La femme fatale, la Jennifer "Red Sparrow" presenta la cuarta colaboración entre la ya super estrella de Hollywood, Jennifer Lawrence, y el director austríaco de apellido homónimo, Francis Lawrence. Anteriormente trabajaron en las últimas tres entregas de la exitosa saga "Los Juegos del Hambre". En esta ocasión, nos ofrecen un thriller de espionaje que para mi gusto se tomó demasiado en serio a sí mismo. La historia no aporta nada exactamente nuevo a lo que ya hemos visto del mundo del espionaje además que todo el tema de ser una ciudadana rusa a Jennifer no le sienta del todo bien. La película en sí está bien construida, tiene un buen elenco y algunos momentos de acción y suspenso que la hacen disfrutable, pero la verdad es que el resultado final termina siendo un poco olvidable. La trama nos presenta a Dominika Egorova, una bailarina talentosa del Bolshoi que por un desafortunado "accidente" se ve forzada a abandonar la danza y por lo tanto queda sin trabajo. Su madre está enferma y tiene poco dinero. Esto la lleva a pedir favores a un tío peligorso y poderoso con altas conexiones en el gobierno ruso. Termina uniéndose a un programa secreto de entrenamiento que pondrá a prueba su temple y le ensañará a manipular a las personas usando su sensualidad e inteligencia. La envían a una misión en la que se cruza con otro agente, el americano Nate Nash, con quien comenzará una danza estratégica para cumplir con su misión y poder a la vez escapar de su nueva vida en el espionaje, ¿o quizás es todo parte de su artimaña? Lo más interesante del film es la mismísima Jennifer Lawrence que siempre ilumina la pantalla. Belleza y gran actuación más allá de que el ruso no es lo que mejor le sienta. Acompaña un buen elenco que incluye nombres como Charlotte Rampling, Joel Edgerton, Jeremy Irons, Matthias Schoenaerts, Ciarán Hinds, Joely Richardson y Mary-Louise Parker entre otros. Otra cuestión interesante es la calidad de la escenas, cómo están planificadas y filmadas, con gran pericia y encanto estético. El problema se presenta más bien por el lado del guión que no es muy interesante además de que por momentos se vuelve predecible y poco verosímil. Hay algunas situaciones que ya son de manual, que no deberían presentarse, y que aquí suceden igual. Ejemplo de esto son el enamoramiento de los agentes enemigos, el pasar de ser bailarina a máquina asesina como si hubiera aprendido a plelear con el cablecito en la nuca de Matrix, la develación del topo infiltrado en el gobierno ruso y algunas otras torpezas más que le restan calidad. Creo que el público en general la disfrutará pero le parecerá a la vez olvidable, poco trascendente, e incluso habrá otro tanto al que directamente le parezca aburrida y que se tomó demasiado en serio a sí misma para contar una historia que es más bien básica.
Poética historia del crecer y amar "Call me by your name" es uno de los filmes del año para la crítica especializada pero no tanto así para los espectadores. Obviamente hay gente que la amó por todo lo que representa y la manera en la que se filmó, pero también hubo bastante gente a la que le pareció que se la analteció demasiado sin tener realmente tanta trascendencia. Estoy entre medio de estos dos tipos de espectadores. En primer lugar la historia es fundamental para los tiempos que vivimos, de liberación y aceptación de la sexualidad (aunque todavía hay mucho por recorrer), que viene pidiendo a gritos más y mejores historias gay en el cine. Aquí creo que sí hay un elemento de trascendencia. En este sentido el director italiano Luca Guadagnino y el guionista James Ivory hacen un magnífico trabajo en la dotación de belleza y poesía a esta historia de crecimiento, autodescubimiento y amor. Es verdad también que se les fue un poco la mano con los adornos estéticos del film. Brilla tanto en su puesta que por momentos atenta contra la verosimilitud. Por su lado, la dupla protagonista compuesta por Armie Hammer y Timothée Chalamet sorprende en el compromiso con su actuación, sobre todo el segundo, pero debo decir que a mi parecer no se percibió tanta química entre ellos, no esa química que sí tuvieron por ejemplo Léa Seydoux y Adele Exarchopoulos en "La vida de Adele" o Heath Ledger y Jake Gyllenhaal en "Secreto en la montaña". Los protagonistas de esta historia son Elio Perlman y Oliver, un adolescente de 17 años franco italiano en vías de descubrir su sexualidad y otro joven, esta vez americano y aventurero, varios años más grande que el primero que llega a casa de los Perlman como un estudiante de posgrado bajo la tutela del padre de Elio. La trama se va desarrollando minuciosamente, mostrando desde el inicio los detalles de cómo ambos jóvenes se van acercando de a poco entre sí y se van histeriqueando hasta llegar al punto de declarar su deseo el uno por el otro. Al principio su interacción es torpe y fría, pero de a poco se van soltando. No se si les pasó (o va a pasar cuando la vean) a algunos espectadores que en los acercamientos previos entre ambos protagonistas e incluso cuando llega el momento en que ambos consuman su deseo por primera vez, sentí que fue un tanto aburrido y hasta infantil. No pretendía ver una escena porno de sexo gay, pero creo que perdió verosimilitud en lo tímidos e infantiles que fueron. Está la famosa escena del durazno, es verdad, además de que estéticamente se nota que quiseron cuidar mucho los detalles, pero creo que le faltó fuerza en este sentido. Todo muy soft, como para que no se enoje nadie. Otras películas del género de años anteriores fueron mucho más jugadas. Desde los aspectos artísticos no hay nada que reprochar. Locaciones para enamorarse, un ambiente intelectual muy interesante, diálogos trascendentales como el que sostiene Elio con su padre hacia el final del metraje que es uno de los mejores momentos del film, una musicalización que transporta a esa Italia ochentosa, ambos protagonistas atractivos desde lo físico y a nivel personalidad. Si tuviera que resumir esta película en pocas palabras diría que es un gran film de temática LGBTQ que además toca temas lindísimos como el crecer y hacerse adulto, pero que no se terminó de animar a mostrar una realidad más verosímil.
Un nuevo clásico instantáneo "The shape of water" es una de esas clases magistrales de cine que aparecen cada tanto en la gran pantalla. Este nuevo trabajo del director mexicano Guillermo del Toro ("El laberinto del fauno", "Hellboy") es un verdadero clásico instantáneo que llega hondo al corazón de los espectadores, no sólo por su temática inclusiva y trascendental sino también por su demostración de gran amor a la industria del cine. Para los concurrentes más despistados debo advertirles que este cuento de Guillermo del Toro es por sobre todas las cosas una historia de amor. Tiene fantasía, tiene drama, tiene humor, pero su esencia principal es contarnos acerca del amor de dos seres. Esto lo digo porque no pude evitar escuchar a algunos espectadores circunstanciales sentirse un tanto despistados por el tipo de película que habían prensenciado. Algunos creyeron que era algo cercano a "El laberinto del fauno" con mucha oscuridad y drama, mientras que otra creían que iban a ver algo más cercano a la fantasía y la acción de una "Hellboy". Esta propuesta tiene una pizca de cada género pero su fuerza está en la construcción del amor de dos marginados. Lo más maravilloso que tiene este film es la capacidad para contar historias que tiene su director y escritor (asociado también con la guionista Vanessa Taylor). Del Toro crea mundos mágicos espectaculares, atractivos, con monstruos maravillosos y dignos de admirar. El elemento fantástico es relevante en esta historia, pero lo más superlativo es el don que tiene para dotar de humanidad a sus protagonistas. La trama es simple pero a la vez llena de emociones que nos hacen reflexionar sobre el mundo en el que vivimos. A través de su fantasía del Toro nos invita a romper nuestras estructuras negativas y a aprender a ser felices. Por el lado insterpretativo no tengo más que odas a las labores del quinteto protagonista, Sally Hawkins, Michael Shannon, Richard Jenkins, Octavia Spencer y Michael Stuhlbarg. Por su lado el ya icónico Doug Jones hace un muy buen laburo en la piel del hombre anfibio, aunque siendo justo es el rol menor del film. Un película para disfrutar con la mente abierta y los sentidos dispuestos. Un nuevo clásico instantáneo que quedará en lo más alto que nos ha dado la industria del séptimo arte.
Un héroe político "Black Panther" es lo nuevo de Marvel Studios que llega en medio de un ambiente social y político propicio para su éxito, hay que decirlo. El efecto que está teniendo sobre la crítica en general, y por ende en parte de los espectadores alrededor del mundo, es parecido a lo que sucedió en su momento con "Wonder Woman" de DC, su competencia. La película de la heroína llegaba en medio del surgimiento del movimiento femenino por la igualdad de derechos en Hollywood, el empoderamiento de la mujer y las primeras acusaciones de abuso sexual por parte de productores, directores y actores varones a mujeres del medio. El famoso Time's Up. El caso de "Black Panther" es parecido en el sentido de que llega luego de reclamos varios sobre la falta de reconocimiento de producciones dirigidas e interpretadas por afroamericanos, de hecho hubo hasta un boicot en los Oscars, recordemos el "Oscars so white". En mi opinión todo esto afectó los comentarios por demás positivos que se están leyendo por ahí de la crítica especializada, como queriendo sumar puntos post reclamo. ¿La película es buena? Sí, es muy buena y entretenida, pero no es lo mejor que ha hecho Marvel, de hecho es una de las entregas donde más se nota la dinámica infantil e inocente de Disney. Es decir, el público objetivo de la película es más joven que en otras películas de la factoría. Lo mejor del film es sin dudas el dilema moral del protagonista, que llega al trono de manera legítima pero sin tener toda la historia completa de su clan familiar. Creo que en este sentido hay una linda novedad y la trama toma senderos interesantes, sobre todo los que tienen que ver con el villano, Killmonger (Michael B. Jordan). Por otro lado tenemos la novedad de ver una historia que para muchos es fresca y nueva, aún para algunos lectores asiduos de comics. Recordemos que Black Panther no es de los personajes principales de Marvel y eso creo que generó novedad sobre este relato. Por último podemos resaltar lo colorido y espectacular que resulta la presentación de la ciudad de Wakanda dentro del universo marveliano. La combinación de tradición africana con el elemento tecnológico resulta un fiesta para los ojos. ¿Lo que menos me gustó? Creo que por momentos la dinámica se torna demasiado infantil, con reacciones y diálogos puestos sólo para atraer a niños y adolescentes. Por un lado está bien porque son el futuro del estudio cinematográfico en el cine, pero a veces estos recursos atentan contra el flow del relato. Hay algunas reacciones de los personajes que son precipitadas y hasta torpes. No quiero spoilear, pero fíjense por ejemplo el personaje de Daniel Kaluuya, W'Kabi. También se encuentran algunas contradicciones como el de volver pasos para atrás presentando sistemas de monarquías y castas que son tan polémicas como ignorar producciones por ser lideradas por afroamericanos. Otra cuestión que me cansó un poco tiene que ver con la fórmula cinematográfica utilizada, ya que si bien en esta película los escritores trataron de ir por algunos caminos más nuevos, se mantuvieron de manera conservadora sobre los mismos elementos bases que sostienen y moldean las historias de superhéroes de Marvel. La dinámica tiende a repetirse no importa cual sea el relato o el superhéroe en cuestión. En este sentido creo que deberían empezar a diversificar más el estilo. "Black Panther" va a gustar mucho a los seguidores de Marvel, pero creo que la mayoría coincidirá en que no es lo mejor de la factoría si bien podría llegar a estar en el top 5.
Garland va definiendo su impronta Cada vez son más las películas originales que llegan a través de plataformas On Demand como Netflix. En este caso llega un film de ciencia ficción y suspenso dirigido por Alex Garland, el artífice de la aclamada "Ex Machina". ¡Ojo! Debo aclarar a los espectadores despistados que probablemente este trabajo fílmico no sea lo que imaginan luego de ver los trailers promocionales. No es Rambo femenino en un planeta extraterrestre. Aclaro esto porque muchas veces pasa que al ver una cara muy conocida en el elenco y un trailer lleno de acción, el público piensa que se trata de una especie de "Aliens" o similar. Tiene acción, claro, pero sobretodo tiene la impronta de un director con gran imaginación y cuyas raíces tienen que ver con la escritura, con ese nivel de detalle que va succionando al lector en la historia que quiere contar. En "Aniquilación" se nota esa dinámica, con un avance calmo y detallista pero a la vez contundente sobre lo que quiere transmitir. La historia se centra en Lena, una ex soldado cuyo marido, también soldado, vuelve en estado catatónico de una misión ultra secreta. Lo que sucede es que una fuerza natural desconocida está avanzando sobre una zona rural de varios kilómetros en Estados Unidos modificando genéticamente todo a su paso. Para entender qué es lo que sucedió con su esposo, Lena se embarca en una misión junto a otras mujeres especialistas en distintas materias de las ciencias. La misión será una locura total a medida que van descubriendo el fenómeno que está teniendo lugar. El film es un ensayo casi filosófico acerca de la relación de la naturaleza y el hombre, en donde el control esta vez está totalmente a cargo de la primera. Mutaciones genéticas imposibles y espeluznantes cobran vida en este film que mezcla suspenso, drama y horror. Ya en "Ex Machina" exploró la relación del hombre y la robótica en una visión bastante oscura e irónica. Con "Aniquilación" hace lo propio pero en relación a la biología. Presenta algunos planteos quizás muy conceptuales y sombríos, pero si se dejan llevar por Garland y prestan atención a las secuencias que nos va regalando, se van a encontrar con una gran película. El final es un tanto abierto a interpretaciones varias y creo que es de lo más endeble de la propuesta, pero aún así logra atrapar y hacer disfutar a montones.
Viva México cab... Pixar y Disney vuelven al ataque con una historia efectiva, oportunista y redonda por donde se la mire. "Coco" es la nueva apuesta de los estudios de animación para seguir enamorando a su público fiel. En esta ocasión el relato nos habla de Miguel, un niño mexicano con aspiraciones de ser un gran cantautor que recorra el mundo como lo hicieron otros de ese gran país musical. El problema que se presenta es que la familia de Miguel es anti música, la odia y la aborrece por la historia de despecho que sufrió la tatarabuela Imelda. Por esto es que su familia completa se dedica a la fabricación y ventas de zapatos. En el mismísimo "Día de los Muertos", una fecha muy popular y sagrada en México, nuestro protagonista se escapa de su casa para anotarse en un concurso amateur de talento musical y a partir de ahí comienza la gran y colorida aventura de Miguel en el mundo de los muertos. Lo primero que hay que reconocerle a Pixar y sobre todo a Disney, es que son expertos en el arte de la emotividad. Casi con 100 años de experiencia, la casa del ratón ha aprendido muy bien cómo contar historias, con una fórmula segura que no varía demasiado de film a film, es cierto, pero que no deja de ser efectiva en cuanto a lo que el espectador espera ver cuando va a disfrutar una de sus películas. Tenemos al protagonista diseñado pixel por pixel para ser adorable, al divertido y fiel compañero secundario que aporta los momentos de ridiculez personificados en el perro Dante, el despliegue espectacular de colores hermosamente combinados y por supuesto una historia de enseñanza que te da una caricia tibia al corazón. En este último recurso paro un poquito y aplaudo que durante la mayor parte del relato no se busque el golpe bajo emocional, aunque cuando llegan los últimos 10 minutos, no hay lagrimal que aguante semejante embestida al alma. Una secuencia de escenas que estrujan al espectador sin piedad. Cuando la vean entenderán de qué les hablo. Por último quiero resaltar el oportunismo de esta historia, y ojo que no lo digo como algo negativo, sino como una buena lectura del humor social en los Estados Unidos. La historia no es de un niño norteamericano o inglés, sino que la aventura la tiene un niño mexicano que vive en México y con las costumbres e idiosincrasia mexicanas. Hay algunas carencias con respecto a esto, claro está, pero tampoco es para ponerse en gil y criticar que se americanicen un poquito algunos aspectos. Después de todo los que están haciendo el film son estadounidenses. Esta película llega durante la presidencia de uno de los más acérrimos combatientes de la migración en el país del norte, que hasta prometió hacer un muro que separe a Estados Unidos de los "bandidos" mexicanos. Aplausos para los estudios en este sentido. Una historia efectista, de fórmula, que se las ingenia para seguir vigente y para que los espectadores sigamos disfrutando del mundo mágico que nos propone Disney.
El drama del explorador "The lost city of Z" es una aventura dramática distinta de las que estamos acostumbrados a ver en la gran pantalla. Es una historia seria, que se concentra más en los desafíos y dramas físicos y psíquicos que debieron vivir los exploradores que en las maravillas de los lugares que van visitando. Es decir, la película nos va a mostrar jungla, naturaleza salvaje y aborígenes peligrosos, pero por sobre todo el relato está enfocado en el drama de ser un explorador y cómo esto mueve y cambia el espíritu de una persona. Protagoniza el cada vez más ascendente Charlie Hunnam ("Pacific Rim", "Sons of Anarchy") como el explorador Percy Fawcett, un tipo que existió y que fue un gran explorador inglés cuyo objetivo último era encontrar la ciudad de El Dorado. Acompañan en la aventura Robert Pattinson ("Twilight") que la verdad se ha reivindicado como actor tomando roles interesantes, Sienna Miller ("American Sniper") y Tom Holland ("Spider-Man Homecoming"). En general creo que todas las actuaciones están a la altura y es uno de los platos fuertes de la propuesta. Esto en cierta forma es un mérito también del director James Gray, responsable de títulos como "We own the night" y "Two Lovers". El relato se enfoca en el ascenso y transformación del explorador. Cómo comienza con un sueño, la resistencia inicial de sus pares, la consecución del presupuesto para hacer los primeros viajes, los exóticos descubrimientos que para esa época eran impensados, las dificultades de entablar comunicación con culturas muy distintas y finalmente la ambición, ese deseo fuerte que mueve montañas pero que también puede llevar a la muerte. La dinámica del film es sobre todo dramática y se va combinando con momentos de aventura y acción, pero en todo momento se deja claro que la importancia está en los dramas vividos por los protagonistas. Hay una buena puesta en escena, creíble y que lleva al espectador a sentir las dificultades de estar expuesto en la indomable selva amazónica. Una gran película para disfrutar con la óptica dramática. Si lo que está esperando es una aventura de acción y efectos visuales, "The lost city of Z" no es su film, no porque no tenga momentos de este tipo, sino porque la dinámica pasa por lo humano.
Un comienzo positivo Llegó la gran promesa del universo cinematográfico de DC y por supuesto, como preveíamos, generó polémica y opiniones diversas en la crítica y los espectadores. Voy de lo general a lo particular marcando los aspectos positivos y negativos para que esta reseña sea lo más didáctica posible. Lo primero que sucede cuando uno termina de ver "Justice League" es una sensación encontrada de: Estuvo muy entretenida, épica, me encantaron los personajes nuevos (no todos), pero... podría haber sido aún mucho mejor. Las herramientas están, pero hay improlijidades de las personas a cargo del proyecto que no dejan que DC finalmente pueda posicionarse por encima de Marvel (fanboys, no me maten). En un balance general, el universo cinematográfico de Marvel supera al de DC en muchos aspectos. Como fanático de los héroes de DC es duro admitirlo, pero es la verdad. Este film tuvo dos directores con diferentes visiones, hubo regrabación de escenas, ediciones hechas a último momento, problemas ridículos como un bigote que debió ser borrado digitalmente, rumores de la salida de Ben Affleck del proyecto, un uso de CGI exagerado y más inconvenientes. La crítica especializada, que ya tiene un ensañamiento irrisorio y personal con los films de la dupla Warner-DC, se aprovecha de esto y se está haciendo un festín. Así y todo, la película igual cumple bastante bien con las expectativas del público y da esperanzas a que los tiempos sólo van a ir mejorando, pero por favor, ¡ORDENEN ESA SOCIEDAD! Somos exigentes, lo sabemos, pero este universo da para pasarle el trapo a Marvel en historias y profundidad, pero eso no se está logrando. Si vamos al film en sí, lo mejor es ver a estos super héroes de la infancia hechos realidad y todos juntos. Esto es lo que más emociona al fan. El diseño de cada uno de nuestros héroes es bastante bueno. ¿Los mejores del grupo? Wonder Woman, Aquaman, Flash y Superman (sí, aparece Superman lo cual creo que ni califica ya como spoiler y aún con el tema bigote). Gal Gadot la sigue rompiendo como WW, Jason Momoa es una gran incorporación y le da un aura muy canchera a la Liga, Flash aporta humor, frescura y juventud, y Superman es el héroe más épico que existe en el mundo. Me encantó en "Man of Steel" y me sigue pareciendo un personaje espectacular. ¿Los más flojos? Batman y Cyborg. Ben Affleck hace una personificación bastante acartonada y apagada. Se nota la diferencia de ganas que le había a puesto en BvS en relación a esta nueva entrega. Y Cyborg... en realidad no está mal, pero la personalidad que le dieron es muy gruñona y los efectos especiales de su traje distraen bastante del actor. No es malo, pero no se destaca con respecto a los otros. En cuanto al villano... creo que este es el punto más bajo de la película. En primer lugar porque se lo presenta bastante chato, con motivaciones poco profundas y sin una historia que lo haga conectar con el espectador. Es el malo que es malo porque sí. En segundo lugar, la decisión de hacerlo 100% digital fue un error. Al CGI le faltó bastante calidad en este personaje y por momentos parecía un muñeco. Poco creíble e inexpresivo. Me hizo acordar a los efectos especiales de "Beowulf", película animada de hace 10 años! Por último, creo que el guión a nivel general está muy bien, pero se notaron algunos baches con resoluciones un tanto torpes como la situación con Superman o el rescate de la familia rusa. Creo que DC va aprendiendo de sus errores y eso es bueno, pero también creo que debería ser más inteligente y apelar a lo que sabe puede funcionar mejor. Snyder es un director que siempre generará polémica y en este momento eso no le está sirviendo al universo cinematográfico. La nueva ola de directores como Patty Jenkins (WW), James Wan (Aquaman) y Matt Reeves (The Batman) deberían cobrar más importancia en la creatividad. Quedarse luego de los títulos finales que hay dos escenas post créditos. Una simpática pero poco relevante y otra bastante prometedora que a los fans les encantará.
La más distinta de Marvel "Thor Ragnarok" es la película de Marvel menos Marvel que se ha visto hasta el momento, y eso es una buena noticia. Ojo, no porque las entregas de la compañía de superhéroes sean malas, sino porque se sale un poco de la fórmula tradicional, ya un tanto repetitiva, y se anima a proponer algo un poco distinto, con otro aire renovado. Dirige el neozelandés Taika Waititi, responsable de la impecable comedia "What we do in the Shadows" que me hizo morir de la risa. En esta entrega de Thor se dejan ver esas notas de humor despojado y bizarro que caracteriza su trabajo. Había algunos temores de que este director se hiciera cargo de la tercera parte del dios del trueno por su perfil, pero la verdad es que hace una muy buena mezcla de humor y acción de la buena. Por supuesto hay muchos fanboys a los que no les va a gustar que Thor tenga el pelo corto y cosas menores de ese estilo, pero este trabajo de Waititi es un gran entretenimiento, consistente y que ofrece algo novedoso sin quedar desubicado en el medio. Destaca en la trama la introducción de una de las villanas más poderosas del universo, Hela, cuya relación con la familia real es tortuosa. Sólo eso diré para no spoilear. Que la haya interpretado la magistral Cate Blanchett sólo aumenta la grandeza del personaje. Se sumó también al universo la actirz Tessa Thompson en el rol de Valkiria, uno de los personajes que aportó a esto del nuevo aire al que hago alusión. Otra cuestión que hace que la película sea distinta es la dinámica, con un humor más agudo y desfachatado. Todos son un poco comediantes en este film, desde Thor pasando por Hulk y Valkiria hasta la villana Hela. Esto te puede parecer divertido o un sacrilegio de acuerdo a qué tan flexible seas con los cómics. En mi opinión es una buena apuesta y termina sumando a una historia que venía golpeada desde la segunda entrega que no fue de tanto agrado de la crítica como del público general. Lo importante es que no aburre ni un segundo, presenta una historia consistente y nos muestra varias batallas que muchos estábamos ansiosos de ver en la gran pantalla. Otro buen producto de la factoría Marvel que presenta como novedad haberse animado a hacer algo un tanto distinto. Ojalá tengamos más entregas temerarias que no se queden en la senda segura de la fórmula.
Más recargada pero con menos fuerza "Kingsman, el círculo dorado" es la secuela del éxito sorpresivo que fue la primera entrega que se estrenó en 2014. La historia se centra en un grupo secreto de espías británicos llamado Kingsman que opera por fuera de las órbitas gubernamentales y se encarga de acabar con villanos tan malos como excéntricos. Uno de esos agentes es Eggsy (Taron Egerton), nuestro protagonista quien fuera reclutado en la primera parte por Harry (Colin Firth). La primera película se centró en la presentación de los Kingsman y en el reclutamiento de Eggsy, mientras que esta secuela se enfoca ya de lleno en el accionar de los agentes en contra de un nuevo villano, la malévola Poppy (Julianne Moore). Acá creo que pierde un par de puntos la propuesta ya que algo interesante que tenía la primera parte era toda la emoción de introducir al espectador a este mundo oculto de espías y a quien se convertiría en el héroe de la historia. En "El Círculo Dorado" el relato pierde riqueza y se reduce al surgimiento de un nuevo villano a ser vencido. Es verdad que se suma la facción estadounidense de vigilantes para unir fuerzas con los Kingsman, pero esto no es suficiente para darle cuerpo a la trama, que dicho sea de paso debo decir que se puso un poco ridícula de más. El guión de la primera parte era irreverente y un tanto bizarro, lo que le daba puntos por simpatía, pero en esta secuela la bizarreada toma un nuevo nivel con el que no todos nos sentiremos tan entretenidos. Por ejemplo la villana del film es uno de estos exponentes bizarros de más de los que estoy hablando. No hay una mala labor de Moore, sino que el personaje mismo resulta demasiado inverosímil y caricaturesco. Algo que sí mejora mucho con respecto al primer film son las escenas de acción que son realmente maravillosas y divertidas, con piruetas imposibles y efectos de especiales y de cámara que permiten apreciar todo el combate. El elenco se agranda con nuevas y espectaculares adiciones como las de Jeff Bridges, Channing Tatum, Halle Berry, Michael Gambon, Pedro Pascal, Elton John, Poppy Delevingne y Julianne Moore. Vuelven Taron Egerton, Colin Firth, Mark Strong, Edward Holcroft, Sophie Cookson y Hanna Alstrom. Una película de acción más ruidosa y combativa que su antecesora que tiene menos para ofrecer en lo que a historia se refiere. Los fans de la primera entrega creo que van a salir satisfechos pero no maravillados.