La importancia de creer en uno mismo. UglyDolls: extraordinariamente feos es una película dirigida por Kelly Asbury, quien ya cuenta con diversas cintas dirigidas en la última década, entre ellas Shrek 2 y Spirit; esta vez podemos apreciar un film simple con un mensaje claro: en este mundo lo único que nos puede salvar es ser fiel a nuestra propia verdad. Existen diversos mundos dentro de una misma sociedad, dependiendo en donde nos haya tocado nacer formaremos parte de uno o del otro; ello conllevará a enfrentarnos a diferentes adversidades con sus ventajas y desventajas. El mundo al que pertenecemos nos estimula y, en cierto modo, nos enfrenta a la noción de superación y de emigrar de nuestra zona de confort para lograr aquello que tanto deseamos sin importarnos el precio a pagar por ello. En UglyDolls: extraordinariamente feos ese deseo está representado por Moxy, un peluche defectuoso que fue destinado al mundo de los imperfectos. Durante el film lucha por pertenecer al mundo de la perfección, a la belleza y a la pertenencia de una familia. La protagonista se enfrentará a diversos reveses: si bien por momentos flaquea su fortaleza en su autoestima y en sí misma, continúa luchando hasta el final y logra su objetivo junto con el apoyo leal de sus amigos peluches. Particularmente destaco la presencia del musical como un recurso divertido para su público infantil y en la simplicidad de las acciones. El film cuenta con un gran trabajo animado en el que se puede apreciar los detalles en las telas y texturas. También debe destacarse una excelente piscología del color en la que cada peluche posee ese tono cromático por un significado particular.
En el mundo de la infancia, en la escuela, en los clubes, muchas veces hubo y hay bullying. Y es un grave problema a nivel mundial. Hay estudios sobre el tema, los padres, los maestros, todos se preocupan y hay infinidad de miradas sobre quién es objeto de ese maltrato y sobre quién lo comete. “UglyDolls: Extraordinariamente feos” (según su título en castellano) es un film de animación musical estadounidense, dirigido por Kelly Asbury, que trata este tema. La cinta presenta un mundo dividido entre los peluches imperfectos e inadaptados que viven en UglyVille, y aquellos lindos que viven en una villa mágica donde todo es perfecto. Sin embargo, un día uno de los Uglydolls desea que ambos mundos se conecten y se mezclen. La película es aparentemente sencilla, con dos bandos bien diferenciados y claros, y tres actos argumentales bien marcados. Sin embargo, la cinta hace la diferencia a la hora de mostrar y hablar sobre el bullying. Por momentos cae en lugares comunes, porque es algo inevitable cuando se habla de este tipo de maltrato, pero a la vez no solo aborda la “fealdad”, sino cualquier cosa que implique que los muñecos no son perfectos, por ejemplo el uso de anteojos. Asimismo, nos brinda un mensaje de aceptarse a uno mismo y, a partir de allí, buscar la verdadera belleza interior. Con respecto a los personajes, nos encontramos con algunos estereotipos, pero que son funcionales a la trama; fueron creados con un fin particular, que luego de un giro narrativo podemos observar su verdadera cara y sus objetivos detrás de su posición. El color, las canciones y el montaje juegan un papel tan importante como los propios personajes principales y divierten a los más chicos de la sala. Si bien la música podría apoyar más a la narración, en este caso se presenta como un protagonista más, aunque igual se observa un balance entre la música y los diálogos del relato. Por otro lado, es interesante el hecho de que la mayoría de las personas que les pusieron la voz a los diversos personajes son en realidad cantantes, como Nick Jonas, Kelly Clarkson, Pitbull, entre otros, mientras que en la versión doblada participa, por ejemplo, Tini Stoessel haciendo del papel de Moxy, la líder del grupo, quien es muy curiosa y decidida. “UglyDolls: Extremadamente feos” es una película familiar para ir con los más chicos y, por qué no, si el diálogo sucede, hablar con los chicos de lo feo, de lo lindo, de los tantos mundos que caben tanto en la realidad como en la ficción. Una oportunidad para el debate y el disfrute, porque cuenta con todos los elementos para entretener.
La nueva película animada dirigida por Kelly Asbury (“Shrek 2”, “Spirit”) nos introduce en el mundo de los muñecos de peluche basados en los personajes creados en 2001 por David Horvath y su mujer Sun-Min Kim. Cuando la Fábrica que los crea encuentra algún defecto en ellos los saca de circulación y los manda a través de un tubo a “Villa Fea”, donde conviven todos en armonía sin darse cuenta de sus fallas. Moxy es la protagonista de ésta historia (en su idioma original en la voz de Kelly Clarkson y aquí doblada por Tini Stoessel). Ella sueña con ser la muñeca preferida de alguna niña, para así dar y recibir amor. Imagina el momento en el que la niña que sea su “dueña” la abrace y compartan divertidas aventuras juntas. Cuando Moxy se da cuenta de que nadie va a buscarla, decide ir más allá de “Villa Fea” junto a sus amigos Lou, Mandy, Ox y Ugly Dog para investigar que está pasando en el Gran Mundo. Así llegan a la “Escuela de la Perfección de Muñecos” dirigida por el sLouis (Lou), donde se preparan a través de distintas pruebas para lograr ser los mejores y así vivir junto a los humanos. “Ugly Dolls” nos muestra mediante lindísimas canciones las diferencias entre lo sobrevalorado que está el aspecto exterior y lo más importante que todos podemos tener: bondad en nuestro corazón, esperanza para lograr nuestros objetivos, hacer caso omiso a las diferencias y aceptarnos como somos, a nosotros y a los demás. Un film para toda la familia, que apuesta una vez más, a la amistad, a la idea de que la unión ayuda a lograr lo que nos propongamos, divertida y emotiva por igual. ---> https://www.youtube.com/watch?v=0fSV6QTASBc DIRECCIÓN: Kelly Asbury. VOCES ORIGINALES: Kelly Clarkson, . Pitbull, Nick Jonas, Emma Roberts, Jane Lynch, Janelle Monae, Rob Riggle. GUION: Erica Rivinoja, Larry Stuckey, Robert Rodriguez. MÚSICA: Christopher Lennertz. GENERO: Aventuras , Animación . ORIGEN: Estados Unidos. DURACION: 88 Minutos CALIFICACION: Apta todo público DISTRIBUIDORA: Diamond Films FORMATOS: 2D. ESTRENO: 16 de Mayo de 2019 ESTRENO EN USA: 10 de Mayo de 2019
Unos simpáticos y peculiares felpudos aterrizan en los cines con "UglyDolls: Extraordinariamente feos" para enseñarnos un par de lecciones valiosas. Los peluches perfectos llegan siempre a las manos de los chicos para generar un vínculo de juego y una empatía muy tierna y particular, pero cuando un muñeco viene fallado o es "feo" es enviado a UglyVille. Allí conviven felices junto a otros de su tipo y no soy muy conscientes de lo que realmente pasa afuera. Cuando Moxy (doblaje original de Kelly Clarkson) junto a Ox, UglyDog, LuckyBat, Wage y Babo cruzan la frontera de su mundo hacia el de los muñecos perfectos, iniciarán un largo camino donde no solo tendrán aventuras sino que también desilusiones que los ayudará a descubrir que lo más importante es lo que llevan dentro y no lo que los estándares de belleza quieren vender. Moxy (doblaje latino de Tini Stoessel) es la gran protagonista de la historia. Ella contagia sus ganas de seguir intentándolo a sus amigos y su deseo de poder pertenecer y no ser desechos por sus defectos. Su personaje debería ser también quien atrape al espectador, en cambio, lo que se consigue es en realidad que simplemente funcione como guía a nivel argumental y que su entusiasmo nunca traspase el límite de lo meramente funcional. Ya desde su concepción es un proyecto en el que se corren pocos riesgos. A pesar de ser una película llamativa, tiene una trama ya antes vista y con poca distinción . Desde el principio se nota que se va a buscar dar un mensaje para comentar que los juguetes protagonistas son feos pero que eso no es lo importante y que todos somos iguales. Lo curioso es que el enfoque de la historia sí defiende esa idea, que con ser noble de corazón acabarás consiguiendo lo que buscas por difícil que parezca, pero al ser una historia un poco cliché no logra tomar vuelo propio y termina por ser algo parecido a "Toy Story". "UglyDolls: Extraordinariamente feos" no tiene nada de extraordinaria, simplemente es una película correcta que apuesta a lo seguro en todo momento. Los muñecos no están en los extremos del supuesto mal gusto y tampoco logran destacarse. La musicalización si se puede llevar un punto extra y logra que los niños sostengan su atención. El film cumple con su cometido de entretener a los más peques y así todos van poder disfrutar un buen momento familiar. Por Keila Ayala
Si El Principito tenía razón y lo esencial es invisible a los ojos, los protagonistas de UglyDolls: Extraordinariamente feos pueden respirar tranquilos. Y claro que tal afirmación es real. Y esta película animada basta para confirmarlo. Los muñecos de peluche que tiene algún defecto son enviados a Villa Fea. Allí encontraremos los juguetes desechados por algún error en la fabricación. Un gato con un solo ojo, otros muñecos con 3, y así. Pero tienen también su derecho a afirmar que “No hay nada que sea más genial que Villa Fea”. Porque la pasan genial con sus diferencias, hasta que Moxy, la protagonista rosa, que estuvo esperando en vano que su niño lo encontrara, irá en su búsqueda. “El día es hoy”, se repite cual manual de autoayuda. Y allí irá, rumbo al mundo real. Ella y cuatro muñecos más, de distintos colores. Ugly Dog, por ejemplo, es azul. Suertudo es rojo. Y cuando llegan a las puertas del Instituto de la perfección se toparán con Lou, un rubio divino (no tiene nada de divino) que les hará ver las diferencias entre un mundo y otro. A veces es fácil encontrar puntos en común, homenajes o similitudes en películas de animación. Bueno, aquí como en El extraño mundo de Jack hay un secuestro con bolsa de tres personajes, como en Toy Story 3, cuando los juguetes amigos están a punto de ser incinerados acá los destruirían en el reciclaje. Y hay tres aduladoras al prototipo o modelo Lou (como las que siguen a Gastón en La Bella y la Bestia). En esta comedia musical con canciones (Tini Stoessel le pone la voz a la protagonista, como lo hace en el original Kelly Clarkson, ganadora de la primera temporada de American Idol) lo que prima es el humor, el colorido y el mensaje de que ser distinto no tiene nada de malo. Hay que ser consecuente con uno mismo y disfrutar de la vida. Si optan por la versión subtitulada, escucharán las voces de Nick Jonas (Lou) y Pitbull (la de Uglydog). Ah, otro dato casi de color entre tanto colorinche: Robert Rodriguez, sí, el director de El Mariachi y Spy Kids, es uno de los productores.
De peluche somos Muchas son las producciones animadas que en los últimos años han sabido imponer en el mercado, juguetes y merchandising, y también productos asociados, que potenciaron la exposición cinematográfica de las películas que los tenían como protagonistas. El caso de Ugly Dolls: Extraordinariamente feos (Ugly Dolls, 2019) de Kelly Asbury (Shrek 2, Gnomeo y Julieta) no es ajeno al negocio y además demuestra la sinergia entre la industria juguetera y el cine para imponer un relato basado en deseos y aspiraciones como vector de la narración pero que termina atrasando en tanto forma y contenido. Supuestamente en la diferencia de los personajes, lindos versus feos, hay un intento por construir una moraleja en la que la identidad puede jugar como punto a favor para que desde la animación se construya su fábula y mensaje, pero Ugly Dolls: Extraordinariamente feos termina por disolver cualquier discurso integrador a partir de una puesta en escena básica, con trazos gruesos y estereotipos que atrasa en tiempos de cambio de paradigma y búsqueda de igualdad por aquellos “distintos”. Moxy, la protagonista, es uno de los peluches que en su imperfección intenta encajar en otros lugares pero que depende de la mirada del otro para poder ser parte. Sus diferencias proponen una construcción identitaria ajena a los cánones que determinan la pertenencia al universo de la perfección. Allí, donde había una oportunidad de construir una historia en la que a partir de las diferencias se construya el sentido de pertenencia, Kelly Asbury prefiere distraer con canciones que refuerzan el sentido de ser como los demás, o como creen que hay que ser, para ser alguien en la vida. Tras su fachada de comedia musical, con humor y melodías, se intenta persuadir a los espectadores más jóvenes para que absorban un relato sobre lucha y esfuerzo pero que termina en el lugar común de ser como los demás quieren que se sea, y no como un lugar en el que la diferencia permita construir una identidad apoyada en las distinciones. Ugly Dolls: Extraordinariamente feos atrasa, y cuando cree que innova en cuanto materia expresiva, hasta la animación simple y básica, no logra trascender los límites de una historia que no puede profundizar en elementos que necesitan desarrollarse para confundir a los niños. A la película se le nota, y mucho, su intento por presentarse como producto cinematográfico, cuando en realidad lo que hay es un esfuerzo de vender como film algo que no es otra cosa más que un panfleto comercial y publicitario para vender muñecos, libros y otros. La música atraviesa el relato, y por momentos la construcción de la película como un extenso videoclip, resiente aún más su capacidad para entretener, ya que al disolver la atención en la progresión dramática, por la inclusión de un sinfín de canciones, hace que Ugly Dolls: Extraordinariamente feos se presente como un extenso aviso publicitario y termine por proyectar algo que nunca es ni será, una película.
Los peluches imperfectos ganan en simpatía y talento, inmersos en un estallido de colores. En un universo maravillosamente anómalo (Villa Fea), donde abundan las fiestas y la música, viven los peluches que no encajan con los cánones de belleza impuestos por la sociedad. Y a pesar de la buena vibra que hay en el lugar, la muñeca Moxy no se siente completa. Ella añora encontrar a su humano, aquel que la elija para ser su juguete favorito… ser parte de su vida. Por este motivo se arriesga ir más allá, atravesando un oscuro pasadizo, y con una troupe de amigos descubre el Instituto de la Perfección. Un lugar en donde los muñecos se preparan para que los elijan sus niños. Con la excepción de que allí son todos físicamente perfectos, preparados bajo las órdenes de un tiránico Lou; un muñeco con apariencia de ensueño. Es así que lidiarán en este mundo que los expulsa, donde a fuerza de persistencia encontrarán su lugar de pertenencia. Formalmente la animación de la cinta es correcta; argumentalmente Uglydolls es bastante básica, y va estructurando su narración a través del musical. Cuenta una historia sencilla, que abarca, entre otras, una temática tan urgente como la del bullyng. Ojos saltones, dientes torcidos, orejas grandes… todo es motivo de la burla en el Instituto de la Perfección. Si algo nos queda bien claro de este relato, es el didactismo que impulsa respecto a aceptarnos en nuestras diferencias. A pesar de presentarse como una comedia, sin muchos gags ni chistes, gana más por las personalidades de sus personajes, y de una Mox que con simpatía acapara la cinta. Hace tiempo que la animación ha puesto el foco en la mirada adulta, pero Uglydolls está pensada para un público infantil que se divertirá mirando explosiones de colores y escuchando canciones pegadizas.
Como fábula musical de inclusión, que tiene tanto o más de corto publicitario extendido que de verdadero relato de animación, UglyDolls funciona en su lógica naif y falta de pretensiones: delinea a sus personajes de peluche como simples arquetipos y los enlaza en una historia de aventuras más allá de los ideales de belleza y perfección. Las "ugly dolls" del título son juguetes desclasados, confinados a una vida extrañamente paradisíaca, pero alejada del propósito de su existencia: entretener a los niños. La travesía de Moxy, la curiosa heroína, consiste en el regreso al mundo de la infancia, el de los juegos y el amor incondicional.
El momento que vive el cine animado de Disney/Pixar es extraordinario desde hace más de una década, y esto va más allá de cualquier lectura o debate que uno pueda hacer sobre el poder adquisitivo y el monopolio que manejan. Hay una gran cantidad de cineastas muy talentosos trabajando y construyendo films que no son solo para niños, son también para adultos. “UglyDolls” es otra de esas películas malas que pululan por los márgenes de Disney/Pixar. Acá la productora es STX Entertainment, con producción de Robert Rodriguez (si, el mismo que usted piensa), al que también se le ocurrió esta idea y elaboro un esbozo luego plasmado en guión por Alison Peck. La dirección del film corrió a cargo de Kelly Asbury, de amplia trayectoria dirigiendo películas de animación como “Shrek 2” y las para nada logradas “Los Pitufos en la aldea perdida” y “Gnomeo y Julieta”. Cuando llega una película de animación a la cartelera que no proviene de la factoría Disney/Pixar se nota, y mucho. Salvo el cine asiático, que también suele filmar enormes y bellísimas cintas, hay un contraste abismal con las producciones de empresas que en estos últimos tiempos se animaron a producir animación (claro que siempre hay excepciones) como Sony o Columbia Pictures. En tiempos de corrección política, inclusión racial y búsqueda de equidad, “UglyDolls” cierra por todos lados. Se puede decir que el mensaje es noble, pero la ejecución como película de animación es bastante pobre. Una de las cuestiones más difíciles que Disney/Pixar tan bien logra es que hacen films divertidos para los chicos y también para los adultos. El consumo y la diversión es mutua. En “UglyDolls”, el público grande queda decididamente fuera de esto. Con parentescos a “Emoji”, que fue una de las peores películas del 2017, Kelly Asbury cuenta una historia con un planteo interesante pero con pocos momentos graciosos. Quizás como cortometraje el resultado hubiese sido más favorable, pero la película parece quedar demasiado larga (¡y dura solo 80 minutos!). Ahí aparecen los momentos musicales que ensanchan un argumento pobre, vacío, con mucho mensaje, pero poca chispa. Ni siquiera Asbury parece del todo seguro de las leyes que existen en su universo. Es como si “UglyDolls” hubiese sido filmada a las apuradas para recaudar toneladas de dinero. Hay demasiados baches, incongruencias, y encima no se puede apoyar en sus personajes que son absolutamente detestables, mal construidos y poco carismáticos. ¿A quién se le ocurrió que podía ser buena idea poner a Pitbull como la voz de un personaje? Olvidable película animada que reafirma que Disney/Pixar siguen jugando en otra liga.
Moxy y sus amigos viven en Villa Fea, un lugar donde los juguetes defectuosos, viven felizmente desconociendo esta realidad. Todo cambia cuando nuestra protagonista, empecinada en ver que había al otro lado de un ducto por donde entraban los nuevos chiches, descubre un mundo de perfección al que ella y los suyos pertenecen. Pero Moxy está decidida a ser aceptada, pese a no ser perfecta. Uglydolls: extremadamente feos es de esas películas que a uno como redactor, les cuesta bastante analizar. Porque si nos ponemos en estrictos, deberíamos ajusticiarlas sin piedad; pero también debemos ser conscientes que no somos el público al que apuntan estas producciones; y quizás, entendiendo esto, podamos sacar alguna mínima cosa positiva. Antes de seguir, también vale aclarar, que la película la vimos en su versión doblada al español latino, así que poco podemos decir de las voces originales. Y en cuanto a las autóctonas, estas cumplen sin más. En cuanto a lo destacable de Uglydolls: extremadamente feos, podemos recalcar su mensaje de aceptación. Pero no es el que todos suponen, que uno debe aceptarse pese a sus defectos y saberse especial; sino que acá es todo lo contrario. Lo que nos deja en claro la película, es que debemos aceptar al otro, pese a no ser como nosotros queremos, con sus defectos y virtudes. No sabemos si esto fue buscado o salió de pura casualidad; pero funciona, tanto a nivel narrativo como de moraleja. En cuanto a la animación, si bien es notorio que no se busca revolucionar el sub género, o asombrar al espectador, los diseños y modelados de los personajes son lo suficientemente atractivos, como para que los más chicos quieran cualquier próxima chuchería que obviamente, saldrá a la venta. Uglydolls: extremadamente feos termina siendo un film bastante discreto. Como dijimos al principio, somos conscientes de que el público al que se apunta, tiene como máximo 10 años (y quizás aún menos). Pero así y todo, hemos visto otras películas infantiles y de animación, que le proponen un poco más de desafío a los chicos, y le regala algún que otro gag al adulto, para que no se duerma en el cine. Por desgracia, esta no es la ocasión.
Adolece de un didacticismo demasiado pesado, que atenta contra el diseño animado. Lejos, muy muy lejos de su modelo Trolls, este cuento de juguetes rechazados que intentan volverse aceptables y se enfrentan a muñequitos perfectos de canción en canción adolece de un didacticismo demasiado pesado, que atenta contra el a veces muy bello, a veces muy funcional, a veces aburrido diseño animado. Y no, es lo que sucede cuando, en lugar de Justin Timberlake, una de las voces la hace Pittbull, quien, como todo el mundo sabe, es un perro.
Todos los días son creados millones de peluches que llegan a los niños para alegrar sus vidas. “UglyDolls” nos narra las desventuras de aquellos muñecos fallidos que no cumplen con los parámetros y son confinados a UglyVille, una encantadora comunidad donde cada habitante convive en armonía con los defectos que cada uno de ellos posee. No obstante el entorno alegre en el que se encuentran, la dulce Moxy buscará el camino hacia el Gran Mundo, donde poder hallar un niño justo para ella. Será la adorable protagonista quien convenza a su grupo de amigos de ir más allá de lo conocido. En su travesía conocerán a Lu, el más perfecto de los muñecos perfectos, quien dirige el Instituto Perfección, donde todos los muñecos son entrenados antes de su encuentro con los niños. Aquí Moxy deberá lucha fuertemente contra los cánones convencionales de belleza, sin rendirse jamás en pos de continuar con su sueño. El mensaje que propone la película a favor del respeto por la diferencia y en pos de la equidad queda fuera de toda crítica. Eslóganes como “Todos somos diferentes”, “Somos feos pero buenos”, “Nuestros defectos nos hacen únicos”, son valiosos y siempre bienvenidos. Sin embargo, una película no puede sostenerse sólo sobre frases hechas en lugares comunes: el creer en los sueños, en la fuerza del trabajo en equipo, en el respeto por las diferencias, y demás. Extrañamente, haciendo uso de herramientas usualmente efectivas y recursos ya probados una y otra vez en el género, la película no logra cautivar al espectador. Ya sea por los personajes, amables pero poco empáticos; sea por el guion, bastante convencional; o sea por la animación; lo cierto es que “UglyDolls” no logra conformarse en un producto coherente. Son evidentes las influencias –cuando no citas explícitas- a films de animación harto conocidos por el público en general. Respecto a la música, a diferencia de lo que ocurre en otras cintas, es destacable el hecho que aquí las canciones no son un simple accesorio al relato sino, por el contrario, parte inseparable de la narrativa. A pesar de sus buenas intenciones en pos de un mensaje positivo para el público infantil, “UglyDolls” no llega a constituirse como una propuesta cinematográfica sólida ni para niños ni para adultos.
Únicos e irrepetibles UglyDolls, Extraordinariamente Feos (UglyDolls, 2019) es una película animada de aventuras dirigida por Kelly Asbury (Spirit: El Corcel Indomable, Shrek 2) y escrita por Alison Peck. Basada en la marca homónima de muñecos creada por los dibujantes Sun-Min Kim y David Horvath, la cual fue lanzada en febrero de 2001, el filme cuenta con la producción de Robert Rodríguez. Las voces originales son puestas por Kelly Clarkson, Nick Jonas, Janelle Monáe, Blake Shelton, Gabriel Iglesias, Leehom Wang, Charli XCX, Emma Roberts, entre otros. Las voces dobladas incluyen a Tini Stoessel, Sofía Reyes, Mario Bautista, Katja Martínez, Mariel Percossi, Carolina Kopelioff y Pitbull. En la Villa Fea, los juguetes que fueron desechados por ser imperfectos conviven felizmente unidos. Sin embargo, la rosada Moxy anhela algo más para su vida: ella quiere dirigirse al Gran Mundo y ser amada por una niña. Junto a sus amigos Suertudo, Ugly Dog, Wage y Babo, Moxy se irá de su hogar para finalmente descubrir qué hay más allá del oscuro y silencioso túnel. Estamos ante una cinta plenamente infantil, de esas que serán completamente disfrutadas por niños de entre cuatro y diez años. Llena de colores fuertes, luces y despliegues musicales, el diseño de la Villa Fea logra ser atractivo pero son los personajes los que más llegan a destacarse, en especial Moxy. La muñeca protagonista es un encanto ya que está llena de energía, valentía, esperanza y dulzura, lo que hace imposible no sentir empatía por ella. A pesar de que la cinta no cuenta con un sólido guión, son los propios juguetes y sus respectivas expresiones faciales los que hacen que la historia se vuelva disfrutable. En cuanto a las voces, la actriz Tini Stoessel sorprende gratamente en su primer trabajo como doblajista, al punto de que solo cuando canta logramos reconocer que esa es su voz. No sucede lo mismo con Pitbull: su Ugly Dog siempre que abre la boca nos recuerda al compositor en vez de al personaje animal. Aunque la cinta en determinados momentos recuerda mucho a Toy Story 3 (2010) y en menor medida a Monsters, Inc. (2001), son las moralejas (ultra marcadas para que los más chicos las comprendan al 100%) las que hacen que este filme sea especial. Salvo cierta parte donde el mensaje no está bien transmitido ya que se asegura que lindos y feos deben unirse en vez de dejar en claro que no tiene que existir esa clasificación, UglyDolls celebra las diferencias y particularidades de cada uno. Graciosa, divertida de a ratos y con un personaje principal hermoso tanto por dentro como por fuera, no hay dudas de que los más chicos de la casa disfrutarán de esta producción y luego querrán tener un peluche de la marca.
Cuenta la leyenda que todo comenzó como un juguete que alcanzó la categoría de "Specialty Toy of the Year", en USA, durante el año 2006. Este set de muñequitos de peluche creados por el ahora matrimonio de David Horvath and Sun-Min Kim (era novios cuando comenzaron por accidente con el proceso creativo de estas creaturitas), fueron un hit de ventas y volvió millonaria a la pareja y era casi inevitable, pensar en una realización cinematográfica sobre ellos... Illumination Entertainment adquirió los derechos (la compañía detrás de "Despicable me") y le ofreció la dirección a Kelly Asbury (quien llegó a los Oscar con nominaciones para "Spirit" y "Shrek 2"), quien eligió un camino directo, simple, con la premisa de sostener el metraje apoyado en un mensaje visible potente y una veta musical atractiva. Con esas premisa, "Uglydolls" presenta una historia de discriminación y dificultades para aceptar la "otredad". En el universo que presenta, encontramos a Moxy (Tini, en la versión doblada, Kelly Clarkson en la anglosajona), quien no está contenta con lo que le tocó en la vida: su lugar de residencia es el mundo de "Uglyville", donde terminan los "desechados" o "marginados" físicamente, por algún tipo de defecto, a quienes no se les permite relacionarse con los niños por esa condición. Claro, hay otro mundo, donde residen los juguetes hermosos, impolutos. Moxy junto a sus amigotes, intentarán entonces romper esa lógica (¿superar la grieta?) y lograr que ámbos mundos se conecten en forma natural, respetando las características que cada uno de los peluches posee. Menuda tarea! La cinta es una clásica propuesta familiar, llena de colores brillantes, clips musicales, plagada de líneas de autoestima postiva y con una mirada más bien sencillita de los eventos que implica, unir dos estructuras diferentes y ponerlas en diálogo. Tiene una lógica para el tratamiento del color interesante (la relaciono con "Inside Out" en ese aspecto) y sus aspectos técnicos son lo esperable: sólidos y confiables. En pocas palabras (y volviendo al argumento), "Uglydolls", puede entretener de acuerdo a modestos parámteros de análisis. Creo que esta cinta no pasará a la historia como uno de los grandes hits de Illumnation, pero para que los chicos disfruten en sala, está bien. No es transgresora ni despierta grandes pasiones, pero se deja ver.
Comienza un nuevo día en Uglyville y Moxy se entusiasma, como siempre, por que sea este el día en que finalmente pueda dejar su tierra y cumplir su destino de acompañar a una niña en sus juegos. Disfruta a diario, canta y baila a lo largo de la jornada en compañía de toda una sociedad de amigos como ella, hasta que cae rendida por la noche y confía en que mañana será diferente. Así empieza Uglydolls, una película que toma elementos de tantas otras producciones, como Toy Story, Annie, Monsters, Inc., Smallfoot, Trolls y más, que por lo tanto no se puede evitar sentir que se la ha visto muchas veces pero con otros personajes.
Muñecos animados Si revisan los orígenes de muchas de las series animadas que vimos de chicos, se van a dar cuenta que no es ninguna novedad. Muchos de los clásicos como He-Man, GI-Joe, Popples, Trolls, My Litlle Pony/Mi Pequeño Pony, o Care Bears/Ositos cariñosos, fueron primero una línea de muñecos a los cuales se les creó una serie para poder introducir el producto dentro del hogar. Algo similar ocurre con UglyDolls: Extremadamente feos, que viene precedida no solo por una fuerte campaña publicitaria que ya lleva más de un año, sino por la línea de simpáticos muñequitos que son toda una referencia para los que cuentan con menos de quince años (y para los que tienen más, pero con alma de niños, también). Parece que todo empezó del modo más romántico, Sun Min Kim tenía que abandonar EE.UU. y dejar a su novio David Horvarth. Este le escribe una carta de despedida: en ella le dibuja un simpático monstruito y un mensaje esperanzador acerca de que algún día podrían concretar sus sueños. Ella decide hacer un muñeco en base al dibujo, y él se lo presenta a un amigo que trabajaba en una empresa de juguetes. De ahí en más el éxito no pararía: fueron juguete del año en 2006, traspasaron EE.UU. recorriendo el mundo, y la empresa Illumination Studios compró los derechos para hacer una película que luego pasaría a manos de STX Films como su primer film animado (y este mes también sale una serie por Hulu). Bueno, toda esta historia es probablemente mucho más entretenida e inspiradora que lo que propone la sosa UglyDolls: Extremadamente feos. El mundo es de los feos Imaginemos un mundo de juguetes. Allí se los separa entre los que son perfectos para su venta… perdón… para relacionarse con los niños, y los que tienen algún defecto de origen, los cuales son aplazados a vivir en Uglyville (algo así como Villa Feo). Moxy (acá la escuchamos con vos de Tini Stoessel –gran gancho– y en el original con Kelly Clarkson) vive en Uglyville, pero no está conforme con esa situación. Por eso, junto a su grupo de amigos, planea una estrategia para lograr ingresar al reino de los juguetes lindos y así vivir todos en armonía. Sí, no es el argumento más original del mundo; hasta podría decir que hace veintiún años Antz planteó algo similar mucho más complejo, y mejor en todos los sentidos. Todo esto sirve como excusa para presentar un ambiente muy colorido, con monstruitos varios adorables, personajes humanos estándar, incluyendo un villano bastante irritante y unas cuantas canciones pegadizas. Supuestamente el mensaje es a favor de la no discriminación, de la integración, la importancia del ser diferente o ser uno mismo. Todo bien en los papeles, pero en la práctica… Cuando UglyDolls: Extremadamente feos se planeó dentro de Illumination, el encargado de dirigirla y escribir su guion era Robert Rodriguez a través de su Troublemaker Studios. Luego, cuando pasó a manos de STX, Rodríguez se bajó y su nombre solo figura como “Historia de”, aunque el guion ya no es de su autoría. Es pura conjetura, pero teniendo los más que dignos (en cuanto a realización y valores) antecedentes de Rodriguez en el cine infantil, es probable que el resultado fuese mejor que este que nos presenta Kelly Asbury (Gnomeo y Julieta, Shrek 2). Conformismo de peluche En realidad, lo que nos muestra UglyDolls: Extremadamente feos es un universo en el que las apariencias importan, en el que lo único importante es pertenecer, y los desclasados no lo son tanto. Todo es adornado y edulcorado; y mejor ni adentrarse en el claro mensaje de mercadotecnia barata que posee. Todo en la película está pensado para las ventas al abandonar la sala. Estos bichitos de peluche ni son tan feos, ni menos son reaccionarios al sistema; todo lo que quieren es integrarse, amoldarse a él, así sea que en el medio pierdan su identidad. Conformismo puro. El mensaje atrasa muchísimo y lo condimentan de la peor manera, tratando a su público como menor. UglyDolls: Extremadamente feos es el tipo de películas que subestima al público infantil entregándole menos, simplificando, ofreciéndoles algo vacío, porque total son chicos y se conforman con cualquier cosa… o lo único que nos interesa es que compren muñecos, que mejor no piensen tanto. Los personajes son clichés sin ningún tipo de vuelo, y la animación no es lo suficientemente estimulante como para entablillar al quebrado. Las canciones, más que pegadizas, son pegajosas, sobrecargadas, redundantes, poco emotivas. UglyDolls: Extremadamente feos es una película fiel a su origen: antes que una película animada, es un vehículo para vender muñecos de peluche, o cualquier otro producto. Partiendo de esa base, no hace nada por torcer su destino.
LOS PESARES DE LAS MORALEJAS A veces pareciera que toda película familiar de animación tiene que tener, sí o sí, alguna canción. Y no hay que negar que en muchas ocasiones son momentos gratificantes. Ugly Dolls parece hacerse eco de esto, utilizando el recurso hasta el cansancio. La felicidad excesiva que muestran en cada uno de los cantos tiene un efecto distanciador. Y, para colmo, las aventuras que transitan tampoco resultan atractivas porque el foco está puesto en el mensaje que tiene para dar. Ugly villes y sus habitantes no son tan feos como marca su etiqueta. O por lo menos no tienen un registro de “feo” como una palabra peyorativa, es por eso que viven alegremente, sin que les pese ese estigma. Sin embargo, cuando Moxy decide ir en busca de su sueño, descubrir que realmente existe un mundo de niñas y niñas que adoptan juguetes, conocerá lo que se llama el Instituto de la perfección. Desde ese momento, la peluche se verá desmotivada por la mirada externa, pero pronto retoma fuerzas para seguir en busca de su propósito. Se podría pensar que la historia sirve como analogía de la salida al mundo de un niño, que se confronta con la mirada del otro. Ya con esas etiquetas de “feo” o “perfecto” es claro que el debate pase por la valoración de cada uno como persona. Caso que no estaría mal sino fuera que la historia está muy por encima del film. Importa más el mensaje que se quiere dar que la forma en la que se está contando. Por esta razón, es que hay conflictos poco desafiantes y trayectos bastante previsibles. A todo esto podemos sumar que, aunque se apunte a la comedia, los momentos de humor no son graciosos. Este cúmulo de chistes de poco talento genera un clima de agobio para el espectador. Los personajes, a su vez, no terminan de mostrar sus características. Salvo un gato de peluche que puede resultar algo más interesante, y hasta por ahí, los demás no brillan. No hay nada especial en estos muñecos más que sus estridentes colores. Ugly Dolls no logra construir una aventura real. Los lugares a donde transporta parecen haber perdido los colores. Esto hace pensar que el film ha tomado ciertas premisas desacertadas para su construcción. Entre ellas, la de pensar que todo tiene que estar acompañado por canciones, aun cuando las letras no son buenas y la situación no lo amerita. Así como también suponer que los personajes van a ser simpáticos porque ellos lo dicen o lucen coloridos, sin construir momentos en los que puedan mostrar su personalidad.
Nos cuenta todo lo que le va sucediendo a una serie de muñecos a los que se los llama “los feos”, y otros personajes son lindos, es una aventura animada muy rica en colores, diseños, muy entretenida solo para los más pequeños, tiene muchas canciones y coreografías atractivas. Su trama resulta sencilla y previsible, le falta: emoción, originalidad y momentos emotivos, algunas situaciones resultan lineales y hasta lentas, eso sí, tiene buenos mensajes como por ejemplo que no ser tan lindo no tiene nada de malo y querer al diferente. Si bien la película contiene una gran cantidad de personajes, uno que se destaca es Moxy le da su voz Tini Stoessel y en la versión original en inglés Kelly Clarkson.
Uglyland es la tierra en la que recalan los muñecos que no salen tan lindos, los menos perfectos, los poco agraciados. Los feos. A partir de ahí, cabe imaginar la base antibullying que cruza esta historia animada, que incluye personajes humanos, un curso de capacitación en perfección y una aventura cuyo objetivo final es intentar formar parte de cierto tipo de igualdad de condiciones. Colorida y con mensaje inspiracional, bichitos atractivos y simpáticos, Uglydolls es un producto probablemente atractivo para menores de seis. Como película, ofrece no mucho más que una fórmula estándar que puede verse como un largo comercial de juguetes, sin demasiada inventiva.
En un mundo signado por la perfección de Barbie; flaca, de rasgos armónicos y sonrisa brillante, llega Moxy, la nueva heroína de los muñecos imperfectos. Con la voz de Tini Stoessel y una forma un tanto rara, de piel fucsia y sin algunos dientes, Moxy luchará por mostrar que lo importante es lo de adentro. Esta animación pone en jaque a los muñecos perfectos que llegan siempre a mano de los chicos. Pero cuando un muñeco viene fallado o es “feo” es enviado a UglyVille donde conviven felices junto a otros UglyDolls. Cuando Moxy, junto a Ox, UglyDog, LuckyBat, Wage y Babo cruzan la frontera de su mundo hacia el de los muñecos perfectos, iniciarán una aventura para traspasar sus propios límites. Así, estos muñecos desafían los parámetros de la sociedad. Como estereotipo del niño perfecto está Lou, un pequeño rubio que sonríe todo el tiempo y canta a sus fans, dejándolas desmayadas de amor. Pero la puesta en escena de este villano “lindo” caerá por su propio peso cuando llega Moxy con su “fealdad” para mostrarle que los niños prefieren la autenticidad por sobre lo estético, la naturalidad por sobre lo superficial y la ternura por sobre la frivolidad. Sin dudas, se trata de una película que deja un sabor a alegría genuina que interpela al espectador y lo invita a aceptar y enorgullecerse de sus particularidades físicas y de personalidad que, en definitiva, son las cosas que hacen que cada ser humano sea único e irrepetible.
Un mensaje simple y sin pretensiones "Ugly Dolls", basada en los personajes de la empresa de peluches del mismo nombre, se apoya en la historia ideada por Robert Rodríguez y producida por su compañía Troublemaker Studios. El cineasta texano, íntimo amigo de Quentin Tarantino, es conocido por su experiencia en películas infantiles como la saga de "Mini espías" y "Las aventuras de Sharkboy y Lavagirl". En esta oportunidad, Kelly Asbury es quien toma el lugar en la silla de dirección para traernos una aventura animada con un simple pero fuerte mensaje contra la discriminación y a favor de la aceptación personal. Esta tierna y edulcorada historia se centra en los habitantes de "Villa Fea" (Ugly Ville), que son muñecos creados en una fábrica y, tras sufrir defectos de producción, son desechados por un tubo a este lugar. Dentro de ellos, Moxy, nuestra protagonista, sueña con ser adoptada por un niño, y concentra todas sus energías en conseguirlo. Pero todo cambia cuando Moxy y sus amigos investigan más allá de los límites de Villa Fea y van a parar a un lugar donde todo es perfecto. Aunque el guión es sencillo, pueden encontrarse algunos homenajes o puntos en común con otras películas animadas como "La bella y la bestia" o la saga de "Toy Story". Lo importante es que lo más pequeños pueden sacar mensajes positivos de la historia, y quizás algunos que no sean tan fáciles de entender (poco comunes en este film) como la crítica a los medio de comunicación. El diseño animado es de una creación realmente fascinante. Cuenta con una gran calidad técnica y texturas que se pueden percibir a través de los sentidos que el cine nos brinda. Los muñecos están hechos perfectamente de diferentes materiales: cabellos de lana, botones, algunos cuerpos peludos o sintéticos, etcétera. Los efectos sonoros acompañan sus movimientos y están muy conseguidos. En línea con la banda sonora, las canciones son adecuadas y, aunque algunas no tengan mucho sentido, son entretenidas. En cuanto al elenco, encontramos nombres conocidos como Kelly Clarkson (Moxy), Nick Jonas (Lou), Emma Roberts (Wedgehead) y Pitbull (Ugly dog). Éste último repite en la versión doblada a la español, junto a otros artistas como Tini Stoessel (quien brinda su voz a la protagonista), Mario Bautista y Sofía Reyes, entre otros. En resumen, una propuesta agradable para introducir valores sobre la bondad, el respeto, la solidaridad y el desarrollo interior. Una aventura entretenida y recomendable. Puntuación: 6,5/10 Por Federico Perez Vecchio