gestos y las miradas por sobre los grandes diálogos) pero más aún al cine de los hermanos Dardenne ("Rosetta", "El hijo", "El silencio de Lorna"). Esto mismo que distingue a la forma que tiene Berneri de contarnos la historia puede ser lo mismo que aleje a cierto espectadores que necesiten una historia con narración más clásica, más tradicional: en "Por tu culpa" la directora sólo expone los hechos, deja fluir las situaciones y las reacciones de que sus personajes tienen durante esas horas. No toma partido por ninguno de ellos, ni los condena ni los apoya. No hay juicios de valor: ni para la madre que no puede poner límites, ni para su ex-marido que reclama un rol maternal que ella supuestamente no cumple -como tampoco su madre cumple el rol tradicional de la abuela-, ni para la violencia doméstica que se ha instalado casi sin quererlo, por las presiones de la vida cotidiana. Todo queda allí expuesto abiertamente, para que cada uno de nosotros, pueda sacar sus propias conclusiones.
Thriller con indiscutible aroma a Polanski Evidentemente con "El escritor oculto" Polanski demuestra una vez más que tiene un cierto estilo para contar historias que atrapa por sí mismo, incluso con las limitaciones que se pueda hacer en casa caso. En una etapa completamente diferente a sus grandes clásicos como "El Bebe de Rosemary" "Repulsion" "El cuchillo bajo el agua" o "Chinatown", Polanski tiene la capacidad de adaptar una obra teatral como "La muerte y la doncella", arremeter con un clásico como "Oliver Twist" o introducirnos de lleno en el thriller como lo hizo en "Búsqueda Frenética" "La última puerta" o ahora mismocon esta, su última realización. Un talentoso escritor profesional (Ewan McGregor) recibe como nuevo trabajo la reescritura de las memorias del Primer Ministro Inglés, Adam Lang (Pierce Brosnan), luego de que apareciese muerto en dudosas circunstancias el escritor anterior. Para ello, se muda a la exentrica mansión de Lang y apenas comience con su tarea, un ex-secretario del gabinete inglés acusará a Lang de haber autorizado la incautación ilegal de sospechosos de terrorismo y de haberlos entregado a la CIA para que los torture. Paralelamente a esta nueva cara de Lang, cree ver que todo lo que dice el escrito anterior es ambiguo, todo lo que se va descubriendo se contrapone sobremanera con las versiones oficiales de los hechos. Será necesario que lo que era en principio una biografía se convierta en una especie de investigación vinculada con temas de la política, el espionaje, el poder entretejiendo una trama mucho más oscura de la que en apariencia existía cuando aceptó el trabajo. Si bien el pulso que le imprime Polanski al relato es en algunos momentos demasiado moroso, lo interesante es como va tejiendo esa especie de tela de araña en la que se ve envuelto el protagonista, de una manera clara y precisa, mostrando cuáles son los vinculos que tiene Lang con el resto de los personajes y reservando algunas sopresas, como todo buen thriller para el final. La puesta sumamente cuidada y una dirección de actores impecable es lo que hace que "El escritor oculto" logre sobresalir de la media de cualquier otro thriller que nos pudiese haber traido Hollywood. Las actuaciones de Ewan Mc. Gregor y Pierce Brosnan se ven acompañadas por un elenco secundario de primer nivel donde se distingue el trabajo de Olivia Williams (mujer de Lang, que comienza a tener un romance con este escritor por encargo) que sabe encontrar los matices necesarios para mantener su enigmática figura a lo largo de todo el relato y en papeles de menor importancia pero con actuaciones ajustadas a la trama están Kim Catrall (lejisimo de su papel frívolo en Sex and the City) y Tom Wilkinson. Si bien el desenlace puede parecer abrupto y asonante con la calidad restante de la trama, Polanski nos regala una última escena como "epílogo" del film -una vez desentrañado el misterio-, que es de una exquisitez que justifica cualquier tropiezo que haya tenido la trama para llegar al desenlace y nos seduce una vez más con la calidad con la que filma y nos cuenta una historia.
Rapiñando No sorprende para nada que "Carancho" sintonice con el cine que Pablo Trapero quiere filmar. Mezcla de denuncia, de testimonial, de realidad social, de pintura típicamente argentina: un rasgo que comenzó a trazar en "Nacido y Criado" y que refuerza con "Leonera" y subraya con este nuevo estreno. Habrá quienes encuentren en "Carancho" una historia fuerte, con una narración fluida, excelentemente contada. Habrá quienes piensen que tiene algunos lugares comunes, algunas concesiones y tramos previsibiles. Pero seguramente, nadie pueda permanecer indiferente. Ricardo Darín es Sosa, un abogado que hace un tiempo perdió su matrícula y ahora forma parte de una red que se ocupa de vincularse con víctimas de accidentes automovilísticos para lograr estafar tanto a las propias víctimas como a las aseguradoras. Mientras Sosa hace su "trabajo", se cruza con Luján (Martina Gusmán), médica de un hospital del conurbano, en donde la cámara se mete de lleno a mostrarnos la realidad de estos lugares, donde entrada la noche, se convierten en tierra de nadie. Lugar propicio para que aparezcan los "caranchos" a hacer sus negocios, avalados por todo un sistema puesto a su disposición. Sosa y Luján se buscan, se atraen e inevitablemente se encuentran. Dos seres necesitados de segundas oportunidades, intentando transitar juntos una especie de camino de redención. Coquetean, sin embargo, y permanentemente con el peligro, con lo prohibido, con atravesar los límites. Y Trapero gana fuerza cuando narra en forma clara, directa y magnética esta historia de amor, mientras cada uno de los personajes visitan sus infiernos personales. Básicamente está narrada con total honestidad y con una impiadosa dureza, que nos sumerge de lleno e inmediatamente en el universo de esta particular maffia suburbana, con reglas pero abolutamente carente de códigos. Logra momentos en que el agobio que transmiten los personajes se hace intolerable y trasunta la pantalla. La cámara es un ojo implacable, no omite detalles, nos cuenta absolutamente todo, nos interna en cada uno de los personajes y en sus acciones, en su intimidad, lo que hace que la historia sea interesante por más que cuente con algunos guiños, algunas escenas ya vistas en otras películas. Pablo Trapero cuenta con la posibilidad de mostrarnos una escena de sexo apasionado con la misma fuerza que un romántico primer encuentro en un típico café de estación de servicio. Con esa misma ductilidad nos arrastra a los aspectos más miserable de los personajes y las facetas más sórdidas de la historia. Un elogiable trabajo de dirección que está acompañado por dos protagonistas magníficos como Ricardo Darín y Martin Gusmán componiendo dos criaturas sumamente complejas. Logran, sin embargo, sintetizar en una mirada, en un gesto, en una linea de diálogo corta, todo un universo de sensaciones. Para mirar al filo de la butaca.
¿Qué querés ser cuando seas grande? Diletante "Diletante" es la Opera Prima de la directora Kris Niklison quien es conocida principalmente por su trabajo como coreógrafa y puestista en Europa y en nuestro país. En su debut en el cine, plantea este documental desde una premisa tan simple como encantadora: la mera observación de la vida de su madre, Bela Jordán, de una envidiable vitalidad a sus jóvenes 80 años, quien vive sola en una estancia familiar a orillas del Río Paraná. Indefinible personaje, extraña mezcla de viuda aristocrática-terrateniente y filósofa bohemia, dedica su tiempo a sus placeres cotidianos: leyendo un libro, armando un rompecabezas de 2000 piezas o yendo con su tractor a hacer las compras al pueblo, navegando en internet o jugando en su computadora al solitario. Mientras tanto, la cámara silenciosamente la acompaña, la escucha y ella se brinda enteramente al gozo del diálogo/monólogo, desgranando diversos conceptos de su vida, de su filosofía y su manera de ver las cosas, de su pensamiento extremadamente lúcido/lúdico y un sentido del humor francamente envidiable. Se enorgullece, entre otras cosas, de no haber entregado nunca su tiempo a la sociedad de consumo y enarbola las banderas de una vejez como “la época más linda de su vida”, una etrapa de pleno disfrute, de gozo, de plenitud en todo sentido. De libertad. Y no solamente la iremos conociendo a través de sus pensamientos, sino que la cámara se va a ir deteniendo en esos pequeños detalles y objetos que forman parte indisoluble del universo de Bela. Imágenes que arman el propio rompecabezas de este querible personaje -como un juego de espejos: mientras ella arma los otros rompecabezas como divertimento-: sus anteojos, una lupa, sus largavistas, la radio. También integran este universo tan particular, objetos que uno no pensaría de uso común para una persona de su edad viviendo en el campo: mensajes de texto por celular, su notebook, el dvd, su tractor que maneja displiscentemente y hasta una sierra eléctrica. La vitalidad con la que se expresa es deliciosa y a los pocos minutos nos parecerá conocer a Bela de toda la vida y con ganas de saber más de su quehaceres cotidianos. Sus acompañantes de ruta en este momento son su mucama Cata (a la que no vemos pero si escuchamos en los diálogos con Bela) y el peón de su estancia, un hombre aislado que a diferencia de la mucama, la cámara lo descubre pero desconocemos su voz. Bela, irónicamente, lo describe más como un objeto a quien estudia pero no logra comprender (y si, evidentemente es más fácil operar con computadoras y objetos electrónicos que tratar de entender al ser humano mismo!). Cada pensamiento que comparte con la cámara es de una lucidez tal, de una singular vitalidad que construyen una invitación a repensar este tramo de la vida. Muchas veces dicho, pero nunca mejor ejemplificado que aquí en "Diletante": la juventud no es más que una simple cuestión de actitud. ¿ Y qué querés ser cuando sea grande?: Diletante. Igual que Bela.
En "Año Bisiesto" todo se centra en una ancestral tradicion irlandesa que al pedir matrimonio un 29 de Febrero (sólo entonces sucede en años bisiestos), ese matrimonio tendrá que ser concretado sin posibilidad de recibir un "NO" como respuesta. Después de cuatro años de pareja, Ann, la jóven protagonista de esta comedia romántica encarnada por Amy Adams ("Encantada" "Julie & Julia" y "Sunshine Cleaning" -también recientemente editada directo en DVD (comentario aquí) ) se decide a viajar a Dublin para proponerle definitivamente matrimonio a su novio. Elegirá entonces viajar en ese día tan especial que indica la tradición, y así tomarlo por sorpresa e interrumpir con esta buena noticia su adicción al trabajo. Pero nada será tan fácil como parece y una serie de eventos desafortunados como el mal tiempo, problemas en los vuelos y otras viscisitudes harán que la jóven bostoniana termine exactamente en la otra punta del mapa. En un pueblito típicamente irish tendrá que pedir auxilio y en ese momento es donde brilla un poco más con esos personajes pueblerinos, con muchas reminiscencias de "El Divino Ned" el tono de comedia que quiere imprimir el guión. Estos pasos de comedia, justamente, se basarán en la dualidad megaciudad-pueblo y la dificultad de la protagonista de sortear estos primeros escollos que se le presentan y que cada vez y a medida que pase el tiempo se le irán complicando aún más. En este pequeño pueblo conocerá a Declan, quien la ayudará en su travesía de atravesar el país y encontrar a su novio. Recalando en varios lugares comunes como esa dicotomía pueblo-ciudad y una pareja que como sucede en la mayoría de las comedias románticas, primeramente se repele con muchísima fuerza funcionando perfectamente sobre el final, el esquema de que los opuestos se atraen (archiconocido por cierto) la trama va avanzando sin mayores sobresaltos y sin tampoco ningún rasgo de genialidad en el guión, contando entonces con la típica situación de la pareja sometida por un tema del azar a pasar varios dias juntos. Contar, para este tipo de roles, con el protagónico de Amy Adams es como llegar a buen puerto en forma segura. Ella da perfectamente con la típica heroína de comedia romántica y aunque por supuesto la trama es complamente previsible, algunas de los problemas que tienen que resolver los protagonistas hacen esbozar una sonrisa. Y la pareja funciona (Amy Adams tiene como partener a Matthew Goode, el de "Watchmen" y la reciente "Regreso a la Mansión Brideshead") por lo que logra entretener, que es el fundamental objetivo de esta simpática comedia que no tiene mucho más que eso y que, aún pudiendo haber hecho una diferencia recalando en los personajes pueblerinos, elige centrarse en la típica comedia romántica sosteniendo que el destino pone el amor en el momento menos pensado. En DVD, se deja ver.
Un viaje interior a las tradiciones: "La Pequeña Jerusalem" Por esas cosas azarosas que tiene la distribución en Argentina, este primer film de Albou llega a nuestro país posteriormente a "La canción de las novias" que es su segundo film y ya fue estrenado unos meses atrás. Un barrio de los suburbios de Paris, Sarcalles, habitado en su mayoría por judíos, llamado justamente por eso "La Pequeña Jerusalem" es el marco donde la directora Karin Albou nos cuenta la historia de dos hermanas de una tradicional familia inmigrante. Una de ellas, Matilde (Elsa Zylberstein) está casada con un ortodoxo y son fieles seguidores de la religión mientras que Laura (Fanny Valette) es estudiante de filosofía, también estudia y se interesa por su religión -aunque de un modo más cuestionador-. Trabaja por la noche en una escuela, donde conocerá a Djamel -su compañero de trabajo que vive ilegalmente en Francia- y con el que se despertará una pasión "prohibida". Mientras que su hermana se encuentra aferrada a la religión y su madre viuda se conecta más con el mundo de las supersticiones (con tradiciones más arraigadas con sus origenes africanos -son imnigrantes tunecinos-), Laura trata de encontrar un camino propio tendiente a una libertad que permita despojarse completamente de estas dos fuertes tendencias. Es por eso que en sus clases de filosofía, y siendo admiradora de la obra de Kant, tratará de buscar su propia ley a la que seguir, mientras que esa atracción que siente por Djamel la hace replantearse la necesidad o no de la existencia de reglas. Dos hermanas representando dos mundos casi antagónicos, mundos que se distancian, que se diferencian, que se repelen casi con la misma fuerza que buscan atraerse, permiten que el guión de Albou pueda penetrar en la cotidianeidad de ellos mostrando esas diferencias, esas distancias cohabitando bajo un mismo techo. Para esto, cuenta con la invalorable "ayuda" de dos actrices notables: Fanny Valette como Laura tiene un rostro particularmente expresivo y una belleza singular, pero sobre todo Elsa Zlyberstein como Matilde (a quien vimos recientemente en "Hace mucho tiempo que te quiero" como hermana de Kristin Scott Thomas) toma en sus manos el papel de la hermana aferrada a la religión, endurecida por los preceptos religiosos, que quiere recuperar el amor y la pasión por su marido y gozar libremente de su sexualidad; y logra los mejores momentos del film. Un trabajo excelente. Quizás pueda parecer algo serena y demorada en detallar excesivamente algunos rituales religiosos y tradiciones familiares, pero en general la trama discurre en forma interesante, describiendo a esta familia dentro de la Pequeña Jerusalem e introduciéndonos en su mundo, sus construmbres, sus ideas, a veces tan cercanas y a veces tan distantes a las nuestras.
Un niño con alas... mucho más que para volar Evidentemente uno de los rasgos más interesantes de François Ozon como realizador, es su ductilidad para poder pasar de una película a otra atravesando géneros con total fluidez. Recorrió desde "Gotas que caen sobre rocas calientes", el thriller psicológico "La Piscina" y la inquietante "Sobre la Arena", un homenaje al policial y a la canción francesa con el musical "8 mujeres" junto a un elenco que incluía a Catherine Deneuve, Isabelle Huppert, Emmanuelle Bèart y Fanny Ardant. Contó una mirada desolada sobre la pareja en "Vida en Pareja" con Valeria Bruni Tedeschi y el excelente drama "Tiempo de Vivir" con Jeanne Moreau. Ahora, habiendo recorrido tantos caminos, en "Ricky" mezcla muchos de los anteriores y se anima a abordar nuevas experiencias, rozando el género fantástico. Y es sencillamente lo que más se disfruta del film. Presentándose en principio como una fábula, como si fuese un cuento de hadas, conocemos a Katie, que trabaja en una fábrica de productos químicos y conoce allí a un español del que se enamora y finalmente inician una convivencia. Pronto ella queda embarazada y aparecerá Ricky en la vida de todos ellos (los dos protagonistas, más la hija de 7 años de Katie de su primer pareja). Como todo bebé, modificará inicialmente la organización familiar pero luego será un hecho particular el que al poco tiempo haga temblar a la familia: a Ricky comienzan a crecerle alas. Esto hace que un bebé hermoso comience a convertirse en una rareza, un "freak" que pretenda ser acosado por el periodismo en general. En ese momento es, quizás, cuando la historia tenga algunas derivaciones menos interesantes pero rápidamente retoma el cauce con el que el director venía trabajando el resto de la propuesta. Estas alas que lo hacen tan particular, son el vehículo para que Ozon pueda hablar de los diferentes, de la intolerancia, del sistema de salud actual, de la aceptación, de la maternidad, de la pareja..... son tantos temas que parece increíble que este director francés haya podido dar cabida a casi todos ellos en un mismo film, que salvo algunas mínimos señalamientos en el guión, logra trabajarlos a todos con dinamismo y sin perder el sentido de la historia en ningún momento. No es casual que además Ozon en Sergi López encuentre también la posibilidad de insertar aspectos sociales y sobre un tema tan candente en Francia como los problemas de inmigración. La protagonista, Alexandra Lamy, es perfecta para el papel y logra transmitir todos los estados por los que pasa Katie: desde el entusiasmo inicial de volver a recomponer su vida sentimental y formar una nueva familiar, hasta sus cambios por la nueva maternidad y sobre todo sus altibajos al recibir a un bebé tan particular. Su pareja con López logra convicción en todos los momentos y además los momentos que han logrado con el bebé, Arthur Peyret, son de una increíble belleza. Como si todo esto fuese poco, sobre el final, vuelve a girarse una vez más la trama y quedamos sorprendidos y con una posibilidad interesante de resignificar todo lo aquello que hemos visto. Nuevamente Ozon, nos deja con la certeza que estamos en presencia de un realizador en búsqueda de nuevos lenguajes, de otros horizontes. Una sensación placentera e inquietante.
Para jugar al juego, que mejor juega y que más le gusta... Ya desde su título, "Rompecabezas", la Opera Prima de Natalia Smirnoff deja abierta la puerta para un juego de asociaciones y recontrucciones lógicas y emocionales: es la historia de María del Cármen, una mujer que durante 20 años o más se ha dedicado a su familia -su marido y sus hijos- y que descubre, casi azarosamente, una pulsión, una pasión, un deseo al que decide escuchar y actuar en consecuencia. Un simple regalo de cumpleaños de una tía, será el disparador para que descubra en ese armado, en ese montaje, en esa búsqueda de la pieza correcta, la reconstrucción de un mundo interno propio. Descubre su "don": una forma y un estilo de hacerlo únicos -tiene una rapidez y una singularidad en el armado que asombra incluso a muchos expertos-, despliega su autodidacta y se anima a arriesgarse a más. En cada rompecabezas se redescubre, abandona momentáneamente su faceta conocida, la de "ama de casa-esposa-madre" para dejarse envolver por un juego que la desestructura, que le presenta a ella misma como una desconocida, que le hace poner en juego su pasión y principalmente, que le abre puertas a otras zonas de sí misma, completamente desconocidas. Nuevas facetas, nuevas versiones para una misma María del Cármen. María Onetto es la actriz ideal para dotar de vida a este personaje en cada una de sus miradas, en sus silencios, en sus gestos. Crece a medida que avanza la trama, a medida que se deja llevar por su deseo, a medida que deja libre su espíritu de juego... y se alía junto con las fichas de cada rompecabezas -exquisitamente filmadas-, transformándose en las protagonistas excluyentes del relato. Paralelamente, ve un anuncio en la tienda de rompecabezas en donde alguien busca a un compañero de juego para una competencia de rompecabezas. Es ahí donde aparece su partenaire de juego (Arturo Goetz, otra actuación brillante), y con él, un nuevo descubrimiento, otra nueva capa, un nuevo velo que María del Cármen se anima a descorrer ... hasta soñar con una competencia internacional de rompecabezas. Una fábula de ruptura de la rutina, de encontrar una nueva versión oxigenada de una misma vida, de un fuerte despertar interior, que encuentra en la dirección de Natalia Smirnoff un timón que la lleva a puerto seguro. Una deliciosa historia con excelentes actuaciones, nutrida con diálogos y situaciones con mucho sentido del humor, con mucha inteligencia pero por sobre todo, trabajadas con la sencillez casi imperceptible con la que cada uno atraviesa estas transformaciones renovadoras.
Hay que romper la rutina Si una película se evalúa en función de lo que uno esperaba cuando eligió verla, no caben dudas que "Una noche fuera de serie" es de esas comedias rendidoras que brindan con creces lo que prometían desde un principio. Hecha esta aclaración -dado que sencillamente no es una película que vaya a ser recordada como una genialidad ni mucho menos-, el guión de Josh Klausner (tiene entre otros en sus manos "Shrek 3") puede tener algunos pero cuenta con una catarata de situaciones hilarantes, muy bien entramadas y que logran su cometido básicamente gracias a dos grandes de la comedia actual americana como Tina Fey (con una importantísima carrera televisiva en "Saturday Night Live" y "30 Rock") y Steve Carell ("Virgen a los 40" "Super Agente 86" y en televisión "The Office"). Ellos encarnan a los Fosters, una pareja con hijos que busca escaparse de la "modorra" de la vida conyugal (máxime que una de sus parejas amigas se acaba de divorciar, a pesar de que eran "excelentes compañeros de cuarto"). Deciden entonces romper la rutina con una salida especial. Y la planean en un exclusivo restaurant de Manhattan, en el que por supuesto será imposible conseguir una mesa un viernes por la noche. Imposible, a menos que se hagan pasar por otra pareja que tenía una reserva. El pequeño detalle que no tuvieron en cuenta es que la pareja por la que se hacen pasar, está buscada por unos policías envueltos en un caso de chantaje, corrupción y "maffia". Persecuciones delirantes, ritmo acelerado y algunos gags completamente desopilantes -brillante el baile de caño de Fey y Carell para salvar su pellejo- van armando esta comedia blanca llena de enredos y situaciones aunque poco creíbles, sencillamente funcionales a que la historia siga avanzando. Los gags se ven potenciados por el histrionismo y el desparpajo que despliega Fey (que tiene algunas líneas de diálogo divertidísimas de puro ritmo de sitcom -en las que claramente se nota que ella misma dió rienda suelta a la improvisación-) y por la notable química que produce en pareja con Carell. Todas las situaciones que atraviesan los Fosters, nos terminan pareciendo verosímiles y divertidas gracias a que resultan completamente naturales en manos de esta pareja. Con un grupo de personajes secundarios que amenizan la tarea (Mark Wahlberg demuestra que puede salir de sus papeles más rutinarios y Ray Liotta nos regala nuevamente un mafioso arquetípico) y un excelente timing alocado, "Una noche fuera de serie" es una comedia fresca, para pasar el rato y para reirse a carcajadas. No mucho más que eso.... que no es poco para los tiempos que corren.
El diablo en Bridget Jones Emily Jenkins (Zellweger) es una asistente social a la que le adjudican el caso de Lillith, justamente su caso nro. 39. Es una niña que presenta problemas de todo tipo en su desarrollo escolar y tras la primer entrevista con sus padres, ya se comienzan a evidenciar serios problemas en los raros vínculos familiares con que se manejan. En un episodio extremadamente violento, Emily logra salvar a la ñiña de que sus padres la quemen viva en el horno de la casa. Finalmente, y a pedido de la niña, decide llevársela a vivir con ella. Pero pronto empezará a surgir la verdadera personalidad de Lillith. Y a esta altura, Emily ya estará en graves problemas... Con un muy buen planteo inicial -aunque no es nada original, por cierto ya que tiene puntos de contacto con cualquier película de terror/suspenso en la que trabajen niños-, "Expediente 39" logra, de todos modos, sostener el enigma que rodea al extraño comportamiento de Lillith e incluso seguir atentamente la evolución de su comportamiento a medida que se van develando algunas caras ocultas. Y logra sus mejores momentos de tensión cuando varios allegados a ellas empiezan a tener accidentes fatales (otro niño que es un caso con el que Emily trabaja; su novio y psicólogo de los chicos -papel a cargo del multi-visto por estos momentos Bradley Cooper de "Simplemente no te quiere" "Qué pasó ayer?" "New York, I love you" "Día de los enamorados") y comienza a aparecer una veta de terror sobrenatural suficientemente inquietante. Para este momento uno ya pasó por alto que la heroína de la película es nada menos que Renée Zellweger, incompresiblemente elegida para esta película, y dándole una nueva oportunidad libre de cualquier preconcepto, su actuación logra, llegado este punto, transmitir la desesperación y el miedo del personaje central, aunque uno sienta todo el tiempo que no alcanza a trasnmitir el tono justo de este tipo de películas. Toda la excelencia que pone en juego el director Christian Alvart en conducir algunas escenas que logran un alto impacto (como la esceña del baño de Bradley Cooper o cuando el Detective que encarna Ian Mc. Shane es perseguido por un perro furioso) se pierde con otros "sobresaltos" más previsibles y ya vistos en otras películas del estilo. Pero por sobre todas las cosas, es lamentable que el giro final sea totalmente desacertado e increíble, quedando completamente fuera del suspenso creciente y negro que el guión venía trabajando interesantemente. Un buen golpe de tuerca sobre el final hubiese hecho la diferencia, pero...