Si vivis en nuestra ciudad (Buenos Aires), alguna vez habrás escuchado hablar del legendario grupo de Teatro de Catalinas Sur. Este año celebra 30 años junto a su comunidad y unas horas después del día del inmigrante (este jueves 5), tenemos un estreno en fílmico que los homenajea. “Venimos de muy lejos” es un documental que celebra esa permanencia y funciona como declaración de principios, de compromiso con la transmisión de nuestra historia. Ricky Piterbarg (quien trabajara en Pol-ka hace ya un tiempo en ciclos famosos) se pone detrás de las cámaras para estructurar lo que parece ser un mix… Por un lado, construye una mirada a un espectáculo formal y por el otro, propone material de diferente formato (muy colorido, hay que reconocer), pero que además, integra ficción (una pequeña ) de una manera particular…Esto termina por generar un producto donde la disparidad de estímulos, mantiene el interés por el desarrollo de los hechos, aunque no sea redondo ni mucho menos… Piterbarg “vive” el barrio (se nota) y logra valiosos testimonios de sus habitantes, aunque la manera de presentar la historia y su afán (parece ser) por remarcar la importancia estratégica del grupo a veces le juega en contra. Cuando aparece la gente de teatro, la pantalla se ilumina y vibra, ya que la columna vertebral del relato se sostiene sobre ella. Ahí donde los artistas del grupo comienzan la narración de nuestros origenes, la historia cobra fuerza y “Venimos de muy lejos” brilla con más fuerza. Este grupo puede captar y conectar rápidamente con el público, sin problemas. Sin embargo, la multiplicidad de recursos que el director utiliza para movilizar son muchos y eso distrae a veces, modificando el ritmo de la narración en varias oportunidades. Arriesgamos afirmar que el cineasta y su equipo consideraron que la mezcla de géneros y material iba a conformarse naturalmente, pero eso no se percibe desde la butaca. Sí, se destaca el registro logrado y también algunas memorables escenas del grupo de teatro, al que vas a salir con ganas de ver en vivo… Un reconocimiento a una institución cultural necesaria, única y a la que hay que conocer. Desde allí, (y más allá de sus debilidades), “Venimos de muy lejos” ofrece un mix poco convencional al que hay que descubrir, si el tema te despierta curiosidad.
Lo primero que me impresionó de “This is Us” es que fuera firmada por Morgan Spurlock. Debo decirles, que es uno de mis documentalistas favoritos desde que su “Supersize Me”, pusiera en jaque a McDonald’s (aunque no haya iniciado el conflicto, lo analizó y amplificó con muchísimo profesionalismo y humor) hace unos años. No entendía, mientras me ubicaba en la butaca, cómo había sido contratado para este tipo de films, claramente pensados para posicionar una marca y seguir facturando en grande, en los cinco continentes… Claro, Spurlock aún incluso trabajando a reglamento (no hizo el corte final, alega en su defensa) sabe bastante de cómo mapear una idea y desplegar muchos focos de atención para cautivar a la audiencia. Seguramente por él, el documental (podemos llamarlo así?) de One Direction es bastante entretenido y con simpáticas notas de color que lo hacen bastante llevadero, especialmente si sos adolescente y fan de la banda (ambos requisitos obligatorios). Lo único que tengo para observarle, (perdón que siga con el director) es que plantea una imagen demasiado “lavada”, “prolija”, “cerrada”, de cada integrante de la banda. No es un registro donde veamos ninguna incorrección política, social, amorosa… No. Todo es redondo, Harry, Liam, Niall, Zayn, y Louis merecen estar donde están (eso no se duda) por su derrotero de vida, luminoso e inspirador. Habrá muchas escenas pensadas para conmover al público y confirmar que son buena gente, en serio. Abiertos, conscientes de su popularidad, responsables, divertidos y accesibles. Lo son? No tengo idea, sinceramente. Aquí evaluamos el producto fílmico. Y lo que puedo decirles que es “Así somos” para ser un documental es demasiado… redondo? prolijo? Las entrevistas, los shows, los encuentros con sus seguidores, todo, está bien filmado y no hay mucho que agregar en ese aspecto (párrafo aparte para el reencuentro de cada integrante con sus orígenes, en los que cuesta percibir la espontaneidad). “This i sUs”, está registrado con oficio y las canciones que aparecen, son las esperadas por la audiencia, que reacciona tanto, como el público en el O2 Arena de Londres. Bueno, quizás no tanto. O si. Vayan a tratar de conseguir entradas para sus conciertos en cualquier capital del planeta! Absolutamente recomendada para fanáticos de la banda. El resto, sólo si tienen curiosidad por conocer la “historia oficial” de una de las boy band de moda a nivel global.
Debo reconocer que la línea de la NCA no es de mis favoritas, como tampoco las comedias escatológicas que históricamente vienen bien en el gran país del norte. No, para nada. Me cuesta encontrar buenos exponentes para pasar un rato agradable, distenderme y la verdad, la mayoría de ellos, no me provocan gracia, en general. Pero “We’re the Millers”, sin ser muy diferente ni original a las de su tipo, logró hacerme pasar un momento divertido, lo cual, debemos reconocer no es tan fácil. Es ruda, grosera y realmente efectiva. Aquí sólo hay humor subido de tono, muchas bromas políticamente incorrectas, algo de química en la pareja central y una trama moralmente previsible y esquemática. Jason Sudakis (David) es un dealer que vive de ventas pequeñas de marihuana. Cierto día, un accidente lo pone en una situación donde una bandita callejera descubre quien es, lo asalta y vacía su caja fuerte y la provisión de material. Cómo sus cuentas dan en rojo inmediato, es convocado de urgencia por su distribuidor, Brad (Ed Helms) quien le ofrece una difícil misión: para saldar su deuda (y ganarse unos dólares), debe traer un cargamento de hierba de México, atravesando la frontera en pocas horas, burlando los peligrosos controles policiales. Para enfrentar la tarea, David decide que si arma ese viaje con una familia falsa, viajando en un motor home, probablemente tenga chances de zafar de las requisitorias aduaneras. Claro, pronto se da cuenta que tiene que elegir de lo que tiene a mano, una adolescente rebelde y sin hogar (Emma Roberts, la sobrina de Julia!), otro inocente abandonado (Will Poulter de “Las crónicas de Narnia”) y su vecina y stripper favorita: Jennifer Anniston. Con todos ellos, adopta el nombre de “Miller” y luego de acordar la recompensa monetaria, parten a contrabandear en una misión bastante riesgosa a terreno mexicano. Rawson Marshall Thurber (el director) lleva adelante con oficio, un film guionado por gente que del tema sabe (vienen de hacer “Wedding crashers” y “Hot Tube Time Machine”). No hay delicadeza ni tampoco mucho espacio para las buenas ideas, es cierto. Hay sí, una avalancha de gags fuertes, de los que hacen la delicia de los americanos (las cargadas étnicas, los chistes fáciles sobre sexo, etc) y una historia que transita por lugares comunes (el grupo que se fortalece en la diversidad, la integración a través de las pruebas atravesadas, el afecto mutuo que va ganando terreno) pero nunca deja de entretener. “We’re the Millers” es una propuesta divertida, pensada para que pases un buen momento. Nada más (nada menos) que eso. Nota aparte para los apurados a la salida del cine, hagan el esfuerzo de quedarse en el cierre unos minutos, porque los créditos finales tienen mas de una agradable sorpresa.
“Los jueces siempre los ponen los patrones”, es una de las frases más fuertes del documental “En Obra”. Y si bien, la justicia ha actuado y emitido veredicto en el caso del asesinato del docente neuquino Carlos Fuentealba, lo cierto es que el responsable del mismo, estaría libre, a pocos años de una sentencia lograda con mucho esfuerzo por parte de los fiscales intervinientes. Esta afirmación, dura y tajante, puede ser entendida como una manifestación de enojo, pero lo cierto es que es un reclamo que debe ser leído, más allá de este caso, una necesidad popular de ser tratados y respetados como iguales, independientemente de la ubicación que ostenten en la pirámide social. Para quienes no lo recuerden, Fuentealba fue asesinado cuando participaba de una marcha en el marco de un paro docente en Neuquén, por un oficial de la fuerza de seguridad de la provincia en 2007. A lo largo de este trabajo de investigación de Ariel Borenstein y Damián Finvarb, veremos como los estamentos del poder de turno (representado en varios ámbitos), accionan para perpetuarse y obturar reclamos legítimos en varios frentes. El documental está estructurado en tres partes, todas referentes a conflictos gremiales serios en el Sur del país. En cada una de ellas, hay presencia de Carlos Fuentealba, quien transitó por esos espacios, dado que era un hombre comprometido políticamente con la sociedad. A lo largo del prolijo y metódico seguimiento que hacen los documentalistas, el eje será la militancia, la búsqueda de los trabajadores por hacer oir su reclamo, y las respuestas de quienes están aliados para sostener el “status quo”, a cualquier precio. Hay valiosos testimonios, fragmentos que sorprenderán al espectador (un dirigente gremial suspendido por “99 años”?) y la descripción de un hombre que, en todos los espacios que ocupó, fue consecuente con la defensa del derecho de sus conciudadanos. Necesario, complejo y arriesgado registro, sin dudas. La memoria de Carlos, no merecía menos.
"Habi, la extranjera" es una película festivalera, en el buen sentido (no hay que tenerle miedo, espectador masivo!). Su recorrido internacional hacía sospechar un film cautivante y no defrauda, definitivamente. Una maravillosa postal de desconcierto, ansiedad y crecimiento, que se presenta como uno de los más sólidos exponentes del drama local de este año. María Florencia Alvarez nos trae un film delicado, profundo y sensible. Presenta una historia bien contada, muy sutil y absolutamente amistosa. Habi,es un nombre transicional y prestado que toma una joven mujer de visita en la gran ciudad para jugar a ser otra persona... Analía (quien será Habi la mayor parte del tiempo en la historia), llega a Buenos Aires con un recorrido armado (y un posible retorno rápido a su tierra) pero termina modificandolo, impulsivamente? para delinear un perfil distinto de sí misma, jugar otro rol, experimentar otra vida... y más, adentrarse en una cultura nueva, y explorar emociones y sentimientos nuevos. Martina Juncadella (Habi) es la protagonista (ofrece una actuación memorable), joven mujer en tránsito, en plena etapa de ruptura y descubrimiento que despierta sus sentidos y quiere probar otra faceta de su personalidad... El rebelarse, no siempre tiene que ser estridente. A veces, funciona de otra manera. A eso refiere Alvarez cuando caracteriza a Habi. Hay una firme decisión de la protagonista de no regresar a su tierra natal (al menos por un tiempo) y ver que le sucede si toma un camino impensado: elegirá reafirmar su ser cuando llegue el momento de decidir?.Este nuevo universo, será su elección natural o pesará más el peso de la tradición? Con el marco del aprendizaje a una cultura fascinante, el film transita pausadamente un recorrido de sorpresas y ocultamientos. Habi trandrá que vivir otra relación con la religión (se acercará al mundo musulmán) e insertarse en una comunidad que la atrae de una manera muy especial, no tan cerrada como podría fantasear. El film tiene su propio tempo y desconcierta al principio, pero cuando nos sentimos amigos de Analía/Habi, todo avanza muy bien: la empatía con ella es total. Alvarez plantea una película fresca, tierno y muy accesible. Habrá que ver cómo responde el público a la propuesta a la hora de su estreno comercial. Alejense de cualquier prejuicio porque "Habi, la extranjera" es un gran film.
Hace ya un tiempo largo que me toca ver mucho de la producción local de documentales locales y tengo cierto entrenamiento en clasificarlos rápidamente y dedicarme a evaluar la forma de encarar la investigación o recorte que abordan por el formato que eligen para presentarse. Digo esto porque “Aire de Chacarera”, me sorprendió con su estilo vital, intenso, simpático (inesperado para mí, reconozco) y en cierta manera, siento que, a pesar de que sigue parte de las convenciones para presentar una historia, lo hace de manera singular, muy accesible y empática. “Aire de Chacarera” es un documental de Nicolás Tacconi que gira en torno a la figura de Mario Arnedo Gallo, reconocido folklorista santiagueño quien durante mucho tiempo fue referente de esa género en el Norte argentino. Su nieto Fernando, músico de rock de estos tiempos que corren (bajista de Sumo y Divididos, nada menos), intrigado por la dimensión de su figura, decide que necesita saber más sobre su abuelo e inicia un proceso de búsqueda de material sobre su tarea como intérprete y compositor… aire_de_chacarera_2 Lo que al inicio sentimos, con las primeras entrevistas, es que Gallo (quien no grabara oficialmente ningún disco) está inserto dentro de un contexto que hay que caracterizar, para entender su obra. Fernando entonces, charla con amigos de su abuelo, busca medios y grabaciones para acceder a entrevistas, bucea familiarmente en sus costumbres… hasta que decide ir a Santiago del Estero y continuar en el campo mismo, su tarea. En la primera parte hay interesantes testimonios orales (el segmento con Vitillio Abalos es maravilloso) y buena música, pero en la segunda, cuando Fernando decide encarar la ruta en un motorhome (al estilo road movie!) para descubrir como la gente vive la chacarera en la tierra de su abuelo, la película atrapa y conmueve al espectador. Aire-de-Chacarera Dentro del line up de invitados que verán, se encuentran : Diego Arnedo, Alberto Bravo de Zamora, Ronnie Beltrán, Elpidio Herrera, Juan Saavedra, Juan Cruz Suárez, El Chingolo Suárez, Morenito Suárez y muchos guitarristas populares registrados especialmente para la ocasión. En definitiva, “Aire de Chacarera” es un documental vivo, pleno de energía, que te dibuja una sonrisa en el rostro con cada acorde que de las muchas guitarras que suenan en toda su extensión. Es un homenaje, a un género en particular, en la persona de un gran músico. Y en un envase perfecto incluso para quienes no son habitués del género. Si les gusta la música, este es su título esta semana.
Lo primero que hay que saber antes de leer esta opinión es que, no soy “trekkie” ni he visto todas las “Star Trek” (son 11 si mal no recuerdo), aunque si la serie y recuerdo el disfrute que me provocaba el gran producto creado por Gene Roddenberry a fines de los 60 (3 años, 3 temporadas, 80 capítulos que pueden ver en alguna señal de cable). Ya todos saben que JJ Abrams, el creador de “Lost”, lleva las riendas del asunto desde que se hizo cargo de inyectarle aire a la franquicia en 2009 (facturó internacionalmente casi 260 millones de dólares), así que ya tenemos en sala la segunda entrega de esta nueva etapa de “Viaje a las estrellas” llamada “En la Oscuridad”. Los pruristas, ya saben que esperar de Abrams: respeta el espíritu de la historia, elige no transformar su película en una sucesión de batallas y escenas espectaculares en el espacio, recrea la magia de lo vincular en sus protagonistas y se dedica a edificar una trama de suspenso sólida que permite que el film se disfrute en forma natural. El hombre sabe. Jim Kirk (el mejor trabajo de Chris Pine en mucho tiempo) tiene a su cargo el Enterprise (la legendaria nave que ya todos conocemos) pero en la primera misión que nos presenta, comete errores que lo llevan a perder esa posición. Mientras se define su destino militar, un terrorista, ex miembro de los cuadros especiales de su misma fuerza, ejecuta un sangriento atentado en la Londres del futuro, provocando la alarma de la superioridad. A pesar de que sabemos que ellos tienen una visión no-intervencionista, su comandante Marcus (el regreso de Peter Weller!) acepta reintegrar a la acción a Kirk y encomendarle que viaje a buscar al peligroso asesino a una zona delicada (un error puede derivar en una guerra) y hacerlo pagar por sus crímenes… Así es como nuestro líder reúne a su tropa y parte a buscar a Khan, (Benedict Cumberbatch), sin saber que esa tarea puede deparar el fin de no sólo de su nave sino del planeta Tierra incluso. Hasta aquí, lo que podemos contarles. Si, hay una compleja trama de intereses detrás de esta simple misión que se irán desplegando ante el espectador pausada y armoniosamente. El cast, otra vez, repite el trabajo del 2009: todos están bien, con menciones especiales para Zachary Quinto (nuestro inefable Sr.Spock), Karl Urban (Bones, el doc) y Simon Pegg (como Scotty). Si bien Pine a veces no da el perfil del histórico Kirk de William Shatner, no tiene porqué hacerlo, es un héroe más contemporáneo y por ende, más físico y dubitativo. Pero hay química y la platea lo siente. Abrams es uno de los tipos que mejor cine industrial hace en estos momentos y la peli esta a la altura de la leyenda que aborda, sin dudas. Si están acostumbrados y disfrutan de ver los tanques hollywoodenses en los que cada 4 minutos se destruyen vehículos, derrumban edificios o estallan artefactos, quizás esta “Star Trek” no sea lo suyo. Aquí hay mucha atención en el conflicto, antes que la espectacularidad (que la tiene, pero medida). Eso la hace distintiva. No te agota con su impacto visual, te seduce desde la interacción y el vínculo que los protagonistas presentan y viven. Tener eso en cuenta si deciden internarse en este “Viaje a las estrellas”. Luminosa segunda entrega y larga vida a la saga (vamos en la dirección correcta).
La idea del proyecto, cuando leía la sinopsis, me parecía arriesgada. El abordaje de un tema sensible, como es este, la complicación para la vida que significa padecer de enanismo, se presentaba en el horizonte como un gran desafío para cualquier cineasta local. Pero Marcos Carnevale, veterano de la industria, ya ha abordado cuestiones delicadas con mucha fibra y ha salido exitoso ("Viudas", sin ir más lejos) en gran parte de ellas. Ha rodado en televisión y tiene clara la fórmula para llegar al espectador promedio y masivo. Por eso, hay que decir (honestamente) que sin su visión, seguramente "Corazón de León" transitaría por una cornisa peligrosa. Sin embargo, el enfoque elegido (hacer una comedia romántica simple, directa) y el carisma de sus personajes, terminan por redondear un producto simpático, asequible y disfrutable, de principio a fin. La historia nos presenta de movida, a Ivana (Julieta Díaz), abogada de fuerte personalidad, quien en un ataque de furia, arroja su celular en un parque como resultado de una discusión con su ex (Mauricio Dayub) y socio actual. Ella es una morocha escultural, independiente y bastante predispuesta a conocer gente Así es que cuando León (Guillermo Francella) la llama para decirle que encontró su teléfono, Ivana no titubea a la hora de dejarse seducir por los modales y dulzura del caballero. El problema surgirá cuando lo conozca en persona... El hombre en cuestión mide poco... bastante menos de la media, y eso naturalmente generará ruido en la dama. Hay que decir que este León, es prácticamente perfecto: un hombre inteligente, sensible, económicamente sólido y con un gran sentido de la aventura. Un auténtico luchador. Además, un sujeto que hizo de su palabra, un elemento de conquista a prueba de bomba. Francella hace un gran trabajo en esta caracterización. Ivana entonces comenzará a enamorarse de este pequeño gran hombre, y experimentará todas las complicaciones que acarrea salir con alguien así: las risas y bromas de los compañeros de trabajo, la resistencia de la familia, los propios conflictos a la hora de aceptar al diferente... Decía el otro día en twitter que creo que quienes tomen a "Corazón de León" como un film del que hay que esperar un retrato agudo de las características de esta condición, están en una visión que no se corresponde con el objetivo de la cinta: presentar una historia de amor, hacer reír al público y que pase un buen momento. Podran objetarle a Carnevale poca profundidad en el perfil de León o discutirle porqué eligió que su protagónico masculino tenga tanto dinero (lo cual, presenta un sujeto tentador y dueño de un estilo de vida que seduce, y en cierta manera, disfraza lo difícil de la adaptación de las personas que sufren esta enfermedad) pero lo real es que consiguió plantear un escenario tal vez un poco artificial... pero eficaz. Díaz y Francella son grandes comediantes y experimentan una pareja con mucha química aquí. Los secundarios, aportan su color (desde Jorgelina Aruzzi, una explosión de energia -a veces innecesaria-, el regreso de Nora Cárpena -bárbara- y el entusiasmo de Nicolás, hijo de tigre!) y disimulan alguna carencia del guión, cuando el relato entra en su parte final. Lo más discutible de "Corazón..." quizás sea su último tramo, en el que muchas de las buenas intenciones no terminan de encontrar sustento y vuelven al film demasiado previsible a la hora de rematar la historia. Una rom com lograda, más allá de algún desnivel narrativo. Los que la elijan y vayan a sala, van a pasar un muy buen momento.
Fui con muchas expectativa a sala a ver "Los Amantes Pasajeros". Sabía que Pedro (Almodovar), había hecho un producto muy internacional, global, comercial y después de "La piel que habito", estaba convencido de que iba a pasarla muy bien en sala: comedia de enrededos con tinte sexual, actores predispuestos a abordar la homosexualidad desde un costado simpático y divertido... Pero no. Es cierto que este nuevo opus de uno de los grandes cineastas españoles de las últimas décadas, está filmado con oficio, conserva todas sus marcas de calidad (esas que lo hicieron ser quien es), y presenta un conglomerado de estrellas dispuestas a reirse de sí mismas, en voz alta. Sin embargo, la liviandad de los conflictos presentados, el tono de desparpajo presentado y los previsibles líneas que traen los protagonistas de esta comedia pseudo coral, la alejan de los mejores trabajos del director. "Los amantes pasajeros" es un film de transición, un espacio chiquito donde hay una historia simple, algunas pequeñas vueltas de tuerca, y mucho colorido, pero poca sustancia. Si el propósito es sólo divertir, cuesta encontrar escenas desopilantes. Hay un puñado de cuadros bien planteados (el ya conocido de los azafatos haciendo la coreografía de "I'm so excited", que terminó dando su título en inglés para el estreno en USA), algunos personajes muy almodovarianos (Javier Cámara, algún rasgo de Cecilia Roth), pero lejos del histrionismo de sus perfiles más agudos. En definitiva, la cuestión es entenderla como un divertimento personal del director. Un recreo, dentro de una filmografía increíble. Porque nadie va aquí a negar los valores de Almodovar. Es más, sólo por eso, uno ya debería pagar entrada e ir a sala. La historia, ya la conocen, un vuelo a México. En el avión, muchos personajes que van por distintos negocios a América Central (desde España), pero, a poco de despegar, vamos entendiendo que los que conducen los destinos del avión, no son precisamente muy confiables. La tripulación, es... bueno, muy especial. Hay un poco de todo, romances de toda clase, dramas personales, intercambios pasionales, el menú habitual de Pedro, sin preocuparse mucho ni por la prolijidad en el relato ni por la intensidad. El vuelo tendrá problemas y a partir de estar en el aire mucho tiempo, aflorarán los conflictos entre la tripulación principal y algunos pasajeros. Todo, matizado con buena música y tragos, por supuesto (jugo de naranja con todo lo que se les ocurra...)... Si buscan pasar un buen rato, es probable que "Los amantes pasajeros" les robe alguna sonrisa. También, si no son habitués del cine de Almodovar, que haya algún giro que los sorprenda en el final. En cambio, si lo siguen desde sus inicios, les parecerá una propuesta sin fibra, con poco sabor. Tiene todos los elementos de la receta clásica a los que nos acostumbró, pero dista de ser de sus más logrados trabajos. Aún así, puede que les regale un buen rato si van predispuestos.
Tuve la suerte de ver "Viola" de Matías Piñeiro, en el BAFICI pasado. No conocía mucho del director pero ya con los primeros minutos descubrí que es un cineasta, efectivo y dinámico a la hora de plantear sus universos y caracterizar sus personajes. El jurado del evento terminó premiando a las actrices principales del film, así que hay que prestar atención a su estreno comercial ya que esta no es una cinta para dejar pasar. Si bien se presenta en conjunto con el mediometraje "Rosalinda", dentro del marco de un Foco de la Sala Lugones sobre Piñeiro, "Viola" tiene brillo propio. Una historia pseudo coral donde encontramos como los ensayos de una obra de teatro ("Noche de reyes" de Shakespeare) sirven de nexo para conocer algo más de quienes la interpretan sobre las tablas... Piñeiro se toma sólo hora y cinco minutos exactos (es sorprendente lo ajustada que es su obra) para construir un relato donde juega el costumbrismo, la relación de los intérpretes con el texto y algunos apuntes de la manera de vincularse en estos tiempos . No conviene adentrarse mucho en el guión, pero podemos decir que la idea es seguir a un grupo de chicas, de alrededor de 20 años, atravesadas espacial y emocionalmente, en un recorte de alrededor de día y medio. Viola (María Villar) dejó la facultad (Psicología) y se gana la vida repartiendo dvds truchos que su novio (Esteban Bigliardi) baja y graba de la red. Hace un reparto amplio en la Capital y pasea en bicicleta de un lado para otro. Se lleva bien con el trabajo. Mientras ella hace su recorrido, vemos a otras dos jóvenes mujeres en plan de ajuste de sus vidas, una de ellas interpreta a Viola (el personaje central del drama Shakespeareano, Agustina Muñoz) en la obra en cuestión. Dos féminas que comparten mucho más que un nombre y otras dos que aportan sorpresas en el recorrido vincular que la trama propone (Elisa Carricajo y Romina Paula quienes también fueron premiadas en BAFICI), un ensamble que sorprende al espectador desde el minuto uno. Pocas veces en el cine nacional vemos un relato donde el espectador se siente tan cómodo y distendido. Piñeiro propone una película, simple y compleja a la vez, donde yacen varias capas para descubrir... Su visión de la percpeción del mal llamado sexo débil, le da al film un delicioso relieve que amplifica los ingeniosos diálogos que hay en cada segmento de la propuesta. Muy amena y profunda a la vez. Y para el cierre, les recomendamos que no se vayan cuando aparecen los títulos finales (nos lo van a agradecer!). Una gratísima sorpresa su estreno local (viene de haber competido en Berlín, nada menos). Gran programa en la Lugones.