Una sucesión de calidad Si hay alguien que sabe reinventarse, es Sylvester Stallone. Vuelve con una nueva historia del universo de uno de sus personajes favoritos para el espectador, Rocky. Uno se preguntaría si después de tantas entregas valía la pena ver una más. Bueno, el viejo Sly se las arregla y nos vuelve a engatusar con esta historia que toma mucho de lo bueno que tiene la franquicia y le da un toque de modernidad con un sucesor digno como es Micheal B. Jordan. Sabia decisión la de Sly de configurarse como un personaje secundario en esta entrega y no intentar subirse al ring. Se vería demasiado raro. La dirección corre por cuenta del joven Ryan Coogler, responsable de la muy buena "Fruitvale Station" y en un par de años dará a luz a lo nuevo de Marvel, "Black Panther". Coogler sabe filmar y tomar excelentes planos de algunas secuencias de boxeo para el infarto. En cuanto a lo que historia se refiere, homenajea y hace honor a la saga tomando los nombres de Apollo Creed y Rocky Balboa y los pone en lo más alto. También hace surgir una nueva estrella, Adonis Creed. Hay varios guiños a las entregas anteriores que los fans van a agradecer, pero no son sólo guiños sino que representan la madurez de un universo cinematográfico que supo mantenerse vigente. Algo que me gustó bastante también es que la historia es muy positiva sin ser ingenua o cursi. Te hace entender y querer un poco más al boxeo y te deja una sensación agradable sobre la vida, sobre las personas. Lo personajes son personas con defectos y virtudes, pero sin ese cinismo que está tan de moda hoy en día en el cine. Hay momentos de fair play, aprendizaje y crecimiento personal para los personajes sin ser forzados. "Creed" es la muestra de que un film bien pensado desde las bases, buen guión (sin ser genial), personajes ricos y con carisma, buena cinematografía y una conciencia madura sobre el pasado de la franquicia. Una película que atrapa y entretiene. A los seguidores de Rocky los va a dejar muy contentos, y a los nuevos en el tema los va a hacer querer revisar la filmografía del pugilista de Filadelfia.
Otro crossover que no cumple Se estrenó nomás esta bizarra versión de Orgullo y Prejuicio llamada "Orgullo, prejuicio y zombies". La premisa ya se instalaba como una arriesgada versión de acción apocalíptica sobre este relato romántico de época. Por supuesto que los más escépticos tuvieron como primera reacción el escándalo y la resistencia, mientras que los más abiertos adhirieron y les pareció divertido esperar una versión muy distinta del clásico. Debo decir que desde el inicio me ubiqué en este último grupo, aunque con varias reservas debido a que ya hemos visto que de estos tipos de crossovers no ha surgido nada realmente bueno. Recordemos "Abraham Lincoln cazador de vampiros", "Cowboys & Aliens", "Alien vs. Depredador", etc. El problema de esta entrega no fue su planteo inicial ciertamente, sino la ejecución de una trama que tampoco supo cohesionar de manera atractiva el mundo de fines del siglo XVIII con el apocalipsis zombie. Para empezar, las razones por la cual se expande la horda zombie es demasiada básica y el contagio se da super rápido cuando se supone que la gente ha sido entrenada para hacer frente a este mal. La vuelta de tuerca de mitad del film en la que los zombies podrían convivir con los humanos es todavía más básica y torpemente materializada. Por otro lado, la dupla protagonista no llega a convencer. Les falta carisma para con el público y les falta química entre ellos. El resto del cast no aporta demasiado tampoco. Son todos personajes demasiado secundarios que no generan interés. Como positivo se puede decir que respeta algunos aspectos de la historia original de Jane Austen que de por sí son atractivos y que algunas peleas de espada y tiros con los zombies están bien planteadas, aunque se utilicen recursos que ya son cliché como las alternancias entre cámaras lentas y rápidas. Un film menor, que algún espectador muy fan del terror y la acción podrán disfrutar, pero para el público en general quedará rápidamente en el olvido.
Thriller fantástico para pasar el rato "Solace" o "En la mente del asesino" como se la llamó en nuestro país es un thriller de esos que vienen con dilema moral. No es de lo más original pero es un recurso que funciona y al menos pone al espectador en un ejercicio más exigente que tan sólo poner la mente en blanco y ver el desenlace natural de este tipo de películas. No voy a develar cual es el dilema, pero sí diré que es algo que da para debatir aunque sea un ratito cuando abandonamos la sala de cine y eso está bueno. La trama trata sobre una serie de asesinatos que han sido perpetrados con el mismo modus operandi y el FBI no consigue dar con pistas que puedan llevarlos a encontrar al asesino. Uno de los agentes conoce desde hace años a un viejo vidente que ya los ayudó en el pasado a resolver otros crímenes y lo contacta nuevamente, aunque esta vez la cosa será bastante diferente. El relato tiene este componente de fantasía que a algunos puede llegar a resultarle un poco ridículo. Por mi parte me pareció que estuve bastante bien manejado y no se abusó demasiado de él. Sobre el último sí hay algunas vueltas de tuerca forzadas que le bajan puntos y hacen que no termine de convertirse en un buen thriller, de esos que nos quedan guardados en el recuerdo cineliquero. Creo que se enredaron bastante en el desenlace final y esto derivó en que decayera la calidad. Las interpretaciones por su lado están bastante bien, aunque me gustaría ver a Anthony Hopkins en un rol que no le quede tan cómodo. Es como que refrita su personaje de Hannibal Lecter y le va agregando o sacando matices para adaptarlo al perfil que le toca. Jeffrey Dean Morgan y Abbie Cornish cumplen y le dan el vértigo que necesita el relato. Colin Farrell... más o menos. Como que le faltó más carisma. "Solace" es una buena película de crímenes y suspenso que se disfruta pero que no transciende. En el momento te vas a dar cuenta que es entretenida pero que en un par de meses ya no recordarás que la viste.
Todos somos salvajes Alejandro González Iñárritu lo vuelve a hacer. Con "The Revenant" plantea nuevamente la polémica acerca de su forma de hacer cine y sobre la historia que está contando, pero sin dudas no pasa desapercibido. Ya el año pasado recibió elogios y críticas por su película "Birdman" que finalmente terminó ganando el Oscar como mejor película. Este año vuelve a repetirse la historia con mucha gente que disfrutó al máximo "The Revenant" y mucha otra a la que le pareció un moco. Personalmente me ubico entre los espectadores que disfrutaron mucho su cinta y paso a explicar el porqué. En primer lugar, creo que AGI toma historias comunes y las dota de visceralidad, belleza y reflexiones. En este caso, toma un relato típico de venganza y redención al que le agrega una reflexión muy actual: "Todos somos salvajes" aparece en un cartel colgado de un personaje asesinado, y el espíritu de la narración se apoya sobre esta premisa. Etnias aborígenes que asesinan a otras etnias aborígenes, hombres "blancos" que asesinan a otros hombres blancos, aborígenes y hombres blancos que se asesinan entre sí, hombres y bestias que se enfrentan en una lucha territorial, todo enmarcado en una época de expansión y progreso de europeos en tierras americanas a principios del siglo XIX. Leí que mucha gente se quejó de la violencia que exhibe AGI en este film. ¿Acaso no son más violentos los videos que vemos día a día como parte de las noticias? ISIS decapitando y quemando gente, Rusia haciendo volar en pedazos a personas en zona de guerra, un delincuente embistiendo con un auto robado a una mujer con su bebé de 7 meses en brazos... Todos somos salvajes dice AGI y yo le compro la reflexión. ¿Se podrían haber evitado algunas secuencias violentas y obtener aún así un resultado Por otro lado, es imposible no resaltar el magnífico trabajo de fotografía que hizo el mexicano Emmanuel Lubezki ("Birdman", "Gravedad", "El árbol de la vida"). La selección de paisajes y la iluminación utilizada, combinados con los planos super amplios y los primeros planos de AGI hacen de la película un deleite visual imposible de no disfrutar. Esto es importante porque permite que el espectador pueda experimentar de manera vívida junto a los protagonistas las condiciones del ecosistema donde se lleva a cabo la historia. Otra cuestión ineludible es la interpretación de sus protagonistas, sobre todo la de Leonardo DiCaprio ("El Origen", "El lobo de Wall Street"), que si bien considero que no es la más memorable de su carrera (para mí la mejor es como Jordan Belfort en "El lobo de Wall Street"), es espectacular y confirma que hace rato merece el máximo galardón para un intérprete; el Oscar como mejor actor principal. Mención aparte merece el gran Tom Hardy ("Mad Max: Fury Road") que viene ascendiendo como un cohete y demuestra también que le sobra talento. Una propuesta que cierra por todos lados. Si se quiere es un tanto discutible la exhibición de violencia o la larga duración. Lo demás, es impecable.
Un rayo de luz en el infierno Otra pequeña gran película de esas que impactan, que mueven, que no nos dejan indiferentes. "Room" es la gran sorpresa del año y definitivamente se merece toda la atención que está acaparando. Este trabajo del director Lenny Abrahamson ("Frank") y la escritora Emma Donoghue es una experiencia que pasea al espectador por la dramática situación de una joven que es mantenida en cautiverio junto a su hijo durante años por un psicópata, pero ese paseo que a primera vista parece solo oscuridad incluye toques de aventura, fantasía y un mensaje esperanzador para un mundo cada vez más convulsionado. La película recibió nominaciones en varias de las ternas más importantes de los Oscars, incluyendo las categorías de mejor actriz principal, mejor director, mejor guión adaptado y mejor película. Ganó el Oscar por la actuación de Brie Larson, su protagonista, que realmente la rompe con una interpretación desgarradora y superadora. Podría haber ganado cualquiera de las otras categorías porque realmente el trabajo integral que se hizo es excelente. El relato está dividido en dos partes claramente diferenciadas, con dinámicas muy fuertes que se enfocan en primera instancia en la vivencia de tener que criar un hijo en cautiverio y con la situación desesperante por la que atraviesan día a día. En la segunda parte del film el guión se concentra en el arduo proceso de adaptación por el que pasan tanto madre como hijo, sobre todo este último que a su corta edad no conoció ningún el mundo real. Si bien la temática es muy fuerte está manejada de una manera que uno no se queda con la oscuridad sino que va descubriendo la luz junto a sus protagonistas. El proceso es realmente magnífico. Las actuaciones son todas muy buenas, sobre todo la de su protagonista Brie Larson, pero es el pequeño Jacob Tremblay el que se roba la película con su carisma infinito y ternura. Sean Bridgers, Joan Allen y William H. Macy acompañan muy bien. Un film que vale la pena ver, sufrirlo y disfrutarlo. Un gran rayo de luz en un mundo que a veces se encarga de autoflagelarse con horrores sacados de pesadillas.
Crepúsculo con ataques marcianos Perdón por la ignorancia, pero fui al cine a ver esta película invitado por mi hermano y mi cuñada pensando que se trataba de un film de ciencia ficción e invasión alienígena, hasta que con el correr del metraje me di cuenta de que esta historia estaba en realidad lejos de esto. Se trata de otra saga juvenil romántica maquillada con temática apocalíptica, a la onda "La Huésped", "El dador de recuerdos" o incluso la mismísima "Crepúsculo", todas sagas malísimas, al menos en su paso por el cine. Si ustedes ven bien el trailer, la variable triángulo amoroso no aparece en absoluto, de hecho se enfoca en el ataque alienígena y por ahí deja ver un beso de la protagonista con un flaco. Si no conocés el libro que se escribió, ni te imaginas que se puede llegar a tratar de un culebrón adolescente de amor. Así que si no sos del palo, te recomendaría informarte un poco más antes de malgastar tu dinero. La fórmula es la misma que hemos visto varias veces, sin ir más lejos en la franquicia de "Los Juegos del Hambre". La protagonista se debate entre la seducción de dos tipos, uno que es el chico que siempre le gustó desde el colegio y el otro es un misterioso granjero que conoce en medio del apocalipsis marciano. Cliché. Cuando comenzó el metraje, los primeros 20 minutos no fueron tan malos, pero a medida que iba avanzando, la trama real comenzaba a asomar. Las primeras cuatro olas de ataques que son parte del título son las mismas que se develan en el trailer promocional, siendo la producción y efectos especiales utilizados bastante aceptables pero no una cosa de primera calidad. Estos cuatro momentos pasan demasiado rápido, de manera accesoria, para que comience a tomar fuerza la verdadera esencia de la historia, el triángulo amoroso. Por supuesto hacia el final de la película se devela cuál es la quinta ola del plan de exterminio de los aliens y si no diste cuenta hasta los 40 minutos de metraje es porque no estabas prestando mucha atención, ya que la narración se encarga varias veces de tirar pistas torpes y obvias. Uno podría llegar a decir que si bien la novela es buena, su adaptación al cine puede no serlo. En este caso el libro ya presenta la quinta ola, que debería ser la más importante e impactante, pero en cambio es la más ridícula de todas. Es inverosímil, su justificación es una bobada y está pensada torpemente. No quiero spoilear, pero cuando vean la película se van a dar cuenta de lo que estoy diciendo. ¿Por qué los invasores con todo su poderío y capacidad de destruir a los humanos pondrían en marcha una quinta ola como la que presenta la historia? Es sumamente ridícula la premisa y parece que a medida que avance la saga se profundizará sobre el culebrón amoroso. Le sumo unos puntos por la presencia de Chloe Grace Moretz ("Kick-Ass", "Hugo") que viene demostrando que es una buena actriz y tiene el carisma suficiente para estar al frente de un film, pero la verdad es que está para más que una saga juvenil pobre como esta. No la recomiendo salvo que seas consumidor habitual de este tipo de historias.
Otra remake con poca fuerza "Point Break" es la remake de aquel clásico de los 90s con el mismo nombre dirigida por Kathryn Bigelow y protagonizada por Keanu Reeves y Patrick Swayze. Si bien la versión original no era la octava maravilla, gustó mucho y se convirtió en un clásico de culto. No diría que es una película fundamental, pero la verdad es que fue un buen policial, que combinó de manera muy atractiva la ideología ecologista con los deportes extremos y la amistad. ¿Era necesaria esta remake? Creo que no, pero quejarme de esto es inútil ya que es una tendencia que llegó para quedarse, aún cuando la balanza indica que la gran mayoría de remakes modernas han sido peores que sus originales. Este es un caso que se suma a ese listado negro. Debo admitir que le tenía menos fe al resultado final de lo que realmente terminó siendo. Si bien no es una buena película en general, tiene algunos elementos que resultan interesantes. Para comenzar diría que se acentuaron tanto la temática ecologista como la de los deportes extremos. La primera fue manejada de manera torpe a mi entender, con demasiadas bajadas de línea y subrayados. Creo que una mejor escritura de guión habría ayudado a que no pareciera una ideología vana y superficial como terminó siendo. La segunda temática sí estuvo bien puesta en pantalla con escenas de acción vertiginosas en el aire, el agua, la montaña. Hay algunas verdaderamente buenas como el vuelo con wingsuits. En términos generales tiene muy buenos efectos especiales y lindas locaciones. En cuanto a la parte del crimen y la camaradería, creo que se quedaron cortos. Es una lástima porque es justamente en estos dos factores donde se debió poner más cabeza, no tanto en lo visual. Nunca llegamos a comprar el lazo que se forma entre los protagonistas, Utah y Bodhi. Tampoco nos llegamos a involucrar demasiado con los socios de crimen y aventuras de Bodhi, por lo cual cuando les pasa algo no nos mueve un pelo. Con uno de ellos sorprende un poco una escena, pero está manejada de tal manera que no logra el impacto que requería. Otra cuestión que me pareció es que la película quedó un tanto inmadura e infantil, lo que por supuesto le hace perder llegada demográfica. Al espectador de 40 años para arriba probablemente le parezca un poco boba. Una propuesta que puede llegar a gustar al grupo adolescente por el despliegue visual de deportes extremos y locaciones exóticas, pero que se queda a mitad del camino en el planteo de una historia que podría haberse recuperado con más compromiso en la construcción de la trama. Poco recomendable.
"Joy" es la nueva película del prolífico director David O. Russell ("Silver Lyinnings Playbook", "American Hustle", "The Fighter", entre otras) que llega para contarnos la historia real de una mujer que venció muchos obstáculos para convertirse en una gran empresaria de los Estados Unidos. Si bien la dinámica del film tiene la impronta de calidad de Russell, resulta en su conjunto un producto un tanto disperso y menos interesante que otras películas dirigidas por él. Creo que el afán de combinar su forma de narrar con esta historia de base feminista y capitalista terminó por exagerar algunas cuestiones de manera un poco torpe. Es como la historia de una Cenicienta cuyo poder femenino se diluye bastante en el trasfondo económico de la propuesta. Joy alcanza su felicidad y realización cuando se convierte es uno de esos empresarios que en el camino le pusieron trabas a ella misma para lograr sus objetivos. A nivel interpretativo todo el cast está muy bien, como suele suceder en películas de Russell. Jennifer Lawrence se destaca en el rol protagonista aunque no se si es una interpretación digna de un premio. Creo que ha tenido mejores. Le siguen Virginia Madsen, Robert De Niro, Edgar Ramirez y Bradley Cooper entre otros. Lo mejor del film pasa por el ritmo que se ofrece, los diálogos filosos y algunas escenas realmente emocionantes como cuando increpa al empresario que la viene estafando o cuando logra su primer gran venta en un programa de televentas. Russell sabe lo que al espectador le gusta ver en pantalla y lo explota muy bien. Lo no tan bueno de la propuesta tiene que ver con remarcar demasiado lo que está pasando, como por ejemplo la narración de la abuela de Joy que está presente en buena parte de los momentos. Otra cuestión negativa es la resolución con mensaje de éxito personal asociado indefectiblemente al ascenso económico. Sí, es la definición de sueño americano del estadounidense, pero es algo que me resulta muy banal, superfluo. En "Joy" lo muestran de manera que queda claro que la protagonista encuentra la felicidad y el equilibrio de su vida cuando llega a ser la CEO de una gran cadena de productos, no cuando compone sus relaciones familiares. Esto me dejó un gusto un poco amargo. Por último, creo que Russell se dispersa un poco con algunos caprichos, como las secuencias en las que Joy tiene pesadillas con las novelas que ve religiosamente su madre. Una película que sin ser de lo mejor del director o Jennifer Lawrence, se deja ver y por momentos resulta reveladora y entretenida.
Las criaturas del buen Quentin Tarantino finalmente estrenó su nueva película "The Hateful Eight", que recordemos estuvo en peligro de no ser realizada debido a una filtración del guión original del escritor y cineasta. Por suerte se hicieron algunos cambios que dejaron contento y motivado a Quentin para retomarla. En esta ocasión nos trae otra de esas tramas violentas que tanto le gustan, de personajes tan atractivos como repulsivos que se ven envueltos en una encrucijada que los enfrenta. La locación tiene lugar en el crudo invierno del lejano oeste en lo que aparenta ser fines del siglo XIX. Un conocido caza recompensas llamado John Ruth (Kurt Russell) está viajando hacia el pueblo más cercano para entregar a la horca a la forajida Daisy Domergue (Jennifer Jason Leigh) y poder cobrar la recompensa que ofrecen por la entrega con vida de la misma. En el camino se cruza con un viejo conocido, el Mayor Marquis Warren (Samuel L. Jackson) que le solicita transporte hacia el mismo pueblo para transportar también a forajidos pero que ya están muertos. Por otro lado, también se cruza con el nuevo sheriff del pueblo, Chris Mannix (Walton Goggis) a quien no quiere llevar, pero se ve de cierta manera comprometido a hacerlo ya que éste es quien autorizará su pago en destino. Como parada obligatoria tienen una taberna intermedia en la que deben pasar la noche junto a otros cuatro personajes bastante coloridos, el mexicano Bob (Demián Bichir), el verdugo Oswaldo Mobray (Tim Roth), el misterioso Joe Gage (Michael Madsen) y el viejo General Sandy Smithers (Bruce Dern). Como se imaginarán, la convivencia no va a ser tranquila, sobre todo cuando descubren que hay uno de ellos que nos es quien dice ser. La maldad inherente de cada personaje junto a la creciente desconfianza hacia sus compañeros de estadía, desatarán un infierno psicológico y corporal que llegará hasta puntos de violencia muy disfrutables. Tarantino arma una historia que si bien es menos intrincada y compleja que varios de sus títulos anteriores, resulta muy atractiva, más que nada por sus personajes, criaturas de la excentricidad y la bajeza que despiertan nuestro lado más morbo. Por supuesto existe una historia central que une a todos esos personajes y que Tarantino se encarga de develarnosla a cuenta gotas para que el momento de clímax se viva con más intensidad. Creo que nos la puso un tanto más fácil que en otras películas y el desarrollo futuro se puede ir intuyendo a medida que pasa el metraje. Podríamos decir que le faltó un poco más de complejidad para llevarnos al desenlace final. De todas maneras el camino que construye hacia ese desenlace es atractivo y permite que disfrutemos de un buen momento cinéfilo, con interpretaciones muy buenas. Para remarcar también la colaboración del gran Ennio Morricone que vuelve una vez más a musicalizar de manera magistral un western. Una nueva entrega cinematográficas de uno de los directores más originales y respetados, que si bien no es de lo mejor que hemos visto de su repertorio, cumple con el objetivo de brindar buen cine y entretener una vez más a sus seguidores.
Hombre lobo del hombre "The Big Short" es una de las películas nominadas a lo mejor del año en los Oscars edición 2016. La película está dirigida por Adam McKay ("Anchorman", "Talladega Nights") y trata en clave de "dramedia" sobre la crisis inmobiliaria que tuvo Estados Unidos allá por el 2008 y que afectó la economía mundial. McKay lo que hace es tomar un tema complejo, que cinematográficamente podría haber sido un bodrio, y lo convierte es un relato muy interesante, divertido y devastador a la vez. Nos ofrece una mirada bastante certera y crítica de los gestores de este desastre financiero, cómo la ambición de los artífices de la burbuja inmobiliaria llevó al capitalismo al borde del colapso, pero lo más devastador que ofrece es un vistazo sobre la débil condición humana del siglo XXI. Un montón de giles despreocupados nadando en una pecera de consumismo acechada por un grupo de tiburones listos para atacar cuando sea el momento correcto. En ese contexto, cuatro tipos de firmas financieras distintas supieron predecir lo que estaba por pasar e hicieron muchísima guita cuando finalmente se produjo la crisis. Estos cuatro protagonistas son Christian Bale, Steve Carell, Ryan Gosling y Brad Pitt junto a dos novatos de la finanzas. Todos hacen un muy buen trabajo interpretativo, pero el que más se destacó fue sin dudas Bale con un personaje tan repulsivo como hipnótico, un genio incomprendido. El ritmo del film es también algo para destacar, dinámico, con momentos explicativos a cargo de celebrities que nada tienen que ver con la trama y conversaciones con el espectador al estilo "House of cards". McKay toma una temática pesada y le pone entretenimiento sin dejar de ser filoso y muy crítico. Es casi imposible no recordar a la película de Martin Scorsese, "The wolf of Wall Street". Se muestra con crudeza como se mueve el dinero en los grandes bancos y como se hacen negocios encadenados de valores intangibles respaldados por la misma nada. Creo que "The Big Short" o "La gran apuesta" como se la llamó en nuestro país, es un gran film que, sin ser lo mejor del año, tiene merecida su nominación al Oscar y constituye un muy buen entretenimiento que tira un poco de luz sobre este hecho importante de consecuencias mundiales que nos tocó de rebote y sobre el cual no tuvimos mucha explicación en su momento. Recomendable.