La travesía de un viaje depende necesariamente de que aquellos que la atraviesen sean personajes interesantes. Ni hablar si ese personaje se encuentra entre la juventud, con todas las imprudencias que inevitablemente conlleva ese periodo. Djam tiene por seguro a uno. Ahora, si su historia posee el mismo interés es algo que queda por verse, ya que se necesita de ambos para que una historia pueda fluir. Una canción griega: Djam es una joven griega enviada por su tío a Estambul en busca de una biela para su barco. En dicho viaje conoce a una joven crítica de djamfrancesa, sin dinero y abandonada por su novio, con la cual atravesarán el continente. En materia guion, la película tiene aciertos y desaciertos. Si bien no se pierde de vista el tema de la biela como objetivo principal, no pocas veces se lo siente más como una excusa que como una motivación dramática. El hecho concreto es que la película está más interesada en ser un musical étnico improvisado y un compendio de desventuras propias de la juventud, siendo estas últimas la principal fuente de conflicto que plantea. Las primeras, por otro lado, a menudo se alargan demasiado, sin aportar mucho al desarrollo de la trama más que retratar la felicidad de su protagonista de ser un espíritu libre. Queda claro que la chica se sabe buscar la vida, y por lo tanto es entendible que algunas de las elipsis de la película estén explicadas por dicho rasgo de carácter, pero hay ciertas instancias que requieren un poco más de explicación. Por ejemplo, puedo intuir que la chica pueda persuadir a un lustrabotas callejero de dejarla ir sin pagar y por lo tanto no necesitar ver esa escena. Mas cuando se presenta una escena con un guardia fronterizo (alguien entrenado para no dejar pasar ni a su madre si no tiene los papeles en regla) me tenés que mostrar cómo hizo para que la dejen pasar, caso contrario es un agujero de guion enorme. Otra cuestión que cabe señalar es que una vez que se produce la resolución, la película sigue de largo. Hasta les diría que los últimos 30 minutos están completamente de más. No solo eso, sino que tratan de abarcar una temática sobre la crisis y la indiferencia burocrática que parece forzada por su introducción tan tardía dentro de la trama. El director Tony Gatlif tiene que agradecerle a todos los dioses habidos y por haber por su actriz protagonista, Daphne Patakia. La única razón por la cual el espectador elige quedarse hasta el final es dada a su carismática labor interpretativa. El costado técnico ofrece puestas interesantes como los juegos de sombras y una cámara en mano hábil, pero no mucho más que eso. Conclusión: Si bien tiene un objetivo dramático concreto, uno no puede evitar notar que Djam se deja llevar demasiado por su espontaneidad. Es una propuesta con tropiezos, pero que gracias al enorme carisma de su protagonista resultan ser menos groseros de lo que parecen.
Los dramas deportivos siempre fueron propuestas interesantes de ver, particularmente a la hora de observar el comportamiento humano en lo que a la competencia refiere. No obstante, los que quedan verdaderamente en la memoria son aquellos donde los eventos ocurridos fuera de la arena deportiva afectan al protagonista en su desempeño. La Batalla de los Sexos se inscribe dentro de este grupo. Y Saque… y Volea: La Batalla de los Sexos cuenta la historia real del duelo tenístico que tuvo lugar en 1973 entre Billie Jean King y Bobby Riggs. La película no solamente ahonda en cómo el partido tuvo una importancia transcendental en el trato igualitario hacia las mujeres deportistas en materia financiera, sino también en los propios demonios emocionales de los dos competidores. La Batalla de los Sexos presenta un guion prolijo, aunque no está exento de modestos tropiezos. Siendo una película que trata sobre el pago igualitario hacia las mujeres tenistas, es un tema que está cubierto de forma escasa y superficial. En cualquier otra situación se lo achacaría, pero en este caso se lo voy a dejar pasar hasta cierto punto, porque uno de los fuertes del film es el corazón que tiene a la hora de mostrar las emociones de los personajes; sus miedos, sus alegrías y sus frustraciones. Somos testigos de cómo Billie Jean King debe lidiar entre sus sentimientos románticos por una peluquera y su fidelidad matrimonial. Al mismo tiempo participamos de cómo la naturaleza de apostador de Bobby Riggs pone en peligro su matrimonio. En materia actoral hay labores bastante logradas de Steve Carell, Elisabeth Shue y la comediante Sarah Silverman, quien encuentra la manera de hacer encajar su particular estilo en un título de naturaleza dramática como este. Sin embargo, la actuación que aquí destaca, la que se lleva el premio, es sin lugar a dudas la de Emma Stone. De la mano de su interpretación de Billie Jean King, su madurez como actriz ha alcanzado un nuevo pico. Si no me creen, fíjense en una escena que tiene ella en solitario dentro de un vestuario. La gama de emociones que atraviesa y logra manifestar son un testimonio insoslayable de su condición como una de las actrices más talentosas de su generación. En materia técnica tenemos una correcta reconstrucción de la década del 70, sea en dirección de arte o vestuario. Es de destacar cómo los directores hicieron sendos usos del primer plano, lo que sumado a la capacidad de los actores, le permite al espectador conectar con las emociones de los personajes casi de forma inmediata. Conclusión: La Batalla de los Sexos es un biopic satisfactorio en cuanto a su estructura argumental. Si llega a un mejor puerto del que pretendía es por obra y gracia de un plantel actoral afilado, asi como de una dirección atinada que sabe dónde poner su lente. Disfrutable.
Una confusa historia sobre el holocausto. A esta altura decir que el Holocausto va a ser un tema que siempre va a tener tela para cortar es una verdad de perogrullo. No tanto a modo de drama, sino a modo de testimonio. Pero también uno debe ser honesto con la sensación que te deja una película. Paradise pone sobre la mesa su visión sobre este sombrío periodo de la historia, y aunque lo hace con respeto, uno no puede evitar sentirse confundido por no saber qué historia se le está contando. Blanco y negro: crítica de paradise crítica de paraísoParadise abarca tres líneas narrativas: La de Olga, una aristócrata rusa que es arrestada por esconder niños judíos; Jules, un funcionario francés leal al régimen nazi que investiga su caso; y Helmut, un oficial del régimen Nazi. La película oscila entre los testimonios de los tres personajes haciendo un racconto de lo que los llevó a ser interrogados en primer lugar. Durante los primeros 10 minutos de película no fue difícil seguir la historia: tenemos a la aristócrata que está por enfrentar un castigo severo, pero lo evita a cambio de favores sexuales para con un burócrata. A partir de allí, la película entra en una enorme mezcla de escenas en donde se debaten los motores morales de las acciones de los protagonistas, sin progresión dramática alguna. Si bien el film provee un desenlace lógico, su confuso (y extenso) desarrollo hasta llegar a ese punto es lo que impide que brille. Paradise cuenta con una sólida fotografía en blanco y negro y con buenas labores actorales del trío protagónico. Se los nota sentidos y comprometidos dentro de la piel de sus personajes, pero el desorden narrativo es los que les termina sacando lustre y relegando lo que pudo haber sido una brillante interpretación a una que es simplemente adecuada. Conclusión: Aunque bien actuada y bien filmada, el confuso desarrollo narrativo le juega en contra a Paradise. Es aplaudible poder comunicar los traumas e indecisiones morales de una época difícil. Pero aparte de mostrar, uno debe poder seguir la historia, y tristemente, la película tropieza en ese apartado.
El Cine Coreano viene pisando fuerte en los últimos años, demostrando que se pueden contar historias de tinte autóctono sin por ello tener que renunciar al atractivo comercial, demostrando que este puede estar codo a codo con la solidez artística. La Villana es una propuesta que tenía todo para ser un ejemplo más de esta prestigiosa lista, pero encuentra un desbarranco a mitad de camino. Nikita a la Coreana: Sook-Hee es una joven que pierde a su marido y busca vengar su muerte, pero en su camino se cruzará con una agencia que desea reclutarla y utilizar su odio para concretar dudosos propósitos. Paralelamente, se vuelve madre de una hija y encuentra el amor en un vecino de su edificio, a quienes debe ocultarle su doble vida, aparte de protegerlos de los mafiosos que la tienen en la mira. La Villana es un guion que ofrece los dos resultados (positivos y negativos) de un experimento particular. La primera mitad toma dos líneas narrativas; una que va hacia adelante y se alterna con otra que va hacia atrás. Es en esta instancia donde la mente del espectador se llena de preguntas y curiosidad, por lo tanto se muestra pendiente de cómo se desarrollan los personajes. Mientras esta primera mitad es innovadora (incluso cuando su premisa se parece peligrosamente a la de Nikita, de Luc Besson) e impredecible, la segunda es todo lo contrario. Es en esta instancia donde los agujeros narrativos, las incoherencias y las predictibilidades empiezan a saltar por todos lados. Infortunadamente, una película es un todo, y esta segunda mitad echa por tierra una propuesta que pudo haber terminado en lo alto. En materia técnica, La Villana cuenta con un gran trabajo de fotografía y dirección de arte, casi siempre en colores fríos. Sin embargo, lo que destaca es la manera en que son coreografiadas las peleas y cómo la cámara se incorpora a dichas acciones. Los primeros 10 minutos del film son una pelea filmada en primera persona, hecha con mucho ritmo y fluidez. Desgraciadamente, a medida que pasa el metraje uno no puede evitar notar que pusieron todas sus fichas en generar esta buena primera impresión, y no encontraron la manera de hacerla perdurar. En el montaje es donde más quedan en evidencia los tropiezos. La primera mitad, aunque compleja, es dueña de una edición dinámica y con un gran poder de síntesis. Atributos que desaparecen en la segunda. En materia actoral, el plantel de intérpretes se prueba bastante eficaz; no hay mucho para criticar, pero tampoco para elogiar. Conclusión: Si bien válida de contundentes proezas visuales y actuaciones eficientes, La Villana, como un todo, resulta ser un título que no consigue sostener las mejores virtudes de su propuesta narrativa. Aunque la complejidad de las coreografías pueda llegar a cautivar a los consumidores asiduos del género de acción y artes marciales, lo que ocurre entre una escena de acción y la otra puede ser lo que desilusione.
El tema de los refugiados es una cuestión alarmante que debería dejar sin sueño a todas las autoridades competentes a nivel mundial, o crítica de marea humana crítica human flowal menos eso es lo que desea conseguir el realizador chino Ai Weiwei con su obra Marea Humana, uno de los muchos registros de esta desgarradora realidad. Un registro notable desde lo testimonial, no obstante discutible desde el costado narrativo. Una odisea que continúa: Con Marea Humana, el realizador retrata la creciente cantidad de refugiados que hay alrededor del mundo, en uno de los desplazamientos humanos más grandes (65 millones de personas) que se recuerda desde la Segunda Guerra Mundial. El acento está puesto en las dolorosas historias de estas personas, así como de los miembros de instituciones que tratan de solucionar el problema. Marea Humana es una de esas historias que no se andan con preciosismos. Ai Weiwei simplemente se limita a exponer el tema a tratar, diciéndole al espectador que esta dolorosa realidad existe. Abarca todos los aspectos de la cuestión: desde las víctimas hasta las autoridades de diversas instituciones humanitarias, en una gran mayoría de (cuando no todos) los países dónde se produce este fenómeno. El realizador sabe capturar con precisión la tristeza del destierro y el deseo de denuncia de cada sujeto a quien apunta su cámara. Si bien esta multiplicidad de puntos de vista nos permite una percepción completa del problema, trae consigo una desventaja: que el deseo de retratar esta universalidad contribuye a que el metraje se extienda innecesariamente y se torne repetitivo, a tal extremo que termina por desafiar la paciencia del espectador. Por otro lado, uno puede intuir que la posible reiteración de ciertos puntos no es la preocupación del realizador, y el posible tedio era un riesgo que estaba dispuesto a correr con tal de que la problemática que abarca llegue en toda su plenitud. En materia visual, la película goza de un preciosismo que no tiene su flujo narrativo. En la fotografía imperan ricas composiciones de cuadro, hechos en una gran variedad de cámaras que van desde drones hasta teléfonos celulares. El ojo del fotógrafo Christopher Doyle es crucial para que las imágenes tan bellas como desgarradoras que ofrece la cinta, queden en la memoria del espectador. Con el montaje, si bien este sabe cuándo es el momento de terminar un testimonio para pasar al siguiente, uno no puede evitar notar que se limita simplemente a pasar de un escenario al siguiente; que elige no usar la compaginación para una mayor fluidez del relato. Conclusión: Marea Humana consigue su propósito de ser un llamado de atención sobre un tema que tiene más países afectados de lo que se piensa, e invita indirectamente a las autoridades competentes a que tomen cartas en el asunto. Por desgracia no logra conseguir que los múltiples puntos de vista que integran el relato confluyan en un ritmo razonable, lo que puede jugarle en contra con un público general.
El mundillo del arte, o por lo menos aquel considerado “de vanguardia”, tiene una serie de códigos para su llegada al público. Nocrítica de The Square obstante, no pocas veces termina tratándose en realidad de códigos entendidos solamente por aquellos versados en el tema. En este universo se mueve The Square, la flamante ganadora de la Palma de Oro en la más reciente edición del Festival de Cannes. Me gusssta el arrrte… Christian es el curador de un museo que expone piezas de arte vanguardista. Un día le roban su celular y billetera en la calle. A través del chip que está instalado en el celular consigue averiguar que se encuentra en un edificio de departamentos. Entonces, para coaccionar al ladrón a que le devuelva sus pertenencias, decide escribir una carta amenazante y dejarla en todos los buzones de ese edificio. Christian enfrentará a las respuestas de los receptores mientras debe lidiar con la difusión pública de una nueva obra. El guion de The Square nos introduce en un mundo de códigos elitistas a los que exitosamente consigue satirizar. Una gran parte de dicha sátira la tiene representada en su protagonista: un ser engreído, egoísta, en la permanente búsqueda de la autosatisfacción, que se aísla completamente de cualquier emoción humana que no lo beneficie directamente, y que parece más empecinado en vender el personaje de un conocedor de arte cuando en realidad no podría estar más alejado de ese concepto, tanto en definición como en plenitud. Un ser que se cree superior y la realidad en contraste a esa creencia, es la que genera suficientes risas en el metraje. Aunque aprueba sonoramente en materia sátira, a la película le falta un entramado argumental más claro, más fluido. Al espectador, naturalmente, le va a encantar ver como un grupo de seres supuestamente superiores son ridiculizados al mismo tiempo que se expone su total falta de empatía ante el mundo que los rodea. Sin embargo, la falta de una estructura clara la reduce a una simple concatenación de hechos que se hacen difíciles y cansadores de sostener siendo una película de 140 minutos. En materia actoral tenemos correctas actuaciones de Claes Bang como el egocéntrico curador protagonista, y Elisabeth Moss (Mad Men, The Handmaid’s Tale) como una periodista con quien tiene un breve idilio. Cabe destacar la performance física de Terry Notary (Rocket de la reciente trilogía de El Planeta de los Simios) en una escena donde simula ser un simio en un comedor lleno de elegantes comensales. Por el costado de la técnica, la película tiene cuidadas composiciones de cuadro y un ojo detallista para la dirección de arte. Conclusión: Si bien acierta rotundamente como sátira, la falta de una línea narrativa clara representa un impedimento para que The Square pueda brillar, y es la que contribuye a que su duración se sienta como pesada. Si se la piensa como una serie de situaciones en donde se ridiculiza a una clase sofisticada, se la puede llegar a disfrutar. Ahora, si lo que se busca es una noción clásica de estructura narrativa puede llegar a aburrir. Está en usted, lector/a, decidir a qué grupo pertenece.
Agatha Christie es una figura insoslayable de la literatura universal en lo que al policial se refiere, y Asesinato en el Expreso decrítica de asesinato en el expreso de oriente Oriente es su obra más conocida. La misma tuvo una adaptación en 1974 dirigida por Sidney Lumet, con un elenco multiestelar. Más de 40 años después, Kenneth Branagh se anima a lo mismo y a su manera. ¿Dónde estaba usted cuando…? El detective Hercule Poirot debe regresar a Londres en el Expreso de Oriente a causa de uno de sus múltiples casos. No obstante, en medio de la travesía, uno de los pasajeros es encontrado asesinado a puñaladas y el asesinato debe ser resuelto antes de llegar a la estación. El asunto se complicará cuando a medida que evoluciona su investigación, descubra que todos los pasajeros tenían un vínculo con la víctima y, por ende, un motivo para matarlo. Asesinato en el Expreso de Oriente goza de un guion muy eficiente con un desarrollo de personajes tan rico como conciso. Aun manteniéndose fiel a los cánones del género en el que se inscribe, se las ingenia para incluir aspectos emocionales sobre los personajes que no resultan en absoluto forzados: aportan a la trama y a la incertidumbre de saber quién es el asesino. Es de destacar que la película se pudo haber quedado en un mero policial, pero se las ingenia para meter una temática sobre el equilibrio y el valor de la verdadera justicia, la cual encuentra su manera de ser retratada tanto en los aspectos visuales como en los dramáticos. La única desventaja que le encuentro es que pasada la mitad del metraje el ritmo del relato se vuelve un poco lento, un defecto menor que no impide que la solidez narrativa de la película pueda brillar. En el apartado actoral, tengo el agrado de decir que nadie desentona; hay labores de calidad tanto de nóveles (Daisy Ridley, algo más que Rey de Star Wars), como de consagrados (el siempre sólido Derek Jacobi). Es de señalar que las actuaciones que se roban la película son las de Michelle Pfeiffer y, particularmente, la del propio director Kenneth Branagh, quien compone a un carismático Poirot desde el primer momento que aparece en pantalla, consiguiendo conmover con el devenir del metraje. En lo visual, tenemos una dirección de arte y fotografía de extrema riqueza. Cada encuadre está meticulosamente pensado, y cada corte de montaje precisamente meditado para despertar emociones en el espectador. Una puesta en escena prodigiosa en donde el mejor cine baila un vals con el mejor teatro. Conclusión: Un clásico literario del misterio llevado a cabo de la mano de un guion prolijo, una puesta en escena prodigiosa y un elenco que rebosa de habilidad interpretativa. Asesinato en el Expreso de Oriente se prueba como una propuesta más que disfrutable que de ser elegida no los va a decepcionar.
El cine de animación habitualmente tiene por destinatario a un público infantil. No obstante, y durante los últimos 20 años por lo menos,crítica de la familia monster el éxito conseguido por el estudio Pixar ha obligado a las productoras de animación, tanto grandes como pequeñas, a mejorar su juego. Por ello debemos entender: una historia tan sólida sobre la que se apoye el avance tecnológico. Lamentablemente, no podemos decir que La Familia Monster sea un paso adelante en ese aspecto. Al menos no desde el aspecto narrativo. La familia unida (atada con alambre): La familia Wishbone no es lo que se dice feliz: el padre es un adicto al trabajo, mientras que los hermanos no dejan de pelear. La madre, en un intento de unir a la familia, propone ir a una fiesta de disfraces y cada uno de los miembros se viste como un monstruo clásico (Frankenstein, Mujer Vampiro, La Momia y el Hombre Lobo). Las cosas se complicarán cuando una bruja los transforme en los personajes de los que se están disfrazando, y deban colaborar juntos para buscar una manera de revertir el hechizo. La parte visual de La Familia Monster es impecable. La animación es dinámica, mientras que el diseño de arte y de personajes se prueba de una gran riqueza en cada plano por su uso de la composición de cuadro, el color y las texturas. Todo esto apoyado por una iluminación muy cuidada en materia de fotorealismo. Puedo decir sin exagerar que es, únicamente desde el punto de vista técnico, uno de los mejores trabajos de animación que he visto en el año. El trabajo de voces, por lo menos en la versión doblada, es efectivo. Da curiosidad saber cómo habrá sido la versión en inglés que contó con las voces de Emily Watson, Nick Frost y Jason Isaacs como el Dracula que oficia de antagonista de la historia. Desgraciadamente estos logros sobresalientes en lo artístico y técnico son inversamente proporcionales a la calidad del guion. Este padece de una senda gama de defectos desde el primer minuto que empieza su recorrido. Estamos hablando de una narración con un ritmo tedioso, incoherente en las acciones de sus personajes, forzada en la manera que introduce y desarrolla las escenas, edulcorada exageradamente, carente de subtexto alguno, derivativa y sin gracia. Hablando de este último detalle, debe decirse que la película hace a menudo un uso del humor escatológico (dentro de los limites infantiles, desde luego) que después de cierta cantidad de utilizaciones, ni a un niño le causarían gracia. Conclusión: La Familia Monster no consigue ir más allá de ser una notable proeza técnica en materia animación. Por desgracia, su historia y sus personajes están tan descuidados en su desarrollo que le va a resultar muy difícil suscitar una conexión con el espectador. Para los adultos acompañantes es una causa perdida desde el vamos. A lo mejor con la platea infantil puede tener mejor suerte, pero no tendría tantas esperanzas.
La existencia de fenómenos sobrenaturales, más particularmente la existencia de la vida en otros mundos, es una de las grandescrítica de al centro de la tierra curiosidades humanas. Una curiosidad abordada casi siempre en el contexto de la ciencia ficción y siempre en el modo de una aventura. Al Centro de la Tierra propone de hecho una aventura, aunque en un modo inusual, realista y completamente alejado de lo que suele ofrecer el cine Hollywoodense. Querer ir a contrapelo de lo conocido puede ser loable, pero que la historia funcione ya es harina de otro costal. Encuentros Cercanos: Antonio tiene 70 años y vive en el pueblo salteño de Cachi. Ha registrado con una cámara de video el paso de lo que en apariencia puede ser un OVNI. A partir de acá, Antonio comenzará una travesía en busca de confirmar esta verdad, pero esta búsqueda no es solo por simple curiosidad sino para dejarle un legado a su hijo. Por noble que sea su intento de cruzar la ficción con el documental, Al Centro de la Tierra tiene demasiados tiempos muertos. No pocas veces la cámara está más tiempo del que debería en la cara de los personajes; cosa que sería válida si esas expresiones estuvieran diciendo algo. Aparte, es necesario señalar que su objetivo narrativo nunca está claramente planteado. En un principio parece ser una historia del protagonista que le está enseñando a filmar a su hijo, por la cantidad de metraje que invierte en ilustrar la enseñanza de ese oficio. No obstante, todo esto vira, a mitad de camino, a una desesperación por demostrar la existencia de estos OVNIS. Me queda claro que la intención es hacer que ambas partes se nutran la una de la otra, pero no puedo evitar señalar que más que complementarse, van por caminos diferentes y autoconclusivos, lo que no ayuda a transmitir la profundidad a la que deseaban apuntar. Es de apreciar que la película se molesta en ilustrar que la creencia del protagonista en estos seres no nace de una locura, sino de un milagro médico que involucra a su hijo, el cual relata con detalle. Fue lo que le hizo creer en la existencia de algo que está más allá de las limitaciones terrestres. En el apartado técnico, el film goza de una rica fotografía en Cinemascope donde cada encuadre esta cuidadosamente compuesto, desde aquellos que presentan los más cotidianos escenarios, como la vida del protagonista con su familia, hasta los más rimbombantes como los paisajes desérticos en los que se mueve Antonio en busca de su meta. Conclusión: Aunque goza de una rica propuesta visual, Al Centro de la Tierra no consigue suscitar la profundidad emocional y la curiosidad científica a la que desean apuntar. El no poder combinar estas metas en una narración ordenada, sumado al ritmo tedioso de la misma, son aspectos que le juegan en contra a pesar de lo sentido de sus intenciones.
Entre fines de los 70 y principios de los 80 la cocaína llegó a los Estados Unidos desgraciadamente para quedarse. Si bien se hancrítica de Barry Seal: Sólo en América contado decenas de historias, tanto de los narcotraficantes como de los oficiales que los arrestan, no ha habido tantas historias de personajes menores de ese universo, aquellos que en una película habitualmente vemos al pasar. Barry Seal: Sólo en America es la historia de breve prosperidad de uno de ellos. Yanquilandia, país generoso: Barry Seal es un piloto de aerolíneas de vida bastante monótona. Un pequeño negocio que tiene al margen (como contrabandista de cigarros), atrae la atención de un operativo de la CIA que desea los servicios de Barry para pilotear un avión espía. Este será el primero de muchos encargos que lo pondrán en contacto con dictadores y narcotraficantes, que desean los servicios de Barry para conseguir que sus “productos” crucen las fronteras. Al trabajar tanto para la CIA como para los narcos, Barry consigue prosperar y llenar de lujos a su familia. Pero nada es tan fácil como parece ser. El guion de Barry Seal: Sólo en América es prolijo, siguiendo paso a paso la típica historia de un don nadie que consigue prosperar a causa de una actividad ilegal, con todo el derrotero que ello implica; lo que hemos dado en llamar “El Camino del Hedonista”. No obstante, el guion no se limita a solamente desplegar un derrotero, lo hace de una forma muy humorística y con un descomunal sentido de autocrítica hacia su propio país. Aunque los narcotraficantes lejos están de ser retratados como unos santos, los oficiales del gobierno quedan peor parados todavía, ya que son presentados como unos infantiles egoístas que usan a la gente mediante la coacción para luego desecharla. En materia actoral, si bien la película tiene acción en su justa medida, acá podemos ver a Tom Cruise en completo modo actoral. Curiosamente, Barry Seal: Sólo en América es una de esas pocas instancias en donde no lo vemos como un ganador nato que siempre sabe qué hacer. Su desesperación es tan creíble como atractiva para la atención del espectador. Es uno de esos intérpretes que promete algo y se esfuerza por cumplirlo; podemos decir que este título es un merecido agregado para la columna de los aciertos. Del plantel de actores por fuera de Cruise destaca Domhnall Gleeson. Su cuota de jovialidad y despreocupación es crucial para entregar el tono autocritico que tiene la película. Es también interesante el aporte de Sarah Wright como la esposa del protagonista. En materia técnica el film es también muy prolijo, oscilando entre la puesta clásica y la casi documental, siendo esta última la que predomina no pocas veces en el metraje, tanto en su fotografía como en su montaje. Desde luego, al ser una película ambientada entre los 70s y 80s, pueden esperar un repertorio de clásicos de la época. Conclusión: Barry Seal: Sólo en América es un título entretenido, sostenido por una narración tan fluida como ácidamente autocrítica de su país y de su historia. Descansa en los hombros de un Tom Cruise arraigado en su faceta de héroe de acción, pero logrando conquistar por facetas mucho más inusuales y profundas. Disfrutable.