La comedia negra #ELBUENPATRÓN llega a nuestro país luego de arrasar con 6 Premios Goya. Los galardones fueron para Mejor Película, Mejor Director (León de Aranoa), Mejor Actor (Javier Bardem), Mejor Guión Original (León de Aranoa), Mejor Música Original (Zeltia Montes) y Mejor Montaje (Vanessa Marimbert). Pero esto no es todo. La película tuvo 51 Nominaciones en distintos Festivales y ganó 26 estatuillas. Además de una historia atrapante, Javier Bardem muestra, una vez más, una actuación sobresaliente, una transformación física que completa con distintos matices, del cinismo a la humanidad sin escalas. Puro disfrute. El elenco que lo rodea para contar esta historia es igual de talentoso. La Fábrica de Básculas Blanco es el orgullo de su carismático dueño y está Nominado para recibir el Premio a la Excelencia Empresarial. Uno más para la gran colección desplegada en la pared del hogar que comparte junto a su mujer Adela (Sonia Almarcha). Ahí no sólo se muestra como referente absoluto, también se jacta de que su empresa es una "gran familia". Pero la realidad es otra, porque debajo de su mundo "perfecto" surgen problemas en los que se involucra por demás: su empleado Millares (Manolo Solo) en crisis matrimonial, Fortuna (Celso Bugallo) con un hijo con malas compañías, y las protestas de José (Oscar de la Fuente) ante lo que él considera un despido injustificado. Se suma la atracción de Blanco por Liliana (Almudena Amor) una joven becaria muy astuta. El estupendo, entretenido y dinámico guion va in crescendo y critica el capitalismo, el casi siempre difícil ambiente laboral, la discriminación y la ambición desmedida, con ingeniosos y ácidos diálogos que despiertan una risa incómoda ante la pretensión de mostrar una vida balanceada cuando ésta dista mucho de serlo.
Dirigida por Ricardo Hornos y Carlos Gil, #ENLAMIRA es una producción argentino-uruguaya que cuenta con el primer protagónico de @nicolasfrancella en la pantalla grande en el rol de Axel Brigante, un joven carismático con una vida tranquila y feliz. Está a punto de casarse con Martina (@paulinreca ), ultimando detalles de su boda mientras trabaja en el rutinario Call-Center de "Telefonía Del Sur". Allí se dedica junto a varios colegas a recibir distintos llamados, con dudas y preguntas, aunque en general son quejas. Su Jefe (@maxidelacruzok ) es el típico Superior insoportable con el que tiene que lidiar ya que lo presiona permanentemente con malos tratos, pero lo maneja... No sólo trabaja allí, también coquetea con Ximena (@emi_attias ), una jefa muy seductora con la que mantiene secretos encuentros en el piso superior. Un día como cualquier otro, y a punto de terminar su turno, Axel recibe el llamado del Señor Figueroa Mont (@elpumagoityok ), un hombre que exige que den de baja su servicio. Al principio la charla sigue los carriles normales entre operador y cliente, pero luego éste amenaza con que si no hace exactamente lo que pide va a poner en riesgo la vida de todos, empezando por Axel y su Jefe para continuar con los demás, advirtiéndole que su cabeza está en la mira telescópica de un rifle y que sin problemas, va a disparar. Lo que sigue es un juego de gato y ratón que mantiene el suspenso y dinamismo durante todo el film, sumando algunas vueltas de tuerca propias del género. El thriller psicológico con guion de Hornos y Adrián Garelik cuenta con buenas actuaciones de todo el elenco y la dosis justa de acción, un género no muy transitado en nuestro país.
El guion de Chris Sparling centra la historia y la cámara sobre Amy Carr (Naomi Watts) durante casi todo el film. La mujer está intentando sobreponerse a la muerte de su marido ocurrida un año antes en un accidente. De esa unión nacieron dos hijos, que también están haciendo el duelo, como pueden... Noah (Colton Gobbo) un adolescente algo distante y una niña pequeña. En la mañana que nos ocupa Amy decide tomarse el día y salir a correr por el bosque que rodea su casa mientras sus hijos están en el colegio. Mientras trota resuelve por teléfono dististan cuestiones con su madre, amiga y mecánico entre otros hasta sucede algo que cambia el curso de su "mañana de relax": un tiroteo en el Establecimiento de sus hijos con posterior toma de rehenes (algo bastante frecuente en Estados Unidos) y a raíz del hecho desafortunado se conecta más que antes vía IPhone (otro protagonista) con las personas mencionadas, a las que se suman otras... La película dirigida por Phillip Noyce navega entre el thriller (el tiroteo) y el drama (la distancia entre madre e hijo ante la muerte del padre) sin decidirse por ninguno de los dos. Si a eso le sumamos ver a Watts hablando casi 84' por teléfono con respiración agitada, el resultado es desfavorable. Algo está claro, ella es buena actriz y esa es una de las pocas cosas que podemos rescatar.
Dirigida por Aaron y Adam Nee, y con el guion de su autoría más la colaboración de Oren Uziel y Dana Fox, "La Ciudad Perdida" es una película que consigue lo que se propone de principio a fin: entretener. El elenco es otro plus, súper carismático, y con química genuina. Loretta Sage (Sandra Bullock) es una exitosa escritora de novelas románticas cansada de su oficio y angustiada por la muerte de su marido. En la presentación de su último libro aparece el héroe de sus historias, Dash McMahon quien en realidad es el modelo de portada Alan Caprison (Channing Tatum). Al finalizar el evento Loretta es secuestrada por el millonario Abigail Fairfax (Daniel Radcliffe) para que ésta descifre un mapa que conduce a un tesoro escondido que anhela encontrar antes de que un volcán entre en erupción... Con el afán de ayudarla, y secretamente enamorado de la dama en cuestión, Alan consigue la ayuda del Ex-Marine, Jack Trainer (un desopilante Brad Pitt) a quien quiere emular sin conseguirlo. Se destacan en escenas de humor brillantes la Editora de la protagonista, Beth Hatten (Da'Vine Joy Randolph) y la community manager Allison (Patti Harrison). Visualmente atractiva, "La Ciudad Perdida" transita romance, aventura, actuaciones convincentes y momentos de diversión con una cierta similitud a las viejas sagas de "Indiana Jones" y "La Momia" y "Jungle Cruise" por mencionar una más reciente. Si te gusta el género, lo vas a pasar muy bien.
Si hay algo que caracteriza el horror en estos tiempos es el aislamiento y el encierro. Será que en estos últimos años vivimos momentos de confinamiento total o casi-total. El guion de "Virus: 32" de Juma Fodde y Gustavo Hernández nos recuerda esa sensación de claustrofobia. Aquí hay un virus que se contagia entre personas y los que lo poseen atacan sin piedad a quien se ponga delante. La película dirigida por Hernández sitúa la acción en el club deportivo "Neptuno", un lugar de grandes proporciones en Montevideo donde trabaja Iris (@paulisil ) una Guardia de Seguridad que ese día se ve obligada a concurrir con su hija, porque olvidó que había hecho ese arreglo con el padre de la niña. Cuando llega debe cumplir con la "ronda" obligatoria y deja a su pequeña en un gimnasio con la advertencia de llamar a su madre mediante un handy si algo sucede. Iris escucha ruidos y se da cuenta que algo extraño está sucediendo, lo que no imagina es lo que está a punto de suceder, aparecen zombies ávidos de pasar el virus a nuevos humanos. Lo que descubre Iris es que una vez que atacan pasan 32 segundos para volver a atacar, y eso les da una mínima fracción de tiempo para intentar escapar. La palabra zombie no aparece en ningún momento y tampoco se sabe cómo apareció el virus, pero eso no impide que la acción y el suspenso se mantenga de manera constante. En el medio de la lucha por reencontrarse con su hija, llega Luis (@daniel_hendler_ ) con Miriam (@sofigonzalezs ), su esposa que está a punto de dar a luz. Lo que sigue en esta película argentino-uruguaya es una carrera contra el tiempo para escapar de la locura entre pasillos angostos, pasajes, salones con piletas olímpicas y puertas que no se pueden abrir o cerrar en secuencias que no tienen desperdicio y actuaciones convincentes de todo el elenco, además de un muy buen trabajo de maquillaje de Sofía Sellanes.
Rodada en los hermosos paisajes de Mendoza, específicamente en Uspallata y Potrerillos, se estrena la nueva película del cordobés Matías Lucchesi. Un género no tan transitado como el western nos invita a conocer a dos paleontólogas. La más experimentada es Carlota (Mercedes Morán) abocada a cuidar con recelo su más increíble descubrimiento: restos de un hipogrifo, animal mitad ave, mitad león. Para quebrar su paz y entorpecer su trabajo, llega la joven Constanza (Natalia Oreiro) dispuesta a investigar los turbios manejos económicos del grupo asentado en ese campamento en plena montaña desde hace diez años. Al comienzo la relación entre ambas es pura tensión, a medida que transcurren los días se verán obligadas a unir fuerzas debido a la llegada de Freddy (Diego Velázquez) un sujeto con intenciones poco claras que está unido al pasado de Carlota en lo personal y en lo profesional. La aparición de Freddy las obliga a moverse con el apoyo de la persona más cercana y confiable en la vida de Carlota, Isidro (Alberto Leiva). Juntos emprendarán el camino que lo llevará a recorrer bellos paisajes donde se destaca la fotografía de Ramiro Civita y una banda sonora impecable compuesta por Hernán Segret. A los rubros técnicos se suman grandes trabajos del dúo protagónico, dos mujeres diferentes que comienzan a necesitarse, y que tienen en Morán y Oreiro las intérpretes perfectas. Un film distinto a todos e interesante.
Retomando los eventos sucedidos en la primera película, el Dr. Robotnik (interpretado cómicamente desbordado por Jim Carrey) planea regresar al planeta Tierra luego de haber estado varado durante tres meses en un planeta lleno de hongos como resultado de su derrota contra el erizo supersónico. No sólo esta vez está más loco que antes, sino que también lo acompaña un nuevo compañero, Knuckles (Idris Elba), un equidna rojo formidable de gran espíritu guerrero, con el cual se podrán en búsqueda de una esmeralda que le permitirá conseguir el poder supremo para poder conquistar el mundo. Mientras tanto, Sonic (Ben Schwartz), bajo el cuidado de su familia adoptiva, el policía Tom (James Marsden) y su esposa Maddie (Tika Sumpter), está listo para tener más libertad y poder demostrar que tiene el material para convertirse en un justiciero. Con el retorno de Robotnik, ahora conocido como Dr. Eggman, llega la prueba de fuego, la cual le permitirá a Sonic darse cuenta si tiene la capacidad de ser un verdadero héroe. Su llegada coincide con la de Tails (Colleen O'Shaughnessey), un zorro amarillo de dos colas, admirador del erizo corredor al que ya venía siguiendole el rastro, y con el cuál entablará una dinámica y cómplice amistad. Sonic y Tails se embarcarán en una aventura para encontrar la esmeralda antes de que caiga en las malas manos de Robotnik. Bajo la dirección de Jeff Fowler, Sonic 2 apuesta a un público mucho más jóven que los fanáticos adultos del erizo supersónico. Más allá de que en algunos momentos hace referencias al universo del videojuego, éstos se dejan de lado para dar lugar a un humor más simple y físico, de vez en cuando efectivos. Sin embargo, quienes hayan adorado la primera película, van a ser más indulgentes con la secuela, y disfrutarán de esta nueva alocada aventura del mítico personaje de SEGA.
Para los amantes del terror, un Payaso asesino suma como elemento inquietante; la saga "It" con el famoso Pennywise da sobrada garantía de esto. Pero acá estamos lejos...La idea del guionista y director Lawrence Fowler es interesante, pero se queda a mitad de camino porque el desarrollo de "Jack en la Caja Maldita" es lento y los diálogos son aburridos. Casey (Ethan Taylor) es un joven americano amante de las antigüedades que se muda al Reino Unido y comienza a trabajar en el Museo Hawthorne. Junto a su colega Lisa (Lucy-Jane Quinlan) descubre una Caja con una manivela que al girarla despierta un payaso (Robert Nairne) que en realidad es una demonio cuyo objetivo es matar a seis personas. Una vez que cumpla con la matanza podrá volver a la Caja. Los días de Casey son difíciles, acarrea una tragedia de su pasado que no le permite dormir y no soporta cargar con más culpas, por lo que se pone en movimiento cuando comienzan las desapariciones. Investiga sobre el tema con Maurice (Tom Carter) experto en demonología quien le advierte que está en presencia de una entidad oscura. Lo que sigue es previsible. Una película con CGI aceptable, pero poco suspenso e interpretaciones simples que me recordaron los films de televisión de un domingo en casa. No alcanza.
Escrita y dirigida por Mike Mills, "C'mon C'mon" invita, con suma sensibilidad, a la reflexión. Johnny (Joaquin Phoenix) visita a su hermana Viv (Gaby Hoffmann) en Los Angeles luego de un tiempo distanciados tras la muerte de su madre (Deborah Strang). Su trabajo es documentar mediante entrevistas a niños y pre-adolescentes quienes expresan sus pensamientos y sentimientos sobre el futuro. Se va acabando el tiempo de su estadía y Paul (Scoot McNairy), el padre de su sobrino Jesse (Woody Norman) sufre una recaída en su enfermedad y Viv le pide a su hermano que se haga cargo del enérgico niño por un tiempo, por lo que ambos emprenden un viaje a Nueva York. Durante esos días Johnny descubrirá en Jesse, de 9 años, una personalidad inteligente e imaginativa que lo sorprende y lo hace transitar una relación paternal con todo lo que esto implica, altos y bajos. El film, rodado en blanco y negro, (la excelente fotografía es de Robbie Ryan) es de una belleza extraordinaria, desde la alocada L.A. hasta N.Y y New Orleans, adonde finalmente llegan, por cuestiones laborales. Pero su belleza no se limita a las ciudades que se muestran. Lo extraordinario es la construcción de la relación tío-sobrino, que pasan, del casi desconocimiento a la ternura absoluta. Jesse es una caja de sorpresas, con inagotable curiosidad, sus preguntas y respuestas, son sorprendentes. En Johnny se despierta la necesidad de proteger, educar y acompañar. Las actuaciones del trío principal (Phoenix, Hoffmann y Norman) son de una naturalidad deslumbrante. Puro disfrute, que invita a verla otra vez.
Finalmente, después del retraso de dos años debido a la Pandemia, llega este film del con dirección de Daniel Espinosa que se centra en el Dr. Michael Morbius (Jared Leto), un médico brillante que sufre una rara y grave enfermedad en la sangre. Con el objetivo de encontrar alivio y cura para su mal, experimenta con ADN de murciélagos. Pero las cosas no salen como esperaba al obtener una fuerza sobrenatural que lo convierte en un hombre-vampiro, con irrefrenables deseos de sangre humana. Aunque Michael no quiere matar a nadie, habrá consecuencias. El responsable del desastre que se avecina es Lucien (Matt Smith) su mejor amigo y protegido desde la infancia en el Hospital, quien sufre el mismo mal. El problema de Morbius es el guión de Matt Sazama y Burk Sharpless, al sobrevolar varios temas sin profundizar en ninguno. Como positivo, la película tiene ritmo, grandes escenas como la del barco (recuerden esa), no es tan extensa (1h 44') y es visualmente atractiva. Las actuaciones son buenas, Leto cumple aunque no impacta como en algún otro film. Pero el que sí lo hace es Smith, a quien se lo ve súper cómodo en el rol de villano. Correctos Adria Arjona como el interés amoroso del protagonista y Jared Harris como el Dr. Emil Nikols. Como ya es habitual, hay dos escenas post-créditos