Si bien no está mal, no tiene personajes muy fuertes como para que los niños queden atrapados por ellos de forma tal, por ejemplo, como para querer que venga un muñequito de ellos en la "cajita feliz". Aunque la historia no es para deslumbrarse, tiene la virtud de estar contada con mucho ritmo y de tener abundantes escenas de acción, haciendo que los pequeños...
Menos moraleja y más acción Las caperucitas rojas de ahora no son como las de antes. El tiempo ha pasado y la protagonista de este tradicional cuento infantil es ahora una súper heroína cinematográfica a quien, incluso, le molesta que la tilden de “niñita”. Junto con la abuelita, el lobo, y unos extraños Hansel y Gretel, entre otros, este film animado para niños se apoya en los textos infantiles para robarles sus personajes y parodiarlos, jugar con ellos y contar una historia de aventuras dinámica, graciosa, y repleta de imágenes reconocibles para los más chicos. Mientras Caperucita Roja se entrena con un grupo secreto llamado “Las hermanas de la caperuza”, su abuelita es secuestrada por una bruja con maléficas intenciones. Los agentes de la HEA (siglas que en inglés significan Finales Felices para Todos), comandados por la rana Nicky, deben salir al rescate y para dicha misión convocan a Caperucita. Conseguir el ingrediente secreto de una trufa que hace invencible a quien la coma, es la principal meta de la bruja, pero como sólo la abuela de Caperucita lo sabe no la liberará hasta obtener dicho secreto. Con esta dificultosa y arriesgada tarea, las hazañas de Caperucita y sus amigos consiguen que el film cobre acción y, junto con el atractivo del 3D, mantener la atención de los chicos. Siguiendo cierta tradición iniciada por la conocida Shrek (2001), esta película reúne en una misma historia a personajes de distintos cuentos e incluso con sus roles invertidos. Si tradicionalmente el lobo feroz se quería comer a la dulce Caperucita y a su abuela, ahora es su amigo y principal ayudante. Hansel y Gretel tampoco resultan ser los niños inocentes y temerosos del cuento homónimo. Y la abuelita es aquí una agente valiente y temible. En este juego de parodias e inversiones todo se trastoca y resulta cómico y ridículo. Este recurso utilizado por el film abre nuevas versiones de las historias originales y con esto apela un público infantil para nada pasivo. Por otro lado, también es factible que los más pequeños desconozcan a los personajes ya que pueden resultar antiguos. O bien que Las nuevas aventuras de Caperucita Roja (Hoodwinked Too! Hood vs. Evil, 2011) tenga algunos guiños no muy fáciles de captar para los más chicos. Sin embargo esta secuela tiene la frescura de los dibujos animados, repletos de gags y situaciones absurdas, y la redundancia necesaria para seguir la historia sin problemas y entretenidamente. Y por supuesto que el placer de los cuentos infantiles, donde los malos son castigados y los buenos recompensados con el esperado final feliz, se mantiene vivito y coleando, aún cuando no todos los malos resulten ser tan malos.
Acá tenemos un claro ejemplo de como los actores que se especializan en la rama del doblaje pueden tomar un material en otro idioma y mejorarlo por completo. La verdadera historia de Caperucita Roja, estrenada en el 2005, fue una de las joyas recientes de la animación independiente. Un film totalmente desopilante y creativo que narró el clásico cuento de hadas como si fuera un capítulo de La Ley y el Orden. Con muy poco presupuesto y una buena idea la película llegó a recaudar a nivel internacional más de 110 millones de dólares. Afortunadamente los responsables del doblaje en castellano decidieron contratar a los mismos actores para la secuela que hicieron un gran trabajo en el primer film. Rubén Moya es uno de los artistas más grosos que existen en este campo, responsable de la memorable voz de He-Man y de Jack Palance en el recordado programa Crease o no de Ripley, entre tantas otras cosas. Lo que hace con la rana detective Nick Flipper en este film es fantástico. Escuchar esa voz tan poderosa que impone respeto y seriedad en una rana que tiene un cuerpo escuálido y actúa como si fuera un personaje de un thriller de Paul Greengrass te hace descomponer de la risa. Quería empezar por destacar esto ya que esta segunda parte lamentablemente es una producción muy inferior a la primera entrega. El doblaje latino es lo que hizo amena a la propuesta y por eso merece ser resaltado. Es loco porque los realizadores contaron con el doble de presupuesto (30 millones de dólares) que la obra del 2005, pero no lograron mejorar la historia original. Los números hablan por si solos. La primera superó en la taquilla a nivel internacional los100 millones de dólares, la secuela ni siquiera consiguió recuperar la inversión. Es claro que algo no funcionó. Creo que el gran problema de esta película pasa estrictamente por una cuestión de guión. En este caso los productores cometieron el gran error de alejarse por completo del espíritu de la primera película y en consecuencia, la historia perdió su gracia. En lugar de brindar otro policial disparatado, la trama se desarrolla dentro la de la infame, maldita e insoportable parodia de James Bond y todos los agentes secretos que te imagines. El mismo motivo por el que Cars 2 fue un fiasco absoluto. Ese concepto lo explotaron tanto en las películas de animación que no da para más. El film comienza con una muy buena secuencia relacionada a la toma de rehenes de Hansel y Gretel, pero después se desvirtúa por completo. La dirección en este caso corrió por cuenta de Mike Disa, un experimentado artista de Disney, que el año pasado estrenó en dvd un interesante animé como fue Dante´s Inferno: An Animated Epic, basado en un video juego y el famoso poema de Alighieri. Con Caperucita Disa parece totalmente perdido y no le supo encontrar la vuelta a los personajes. La animación es claramente superior a lo que vimos en el 2005 porque esta vez los realizadores tuvieron más dinero, pero el humor disparatado se perdió y ese era el principal elemento que hizo especial a La verdadera historia de Caperucita roja. La película dura 85 minutos y parece mucho más larga producto de un guión flojo que propone una historia de aventuras que no termina por convencer. Reitero, el doblaje dentro de todo hizo un poco más entretenida a esta secuela que en términos generales resultó una gran decepción. De todas maneras, gracias Rubén Moya por la rana Nick Flipper.
Personajes clásicos en acción La secuela encuentra a nuestra heroína Caperucita, entrenando con un grupo secreto y misterioso llamado “Las Hermanas de la Caperuza”. Pero la temeraria niña se ve obligada a interrumpir su entrenamiento cuando recibe una llamada urgente de Nicky Flippers, que regresa al frente de la super-secreta Agencia del FinalFeliz. Una bruja malvada ha secuestrado a dos niños, Hansel y Gretel, ahora Nicky y el ya no malvado lobo con Twitchy, su hiperacelerado compañerito necesitan a Caperucita para la misión de búsqueda y rescate. Esta historia que contiene buenos momentos de diversión no deja de hacer alusión a clásicos como los Tres Chanchitos, Starsky & Hutch, los ya anunciados Hansel y Gretel, detalles íntimos de Ricitos de Oro y,sobre el final, una supuesta continuación con El Flautista de Hamelín. Todo compactado en este relato donde nadie es frágil y todos tienen un haz en la manga, con sorpresas e indicada para un público menudo de hasta ocho años. Las Nuevas Aventuras De Caperucita Roja divierte y entretiene, pero si hay algo que le juega realmente en contra es el burdo doblaje mexicano, con muchas palabras no utilizadas en otros films que llegan a nuestro país y sòlo pueden escucharse en las películas de la tierra de Speedy González.
La primera "Hoodwinked" me encantó (allá por 2005), principalmente por su originalidad. Si bien partía de una historia clásica del género, instalaba un formato decontracturado y juguetón (al estilo Shrek pero con mayor protagonismo grupal) para el abordaje de un cuento tradicional infantil. Aquella versión de Caperucita, estableció un marco interesante para desarrollar ideas a futuro porque instaló a esas míticas construcciones en nuestro mundo actual. Es más, fue un acierto proponer una historia donde cada personaje tenga luz propia (el lobo, el leñador, la abuelita, etc) y se repartieran el peso de los eventos, destilando un humor muy particular. Esto generó en su momento una recepción del público que sorprendió a propios y extraños. Fue un éxito, teniendo en cuenta que no estaba producida por los estudios que habitualmente se ocupan del tema. Distribuída por Weinstein Co y realizada por la novel Kanbar Entertainment & Animation, "Hoodwinked" fue un hit y abrió la puerta para pensar en continuar la historia, como siempre que sucede cuando los números acompañan. Contando con mayor presupuesto que el destinado originalmente para la primera parte, fue elegido Mike Disa para estar al frente del proyecto, hombre que sabe del tema aunque viene de hacer films que no tuvieron mucha repercusión global. Con algunos cambios en el team de voces (si la ven doblada, esto no creo que les afecte), "Hoodwinked too: Hood versus Evil" se lanzó en julio en Estados Unidos y no le fue muy bien. Razones puede haber varias. Es bueno saber, que los tres guionistas originales se mantuvieron y sólo se incorporó al equipo creativo, el mismo director. Sin embargo, la orientación que le dieron a esta segunda parte, lleva el film a otro registro, lejos de la historia ya conocida, e instala una especie de "liga de la justicia", elemento que parece no haber prendido en la gente y la crítica especializada. Había que tomar decisiones (no se podía pensar en una segunda parte en el mismo contexto), y las opciones que se tomaron, elevaron la edad ideal para disfrutar de "Hoodwinked 2" y la instalaron en otra franja, con lo cual, los más pequeños parecen haber quedado afuera del disfrute que esta representa... Hood (con la voz de Hayden Panetiere en reemplazo de Anne Hathaway) es una agente secreta. Está entrenando con un grupo especial llamado HEA (Happly Ever After, final habitual de los cuentos: "y fueron felices para siempre"), y es, una Trinity en potencia: sus habilidades para el combate son llamativas. Una heroína total. Su confinamiento busca mejorar su capacidad de respuesta y concentración, cuestiones que a Hood le cuesta manejar. Mientras cumple una etapa de rutina, recibe la noticia de que Verushka (Joan Cusack) ha raptado a la abuelita (Glenn Close) y también a Hansel y Gretel y piensa obligarlos a preparar una receta (con una trufa mágica) que le daría poderes increíbles a su poseedor. El mundo está en peligro y entonces, HEA intentará reestablecer el orden, ante tanto caos (!). En la primera, conocimos conocimos el valor del lobo (Patrick Warburton) y sus ácidos comentarios y la destreza para la conducción de Nicky Flippers (la rana, en la voz de David Ogden Stiers). Ellos serán la cabeza visible de quienes, entre muchos otros, acompañarán a Hood a rescatar a su abu y vencer a la malvada de turno... La historia, hay que reconocerlo, es bastante simple. Qué tiene para ofrecer a la platea menuda? Bueno, eso es el problema. La mutación del grupo (recordemos que en la primera "Hoodwinked", todo se producía en el bosque y la casa de la anciana) en un superequipo de agentes especiales, dinamita el referente anterior y obliga a modificar la dinámica de la narración. Esta Hood, como ya dijimos, es una espía de primera línea y el resto de su equipo, actúa en consonancia con sus nuevos roles. Ya no está presente la estructura "conocida" de la primera y la dirección que toma esta segunda parte es muy distinta, sólo se conserva el carisma de los personajes. Hay muchas escenas de acción (para aprovechar el 3D, bastante bien realizado) y una cantidad considerable de guiños a grandes clásicos del cine moderno. Debe tener más de veinte referencias claras a películas que el público adulto reconoce al instante y que provocan muchas más sonrisas en ellos (el conejo en la sala de máxima seguridad al estilo Hannibal es tremenda) que en los pequeños, quienes no entienden mucho la risa de sus mayores. A mi me gustó mucho. Me parece que son personajes encantadores y que la historia es divertida y está bien contada. Eso si, no los veo a los chicos disfrutando en la sala. Tal vez ese haya sido el problema, es un producto para los chicos, pensado demasiado desde la perspectiva adulta. Tanta energía puesta en conservar cierta "originalidad" derivó en plantear un film que equivoca su público destino. No está hecha para quienes se la vende. Tenerlo en cuenta a la hora de ir a verla. Puede ser que ustedes salgan con una sonrisa ancha, pero esto no creo que suceda con los niños de la familia...
Heroína para los tiempos que corren Caperucita se cruza con Hansel y Gretel. En esta secuela de un éxito ( La verdadera historia de Caperucita roja , que ya distorsionaba al original y lo refrescaba con un personaje central mucho más aguerrido y para nada naif como era el original, estrenado aquí en 2007), la protagonista se cruza ahora con Hansel y Gretel. Caperucita integra una hermandad, que tiene como cruzada que los cuentos terminen siempre bien. Si el lobo no se deglutió a la abuelita, esta misma ahora es clave en la trama: ella es la única que conoce cuál es el ingrediente secreto y último de una receta, que si cae en manos de la malvada de turno... Bueno, el mundo de la infancia de más de uno se vendría abajo. Este tipo de películas cuenta con un punto a favor, claramente: los chicos, principales destinatarios, no se preocupan por si la historia no es como la que les leyeron antes de acostarse, o si los dibujos se asemejan o no a cómo se los imaginaron. Aquí se ríen precisamente de las diferencias, con Caperucita Roja hecha una suerte de combatiente ninja, que acude con el lobo -su amigo- al rescate tanto de la abuelita como de Hansel y Gretel. Alguien, con una horrible máscara, los secuestró. ¿Y quién podrá socorrerlos? La proyección en 3D está hecha para acrecentar la sensación de profundidad de campo -no para que los golpes de Caperucita o quien fuera salgan de la pantalla-, o sea que está bien. En cuanto al humor, hay gags que podrán ser atrapados por los chicos, y otros son para más entendidos. El doblaje al castellano hace que varios chistes pierdan en la traducción (y también con él se vayan las voces de Glenn Close, Joan Cusack, Martin Short). A primera vista parece que la película tuviera demasiadas subtramas, pero no: los chicos la disfrutan y la siguen sin ningún problema. La dirección de arte por momentos asombra, y si no todo es Pixar en el mundo de la animación digital, esta Caperucita no desentona ni tampoco destiñe.
Casi final feliz Ha pasado un tiempo desde que Roja y su pandilla (el Lobo no-tan-feroz, la ardilla Twitchy y la superespía encubierta Abuela Abigail) mandaron al villano Conejo a su encierro final en el loquero. Mientras Roja entrena en un lugar lejano junto a la Hermandad de la Caperuza, su pandilla sufre una importante pérdida cuando la Abuela es secuestrada por una nueva supervillana, una poderosa Bruja que vive en una casa de caramelo y galletitas y que amenaza comerse a dos niños, Hansel y Gretel. Al regresar junto a su equipo, el desafío de Roja es descubrir cuál es el vínculo entre la misteriosa nueva criminal con el malvado Conejo, y para qué necesita a su Abuelita. Eso, si el torpe Lobo no arriesga nuevamente toda la operación. Roja está de regreso y si bien el factor sorpresa ya no es una variable a tener en cuenta, los productores consiguen una trama simpática, sencilla, con anclaje en varios cuentos clásicos a los que subvierte con guiños tan rápidos que pueden pasar desapercibidos. Si bien la primera de estas películas ofrecía un planteo fresco y original que superaba (o por lo menos desviaba la atención de) la poca calidad de la animación, en esta segunda parte que no evolucionó nada en lo cualitativo los chistes quedan por momentos fuera del alcance del entendimiento de los más chicos. Sin embargo, la acción sigue siendo la misma, dinámica y bien lograda, con un buen timing para atrapar la atención.
Ni Hansel y Gretel se salvan Hubo una vez una nena de caperuza roja que fue sorprendida por un lobo y tuvo que resignarse a encontrar muerta a su abuelita. La nena en otra versión fue salvada por un leñador y con la abuelita comieron perdices muy felices. En síntesis, Charles Perrault en el siglo XVII y Grimm en 1812, recogieron del acervo popular las historias que alertaban a los niños contra los desconocidos. Por supuesto que hubo otras versiones. Ninguna de éstas es tomada en esta historia, que sólo tiene de "Caperucita" la presencia de una jovencita con caperuza roja y canastita, una abuela muy moderna y un lobo medio desubicado con algunos compañeros de ruta. ARTES MARCIALES La Caperucita de esta historia sabe artes marciales, hace "puenting" para recuperar la canastita perdida, de inocente no tiene nada y sus ojos enormes son herencia directa del "manga" japonés. Tiene una abuela que está en problemas y también hay protagonistas de otro cuento famoso que han sido secuestrados. Esta Caperucita en 3D podría haberse llamado "Pepita, la pistolera" o María Perez, de la de la historia conocida no tiene nada. Cuenta con un lobo y el simpatico Twitchy que la ayudan y debe enfrentar monstruos que, con astucia, derrota. La película es obra de un director debutante en el largometraje, pero no un desconocido del género, porque formó parte de éxitos como "Pocahontas" y otros animados. Su característica es el ritmo, la acción, sus constantes peleas, alguna imponente araña, para asustar un rato hasta que se vuelve buena y una abuela que parece haberse entrenado en gimnasios de moda y formar parte de "Las hermanas de la Caperuza". No hay leñador, porque la "Super Chica" Caperucita no la necesita y Hansel y Gretel parecen dos asesinos seriales, gordinflones y antipáticos, que responden en su físico y voz a cierto estereotipo antigermano. Es un filme para pasar el rato, marearse con tanta acción y olvidar enseguida.
Perrault y Miami Vice: fórmula repetida La primera parte de esta versión paródica del clásico de Perrault tuvo su gracia y sorpresas. Concebida por una parte del equipo de producción de «Shrek» (ambos films parten de una misma idea, la puesta al día humorística del cánon de la literatura infantil occidental), aquella Caperucita Roja estaba relatada como si se tratara de un capítulo de «Miami Vice» o «La ley y el orden», donde los personajes no respondían, desde luego, a sus carecterísticas originales, el Lobo no era un villano, la Abuela colaboraba con la policía patrullando una moto como si fuera Sly Stallone, y la protagonista era una heroína moderna llamada «Roja» a secas. Esta secuela, no demasiado necesaria, está unos cuantos escalones por debajo de la primera parte. Más allá de que ya no exista el factor sorpresa y que todos los recursos paródicos hayan sido suficientemente explotados anteriormente, tampoco parece capaz de cautivar demasiado a todo aquel público que la descubra recién ahora. Más allá de que los chistes verbales y físicos no tienen el punch de entonces, el mayor pecado de esta secuela es la falta de una línea clara de relato y la pérdida del eje de la parodia. Shrek no perdía nunca de vista a sus protagonistas, por lo cual podía añadir secundarios con sus propias subtramas; acá la protagonista pasa a un segundo plano, se suman otros personajes de aquel canon como HTMnsel y Gretel y la Bruja Malvada, y llega un punto que el libro parece no tener idea por dónde está transitando. Tanto ocurre eso, que la abundancia de escenas de acción y espectaculares parecen no concebidas solamente para darle relevancia al 3D, sino sobre todo para tapar los huecos propios de una narración que debe estirarse demasiado para alcanzar la requerida hora y media. En su original, las voces de Glenn Close, Joan Cusack y otros famosos de Hollywood le daban un atractivo, para el público norteamericano, que acá tampoco existe. Lo que sí existe es una abundancia de modismos mexicanos, además del acento con el que hablan los personajes, que desconcertará a más de un chico.
Encuentros, desencuentros y reencuentros en los cuentos La pequeña caperucita, junto al Lobo –no tan feroz- la Abuela, y una ardilla sobre excitada, conforman el escuadrón de finales felices. Un grupo de comando encargado de encauzar los desenlaces en el mundo de los cuentos maravillosos. El relato se inicia cuando una malvada bruja secuestra a la abuela de Caperucita, llevándose consigo a los pequeños Hansel y Gretel de rehenes. El film se presenta como una historia autónoma, pero retoma un argumento inicialmente propuesto en 2005 (Hoodwinked, aquí traducido como “La verdadera historia de Caperucita Roja”). En esta ocasión de Las nuevas... , el relato se inicia con un desencuentro entre el Lobo Feroz y Caperucita, quien se ha alejado momentáneamente del grupo para realizar su entrenamiento en la hermandad de las Abuelas. La misión que deberán abordar –rescatar a la Abuela, a los pequeños Hansel y Gretel, y recuperar la receta del pastelito mágico de la abuela- será el contexto en que deberán resolver sus diferencias e individualidades para el bien del grupo. El relato está estructuralmente bien armado, con un argumento consistente y delineamientos de personajes con objetivos claros y bien articulados, con el progreso de la trama. Si bien el doblaje implica la pérdida de las voces originales (realizadas por Joan Cusak; Glen Close, entre otras celebridades) el recurso al idioma mexicano resulta apropiado para conservar el tono chistoso que las voces animadas suelen requerir. En lo personal, considero que se podría haber mejorado en algunos momentos el ritmo de algunos gags, así como incrementar más los recursos cómicos en general. Por otra parte, y como se ha tornado frecuente en los últimos tiempos, el recurso inevitable (económicamente) al 3D lleva a que una cantidad importante de producciones que no ameritan ni justifican el empleo de dicha técnica, se vean forzadas a desarrollar el concepto narrativo en este dispositivo atraccional. La gratuidad de dicho procedimiento, en la totalidad de los casos, no sólo no suma, sino que incluso resta a las virtudes del relato. No obstante – y teniendo especialmente en cuenta que se trata de una película para niños- se trata de un producto más que aceptable.
Anexo de crítica: Tras la primera entrega de la franquicia se nota a la legua la falta de ideas en esta nueva aventura de Caperucita carente de humor, atractivo de personajes y pobreza visual.
VideoComentario (ver link).
El primer interrogante que plantea este film de animación cuyo rebuscado título original ha sido reemplazado por el más descriptivo Las nuevas aventuras de Caperucita Roja y el Escuadrón de los Finales Felices , a la manera de las series de Piratas del Caribe o de Harry Potter , se refiere a su razón de ser: se trata de la innecesaria secuela de un film que pocos vieron y menos recuerdan. El segundo tiene que ver con la elección del 3D, que durante la mayor parte del metraje pasa casi inadvertido. El tercero, con el vértigo que se impone a la acción y desdibuja el relato, salvo que con él se intente disimular la ausencia de una historia. Hay más. ¿Por qué recurrir a tantos personajes de cuento -Caperucita, el Lobo, Hansel y Gretel- si no se va a conservar de ellos otra cosa que el nombre? Todo eso sería más justificable si por lo menos el film tuviera, como el que lo antecedió, algo de humor. Pero aquí la comicidad escasea. Y en cambio sobran los esfuerzos por injertar elementos de la cultura popular en medio del cuento como lo han venido haciendo Shrek, La era de hielo y tantos otros films animados con los cuales éste no resistiría la comparación. Los personajes son una supercaperucita experta en artes marciales, un lobo feroz que tiene buenas intenciones pero mala suerte, una abuela corajuda, una hermandad de caperuzas a la que pertenece la protagonista y un escuadrón (el del título) que es una organización secreta dedicada a proporcionar finales felices a todos los cuentos. Todos se pondrán en movimiento cuando una bruja de nombre ruso secuestre a Hansel y Gretel, dos gorditos con acento alemán que se han colado en esta mezcolanza de la que no hay que esperar coherencia ni imaginación sino sólo ritmo agitado. No es mucho, sobre todo teniendo en cuenta que la animación, rutinaria, es tan abigarrada como el guión.
Hace algunos años se estrenó en la Argentina Hoodwinked, una película animada que transformaba el cuento de Caperucita Roja en un caso policial y cuya estructura -no se asuste de la referencia- era como la de Rashomon: cada personaje cuenta su versión del asunto. Era graciosa e inteligente, más allá de que no se tratase de una producción de altísimo presupuesto. Especialmente, rescataba la vieja tradición del cartoon americano de mediados del (ay) siglo pasado. Sin embargo, era totalmente imprevisible que esa película chica y agradable, que no fue un gran éxito en ningún lado (aunque sí uno moderado) tuviera una secuela. Pero -sorpresa- aquí está. Esta vez, la parodia va por el lado de los films de espionaje -hay una agencia secreta, hay una logia, hay que resolver el secuestro de Hansel y Gretel, hay un torpe y gracioso grupo heroico, aunque sí se juega (la tradición Sherk viene haciendo estragos) con los cuentos de hadas tradicionales. Ahora bien: cuando un film no está “obligado” a ser un tanque, parece que sus realizadores se dan cuenta y, simplemente, se divierten. Y lo que tiene este también pequeño y agradable cuento es que esa diversión se transmite. Mucho gag, claro, y si bien no todos son efectivos, muchos de ellos dan en el blanco. Y, por cierto, el personaje más interesante y cómico es el siempre torpe y equivocado Lobo del cuento. Aquel viejo cartoon, pues, en este nuevo envase.
Desde que en 2001 Dreamworks rompió los esquemas de cuentos clásicos con la indispensable Shrek, hubo varios intentos de descontracturar el esqueleto narrativo de cuentos clásicos, llevando los personajes a otro plano. Digamos que la característica principal se basa en el “Y que pasaría si…
Un tornado animado Esta película animada de gran escala (costó 30 millones de dólares) es la secuela de otra que en 2005 sorprendió a más de uno porque, a partir de una historia contada mil veces, la de Caperucita Roja y el Lobo, edificó un récord de taquilla mundial de 110 millones de dólares. Un número nada despreciable para un estudio como The Weinstein Company, con una historia muy especial porque sus dueños, Bob y Harvey Weinstein se dedicaron durante años (antes de que fuera un gran negocio) a distribuir cine independiente y extranjero en Estados Unidos bajo el sello Miramax, luego fue adquirido por Disney, y del que los hermanos se separaron para volver a intentarlo solos en 2005. Así que los muchachos volvieron a hacerlo, con la misma fórmula de mezclar (como en Shrek) a cuanto personaje de la fauna de los cuentos de hadas venga al paso a los fines de mantener la expectativa y darle no una sino varias vueltas de tuerca al clásico infantil. Tan es así que de los hechos narrados en el original no queda casi nada en esta película, en la cual la anécdota está aggiornada al gusto del supuesto público contemporáneo y donde el asunto es una disputa entre grupos de espionaje que pelean por la llave del dominio mundial: unos para guardarla a buen recaudo y otros para hacer un uso no santo de ella. Lo negativo: el frenesí casi inexplicable con que se suceden las cosas en la pantalla. A tener en cuenta: el doblaje al español hecho por mejicanos, con enorme cantidad de expresiones regionalistas que a los niños pueden cansarlos. Positivo: el diseño de arte, el estilo gráfico, algunas humoradas y los efectos ópticos muy buenos logrados con la técnica del 3D. En síntesis: no es para cualquiera espectador.
Excusa para el 3D Las Nuevas Aventuras de Caperucita Roja 3D (hasta el título es cansador) es la fallida vuelta del cuento de hadas convertido en policial que tanto gustó en 2005 y recaudó más de 100 millones de dólares. En esta ocasión parece haberse quedado sin power, ofreciendo una historia chata, que no atrae, que poco tiene que ver con ese humor adulto que nos ofreció en la 1ra entrega. Parece una mera excusa para vender el 3D sin darse cuenta que no sólo el formato es suficiente para convencer a alguien de pagar una entrada al cine. Por un lado creo que se perdió el factor sorpresa que hizo que su antecesora tuviera tanto éxito, ese factor que sorprendió con un humor ácido y vueltas de rosca policiales que uno no esperaba ver. La trama si bien no creo que se pueda considerar malísima, no es atractiva y por momentos se torna un poco densa, cosa que nunca debería suceder con una película de este estilo. La traducción... la bendita traducción... Yo no se ustedes, pero la verdad es que estoy mucho más habituado a que me parezca divertido un chiste en su idioma original y no en el neutro latino este que ponen como doblaje... no es mexicano, ni argentino, ni venezolano, ni nada... es una híbrido neutro que pierde su gracia y sentido en la traducción. Dirige Mike Disa, un tipo que ha pasado más tiempo en los departamentos de arte y animación que en la coordinación de una historia, cuestión que creo le pesó en este film. Cuando analizo parte por parte, me queda la sensación de que podría haber sido una película mucho más divertida, más ácida y menos ruidosa. La verdad es que me resultó totalmente ruidosa, me aturdió y me cansó bastante a pesar de que solo dura 88 minutos. La elección de Disa para llevar a cabo el proyecto claramente fue una mala decisión, basta con comparar las recaudaciones de la 1ra y esta 2da entrega. Vuelven a poner sus voces para los personajes Glenn Close (Abuelita), Patrick Warburton (Lobo) y David Ogden Stiers (Nicky Flippers). Se suman Hayden Pannetiere (Caperucita Roja) en reemplazo de Anne Hathaway, Joan Cusack (Verushka), Bill Hader (Hansel) y Amy Poehler (Gretel)... dato que en realidad poco importa ya que resulta más difícil encontrar la versión en idioma original que tratar de morderse el codo (no trates... no se puede, jeje). La verdad que resultó bastante decepcionante, con pocos momentos divertidos, con una historia poco atractiva y un final más que predecible.
En medio de su entrenamiento secreto con la orden de “Las Hermanas de la Caperuza”, Roja es contactada por el detective Nicky Flippers para una nueva y urgente misión asignada a la Agencia Felices Por Siempre. En una casa hecha de golosinas, una malvada bruja tiene secuestrados a dos niños, Hansel y Gretel. El escuadrón de rescate incluirá a la Abuela Ninja y al lobo, sin embargo, la verdad detrás del rapto no será tan sencilla de develar. Esta secuela innecesaria no tiene absolutamente nada que ver con el filme original, aquel dónde se contaba la historia de Caperucita en clave policial. Aquí hay un claro intento por parodiar los cuentos infantiles alla Shrek con algunos condimentos de las regulares comedias de espías animales “Como perros y gatos”. Toda la estética está más cercana al videojuego de consola que al nivel que el cine de animación actual nos tiene acostumbrados. Incluso la historia es demasiado básica: toda la trama pasa por descubrir el ingrediente secreto de la trufa noruega selva negra divina, una receta trascendente custodiada por “La hermandad de las reposteras kung fu”.