Tras haber comentado "Carancho" hace pocos días, en donde describí mis sentimientos por el cine nacional, decidí darle una oportunidad al nuevo trabajo de Daniel Burman, otro de los pocos directores argentinos que me permito ver. Ninguno de sus anteriores trabajos ("El Nido Vacío", "Derecho de Familia", "El Abrazo Partido") me parecieron gran cosa, pero considerando el bajo nivel cinematográfico que solemos tener en nuestro país, Burman fácilmente se destaca. Como ya he dicho anteriormente, este no es un cine por el que pagaría una entrada, por eso, sin prestar atención a las muy buenas críticas que recibió por parte de la prensa, esperé a verla en la comodidad de mi hogar. En "Dos Hermanos", no fue únicamente el director el que me atrajo, sino la posibilidad de ver a Antonio Gasalla en un rol dramático, algo distinto y poco común. Gasalla nunca tuvo una carrera interesante en el cine, más allá de su gran trabajo en la genial "Esperando a la Carroza", por eso seguramente este papel representó un desafío para el reconocido actor de comedia. Junto a Graciela Borges interpretan a dos hermanos con una conflictiva relación de amor-odio, quienes se acercan tras la muerte de su madre. Esta relación es el punto fuerte del relato y, gracias a sus interpretaciones, lo que mantiene a flote la película. Las escenas más logradas son las que ambos comparten, entre ellas la del velorio, el coctel y el cumpleaños, donde se marca el contraste entre sus personalidades opuestas. Resulta difícil definirla dentro de un sólo género, diría que es un drama con un poco de humor negro. Una historia un tanto deprimente, con momentos densos que aburrirán a más de uno, que tiene como principal acierto la elección de estos dos actores para sus roles principales. Graciela Borges, como una mujer manipuladora y ventajista, y Antonio Gasalla, como un hombre sensible y dominado, construyen dos personajes interesantes dentro de un relato que no ofrece mucho más.
Quienes lean periódicamente este humilde blog notarán que no soy un seguidor del cine argentino. Desde su inicio, si mal no recuerdo, sólo he comentado una producción nacional, "El Secreto de sus Ojos". Ese excelente film lo disfruté en el cine, ya que sigo a Campanella desde sus inicios y considero que es uno de los pocos directores que te asegura un buen producto que justifica pagar la entrada. El trabajo de otros pocos buenos directores (Burman, Caetano, Trapero) prefiero verlo una vez editado en DVD y el resto directamente no me interesa. Seré prejuicioso, pero luego de muchas decepciones con el cine de nuestro país, quedé espantado. Por el lado de los actores, a Ricardo Darín lo considero EL actor argentino y es el único que logra arrastrarme a un cine. Normalmente pienso, si está Darín... El nuevo trabajo del director de "Mundo Grúa", "El Bonaerense" y "Leonera" presenta una historia de índole social, decadente y lamentable, pero, a su vez, una realidad cotidiana en nuestro país: El negocio que existe detrás de las indemnizaciones por accidentes de tránsito, que involucra a abogados buitres o "caranchos", médicos y policías corruptos. Con este tema de trasfondo, ambientada en un barrio del Gran Buenos Aires y desarrollándose mayormente en horas de la noche, es una película acerca del amor, traición y corrupción, que funciona como un "film noir" criollo con varios aspectos clásicos de ese género que tuvo su esplendor en el cine norteamericano de los años 30 y 40. Hay un gran trabajo de dirección, donde se destacan las escenas de accidentes de tránsito filmadas con una cámara que capta el momento del impacto desde el interior del vehículo. A diferencia de sus anteriores trabajos, Trapero aquí eligió para el protagónico a un actor reconocido como Ricardo Darín, quien ofrece otra impecable actuación en un papel diferente a lo que nos tiene acostumbrados. Martina Gusman no se queda atrás logrando otra buena interpretación, en su tercer colaboración con el director (y marido). Para los papeles secundarios, continúa confiando en actores desconocidos o novatos, entre los que sobresalen el conductor de la ambulancia y el matón del estudio de abogados. Lo único que me quedó dando vueltas es el final, que no me terminó de cerrar. Pero este cine nacional me da entusiasmo para seguir viendo un poco más.
Con la llegada de una nueva entrega de "Toy Story", volví a entusiasmarme con un film de Pixar como no me ocurría en mucho tiempo. Siempre he disfrutado las creaciones con las cuales, año tras año, nos sorprende la gente de este maravilloso estudio, pero no considero que todas hayan sido excelentes o muy buenas. No puedo dejar de destacar el altísimo nivel en todas sus producciones, logrando lo que ningún otro estudio jamás ha conseguido: estrenar 11 películas con éxito y reconocimento de la crítica. Pero la decisión de realizar una nueva "Toy Story" seguramente significó un importante desafío, considerando que debían cerrar la trilogía manteniendo el excelente nivel de las dos anteriores entregas. Hace unos años, cuando parecía que Pixar y Disney se separaban (una vez finalizado el contrato que los unía), Disney anunció que produciría "Toy Story 3" por su cuenta. Incluso se conoció la sinopsis, en la que Buzz era enviado a Taiwán para ser arreglado y el resto de los juguetes salía a su rescate. Por suerte, Disney compró Pixar y lo primero que John Lasseter hizo al recuperar el control fue cancelar esta producción. Lo bueno de Pixar, es que no se apuraron por sacar una nueva continuación, todo lo contrario a lo que hizo Dreamworks con las pésimas secuelas de "Shrek". Esperaron que surgiera una buena idea para desarrollar, que 11 años después coincide perfecto con los tiempos en los cuales se desarrolla la historia, y recién ahí la hicieron. "Toy Story 3" fue dirigida por Lee Unkrich, quien participó como co-director en varias de mis preferidas: "Toy Story 2", "Monsters Inc." y "Finding Nemo", aunque seguramente cualquiera de los directores de Pixar también hubiera logrado un gran trabajo. Como era de esperar, el resultado es excelente. "Toy Story 3" es una película tierna, dulce, emotiva y entretenida, que recupera la esencia de las primeras producciones del estudio, que para mí fueron las mejores. Con respecto a la historia, creo que cuanto uno menos sepa, mejor. Sólo adelanto que se centra en el abandono que sufren los juguetes, algo lógico considerando que Andy ya es un adolescente. Sin dudas, ésta es la más divertida desde "Finding Nemo", un punto fundamental que creo venía fallando en las últimas estrenadas. Hay muchos gags graciosos, donde sobresalen el reseteo de Buzz y las dudas sobra la masculinidad de Ken. Además, las "Toy Story" siempre contaron con la mejor variedad de personajes. Si uno repasa los trabajos de Pixar a lo largo de los años, seguramente recordará uno o dos personajes por film (Mike Wazowski, Dory, Nemo, McQueen, Wall-E), pero al pensar en "Toy Story" se vienen seis o siete a la memoria. Woody, Buzz, Sr. y Sra. Cara de Papa, Rex, los marcianitos, el perro... Encima se dan el lujo de presentar muchos personajes nuevos, todos geniales, donde se lucen Ken y el malvado Oso Cariñoso. La experiencia 3D no es tan relevante cuando el producto es de tan buena calidad. Sí, es un agregado pintoresco, pero recomiendo verla de cualquier forma (3D, 2D, subtitulada o doblada) que nada afectará el resultado. Incluye también la yapa del clásico corto animado previo, otra maravilla. En síntesis, otra imperdible obra maestra, para ver una y otra vez.
Jason Bourne va a la guerra. El director y actor de "The Bourne Supremacy" y "The Bourne Ultimatum" vuelven a reunirse en este film bélico que bien podría confundirse por un nuevo capítulo de la saga Bourne. Matt Damon interpreta a Roy Miller, aunque tranquilamente podría ser un alias de Jason Bourne sirviendo en el ejército. A principios del 2003, recién iniciada la guerra en Irak, el oficial Roy Miller es asignado para buscar Armas de Destrucción Masiva en ese país. Pero en los lugares que le ordenan investigar no hay señales de ADM. Miller comienza a cuestionar la veracidad de la información que recibe del Gobierno acerca de la ubicación de estas armas y pronto descubrirá una conspiración política planeada con el objetivo de justificar la guerra en Irak. El guión escrito por Brian Helgeland ("L.A. Confidential", "Mystic River") presenta un relato de ficción atrapante, basado en un hecho real conocido: las mentiras impulsadas por el Gobierno de Bush acerca de la existencia de armas de destrucción masiva en Irak, que luego sirvieron como justificación para iniciar la guerra en ese país. "Green Zone", a pesar de haberse promocionado como un estreno pochoclero, no tuvo éxito en los Estados Unidos debido a que el género bélico no atrae al público de ese país. Además, representa una crítica al Ejército y Gobierno Norteamericano sobre su accionar en Irak, algo que a los ciudadanos no le gusta que le recuerden. Ellos prefieren la imagen de héroes que se muestra en "The Hurt Locker". Paul Greengrass continúa con el característico estilo de dirección de sus dos trabajos anteriores (esa cámara en mano que sacude y una rápida edición), combinando además distintos géneros para lograr mucho más que un film de guerra. Acción, suspenso, drama, no le falta nada. Matt Damon ya ha demostrado que el traje de héroe de acción le calza perfecto. Si bien el oficial Roy Miller que interpreta aquí es igual a Jason Bourne, al menos se repite con un personaje ya probado que funciona perfecto. Lo acompaña un buen elenco, Greg Kinnear ("Little Miss Sunshine") como "el hombre del gobierno", Brendan Gleeson ("In Bruges") como un funcionario de la CIA, Amy Ryan ("Gone Baby Gone") como una periodista y Jason Isaacs ("Harry Potter and the Order of the Phoenix") como el oficial Briggs. Quien haya disfrutado las dos últimas "Bourne", sin duda también lo hará con "Green Zone". Entretenida e imperdible, una excelente película, recomendada por alguien que no suele disfrutar el cine de guerra.
Los dos comediantes más reconocidos de la TV norteamericana, Steve Carell ("The Office") y Tina Fey ("30 Rock"), comparten su primer protagónico juntos en esta típica comedia de acción. A pesar que los dos tienen una carrera cinematográfica despareja, el haberlos juntado representa el principal acierto de esta película, ya que ambos cuentan con mucho carisma y timing para la comedia. Juntos interpretan a un matrimonio con hijos, atrapado en la rutina luego de varios años de casados. Esta situación, con la que muchas parejas se identificarán, ofrece algunos de los pocos momentos divertidos gracias al trabajo de estos dos comediantes. Igualmente creo que están desaprovechados, atados a una flojo guión que no les permite aportar mucho. Por suerte, el director compacta todo en una hora y veinte minutos, mezclando comedia, algunas escenas de acción y la aparición de varios actores reconocidos en roles pequeños. Shawn Levy, quien ya había reunido un elenco variado en las dos "Night at the Museum", consigue aquí las participaciones de Mark Wahlberg, Ray Liotta, Mark Ruffalo, James Franco y Mila Kunis entre otros. Si bien supera el bajísimo nivel de otras recientes comedias, como por ej. "The Bounty Hunter" o "Did you hear about the Morgans?", mantiene ese clásico humor norteamericano que a mí no me entretiene. Es más, los errores de filmación del final son los que más sonrisas me sacaron.
Reconozco haber visto y disfrutado (si, y que?), junto a mi mujer, todos los capítulos de esta famosa serie que causó furor entre finales de los años 90 y los primeros años del 2000. Lo aclaro para que se entienda que el comentario sobre la película viene de alguien que ha seguido la serie a lo largo de seis temporadas, y no de uno que fue arrastrado por su mujer al cine para verla. Una vez finalizadas las seis temporadas, que se emitieron entre 1998 y 2004, las historias de estas cuatro mujeres habían tenido un buen cierre, dejando conforme hasta a las más fanáticas. Cuatro años después, aprovechando que el éxito de la serie se mantenía vigente, llegó la primer película que exploraba el único punto interesante que quedaba por tocar: El casamiento de Carrie y Big. Este era el tema central de aquella primera entrega, donde las otras tres protagonistas acompañaban con conflictos menores. A pesar de una larga duración, resultó entretenida y un gran éxito. Dos años después, llega una nueva y apurada entrega que confirma que ya no queda absolutamente nada nuevo por contar en la vida de estas mujeres. Como siempre, el mundo frívolo y ostentoso en el que viven Carrie y sus amigas, donde se destaca la moda por encima de todo, sigue presente y hasta se atreven a mostrarlo de forma aún más exagerada (si es posible). Pero quienes busquen ver algo más que cambios de vestuario, saldrán defraudados. A esta altura, conformarse sólo con la nostalgia que produce ver nuevamente en la pantalla grande a estos cuatro personajes, no es suficiente. Carrie lleva dos años casada con Big y ya tiene su primera crisis de pareja, Miranda decide renunciar a su trabajo para pasar más tiempo con su familia, Charlotte está agotada de la vida de madre y se siente amenazada por su sexy niñera, y Samantha sigue disfrutando de la vida de soltera pero acercándose a la menopausia. Gracias a una oportunidad de trabajo de Samantha, las cuatro mujeres viajan gratis a Abu Dhabi, donde aprovechan para despejarse de sus problemas. En este nuevo destino, donde aprovechan para burlarse de la cultura y religión, reaparece forzosamente Aidan (la otra pareja más recordada de Carrie) para intentar aportar un poco de drama sin lograrlo. El resto de los maridos y amigos gay figuran sólo en una o dos escenas, sin dejar nada nuevo. Y hasta se suman algunos cameos sin sentido de Penelope Cruz, Liza Minelli y Miley Cyrus. De más está decir que a las "chicas" se le notan los años y el "Sex" de "Sex and the City" que ya había quedado relegado en la primer parte, en esta continuación casi no existe. Encima gran parte del film se desarrolla en Abu Dhani (algo que no era necesario), por lo que el "City" tampoco está muy presente, haciendo que se pierda el encanto de una ciudad como New York. Seguramente, en un par de años llegará la tercer parte (con tal de seguir facturando), por más que quienes disfrutaron de esta excelente serie original coincidan que ya es tiempo de dejar a Carrie, Samantha, Miranda y Charlotte en paz. Una continuación totalmente innecesaria.
Luego de escribir y actuar en la exitosa comedia independiente "My Big Fat Greek Wedding", Nia Vardalos no logró hacer otra buena película. Intentó adaptar "My Big Fat..." a serie de tv con un resultado horrible y escribió/actuó en su siguiente película "Connie and Carla" que tampoco fue buena. En esta tercer película como escritora, actriz y por primera vez directora, vuelve a la comedia romántica y su pareja es, al igual que en "Mi Big Fat...", John Corbett. Empezando por lo bueno, Nia Vardalos es divina y hace muy buena pareja con John Colbett (Aidan de "Sex and the City"). Hasta ahí llego con lo bueno. Una historia muy boba, ya a los 20 minutos de película se ve que no tiene sentido. Cuál es la idea de esa estúpida regla de las 5 citas? Dos personas se quieren, pero no estan juntos por una regla? Ridículo. Genevieve es un personaje muy alegre, demasiado alegre, hasta exagerado. Todo muy sobreactuado y con pésimos diálogos. Segunda película de Nia Vardalos en este año y las dos muy malas.
El segundo film de la directora So Yong Kim ("In Between Days", Ganadora del BAFICI 2007) cuenta una historia chiquita y simple, con un ritmo tranquilo, en la que no pasa mucho. Pero recomiendo tener paciencia, dedicar apenas 89 minutos, para descubrir una película linda y tierna. Aquí conocemos a Jin y Bin, dos hermanitas que deben aprender a cuidarse entre ellas cuando su madre las deja con una tía, una mujer indiferente que las ignora, para ir en busca del padre de las niñas. Sintiéndose abandonadas y sin la posibilidad de ir al colegio, las dos nenas pasan el día solas, buscando la forma de entretenerse. Ilusionadas con el regreso de su madre, quien prometió volver cuando llenen de monedas una alcancía, ellas se las ingenian para vender grillos y cambiar monedas grandes por más chicas, cumpliendo así más rápido el objetivo. Pero su inocencia las lleva a una desilusión, cuando su madre no regresa y son enviadas a vivir con sus abuelos al campo. La directora no se preocupa por presentar un trabajo con grandes giros argumentales, o detallar demasiado lo que le ocurre a los mayores, sino que prefiere dedicar ese tiempo a las dos pequeñas. La cámara siempre las sigue a ellas, por momentos muy de cerca, mostrándonos su mundo como si fuera un documental. Y éste es el principal mérito de So Yong Kim, sin necesidad de música y eligiendo actores no profesionales, logra un relato muy natural. Mención aparte para el trabajo de las dos nenas, sobre todo la mayor, quienes logran excelentes interpretaciones, donde parece difícil creer que están actuando. Si bien, a medida que se desarrolla la historia, pareciera que nos introducimos más y más en un film melancólico, el final nos deja un momento alentador.
A pesar de contar con un buen elenco, el nuevo film de Gregor Jordan (director de la pésima "The Informers") fue enviado directo a dvd en países como Estados Unidos e Inglaterra. Esto posiblemente se deba a que la historia gira alrededor de un atentado terrorista, un tema muy delicado en esos países en los últimos años y algo que el público prefiere evitar a la hora de distraerse frente a la pantalla grande. Creo que la decisión fue acertada, ya que es una de las películas mas indignantes que ví en largo tiempo. Un ciudadano norteamericano es arrestado tras anunciar, mediante un video, que tres bombas explotarán en distintas ciudades de los Estados Unidos. Este hombre es trasladado hacia un lugar secreto, donde una agente del FBI y un misterioso interrogador intentarán obtener información acerca de la ubicación de las bombas. Prácticamente todo el film se desarrolla dentro de este lugar secreto, donde se intenta plantear un debate sobre las torturas a terroristas, enfrentando dos personas con visiones distintas sobre el tema. Por un lado, la agente del FBI que busca obtener la información de manera legal respetando los derechos del hombre, y por el otro, un interrogador que es capaz de utilizar cualquier método para obtenerla. A medida que avanza la cinta, queda claro cual es la postura del director frente al tema. Pero más allá de la opinión que uno pueda tener sobre este delicado punto, no creo que nadie disfrute ver cómo se tortura al hombre durante gran parte de la película y menos aún si se involucra a su familia, lo cual me parece desagradable e indignante. Una cosa es ver algo así en la saga "Saw", o algún otro thriller sangriento donde uno va preparado para ese morbo, pero ésto pretende ser un film serio mezclando drama con suspenso. Samuel L. Jackson interpreta al torturador, el mismo Jackson de siempre en un personaje que no entiendo por qué habrá aceptado. Michael Sheen ("Frost/Nixon", "The Queen") interpreta al supuesto terrorista, con un rol limitado que sólo le permite mostrarse en un par de escenas. Carrie-Anne Moss ("The Matrix") es la agente del FBI. Mas allá si la historia es interesante o no, si tiene un buen final o no, luego de un par de escenas de mal gusto, quedé bloqueado.
Cualquier película que tenga como punto central en su historia un tema religioso, seguramente generará polémica. Uno de los últimos títulos que causó el enojo de la Iglesia fue "The DaVinci Code" y con "Camino" ha ocurrido algo similar en España con los grupos mas conservadores. Este film está inspirado en los hechos reales vividos por Alexia Gonzalez-Barros (alexiagb.org), una niña española que falleció en 1985 de un tumor maligno y actualmente se encuentra en proceso de canonización por la madurez, entereza y tranquilidad con que llevó la enfermedad hasta sus últimos días. A pesar que la historia se considera ficción, ya que se toma ciertas libertades en el relato con respecto a los hechos reales, el director recibió críticas de la familia de la niña debido a que consideran que se los muestra como fanáticos religiosos y también del Opus Dei, quienes creen que se da una errada visión de las creencias de sus miembros. Este trabajo ganador del Goya a Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guión, Mejor Actriz, Mejor Actor de Reparto y Mejor Actriz Revelación, cuenta la historia de Camino, una niña con una grave enfermedad que descubre el amor en los últimos meses de su vida. Camino es una niña que desea comenzar clases de teatro para poder participar de la obra Cenicienta y estar así cerca de Jesús, el niño del que está enamorada. Pero al mismo tiempo, le descubren un tumor maligno que rápidamente afecta su salud. Su madre, una mujer muy conservadora, y su hermana, abocada a convertirse en monja, acompañan a Camino en la lucha con su enfermedad, siguiendo sus creencias religiosas. Su padre, un hombre cariñoso, no comparte muchos valores religiosos con su mujer y lidia con la enfermedad de su hija a su manera. Durante los meses de internación, miembros del Opus Dei creen ver en la joven niña una Santa, por la paz con que lleva la enfermedad. De más está decir que es uno de los estrenos más tristes de los últimos tiempos, con la enfermedad de la niña como punto central, en donde resulta difícil encontrar un lado alentador o positivo. Con sólo ver el poster o trailer, uno ya puede imaginarse lo duro que es éste film. Pero principalmente es una crítica a la manipulación y fanatismo religioso, apuntado al Opus Dei. Mi principal crítica es que el aspecto religioso, mas allá de la opinión que uno pueda tener del tema, toma demasiada importancia en la historia y puede resultar abrumador. Hay fuertes imágenes de las operaciones de la niña que creo, junto a alguna escena de sueños o pesadillas, se podrían haber evitado para acortar un poco los 143 minutos de larga duración. Las actuaciones son un gran acierto en todos sus roles. Nerea Camacho (Ganadora Goya Mejor Actriz Revelación) interpreta a Camino, una hermosa niña que nunca pierde la esperanza. Carmen Elias interpreta a la ultra-religiosa y controladora madre (Ganadora Goya Mejor Actriz), Manuela Vellés a la sumisa hermana y Mariano Venancio al querido padre. Una película deprimente y controvertida, donde cada uno podrá sacar sus propias conclusiones.